Disclaimer: Como siempre ^^U
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Capítulo 12º: Se acabó el curso
Remus empezó a recoger sus libros y pergaminos. La profesora Vector, que daba la asignatura de Aritmancia, había dado por concluida la clase. Remus salió de la clase junto a Lily, que también daba Aritmancia. Los dos fueron al pasillo donde daban las clases de Adivinación.
-Una clase muy entretenida, ¿no te parece? -le preguntó Remus a Lily.
-Oh, sí. La verdad es que Aritmancia me encanta. Aunque también me gusta mucho Encantamientos.
-¿De verdad? ¿Entonces el encantamiento convocador se te dará muy bien?
-Sí. Aunque no quiero presumir, claro -se apresuró a decir Lily.
-Je je je. Tranquila. Si se te da bien qué le vas a hacer. Mira, ya están saliendo de la clase de Adivinación.
Alumnos de las distintas casas comenzaron a bajar las escaleras, soñolientos. Lily pudo percibir el fuerte olor proveniente del aula de Adivinación y arrugó la nariz. Los últimos en bajar fueron James y Sirius, que parecían que acababan de despertarse.
-Pero qué caras. ¿Qué pasa? ¿Os habéis pasado la hora durmiendo? -preguntó Remus que se veía venir la respuesta.
-¿Tú qué crees? -dijo Sirius bostezando.
-Deberías estar en esa clase. Con todo tapado, el calor, el incienso que pone doña Libélula... ¡Es que es para dormirse!
-Pues deberíais estar más atentos. Los exámenes finales están muy cerca y tenéis que examinaros también de Adivinación. Por si no lo sabíais -les reprochó Remus.
-Tranquilo. Dice que el examen irá de echar las cartas. Jimmy y yo ya lo tenemos dominado.
-¿Ah, sí? ¿En serio? -dijo Lily.
-Sí. Mira, se la vamos a echar a Remus.
James y Sirius sacan una baraja de tarot cada uno y se lad lanza a Remus a la cara.
-¡Lo ves! ¡Ya le hemos echado las cartas! -rió Sirius.
Remus los miraba muy serios, y Lily miraba la escena atónita. Por su parte, James y Sirius reían sin parar.
-¿Dónde está la gracia?
-¡En tu cara! -exclamó James aguantando la risa.
-Ja. Ja. Ja.
-Vamos, Remsie. Voy acabar pensando que no tienes sentido del humor. ¡Accio, Baraja! -dijo Sirius mientras que mágicamente recogía sus cartas.
-Sí que tengo sentido del humor. Pero a veces vosotros tenéis un sentido del humor un tanto, peculiar.
-No exageres Remsie. ¡Accio, Baraja!
-Míralo por el lado bueno, Remus -añadió Lily. -Al menos saben hacer el encantamiento convocador y no suspenderán Encantamientos.
En ese momento apareció Peter. Se le veía nervioso y en sus manos llevaba varios libros y pergaminos.
-¡Eys! Nuestro buen amigo Pity -dijo Sirius dándole una palmada en la espalda. -¿Cómo va todo Pity?
-¡Mal! -gritó Peter. -Tengo que estudiarme todos los motivos por los cuales los muggles emplean la electricidad y distintas fuentes de energía.
-¿Pero qué tiene de malo? -preguntó Lily. -Quiero decir... Tú eres hijo de muggle, ¿no? Deberías saberlo ya.
-Es Peter -le susurró James al oído.
-Ah... Bueno...
-¿Qué os parece si vamos al Gran Comedor? Yo ya tengo hambre -propuso Sirius.
-Y moi también -añadió James.
-Tú siempre tienes hambre -bromeó Sirius.
-Je. Je. Je. ¿Le recuerdo a don Figura que debe cuidar lo que come para no...? ¿Cómo se dice? ¡Ah, ya! En-gor-...
Sirius tapó corriendo la boca de James.
-¡Calla!
-¿Qué pasa? -preguntó Lily.
-Nada. Nada...
-Mmmmm...
-Tú. Calla.
Por la tarde, James y Sirius salieron del castillo, con sus escobas en los hombros, para ir al campo de Quidditch. Al día siguiente, sábado, era la esperada final de Quidditch. Para desgracia del equipo de Gryffindor, y más para Green, Slytherin había empatado en puntos a Gryffindor. Consiguieron buenas puntuaciones en sus partidos contra Hufflepuff y Ravenclaw.
