Todos por Mimi
por: Alssus
Capítulo 1.- Un mal comienzo...
Mimi comienza lo que confía que será un buen año, despues de
varios años fuera de Japón. Lo que menos quería era que lo que
justamente le vino a pasar...
Lunes (se oye un gong)
Todos hablan animadamente, en el primer día en un colegio es
natural, todos cuentan un poco acerca de sus aventuras durante las
vacaciones.
Como es natural, el profesor llega temprano al primer día de
clases y se presenta. Después de unos minutos entra el director y le
informa de algo en voz baja. Después de un rápido saludo a los alumnos
se retira.
- Jóvenes, tenemos una nueva compañera en clase, ella es natural de
Japón y algunos seguramente ya la conocen, por que hace algunos años
estubo viviendo por aquí, se llama Mimi Tachikawa y se acaba de mudar
de los Estados Unidos.
El profesor para de hablar para echar un vistazo a sus jóvenes
alumnos, si, él lo ha sido, es el profesor más joven, y recuerda la
emoción de conocer una compañera nueva. Un algo en su vida como
estudiante se ha mantenido constante hasta que salió de la Universidad,
sus notas subían y bajaban, nunca se destacó por nada durante más de un
año, pero algo siempre estubo presente en su vida estudiantil, algo que
le trae bellos recuerdos a la mente. Siempre que llegaba una alumna
nueva a su clase era bonita, a veces extremadamente bonita, y eso hacía
que su vista se mantuviera en sus jovenes alumnos.
Por último, les echa un fugaz vistazo por última vez antes de
que su cabeza desaparezca por la puerta. Obedeciendo el llamado del
maestro aparece una bella joven con el cabello rosado, y el uniforme de
la escuela algo ajustado, la falda ligeramente más corta, unos ojos
grandes iluminados muy bien por el soleado patio que fuera de los
ventanales espera hasta el recreo; los mira durante un instante para
despues mirar el suelo. Es tan feo sentirse extraña... es peor sentirse
tan nerviosa.
- Jovenes saluden a la señorita Mimi- ordena el maestro mientras
permanece parado al lado de la joven con la mirada desplazándose
alternativamente entre chicas y chicos.
Pero la clase no parece haberse enterado de la orden del
maestro. Las chicas murmuran hasta por los codos mientras le dirigen
inquisitivas miradas, una que otra le sonríe al notar su mirada sobre
ella, otras simplemente le devuelven irreverentemente una descarada
mirada de desapruebo, mientras de nuevo se hunden en los cuchicheos,
que para ahora son una tempestad de murmullos, casi en voz alta.
- ... y nunca usaría ese color de cabello...
- ... ademas usa adornos en el cabello el primer día de clases...
Los chicos, por otro lado, guardarán los comentarios para mas
tarde. No pueden quitar los ojos de Mimi y escudriñan cada parte de su
cuerpo, miran sus largas y contorneadas piernas, se detienen a admirar
su estrecha cintura, su fina y delgada nariz, su deldago y agraciado
rostro, admiran con la boca abierta la armoniosa figura que delante de
ellos permanece con la cabeza abajo.
El profesor momentáneamente se ha olvidado de su orden y
examina con una gran sonrisa la cara de idiotas que sus alumnos tienen.
Es digna de una foto, piensa él. Si, es una bella estudiante, y dentro
de sí le desea mucha suerte, por que parece que no va a sobrevivir al
primer día...
- ... miren el largo de la falda... ¿se ha venido de Norteamérica o de
una discoteca?
- ¡Ella tiene derecho a vestirse como le dé la gana!- esa voz acalla
todas las voces del fondo y atrae la atención de algunas de adelante.
Mimi, que para ahora siente la frente pesada, el estómago
revuelto, y los párpados humedos, sube ligeramente la cabeza para ver a
quién pertenece esa voz con tanta autoridad...
¡Vaya es Sora!
- Si no las conociera diría que estais celosas y que sois unas
criticonas- Sora parece severa, pero a la vez parece estar regañando en
broma a las demas...
Ahora Mimi pasea su vista por la clase armándose de valor, y
logra distinguir a Taichi y a Yamato, que se sonrojan al sentir su
mirada sobre ellos.
El resto de los muchachos hacen lo mismo, aunque no por las
mismas razones.
