Sailor Gold Stars

Por Akiko

CAPITULO 3

La existencia a veces podía ser tan engañosa.

Ella estaba segura de que los dolores en su pecho no eran sólo por algo meramente común entre su familia, de hecho había pensado que su abuelo había tenido razón al temerle. Tal vez todos debieran tenerle miedo.

Un nuevo dolor pinchó su corazón. Esta vez se limitó a hacer una expresión de dolor sin dejar de mirar el cielo. Si bien era cierto que estaba destinada a acabar con lo que más amaba tenía que pensar también en alguna manera de acabar con esa lenta agonía.

Se le ocurrió la respuesta. Era tan descabellada que se burlo de sus propias ideas y presionó su pecho con la mano con la esperanza de que eso calmara el dolor.

-Si ambas morimos nada pasará a lo que más amo –dijo para sí misma y se recargó en un árbol.

*******

-Si hay algo que odie de este mundo son las exigencias... y tú, Yoshie, eres la peor de las exigencias que halla en mi vida. –cosa parecidas había dicho Leo durante su practica por la tarde. Estaba junto con Yoshie en la cancha de voli bol donde habían puesto aparatos de gimnasia provisionales.

-Agradece que tengas la condición física para soportarlo –dijo Yoshie con ironía –de otra forma acabarías peor que el equipo de voli bol.

-Entrenadora de gimnasia y voli bol... ¿qué más hace nuestra querida deportista? –preguntó Leo intentando hacer correctamente un ejercicio que se le dificultaba por su estatura, sin embargo volvió a cometer un error justo al caer.

-Salgo con chicos –dijo Yoshie haciendo un movimiento con el pie que señalaba el error cometido.

-Chicos... que asco... –enfatizó Leo repitiendo el movimiento, esta vez dio un giro en el aire y debido a que estaba distraída no calculó la caída y aterrizó sobre su trasero -¡¡Demonios!!

-Tu problema –dijo Yoshie ayudándola a levantarse -, es que crees que los hombres son el error más grande de la creación... pero no es así, cherrie, la Biblia dice que...

-Sé lo que la Biblia dice –interrumpió Leo sobándose la parte lastimada. -, pero no me vas a negar que hay cada imbécil que arruina a todo el genero masculino.

-Si... pero esa no es razón para que creas que todos son vomito.

-No les daría tal honor –dijo Leo volviendo a hacer el movimiento, esta vez logró mejorarlo a lo que Yoshie aplaudió.

-Perfecto, cherrie...

-Gracias... siempre me concentro en mi trabajo.

*******

-¿Pero quienes pueden ser?

Michiru miro con preocupación a Haruka sin explicarse que era lo que ocurría.

-¿Sailor Fire? –Michiru frunció un poco el ceño -¿pero quien era la otra?

-No lo sé... tal vez debamos estar al pendiente de lo que ocurra.

*******

En realidad esperaba no tener que ver a la princesa en esas condiciones.

Madame Jun permanecía inmóvil rogando por que esta no fuera la última vez en la que pudiera ver la imagen de un espejo mientras escuchaba el insoportable silenció por parte de la princesa.

Después de un rato llegó a pensar que ella ya no estaba ahí. Con cuidado levantó la mirada para volverla a bajar en cuento vio esa imagen que no le quitaba de encima esa mirada penetrante.

-Esta bien –dijo la princesa con voz tranquila que alarmó más a Madame Jun -,te daré una oportunidad más para que encuentres la Celda Imperial.

Cuando la princesa desapareció del reflejo del espejo, Madame Jun se levantó preocupada. Se acercó al espejo y tocó la fría superficie con un dedo. Al instante la imagen cambió por la de una linda joven de cabellera negra.

Madame Jun revisó con interés sus cualidades.

Se trataba de una sacerdotisa con notables habilidades en su campo. Era muy responsable y trabajadora. También parecía ser algo fuerte de carácter, pero lo más importante es que era una chica que estaba dispuesta a arriesgar todo por sus amigas.

-Perfecto –dijo Madame Jun complacida.

*******

-Y solo por eso me debes una comida completa en el mejor restaurante de la ciudad.