James y Sirius llegaron a los vestuarios de Gryffindor. Allí estaban las hermanas Soderson y Shinsen con sus túnicas escarlatas ya puestas.
-Hola, ¿qué tal, preciosas? -saludó Sirius. Las tres se echaron a reír con sonrisas tontas.
-¡Bien! -interrumpió Green abriendo la puerta de un golpe. Todos los que estaban dentro del vestuario se sobresaltaron. -¡Bien! ¡Bien! ¿Espero que todos seáis conscientes de nuestra situación? -preguntó a todos. John Handsome entró detrás de él.
-Estamos aquí dentro perdiendo una magnífica tarde que podrías pasar tumbados en el césped. Sí, somos conscientes -añadió James.
-¡No! ¡Slytherin y Gryffindor están empatados!
-No fastidies -dijo Sirius mostrando sorpresa fingida.
-¡No fastidio! ¡Asi que mañana tenemos que ganar a Hufflepuff como sea! ¡CÓMO SEA! ¿Me habéis entendido? -gritó Green que tenía la cara roja y los ojos fuera de órbita. El equipo entero calló. -¿ENTENDIDO?
-S... Sí... -respondieron todos asustados.
-Bien. ¡A ENTRENAR! -gritó Green. Cogió su escoba y salió al campo de Quidditch.
-A este le tenemos que quitar el azúcar -dijo James.
Pasaron toda la tarde del viernes entrenando hasta que cayó la noche. El equipo, exhausto, regresó al castillo. La mesa de Gryffindor estaba muy animada, pero no tanto como la de Hufflepuff. Tenían la victoria muy lejana y veía la copa perdida. Pero la mesa de Slytherin los miraba ceñudos y desafiantes. Hufflepuff debía de impedir que marcarán cualquier tanto, aunque eso era prácticamente imposible.
-Yo no sé de qué se queja, Green -se quejó Sirius. -Conque marquemos un solo tanto y que Jimmy atrape la snitch vamos sobrados.
-¿Pero te acuerdas de su obsesión por largarse de Hogwarts con la mayor cantidad de puntos posibles? -le recordó James. -Creo que no va a poder ser.
-Bueno, de todas formas -añadió Remus cogiendo su copa. -¡LA COPA PARA LOS LEONES!
-¡PARA LOS LEONES! -gritaron Sirius, James y Peter levantando también sus copas.
Al día siguiente, James se levantó temprano. Había tenido otro extraño sueño a media noche y no había podido volver a conciliar el sueño. Se vistió y bajó a la Sala Común y se sentó en un sillón delante de la chimenea. Lanzó un pequeño ¡Incendio! y ésta se prendió enseguida. Se quedó pensativo mirando las llamas cuando un ruido de pasos le llamó la atención. Sirius bajaba las escaleras del cuarto de los chicos ya preparado para el partido.
-¿Qué ocurre? -preguntó. James movió levemente la cabeza haciéndole la misma respuesta muda. -¿Por qué estás aquí?
-No puedo dormir.
-¿Alguna pesadilla? ¿Nervios? ¿O...? -tanteó Sirius acercándose a él.
-No tengo sueño.
-Ah. Bueno -dijo Sirius y se sentó a su lado. -¿Tienes idea de la hora que es? -le preguntó mirandole de soslayo.
-No. ¿Qué hora es?
-Las cinco de la mañana.
-¡Ups! ¿Muy temprano, no?
-Un poco -rió Sirius sarcástico. -¿Por qué no descansas un poco?
-No tengo sueño -volvió a repetir James.
-Tranquilo, yo velaré tu sueño...
James se sorprendió por la respuesta de su amigo. Pero luego sonrió, y después de darle las gracias se tumbó en el sillón. Y se quedó dormido rápidamente.
-¡Eys! ¡Oye! ¡James!
James se despertó. Sirius le zarandeaba por el hombro. James abrió levemente los ojos y vio todo el equipo de Gryffindor mirándole.
-Buenos días, Bello Durmiente -dijo Sirius con una sonrisa. -Vamos. Tenemos que ir a desayunar.
James se levantó del sillón algo dormido aún. El equipo salió de la Sala Común dirección al Gran Comedor.
-¿Dormiste bien, Potter? -le preguntó Green.
