"May it be an evening star
Shines down upon you
May it be when darkness falls
Your heart will be true
You walk a lonely road
Oh! How are you are from home
Mornie utúlië (darkness has come)
Believe and you will find your way
Mornie alantië (darkness has fallen)
A promise lives within you now
May it be shadows call
Will fly away
May it be your journey on
To light the day
When the night is overcome
You may rise to find the sun
Mornie utúlië (darkness has come)
Believe and you will find your way
Mornie alantië (darkness has fallen)
A promise lives within you now
A promise lives within you now"
("May It Be" – Enya - B.S.O. "The Lord Of The Rings" – "The fellowship of the ring")
El valor de una promesa
- Ron!!! Hermione!!! – una persona venia corriendo desde el castillo hasta donde ellos se encontraban esperando, toda sudorosa, pues había estado corriendo todo lo que podía hasta llegar al lugar acordado.
- Calma Ginny, si solo han pasado cinco minutos de la hora, son solo las once y cinco – dijo Hermione levantándose del suelo y dándole un gran abrazo cuando llego Ginny a su altura.
- ¿Dónde esta James? – le pregunto Ron después de darle un gran abrazo a su hermana.
- Pues en el castillo, con su padre, es que – empezó a reírse al recordarlo – vino conmigo por la red flu, pero al llegar su padre empezó a correr hasta las escaleras y se quedo atascado en mitad de una, fue tan gracioso
- ¿Gracioso?, le podía haber pasado algo, con lo pequeño que es –dijo toda preocupada Hermione.
- No, si el que se quedó atascado fue su padre al intentar llegar hasta donde se encontraba James, la escalera cambio de dirección cuando se encontraba a mitad, James ya estaba en la otra parte.
- ¿Y ahora donde están? – pregunto buscando con la mirada a los que faltaban.
- Bueno, les dije que venia hacia aquí, no creo que tarden. – dijo mirando hacia el castillo.
En esos momentos se veía venir a un muchacho de unos 20 años que cargaba a un niño de unos 6 meses al que venia regañando, pero no muy seriamente, pues la cara que ponía el niño era completo arrepentimiento (aunque por dentro no era así). En cuanto vieron a los demás, el muchacho dejo al niño en el suelo, pues este empezó a patalear, y gateó hasta donde se encontraba su madre.
- James!!!, pero que grande te has puesto!!! – le dijo Hermione alzándolo del suelo, el niño había llegado antes que su padre al lugar.
- Es verdad, espero que no herede el carácter de su padre – rió Ron – seria una desgracia para los Weasley.
- ¿Qué has dicho Ron? – pregunto el recién llegado – que yo sepa, no soy tan malo.
- Calma, calma, ya sabes que no lo decía en serio – le respondió Ron con una carcajada, pero acercándose a Ginny le susurro al oído – espero de verdad que no sea como su padre, ya se parecen bastante, no se si soportare tener una versión en miniatura de Draco Malfoy (el pequeño tenia el mismo aspecto que Draco, exceptuando las pecas que tenia alrededor de la nariz y unos cuantos reflejos pelirrojos en su pelo, exceptuando eso, era un replica exacta de su padre).
- Ron – le recrimino Ginny, pero para que nadie mas les oyera, le respondió de la misma manera que él, en el oído – ya sabes que ha cambiado, ya no es él mismo que en Hogwarts, aunque creo que por desgracia James ha heredado su astucia, me temo que lo de las escaleras lo repetirá cuando volvamos, le encanta hacer enfadar a su padre en broma, aunque en el fondo ambos se adoran, tendrías que verlos – esto lo dijo, indicándole que mirara a Draco, en ese instante, el pequeño se encontraba colgado del cuello de su padre y le daba besos como disculpándose de lo que le había hecho antes.
- Es verdad – afirmo Ron, mirando la escena.
- Por cierto, ¿Dónde esta mi sobrino favorito? – pregunto Ginny mirando alrededor.
- Estoy aquí – dijo la voz de un pequeño, tirandole de un bajo de la túnica. Al verlo Ginny lo cogió en brazos.
- Tú también estas muy grande, has crecido mucho - dijo alborotándole el pelo, ya de por si desordenado. - ¿Han llegado ya los otros? – le pregunto a Hermione que se encontraba a su lado
- No, todavía no han llegado, solo habéis llegado vosotros tres.
- Me gustaría ver como esta, ya sabes – se paso la mano por encima de la tripa, indicando un embarazo. – la ultima vez que la vi, no se le notaba mucho, pero eso fue hace 3 meses, ahora no se como estará.
Como respondiendo a su pregunta, dos figuras venían hacia donde ellas se encontraban. Los demás, Ron, Draco y los niños se encontraban un poco apartados, ya que James, el más pequeño de todos había empezado a gatear rápidamente y los demás le seguían.