-Pero sabes a la perfección que no sé jugar ese estúpido deporte –insistió Leo furiosa.

-Nunca dije en lo que competiríamos... Seguramente estabas pensando que haría "piruetitas" para poder vencerte.

Leo frunció el ceño ya que en verdad había pensado eso, aunque ahora que lo analizaba con más cuidado Hinori jamás se pondría un leotardo a menos que fuera a lucirlo en un lugar público. Sabía a la perfección que la chica era un desastre en la gimnasia y las pocas veces que había intentado hacer la más sencillas de las vueltas había aterrizado de una manera lamentable.

-Esta bien –dijo Leo finalmente –Pero no arrases con toda la comida... últimamente estado baja de fondos.

-Tal ves debieras practicar un poco el voli bol para evitar que Hinori te haga esto –dijo Yoshie que venía entrando con una red llena de valones.

-Es absurdo –Leo suspiró. –A menos que haga una rutina con una pelota no puedo controlar nada esférico sin que me caiga en la cabeza al poco rato.

-Podrías intentarlo –insistió Yoshie.

-Tú misma dijiste que no servía para ese deporte –replicó Leo.

-Pero si logras contestar un saque podrías darme más batalla en un "encuentro" y no barrería contigo tan rápido –dijo Hinori revisándose las uñas con un gesto burlón.

-¿No puedes ocuparte de cosas más importantes? –preguntó Leo enfadada. Con cuidado miró a todos lados y cuando se aseguró de que estaban solas dijo –Como atender a la próxima víctima, por ejemplo.

-¿Ya sabes de quien se trata? –preguntaron las dos a la vez.

-Rei Hino –dijo Leo con autosuficiencia –16 años de edad, cabellera negra, carácter fuerte, decidida...

-Parece la persona correcta –murmuró Yoshie.

-Eso no puedo saberlo –admitió Leo. –Hasta ahora nadie ha sido quien tenga la Celda, pero los espíritus descubiertos son muy fuertes en verdad.

-Vaya... y justo cuando tengo que estudiar para el examen –dijo Hinori con fastidio.

-¿Desde cuando te preocupas por un examen? –ironizó Leo.

-Tengo que buscar a alguien que me ayude a pasarlo –murmuró Hinori sin darle importancia al comentario de Leo.

-¡Por supuesto que no harás eso, Hinori Istar! –exclamó Yoshie. –Yo misma me preocuparé por esa chica, tú dedícate a estudiar para ese examen... mira que si me entero que compraste las respuestas me enfadaré contigo –advirtió la entrenadora.

-Pero es importante que cuenten con mi ayuda –insistió la pelirroja –Si compro las respuestas tendré tiempo de sobra para cuidar de esa joven con ustedes.

-Pero eso es trampa –dijo Yoshie.

Leo sonrió sin decir nada, a decir verdad ella también hacía trampa (hasta cierta manera) a la hora de responder un examen. Claro que su método era más sutil.

-Creo que deberías estudiar –dijo Leo bajito. –no te preocupes.. yo estaré con Yoshie por si esas tontas llegan a intentar detenernos....

-No son ellas las que me preocupan –dijo Hinori resignada.

-Por favor, Hinori... Ya somos lo suficientemente grandecitas para cuidarnos solas –dijo Yoshie abrazándola con afecto –En cuanto esto termine te visitaré a tu departamento para que comamos donas de chocolate.

-Humf...

-Hola... –saludó Michiru que iba entrando al gimnasio.

-Cherrie, que gusto verte –murmuró Yoshie.

-La verdad es que quiero que conozcas a alguien –dijo la joven mirando con curiosidad a las otras dos chicas.

Yoshie miró a Leo y a Hinori.

-A mí no me veas... no pienso entrenar a esas niñas ya que no sé nada de ese deporte –gruñó Leo.

Su último recurso era Hinori.

-Tengo que conseg... errr... estudiar para mi examen –dijo ésta –Además no me conocen y seguramente me llamarán niña y no tengo ganas de matar a nadie hoy.

-No te preocupes por ellas –dijo Michiru –No se molestarán por que faltas un día.