Tanto Taichi como Yamato la conocen y la han visto hace apenas
unos meses, en el digimundo, pero no pueden evitarlo, a todo hombre le
llama la atención una muchacha tan bella...
- Vaya a tomar asiento señorita Tachikawa- dice el maestro,
reaccionando finalmente- jóvenes ¡por favor compórtense!
A lo que responden de manera tardía, pero finalmente, las voces
se acallan, los ojos se vuelven al pizarrón y la clase da comienzo.
Tanto Mimi como Koushiro han sido adelantados un curso, ella
por su conocimiento superior allá en Estados Unidos, y él, por ganar el
concurso de programación variada, Toyot-Son-Nintend-ayo.
Ahora todos, menos Joe, que está haciendo el primer año de
universidad, y Hikari con Takeru, que están tres cursos menos están en
el mismo curso. Dicen que no hay nada peor para una amistad que vivir
bajo un mismo techo, veamos si se aplica al techo de un aula.
-*-
Suena el timbre justo cuando Taichi esta por dormirse,
salvándolo de un castigo seguro, y decide salir, de mala gana, hasta
que recuerda la presencia de Mimi, "han de estar todos interrogándola
en el patio". Suponiendo eso Taichi sale apresuradamente.
En efecto, en una esquina del patio están Mimi, Sora y un grupo
de sus amigas, que gentílmente le sonrien a Mimi. Despues de un momento
una de las amigas de Sora llega corriendo, arrastrando del brazo a una
excompañera de curso de Mimi, que al verla enjuga una lágrima y la
abraza. La charla es corta, pero amena, después de un momento, la
atención sobre Mimi se vuelve difusa y, finalmente, las amigas de Sora
se van, conversando con una y otra persona, después de todo, es el
primer día y todo es nuevo en la secundaria de Hikari Gaoka.
Por fin el grupo de los antiguos elegidos se puede acercar a
Mimi. Taichi observa a Hikari correr hacia Mimi, mientras Takeru camina
detrás de ella sonriéndole a Mimi. Taichi llega, por fin, y detrás de
él llegan Joe, Koushiro y Yamato.
- Hikari, ¿qué haces aquí? se supone que debieras estan en la primaria
a estas horas- Taichi habla mientras se acerca.
- Ah, hermano, bueno, es que... no había clases en el primer periodo y
dijeron que los que desearan podían salir del colegio siempre y cuando
vuelvan antes de las 11...
Taichi observó con cuidado el rostro de Hikari, despues vió su
reloj pulsera, seguidamente volteó a ver el reloj del colegio, que
majestuosamente enseñaba la hora desde lo alto de una torre, y, un
poco irritado comenzó a hablar...
- Son las 11: 30- Taichi había madurado, todos lo sabían pero no se
podían todavía explicar el por qué de su enojo.
- Hikari solo quería ver a Mimi, cálmate Taichi...- Yamato había salido
en defensa de Hikari, pero se calló al ver que nadie parecia enojado,
todos habían entendido que Taichi no estaba realmente enojado, si no
con una enorme curiosidad por saber el por qué del comportamiento de su
hermana.
- Hikari, nunca habías salido de tu clase, menos el primer día, ¿por
qué?- Taichi ya no parecía enojado, si no muy intrigado, ahora ya no la
miraba, si no que miraba el cielo, con las manos relajadamente puestas
detras de la cabeza.
- Hermano, bueno, hoy no me sentía con ganas de esperar toda la mañana
al primer maestro, y, bueno, a Takeru alguien le dijo que en el curso
de su hermano había entrado una chica muy bonita llamada Mimi...
En cuanto dijo esas palabras, tanto Koushiro, Yamato, Taichi,
y, por extraño que parezca, Joe y Takeru, se sonrojaron, mientras
decían:
- Ehh... si, eso dijeron... el resto... si... tienen razón...
Un montón de pausados y nerviosos comentarios salieron de la
boca de cada uno, e inmediatamente Hikari volteó a ver a Sora, que
ahora miraba con la cara un poco intranquila la forma en la que el
rubor en las mejillas de Taichi se acrecentaba cada vez mas...
- Si... chicos, cambiando de tema, ¿como te fue en Estados Unidos?-
ahora era Sora la que tenía el rubor, al notar que el resto de los
chicos la miraban extrañados por cortar de manera tan abrupta todo.
