N/A: Konachiwa! Ari tiene una idea loca de nuevo. Bueno cualquiera halla
leído alguna historia mía ya sabe a que atenerse, Oocness, Parejas
Alternativas, Mundo alternativo. Oscura Melodía es mi primer intento de un
Dark fic, sean pacientes conmigo, ti?. Desde ya aviso que Kenshin
prácticamente no aparecerá en esta historia, pido disculpas a quienes
esperaban que si apareciera, no se enojen, xfa. Bueno, a la historia, y no
olviden dejarme un review por favor.
Disclaimers: afortunadamente para los personajes de Rurouni Kenshin todos ellos pertenecen a Watsuki-sama.
Oscura Melodía
Prologo:
"Lluvia de sangre"
Había sangre por todos lados, decorando las paredes como un horrible cuadro de muerte y destrucción. Una alta figura que emanaba autoridad miraba el lugar con fríos ojos grises, como analizando cada detalle de la masacre. Los cuerpos pertenecían, al parecer, unos a un grupo de ninjas y otros a policías de fuerzas especiales, la mayoría eran policías. Y a pesar de que algunos habían perdido hasta la última gota de sangre, había algunos, que al parecer habían rodeado algo estaban echados en suelo, mirando el trecho con una mirada horrorizada en sus ojos vidriosos.
-"Tantas molestias por una chiquilla"- dijo otro con el largo cabello rubio peinado de tal forma que recordaba a una escoba.
-"Ahou"- un escalofrío recorrió al rubio al escuchar la voz-"No es cualquier chiquilla"- expulsó una nube de humo al prender otro cigarrillo.- "En ella reside el futuro del mundo, idiota."- y luego dirigiendo su mirada dorada al alto hombre que aun analizaba sus alrededores- "Chico-ninja más vale que la traigas. Ya sabes lo que ocurrirá si la capturan"
-"Aa"- respondió dando la vuelta para dirigirse a la salida de la pequeña casa donde todo había acontecido.
-"¿Quieren decir que a pesar de todo esto, no la han atrapado?"- dijo estúpidamente Chou señalando a lo que alguna vez fue una pequeña sala de estar, ahora cubierta de muebles y cuerpos despedazados.
-"Ahou. Si la tuvieran hubieran dejado algún mensaje"- la mirada del lobo hizo que el alto rubio se encogiera un poco-"Si dices una sola estupidez más vas a desear no haber nacido"
-"H-hai"
-"Shinomori"- llamó Saito
Como respuesta Aoshi se detuvo antes cruzar el portal de la casa.
-"No seas muy duro con ella. Recuerda que la queremos de nuestro lado"- una mueca sarcástica se dibujó en su rostro agudo-"Y por lo que oí Kamiya tiene bastante temperamento"- como toda respuesta recibió una helada mirada y el avanzar de unos pasos casi inaudibles. La mueca se convirtió en una amplia sonrisa burlona 'veremos como te arreglas con esa pequeña tempestad que es la "salvación"' decía el lobo en su mente a la vez que volvía a aspirar otra bocanada de su preciada nicotina.
*-*-*
La lluvia abatía con fuerza empapándola, haciendo imposible ver hacía donde iba, pero eso no importaba, todo lo que quería era huir, dejar todo atrás. Gruesas lagrimas caían de enormes ojos cobalto, dejando un trazo en sus blancas mejillas. Una roca en el camino, invisible a causa de la lluvia, hizo que cayera al piso, su largo y oscuro cabello desparramándose a su alrededor. Sintió una presencia acercarse desde donde ella había huido y otras más oscuras desde el interior del parque en el que había caído. Por un instante consideró la idea de quedarse exactamente donde estaba, dejar que el que llegue primero haga lo que se antoje con ella. Pero luego recordó el rostro de su padre y un brillo de determinación brilló en su mirada azul. Se puso de píe, el agua había vuelto su camisa blanca de uniforme casi traslucida y su pequeña pollera roja se pegaba a sus muslos, con una blanca y pequeña mano mandó a un lado su largo cabello y se puso posición de combate, lista para cualquier cosa.
