Todos por Mimi
por: Alssus
Capítulo 3.- Cita con Mimi
Después de excusarse con la profesora sobre el trabajo de
geografía, Takeru es castigado durante el recreo, pero no parece
importarle mucho.
- Debo estar en casa temprano, tengo que estar listo, hoy no me puede
salir mal.
Mientras, en la secundaria unas cuadras arriba, Mimi está algo
nerviosa y distraída.
- ¿Como pude decirle que sí a la primera?- pensaba- no creo que esto
vaya a marchar, no solo es menor que yo, además es hermano de Yamato,
todos se han de enterar...- Mimi suspiraba de vez en cuando por que se
había dado cuenta de algo, bueno, en realidad no se había dado cuenta
de algo, y eso la inquietaba: sentía algo por alguien, pero no sabía
qué ni por quién.
Fácilmente podría decirse que estaba enamorada, pero no era
cierto. No sentía ese "algo" que el amor produce, para comenzar, en
realidad sentía un extraño dolor en el pecho, como una suave presión
que la acompañaba todo el tiempo, y algo de confusión. No, mucha
confusión.
- Mimi, ¿estás bien?- Sora le dirigía una curiosa mirada.
- Si, no es nada, no te preocupes- Mimi seguía con la expresión
distraída, pero sonreía amablemente, mientras se alejaba un poco de
Sora- tengo que ir al baño.
- ¿Como me vestiré esta noche?- alejaba el remolino de pensamientos de
su cabeza con una pregunta casual.
Por la tarde Yamato y Takeru estaban listos, pero nerviosos.
- ¿Vas a ir a la fuente de sodas?- pregunta Takeru, mientras limpia uno
de sus calzados.
- Si, iré a la fuente del centro, la que está al lado del Electro
Store- responde Yamato, mientras juguetea con el control remoto, al
parecer, ya tiene todo listo.
- Ajá...- dice Takeru mientras sujeta con la boca los cordones de uno
de sus zapatos- ¿y con quién?
- Con...- Yamato duda un poco, pero piensa que, si no le dice, Takeru
podría investigar- Hikari- musita en voz baja.
- ¿Con quién?- responde Takeru, pues ha alcanzado a oír un poco.
- Es hora de darme una ducha- anuncia Yamato por toda respuesta, y
finge no haber escuchado nada.
- Hum... Yamato no quiere que sepa con quién va a ir... mejor no le
insisto, o va a preguntar con quién voy a salir yo...- Takeru termina
con sus zapatos, y se pone a ver la televisión echado sobre el sofá.
- A propósito, Takeru, ¿con quién vas a ir?- le dice Yamato unos
minutos después saliendo de la ducha y secándose con una toalla.
- Eh... dime tu primero- le responde nerviosamente Takeru, aunque
sonríe intentando mostrarse retador.
- No, porque ya te respondí, si no me escuchaste es muy distinto, así
que dime- le responde algo intranquilo Yamato.
- Ok, te lo voy a decir, pero me tendrás que decir claramente con quién
vas a salir después que te lo diga- le responde un poco serio. Yamato
le sostiene la mirada un momento, con los ojos llenos de duda.
- Si, si lo quieres saber tanto, te lo voy a decir- Yamato traga un
poco de saliva, que ahora parece estar escaseando en su boca, y, sin
esperar a que su hermano hable responde- voy a salir con Hikari Yagami.
- ¿Hikari? ¿vas a salir con Hikari?, ¿ahora a quién pretendes darle
celos Yamato?- exclama Takeru, sin salir de la sorpresa.
- No, Hikari de verdad me gusta, es más...- Yamato calla y mira a un
costado por un instante, para después responder- ¿y tu?
- Voy a Salir con Mimi Tachikawa- le responde Takeru, sintiéndose algo
más seguro, ahora que su hermano ya le ha confiado lo suyo.
- Vaya...- Yamato no parece tan sorprendido como Takeru, aunque le
sorprenden un poco las extrañas actitudes de su joven compañera de
curso- que Joe y Taichi no se enteren...te van a golpear.
- ¿Qué? ¿A mí? Yo no sabía que Joe y Taichi estaban interesados en
Mimi- responde Takeru, mientras se pone de nuevo tenso. Dirige un
rápido vistazo al reloj de pared, son casi las seis.
- No solo ellos, debes tener cuidado, Takeru, no creo que te golpeen,
ahora que lo pienso mejor, pero tengo por seguro que te van a pedir que
la dejes en cuanto se enteren- Yamato contesta con seriedad a la vez
que vuelca la cabeza para comprobar la hora, imitando a su hermano.
- ¿Quién más está detrás de Mimi?- pregunta Takeru sintiéndose de nuevo
un niño desprotegido en un vasto paisaje, un recuerdo del digimundo le
relampaguea en la mente- ¿Koushiro también?
- Y Kenta, y Shiratsuki, creo que Takahashi, y hasta el profesor
Matsumoto parece haber puesto los ojos en ella... tal vez no estés a la
altura de este reto...- Yamato se acerca a Takeru y alcanza a poner la
mano suavemente sobre el hombro de su hermano.
- No, no lo estoy, pero tal vez Mimi tampoco, tal vez Mimi tampoco-
repite mientras desaparece detrás de una puerta.
- Tienes miedo, hermano- se dice Yamato mientras se peina un poco con
la mano.
- ¡Me avisas cuando sean las seis con quince!- se escucha.
- ¡Si!- responde Yamato.
Mientras en la casa Takaishi los hermanos ya están listos, en
la casa Yagami la situación es algo diferente.
- ¿Que vas a salir con quién?- Taichi no sale de su sorpresa.
- Si, pero no se lo digas a mamá- dice Hikari- no le gusta que salga
con personas mayores.
- No es tan mayor, si lo piensas bien- dice Taichi mientras observa por
la ventana un momento en silencio.
- No, pero me gana por tres cursos, eso le dirá demasiado a mamá-
responde Hikari.
- De todos modos, me cuentas todo lo que pase ¿ok?- dice, sonriendo
amablemente.
- No sé por qué, pero lo haré- Hikari parece ahora un poco más
tranquila.
Taichi no desconfía de Yamato, pues no tiene razón para
hacerlo, en realidad es un buen muchacho, y un confiable amigo, sin
embargo repentinamente él se ha convertido en el guardián de su
hermana, y es una tarea sagrada.
Takeru Takaishi sale disparado hacia la casa de Mimi a las seis
con veinte, y Yamato Ishida sale un poco más tranquilo unos minutos
después.
La noche es tranquila, y unas ligeras nubes flotan, escapando
de los últimos rayos del sol hacia el este, mientras la ciudad nocturna
despierta inquieta a una nueva jornada. Por todas partes puede verse
negocios encendiendo letreros luminosos, y sorpresivamente, desde la
lejanía, la ciudad parece encenderse con un tímido fuego multicolor.