A Koushiro le pareció que Sora lo hizo por que estaba celosa,
él se había dado cuenta que a Sora Taichi le importaba más que el
resto...
- Bueno, es un país muy diferente al nuestro, creo que hay muchas cosas
que tendríamos que aprender de ellos, pero creo que hay muchas cosas
que ellos tienen que aprender de nosotros...
A Mimi se le notaba la alegría, tenía tanto que hablar, con
Sora, con los chicos, con Kari, tanto... Por otro lado, los chicos
tambien querían hablar con ella, cada uno por su lado...
-*-
El martes fué un día mejor, por que Mimi ya se había habituado
otra vez a sus amigas, Sora le ayudaba en lo que podía, y los muchachos
la engreían con atenciones.
Miercoles (otro gong)
- Mimi!- Taichi susurraba lo mas fuerte que podía, sin que el resto
notara que hablaba. Un par dió vuelta al escuchar la voz de Taichi, y,
él, aprovechando que ellos se sentaban cerca de ella, les indicó que le
pasaran una nota...
- Mimi, esto es para ti... te lo manda Yagami- una chica de cabellos
negros hablaba en voz baja a Mimi mientras le pasaba por debajo del
banco una nota doblada hasta el máximo, tanto que parecía un pequeño
cubo.
- Gracias, Rika- Mimi agradeció a la joven de cabellos negros, mientras
volteaba suavemente atrás para ver a Taichi, que la saludaba por debajo
de la mesa, mientras le hacía señas para que lo lea mas tarde.
El timbre suena, y su eco resuena durante un instante, hasta
que el profesor deja de escribir y voltea dando por terminada la clase
entregando una práctica al alumno que tenía mas cerca; todos salen al
descanso.
Mimi sale del aula sin esperar a Sora, cosa rara, y, mientras
camina por los pasillos, desdobla la nota que le mandó Taichi. Algo le
decía que no debía abrirla delante de Sora, el mismo algo que le decía
que Sora sentía algo por Taichi.
A Mimi le cuesta un poco distinguir la letra de Taichi en las
primeras líneas, porque el papel estaba muy doblado de esa parte. Por
fin logra distinguir, y, entrando en el baño de las chicas, se apoya en
la pared para leer.
"Mimi, ¿no te he dicho lo bella que te has puesto?, bueno, si
no, te lo digo ahora.
"Tengo un amigo que vende entradas para el cine, pero me dijo
que no me regalaría mas que unas cuantas. Como no quiero perder su
amistad, nunca les he dicho a los demás, pues lo harían despedir (por
dejar el cine en banca rota...). Te ruego que aceptes ir conmigo este
sábado, espero que tu respuesta sea afirmativa, si no, no importa, otro
día sera...
"He oído algo muy raro de Yamato, el otro día su amigo me dijo
que le gusta Hikari, pero que le dá verguenza decirme, no se que
pensar, pero de todos modos voy a dejar que Hikari decida.
"No he podido contarte todo esto delante de los demás porque me
da verguenza... ¿sabes? contigo me siento tranquilo, sé que sabes
guardar un secreto, y eso es muy lindo de tu parte, siempre te estuve
muy agradecido por callar mis miedos que te confesé en el digimundo,
nadie hubiese tenido mas confianza en mí si se hubiesen enterado.
"Creo que ya se hizo largo, espero tu respuesta.
Taichi".
Mimi no sabía que decir. Por un lado sabía, si, ahora estaba
segura, que Taichi quería algo con ella, por otro, las sospechas sobre
Sora, ¿qué haría? no sabía que decir, por otro lado a ella también le
interesaba Taichi...
Con esas dudas, Mimi salió del baño lentamente.
En la puerta la esperaba Joe, que inmediatamente salió se le
acercó hablando animadamente, aunque luciendo un poco nervioso.
- Mimi, ¿no quieres algo?, hoy me pagaron y pensaba compartirlo...
- ¿Tienes trabajo?- Mimi parecía un poco asustada por la oferta de Joe,
aunque decidió aceptar con la cabeza mientras le preguntaba.
- Si, ya van a ser tres meses que soy instructor de primeros auxilios
en la cruz roja, ¿sabes que casi todo lo practiqué en el digimundo?
