Bueno, espero que les esté gustando esta historia, aquí les pongo el
capítulo 4. Deseo que les guste y continúen leyéndola. Así que ya no le
hago más de emoción y . . . . . . . .COMENCEMOS
CAPÍTULO 4
HA COMENZADO
Los vuelos provenientes de Francia e Inglaterra acababan de arribar, como siempre esto significaba reunirse con la familia, reencontrarse con viejos amigos, en fin, el regreso de los seres queridos o simplemente llegar a conocer una nueva ciudad. Entre todo ese ruido provocado por el mar de personas que se encntraban ahí, se distinguía una figura. . . . . . una muchacha de aproximadamente 20 o 21 años, de largo cabello negro ondulado hacia las puntas, delgada, de ojos negros; llevaba una celular en la mano por el que hablaba, más bien discutía con alguien al tiempo que avanzaba a la salida. . . . . . .
"Quieres calmarte" -dijo la joven sin poder evitar una sonrisa divertida, por el enfado de su interlocutor- "No estoy huyendo, ya habíamos hablado de esto"
"Pero no me avisaste, cundo me enteré de que te había marchado, me preocupé, creí que había pasado algo" -dijo un joven al otro lado de la línea
"Ya estas paranoico" -continuó divertida la muchacha
"¡¡¡¡PARANOICO!!!!, considera paranoia el tratar de proteger a la mujer que amo" -y dulcificando su tono de voz, continuó- "Me preocupe, por un momento pensé que te habías arrepentido y ya no querías continuar con esto"
"John" -dijo la joven con dulzura - "Te quiere, y lo que más deseo es casarme contigo, ¿cómo pudiste creer que me arrepentiría?"
"Lo siento, pero la sola idea de perderte me impulsa a hacer locuras, debiste decirme que irías, para acompañarte"
"No te preocupes, pronto nos reuniremos de nuevo sólo debo organizar algunos asuntos pendiente y volveré"
"Esta bien" -suspiró el joven con resignación - "No se como lo logras, pero siempre me convences" - y agregando a su seriedad a su tono dulce, continuó - "Te amo, eres lo mejor que ha pasado en mi vida y daría todo por ti aunque fuera la vida misma, prométeme que si en algún momento, auque sea por un instante, llegas a dudar de lo que sientes por mi, me lo dirás. Lo único que quiero es que seas feliz"
"Te lo prometo" -sonrió - "También yo deseo que seas feliz, así que si el que lo duda eres tu, dímelo"
"Jamás dudaría, te amo"
"También yo"
"Hasta luego"
"Adiós" -colgó, no sin sorprenderse por haberle dicho adiós en lugar de hasta pronto, como siempre lo hacia.
La joven guardó el celular en su bolso y sacó una tarjeta; al hacer esto continuaba caminando y accidentalmente chocó con alguien, dejando caer al piso la tarjeta. . .
"Discúlpeme" -dijo apenada dirigiéndose al joven que se agachó a recoger la tarjeta - "Estaba distraída"
"No te preocupes" -respondió con una sonrisa levantándose y entregando la tarjeta a la chica - "Parece que estamos aquí por lo mismo"
La muchacha miró sorprendida al joven que estaba frente a ella, era alto, de cabello negro azulado, ojos azules que a pesar de ser cubiertos por unos anteojos, podían trasmitir una mirada profunda y serena. . . . . . .
"¿Nos conocemos?" -preguntó la joven con asombro -
"Parece que has perdido tu capacidad de observación" -dijo el muchacho sin poder evitar una sonrisa ente el desconcierto de la joven - "Aún así no has dejado de ser la linda y tierna chica que conocí"
"¿De dónde nos conocemos?" -preguntó un poco preocupada -
"No te asustes Tomoyo" - le dijo con una sonrisa -
En ese momento se acercó a ellos una joven de cabello café, delgada y de actitud extremadamente alegre. . . . . .
"Hola" -dijo saludando a la chica del cabello negro - "¿Cómo has estado Tomoyo?"