Takeru llega temprano a la casa de Mimi, seis con cuarenta, y
aún unos menguantes y suaves rayos carmesí rozan el techo de la casa
Tachikawa, que refulge suavemente entre dos edificios de colores
apagados. Takeru piensa que tal vez esta es una señal.
- Buenas tardes- dice, cuando le abren la puerta unos minutos después-
¿está Mimi?
- ¡Tú debes ser la cita de Mimi!- exclama una voz desde el fondo.
De un salón que se oculta parcialmente a la derecha de la
entrada aparece una chica joven. Sus cabellos rubios le caen
elegantemente sobre los hombros, y apenas y los sobrepasan, para
terminar suavemente ondulados un poco más abajo. Está vestida con una
falda de un amarillo oscuro, casi café, que momentáneamente ciega a
Takeru, a la suave luz de los reflejos solares en cristales lejanos, y
una corta polera de color blanco. Su mano sujeta con firmeza una
chaqueta de color café que apenas y toca el suelo.
- ¡Él es la cita de Mimi!- exclama sorprendida la señora Tachikawa- No
me había dicho que hoy salía con un chico...- murmura- Muy bien
jovencito, ¿como se llama?- le interroga con el ceño levemente
fruncido.
- Ta... Takeru, Takeru Takaishi, mucho gusto señora- responde nervioso
Takeru.
- No le interrogue así señora, lo va a poner nervioso- dice la joven
rubia, que había observado divertida todo-. Ademas, no nos han
presentado...
- Ah, si, se me olvidó hacer eso- dice la señora Tachikawa mientras se
acerca suavemente a Takeru-. Ella es norteamericana- murmura al oído de
Takeru-, si algún comportamiento te resulta extraño en ella, bueno,
allá tampoco era una chica que se destacara por sus modales... podemos
decir que es una chica bastante franca y espontánea...- susurra esto
último como hablando consigo misma- Ella es Sarah- empieza a decir en
voz alta-, y es una amiga de Mimi que acaba de llegar, además, va a ser
compañera de curso de Mimi, ella viene a estudiar gracias a un programa
de intercambio, ¿verdad querida?
- Si, y espero que me vaya bien, mi familia accedió que me quede a
vivir en la casa de Mimi, como sabrás, ella es una de mis mejores
amigas- responde con soltura-. Tu eres... Takeru Takaishi, ¿verdad?
- ¡Takeru!- exclama sorpresivamente la señora Tachikawa- Eres uno
de...- se acerca un poco y pregunta- Eres hermano de Yamato, ¿verdad?
- Así es, señora- responde, poniéndose al instante más nervioso.
- Le voy a avisar a Mimi- dice Sarah, mientras desaparece escaleras
arriba.
- ¿No eres menor que Mimi?- pregunta finalmente la señora Tachikawa.
- Si, un poco...- ahora Takeru se ha puesto visiblemente nervioso.
- No te preocupes, no voy a quejarme por ello, es solo que en América
Mimi siempre salía con chicos mayores que ella, tampoco salió muchas
veces, recuerdo.
- Señora... y ¿desde cuando está Sarah en su casa?- pregunta un poco
para matar el tiempo mientras viene Mimi.
- Desde hoy- la señora Tachikawa le sonríe de nuevo a Takeru-. Llegó
mientras Mimi estaba en el colegio.
- ...es un chico bastante simpático- se alcanza a escuchar, muy bajito-
¿y dices que su hermano es más guapo?- la voz, que evidentemente es de
Sarah se escucha emocionada- ¿está en tu curso?
La voz que responde estas preguntas es evidentemente más cauta,
pues no se puede oír.
- ¿En serio piensa Mimi que Yamato es más simpático que yo?- piensa un
poco triste Takeru, que de pronto observa a la señora Tachikawa, que
evidentemente ha escuchado todo.
- Ya viene Mimi, parece- exclama de pronto, rompiendo el corto, pero
tenso silencio que un momento se había formado-. Tengo que hacer cosas,
cuidarás de Mimi, ¿está bien?- la señora Tachikawa le sonríe mientras
lo observa cortamente- ¡Que les vaya bien!
La señora Tachikawa sube las escaleras y le dá unas cuantas
recomendaciones en voz alta a Mimi, que encuentra en el descanso, y se
dirige en silencio a su cuarto.
- ¡Takeru!- saluda Mimi.
Ante los ojos de Takeru aparece repentinamente la bella
señorita Tachikawa. Mimi viste un vestido algo largo de color verde
oscuro, lleva además unas botas de un negro apagado y una chaqueta
negra que parece más un adorno. Takeru piensa que esta bella visión de
la joven mirándole desde unos cuantos escalones arriba se puede
deshacer si la toca; especialmente su chaqueta.
- Mimi... te traje esto...- dice Takeru mientras no puede quitarle los
ojos de encima. Revisa un poco incómodo dentro de su chaqueta y saca
una pequeña caja de bombones envueltos con esmero.
- Gracias, me encantan los bombones, dice sonriendo- ¿vamos?- Mimi
piensa que ella debe tomar las desiciones, pues Takeru parece por el
momento sobrecogido.
Salen de la casa Tachikawa casi al instante, con la sorpresa,
que casi ya todos veían venir, que Sarah los acompaña.
Mientras Mimi y Takeru empiezan a caminar un poco, haciendo
tiempo mientras aparece algún taxi, Yamato llega a casa Yagami casi
cinco minutos antes de las siete.
- Si me abre su madre, tendré que preguntar por Taichi...- piensa un
poco nervioso Yamato- Me pregunto si Hikari se animará a decirle...-
Yamato coloca una pequeña cajita en su bolsillo.
- ¿Si?- se abre la puerta- Ah, Yamato, pasa, Hikari ya casi está lista-
dice una voz familiar.
- No te has enojado... por esto, ¿o si Taichi?- dice un poco incómodo
Yamato.
- No en realidad- comienza Taichi-, pero me sorprendió un poco, pues
siempre habías salido con chicas de tu edad... y bueno, por eso me
estaba preguntando si no has comenzado a salir con Hikari solo para
darle celos a otra chica.
- Takeru me dijo lo mismo... me pregunto si es tan difícil creer que yo
esté interesado en una chica tan linda y dulce como Hikari- responde un
poco pensativo Yamato.
- ¿Takeru también lo sabe?, ¿se lo dirás a los demás?- pregunta Taichi,
mientras invita con un ademán a Yamato a que pase a su casa.
- ¿Tu madre lo sabe?- pregunta, mientras tímidamente asoma la cabeza
dentro.
- No están, tienes suerte, aunque pienso que eventualmente deberían
decírselo...- responde Taichi.
- Se lo dije a Hikari, pero dijo que por ahora no era lo mejor...
supongo que está esperando a ver si lo nuestro resulta para decirles-
respondió Yamato.
- Pero respóndeme ¿se los dirás a los demás?- pregunta de nuevo Taichi.
- Estaba pensando en la oportunidad adecuada para decírselo- responde
Yamato.
Mientras Yamato y Taichi comentaban un poco sobre algunos
deberes que la maestra de matemáticas les había dejado, Hikari apareció
repentinamente.
