Capítulo 8. Ruptura.
Arien llamó por teléfono a Elian para ver si lo que Amarië decía era verdad, sobre su relación con Leo. Ésta lo cogió con ánimos pero cuando vio a que tema se dirigía no quiso hablar mucho. ¿Qué le debía pasar? ¿No era feliz? Arien no tenía manera de descubrirlo, la intentaba ayudar pero no sabía por donde ni como hacerlo. … Después de ver que no había manera de sacarle las palabras se lo preguntó a Iridiel, éste dijo que habló con Leo y que le notaba algo raro, aunque no quería mostrarlo. Incluso llegaron a pensar que Saruman estaba detrás, pero no lo lograban congeniar.
Un atardecer de un día no muy tardío a la llamada de Arien se supo que Elian se había ido de su casa, refugiándose en la casa de Aragorn.
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Elian bajaba con sus maletas escaleras abajo, Leo la miraba curioso por ver a que venía eso. La expresión que tenía Elian no era de felicidad, si no de tristeza y melancolía, de igual manera lo miraba a él.
-…He intentado aguantar pero me es imposible. Ni una muestra de cariño, ni un roce, siempre discutiendo por tonterías… No es tan fácil como creías el vivir conmigo, quizá antes sí, pero ahora…
-…
-Ni tú mismo te aclaras en saber si eres Legolas o Leo, por favor, piénsatelo y luego si un caso…
-… …
-No debo tener esto… -dijo quitándose el anillo y dándoselo en mano-
A los dos se le caían las lágrimas, ninguno de los dos querían pero ya no había forma de arreglarlo. No quiso decir nada más, cogió sus maletas y se fue. Leo se quedó destrozado, no entendía porqué no había hecho nada por evitarlo.
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-…que he hecho… -dijo él llorando desesperado-
-¿Las has dejado ir? –preguntó alguien que no era ningún conocido-
-…tenía razón…siempre centrado en mi trabajo, en mi, me había olvidado completamente de ella.
-…
-Y todo por que no logro saber quien soy en realidad. Si un pasado o un presente…
-No pienses así…
-Ella intentaba decírmelo una y otra vez, de mil maneras distintas…y no le hecho caso…
-Quizá de ésta manera lograrás saber de una vez quien eres.
-¿Y quien soy? …un idiota enamorado de una mujer distinta a la que conocí…
-Supusiste que vuestra relación iba a ser igual que la de antaño, y no lo ha sido, ella ha cambiado en algo, tú también.
-Legolas que hago…
-Acéptate tal y como eres, yo estoy dentro de ti, pero no logras que tú mismo estés conmigo. Te es imposible aceptar que Legolas no ha muerto y lo piensas. Pues no es así, vivo dentro de ti…busca la manera de que los dos podamos tener a esa mujer. Eres igual que yo, piensas igual…
-¿Tan idiota soy como para no verlo?
-Desnubla esa mente y recuerda lo bien que lo pasaste cuando ella estaba en el Bosque Oscuro, en vuestros sueños, en ella.
…Leo empezó a recordar todos esos buenos momentos que lo llenaban de felicidad…
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Elian corría hasta la casa de Aragorn, desesperada buscando apoyo. Llamó dos o tres veces al timbre, cuando Arwen abrió Elian se le echó encima, llorando de tal manera que no sabía de que manera consolarla. Entró las maletas y la acompañó hasta el salón, allí intentó tranquilizarla y preguntándole el porqué de aquella decisión. … Sus respuestas no fueron muy claras aunque Arwen se lo calculó, le dijo que se podía quedar allí el tiempo que hiciera falta y que hablaría con él.
…
Cuando Aragorn llegó del trabajo lo primero que se encontró fue con Arwen algo preocupada, ella le comentó el tema y él subió a hablar y a intentar sacarle algo más. Y no era fácil... …Abrió silenciosamente la puerta de "su" habitación y la vio mirando a un punto inconcreto de la noche que se veía a través de la ventana y con las lágrimas cayéndole rostro abajo.
No le preguntó el como ni el cuando, si no el por qué. Quería saber por que lo había hecho y a que fue debida esa idea.
-Intentaba decirle que con él no era como antes…que él mismo no lograba ser quien era y que no sabía de que manera tratarme. Se pensaba que era igual que antaño, que sería lo mismo, pero no lo es… ¿Una muestra de cariño es mucho pedir?
-No, pero debes entender que él pasa por un momento difícil. Tú tampoco le has ayudado demasiado.
-…no…
-No pienses que por estar lejos lo vas a olvidar, te es imposible olvidarle por que le quieres más que a ti misma, no vivirías sin él. Por eso te pido que hables con él y que lo arregléis.