-"Si van a llevarme les va a costar unos cuantos huesos rotos"- dijo por lo bajo.
Los primeros en llegar fueron los que venían del parque, estaban vestido todos del mismo uniforme ninja negro con un cinturón amarillo y un dragón del mismo color en la espalda.
*-*-*
Desde la distancia en que estaba Aoshi pudo ver como la chiquilla llamada Kamiya, caía al piso, al parecer lista para aceptar su destino, y luego como si un rayo la hubiera recorrido, se puso de píe y mandando su oscura cabellera a un lado, se dispuso en pose de defensa. Vio también como el primer ninja se abalanzó hacia ella con una espada solo para ser despedido por una patada de fuerza tal que lo hizo volar hasta chocar contra un árbol, dejándolo inconsciente, 'y tal vez una que otra costilla rota' observó aunque sinceramente impresionado por el coraje de la muchacha, su mirada gris no reflejaba nada más que frialdad mientras se acercaba con pasos decididos a la escena donde la pequeña joven combatía ahora con tres ninjas.
*-*-*
'grandioso' pensó la joven con cierto tono sarcástico al sentir la misma presencia de antes aun más cerca. Quienquiera que fuera, era mucho más fuerte que todo el grupo de escoria que la estaba atacando ahora. No quería tener que volver a usar sus poderes, odiaba usarlos, y si podía arreglárselas sin ellos, mejor. Pero si esa presencia la atacaba, no tendría opción, aunque dudaba que pudiera con él en el estado de extenuación en que se encontraba su cuerpo.
-"Maldito lodo"- maldijo al caer en un charco por lo resbaloso del suelo combinado con sus mocasines.
Uno de los ninjas tomó esto como ventaja y se dispuso a cortarla en dos. Pero una kodachi se lo impidió, la fuerza del golpe lo hizo caer varios metros atrás. Pronto los ninjas quedaron reducidos a unos charcos de sangre. Kaoru levantó la vista para ver a quien la había salvado, el aliento se le fue cuando la alta figura dio vuelta y unos ojos azul hielo se encontraron con los suyos, fue como si el tiempo se detuviera. Con las gotas de lluvia teñidas de rojo por la sangre bañando la escena, el viento jugando tanto con el largo pelo de ella como con los oscuros mechones de él y su larga capa blanca.
Disclaimers: afortunadamente para los personajes de Rurouni Kenshin todos ellos pertenecen a Watsuki-sama.
Oscura Melodía
Prologo:
"Lluvia de sangre"
Había sangre por todos lados, decorando las paredes como un horrible cuadro de muerte y destrucción. Una alta figura que emanaba autoridad miraba el lugar con fríos ojos grises, como analizando cada detalle de la masacre. Los cuerpos pertenecían, al parecer, unos a un grupo de ninjas y otros a policías de fuerzas especiales, la mayoría eran policías. Y a pesar de que algunos habían perdido hasta la última gota de sangre, había algunos, que al parecer habían rodeado algo estaban echados en suelo, mirando el trecho con una mirada horrorizada en sus ojos vidriosos.
-"Tantas molestias por una chiquilla"- dijo otro con el largo cabello rubio peinado de tal forma que recordaba a una escoba.
-"Ahou"- un escalofrío recorrió al rubio al escuchar la voz-"No es cualquier chiquilla"- expulsó una nube de humo al prender otro cigarrillo.- "En ella reside el futuro del mundo, idiota."- y luego dirigiendo su mirada dorada al alto hombre que aun analizaba sus alrededores- "Chico-ninja más vale que la traigas. Ya sabes lo que ocurrirá si la capturan"
-"Aa"- respondió dando la vuelta para dirigirse a la salida de la pequeña casa donde todo había acontecido.
-"¿Quieren decir que a pesar de todo esto, no la han atrapado?"- dijo estúpidamente Chou señalando a lo que alguna vez fue una pequeña sala de estar, ahora cubierta de muebles y cuerpos despedazados.