- Hola Yamato, ya estoy lista- dijo con naturalidad, aunque estaba
bastante nerviosa- ¿nos vamos?
Hikari vestía unos pantalones jean algo holgados y una blusa
blanca. La sencillez de su atuendo acentuaba, de alguna manera, la
belleza que Hikari tenía, y que tan fuertemente había llamado la
atención de Yamato.
- Te ves muy linda Hikari, y mejor váyanse antes que se les haga tarde-
dijo Taichi con tranquilidad, aunque algo de incomodidad podía
sentirse.
En tanto, Mimi, Takeru y Sarah ya habían llegado al parque de
diversiones.
- No ha cambiado desde la última vez que vine- comentó Mimi-. Me trae
tantos recuerdos, felices recuerdos de mi infancia.
- Recuerdo que la primera vez que me trajeron, comenté que era muy
pequeño, pero ese día no alcancé a subirme ni siquiera a la mitad de
los juegos -comentó Takeru-. Luego pude comprobar que no era tan
pequeño como pensaba.
- Si, a mi también me pasó lo mismo ¿por qué será?- preguntó Mimi- Y
bien Sarah, ¿qué te parece?
- Estamos en las mismas, me parece algo pequeño- dijo Sarah con una
sonrisa.
Los tres rieron mientras entraban al parque.
Casi al mismo tiempo Hikari bajaba de un taxi, justo enfrente
de la tienda de electrodomésticos "Electro Store". Yamato le espera a
un lado del Taxi, y juntos se encaminan a la fuente de sodas.
- No ha hecho calor en un buen tiempo- comentó Yamato-. Tenemos suerte
que esta noche esté templada.
- Si- dijo Hikari ingresando a la fuente de sodas-, especialmente
porque no me vine muy abrigada.
El frente frío que había azotado Japón unas semanas atras aún
dejaba remanentes estos días, y las temperaturas ascendían lentamente,
y esta noche no era del todo la excepción. Las nubes que se retiraban
al noreste una hora atrás ahora se volvían a arremolinar sobre el
centro de la zona este del Japón, sobre Tokio. El viento había cambiado
repentinamente su rumbo en menos de una hora, pero en medio de la
ciudad dicho cambio casi no se había sentido.
- Hikari, he pensado mucho en tí- comenzó a decir Yamato, después de
haber ordenado unas gaseosas-, quiero decir...
Yamato se interrumpió, pues se estaba precipitando.
- Yo...- Hikari no tenía nada para decir, aunque su mente era un
remolino, pero intentaba mostrarse cortés, y averiguar si Yamato era
tal como se lo había imaginado todos esos años que solo lo veía como un
chico inalcanzable. A Hikari, como a muchas chicas, le había gustado
alguna vez, pero últimamente había estado pensando en otra persona.
- Su orden- dijo una muchacha con una sonrisa. Colocó los vasos sobre
la mesa e hizo una ligera reverencia-. Estoy a su servicio.
- Bien, he estado ocupado, pero ahora podré relajarme un poco, aunque
pronto tenga de nuevo obligaciones-dijo Yamato.
- La banda debe ser una responsabilidad grande, ahora que han sido
seleccionados para el Concurso de Bandas, ¿no?- dijo Hikari, ahora un
poco más aliviada de la situación.
- Si...
Así continuaban hablando relajadamente, y los ojos de Yamato
constantemente se perdían en la dulce mirada de Hikari. Hikari, por su
lado, se estaba divirtiendo, y un perdido sentimiento en ella
encontraba, a tropezones primero, su rumbo, buscando aflorar.
- Esta montaña rusa es una de mis favoritas- dijo Mimi-. ¡Vamos!
Mimi y Takeru se habían estado divirtiendo, y Sarah se mostraba
alegre y sorprendida, experimentando en los juegos, pero se alejaba a
momentos, pues no buscaba ser una molestia en ningún momento.
- ¿Estas bien Mimi?- preguntó Takeru después de bajar de la montaña
rusa- Creo que se me revolvió todo en la segunda vuelta. ¡Fue
fantástico!
- Yo estoy bien, y créeme que esta montaña es una de mis favoritas-
dijo Mimi riendo-. Gracias por traerme Takeru.
- Pero yo no- dijo de pronto Sarah-. Creo que no me siento muy bien,
voy por algo para tomar, ustedes espérenme delante de la casa del
terror en unos diez minutos, ¿está bien?
- ¿Seguro que no quieres que te acompañemos?- preguntó Takeru.
- No, descuiden.
Takeru y Mimi se alejaron rumbo a la rueda de la fortuna,
mientras Sarah sonreía pícaramente, y se volvía hacia la fila de la
montaña rusa, para subirse de nuevo.
- Y bien- dijo Yamato riendo-, ¿qué color era tu cabello ese día?
- Oh, nada del otro mundo- dijo Hikari sonriendo-, un color rosado
chillón, creo.
Ambos estallaron en risas, y algunas personas voltearon a
verlos, aunque el lugar era muy frecuentado por jóvenes y tales escenas
eran comunes.
- Vamos, creo que se está haciendo tarde- dijo Yamato, recogiendo su
chaqueta.
- Si, nos dieron una tarea que posiblemente no la acabo mañana, mejor
la comienzo hoy- dijo Hikari levantándose-, Takeru ya debió haber
comenzado.
- Oh, no- respondió Yamato, mientras llamaba a una mesera- él también
tenía una cita. La cuenta por favor- dijo, volviéndose a la mesera.
- Ah- murmuró Hikari, y aunque su sorpresa era grande, omitió todo
comentario al respecto y dijo- no está bien en esa materia, dile que
necesita ese trabajo para mejorar su nota- mintió repentinamente seria.
A Hikari la noticia le había caído de sorpresa y le presionaba
el pecho. Los sentimientos que de pronto se encontraron dentro de ella
engulleron momentáneamente al sentimiento que renacía adentro.
- Gracias- dijo Yamato a la mesera- ¿Nos vamos Hikari?- dijo mientras
la conducía a la salida- ¡Oh!
- Casi 15 minutos y Sarah no se ha aparecido- dijo Takeru, aunque
dentro suyo lo agradecía, pues hace unos momentos había tomado la mano
de Mimi.
- Bien, entonces entremos, y que nos espere ella aquí afuera- dijo
Mimi.
- Está bien- respondió tranquilamente Takeru.
- ¡Chicos!- dijo Sarah, apareciendo entre la multitud.
- Casi entramos sin tí- dijo Takeru.
- Vamos de una vez, ya estoy bien- respondió alegremente.
Mientras se formaban para entrar a la casa del terror Sarah
miró un instante el cielo. La suve brisa que, en medio de la gente,
refrescaba gentilmente a la acalorada chica unos momentos atrás se
había extinguido y ella tomaba una bocanada de aire sobre la multitud.
No reparó en ello, pero el cielo se había encapotado completamente, y
la quietud de los vientos solo podían significar una cosa: lluvia.