-¿El me quiere?
-Como no te va a querer, si es en lo primero que piensa. Lo que le ha pasado le puede pasar a cualquiera, quizá el también buscaba apoyo.
-…y yo no se lo he dado… huyendo de él no he ganado nada, simplemente he estropeado las cosas.
-¿Lo vas entendiendo ahora? …yo estoy contigo, pero también con él.
-…
-Piensa bien lo que le tienes que decir si es que quieres volver con él y dale tiempo para que resuelva sus problemas, al igual que date tiempo a ti para resolver los tuyos. Ya verás como entonces volverá a ser todo como antes.
-Gracias.
-No hay de qué. ¿Te apetece cenar?
-No… quiero quedarme aquí…y pensar.
-Bien, si necesitas algo, ya sabes donde estamos.
Antes de irse le dio un beso en la frente, ella agradeció la lección.
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Los dos pensaban indistintamente en lo que les había llegado a tal extremo y en como remediarlo, pero antes deberían enfrentarse el uno al otro.
-En su casa no se ve luz –dijo Arwen mirando por la ventana- ¿Crees que estará ahí?
-No lo sé… mm, esto está buenísimo.
-Me alegro que te guste.
-Ahora iré a ver si está…
-¿Has hablado con ella?
-Sí, pero ya te lo diré luego.
-No me gusta verlos así.
-A mí tampoco…
Arwen buscaba la manera de poder ayudar pero no encontraba ninguna, aunque alguien de su misma sangre lo haría por ella. … Eldarion entró sigiloso en la habitación de Elian, ésta seguía sentada en la cama, recostada en el cabezal y mirando a la noche. Se subió cama arriba hasta llegar a sentarse en su regazo, ella lo miró y le sonrió con una suave sonrisa.
-¿Po que llodas? –preguntó-
-…por que me siento sola…
-¿sola?
-Sí…
-Pedo… ¿Y Deo?
Se reía al escucharlo.
-Leo…
-Eso.
-…
-Mi mamá me riñe mucho, dice que soy un tra'to y se enfada…pedo…ad sidiente día vuedve a esta' contenta.
-¿Te riñe mucho?
-Sí…
Captó las palabras que le quería decir Eldarion.
-Y ed papa dice que todos los pobemas se soduzionan.
-¿Sean buenos o malos?
-No se.
Elian lo acomodó y lo abrazó, le había dado otra lección.
-¿Sabes? –dijo ella- Tienes el mismo don que tu padre, el saber hablar con la gente.
-¿Don?
-Sí.
-¿Qué es un Don?
-Una cualidad especial de las personas.
-¿Espezial?
-Sí.
-Jeje. ¿Me puedo queda' aquí? E'que s'está cómodo.
-Claro.
…………………
-Que cómodo es dormir en tu regazo…me siento como un niño…
…
-Dormiría una y mil veces en tu regazo…
…………………
Le vinieron esas palabras a la cabeza, de lo que una vez le dijo Leo y otra Legolas. …Le hizo recordar más frases de aquella y poco a poco iba llegando a la conclusión de que siempre habían sido la misma persona… el que una vez fue Legolas, era Leo y Leo era Legolas. No había más vuelta de hoja. … Al volver de nuevo de su mente, observó que Eldarion se había dormido y que buscaba su calor. Elian lo cogió sin despertarlo y lo llevó a su cama, ésta estaba destapada puesto que él antes estaba ahí. Lo metió y lo arropó bien para que no pasara frío, finalmente le dio un beso en su mejilla y cerró la puerta suavemente.
Al girarse se encontró a Aragorn detrás, menudo susto se pegó ella. ¿Le pasa algo? –preguntó-
-No… solo era que había…sentido un ruido y venía a ver si era él.
-Tranquila, siempre se escabulle de ir a la cama ¿Ha estado contigo?
-Sí. Me ha dado una lección enorme, y tiene el mismo don que tú.
-Eso dice Arwen y eso pienso yo.
-Buenas noches…
-Igualmente.
……
-¿Has podido saber donde te equivocaste?
-Sí. …No tengo nada de diferente a ti, somos iguales. No sé por qué le he dado tantos temas.
-A eso es lo que quería llegar yo. Hemos sido y somos una sola persona y un alma, única.
-…que iluso al pensar que…
-¿Que por se diferente en lo físico era también diferente en lo otro? No.
-…
-Y eso es lo que te ha llevado a tal extremo, al que no la veías a ella. Ni a ti te veías ya.
-Le he hecho daño…
-Mucho, pero ella también a ti por no ayudarte y no saber que te pasaba.