Tomoyo miró con atención a la recién llegada a la que pareció reconocer. . . . . .
"¿Señorita Akisuki?" - preguntó Tomoyo desconcertada - "¿Es usted?"
"Llámame Nakuru" -le dijo la recién llegada con una sonrisa -
"Entonces tu eres. . . . . . " -se dirigió al joven de las gafas - "¿Eriol?
"Me da mucho gusto verte Tomoyo" -le sonrió -
"A mi también" -le respondió con una sonrisa -
"Podemos irnos ya" -gritó una vocecita desde el bolso de Nakuru -
"Cállate Spi" - dijo Nakuru dirigiéndose al pequeño guardián que asomaba su cabecita - "No ves que interrumpes una escena muy bonita"
Los jóvenes sonrieron y Eriol continuó. . . . . .
"Por lo que ví en esa tarjeta" -Dijo el joven dirigiéndose a Tomoyo - "Tienes la direcciónb de Sakura, ¿cómo la conseguiste?, yo perdí contacto con ella hace 3 años"
"Sólño contraté un detective" -sonrió la joven -
Unas enormes gotas se dibujaron en las frentes de Eriol, Spinel y Nakuru. . . . .
"No puedo creer que a Eriol no se le halla ocurrido eso para encontrarla" -pensó el guardián -
"Será mejor que nos vallamos" -dijo Eriol recobrando su compostura - "¿Quieres que te llevemos Tomoyo?"
"No, no es necesario, tomaré un taxi y me iré al hotel que reservé" -respondió con una sonrisa -
"¡¡¡¡UN HOTEL!!!!" -gritó Nakuru - "Claro que no; quédate con nosotros"
"Yo. . . . . . no creo que. . . . . . ."
"Quédate en nuestra casa, Tomoyo, será un placer tenerte como huésped" -dijo Eriol con una sonrisa -
"¿Ya tienes casa aquí?" -preguntó la joven sorprendida -
"Así es, de hecho nuestras cosa llegaron antes que nosotros"
"Gracias Eriol, pero no quiero molestarte"
"Por supuesto que no es molestia" -repuso Eriol besando tiernamente la mano de Tomoyo - "Vámonos"
"Esta bien" -sonrió tímidamente, aunque esta acostumbrada a ese tipo de "cosas", el que Eriol la besara, la hizo sentir nerviosa
* * * * * * * * * * * * * *
Era de noche, y la claridad del cielo permitía ver las estrellas; a pesar de ser tarde ya, se veía actividad en el centro de la ciudad. . . . .
Aún en la oscuridad de la noche se lograban vislumbrar un par de sombras saltando de un edificio a otro, proviniendo de direcciones contrarias; al fin se reunieron en uno de los edificios más altos; una luz repentina dejó ver a una mujer delgada, de largo y ondulado cabello plateado, sus ojos grises proyectaban una mirada fría y a pesar de una leve sonrisa se adivinaba que sólo había malda en su corazón.
"¿Para que me llamaste?" -gritó un voz femenina de entre las sombras -
"Se trata de tu pequeño asunto familiar" -repuso la mujer de cabello plateado -
"Eso no es de tu incumbencia" -dijo furiosa la mujer que hasta ahora había estado ocultándose en las sombras: era alta, delgada, de cabello largo y rojo, sus ojos eran casi del mismo color de su cabello, sólo que mas oscuros, su mirada era vacía y aterradora y dejaba ver un gran odio. . . . .. . .
"Vamos" -respondió la joven del cabello plateado- "No es a mí a quien quieres eliminar, verdad Sayuri" -dijo esto último con especial énfasis y sin dejar su fría sonrisa -
"De dónde demonios me conoces" -gritó aún más fuerte la pelirroja, apretando los puños con fuerza en señal de ira - "Será mejor que respondas si no quieres morir aquí mismo"
La mujer del cabello plateado se acercó a ella de forma desafiante. . . . . . . .