- ¡Vaya!- exclamó contrariada Hikari, casi como respondiendo a la
exclamación de Yamato- No me esperaba esto...
- Ni yo- dijo Yamato, con la mirada fija al cielo-, espera aquí, que yo
consigo un taxi- dijo prometedoramente Yamato, aunque hay promesas de
las que uno no es totalmente responsable.
- ¡La casa del terror! ¡Casa del terror!, ¡Mi casa da mas miedo cuando
mi gato se enoja! "casa del terror"- dijo Mimi, sonriendo con el ceño
fruncido.
- Pero de veras que asustaste a los que iban detrás de nosotros cuando
les agarraste los pies- dijo riendo Takeru.
- No fué nada comparado con el susto que les diste tú, Takeru- dijo
Sarah- cuando nos dijiste "escóndanse en los sarcófagos", creí que
bromeabas.
- ¿Y qué tal cuando te pusiste esa sangre encima?- le dijo Mimi a
Sarah- creo que uno de ellos regresó a la entrada.
- Muy bien, muy bien, pero todo comenzó por Takeru, no olvidemos eso-
dijo Sarah.
Así celebraban los tres mientras se encaminaban a la salida,
impasibles ante los numerosos y fofos muñecos que adornaban la casa.
- ¡Caramba!- dijo Sarah, que atravesó corriendo la cortina que ocultaba
la salida- chicos... llueve.
Ambos salieron incrédulos, y la lluvia les recibió con un
tumulto de ruidos.
Afuera de la "Casa del Terror" la gente se movía gritando y
riendo, mientras corrían por refugio. Muchos entraron y se acomodaron a
un lado de los chicos, pero la cantidad de gente que pronto siguió a
los primeros obligó a los tres a meterse de nuevo en la atracción.
- Y bien- dijo Takeru, sentándose sobre un sarcófago de metal-, parece
que tendremos que esperar un rato.
- Ya pasará- dijo Mimi sentándose al lado de Takeru.
- Voy a ver como cuanto falta para que la lluvia pase- dijo con una
sonrisa Sarah, y desapareció casi corriendo. Esta excusa la ausentó de
la escena un buen tiempo.
- ¿Como la pasaste?- dijo Takeru sonriendo, mientras abrazaba a Mimi de
la cintura.
- Excelente, y veo que Sarah también se divirtió- respondió Mimi,
apoyando la cabeza en el hombro de Takeru- pero no pudimos subirla a
todos los juegos.
Mimi y Takeru se miraron un segundo, y luego rieron de buena
gana. Mientras reían, Takeru acarició suavemente el brazo de Mimi, y el
suave golpeteo de la lluvia acompañó el silencio que reinaba dentro por
algunos minutos.
Yamato estuvo veinte minutos bajo la lluvia esperando que
aparezca un taxi vacío. Mas ninguno se ´presentó, y la lluvia caló
hondo en el cuerpo de Yamato. Hikari se enterneció ante el compromiso
de Yamato de conseguir un taxi. Salió de la fuente de sodas y fué
hacia Yamato.
- ¿Por qué no nos vamos a pie?- le dijo, tiritando suavemente.
- ¿Estás segura?- dijo extrañado Yamato- estamos un poco lejos de tu
casa...
- No, te digo si nos vamos a pie hasta la estación- dijo Hikari,
riendo.
- Ah, claro- dijo aliviado Yamato, pues con el frío no podía caminar
mucho- toma mi chaqueta, te abrigará un poco.
- Gracias- dijo Hikari, y el tierno gesto de Yamato le hizo sonreír
levemente.
La lluvia arreció, y ellos continuaron caminando hasta la
estación del metro.
- ¡Chicos! -dijo Sarah, apareciendo de pronto- ¿chicos? ¡ja! Se
durmieron...
Takeru se recostaba en la pared, y Mimi apoyaba la cabeza sobre
su hombro, y ambos dormían plácidamente.
- ¡Chicos! -gritó Sarah.
- ¡Ah! ¿qué? -dijo Mimi- ¡Sarah! Nos dormimos... Takeru, despierta.
- Si, vaya, que raro, supongo que el ambiente estaba muy pesado.
Los tres chicos salieron para ver un divertido espectáculo. A
la salida del parque la gente se conglomeraba alrededor de algunos
taxis que se habían estacionado delante del parque de diversiones, y
numerosos empujones llevaban la multitud de aquí para allá.
- ¡Vamos! -dijo Sarah riendo.
Mimi y Takeru vieron, medio divertidos y medio sorprendidos,
como la multitud se movía de un lado a otro por los empellones
enérgicos de la joven norteamericana.
Al cabo de un instante, ellos tomaron un taxi. Iban a la casa
de Mimi, cuando un teléfono celular sonó.
- ¡Moshi moshi! -Mimi contestó alegre.
- Hola Mimi, ¿qué estás haciendo? -una voz conocida la interrogó.
- Me voy a mi casa -respondió Mimi, con la repentina impresión que no
quería que los otros supieran quién era.
- Mimi, ¡tengo entradas para el estreno de "Martillos de Guerra" -dijo
la voz, emocionada.
- ¿La segunda parte? ¿El levantamiento de Thor? -dijo Mimi.
- Si, pero solo obtuve dos entradas para la premier, tengo entradas
para los chicos, pero son para la semana siguiente.
- Eh... ¿y? -dijo Mimi, cohibida por las miradas de Takeru y Sarah.
- ¿Quieres acompañarme? -suplicó la voz.
- Claro, ¿por qué no? -dijo Mimi- Eh... debo irme.
- Claro, nos vemos -dijo la voz.
Mimi cortó la llamada, Sarah y Takeru la miraban intrigados.
- Era un primo que me dijo que vió un trailer nuevo de la película "El
levantamiento de Thor"
- La segunda parte de "Martillos de Guerra" -preguntó Sarah.
- ¡Si!
- Ya me muero por verla... -dijo Sarah.
Llegaron a casa de Mimi, y Takeru se despidió un poco
avergonzado. La mamá de Mimi miraba por la ventana, y no se sintió tan
valiente como para besarla.
- Me divertí -dijo Sarah, con la ropa de dormir puesta, y a punto de
acostarse-, si tus amigos son como este chico, han de ser muy dulces
-concluyó, casi durmiéndose.
Mimi no pudo dormir, y, casi dos horas después, una extraña voz
la llamó a su ventana. Todavía llovía.
- ¿Y por qué no? -se dijo- ¿Qué tiene de malo? No estoy comprometida
con Takeru...
La lluvia se tragó sus palabras, susurradas por la ventana, y
prometió no repetirlas. No quería sentirse culpable, pero cada vez la
sensación era más fuerte.
_______________________________________________________________________
Disculpen por haber tardado, y espero que esta capítulo les guste.
Tenía que titularse: "Cita con Mimi; el chance con Joe, pero la cita se
hizo larga, y lo dividí.
Los comentarios y críticas nunca sobran, les agradecería sus
participaciones.