-Más o menos. Ese sillón te deja molido -dijo James moviendo el cuello para los lados.
-Pues te queremos al 100%, Potter. Eres el más importante.
-Gracias, me alegro de que reconozcan mi valía -bromeó James. El resto del equipo rió.
Eran los primeros en llegar al Gran Comedor. Asi que desayunaron rápidamente y se marcharon para repasar las tácticas y a revisar el estado del campo.
-La brisa es nula y el suelo está solo un poco húmedo. Son unas condiciones perfectas para el despegue -les dijo Green al equipo.
-Me recuerda al señor del tiempo -susurró Marielle a su hermana y a Shinsen.
-Bien. ¡ADELANTE GRYFFINDOR!
El equipo salió del vestuario muy animado y con ganas de llevarse la copa de Quidditch. Al pisar el césped, el campo de Quidditch se llenó de gritos y abucheos. Y varias banderas de Hufflepuff y Gryffindor comenzaron a moverse en el aire. Por otra puerta apareció el equipo de Hufflepuff, que vestía su inconfundible amarillo canario. Los dos capitanes se acercaron y se dieron la mano. La señora Hooch les ordenó subir a sus escobas. Y en pocos segundos el partido había comenzado...
-¡Ver para creer! ¡El último partido de la temporada! ¡Ays! Cómo voy a echar de menos esto... ¡En fin! Aquí va el cazador de Hufflepuff, Donald, que tiene la quaffle. Ahí llega la asom... perdón... ahí llega veloz Yukimi para arrebatárselo... Y ¡LA TIENE! Rápidamente se la pasa a su compañera Soderson, Marielle, que se va directa a los aros de Hufflepuff... Marielle lanza y... ¡Por muy poco! El guardián Stiles... Se la ha pasado a la cazadora Anderson que esquiva a Katheryn Soderson... Aunque Anderson ha perdido al final la quaffle... Una bludger lanzada por Handsome le ha dado en el hombro... Ji ji ji ji... ¿He dicho que si marcamos una sola vez y conseguimos la snitch ya hemos ganado la copa? ¡Asi es! ¡ANIMO GRYFFINDOR!
Abucheos por parte de Slytherin.
-¡Smith! ¡Siéntese y comente el partido de una vez!
-Y aquí tenemos a la profesora McGonagall feliz de saber que este año Gryffindor volverá a ganar la copa de nuevo. ¿Cómo se siente?
-Smith, quíteme eso de delante de mí y siga comentado el partido...
-¡La emoción y la alegría de la profesora McGonagall no tiene palabras! Y sigamos con el partido... Yukimi tiene la quaffle y va directa a los aros de Hufflepuff... Pero, ¡Oh, no! El golpeador Beck le ha mandado una bludger muy rápida... ¡¿PERO CÓMO TE ATREVES?!... Ejem... Quiero decir... Pobrecita... Katheryn recoge la quaffle y ¡MARCA! ¡10 a 0 para Gryffindor! Y... ¡Madre mía! Ahí va Potter cruzando el campo a toda velocidad... Y... Estira la mano... puede ser... puede ser... Puede ser... ¡No! ¡Lo es! ¡Potter tiene la snitch! ¡Gryffindor gana la copa de Quidditch! ¡ES QUE SOMOS LOS MEJORES!
Los aplausos y gritos llenaron el campo de Quidditch. James levantaba la mano donde tenía atrapada la snitch y el equipo de Gryffindor fue volando a felicitarle. Luego, aún montados en sus escobas, se acercaron a la grada donde se encontraba Dumbledore para recoger la copa. La casa de Gryffindor estaba rebosante de alegría.
La semana que seguía fue la de los exámenes finales. Todos los alumnos de Hogwarts estaban nerviosos e iban de un lado para otro con apuntes en las manos. El lunes tuvieron Transformaciones y Cuidado de Criaturas Mágicas. El martes Defensa Contra las Artes Oscuras y Astronomía. El miércoles Pociones y Adivinación (mientras que Remus y Lily tenían Aritmancia, y Peter tenía Estudios Muggles). El jueves Historia de la Magia. Y el viernes Herbología y Encatamientos. Los cuatro amigos saltaron de alegría el viernes al acabar el examen de Encantamientos. Sirius y James estaban tan eufóricos que encantaron una fregona de Filch e hicieron que lo persiguiera.
-Bueno... Esto ya se acaba -dijo Sirius tumbado en la orilla del lago.