Pero...

-Oh, vamos... Tanto tiempo sin verte y no aceptas escapar conmigo con cuando éramos niñas.

-¿¡Yoshie se escapó de una clase?! –preguntó Hinori escandalizada.

-Emmm... Vamos, Michiru... siempre si quiero ir –dijo Yoshie antes de que le interrogaran por el comentario hecho.

-Tus amigas son simpáticas –dijo Michiru cuando salieron.

-Es que aun no las conoces –replicó ésta.

Michiru sonrió.

-Bueno, tendremos que ir a la exposición de pinturas... Haruka está esperando.

¿Haruka?

-Ah... si... esteee... ¿es una amistad tuya?

-Es más que un amigo –Michiru le guiñó un ojo.

Yoshie se sonrojó. ¿Michiru era...?

No se había dado cuenta en que hora llegaron al edificio donde era hecha la exposición, de repente ya estaba dentro y era guiada por su amiga sin explicarle nada... ¿¡pero que más explicación quería!?

-No me parece que sea correcto –dijo Yoshie un poco apenada mientras era arrastrada por su amiga por uno de los pasillos en donde se exhibían varios cuadros, algunos de ellos pintados por la talentosa joven.

-Vamos, será divertido... además él quiere conocerte –dijo Michiru sin soltar la mano de Yoshie mientras avanzaba por entre toda esa gente que miraba interesada cada cuadro.

-Pero yo tengo que hacer muchas cosas... No debí dejar el entrenamiento del equipo de voli bol.

-No te preocupes por ellas –dijo Michiru con una traviesa sonrisa –Están tan cansadas que agradecerán a todos los santos por hacerles semejante milagro.

-Cherrie!... ¿Qué intentas insinuar?

-Por favor, Yoshie... las dos sabemos que eres tan dura en el entrenamiento que ni tu propia sombra te aguanta en ritmo... Oh... ¡Ahí esta Haruka!

Yoshie hizo fuerza para detenerse. Cuando lo logró miró a su amiga con determinación y sonrió un poco.

-Aunque sea dame oportunidad de presentarme con dignidad... –y se puso polvo en la nariz.

Haruka Tenou. La verdad es que Yoshie no esperaba que fuera "amigo" de Michiru precisamente. Cuando llegaron hasta esa persona ella sonrió mientras Michiru hacia las presentaciones pertinentes. Para su sorpresa Haruka tomó su mano y se la llevó a los labios con una elegante reverencia logrando que se sonrojara.

-Michiru me ha platicado mucho de ti, Yoshie –dijo Haruka cuando levantó la mirada.

Yoshie volvió a enrojecer y tosió para recuperarse del impacto.

-El placer es mío –dijo ella con educación. –Es usted una persona muy peculiar.

-Soy como los demás –dijo Haruka simplemente.

Yoshie volvió a sonrojarse.

-No lo escuches –dijo Michiru con burla –Siempre dice eso para fastidiar a mis amigas.

Yoshie se quedó callada.

-Bueno –Haruka sonrió. -,como lo prometí las llevaré a comer algo.

-No es necesario –dijo Yoshie revisando la sala. –Tal vez ese chico quiera llevarme a mi casa para que no se molesten.

-¿Lo conoces? –preguntó Haruka.

-Err... no precisamente. –confesó Yoshie.

-¿Sabes, Haruka?... desde que Yoshie era una niña tuvo un extraño magnetismo con el sexo opuesto –Michiru sonrió con burla.

-Pues tu me superas, Michiru –Yoshie cerró los ojos –No solo el sexo opuesto posa sus ojos en ti.

Michiru se sonrojó.

-Si no conoces a ese tipo puedes acompañarnos –insistió Haruka.

Yoshie miró a su amiga y suspiró resignada al ver su expresión severa.

-¿Qué comeremos? –preguntó Finalmente.

******

-No puedo creer lo que está ocurriendo –Rei bebió de la taza que tenía en la mesa.