- Si, sin tu ayuda nunca hubiesemos ayudado al pobre de Ogremon- Mimi
comía mientras Joe hablaba con una sonrisa en los labios, mientras sus
ojos se mantenían fijos en los de Mimi casi todo el tiempo, ya que de
vez en cuando escudriñaba el patio, seguramente buscando a los otros, o
eso penso Mimi- si quieres vamos a buscarlos...- dijo Mimi, que despues
volvió a comer del emparedado.
- No, no hace falta, lo que pasa es que los muchachos son unos
glotones, y si se enteran que me pagaron...
- No hace falta que hablen mal de ustedes...- Mimi pensaba en voz alta,
era la segunda vez en el día que oía a uno de los muchachos hablar mal
del resto, ¿qué estaba pasándoles?
Taichi distinguió desde el balcón del primer piso a Mimi y a
Joe. Decidió, después de dudar un poco, bajar a hablar con Joe, él
comprendería...
Joe distinguió a Taichi, que descendía con paso acelerado y con
la vista fija en ellos. No había duda a donde se dirigía.
- Hola, Mimi, Joe, ¿puedo hablar contigo un momento?, a solas...
Taichi y Joe fueron a sentarse a lado de la fuente. Joe no
tenía clases en la universidad el lunes por la mañana, y había sacado
la mañana libre para pasársela en su excolegio... ¿pero el miercoles?
- Dime Taichi, ¿que deseas?
Joe sabía, pero intentaba mirar lo más inocentemente posible a
Taichi. Taichi, por su lado, tomó aire, como quien se sumerge bajo el
agua, y comenzo un poco lento.
- Joe, tengo algo que decirte y un favor que pedirte- Taichi suspiró y
miró a Joe, que le devolvía la mirada.
- Si, dime lo que quieras Taichi, somos amigos...- a Joe la frase "ni
lo pienses" le rondaba la cabeza, le empujaba en la lengua, pero tenía
que aguantar, no podiá decirlo sin que estuviera seguro de sus
sospechas...
- Joe, mira, voy a ser rápido por que así es mejor, Mimi me gusta, y me
he propuesto conquistarla.- Taichi hizo una corta pausa para asegurarse
que Joe lo escuchaba- Me he dado cuenta que tú también estas interesado
en ella, pero te quería pedir que por favor...
- Taichi, por favor, te quería pedir que te olvides de ella, no es que
quiera herirte, pero quisiera que la dejaras... de verdad me gusta...
Ahora Joe y Taichi miraban al frente, con los ceños fruncidos,
miraban algún punto perdido. Después de escuchar lo que cada uno había
dicho sobre Mimi, ambos tenían una sonrisa maliciosa, y ambos ahora
paseaban la vista por todo lado, pero evitando el encuentro de sus
miradas. Casi al mismo tiempo, mientras relajadamente Taichi ponía la
mano en la espalda de Joe, ambos dijeron:
- La próxima sera...- ambos oyeron lo que el otro dijo, pero no se
detuvieron hasta que terminaron de decir la frase.
Se miraron irritados ¿por quién lo tomaba?, no puedo dejar de
lado a una chica tan bella solo por hacerle el favor a este
aprovechado. ¿Qué cree que le voy a hacer caso?. Por las cabezas de
ambos pasaban estos pensamientos, mientras a los dos se les borraban
las sonrisas de los labios.
Taichi pensaba en darle un golpe a Joe, pero Joe lo hizo
primero. No hacía falta nada más. Ahora ambos sabían lo que tenían que
hacer. Y no es que fueran enemigos, sino rivales. No les hacía falta
palabras para saber que ahora estaban en concurso, y que no recibirían
compasión ni tregua de su contrincante.
Mimi los miró desde el balcón, mientras regresaba al aula, y
rápidamente les gritó. Descendió para parar su pelea, mientras llamaba
a Sora.
¡Todo en menos de tres días!, ¡todo por ella!. Definitivamente,
este había sido un mal comienzo para Mimi.
_______________________________________________________________________
¿Comentarios? ¿Críticas?, ¿Algo?, Servicio al lector al correo
eléctrónico: alssus@hotmail.com
Espero que les haya gustado, el segundo capítulo no tarda en
salir.