Habían pasado los días restantes antes de las vacaciones haciendo el vago.
-Me pregunto cómo estarán en casa -dijo Peter.
-Mal ahora que vuelves -bromeó Sirius.
-¡Eys! -gimió Peter.
Remus le dio un leve golpe en la cabeza a Sirius. James se incorporó mirando al lago.
-¿En qué piensas, Jimmy? -preguntó Remus.
James lanzó un largo suspiro. -Os echaré de menos...
Todos le miraron extrañados.
-Tranquilo te mandaremos muchas lechuzas.
-Y bromas.
-Sirius...
-Y cartas. ¿Eso vale?
-Sí.
-Bien...
-¡Os echaré de menos a todos! ¡Y por supuesto a todas! -gritó Sirius en medio de la estación cuando habían llegado a Londres.
-Por favor, Sirius. Déjalo ya, ¿quieres? Tenemos que atravesar la barrera.
-Está bien -gruñó Sirius. -Adiós, preciosas -se despidió de un grupo de chicas.
El grupo atravesó corriendo la barrera para encontrarse con sus familiares.
-¡Mira, mamá! ¡Rem! ¡Hermanito! -gritó un niño pequeño de 4 años. Corrió hasta Remus y le abrazó.
-Hola, Tobias. ¿Qué tal?
-¡Peter! -una mujer gordita se acercó corriendo al nombrado.
-¡Mamá! -sollozó Peter.
Sirius puso cara de asco ante la escena. A veces Peter lo sacaba de sus casillas.
-Sirius -dijo una voz fría como el hielo.
Sirius se giró y vio a su hermana Susan de pie, alejado de todos. Sirius bufó.
-¡Ya voy!
-Es mejor que no la hagas esperar -le dijo James.
-Me quedaré aquí hasta que te vengan a recoger.
James le sonrió.
-¡James! -gritó Lily. -Quería despedirme.
-Que pases un buen verano -dijo James.
-Y tú también.
Y le besó levemente en los labios. Lily sonrió y se marchó corriendo para reunirse con sus padres y su hermana cara-caballo. James se quedó un tiempo con los ojos como platos y con Sirius al lado riéndose.
-¡Eys! ¿Alguién tiene una cámara? Por favor... Ja ja ja ja ja ja ja ja ja...
-¡Ya vale, Sirius! -gruñó James.
-¡Allí! ¡Allí! ¡Primo James!
James miró hacia un grupo de muggles. De entre ellos apareció una niña de pelo negro azabache rebuelto.
-¡Honny!
-¡Primo James! -la niña se aferró al cuello de James.
-Perdón el retraso, James -dijo un hombre robusto, alto, y con el mismo pelo que James. A su lado había una mujer rubia de ojos marrones. -El tráfico, ya sabes... ¿Vamos?
-Sí... ¡Espera! Que os presento -dijo James. -Sirius, estos son mi tío Dimm, mi tía Adria y mi prima Honny. Tíos, este es Sirius Black.
-¿Black? -susurró tío Dimm e intercambió una fugaz mirada con su mujer. Pero luego sonrió abiertamente. A Sirius le recordó al padre de James, Henry. -Encantado, Black. Tenemos que irnos, James.
-Vale. Adiós, Sirius -se despidió James.
-Adiós, James. Cuídate.
James le sonrió. Tío Dimm empujó el carrito de James, mientras que Honny se agarraba de la mano de su primo. Andaron hasta que se perdieron entre muggles.
-¿Nos podemos ir ya? -le dijo una voz helada.
-Sí, Susan.
Sirius, junto a su hermana, salió de la estación de King Cross.
Continuará...
**^**^**^**
Perdón por el retraso en la actualización. Pero es que he tenido unas semanas muy movidas y no pude actualizar antes U_U
Es un capítulo algo corto de lo normal ^^U I'm sorry.
En el próximo capítulo será las vacaciones de verano desde el punto de vista de Sirius X3 Y pronto empezará otra vez el curso... Y el fin de este fic ToT
Reviews:
Sorasaku*yolei_Hermi: Muchas gracias por tu review, Sora. Y ya ves O.o no sé como me salieron dos capítulos seguidos románticos. No andaba muy bien de la azotea XD
Espero vuestros reviews ^^ ¡¡DEJAD REVIEW!!
Nos vemos pronto...
