Disclaimer: como siempre...
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Capítulo 10º: Romances y dones perdidos
-¡¡¡G-r-y-f-f-i-n-d-o-r!!! ¡¡¡Gryyyyyyyyyyyyyyyfindoooooooooooor!!!
-¿Se puede saber qué dices, Smith?
-Ejem... esto...
-¡¡SIGUE COMENTANDO EL PARTIDO!!
-Pero qué pulmones tiene usted, profesora McGonagall. ¿Quiere comentar usted el partido? Por su mirada asesina creo que no, ¿verdad? ... ¡¡Aquí sigo yo: el magnífico, el maravilloso, increíble, y espectacular: MICHAEL SMITH!! ¡Comentando el emocionante partido de Gryffindor contra Ravenclaw! No chicas, me estaba describiendo a mí mismo, no a Sirius. Bueno, después de mi delirio aquí seguimos con el partido. Tengo que recordaros que Ravenclaw y Gryffindor están empatadas con 50 puntos. Y aún no hay rastro de la snitch. ¡Pero qué demo...! ¡Potter! ¡Acaba de enseñar la snith! ¡Esto es para enmarcarlo! ¡Solamente se ha girado y la ha pillado! ¡Qué agilidad! ¡Qué reflejos! ¡AMAMOS A JAMES POTTER! ¿Qué dices, Potter? ... Ja ja ja ja ja ja ja. Era en sentido figurado, Potter. Yo no te amo. Ja ja ja ja ja ja ja ja...
-¡Sois estupendos! ¡Otro partido más ganado para Gryffindor! ¡La copa este año vuelve a ser nuestra!
-¿Acaso lo dudabas, Green? -bromeó Shinsen.
-¡Somos los mejores! -gritaron a la vez Katheryn y Marielle.
-Así me gusta. Os he contagiado mis ganas de ganar.
-Sí. Pero esperamos que no nos contagies tu locura -añadió Sirius. Todo el equipo rió. Excepto Green que lo miró de soslayo.
-Vámonos ya. La cena debe de estar a punto de empezar –dijo John Handsome. Todos los del equipo de Gryffindor salieron. Sirius iba a salir también cuando se percató de que su mejor amigo estaba sentado en el suelo de los vestuarios con la mirada perdida. Se acercó en silencio y se sentó a su lado. James lo miró y le dedicó una sonrisa.
-¿Estás bien?
-Sí -susurró James. -Lo que pasa es que a mi padre le encantaba el quidditch. Y bueno... No pude evitar acordarme de él.
-James...
-Aún no me creo que se haya ido para siempre. Quiero decir. Que pienso que cuando vuelva él y mamá estarán allí. Papá me dirá que vayamos a tomar algo por Londres y mamá se molestará diciendo que aún no tengo edad para esas cosas. Pero entonces mi parte razonal me despierta -la voz de James se quebraba poco a poco- y me dice que ellos no están. Que murieron. Que se fueron. Y que yo... -sollozó- no pude decirles adiós por última vez. Ni siquiera que los quería...
Sirius abrazó a James y éste comenzó a llorar en el hombro de su amigo. Sirius estaba seguro de que la muerte de los padres de James iba a cambiar mucho a su mejor amigo. Demasiado...
-¿Qué? ¿Dónde estoy?
James había despertado de repente. Y para su asombro ya no estaba en su cama adoselada de Hogwarts, sino encima de un cristal y bajo él, agua. James, confuso, se puso de pie y miró alrededor. Todo estaba oscuro. Y apesar de eso James se veía cláramente. James comenzó a dudar de que eso fuera real y empezó a estar nervioso. Cuando una conocida risa lo dejó helado. Se giró rápidamente, y allí, tan radiante y guapa como siempre, estaba su madre. Por detrás apareció su padre, apuesto, alto y risueño. Como solía ser.
-Mamá... Papá... -dijo James conteniendo las lágrimas.
Los dos le sonreían y le saludaban con la mano. Estaban allí. No se habían ido. ¡Estaban allí! James corrió hacia ellos para abrazarlos. Para sentir que eran ellos. Pero fue imposible. Cuanto más corría, más se alejaba la imagen de sus padres. Corrió, corrió y corrió. Pero nada...
-¡Mamá! ¡Papá!
El tobillo de James se torció dolorosamente y cayó al suelo. Le dolía el tobillo y no podía ponerse en pie otra vez. Levantó la vista y ellos estaban cada vez más lejos. Hasta que se perdieron en la oscuridad.