- Hermione!!!! Ginny!!! – grito una de las personas que venían corriendo, aunque venia con dificultad debido a su embarazo.
- Luna!!! – le saludaron cuando llegaron a su altura -¿Cómo te has puesto? ¿No estas sólo de 5 meses?
-Si, pero son gemelos, me lo dijeron hace una semana, en la revisión. Estoy muy feliz y muy contenta!!!!
- Y Neville, ¿Cómo se lo ha tomado?, ya sabes con su trabajo y todo eso – Neville era el marido de Luna desde el año pasado, y el ministro de Magia más joven de la historia, cargo al que accedió con 19 años, dos meses después de su boda con Luna.
- Pues, casi le dio un ataque – rió Luna.- Miren, ya esta otra vez con el teléfono, es que no le dejan en paz.
La otra persona que venia corriendo se había apartado un poco para poder hablar por teléfono móvil sin que nadie le molestase. Al acabar, ya por fin pudo saludar a las personas que allí se encontraban.
- Mira que les avise de que hoy no quería que me molestasen – dijo mientras se dirigía a donde las demás personas. – Hola Hermione, hola Ginny, ¿donde sean metido los hombres? – dijo notando la falta de otras personas. En ese momento noto que alguien tiraba de su túnica, se dio la vuelta y se encontró cara a cara con un pequeño rubio de 6 meses que le miraba con la cara llena de barro, lo cogio en brazos – Miren, ya tengo a uno, James, ¿Qué has hecho ahora a tu padre? – preguntó al pequeño, ya que siempre que el niño tenia esa cara era que había hecho alguna travesura (además, se escondía entre la túnica del muchacho, intentando que no se le viera, síntoma de que algo había hecho).
En esos momentos vinieron los demás, Ron, con Harry de la mano, ambos riéndose, y Draco, el cual llevaba parte de la túnica rota y murmurando algo de matar a alguien en cuanto lo cogiera. Al ver el panorama que tenía Draco, los demás empezaron a reírse, pues la pinta que traía no era propia de él, mas bien parecía que se había revolcado en el barro, aparte de traer varios rotos por la túnica y el pelo desordenado.
- Pero… pero… ¿que te ha pasado Draco? – pregunto Ginny en medio de las carcajadas.
- Pues que tu "querido" hijo se escapó al bosque, y al buscarlo me caí en un barrizal, además, él cuando me vio, lo único que se le ocurrió fue tirarse encima mío y empezar a tirarme más barro encima y no dejarme salir – dijo todo enfadado. – Por cierto en cuanto lo vea… - miró alrededor buscando al causante de su desastre.
- Y vosotros, ¿Por qué no habéis ayudado a Draco? – recrimino Hermione a Ron y Harry.
- No queríamos mancharnos – dijo el pequeño haciendo un pucherito, lo que consiguió una mirada de "no me lo creo" de parte de Hermione.
- En realidad – contesto Ron – no queríamos estropearles la diversión, se veían ambos tan graciosos – se rió al recordar la escena.
- Bueno, ya vale de reírse a mi costa – Draco hizo un gesto con la varita y la túnica se limpió y se arreglaron todos los rotos, como si nada hubiera pasado – Por cierto, ¿donde está el pequeño demonio? – dijo mirando alrededor y no encontrarlo, James se encontraba muy bien escondido entre la túnica de Neville, pero en un momento dado asomo su pequeña cabeza de entre los pliegues de la túnica, momento en que su padre lo vio y lo cogio en brazos – Ya te tengo, mira que eres…
- Un pequeño Slytherin e igualito a su padre – le interrumpió alguien.
- Ron!!! – le corto Ginny
- Pero si solamente digo la verdad.
- Si, se parece mucho a mi cuando tenia su edad – confirmo Draco – además, creo que tiene mi mismo carácter – en esos momentos, James se encontraba haciendo pucheritos para que su padre le perdonara.
- ¿Eras un pequeño demonio como has dicho antes?, aunque veo que no has cambiado mucho desde entonces. – Rió Ron.
Riiiiinnnnngggg, un teléfono sonó cortando la discusión que en esos momentos iba a empezar, ya que desde que Draco y Ginny se habían casado, aunque también en el séptimo año de ambos en Hogwarts, las discusiones entre Ron y Draco eran frecuentes, pero en el sentido de hacerse medio enfadar al otro, pero sin llegar nunca a las manos.
- Mira que les he avisado, y nada, nunca me hacen caso – iba murmurando Neville otra vez, apartándose de la reunión para hablar por el móvil.
- Por cierto, Luna, todavía no nos has dicho como vas a llamar a los gemelos, ¿lo habéis pensado ya Neville y tu?
- ¿Gemelos?, ya decía yo que era mucha barriga para estar solo de cinco meses – interrumpió Ron en ese momento. - ¿y cuando lo has dicho?, que yo recuerde, no lo sabia todavía.