¡¡SEE YA!!
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Capítulo 12º: Se acabó el curso
Remus empezó a recoger sus libros y pergaminos. La profesora Vector, que daba la asignatura de Aritmancia, había dado por concluida la clase. Remus salió de la clase junto a Lily, que también daba Aritmancia. Los dos fueron al pasillo donde daban las clases de Adivinación.
-Una clase muy entretenida, ¿no te parece? -le preguntó Remus a Lily.
-Oh, sí. La verdad es que Aritmancia me encanta. Aunque también me gusta mucho Encantamientos.
-¿De verdad? ¿Entonces el encantamiento convocador se te dará muy bien?
-Sí. Aunque no quiero presumir, claro -se apresuró a decir Lily.
-Je je je. Tranquila. Si se te da bien qué le vas a hacer. Mira, ya están saliendo de la clase de Adivinación.
Alumnos de las distintas casas comenzaron a bajar las escaleras, soñolientos. Lily pudo percibir el fuerte olor proveniente del aula de Adivinación y arrugó la nariz. Los últimos en bajar fueron James y Sirius, que parecían que acababan de despertarse.
-Pero qué caras. ¿Qué pasa? ¿Os habéis pasado la hora durmiendo? -preguntó Remus que se veía venir la respuesta.
-¿Tú qué crees? -dijo Sirius bostezando.
-Deberías estar en esa clase. Con todo tapado, el calor, el incienso que pone doña Libélula... ¡Es que es para dormirse!
-Pues deberíais estar más atentos. Los exámenes finales están muy cerca y tenéis que examinaros también de Adivinación. Por si no lo sabíais -les reprochó Remus.
-Tranquilo. Dice que el examen irá de echar las cartas. Jimmy y yo ya lo tenemos dominado.
-¿Ah, sí? ¿En serio? -dijo Lily.
-Sí. Mira, se la vamos a echar a Remus.
James y Sirius sacan una baraja de tarot cada uno y se lad lanza a Remus a la cara.
-¡Lo ves! ¡Ya le hemos echado las cartas! -rió Sirius.
Remus los miraba muy serios, y Lily miraba la escena atónita. Por su parte, James y Sirius reían sin parar.
-¿Dónde está la gracia?
-¡En tu cara! -exclamó James aguantando la risa.
-Ja. Ja. Ja.
-Vamos, Remsie. Voy acabar pensando que no tienes sentido del humor. ¡Accio, Baraja! -dijo Sirius mientras que mágicamente recogía sus cartas.
-Sí que tengo sentido del humor. Pero a veces vosotros tenéis un sentido del humor un tanto, peculiar.
-No exageres Remsie. ¡Accio, Baraja!
-Míralo por el lado bueno, Remus -añadió Lily. -Al menos saben hacer el encantamiento convocador y no suspenderán Encantamientos.
En ese momento apareció Peter. Se le veía nervioso y en sus manos llevaba varios libros y pergaminos.
-¡Eys! Nuestro buen amigo Pity -dijo Sirius dándole una palmada en la espalda. -¿Cómo va todo Pity?
-¡Mal! -gritó Peter. -Tengo que estudiarme todos los motivos por los cuales los muggles emplean la electricidad y distintas fuentes de energía.
-¿Pero qué tiene de malo? -preguntó Lily. -Quiero decir... Tú eres hijo de muggle, ¿no? Deberías saberlo ya.
-Es Peter -le susurró James al oído.
-Ah... Bueno...
-¿Qué os parece si vamos al Gran Comedor? Yo ya tengo hambre -propuso Sirius.
-Y moi también -añadió James.
-Tú siempre tienes hambre -bromeó Sirius.
-Je. Je. Je. ¿Le recuerdo a don Figura que debe cuidar lo que come para no...? ¿Cómo se dice? ¡Ah, ya! En-gor-...
Sirius tapó corriendo la boca de James.
-¡Calla!
-¿Qué pasa? -preguntó Lily.
-Nada. Nada...
-Mmmmm...
-Tú. Calla.
Por la tarde, James y Sirius salieron del castillo, con sus escobas en los hombros, para ir al campo de Quidditch. Al día siguiente, sábado, era la esperada final de Quidditch. Para desgracia del equipo de Gryffindor, y más para Green, Slytherin había empatado en puntos a Gryffindor. Consiguieron buenas puntuaciones en sus partidos contra Hufflepuff y Ravenclaw.