"Creo que no hemos sido presentadas debidamente" -continuó con su tétrica sonrisa e hizo un reverencia - "Mi nombre es Noriko y soy. . . . . . . ." -hizo un pausa - "bueno creo que lo que soy no es muy importante en este momento, lo verdaderamente importante es que tengo un oferta que hacerte y te aseguro que no te arrepentirás ya que será de mucho beneficio para ambas"
"No necesito la ayuda de nadie" -contestó la joven pelirroja en un tono más calmado pero molesto aún - "Puedo arreglar mas asuntos yo sola"
"Te aseguro que lo que te diré te convencerá de lo contrario" -y continuó con su misma sonrisa- "Si no te gusta mi oferta puedes matarme"
Sayuri fijó sus ojos rojos sobre la extraña mujer que tenía frente así, pese a sus amenazas ella permanecía serena y el poder que desprendía su cuerpo era inmenso, así que dejó su actitud de enfado y hablo con una sonrisa en los labios. . . . . .
"Me parece bien, si tu propuesta no es de mi agrado te mataré" -y sin poder evitar un carcajada, continuó -"Creo que eres una mala negociante"
Sin inmutarse Noriko continuó. . . . .
"No lo creo así, mi historia te facinará y creo que hasta te sonará familiar; se trata de una piedra, una piedra muy antigua creada por los más poderosos hechiceros en el único lugar que la magia lo cubre todo, el lugar al que sólo los más poderosos pueden entrar. . . . . . " -la mujer se detuvo al ver la mirada sorprendida de la joven que tenía en frente - "Por tu reacción creo que ya sabes a que me refiero"
Con la voz ahogada por la sorpresa la chica se limitó a decir. . . . . .
"Esta hablando de . . . . . . . .la . . . . . . . . . .estrella de Ávalon"
La mujer sonrió con visible placer. . . . . . .
El cielo comenzó a nublarse; pronto gruesas nubes negras cubrieron la ciudad que pareció no ser afectada por este fenómeno, en verdad Tokio era una ciudad con una muy activa vida nocturna. . . . .
El viento comenzó a soplar con fuerza, lo que aunado al aspecto del cielo indicaba que se avecinaba una fuerte tormenta. . . . . . .
"Que te parece mi propuesta" -concluyó Noriko -
"En verdad que eres una excelente negociante; aún no creo que pese a lo que res puedas hacer lo que me has dicho" -respondió Sayuri con una sonrisa -
"Mi estado nada tiene que ver" -y dejando ver al fin furia en su mirada lo que provocó que la sangre de Sayuri se helara por un momento, continuó -"Esta vez, NADIE, va evitar que me apodere de esa piedra, NADIE"
"Creo que tu y yo seremos muy buenas amigas" -dijo Sayuri extendiendo su mano hacia su interlocutora -
"Yo también lo creo así" -lerespondió con una sonrisa y estendiendo su mano también -
Al momento de estrechar sus manos, un fuerte relámpago se escuchó y un feroz viento que más bien parecía un ráfaga de energía se expandió por la ciudad. . . . .