-No me podía ayudar por que yo no se lo decía.
-Ahí está, os faltaba comunicación.
-No pienso cometer más este fallo.
-No lo harás.
-Pero… ella no querrá volver, incluso me ha devuelto el anillo.
-El anillo es lo de menos, si le hablas seguramente volverá, además ni ella puede estar sin ti ni tú estar sin ella.
-Tienes razón… ¿Debo decírselo ya?
-Cinco días han pasado, yo creo que ya es hora de volver a unirnos ¿no crees?
-¿Unirnos?
Leo notó como Legolas se metía dentro de él, ahora formando un solo ser.
-Antes no podíamos unirnos por que tú me negabas el paso, ahora sí.
-Me noto más ligero y veo más allá…
-Eso es por mí, y si te miras al espejo verás tu reflejo y el mío.
-Sí, es verdad. Gracias Legolas.
-Un placer. Ahora vamos a ver a la mujer que nos tiene loco.
-Sí.
Leo corría tanto como las piernas le daban hasta la casa de al lado. Arwen jugaba con Eldarion en el jardín y la puerta estaba abierta, Aragorn leía el periódico de los domingos, sentado en el sillón relax. Los tres vieron pasar a Leo corriendo que entraba en su casa, se quedaron mirando como subía las escaleras y se paraba delante de la puerta de la habitación donde estaba Elian. No pudieron estarse de subir ellos también y cotillear.
Se lo pensó mucho antes de poner la mano en el pomo de la puerta, suspiró profundamente y entró. Elian no se lo esperaba, aunque no hizo ningún gesto, simplemente le miró. Leo captó aquella mirada como una invitación dejando la puerta entre abierta. … Elian notaba un brillo especial en sus ojos y tenía un talante especial, aire élfico…
Ninguno de los dos decía nada, él se iba acercando sin dejar de quitarle la mirada hasta sentarse a su lado. Su mano rozó la suya, éstas se buscaron y se encontraron. Un silencio de nuevo hubo entre ellos, ella movió sus labios queriendo hablar pero él no la dejó, pues su dedo índice puso sobre sus suaves labios. Leo se acercó más a ella hasta rozar sus labios, los dos deseaban darse aquel beso que sin duda llegaría. Y llegó, primero fue un beso inicial, lento y romántico, que dio paso a un segundo, el que fue el que los unió completamente, pasional y sosegado, les faltaba el aire.
-Pido perdón por todo lo que te he podido hacer –dijo él-
-Yo lo siento si no te comprendí.
Los dos se abrazaron. …No vuelvas a irte de mi lado… -susurró- otra vez no…
-No lo haré jamás.
Aragorn había impedido que Eldarion viera lo que ocurría pues no eran temas para él, el pequeño intentaba por todos los medio ver algo pero le era imposible, su padre era demasiado grande para él. …Arwen se volvió hacia Aragorn, lo miraba con unos ojos que brillaban a más no poder, se acercó y le besó.
-Eres un cielo, cariño –dijo ella-
-Jeje.
-jjj –se reía Eldarion-
-No quiero que vea nada de eso y tú vas y me besas.
-Un beso no hace daño a nadie.
Eldarion se escapó de las manos de Aragorn y se fue hacia ellos. ¡Tío Leo! –exclamó abrazándose a él-
-¡Hola renacuajo! Pesas más…
-Eso dicen.
-…si tu deseo es tener un niño, por mi no hay ningún problema.
-Si se tiene que esperar, espero.
-Pues yo quiero uno. … he estado mirando y sí que podemos permitírnoslo.
-¡¿Sí?!
-Sí.
Elian lo abrazó también, ahora lo rodeaban cuatro brazos.
-¿Un niño?
-Sí.
-Jeje.
-Yo quiedo un hemanito…pedo la mama no quiede.
-Sí que quiere lo que pasa que bueno…a veces sí y a veces no.
Eldarion se fue corriendo en busca de su padre. ¡Papa!...
-No irá…
-¡Digo mama! ¡Quedo un hemanito!
Eldarion se perdió por la casa buscando a sus padres para comunicarles su genial idea de tener un hermanito de un día para otro. …
-Vamos a casa –dijo Leo- Oh, espera, me olvidaba. –sacó el anillo del bolsillo- ¿Quieres seguir llevándolo?
-Sí.
…
Elian y Leo se fueron a su casa, a vivir juntos de nuevo. De momento la felicidad era completa para todos.
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Esto fue lo que pasó, y me alegro de que a nosotros no nos pase lo mismo y toco madera para que no nos pase nunca, no me gustaría perder a Arien por nada del mundo y más ahora, con lo guapa que está, y lo hermosa que es.