-"Ahou. Si la tuvieran hubieran dejado algún mensaje"- la mirada del lobo hizo que el alto rubio se encogiera un poco-"Si dices una sola estupidez más vas a desear no haber nacido"
-"H-hai"
-"Shinomori"- llamó Saito
Como respuesta Aoshi se detuvo antes cruzar el portal de la casa.
-"No seas muy duro con ella. Recuerda que la queremos de nuestro lado"- una mueca sarcástica se dibujó en su rostro agudo-"Y por lo que oí Kamiya tiene bastante temperamento"- como toda respuesta recibió una helada mirada y el avanzar de unos pasos casi inaudibles. La mueca se convirtió en una amplia sonrisa burlona 'veremos como te arreglas con esa pequeña tempestad que es la "salvación"' decía el lobo en su mente a la vez que volvía a aspirar otra bocanada de su preciada nicotina.
*-*-*
La lluvia abatía con fuerza empapándola, haciendo imposible ver hacía donde iba, pero eso no importaba, todo lo que quería era huir, dejar todo atrás. Gruesas lagrimas caían de enormes ojos cobalto, dejando un trazo en sus blancas mejillas. Una roca en el camino, invisible a causa de la lluvia, hizo que cayera al piso, su largo y oscuro cabello desparramándose a su alrededor. Sintió una presencia acercarse desde donde ella había huido y otras más oscuras desde el interior del parque en el que había caído. Por un instante consideró la idea de quedarse exactamente donde estaba, dejar que el que llegue primero haga lo que se antoje con ella. Pero luego recordó el rostro de su padre y un brillo de determinación brilló en su mirada azul. Se puso de píe, el agua había vuelto su camisa blanca de uniforme casi traslucida y su pequeña pollera roja se pegaba a sus muslos, con una blanca y pequeña mano mandó a un lado su largo cabello y se puso posición de combate, lista para cualquier cosa.
-"Si van a llevarme les va a costar unos cuantos huesos rotos"- dijo por lo bajo.
Los primeros en llegar fueron los que venían del parque, estaban vestido todos del mismo uniforme ninja negro con un cinturón amarillo y un dragón del mismo color en la espalda.
*-*-*
Desde la distancia en que estaba Aoshi pudo ver como la chiquilla llamada Kamiya, caía al piso, al parecer lista para aceptar su destino, y luego como si un rayo la hubiera recorrido, se puso de píe y mandando su oscura cabellera a un lado, se dispuso en pose de defensa. Vio también como el primer ninja se abalanzó hacia ella con una espada solo para ser despedido por una patada de fuerza tal que lo hizo volar hasta chocar contra un árbol, dejándolo inconsciente, 'y tal vez una que otra costilla rota' observó aunque sinceramente impresionado por el coraje de la muchacha, su mirada gris no reflejaba nada más que frialdad mientras se acercaba con pasos decididos a la escena donde la pequeña joven combatía ahora con tres ninjas.
*-*-*
'grandioso' pensó la joven con cierto tono sarcástico al sentir la misma presencia de antes aun más cerca. Quienquiera que fuera, era mucho más fuerte que todo el grupo de escoria que la estaba atacando ahora. No quería tener que volver a usar sus poderes, odiaba usarlos, y si podía arreglárselas sin ellos, mejor. Pero si esa presencia la atacaba, no tendría opción, aunque dudaba que pudiera con él en el estado de extenuación en que se encontraba su cuerpo.
-"Maldito lodo"- maldijo al caer en un charco por lo resbaloso del suelo combinado con sus mocasines.
Uno de los ninjas tomó esto como ventaja y se dispuso a cortarla en dos. Pero una kodachi se lo impidió, la fuerza del golpe lo hizo caer varios metros atrás. Pronto los ninjas quedaron reducidos a unos charcos de sangre. Kaoru levantó la vista para ver a quien la había salvado, el aliento se le fue cuando la alta figura dio vuelta y unos ojos azul hielo se encontraron con los suyos, fue como si el tiempo se detuviera. Con las gotas de lluvia teñidas de rojo por la sangre bañando la escena, el viento jugando tanto con el largo pelo de ella como con los oscuros mechones de él y su larga capa blanca.