James y Sirius llegaron a los vestuarios de Gryffindor. Allí estaban las hermanas Soderson y Shinsen con sus túnicas escarlatas ya puestas.
-Hola, ¿qué tal, preciosas? -saludó Sirius. Las tres se echaron a reír con sonrisas tontas.
-¡Bien! -interrumpió Green abriendo la puerta de un golpe. Todos los que estaban dentro del vestuario se sobresaltaron. -¡Bien! ¡Bien! ¿Espero que todos seáis conscientes de nuestra situación? -preguntó a todos. John Handsome entró detrás de él.
-Estamos aquí dentro perdiendo una magnífica tarde que podrías pasar tumbados en el césped. Sí, somos conscientes -añadió James.
-¡No! ¡Slytherin y Gryffindor están empatados!
-No fastidies -dijo Sirius mostrando sorpresa fingida.
-¡No fastidio! ¡Asi que mañana tenemos que ganar a Hufflepuff como sea! ¡CÓMO SEA! ¿Me habéis entendido? -gritó Green que tenía la cara roja y los ojos fuera de órbita. El equipo entero calló. -¿ENTENDIDO?
-S... Sí... -respondieron todos asustados.
-Bien. ¡A ENTRENAR! -gritó Green. Cogió su escoba y salió al campo de Quidditch.
-A este le tenemos que quitar el azúcar -dijo James.
Pasaron toda la tarde del viernes entrenando hasta que cayó la noche. El equipo, exhausto, regresó al castillo. La mesa de Gryffindor estaba muy animada, pero no tanto como la de Hufflepuff. Tenían la victoria muy lejana y veía la copa perdida. Pero la mesa de Slytherin los miraba ceñudos y desafiantes. Hufflepuff debía de impedir que marcarán cualquier tanto, aunque eso era prácticamente imposible.
-Yo no sé de qué se queja, Green -se quejó Sirius. -Conque marquemos un solo tanto y que Jimmy atrape la snitch vamos sobrados.
-¿Pero te acuerdas de su obsesión por largarse de Hogwarts con la mayor cantidad de puntos posibles? -le recordó James. -Creo que no va a poder ser.
-Bueno, de todas formas -añadió Remus cogiendo su copa. -¡LA COPA PARA LOS LEONES!
-¡PARA LOS LEONES! -gritaron Sirius, James y Peter levantando también sus copas.
Al día siguiente, James se levantó temprano. Había tenido otro extraño sueño a media noche y no había podido volver a conciliar el sueño. Se vistió y bajó a la Sala Común y se sentó en un sillón delante de la chimenea. Lanzó un pequeño ¡Incendio! y ésta se prendió enseguida. Se quedó pensativo mirando las llamas cuando un ruido de pasos le llamó la atención. Sirius bajaba las escaleras del cuarto de los chicos ya preparado para el partido.
-¿Qué ocurre? -preguntó. James movió levemente la cabeza haciéndole la misma respuesta muda. -¿Por qué estás aquí?
-No puedo dormir.
-¿Alguna pesadilla? ¿Nervios? ¿O...? -tanteó Sirius acercándose a él.
-No tengo sueño.
-Ah. Bueno -dijo Sirius y se sentó a su lado. -¿Tienes idea de la hora que es? -le preguntó mirandole de soslayo.
-No. ¿Qué hora es?
-Las cinco de la mañana.
-¡Ups! ¿Muy temprano, no?
-Un poco -rió Sirius sarcástico. -¿Por qué no descansas un poco?
-No tengo sueño -volvió a repetir James.
-Tranquilo, yo velaré tu sueño...
James se sorprendió por la respuesta de su amigo. Pero luego sonrió, y después de darle las gracias se tumbó en el sillón. Y se quedó dormido rápidamente.
-¡Eys! ¡Oye! ¡James!
James se despertó. Sirius le zarandeaba por el hombro. James abrió levemente los ojos y vio todo el equipo de Gryffindor mirándole.
-Buenos días, Bello Durmiente -dijo Sirius con una sonrisa. -Vamos. Tenemos que ir a desayunar.
James se levantó del sillón algo dormido aún. El equipo salió de la Sala Común dirección al Gran Comedor.
-¿Dormiste bien, Potter? -le preguntó Green.
-Más o menos. Ese sillón te deja molido -dijo James moviendo el cuello para los lados.