-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO! -gritó James con todas sus ganas. Y golpeó el suelo de cristal con el puño. Descargando su rabia.
-Estás mejorando mucho...
James se sorprendió. Esa voz... Esa voz... ¿Abuelo?
-Ahora deja de peregrinar...
-¿James?
James abrió los ojos rápidamente. Ya no estaba en aquel lugar tan extraño. Había vuelto a su cama, al cuarto de los chicos, a Hogwarts. Y delante de él estaban sus amigos, Sirius, Remus y Peter.
-¿Te encuentras bien, hermano? -le preguntó Sirius.
-Sí. ¿Por qué no debería estarlo?
-Bueno... -dijo Sirius mirando a Remus.
-Estabas agitándote en tu cama. Y decías... mamá y papá...
James miró fijamente a sus amigos, pensando...
-No, no es nada. Solo tuve una pesadilla. Una pesadilla muy rara -dijo.
-¿En serio?
James miró a Sirius. Desde luego que su mejor amigo se estaba convirtiendo en un sobreprotector con él.
-No es nada -sonrió James. Hizo el intento de levantarse. Pero al apoyarse sobre sus dos piernas, el tobillo que se había doblado en su sueño, le dolió y cayó, pero Sirius le agarró antes de chocar contra el suelo.
-¿Qué pasó, James? -preguntó Sirius algo asustado.
-Mi tobillo... me duele... -dijo James apretando los dientes.
Sirius ayudó a James para que se sentase en su cama, mientras que Remus le miró el tobillo. Estaba hinchado.
-¿Cuándo te lo doblaste? -le preguntó Remus.
-No sé. Me he despertado así.
-A lo mejor dormiste en una mala postura -le dijo Sirius.
-Puede ser.
-James, debes vestirte e ir a ver a la señora Pomfrey corriendo. Antes de que empiecen las clases.
-Yo te ayudo - propuso Sirius.
Cuando James se hubo puesto el uniforme de Hogwarts, salió con Sirius dirección a la enfermería. Aunque en realidad, Sirius llevaba a James sobre la espalda.
Por otra parte, Remus y Peter se fueron al Gran Comedor a desayunar.
-Espero que no sea nada -dijo Peter preocupado.
-Yo también. Ese tobillo tenía muy mala pinta.
Los dos amigos anduvieron por los pasillos de Hogwarts algo pensativos. Cuando se cruzaron con unas alumnas de 5º curso de Gryffindor. Entre ellas estaba Atenea McGonagall. Miró a Remus y le sonrió de forma coqueta. A Remus se le cayeron los libros de las manos y se quedó mirando por donde se había marchado la muchacha.
-¿Remus?
-...
-¿Remus?
-...
-¡REMUS!
-¿Qué? ¿Qué pasa, Peter?
-Eso mismo me pregunto yo, Remus. Te has quedado embobado.
-¿Embobado? ¿Yo? Por favor, Peter. No digas tonterías -dijo Remus mientras se agachaba a recoger los libros que se le habían caído.
-¡Pero si te he visto! Te has quedado mirando a Atenea McGonagall y luego se te cayeron los libros.
-Peter. Creo que deberían revisarte la vista.
-No intentes mentirle, Remus. Yo también lo he visto.
Los dos amigos miraron hacia atrás. Lily estaba allí desde que a Remus le dio el lapsus mental.
-¿Qué? ¿Qué has visto? -preguntó Remus nervioso.
-He visto como te has quedado embobado mirando a Atenea. ¿Te gusta?
-Esto... yo... -Remus se puso nervioso.
-No tienes que ponerte asi, Remus. Atenea es una chica muy guapa, inteligente y popular. Haríais buena pareja -dijo Lily con una sonrisa.
-¿Tú crees?
-Claro.
Siguieron charlando mientras se dirigían al Gran Comedor.
-Si quieres puedo averiguar si a ella le gustas -dijo Lily.
-¿QUÉ? ¡NO!
-Pero bueno, Lupin. ¿Es que piensas quedarte de brazos cruzados ante la chica que te gusta y no hacer nada?
-Tampoco es eso... -se disculpó Remus.
-Entonces decidido. Averiguaré si a Atenea le gustas y te lo confirmaré de inmediato. Por cierto, ¿y James y Sirius? ¿No están con vosotros?
-Fueron a la enfermería. James amaneció con un tobillo torcido -explicó Peter.
-¿QUÉ? ¿Pero no será nada, verdad?
-Claro que no. Seguramente dormiría mal esta noche y por la mañana lo tenía asi.
-Y no hagas grandes esfuerzos.