- Cuando estabais los chicos en vuestra pequeña excursión - le aclaro Ginny a su hermano.
- Ok, ok, pero no hay nada mejor que ver la cara de Draco en el barro. – rió Ron.
- Ron!!! –volvió a interrumpirle Hermione
- Luna, ¿ya habéis pensado los nombres? – dijo Ginny en un intento de volver a la conversación.
- Si, ya los hablamos, y aunque le parezca mal a Neville, quiero que uno de ellos, por cierto son chico y chica, se llame Harry y el otro nombre, no se, estamos entre varias opciones, todavía no esta decidido.
- ¿Y por que le parece mal el nombre de Harry?, creo que es un bonito nombre y además…
- Yo no estoy en contra de ese nombre, Harry fue mi amigo y compañero también, y quiero hacer ese homenaje, pero… – interrumpió Neville, que ya había terminado de hablar por teléfono y escucho la ultima frase de la conversación – pero no sabéis la cantidad de gente que le pone ese nombre a su hijo, me parece que al menos un 60% de los niños se llaman así…
- Ehm… Neville, creo que influye un poco lo que hizo ya que cambio un poco toda la vida de las personas, y además, es un orgullo ponerle ese nombre a los hijos, es una especie de tributo hacia él, ¿no piensas así? – le dijo Draco.
- Si, pero… no sabéis el lío que es todo lo de las inscripciones.
- ¿Tan malo es? – pregunto Harry desde los brazos de su padre – a mí me gusta mi nombre.
- No es eso Harry, a mi también me gusta ese nombre, pero imaginate dentro de unos años, cuando vayas a clase.- dijo cogiendole en brazos.
- Seria estupendo – dijo este saltando al suelo y brincando – toda la clase llena de Harry´s, que bien me lo pasare.
- ¿Y no hay ningún Draco? – pregunto este esperando que la respuesta fuera afirmativa.
- Pues… - Neville se detuvo un momento a pensar – creo que si, si hay unos cuantos Draco´s, aunque los nombre que mas se ponen, detrás del de Harry, son los vuestros –dijo señalando a Ron y a Hermione.
- ¿El mío? – pregunto incrédulo Ron – ¿Lo has oído Hermione?, mi nombre lo ponen a los niños – dijo saltando Ron.
- Oh, lo lamento por los profesores que les toquen, ¿os imagináis la selección y las clases? – dijo Ginny riéndose.
Todos se imaginaron la escena y empezaron a reírse, si que serian unas clases muy interesantes.
Rrrrrrriiiiiiiiiiiinnnnnnnnnngggg, el teléfono volvió a sonar, Neville volvió a apartarse del grupo para poder hablar, murmurando cosas sobre la incompetencia del ministerio y todo eso.
- Esperen, esperen – dijo Luna, riéndose todavía, cuando vio que su marido se había alejado y no les pudiesen oír les comento otra cosa – no saben lo mejor.
- Mejor que una clase llena de Harry´s, Ron´s, Hermione´s y Draco´s, no se, no se… - dijo Draco todavía riéndose.
- Es que un día fui al ministerio, y antes de entrar a su despacho, me pase por donde inscriben a los niños nacidos, y saben que… que una pareja estaba poniéndole Neville a su hijo… - dijo riéndose – También le pregunte al que lleva las inscripciones y me dijo que era el octavo niño que tenia es nombre, y solo ese año.
En ese momento todos se volvieron a ver a Neville, este se encontraba hablando por teléfono, diciendo que no lo molestasen, aunque después cogio el móvil, lo tiro al suelo y le aplico un hechizo que hizo que el teléfono se destruyese por completo. Acto seguido fue a donde se encontraban los otros.
- ¿Por qué no nos lo has dicho Neville? – pregunto Ron.
- ¿Decir el qué? – este no sabia que era a lo que se referían los demás. Aparte, la cara de risa de los otros, lo le aclaraba nada.
- Tío Neville – dijo alguien tirandole de la túnica, era el pequeño Harry, al verlo, Neville le cogio otra vez en brazos – ¿es verdad que voy a tener compañeros que se llamen como tú? – pregunto el niño al estar a su altura
- ¿Qué? – dijo Neville con una cara de asombro – ¿Quien lo ha dicho…..? Luna!!! – dijo mirando a su esposa, la cual tenia cara de culpable.
- No es justo que solo sepamos unos nombres importantes, aparte, Neville, sabes que lo hacen porque eres un ministro que ha conseguido logros muy importantes, mas que ninguno antes. – dijo Draco, lo que hizo que Neville se diera cuenta de sus palabras y sonriese.
- Es verdad, no me había dado cuenta de eso.
- Ves Neville, todos somos importantes. – respondió Hermione – por cierto muchachos, ya es casi la hora – dijo mirando el reloj. – Venga, vamos hacia allí.