Me despido:
Alssus the unmaker (Alvaro Sanchez)
por: Alssus
Capítulo 1.- Un mal comienzo...
Mimi comienza lo que confía que será un buen año, despues de
varios años fuera de Japón. Lo que menos quería era que lo que
justamente le vino a pasar...
Lunes (se oye un gong)
Todos hablan animadamente, en el primer día en un colegio es
natural, todos cuentan un poco acerca de sus aventuras durante las
vacaciones.
Como es natural, el profesor llega temprano al primer día de
clases y se presenta. Después de unos minutos entra el director y le
informa de algo en voz baja. Después de un rápido saludo a los alumnos
se retira.
- Jóvenes, tenemos una nueva compañera en clase, ella es natural de
Japón y algunos seguramente ya la conocen, por que hace algunos años
estubo viviendo por aquí, se llama Mimi Tachikawa y se acaba de mudar
de los Estados Unidos.
El profesor para de hablar para echar un vistazo a sus jóvenes
alumnos, si, él lo ha sido, es el profesor más joven, y recuerda la
emoción de conocer una compañera nueva. Un algo en su vida como
estudiante se ha mantenido constante hasta que salió de la Universidad,
sus notas subían y bajaban, nunca se destacó por nada durante más de un
año, pero algo siempre estubo presente en su vida estudiantil, algo que
le trae bellos recuerdos a la mente. Siempre que llegaba una alumna
nueva a su clase era bonita, a veces extremadamente bonita, y eso hacía
que su vista se mantuviera en sus jovenes alumnos.
Por último, les echa un fugaz vistazo por última vez antes de
que su cabeza desaparezca por la puerta. Obedeciendo el llamado del
maestro aparece una bella joven con el cabello rosado, y el uniforme de
la escuela algo ajustado, la falda ligeramente más corta, unos ojos
grandes iluminados muy bien por el soleado patio que fuera de los
ventanales espera hasta el recreo; los mira durante un instante para
despues mirar el suelo. Es tan feo sentirse extraña... es peor sentirse
tan nerviosa.
- Jovenes saluden a la señorita Mimi- ordena el maestro mientras
permanece parado al lado de la joven con la mirada desplazándose
alternativamente entre chicas y chicos.
Pero la clase no parece haberse enterado de la orden del
maestro. Las chicas murmuran hasta por los codos mientras le dirigen
inquisitivas miradas, una que otra le sonríe al notar su mirada sobre
ella, otras simplemente le devuelven irreverentemente una descarada
mirada de desapruebo, mientras de nuevo se hunden en los cuchicheos,
que para ahora son una tempestad de murmullos, casi en voz alta.
- ... y nunca usaría ese color de cabello...
- ... ademas usa adornos en el cabello el primer día de clases...
Los chicos, por otro lado, guardarán los comentarios para mas
tarde. No pueden quitar los ojos de Mimi y escudriñan cada parte de su
cuerpo, miran sus largas y contorneadas piernas, se detienen a admirar
su estrecha cintura, su fina y delgada nariz, su deldago y agraciado
rostro, admiran con la boca abierta la armoniosa figura que delante de
ellos permanece con la cabeza abajo.
El profesor momentáneamente se ha olvidado de su orden y
examina con una gran sonrisa la cara de idiotas que sus alumnos tienen.
Es digna de una foto, piensa él. Si, es una bella estudiante, y dentro
de sí le desea mucha suerte, por que parece que no va a sobrevivir al
primer día...
- ... miren el largo de la falda... ¿se ha venido de Norteamérica o de
una discoteca?
- ¡Ella tiene derecho a vestirse como le dé la gana!- esa voz acalla
todas las voces del fondo y atrae la atención de algunas de adelante.
Mimi, que para ahora siente la frente pesada, el estómago
revuelto, y los párpados humedos, sube ligeramente la cabeza para ver a
quién pertenece esa voz con tanta autoridad...
¡Vaya es Sora!
- Si no las conociera diría que estais celosas y que sois unas
criticonas- Sora parece severa, pero a la vez parece estar regañando en
broma a las demas...
Ahora Mimi pasea su vista por la clase armándose de valor, y
logra distinguir a Taichi y a Yamato, que se sonrojan al sentir su
mirada sobre ellos.
El resto de los muchachos hacen lo mismo, aunque no por las
mismas razones.