"Ay" -exclamó la chica poniendo su mano sobre su pecho y cayendo de rodillas -
"Que te pasa Sakurita" -gritó preocupado el pequeño guardian, aproximándose a su joven dueña que estaba en el suelo -
"No lo se, fue como si una mano fría me oprimiera el corazón y quisiera hacerlo estallar" -habló despacio aún agitada por el dolor -
"Mami, mami" -entró corriendo la pequeña y lanzándose a los brazos de Sakura - "Tengo miedo" -gimió la pequeña asustada -
"Tal vez sea una presencia maligna, pero por que no pude sentirla, no es normal" -dijo preocupado el guardián -
"Kero" -Sakura le hizo una seña para que guardara silencio y no continuara con la charla frente a su hija -"no te preocupes, investigaré eso mañana, pero ahora. . ." -y levantándose, no sin gran esfuerzo le dijo a la pequeña - "A dormir"
"Pero mami, tengo miedo y no quiero estar sola" -dijo la niña con lágrimas en los ojos -
"Esta bien, creo que será mejor que los tres nos quedemos aquí" -contestó con una sonrisa -
"SIIIIIII" -gritaron al unísono Kero y Hikari, al tiempo que se acomodaban en la cama -
"No permitiré que nada te dañe" -pesó Sakura mientras apagaba la luz -
* * * * * * * * * * * * * * *
"Esa presencia a aumentado su poder, ahora parece que se a aliado con alguien más" -dijo con seriedad el joven jefe del Clan Li - "Creo que pronto conoceremos el por que de esa alienza"
"Estas seguro Shaoran" -dijo la joven china aferrada al brazo de su primo - "En verdad es esa presencia que sentiste en Hong Kong"
"Si, estoy completamente seguro" -dirigió su mirada hacia su prima y se dio cuenta que esta aterrada- "No te preocupes Meilin, también estoy seguro que podré vencerla, recuerda que mi poder se a incrementado" -le dijo con una tierna sonrisa -
Meilin lo miró, su primo no era vanidoso y sabía que lo que decía era verdad, se tranquilizó, en verdad que esa sonrisa podía derretir a cualquier chica. . . .
"Creo que será mejor que me valla a Hong Kong lo más pronto posible, no quisiera ser un estorbo para ti en esta pelea" - ledijo la chica con una sonriosa -
"Creo que lo que quieres es regresar para ver a Tae, no es así" - Shaoran sonrió aún más lo que provocó que su prima se sonrojara -
"Lo único que me entristece es que no podré visitar a Sakura, tengo tantas ganas de verla" -dijo la joven china-
"Yo también" -Shaoran habló en voz baja y desvió su mirada hacia la ventana - "Espero que se encuentre bien"
* * * * * * * * * * * * * *
"Parece que ha comenzado" -dijo el joven ingles sin perder su serenidad -"Será mejor que vea a Sakura lo más pronto posible, esto se complicará y debemos estar preparados, además. . . . . . ." -sonrió - "Tenemos MUCHO de que hablar"
CAPÍTULO 4
HA COMENZADO
Los vuelos provenientes de Francia e Inglaterra acababan de arribar, como siempre esto significaba reunirse con la familia, reencontrarse con viejos amigos, en fin, el regreso de los seres queridos o simplemente llegar a conocer una nueva ciudad. Entre todo ese ruido provocado por el mar de personas que se encntraban ahí, se distinguía una figura. . . . . . una muchacha de aproximadamente 20 o 21 años, de largo cabello negro ondulado hacia las puntas, delgada, de ojos negros; llevaba una celular en la mano por el que hablaba, más bien discutía con alguien al tiempo que avanzaba a la salida. . . . . . .
"Quieres calmarte" -dijo la joven sin poder evitar una sonrisa divertida, por el enfado de su interlocutor- "No estoy huyendo, ya habíamos hablado de esto"
"Pero no me avisaste, cundo me enteré de que te había marchado, me preocupé, creí que había pasado algo" -dijo un joven al otro lado de la línea
"Ya estas paranoico" -continuó divertida la muchacha
"¡¡¡¡PARANOICO!!!!, considera paranoia el tratar de proteger a la mujer que amo" -y dulcificando su tono de voz, continuó- "Me preocupe, por un momento pensé que te habías arrepentido y ya no querías continuar con esto"
"John" -dijo la joven con dulzura - "Te quiere, y lo que más deseo es casarme contigo, ¿cómo pudiste creer que me arrepentiría?"