Hermione cogio a Harry en brazos, James reclamo a Draco que le cogiera (mas bien se colgó de su pierna, hasta que este le cogio en brazos), y junto con los demás, (Ron, Ginny, Neville y Luna), se dirigieron hacia un lugar cercano a donde estaban, un prado donde desde hace cuatro años estaba enterrado una persona muy cercana a todos ellos.
Al llegar allí, los 6 adultos, junto con los dos niños, depositaron los ramos de flores que portaban en la tumba y miraron hacia el cielo.
Don, don, don, don, don, don, don, don, don, don, don, don.
Una campana lejana dio las doce, momento en que un gran arco iris apareció en el cielo, no era tan hermoso y magnifico como el que se vio hace 4 años, ese día, a esa misma hora, aunque este, siendo un recuerdo de aquel, todavía podía maravillar a quienes lo observaban.
Todo el mundo se encontraba a esa hora viendo maravillado el arco iris, y recordando que era el aniversario de una tragedia, pero también, el aniversario de la nueva vida que habían comenzado entonces, una vida sin maldad. Ese arco iris significaba que pasase lo que pasase, alguien velaba por todos ellos… el recuerdo de una promesa… hecha por un muchacho.
En la tumba de aquel muchacho se encontraban en esos instantes bastantes personas ya, pero, entre ellas se encontraban una pareja con su hijo, que recordaban las anteriores veces que habían visto ese arco iris, exceptuando la primera vez que lo vieron hace cuatro años: unos días antes de su graduación, el día de su boda y el año pasado, cuando vinieron con su hijo de apenas 3 meses a verlo. Siempre en compañía de sus amigos, y ese era el primer año que no había ningún acontecimiento extraordinario (el año anterior fue una boda doble: Ginny y Draco y Neville y Luna).
El tiempo pasó y cada año, ese mismo día, se reunían las tres parejas en ese lugar, cada vez aumentando mas el numero de personas que se reunían, ya que a los gemelos de Luna y Neville se añadieron un hijo de Ron y Hermione el año siguiente (niño que apenas tenia un mes el día de la reunión), al cabo de varios años, la presencia de tres parejas con multitud de niños alrededor no extrañaba a nadie (pues las ocho personas del principio se trasformaron en veinte al cabo de unos años debido a los cinco hijos de Ron y Hermione, los cinco de Ginny y Draco y los cuatro de Luna y Neville –contando a los gemelos, uno de ellos llamado Harry a pesar de las protestas de su padre).
Como todo en la vida tiene que acabar, llego la hora de despedirse, y, aunque cada vez había mas y mas gente contemplando cada año el arco iris en esa reunión de compañeros, se fueron viendo huecos, huecos que iban rellenando las nuevas generaciones, pero que significaban que alguien les dejaba. Poco a poco, las personas que presenciaron el gran acontecimiento que daba lugar a ese arco iris fueron dejando de acudir, y no era porque no podían, sino que era porque ya había llegado su hora.
Al final, solo dos personas sobrevivieron a sus compañeros, las únicas que quedaban vivas de su generación y los únicos testigos todavía vivos de lo que sucedió.
Pasaron muchos, muchos años, y a ellos también les llego la hora de partir hacia el descanso eterno, murieron juntos con una gran sonrisa y rodeados de todos sus familiares, los cuales no se pusieron tristes por su marcha, ya que tal como les habían enseñado esas dos personas "la muerte llega cuando se esta preparado y no hay que tenerle miedo", y esas dos personas no tenían miedo ya que sabían que habían vivido tal y como ellos habían querido y deseado, disfrutando de todas las cosas que proporciona la vida y sabiendo que todo lo que habían hecho era correcto.
A esas personas se les enterró en el lugar que sus familiares creían mas apropiado, pues sabían que a ambos les gustaría estar en ese sitio, ahí, al lado de un amigo que perdieron hace ya mucho tiempo y donde todavía ondeaba en su cruz una banda, a la que no afectaban los años pues se mantenía como el primer día, banda con fotos de la juventud de los tres, en los que salían los tres juntos, y que a partir de ese día, volverían a estar juntos para siempre.
Sólo hubo una pequeña modificación en la banda, pues en un extremo de ella se agrego unos objetos para recordar a las personas que estaban enterradas a su lado: dos anillos entrelazados, unidos a la cinta, dorados y sin ningún adorno aparente, pero que cuando el sol se reflejaba en ellos se podía ver pequeñas vetas verdes… recuerdo de amor y de amistad de los tres que allí se encontraban enterrados.
La historia nunca olvidaría esa generación, ni esa historia, y todos los años por la misma fecha, la gente salía a la calle a ver un arco iris que les recordaba el triunfo del bien contra el mal, el valor de la unión, del amor, de la amistad y….. de la vida.
Fin