El siguiente capítulo titula: "El chance con Joe"
Alssus the unmaker.
por: Alssus
Capítulo 3.- Cita con Mimi
Después de excusarse con la profesora sobre el trabajo de
geografía, Takeru es castigado durante el recreo, pero no parece
importarle mucho.
- Debo estar en casa temprano, tengo que estar listo, hoy no me puede
salir mal.
Mientras, en la secundaria unas cuadras arriba, Mimi está algo
nerviosa y distraída.
- ¿Como pude decirle que sí a la primera?- pensaba- no creo que esto
vaya a marchar, no solo es menor que yo, además es hermano de Yamato,
todos se han de enterar...- Mimi suspiraba de vez en cuando por que se
había dado cuenta de algo, bueno, en realidad no se había dado cuenta
de algo, y eso la inquietaba: sentía algo por alguien, pero no sabía
qué ni por quién.
Fácilmente podría decirse que estaba enamorada, pero no era
cierto. No sentía ese "algo" que el amor produce, para comenzar, en
realidad sentía un extraño dolor en el pecho, como una suave presión
que la acompañaba todo el tiempo, y algo de confusión. No, mucha
confusión.
- Mimi, ¿estás bien?- Sora le dirigía una curiosa mirada.
- Si, no es nada, no te preocupes- Mimi seguía con la expresión
distraída, pero sonreía amablemente, mientras se alejaba un poco de
Sora- tengo que ir al baño.
- ¿Como me vestiré esta noche?- alejaba el remolino de pensamientos de
su cabeza con una pregunta casual.
Por la tarde Yamato y Takeru estaban listos, pero nerviosos.
- ¿Vas a ir a la fuente de sodas?- pregunta Takeru, mientras limpia uno
de sus calzados.
- Si, iré a la fuente del centro, la que está al lado del Electro
Store- responde Yamato, mientras juguetea con el control remoto, al
parecer, ya tiene todo listo.
- Ajá...- dice Takeru mientras sujeta con la boca los cordones de uno
de sus zapatos- ¿y con quién?
- Con...- Yamato duda un poco, pero piensa que, si no le dice, Takeru
podría investigar- Hikari- musita en voz baja.
- ¿Con quién?- responde Takeru, pues ha alcanzado a oír un poco.
- Es hora de darme una ducha- anuncia Yamato por toda respuesta, y
finge no haber escuchado nada.
- Hum... Yamato no quiere que sepa con quién va a ir... mejor no le
insisto, o va a preguntar con quién voy a salir yo...- Takeru termina
con sus zapatos, y se pone a ver la televisión echado sobre el sofá.
- A propósito, Takeru, ¿con quién vas a ir?- le dice Yamato unos
minutos después saliendo de la ducha y secándose con una toalla.
- Eh... dime tu primero- le responde nerviosamente Takeru, aunque
sonríe intentando mostrarse retador.
- No, porque ya te respondí, si no me escuchaste es muy distinto, así
que dime- le responde algo intranquilo Yamato.
- Ok, te lo voy a decir, pero me tendrás que decir claramente con quién
vas a salir después que te lo diga- le responde un poco serio. Yamato
le sostiene la mirada un momento, con los ojos llenos de duda.
- Si, si lo quieres saber tanto, te lo voy a decir- Yamato traga un
poco de saliva, que ahora parece estar escaseando en su boca, y, sin
esperar a que su hermano hable responde- voy a salir con Hikari Yagami.
- ¿Hikari? ¿vas a salir con Hikari?, ¿ahora a quién pretendes darle
celos Yamato?- exclama Takeru, sin salir de la sorpresa.
- No, Hikari de verdad me gusta, es más...- Yamato calla y mira a un
costado por un instante, para después responder- ¿y tu?
- Voy a Salir con Mimi Tachikawa- le responde Takeru, sintiéndose algo
más seguro, ahora que su hermano ya le ha confiado lo suyo.
- Vaya...- Yamato no parece tan sorprendido como Takeru, aunque le
sorprenden un poco las extrañas actitudes de su joven compañera de
curso- que Joe y Taichi no se enteren...te van a golpear.
- ¿Qué? ¿A mí? Yo no sabía que Joe y Taichi estaban interesados en
Mimi- responde Takeru, mientras se pone de nuevo tenso. Dirige un
rápido vistazo al reloj de pared, son casi las seis.
- No solo ellos, debes tener cuidado, Takeru, no creo que te golpeen,
ahora que lo pienso mejor, pero tengo por seguro que te van a pedir que
la dejes en cuanto se enteren- Yamato contesta con seriedad a la vez
que vuelca la cabeza para comprobar la hora, imitando a su hermano.
- ¿Quién más está detrás de Mimi?- pregunta Takeru sintiéndose de nuevo
un niño desprotegido en un vasto paisaje, un recuerdo del digimundo le
relampaguea en la mente- ¿Koushiro también?
- Y Kenta, y Shiratsuki, creo que Takahashi, y hasta el profesor
Matsumoto parece haber puesto los ojos en ella... tal vez no estés a la
altura de este reto...- Yamato se acerca a Takeru y alcanza a poner la
mano suavemente sobre el hombro de su hermano.
- No, no lo estoy, pero tal vez Mimi tampoco, tal vez Mimi tampoco-
repite mientras desaparece detrás de una puerta.
- Tienes miedo, hermano- se dice Yamato mientras se peina un poco con
la mano.
- ¡Me avisas cuando sean las seis con quince!- se escucha.
- ¡Si!- responde Yamato.
Mientras en la casa Takaishi los hermanos ya están listos, en
la casa Yagami la situación es algo diferente.
- ¿Que vas a salir con quién?- Taichi no sale de su sorpresa.
- Si, pero no se lo digas a mamá- dice Hikari- no le gusta que salga
con personas mayores.
- No es tan mayor, si lo piensas bien- dice Taichi mientras observa por
la ventana un momento en silencio.
- No, pero me gana por tres cursos, eso le dirá demasiado a mamá-
responde Hikari.
- De todos modos, me cuentas todo lo que pase ¿ok?- dice, sonriendo
amablemente.
- No sé por qué, pero lo haré- Hikari parece ahora un poco más
tranquila.
Taichi no desconfía de Yamato, pues no tiene razón para
hacerlo, en realidad es un buen muchacho, y un confiable amigo, sin
embargo repentinamente él se ha convertido en el guardián de su
hermana, y es una tarea sagrada.
Takeru Takaishi sale disparado hacia la casa de Mimi a las seis
con veinte, y Yamato Ishida sale un poco más tranquilo unos minutos
después.
La noche es tranquila, y unas ligeras nubes flotan, escapando
de los últimos rayos del sol hacia el este, mientras la ciudad nocturna
despierta inquieta a una nueva jornada. Por todas partes puede verse
negocios encendiendo letreros luminosos, y sorpresivamente, desde la
lejanía, la ciudad parece encenderse con un tímido fuego multicolor.