-Pues te queremos al 100%, Potter. Eres el más importante.
-Gracias, me alegro de que reconozcan mi valía -bromeó James. El resto del equipo rió.
Eran los primeros en llegar al Gran Comedor. Asi que desayunaron rápidamente y se marcharon para repasar las tácticas y a revisar el estado del campo.
-La brisa es nula y el suelo está solo un poco húmedo. Son unas condiciones perfectas para el despegue -les dijo Green al equipo.
-Me recuerda al señor del tiempo -susurró Marielle a su hermana y a Shinsen.
-Bien. ¡ADELANTE GRYFFINDOR!
El equipo salió del vestuario muy animado y con ganas de llevarse la copa de Quidditch. Al pisar el césped, el campo de Quidditch se llenó de gritos y abucheos. Y varias banderas de Hufflepuff y Gryffindor comenzaron a moverse en el aire. Por otra puerta apareció el equipo de Hufflepuff, que vestía su inconfundible amarillo canario. Los dos capitanes se acercaron y se dieron la mano. La señora Hooch les ordenó subir a sus escobas. Y en pocos segundos el partido había comenzado...
-¡Ver para creer! ¡El último partido de la temporada! ¡Ays! Cómo voy a echar de menos esto... ¡En fin! Aquí va el cazador de Hufflepuff, Donald, que tiene la quaffle. Ahí llega la asom... perdón... ahí llega veloz Yukimi para arrebatárselo... Y ¡LA TIENE! Rápidamente se la pasa a su compañera Soderson, Marielle, que se va directa a los aros de Hufflepuff... Marielle lanza y... ¡Por muy poco! El guardián Stiles... Se la ha pasado a la cazadora Anderson que esquiva a Katheryn Soderson... Aunque Anderson ha perdido al final la quaffle... Una bludger lanzada por Handsome le ha dado en el hombro... Ji ji ji ji... ¿He dicho que si marcamos una sola vez y conseguimos la snitch ya hemos ganado la copa? ¡Asi es! ¡ANIMO GRYFFINDOR!
Abucheos por parte de Slytherin.
-¡Smith! ¡Siéntese y comente el partido de una vez!
-Y aquí tenemos a la profesora McGonagall feliz de saber que este año Gryffindor volverá a ganar la copa de nuevo. ¿Cómo se siente?
-Smith, quíteme eso de delante de mí y siga comentado el partido...
-¡La emoción y la alegría de la profesora McGonagall no tiene palabras! Y sigamos con el partido... Yukimi tiene la quaffle y va directa a los aros de Hufflepuff... Pero, ¡Oh, no! El golpeador Beck le ha mandado una bludger muy rápida... ¡¿PERO CÓMO TE ATREVES?!... Ejem... Quiero decir... Pobrecita... Katheryn recoge la quaffle y ¡MARCA! ¡10 a 0 para Gryffindor! Y... ¡Madre mía! Ahí va Potter cruzando el campo a toda velocidad... Y... Estira la mano... puede ser... puede ser... Puede ser... ¡No! ¡Lo es! ¡Potter tiene la snitch! ¡Gryffindor gana la copa de Quidditch! ¡ES QUE SOMOS LOS MEJORES!
Los aplausos y gritos llenaron el campo de Quidditch. James levantaba la mano donde tenía atrapada la snitch y el equipo de Gryffindor fue volando a felicitarle. Luego, aún montados en sus escobas, se acercaron a la grada donde se encontraba Dumbledore para recoger la copa. La casa de Gryffindor estaba rebosante de alegría.
La semana que seguía fue la de los exámenes finales. Todos los alumnos de Hogwarts estaban nerviosos e iban de un lado para otro con apuntes en las manos. El lunes tuvieron Transformaciones y Cuidado de Criaturas Mágicas. El martes Defensa Contra las Artes Oscuras y Astronomía. El miércoles Pociones y Adivinación (mientras que Remus y Lily tenían Aritmancia, y Peter tenía Estudios Muggles). El jueves Historia de la Magia. Y el viernes Herbología y Encatamientos. Los cuatro amigos saltaron de alegría el viernes al acabar el examen de Encantamientos. Sirius y James estaban tan eufóricos que encantaron una fregona de Filch e hicieron que lo persiguiera.
-Bueno... Esto ya se acaba -dijo Sirius tumbado en la orilla del lago.