-No, señora Pomfrey.
James y Sirius salieron despidiéndose de la enfermera de Hogwarts. Empezaron a andar hacia el Gran Comedor.
-La verdad es que la señora Pomfrey es magnífica. Arregla huesos en un santiamén.
-Sí. Como en el último partido contra Slytherin cuando... ¿Escuchas eso?
Sirius y James callaron. En ese momento los pasillos estaban todos vacíos porque todo el mundo estaba desayunando. Pero había alguien en una banca del pasillo por el que Sirius y James andaban. Michael Smith, el comentarista bromista, estaba sentado y tenía un pergamino. Parecía que estaba ensayando para una obra.
-Verás... te gustaría... No, demasiado clásico... Mejor... ¡Eys! ¿Sabes? Tú me... Sí, claro. Y luego le canto un bolero...
-Parece como si se estuviera declarando a alguien -susurró James.
-Je. Me pregunto a quién será.
-Vamos a acercarnos.
-Vale.
-¡Michael! ¿Qué haces aquí?
El chico rubio dio un bote como si acabarán de darle una descarga eléctrica.
-¡Vosotros! Me... me... ¿me habéis oído? -preguntó Michael algo sonrojado.
-Ejem. Claro que no -dijo James mirando a Sirius.
-Solo lo suficiente para pensar que te quieres declarar a alguien.
-Pe... Pero... ¡¿PERO QUÉ ESTÁIS DICIENDO?! -gritó Michael. Recogió sus cosas y se marchó corriendo.
-¿Qué mosca le ha picado a éste?
-Seguramente la mosca del amor -bromeó Sirius.
-¡Aah!
-¿Qué pasa?
-Mi mochila. Se me ha olvidado cogerla. Voy a buscarla. Tú ve al Gran Comedor y guardame algunos cereales.
-¡No hagas muchos esfuerzos! ¡Tu tobillo...! -gritó Sirius pero James ya había girado en una esquina del pasillo y se había perdido de vista.
-Debo darme prisa. No es bueno llegar tarde a Transformaciones. A la profesora McGonagall no le va a gustar nada.
James giró otra esquina casi derrapando cuando chocó con alguien, cayendo al suelo de espaldas.
-¡AUCH! Perdona. Lo lamento mucho -se quejó James. Se incorporó y vio que acababa de chocar contra Snape. -Vale, no lo lamento.
-Ten más cuidado, Potter -gruñó Snape.
James estaba pensando de todas las personas de Hogwarts tenía que chocar precisamente con él, cuando miró para el suelo. Había una carta escrita en papel rosado y con corazones. Y en el sobre se leía claramente: Para Snape. James iba a coger la carta, pero Snape se le adelantó y la cogió antes que él. Lanzó una mirada rápida a James y se marchó corriendo.
Todo pasó tan deprisa, que tuvieron que pasar unos segundos para que James cayera en la cuenta.
-Snape, ¿tiene una admiradora? ... Ji ji ji... Je je je je... ¡JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA JA!
James rió durante un rato sentado en el suelo. La sola idea de aquello lo hacía partirse de la risa. En cuanto se reuniera con sus amigos se los iba a contar. Eso era un bombazo.
-Prestad mucha atención a esta lección. Es muy importante -dijo la profesora McGonagall antes de girarse y empezar a escribir en la pizarra. Mientras que un grupo de amigos charlaba en susurros.
-¿De verdad?
-¿No estarás bromeando, Jimmy?
-Os digo que lo vi claramente. Una carta en papel rosa, con corazones. Y ponía Para Snape. Lo vi perfectamente -susurró James a Sirius y Remus.
-Entonces Peter tú también te puedes sacar novia. Si Snape puede tú también.
-¡Eh!
James y Remus contuvieron la risa.
-Sólo te doy ánimos, Peter.
-Pues no lo parece... Snif...
-Señores Black, Potter, Lupin y Pettigrew, ¿tienen la intención de callarse o piensan seguir hablando?
Los cuatros miraron a la profesora McGonagall que tenía los labios apretados y los fulminaba con la mirada.
-Perdón -susurró James.
-Bien. Sigamos.
-¿Por qué siempre debe llamarnos a nosotros la atención? ¿Es que acaso no vio como estaban hablando dos alumnos de Hufflepuff que estaban en segunda fila? -exclamó Sirius furioso. (NdH: comparten las clases de Transformaciones con Hufflepuff =3 )
-Yo pienso que solo quiere que atendamos en clase. Nada más -dijo Remus tranquilo.
-Como todos los profes, ¿no? -añadió James.