Takeru llega temprano a la casa de Mimi, seis con cuarenta, y
aún unos menguantes y suaves rayos carmesí rozan el techo de la casa
Tachikawa, que refulge suavemente entre dos edificios de colores
apagados. Takeru piensa que tal vez esta es una señal.
- Buenas tardes- dice, cuando le abren la puerta unos minutos después-
¿está Mimi?
- ¡Tú debes ser la cita de Mimi!- exclama una voz desde el fondo.
De un salón que se oculta parcialmente a la derecha de la
entrada aparece una chica joven. Sus cabellos rubios le caen
elegantemente sobre los hombros, y apenas y los sobrepasan, para
terminar suavemente ondulados un poco más abajo. Está vestida con una
falda de un amarillo oscuro, casi café, que momentáneamente ciega a
Takeru, a la suave luz de los reflejos solares en cristales lejanos, y
una corta polera de color blanco. Su mano sujeta con firmeza una
chaqueta de color café que apenas y toca el suelo.
- ¡Él es la cita de Mimi!- exclama sorprendida la señora Tachikawa- No
me había dicho que hoy salía con un chico...- murmura- Muy bien
jovencito, ¿como se llama?- le interroga con el ceño levemente
fruncido.
- Ta... Takeru, Takeru Takaishi, mucho gusto señora- responde nervioso
Takeru.
- No le interrogue así señora, lo va a poner nervioso- dice la joven
rubia, que había observado divertida todo-. Ademas, no nos han
presentado...
- Ah, si, se me olvidó hacer eso- dice la señora Tachikawa mientras se
acerca suavemente a Takeru-. Ella es norteamericana- murmura al oído de
Takeru-, si algún comportamiento te resulta extraño en ella, bueno,
allá tampoco era una chica que se destacara por sus modales... podemos
decir que es una chica bastante franca y espontánea...- susurra esto
último como hablando consigo misma- Ella es Sarah- empieza a decir en
voz alta-, y es una amiga de Mimi que acaba de llegar, además, va a ser
compañera de curso de Mimi, ella viene a estudiar gracias a un programa
de intercambio, ¿verdad querida?
- Si, y espero que me vaya bien, mi familia accedió que me quede a
vivir en la casa de Mimi, como sabrás, ella es una de mis mejores
amigas- responde con soltura-. Tu eres... Takeru Takaishi, ¿verdad?
- ¡Takeru!- exclama sorpresivamente la señora Tachikawa- Eres uno
de...- se acerca un poco y pregunta- Eres hermano de Yamato, ¿verdad?
- Así es, señora- responde, poniéndose al instante más nervioso.
- Le voy a avisar a Mimi- dice Sarah, mientras desaparece escaleras
arriba.
- ¿No eres menor que Mimi?- pregunta finalmente la señora Tachikawa.
- Si, un poco...- ahora Takeru se ha puesto visiblemente nervioso.
- No te preocupes, no voy a quejarme por ello, es solo que en América
Mimi siempre salía con chicos mayores que ella, tampoco salió muchas
veces, recuerdo.
- Señora... y ¿desde cuando está Sarah en su casa?- pregunta un poco
para matar el tiempo mientras viene Mimi.
- Desde hoy- la señora Tachikawa le sonríe de nuevo a Takeru-. Llegó
mientras Mimi estaba en el colegio.
- ...es un chico bastante simpático- se alcanza a escuchar, muy bajito-
¿y dices que su hermano es más guapo?- la voz, que evidentemente es de
Sarah se escucha emocionada- ¿está en tu curso?
La voz que responde estas preguntas es evidentemente más cauta,
pues no se puede oír.
- ¿En serio piensa Mimi que Yamato es más simpático que yo?- piensa un
poco triste Takeru, que de pronto observa a la señora Tachikawa, que
evidentemente ha escuchado todo.
- Ya viene Mimi, parece- exclama de pronto, rompiendo el corto, pero
tenso silencio que un momento se había formado-. Tengo que hacer cosas,
cuidarás de Mimi, ¿está bien?- la señora Tachikawa le sonríe mientras
lo observa cortamente- ¡Que les vaya bien!
La señora Tachikawa sube las escaleras y le dá unas cuantas
recomendaciones en voz alta a Mimi, que encuentra en el descanso, y se
dirige en silencio a su cuarto.
- ¡Takeru!- saluda Mimi.
Ante los ojos de Takeru aparece repentinamente la bella
señorita Tachikawa. Mimi viste un vestido algo largo de color verde
oscuro, lleva además unas botas de un negro apagado y una chaqueta
negra que parece más un adorno. Takeru piensa que esta bella visión de
la joven mirándole desde unos cuantos escalones arriba se puede
deshacer si la toca; especialmente su chaqueta.
- Mimi... te traje esto...- dice Takeru mientras no puede quitarle los
ojos de encima. Revisa un poco incómodo dentro de su chaqueta y saca
una pequeña caja de bombones envueltos con esmero.
- Gracias, me encantan los bombones, dice sonriendo- ¿vamos?- Mimi
piensa que ella debe tomar las desiciones, pues Takeru parece por el
momento sobrecogido.
Salen de la casa Tachikawa casi al instante, con la sorpresa,
que casi ya todos veían venir, que Sarah los acompaña.
Mientras Mimi y Takeru empiezan a caminar un poco, haciendo
tiempo mientras aparece algún taxi, Yamato llega a casa Yagami casi
cinco minutos antes de las siete.
- Si me abre su madre, tendré que preguntar por Taichi...- piensa un
poco nervioso Yamato- Me pregunto si Hikari se animará a decirle...-
Yamato coloca una pequeña cajita en su bolsillo.
- ¿Si?- se abre la puerta- Ah, Yamato, pasa, Hikari ya casi está lista-
dice una voz familiar.
- No te has enojado... por esto, ¿o si Taichi?- dice un poco incómodo
Yamato.
- No en realidad- comienza Taichi-, pero me sorprendió un poco, pues
siempre habías salido con chicas de tu edad... y bueno, por eso me
estaba preguntando si no has comenzado a salir con Hikari solo para
darle celos a otra chica.
- Takeru me dijo lo mismo... me pregunto si es tan difícil creer que yo
esté interesado en una chica tan linda y dulce como Hikari- responde un
poco pensativo Yamato.
- ¿Takeru también lo sabe?, ¿se lo dirás a los demás?- pregunta Taichi,
mientras invita con un ademán a Yamato a que pase a su casa.
- ¿Tu madre lo sabe?- pregunta, mientras tímidamente asoma la cabeza
dentro.
- No están, tienes suerte, aunque pienso que eventualmente deberían
decírselo...- responde Taichi.
- Se lo dije a Hikari, pero dijo que por ahora no era lo mejor...
supongo que está esperando a ver si lo nuestro resulta para decirles-
respondió Yamato.
- Pero respóndeme ¿se los dirás a los demás?- pregunta de nuevo Taichi.
- Estaba pensando en la oportunidad adecuada para decírselo- responde
Yamato.
Mientras Yamato y Taichi comentaban un poco sobre algunos
deberes que la maestra de matemáticas les había dejado, Hikari apareció
repentinamente.