"Lo siento, pero la sola idea de perderte me impulsa a hacer locuras, debiste decirme que irías, para acompañarte"
"No te preocupes, pronto nos reuniremos de nuevo sólo debo organizar algunos asuntos pendiente y volveré"
"Esta bien" -suspiró el joven con resignación - "No se como lo logras, pero siempre me convences" - y agregando a su seriedad a su tono dulce, continuó - "Te amo, eres lo mejor que ha pasado en mi vida y daría todo por ti aunque fuera la vida misma, prométeme que si en algún momento, auque sea por un instante, llegas a dudar de lo que sientes por mi, me lo dirás. Lo único que quiero es que seas feliz"
"Te lo prometo" -sonrió - "También yo deseo que seas feliz, así que si el que lo duda eres tu, dímelo"
"Jamás dudaría, te amo"
"También yo"
"Hasta luego"
"Adiós" -colgó, no sin sorprenderse por haberle dicho adiós en lugar de hasta pronto, como siempre lo hacia.
La joven guardó el celular en su bolso y sacó una tarjeta; al hacer esto continuaba caminando y accidentalmente chocó con alguien, dejando caer al piso la tarjeta. . .
"Discúlpeme" -dijo apenada dirigiéndose al joven que se agachó a recoger la tarjeta - "Estaba distraída"
"No te preocupes" -respondió con una sonrisa levantándose y entregando la tarjeta a la chica - "Parece que estamos aquí por lo mismo"
La muchacha miró sorprendida al joven que estaba frente a ella, era alto, de cabello negro azulado, ojos azules que a pesar de ser cubiertos por unos anteojos, podían trasmitir una mirada profunda y serena. . . . . . .
"¿Nos conocemos?" -preguntó la joven con asombro -
"Parece que has perdido tu capacidad de observación" -dijo el muchacho sin poder evitar una sonrisa ente el desconcierto de la joven - "Aún así no has dejado de ser la linda y tierna chica que conocí"
"¿De dónde nos conocemos?" -preguntó un poco preocupada -
"No te asustes Tomoyo" - le dijo con una sonrisa -
En ese momento se acercó a ellos una joven de cabello café, delgada y de actitud extremadamente alegre. . . . . .
"Hola" -dijo saludando a la chica del cabello negro - "¿Cómo has estado Tomoyo?"
Tomoyo miró con atención a la recién llegada a la que pareció reconocer. . . . . .
"¿Señorita Akisuki?" - preguntó Tomoyo desconcertada - "¿Es usted?"
"Llámame Nakuru" -le dijo la recién llegada con una sonrisa -
"Entonces tu eres. . . . . . " -se dirigió al joven de las gafas - "¿Eriol?
"Me da mucho gusto verte Tomoyo" -le sonrió -
"A mi también" -le respondió con una sonrisa -
"Podemos irnos ya" -gritó una vocecita desde el bolso de Nakuru -
"Cállate Spi" - dijo Nakuru dirigiéndose al pequeño guardián que asomaba su cabecita - "No ves que interrumpes una escena muy bonita"
Los jóvenes sonrieron y Eriol continuó. . . . . .
"Por lo que ví en esa tarjeta" -Dijo el joven dirigiéndose a Tomoyo - "Tienes la direcciónb de Sakura, ¿cómo la conseguiste?, yo perdí contacto con ella hace 3 años"
"Sólño contraté un detective" -sonrió la joven -
Unas enormes gotas se dibujaron en las frentes de Eriol, Spinel y Nakuru. . . . .
"No puedo creer que a Eriol no se le halla ocurrido eso para encontrarla" -pensó el guardián -
"Será mejor que nos vallamos" -dijo Eriol recobrando su compostura - "¿Quieres que te llevemos Tomoyo?"
"No, no es necesario, tomaré un taxi y me iré al hotel que reservé" -respondió con una sonrisa -
"¡¡¡¡UN HOTEL!!!!" -gritó Nakuru - "Claro que no; quédate con nosotros"
"Yo. . . . . . no creo que. . . . . . ."