Tanto Taichi como Yamato la conocen y la han visto hace apenas
unos meses, en el digimundo, pero no pueden evitarlo, a todo hombre le
llama la atención una muchacha tan bella...
- Vaya a tomar asiento señorita Tachikawa- dice el maestro,
reaccionando finalmente- jóvenes ¡por favor compórtense!
A lo que responden de manera tardía, pero finalmente, las voces
se acallan, los ojos se vuelven al pizarrón y la clase da comienzo.
Tanto Mimi como Koushiro han sido adelantados un curso, ella
por su conocimiento superior allá en Estados Unidos, y él, por ganar el
concurso de programación variada, Toyot-Son-Nintend-ayo.
Ahora todos, menos Joe, que está haciendo el primer año de
universidad, y Hikari con Takeru, que están tres cursos menos están en
el mismo curso. Dicen que no hay nada peor para una amistad que vivir
bajo un mismo techo, veamos si se aplica al techo de un aula.
-*-
Suena el timbre justo cuando Taichi esta por dormirse,
salvándolo de un castigo seguro, y decide salir, de mala gana, hasta
que recuerda la presencia de Mimi, "han de estar todos interrogándola
en el patio". Suponiendo eso Taichi sale apresuradamente.
En efecto, en una esquina del patio están Mimi, Sora y un grupo
de sus amigas, que gentílmente le sonrien a Mimi. Despues de un momento
una de las amigas de Sora llega corriendo, arrastrando del brazo a una
excompañera de curso de Mimi, que al verla enjuga una lágrima y la
abraza. La charla es corta, pero amena, después de un momento, la
atención sobre Mimi se vuelve difusa y, finalmente, las amigas de Sora
se van, conversando con una y otra persona, después de todo, es el
primer día y todo es nuevo en la secundaria de Hikari Gaoka.
Por fin el grupo de los antiguos elegidos se puede acercar a
Mimi. Taichi observa a Hikari correr hacia Mimi, mientras Takeru camina
detrás de ella sonriéndole a Mimi. Taichi llega, por fin, y detrás de
él llegan Joe, Koushiro y Yamato.
- Hikari, ¿qué haces aquí? se supone que debieras estan en la primaria
a estas horas- Taichi habla mientras se acerca.
- Ah, hermano, bueno, es que... no había clases en el primer periodo y
dijeron que los que desearan podían salir del colegio siempre y cuando
vuelvan antes de las 11...
Taichi observó con cuidado el rostro de Hikari, despues vió su
reloj pulsera, seguidamente volteó a ver el reloj del colegio, que
majestuosamente enseñaba la hora desde lo alto de una torre, y, un
poco irritado comenzó a hablar...
- Son las 11: 30- Taichi había madurado, todos lo sabían pero no se
podían todavía explicar el por qué de su enojo.
- Hikari solo quería ver a Mimi, cálmate Taichi...- Yamato había salido
en defensa de Hikari, pero se calló al ver que nadie parecia enojado,
todos habían entendido que Taichi no estaba realmente enojado, si no
con una enorme curiosidad por saber el por qué del comportamiento de su
hermana.
- Hikari, nunca habías salido de tu clase, menos el primer día, ¿por
qué?- Taichi ya no parecía enojado, si no muy intrigado, ahora ya no la
miraba, si no que miraba el cielo, con las manos relajadamente puestas
detras de la cabeza.
- Hermano, bueno, hoy no me sentía con ganas de esperar toda la mañana
al primer maestro, y, bueno, a Takeru alguien le dijo que en el curso
de su hermano había entrado una chica muy bonita llamada Mimi...
En cuanto dijo esas palabras, tanto Koushiro, Yamato, Taichi,
y, por extraño que parezca, Joe y Takeru, se sonrojaron, mientras
decían:
- Ehh... si, eso dijeron... el resto... si... tienen razón...
Un montón de pausados y nerviosos comentarios salieron de la
boca de cada uno, e inmediatamente Hikari volteó a ver a Sora, que
ahora miraba con la cara un poco intranquila la forma en la que el
rubor en las mejillas de Taichi se acrecentaba cada vez mas...
- Si... chicos, cambiando de tema, ¿como te fue en Estados Unidos?-
ahora era Sora la que tenía el rubor, al notar que el resto de los
chicos la miraban extrañados por cortar de manera tan abrupta todo.