- Hola Yamato, ya estoy lista- dijo con naturalidad, aunque estaba
bastante nerviosa- ¿nos vamos?
Hikari vestía unos pantalones jean algo holgados y una blusa
blanca. La sencillez de su atuendo acentuaba, de alguna manera, la
belleza que Hikari tenía, y que tan fuertemente había llamado la
atención de Yamato.
- Te ves muy linda Hikari, y mejor váyanse antes que se les haga tarde-
dijo Taichi con tranquilidad, aunque algo de incomodidad podía
sentirse.
En tanto, Mimi, Takeru y Sarah ya habían llegado al parque de
diversiones.
- No ha cambiado desde la última vez que vine- comentó Mimi-. Me trae
tantos recuerdos, felices recuerdos de mi infancia.
- Recuerdo que la primera vez que me trajeron, comenté que era muy
pequeño, pero ese día no alcancé a subirme ni siquiera a la mitad de
los juegos -comentó Takeru-. Luego pude comprobar que no era tan
pequeño como pensaba.
- Si, a mi también me pasó lo mismo ¿por qué será?- preguntó Mimi- Y
bien Sarah, ¿qué te parece?
- Estamos en las mismas, me parece algo pequeño- dijo Sarah con una
sonrisa.
Los tres rieron mientras entraban al parque.
Casi al mismo tiempo Hikari bajaba de un taxi, justo enfrente
de la tienda de electrodomésticos "Electro Store". Yamato le espera a
un lado del Taxi, y juntos se encaminan a la fuente de sodas.
- No ha hecho calor en un buen tiempo- comentó Yamato-. Tenemos suerte
que esta noche esté templada.
- Si- dijo Hikari ingresando a la fuente de sodas-, especialmente
porque no me vine muy abrigada.
El frente frío que había azotado Japón unas semanas atras aún
dejaba remanentes estos días, y las temperaturas ascendían lentamente,
y esta noche no era del todo la excepción. Las nubes que se retiraban
al noreste una hora atrás ahora se volvían a arremolinar sobre el
centro de la zona este del Japón, sobre Tokio. El viento había cambiado
repentinamente su rumbo en menos de una hora, pero en medio de la
ciudad dicho cambio casi no se había sentido.
- Hikari, he pensado mucho en tí- comenzó a decir Yamato, después de
haber ordenado unas gaseosas-, quiero decir...
Yamato se interrumpió, pues se estaba precipitando.
- Yo...- Hikari no tenía nada para decir, aunque su mente era un
remolino, pero intentaba mostrarse cortés, y averiguar si Yamato era
tal como se lo había imaginado todos esos años que solo lo veía como un
chico inalcanzable. A Hikari, como a muchas chicas, le había gustado
alguna vez, pero últimamente había estado pensando en otra persona.
- Su orden- dijo una muchacha con una sonrisa. Colocó los vasos sobre
la mesa e hizo una ligera reverencia-. Estoy a su servicio.
- Bien, he estado ocupado, pero ahora podré relajarme un poco, aunque
pronto tenga de nuevo obligaciones-dijo Yamato.
- La banda debe ser una responsabilidad grande, ahora que han sido
seleccionados para el Concurso de Bandas, ¿no?- dijo Hikari, ahora un
poco más aliviada de la situación.
- Si...
Así continuaban hablando relajadamente, y los ojos de Yamato
constantemente se perdían en la dulce mirada de Hikari. Hikari, por su
lado, se estaba divirtiendo, y un perdido sentimiento en ella
encontraba, a tropezones primero, su rumbo, buscando aflorar.
- Esta montaña rusa es una de mis favoritas- dijo Mimi-. ¡Vamos!
Mimi y Takeru se habían estado divirtiendo, y Sarah se mostraba
alegre y sorprendida, experimentando en los juegos, pero se alejaba a
momentos, pues no buscaba ser una molestia en ningún momento.
- ¿Estas bien Mimi?- preguntó Takeru después de bajar de la montaña
rusa- Creo que se me revolvió todo en la segunda vuelta. ¡Fue
fantástico!
- Yo estoy bien, y créeme que esta montaña es una de mis favoritas-
dijo Mimi riendo-. Gracias por traerme Takeru.
- Pero yo no- dijo de pronto Sarah-. Creo que no me siento muy bien,
voy por algo para tomar, ustedes espérenme delante de la casa del
terror en unos diez minutos, ¿está bien?
- ¿Seguro que no quieres que te acompañemos?- preguntó Takeru.
- No, descuiden.
Takeru y Mimi se alejaron rumbo a la rueda de la fortuna,
mientras Sarah sonreía pícaramente, y se volvía hacia la fila de la
montaña rusa, para subirse de nuevo.
- Y bien- dijo Yamato riendo-, ¿qué color era tu cabello ese día?
- Oh, nada del otro mundo- dijo Hikari sonriendo-, un color rosado
chillón, creo.
Ambos estallaron en risas, y algunas personas voltearon a
verlos, aunque el lugar era muy frecuentado por jóvenes y tales escenas
eran comunes.
- Vamos, creo que se está haciendo tarde- dijo Yamato, recogiendo su
chaqueta.
- Si, nos dieron una tarea que posiblemente no la acabo mañana, mejor
la comienzo hoy- dijo Hikari levantándose-, Takeru ya debió haber
comenzado.
- Oh, no- respondió Yamato, mientras llamaba a una mesera- él también
tenía una cita. La cuenta por favor- dijo, volviéndose a la mesera.
- Ah- murmuró Hikari, y aunque su sorpresa era grande, omitió todo
comentario al respecto y dijo- no está bien en esa materia, dile que
necesita ese trabajo para mejorar su nota- mintió repentinamente seria.
A Hikari la noticia le había caído de sorpresa y le presionaba
el pecho. Los sentimientos que de pronto se encontraron dentro de ella
engulleron momentáneamente al sentimiento que renacía adentro.
- Gracias- dijo Yamato a la mesera- ¿Nos vamos Hikari?- dijo mientras
la conducía a la salida- ¡Oh!
- Casi 15 minutos y Sarah no se ha aparecido- dijo Takeru, aunque
dentro suyo lo agradecía, pues hace unos momentos había tomado la mano
de Mimi.
- Bien, entonces entremos, y que nos espere ella aquí afuera- dijo
Mimi.
- Está bien- respondió tranquilamente Takeru.
- ¡Chicos!- dijo Sarah, apareciendo entre la multitud.
- Casi entramos sin tí- dijo Takeru.
- Vamos de una vez, ya estoy bien- respondió alegremente.
Mientras se formaban para entrar a la casa del terror Sarah
miró un instante el cielo. La suve brisa que, en medio de la gente,
refrescaba gentilmente a la acalorada chica unos momentos atrás se
había extinguido y ella tomaba una bocanada de aire sobre la multitud.
No reparó en ello, pero el cielo se había encapotado completamente, y
la quietud de los vientos solo podían significar una cosa: lluvia.