Habían pasado los días restantes antes de las vacaciones haciendo el vago.
-Me pregunto cómo estarán en casa -dijo Peter.
-Mal ahora que vuelves -bromeó Sirius.
-¡Eys! -gimió Peter.
Remus le dio un leve golpe en la cabeza a Sirius. James se incorporó mirando al lago.
-¿En qué piensas, Jimmy? -preguntó Remus.
James lanzó un largo suspiro. -Os echaré de menos...
Todos le miraron extrañados.
-Tranquilo te mandaremos muchas lechuzas.
-Y bromas.
-Sirius...
-Y cartas. ¿Eso vale?
-Sí.
-Bien...
-¡Os echaré de menos a todos! ¡Y por supuesto a todas! -gritó Sirius en medio de la estación cuando habían llegado a Londres.
-Por favor, Sirius. Déjalo ya, ¿quieres? Tenemos que atravesar la barrera.
-Está bien -gruñó Sirius. -Adiós, preciosas -se despidió de un grupo de chicas.
El grupo atravesó corriendo la barrera para encontrarse con sus familiares.
-¡Mira, mamá! ¡Rem! ¡Hermanito! -gritó un niño pequeño de 4 años. Corrió hasta Remus y le abrazó.
-Hola, Tobias. ¿Qué tal?
-¡Peter! -una mujer gordita se acercó corriendo al nombrado.
-¡Mamá! -sollozó Peter.
Sirius puso cara de asco ante la escena. A veces Peter lo sacaba de sus casillas.
-Sirius -dijo una voz fría como el hielo.
Sirius se giró y vio a su hermana Susan de pie, alejado de todos. Sirius bufó.
-¡Ya voy!
-Es mejor que no la hagas esperar -le dijo James.
-Me quedaré aquí hasta que te vengan a recoger.
James le sonrió.
-¡James! -gritó Lily. -Quería despedirme.
-Que pases un buen verano -dijo James.
-Y tú también.
Y le besó levemente en los labios. Lily sonrió y se marchó corriendo para reunirse con sus padres y su hermana cara-caballo. James se quedó un tiempo con los ojos como platos y con Sirius al lado riéndose.
-¡Eys! ¿Alguién tiene una cámara? Por favor... Ja ja ja ja ja ja ja ja ja...
-¡Ya vale, Sirius! -gruñó James.
-¡Allí! ¡Allí! ¡Primo James!
James miró hacia un grupo de muggles. De entre ellos apareció una niña de pelo negro azabache rebuelto.
-¡Honny!
-¡Primo James! -la niña se aferró al cuello de James.
-Perdón el retraso, James -dijo un hombre robusto, alto, y con el mismo pelo que James. A su lado había una mujer rubia de ojos marrones. -El tráfico, ya sabes... ¿Vamos?
-Sí... ¡Espera! Que os presento -dijo James. -Sirius, estos son mi tío Dimm, mi tía Adria y mi prima Honny. Tíos, este es Sirius Black.
-¿Black? -susurró tío Dimm e intercambió una fugaz mirada con su mujer. Pero luego sonrió abiertamente. A Sirius le recordó al padre de James, Henry. -Encantado, Black. Tenemos que irnos, James.
-Vale. Adiós, Sirius -se despidió James.
-Adiós, James. Cuídate.
James le sonrió. Tío Dimm empujó el carrito de James, mientras que Honny se agarraba de la mano de su primo. Andaron hasta que se perdieron entre muggles.
-¿Nos podemos ir ya? -le dijo una voz helada.
-Sí, Susan.
Sirius, junto a su hermana, salió de la estación de King Cross.
Continuará...
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Perdón por el retraso en la actualización. Pero es que he tenido unas semanas muy movidas y no pude actualizar antes U_U
Es un capítulo algo corto de lo normal ^^U I'm sorry.
En el próximo capítulo será las vacaciones de verano desde el punto de vista de Sirius X3 Y pronto empezará otra vez el curso... Y el fin de este fic ToT
Reviews:
Sorasaku*yolei_Hermi: Muchas gracias por tu review, Sora. Y ya ves O.o no sé como me salieron dos capítulos seguidos románticos. No andaba muy bien de la azotea XD
Espero vuestros reviews ^^ ¡¡DEJAD REVIEW!!
Nos vemos pronto...
¡¡SEE YA!!