A Koushiro le pareció que Sora lo hizo por que estaba celosa,
él se había dado cuenta que a Sora Taichi le importaba más que el
resto...
- Bueno, es un país muy diferente al nuestro, creo que hay muchas cosas
que tendríamos que aprender de ellos, pero creo que hay muchas cosas
que ellos tienen que aprender de nosotros...
A Mimi se le notaba la alegría, tenía tanto que hablar, con
Sora, con los chicos, con Kari, tanto... Por otro lado, los chicos
tambien querían hablar con ella, cada uno por su lado...
-*-
El martes fué un día mejor, por que Mimi ya se había habituado
otra vez a sus amigas, Sora le ayudaba en lo que podía, y los muchachos
la engreían con atenciones.
Miercoles (otro gong)
- Mimi!- Taichi susurraba lo mas fuerte que podía, sin que el resto
notara que hablaba. Un par dió vuelta al escuchar la voz de Taichi, y,
él, aprovechando que ellos se sentaban cerca de ella, les indicó que le
pasaran una nota...
- Mimi, esto es para ti... te lo manda Yagami- una chica de cabellos
negros hablaba en voz baja a Mimi mientras le pasaba por debajo del
banco una nota doblada hasta el máximo, tanto que parecía un pequeño
cubo.
- Gracias, Rika- Mimi agradeció a la joven de cabellos negros, mientras
volteaba suavemente atrás para ver a Taichi, que la saludaba por debajo
de la mesa, mientras le hacía señas para que lo lea mas tarde.
El timbre suena, y su eco resuena durante un instante, hasta
que el profesor deja de escribir y voltea dando por terminada la clase
entregando una práctica al alumno que tenía mas cerca; todos salen al
descanso.
Mimi sale del aula sin esperar a Sora, cosa rara, y, mientras
camina por los pasillos, desdobla la nota que le mandó Taichi. Algo le
decía que no debía abrirla delante de Sora, el mismo algo que le decía
que Sora sentía algo por Taichi.
A Mimi le cuesta un poco distinguir la letra de Taichi en las
primeras líneas, porque el papel estaba muy doblado de esa parte. Por
fin logra distinguir, y, entrando en el baño de las chicas, se apoya en
la pared para leer.
"Mimi, ¿no te he dicho lo bella que te has puesto?, bueno, si
no, te lo digo ahora.
"Tengo un amigo que vende entradas para el cine, pero me dijo
que no me regalaría mas que unas cuantas. Como no quiero perder su
amistad, nunca les he dicho a los demás, pues lo harían despedir (por
dejar el cine en banca rota...). Te ruego que aceptes ir conmigo este
sábado, espero que tu respuesta sea afirmativa, si no, no importa, otro
día sera...
"He oído algo muy raro de Yamato, el otro día su amigo me dijo
que le gusta Hikari, pero que le dá verguenza decirme, no se que
pensar, pero de todos modos voy a dejar que Hikari decida.
"No he podido contarte todo esto delante de los demás porque me
da verguenza... ¿sabes? contigo me siento tranquilo, sé que sabes
guardar un secreto, y eso es muy lindo de tu parte, siempre te estuve
muy agradecido por callar mis miedos que te confesé en el digimundo,
nadie hubiese tenido mas confianza en mí si se hubiesen enterado.
"Creo que ya se hizo largo, espero tu respuesta.
Taichi".
Mimi no sabía que decir. Por un lado sabía, si, ahora estaba
segura, que Taichi quería algo con ella, por otro, las sospechas sobre
Sora, ¿qué haría? no sabía que decir, por otro lado a ella también le
interesaba Taichi...
Con esas dudas, Mimi salió del baño lentamente.
En la puerta la esperaba Joe, que inmediatamente salió se le
acercó hablando animadamente, aunque luciendo un poco nervioso.
- Mimi, ¿no quieres algo?, hoy me pagaron y pensaba compartirlo...
- ¿Tienes trabajo?- Mimi parecía un poco asustada por la oferta de Joe,
aunque decidió aceptar con la cabeza mientras le preguntaba.
- Si, ya van a ser tres meses que soy instructor de primeros auxilios
en la cruz roja, ¿sabes que casi todo lo practiqué en el digimundo?