-A mí no me ha tocado ver a ninguna de esas guerreras –Lita miró con cuidado a Serena quien devoraba un pastelillo, después a Mina que no dejaba de hojear una revista de muchachos (seguramente agradecida de que no hubiera practica), y por último a Ami que no despegaba la vista de un libro. –Chicas... por lo menos escuchen lo que digo.

-Ah... si... Lo que pasa es que ellas son muy fuertes y no parecen estar en nuestra contra –Ami se sonrojó un poco.

-En todo caso tenemos que estar alertas de lo que suceda –dijo Lita.

-Si la señorita Marshall nos deja más días libres sobreviviremos para el próximo año –dijo Mina. –Si puedo estar libre entre semana podré conocer a esa chica estrella del voli bol...

-¿Eso que tiene que ver? –preguntó Rei. –Mina... Te juntas mucho con Serena.

-¡¡Oyeee!!

-El caso es que tenemos este tiempo libre –insistió Mina.

-¿Y? –preguntaron todas.

-En la cartelera esta la película de "Romeo y Julieta"

A las chicas les corrió una gota por la espalda.

-Se supone que estamos hablando del enemigo, Mina –dijo Lita.

-Los boletos son gratis –murmuró Mina -¡¡Podemos ir todas!!

-Pero... –comenzó Rei.

-Vamos antes de que se terminen –dijo Serena. –Lita, Ami, Rei... no podemos perder esta oportunidad

-Yo no puedo ir –dijo Rei con determinación –Tengo trabajo aquí, ¿lo olvidas?

-Pero es función de estreno... y los boletos son GRATIS –insistió Mina.

.Mi abuelito esta enfermo... alguien tiene que cuidar el templo... no se preocupen por mí y vallan con confianza... después me platicarán la película...

******

No había sido una comida tan impresionante después de todo.

Bueno. No del todo. Excepto cuando ese chico comenzó a reñir con Haruka por que "ésta" no le permitió hablarle a Yoshie en una evidente coquetería.

El pobre chico salió con la nariz sangrando y Haruka... pues Haruka había necesitado de tres guardias de seguridad para que la sacaran... bueno dos... Uno de ellos se había desmayado después de que su nariz sangrara sin "causa aparente" al intentar sujetar a Haruka por el pecho.

-Jamás olvidaré este día –dijo Yoshie cuando acertó en moverse y salir del restaurante –Haruka es una linda persona... hasta ahora nadie me había defendido... quiero decir, lo tenía que hacer yo sola.

-Haruka tiene muchas más habilidades –dijo Michiru notablemente orgullosa. -¿Te llevamos a tu casa? –preguntó cuando salieron. Haruka ya había ido por el auto y se le veía furiosa en el bolante.

-Err... no gracias... me gustaría caminar esta noche... Creo que es más seguro...

-¿No vive por aquí Rei? –preguntó Haruka cuando Michiru subió al auto y Yoshie comenzó a caminar.

-Si...

-Creo que me corté con un tenedor... vamos a pedirle un poco de alcohol y cinta –dijo Haruka.

-Como quieras... aunque aquí traigo mi pañuelo.

-No quiero mancharlo... si no me corté puede ser la sangre de ese imbécil...

******

Rei suspiró satisfecha cuanto por fin pudo terminar de barrer, acomodó la escoba en una esquina de la pared y se acercó a un árbol para mirar alegre a Fobos y Dimos que volaban en círculos.

-Es una vista interesante –dijo alguien.

Rei volteó para ver a una mujer que la miraba con extraña atención. Su energía maligna la puso alerta y retrocedió un poco.

-Aquella persona que sea capaz de encerrar a Death Lady debe ser alguien que pueda sentir el peligro y tener el valor de enfrentarlo –recapacitó Madame Jun. –Tal vez alguien como tú.

-No sé de lo que hablas –dijo Rei.

-Por supuesto que no –aceptó Madame Jun. –Pero no te preocupes... pronto lo sabrás...

Después que Madame Jun recuperara su figura real concentró energía en ambas manos de un tenue color azul. Por supuesto que no esperaba que Rei se quedara en espera de que el rayo se impactara en su cuerpo, fue por eso que al tener el nivel suficiente dio un gran saltó aun con la energía y la liberó al frente.