-Bueno, ahora vayamos a Encantamientos. Quiero que este día se pase corriendo -gruñó Sirius.
-Be Happy, Sirius -bromeó James. Remus rió con ganas, al igual que Peter. Sirius miró a sus amigos de soslayo e ignoró la broma.
-¡Maldito y asqueroso día! -gritó Sirius saliendo del aula de Historia de la Magia. -¡Acaba de una vez!
-¿Pero qué te pasa hoy? -preguntó James.
-Ji ji ji -rió Remus.
-¿Tú lo sabes?
-Sí. Verás, cuando tú no estabas porque te habías ido a recoger tu mochila, Sirius sonrió con su asombrosa sonrisa a una alumna de Hufflepuff...
-¿Y?
-La chavala lo ignoró.
-¿QUÉ? ¿Ignoró al asombroso Sirius Black? ¿Quién era?
-Anna Fewer de 6º curso.
-Esto debería entrar en el libro de Casos Insólitos.
-Pues sí.
-¡Eh! ¡James! ¡Espera! -gritó Lily corriendo hacia el grupo. -¿Quieres que demos una vuelta por los terrenos de Hogwarts?
James no parecía muy convencido, pero al final aceptó la invitación. Los dos salieron del castillo por una puerta cercana.
-Bueno, uno menos. ¿Qué hacemos? -preguntó Remus a los demás.
-Yo me marcho -gruñó Sirius.
-¿Todavía estás con eso?
-¡SÍ! Todavía-estoy-con-eso -dijo y se marchó con paso firme.
-¡Qué genio! -exclamó Peter.
-En fin... -suspiró Remus. -Quedamos tú y yo, ¿qué hacemos?
-¡Lupin! -gritó en ese momento Atenea McGonagall. A Remus se le pusieron sonrojadas las mejillas.
-¿Atenea?
-¿Quieres ir conmigo a la biblioteca? Hace mucho que no hablamos. ¿No me estarás esquivando?
-¿Esquivando? ¿Quién? ¿Yo? ¡Para nada! -dijo Remus nervioso.
-Entonces, ¿vamos?
-Claro.
Atenea y Remus se marcharon, dejando a solas a Peter.
-¡¿Y YO QUÉ?!
En el suave césped de los terrenos de Hogwarts James y Lily se habían sentado contemplando el lago. Estaban callados, y Lily miraba de reojo a James. Pero este seguía mirando al frente.
-¿Cómo estás? -dijo Lily al fin.
-Bien, gracias -contestó James.
-Esto, me refiero a lo otro...
-Ah. También estoy bien. Lo estoy superando.
-Sabes que puedes contar conmigo cuando quieras. Yo te voy a escuchar.
James miró sorprendido a Lily. Ella se veía triste y preocupada. James le sonrió para tranquilizarla.
-Claro que lo sé -le dijo.
Lily sonrió dulcemente, y le dio a James un beso en la mejilla. El chico se quedó asombrado y rápidamente sus mejillas ardieron.
En otro lado, cerca de ellos, Sirius furioso arrancaba hierbas intentando desahogarse. Cerca de él había dos chicos de Ravenclaw de 6º curso. Estaban mirando a la pareja y charlaban entre ellos. Sirius podía escucharles claramente.
-La verdad, no puedo entenderlo. ¿Cómo una chica tan bonita y elegante como Lily Evans puede salir con Potter? -dijo uno de los chicos. (NdH: Recuerden que James es bajito y aún parece un niño. =P)
Sirius se irguió de repente, aún llevaba en las manos hierba.
-Bueno, Potter es inteligente, buen jugador de Quidditch y es simpático -le contestó el otro.
-Sí. Pero Evans es toda una señorita y mucha mujer para Potter. No merece la pena estar con él... ¿PERO QUÉ? -exclamó el chaval. Sirius lo había agarrado del cuello de la camisa y lo había levantado fácilmente.
-¿Qué. Has. Dicho? -dijo Sirius lentamente. Estaba muy furioso.
-¿Yo? Nada. Nada -dijo nervioso el chico de Ravenclaw. A pesar de que Sirius estaba en 4º y él en 6º, todos sabían que Sirius igualaba a chicos incluso de 7º curso.
-Creo que estabas hablando mal de mi amigo. ¿No?
-Te equivocas. Yo no...
-Déjale en paz -susurró Sirius fulminándolo con la mirada. El muchacho asintió. Sirius lo soltó y los dos se marcharon corriendo.
-¡¡KIAAAAAAAAAA!!