"Quédate en nuestra casa, Tomoyo, será un placer tenerte como huésped" -dijo Eriol con una sonrisa -
"¿Ya tienes casa aquí?" -preguntó la joven sorprendida -
"Así es, de hecho nuestras cosa llegaron antes que nosotros"
"Gracias Eriol, pero no quiero molestarte"
"Por supuesto que no es molestia" -repuso Eriol besando tiernamente la mano de Tomoyo - "Vámonos"
"Esta bien" -sonrió tímidamente, aunque esta acostumbrada a ese tipo de "cosas", el que Eriol la besara, la hizo sentir nerviosa
* * * * * * * * * * * * * *
Era de noche, y la claridad del cielo permitía ver las estrellas; a pesar de ser tarde ya, se veía actividad en el centro de la ciudad. . . . .
Aún en la oscuridad de la noche se lograban vislumbrar un par de sombras saltando de un edificio a otro, proviniendo de direcciones contrarias; al fin se reunieron en uno de los edificios más altos; una luz repentina dejó ver a una mujer delgada, de largo y ondulado cabello plateado, sus ojos grises proyectaban una mirada fría y a pesar de una leve sonrisa se adivinaba que sólo había malda en su corazón.
"¿Para que me llamaste?" -gritó un voz femenina de entre las sombras -
"Se trata de tu pequeño asunto familiar" -repuso la mujer de cabello plateado -
"Eso no es de tu incumbencia" -dijo furiosa la mujer que hasta ahora había estado ocultándose en las sombras: era alta, delgada, de cabello largo y rojo, sus ojos eran casi del mismo color de su cabello, sólo que mas oscuros, su mirada era vacía y aterradora y dejaba ver un gran odio. . . . .. . .
"Vamos" -respondió la joven del cabello plateado- "No es a mí a quien quieres eliminar, verdad Sayuri" -dijo esto último con especial énfasis y sin dejar su fría sonrisa -
"De dónde demonios me conoces" -gritó aún más fuerte la pelirroja, apretando los puños con fuerza en señal de ira - "Será mejor que respondas si no quieres morir aquí mismo"
La mujer del cabello plateado se acercó a ella de forma desafiante. . . . . . . .
"Creo que no hemos sido presentadas debidamente" -continuó con su tétrica sonrisa e hizo un reverencia - "Mi nombre es Noriko y soy. . . . . . . ." -hizo un pausa - "bueno creo que lo que soy no es muy importante en este momento, lo verdaderamente importante es que tengo un oferta que hacerte y te aseguro que no te arrepentirás ya que será de mucho beneficio para ambas"
"No necesito la ayuda de nadie" -contestó la joven pelirroja en un tono más calmado pero molesto aún - "Puedo arreglar mas asuntos yo sola"
"Te aseguro que lo que te diré te convencerá de lo contrario" -y continuó con su misma sonrisa- "Si no te gusta mi oferta puedes matarme"
Sayuri fijó sus ojos rojos sobre la extraña mujer que tenía frente así, pese a sus amenazas ella permanecía serena y el poder que desprendía su cuerpo era inmenso, así que dejó su actitud de enfado y hablo con una sonrisa en los labios. . . . . .
"Me parece bien, si tu propuesta no es de mi agrado te mataré" -y sin poder evitar un carcajada, continuó -"Creo que eres una mala negociante"
Sin inmutarse Noriko continuó. . . . .
"No lo creo así, mi historia te facinará y creo que hasta te sonará familiar; se trata de una piedra, una piedra muy antigua creada por los más poderosos hechiceros en el único lugar que la magia lo cubre todo, el lugar al que sólo los más poderosos pueden entrar. . . . . . " -la mujer se detuvo al ver la mirada sorprendida de la joven que tenía en frente - "Por tu reacción creo que ya sabes a que me refiero"
Con la voz ahogada por la sorpresa la chica se limitó a decir. . . . . .
"Esta hablando de . . . . . . . .la . . . . . . . . . .estrella de Ávalon"
La mujer sonrió con visible placer. . . . . . .
El cielo comenzó a nublarse; pronto gruesas nubes negras cubrieron la ciudad que pareció no ser afectada por este fenómeno, en verdad Tokio era una ciudad con una muy activa vida nocturna. . . . .