El rayó pasó por un lado de la cabeza de Rei. La chica lo miró asombrada pensando que esa era su oportunidad de escapar, sin embargo cuando vio que el rayo se detenía bruscamente para girar varias veces en su mismo sitio se le ocurrió que lo mas seguro era transformarse y pelear.

Decidida sacó su cristal y enfrentó a Madame Jun, pero cuando estaba a punto de lograrlo vio cómo el rayo la rodeaba desde los pies hasta llegar a la altura del pecho y penetrar con violencia.

-No te preocupes querida –dijo Madame Jun al escuchar sus gritos -... pronto terminaremos.

Rei dejó caer el cristal y apretó los dientes, cuando abrió los ojos de nuevo pudo ver una esfera de color rojo... después perdió el conocimiento.

Madame Jun se acercó para averiguar si era esa la esfera correcta, pero justo cuando su mano estaba por tocarla un balazo de agua la alejó a una distancia considerable azotándola contra un árbol.

-Pero qué demonios... –masculló Madame Jun.

-Necesitas de un oponente que pueda defenderse –dijo una joven saliendo de entre las sombras. Estaba vestida de marinero en donde la combinación se hacía con el blanco y el negro. Era alta y delgada, su cabello lucía corto de un color azul marino al igual que sus ojos y sus labios estaban ligeramente coloreados de un bello tono rosa.

-¿Quién eres? –dijo Madame Jun molesta.

-Sailor Rain... Te recomiendo que te retires... no quiero hacerte daño.

Madame Jun lanzó un bufido furiosa y sin pensarlo dos veces lanzó repetidas veces una cantidad considerable de rayos contra Sailor Rain. Ésta los esquivó con suma facilidad mostrando una buena condición física. En el último de sus movimientos se apoyó contra la rama de un árbol después de hacer un salto y con ambas manos volvió a liberar un ataque que azotó de nueva cuenta a Madame Jun, esta vez contra una pared.

Sailor Rain usó la rama en la que estaba parada para impulsarse de nuevo contra Madame Jun. Puso los brazos al frente y se cubrió la cabeza para el impacto. Cuando Madame Jun vio esto se teletransportó fuera del alcance de la chica.

Sailor Rain extendió los brazos y con ellos se apoyó para caer correctamente en el suelo. Después miró a Madame Jun.

-Maldición ... ese no es el espíritu correcto –tras decir esto Madame Jun se retiró.

Sailor Rain suspiró y se dio la vuelta para ayudar a la chica que habían atacado. Cuando se acercó lo suficiente notó que no estaba sola, había dos personas más, dos guerreras.

-Déjame adivinar –dijo Sailor Uranus con ironía –Tu eres la tercera.

-¿Te han dejado tus compañeras? –preguntó Sailor Neptune con un poco mas de seriedad.

Sailor Rain no dijo nada. En vista de que esa chica estaba en buenas manos comenzó a caminar a la salida.

-Creo que no nos estas tomando en serio –gruño Sailor Uranus interponiéndose en su camino.

-No necesito hacerlo –respondió la chica sin perder la compostura –Ustedes no tienen nada que ver conmigo... lo mejor sería que no intervinieran.

-No puedes hacernos a un lado tan fácilmente –exclamó Sailor Uranus -¡Este es nuestro planeta!

Sailor Rain sonrió por eso.

-¿A qué viene eso? –preguntó divertida –¿Insinúas que no somos terrícolas?

Sailor Rain deseó no haber dicho esas palabras. En menos de cinco segundos tenía a la guerrera persiguiéndola mientras hacía lo posible por esquivar sus golpes. Al poco rato tuvo que saltar para alejarse de ella, cuando pensó que eso sería suficiente se llevó la sorpresa de su vida, Sailor Uranus aún estaba muy cerca.

-Eres rápida –admitió Sailor Rain –Pero yo sé como superar la velocidad.

La guerrera se impulsó con ambos pies y dio un salto que le permitió estar a las espaldas de Sailor Uranus, antes de que ésta reaccionara le sujetó el brazo y se lo dobló para inmovilizarla.