-¡¡ESTUPENDO!!
-¡FANTÁSTICO!
-¡Y eran chicos de 6º curso!
-¡¡SIRIUS ES MAGNÍFICO!!
Varias chicas se habían acercado a ver la pelea, y a entrar en acción en el momento en el que Sirius pudiera resultar herido.
-¡Eres guay, Sirius! -le dijo una chica acercándose a él.
-¡Eres único! -dijo otra.
Sirius se quedó sorprendido por unos segundos, cuando sacó a relucir sus dotes de seducción.
-Por supuesto, encantadoras señoritas -dijo lanzándoles una seductora sonrisa. Todas suspiraron.
-¿Podemos dar una vuelta contigo, Sirius?
-Di que sí, por favor.
-¡Por favooooor!
-Je. Por supuesto -dijo Sirius mientras que dejaba que dos chicas se agarrarán a él. -Vamos, señoritas.
-¡¡SIIIIIIIIIII!!
-Estoy muy enfadado con vosotros... Snif... Me dejasteis solo... Snif...
-Búscate una novia, Peter -le dijo Sirius encogiéndose de hombros.
-Jooo... ¿Por qué pagas conmigo tu mala suerte con aquella chica?
-Yo no pago nada contigo -gruñó Sirius. -Solo que tú me sacas de quicio.
-¡Sirius! No me digas eso... Snif...
-¡Argh! Me pones enfermo, Peter. ¿Dónde están James y Remus? Al menos con ellos puedo tener una conversación interesante.
-No sé. Supongo que deben estar a punto de llegar... snif...
En ese momento el hueco del retrato se abrió y entraron James y Remus corriendo. Los dos estaban sonrientes.
-Genial -dijo Sirius sarcástico. -Aquí la gente feliz mientras que yo pierdo mi toque.
-No te pongas así, Sirius. Te traemos buenas noticias -le dijo James. Sirius los escuchó atento.
-¿Te acuerdas de Anna Fewer? -le dijo Remus.
-Grrrr. ¿Cómo no acordarme? -gruñó Sirius.
-Pues verás, necesita gafas...
-¿Qué?
-Que necesita gafas -repitió James. -El otro día no vio como la sonreías solo porque necesita gafas. Ya ves, no has perdido tu toque. Cuando Remus y yo le preguntamos porque te había ignorado casi le da un desmayo al saber que tú habías querido coquetear con ella y ella ni se había dado cuenta.
-Según nos ha dicho, quiere otra oportunidad.
-¿Entonces no estoy perdiendo mi toque?
-No. Está intacto -le dijo James.
-¡Esto hay que celebrarlo! -exclamó Sirius mientras se ponía de pie y se lanzaba a James y Remus. -La próxima salida a Hogsmeade os invitaré a una ronda de cervezas de mantequilla. ¡¡SIRIUS BLACK SIGUE AQUÍ!!
-¿Es que se había ido? -susurró Remus a James.
-Déjalo. Es Sirius.
Continuará...
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La verdad es que después de un capítulo triste, es mejor que venga algo más animado y más alegre, ¿no? Y al final me ha salido hasta romántico. Y lo del toque perdido de Sirius se fue añadiendo solo, al principio no iba a estar XD Pero le da más gracia a la cosa ^^
¡¡¡Dejenme reviews!!!
Muchas gracias a:
Sorasaku-yolei*Hermi: para no variar, ¿eh? Me alegro mucho de que te haya gustado sis. La verdad es que este es mi favorito de todos los capítulos (me refiero al capítulo 9º) Y de todas formas te agradezco la información, sis. Aunque creo que el erumpent era demasiado para un ciervo XD
Nazale: muchas gracias por tu review ^^ Y me alegro de que te gustase estos dos últimos capítulos. Y tienes razón, Goyle y Crabbe son unos lerdos de cuidado. Y creo que su única neurona se pegó un tiro XD Y tranqui que sigo con el fic. No es necesario que me muerdas un ojo _
Y me ha dado la vena de hacer publicidad, asi que haya va (os pondría las dires de los fics, pero cada vez que lo hago no salen. I'm sorry U_U)
Una vida con una oportunidad (de una servidora) una historia en la que el pequeño Harry consigue un hogar (es un Harry y Sirius)
Magia Inesperada (de Sorasaku-yolei*Hermi) una historia de tres chicas que llegan a Hogwarts (es un Harry)
Cuando digo que es un Harry o un Sirius y Harry es que son los personajes por los que están registrados, por si acaso ^^U
Bueno, me despido...
CHEERIO!!!