El viento comenzó a soplar con fuerza, lo que aunado al aspecto del cielo indicaba que se avecinaba una fuerte tormenta. . . . . . .
"Que te parece mi propuesta" -concluyó Noriko -
"En verdad que eres una excelente negociante; aún no creo que pese a lo que res puedas hacer lo que me has dicho" -respondió Sayuri con una sonrisa -
"Mi estado nada tiene que ver" -y dejando ver al fin furia en su mirada lo que provocó que la sangre de Sayuri se helara por un momento, continuó -"Esta vez, NADIE, va evitar que me apodere de esa piedra, NADIE"
"Creo que tu y yo seremos muy buenas amigas" -dijo Sayuri extendiendo su mano hacia su interlocutora -
"Yo también lo creo así" -lerespondió con una sonrisa y estendiendo su mano también -
Al momento de estrechar sus manos, un fuerte relámpago se escuchó y un feroz viento que más bien parecía un ráfaga de energía se expandió por la ciudad. . . . .
"Ay" -exclamó la chica poniendo su mano sobre su pecho y cayendo de rodillas -
"Que te pasa Sakurita" -gritó preocupado el pequeño guardian, aproximándose a su joven dueña que estaba en el suelo -
"No lo se, fue como si una mano fría me oprimiera el corazón y quisiera hacerlo estallar" -habló despacio aún agitada por el dolor -
"Mami, mami" -entró corriendo la pequeña y lanzándose a los brazos de Sakura - "Tengo miedo" -gimió la pequeña asustada -
"Tal vez sea una presencia maligna, pero por que no pude sentirla, no es normal" -dijo preocupado el guardián -
"Kero" -Sakura le hizo una seña para que guardara silencio y no continuara con la charla frente a su hija -"no te preocupes, investigaré eso mañana, pero ahora. . ." -y levantándose, no sin gran esfuerzo le dijo a la pequeña - "A dormir"
"Pero mami, tengo miedo y no quiero estar sola" -dijo la niña con lágrimas en los ojos -
"Esta bien, creo que será mejor que los tres nos quedemos aquí" -contestó con una sonrisa -
"SIIIIIII" -gritaron al unísono Kero y Hikari, al tiempo que se acomodaban en la cama -
"No permitiré que nada te dañe" -pesó Sakura mientras apagaba la luz -
* * * * * * * * * * * * * * *
"Esa presencia a aumentado su poder, ahora parece que se a aliado con alguien más" -dijo con seriedad el joven jefe del Clan Li - "Creo que pronto conoceremos el por que de esa alienza"
"Estas seguro Shaoran" -dijo la joven china aferrada al brazo de su primo - "En verdad es esa presencia que sentiste en Hong Kong"
"Si, estoy completamente seguro" -dirigió su mirada hacia su prima y se dio cuenta que esta aterrada- "No te preocupes Meilin, también estoy seguro que podré vencerla, recuerda que mi poder se a incrementado" -le dijo con una tierna sonrisa -
Meilin lo miró, su primo no era vanidoso y sabía que lo que decía era verdad, se tranquilizó, en verdad que esa sonrisa podía derretir a cualquier chica. . . .
"Creo que será mejor que me valla a Hong Kong lo más pronto posible, no quisiera ser un estorbo para ti en esta pelea" - ledijo la chica con una sonriosa -
"Creo que lo que quieres es regresar para ver a Tae, no es así" - Shaoran sonrió aún más lo que provocó que su prima se sonrojara -
"Lo único que me entristece es que no podré visitar a Sakura, tengo tantas ganas de verla" -dijo la joven china-
"Yo también" -Shaoran habló en voz baja y desvió su mirada hacia la ventana - "Espero que se encuentre bien"
* * * * * * * * * * * * * *
"Parece que ha comenzado" -dijo el joven ingles sin perder su serenidad -"Será mejor que vea a Sakura lo más pronto posible, esto se complicará y debemos estar preparados, además. . . . . . ." -sonrió - "Tenemos MUCHO de que hablar"