Sailor Neptune frunció el ceño y corrió para ayudar a su compañera.

-Lo mejor es que te quedes ahí –dijo Sailor Rain cuando la miró acercarse –Aunque sean guerreras sus cuerpos no soportarán una parte rota... No me obligues a lastimarla.

-Sé que podemos discutirlo sin violencia –dijo Sailor Neptune tras notar una mirada en Sailor Uranus.

Sailor Rain sonrió y soltó a la chica. Casi al instante aterrizó en el suelo. Sailor Uranus la había golpeado.

-Bueno... ahora puedes decirnos qué es lo que se proponen –dijo la guerrera rubia con poca paciencia.

Sailor Rain se levantó un poco y al separar su mano de la cara notó que el guante estaba teñido de rojo.

-Vaya que ustedes son de cuidado –dijo un poco molesta –Me alegra... eso significa que este planeta esta a salvo en sus manos... Pero entiéndalo de una buena vez... no están listas para esta clase de pelea... de nada sirve dar la vida si quieres continuar con la lucha.

Sailor Rain se levantó de manera violenta y esquivó otro golpe de la guerrera agachándose.

Aparentemente había caído de nuevo, pero para sorpresa de Sailor Neptune la chica usó las piernas para atrapar a la rubia y lanzarla contra unos arbustos que estaban cerca, después de eso saltó hacia la pared y trepó por ella para escapar.

-¿Estas bien? –preguntó Michiru ayudando a Sailor Uranus a levantarse. Ésta gruño y se sacudió las hojas secas. –Veo que no sufriste daño... aunque tal vez no pueda decir lo mismo de tu orgullo.

-Me pareció justo... es todo... No debí golpearla con engaños...

-No habrías podido hacerlo de otra forma –recapacitó Sailor Neptune con una ligera sonrisa llena de maldad.

-No es tan fuerte –insistió Uranus.

-Pero es muy hábil.

-¡Pues entonces ve y dícelo!

-¿Estas celosa?

-...

-Oh... vamos... te comportas como un malcriado... Sólo te puso en ridículo por un momento, para la próxima vez le ganarás...

-Pude ganarle hoy si hubiese recibido ayuda –replicó Haruka molesta.

-La verdad es que no me pareció tan mala –admitió Michiru.

-Más vale que recapacites...

-No necesito hacerlo –dijo la joven –Yo jamás te abandonaría, Uranus...

-Pues ya me estabas preocupando...

*******

Yoshie suspiró desalentada cuando vio que todos sus esfuerzos eran inútiles. Resignada se levantó de la silla de su escritorio y tomó un balón para recibir a las chicas.

-Buenas tardes maes... ¿Qué le pasó en la cara?

Yoshie se sonrojó y se cubrió una mejilla con la mano. No había bastado todo ese maquillaje para disimular el moretón que tenía en la mejilla, lo peor es que había tardado casi tres horas en tratar de bajar la hinchazón con un poco de hielo. Miró a Mina con una mueca y sonrió descubriéndose de nuevo el rostro.

-Esta es una prueba de que no debes meterte con Leo –dijo lamentándolo.

-¿La señorita Leo le pegó? –preguntó Mina escandalizada.

En ese momento iba entrando Leo acompañada de Ami.

-¿Que yo qué? –preguntó confundida hasta que descubrió el rostro de Yoshie y enrojeció con violencia. -¿Todavía te duele? –preguntó a Yoshie.

-Solo cuando me miró al espejo –dijo la joven.

-¿Golpeaste a la señorita Marshall? –preguntó Ami.

-¡Yo dije que no sabía jugar voli bol! –exclamó Leo apenada.

-¿Qué tiene que ver?

-Me pegó cuando intenté enseñarle a enviar un saque –Yoshie suspiró –Jamás intentaré apartarla de la gimnasia en mi vida.

Continuará...

Cierto, Kaly, el fic ya ha sido colocado varias veces en otras páginas... Y que bueno que te gustó. El encanto de este trabajo (en mi opinión) son precisamente las continuaciones. Besos.

Silver, gracias por leer, aquí tienes otro capitulo más, espero que te guste. Besos.