- Si, sin tu ayuda nunca hubiesemos ayudado al pobre de Ogremon- Mimi
comía mientras Joe hablaba con una sonrisa en los labios, mientras sus
ojos se mantenían fijos en los de Mimi casi todo el tiempo, ya que de
vez en cuando escudriñaba el patio, seguramente buscando a los otros, o
eso penso Mimi- si quieres vamos a buscarlos...- dijo Mimi, que despues
volvió a comer del emparedado.
- No, no hace falta, lo que pasa es que los muchachos son unos
glotones, y si se enteran que me pagaron...
- No hace falta que hablen mal de ustedes...- Mimi pensaba en voz alta,
era la segunda vez en el día que oía a uno de los muchachos hablar mal
del resto, ¿qué estaba pasándoles?
Taichi distinguió desde el balcón del primer piso a Mimi y a
Joe. Decidió, después de dudar un poco, bajar a hablar con Joe, él
comprendería...
Joe distinguió a Taichi, que descendía con paso acelerado y con
la vista fija en ellos. No había duda a donde se dirigía.
- Hola, Mimi, Joe, ¿puedo hablar contigo un momento?, a solas...
Taichi y Joe fueron a sentarse a lado de la fuente. Joe no
tenía clases en la universidad el lunes por la mañana, y había sacado
la mañana libre para pasársela en su excolegio... ¿pero el miercoles?
- Dime Taichi, ¿que deseas?
Joe sabía, pero intentaba mirar lo más inocentemente posible a
Taichi. Taichi, por su lado, tomó aire, como quien se sumerge bajo el
agua, y comenzo un poco lento.
- Joe, tengo algo que decirte y un favor que pedirte- Taichi suspiró y
miró a Joe, que le devolvía la mirada.
- Si, dime lo que quieras Taichi, somos amigos...- a Joe la frase "ni
lo pienses" le rondaba la cabeza, le empujaba en la lengua, pero tenía
que aguantar, no podiá decirlo sin que estuviera seguro de sus
sospechas...
- Joe, mira, voy a ser rápido por que así es mejor, Mimi me gusta, y me
he propuesto conquistarla.- Taichi hizo una corta pausa para asegurarse
que Joe lo escuchaba- Me he dado cuenta que tú también estas interesado
en ella, pero te quería pedir que por favor...
- Taichi, por favor, te quería pedir que te olvides de ella, no es que
quiera herirte, pero quisiera que la dejaras... de verdad me gusta...
Ahora Joe y Taichi miraban al frente, con los ceños fruncidos,
miraban algún punto perdido. Después de escuchar lo que cada uno había
dicho sobre Mimi, ambos tenían una sonrisa maliciosa, y ambos ahora
paseaban la vista por todo lado, pero evitando el encuentro de sus
miradas. Casi al mismo tiempo, mientras relajadamente Taichi ponía la
mano en la espalda de Joe, ambos dijeron:
- La próxima sera...- ambos oyeron lo que el otro dijo, pero no se
detuvieron hasta que terminaron de decir la frase.
Se miraron irritados ¿por quién lo tomaba?, no puedo dejar de
lado a una chica tan bella solo por hacerle el favor a este
aprovechado. ¿Qué cree que le voy a hacer caso?. Por las cabezas de
ambos pasaban estos pensamientos, mientras a los dos se les borraban
las sonrisas de los labios.
Taichi pensaba en darle un golpe a Joe, pero Joe lo hizo
primero. No hacía falta nada más. Ahora ambos sabían lo que tenían que
hacer. Y no es que fueran enemigos, sino rivales. No les hacía falta
palabras para saber que ahora estaban en concurso, y que no recibirían
compasión ni tregua de su contrincante.
Mimi los miró desde el balcón, mientras regresaba al aula, y
rápidamente les gritó. Descendió para parar su pelea, mientras llamaba
a Sora.
¡Todo en menos de tres días!, ¡todo por ella!. Definitivamente,
este había sido un mal comienzo para Mimi.
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¿Comentarios? ¿Críticas?, ¿Algo?, Servicio al lector al correo
eléctrónico: alssus@hotmail.com
Espero que les haya gustado, el segundo capítulo no tarda en
salir.
Me despido:
Alssus the unmaker (Alvaro Sanchez)