- ¡Vaya!- exclamó contrariada Hikari, casi como respondiendo a la
exclamación de Yamato- No me esperaba esto...
- Ni yo- dijo Yamato, con la mirada fija al cielo-, espera aquí, que yo
consigo un taxi- dijo prometedoramente Yamato, aunque hay promesas de
las que uno no es totalmente responsable.
- ¡La casa del terror! ¡Casa del terror!, ¡Mi casa da mas miedo cuando
mi gato se enoja! "casa del terror"- dijo Mimi, sonriendo con el ceño
fruncido.
- Pero de veras que asustaste a los que iban detrás de nosotros cuando
les agarraste los pies- dijo riendo Takeru.
- No fué nada comparado con el susto que les diste tú, Takeru- dijo
Sarah- cuando nos dijiste "escóndanse en los sarcófagos", creí que
bromeabas.
- ¿Y qué tal cuando te pusiste esa sangre encima?- le dijo Mimi a
Sarah- creo que uno de ellos regresó a la entrada.
- Muy bien, muy bien, pero todo comenzó por Takeru, no olvidemos eso-
dijo Sarah.
Así celebraban los tres mientras se encaminaban a la salida,
impasibles ante los numerosos y fofos muñecos que adornaban la casa.
- ¡Caramba!- dijo Sarah, que atravesó corriendo la cortina que ocultaba
la salida- chicos... llueve.
Ambos salieron incrédulos, y la lluvia les recibió con un
tumulto de ruidos.
Afuera de la "Casa del Terror" la gente se movía gritando y
riendo, mientras corrían por refugio. Muchos entraron y se acomodaron a
un lado de los chicos, pero la cantidad de gente que pronto siguió a
los primeros obligó a los tres a meterse de nuevo en la atracción.
- Y bien- dijo Takeru, sentándose sobre un sarcófago de metal-, parece
que tendremos que esperar un rato.
- Ya pasará- dijo Mimi sentándose al lado de Takeru.
- Voy a ver como cuanto falta para que la lluvia pase- dijo con una
sonrisa Sarah, y desapareció casi corriendo. Esta excusa la ausentó de
la escena un buen tiempo.
- ¿Como la pasaste?- dijo Takeru sonriendo, mientras abrazaba a Mimi de
la cintura.
- Excelente, y veo que Sarah también se divirtió- respondió Mimi,
apoyando la cabeza en el hombro de Takeru- pero no pudimos subirla a
todos los juegos.
Mimi y Takeru se miraron un segundo, y luego rieron de buena
gana. Mientras reían, Takeru acarició suavemente el brazo de Mimi, y el
suave golpeteo de la lluvia acompañó el silencio que reinaba dentro por
algunos minutos.
Yamato estuvo veinte minutos bajo la lluvia esperando que
aparezca un taxi vacío. Mas ninguno se ´presentó, y la lluvia caló
hondo en el cuerpo de Yamato. Hikari se enterneció ante el compromiso
de Yamato de conseguir un taxi. Salió de la fuente de sodas y fué
hacia Yamato.
- ¿Por qué no nos vamos a pie?- le dijo, tiritando suavemente.
- ¿Estás segura?- dijo extrañado Yamato- estamos un poco lejos de tu
casa...
- No, te digo si nos vamos a pie hasta la estación- dijo Hikari,
riendo.
- Ah, claro- dijo aliviado Yamato, pues con el frío no podía caminar
mucho- toma mi chaqueta, te abrigará un poco.
- Gracias- dijo Hikari, y el tierno gesto de Yamato le hizo sonreír
levemente.
La lluvia arreció, y ellos continuaron caminando hasta la
estación del metro.
- ¡Chicos! -dijo Sarah, apareciendo de pronto- ¿chicos? ¡ja! Se
durmieron...
Takeru se recostaba en la pared, y Mimi apoyaba la cabeza sobre
su hombro, y ambos dormían plácidamente.
- ¡Chicos! -gritó Sarah.
- ¡Ah! ¿qué? -dijo Mimi- ¡Sarah! Nos dormimos... Takeru, despierta.
- Si, vaya, que raro, supongo que el ambiente estaba muy pesado.
Los tres chicos salieron para ver un divertido espectáculo. A
la salida del parque la gente se conglomeraba alrededor de algunos
taxis que se habían estacionado delante del parque de diversiones, y
numerosos empujones llevaban la multitud de aquí para allá.
- ¡Vamos! -dijo Sarah riendo.
Mimi y Takeru vieron, medio divertidos y medio sorprendidos,
como la multitud se movía de un lado a otro por los empellones
enérgicos de la joven norteamericana.
Al cabo de un instante, ellos tomaron un taxi. Iban a la casa
de Mimi, cuando un teléfono celular sonó.
- ¡Moshi moshi! -Mimi contestó alegre.
- Hola Mimi, ¿qué estás haciendo? -una voz conocida la interrogó.
- Me voy a mi casa -respondió Mimi, con la repentina impresión que no
quería que los otros supieran quién era.
- Mimi, ¡tengo entradas para el estreno de "Martillos de Guerra" -dijo
la voz, emocionada.
- ¿La segunda parte? ¿El levantamiento de Thor? -dijo Mimi.
- Si, pero solo obtuve dos entradas para la premier, tengo entradas
para los chicos, pero son para la semana siguiente.
- Eh... ¿y? -dijo Mimi, cohibida por las miradas de Takeru y Sarah.
- ¿Quieres acompañarme? -suplicó la voz.
- Claro, ¿por qué no? -dijo Mimi- Eh... debo irme.
- Claro, nos vemos -dijo la voz.
Mimi cortó la llamada, Sarah y Takeru la miraban intrigados.
- Era un primo que me dijo que vió un trailer nuevo de la película "El
levantamiento de Thor"
- La segunda parte de "Martillos de Guerra" -preguntó Sarah.
- ¡Si!
- Ya me muero por verla... -dijo Sarah.
Llegaron a casa de Mimi, y Takeru se despidió un poco
avergonzado. La mamá de Mimi miraba por la ventana, y no se sintió tan
valiente como para besarla.
- Me divertí -dijo Sarah, con la ropa de dormir puesta, y a punto de
acostarse-, si tus amigos son como este chico, han de ser muy dulces
-concluyó, casi durmiéndose.
Mimi no pudo dormir, y, casi dos horas después, una extraña voz
la llamó a su ventana. Todavía llovía.
- ¿Y por qué no? -se dijo- ¿Qué tiene de malo? No estoy comprometida
con Takeru...
La lluvia se tragó sus palabras, susurradas por la ventana, y
prometió no repetirlas. No quería sentirse culpable, pero cada vez la
sensación era más fuerte.
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Disculpen por haber tardado, y espero que esta capítulo les guste.
Tenía que titularse: "Cita con Mimi; el chance con Joe, pero la cita se
hizo larga, y lo dividí.
Los comentarios y críticas nunca sobran, les agradecería sus
participaciones.
El siguiente capítulo titula: "El chance con Joe"
Alssus the unmaker.
