Disclaimer: Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.
Advertencias: Esto, señores, es un slash.... Si para éstas alturas no sabes lo que es eso, déjame decirte que trata romances homosexuales, así que si no te gusta, mejor mantente al margen. Aclarado esto, iniciemos la historia.
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La trampa
Por Akiko
Si había necesidad de pensar que la muerte debía tener un estado o lugar, este era el más idóneo.
Para empezar en el sitio hacía frío. Un frío espantoso que penetraba hasta el último de los huesos provocando pensar que se tomaba su tiempo para recorrer cada espacio que aun conservara el débil calor corporal. Sin embargo no era un frío que matase... y era curioso notarlo a cada queja audible que era emitida al mismo tiempo que sus pulmones le obligaban a jalar aire en una lucha constante por mantenerse con vida.
Por si el frío no fuera suficiente, también se sentía una pesada humedad.
El aire estaba cargado de humedad, pero no podía definir el tipo... podría ser causada por el líquido que se escuchaba correr detrás de la pared que sostenía su cuerpo o de los desechos humanos que había captado durante las pocas veces que pudo reunir la fuerza suficiente para abrir los ojos.
O también podía ser a causa del sudor de su cuerpo. Sudor afiebrado que se hacía acompañar por la seca sensación de su boca que se extendía por su garganta.
Y la sangre...
El olor a sangre le golpeaba a cada momento que recuperaba la conciencia como si se tratara de un recordatorio de su precaria situación. Sangre que pudo ver mezclada entre masas corporales reducidas a jirones de carne putrefacta que lucían regadas en el suelo y se hacían acompañar de moscas cuyos zumbidos alteraban hasta al más ecuánime de los hombres.
Y lo cierto es que él no era uno de esos hombres.
Sin embargo su agotamiento físico y emocional era tal que no podía pensar de manera fría y calculada como lo hacía siempre. Solo era conciente del dolor y la pasividad de su cuerpo.
Su realidad se había reducido a los ajustados grilletes que se cerraban en torno a sus muñecas abriendo ligeras heridas que comenzaban a humedecerse con su propia sangre.
Era conciente también del dolor que el hambre y la sed le provocaban.
¿Por qué no había muerto ya?
Cierto, sabía que tenía que ser un ejemplo a los demás. De esa manera nadie más se atrevería a traicionar al Dark Lord.
Sin embargo no era como lo había esperado... en su defecto no como lo había visto en ocasiones anteriores.
Generalmente el traidor era sometido a una interminable sesión de maldiciones en las que el actor principal era Lord Voldemort. Sesión, que por cierto, resultaba horrible y escabrosa a todos aquellos que le servían; cosa que les mostraba que no importaba que tan seguros se sintieran de haber tomado esa decisión, jamás estarían a la altura de la crueldad del hombre.
Y lo cierto es que ahí no había nadie... nadie con vida, al menos.
Así que... ¿a quién estaba sirviendo de ejemplo?
Aunque no la estaba pasando bien tampoco. Sus torturas podían parecer suaves a comparación de otras, en las que había participado, pero seguía con vida... Y ese estado le era recordado por cada célula que integraba su maltratado cuerpo.
En esa situación, sin que nadie supiera su ubicación... (y de todas maneras no le podían salvar)... lo más piadoso era que le mataran.
Pero al parecer no era el plan.
Probablemente habría sido buena idea averiguar la naturaleza y el propósito de dicho plan, pero su actual situación no le dejaba muchas opciones de movimiento.
Y de todas maneras el objetivo lo tenía en claro:
... Acabar con la amenaza llamada Harry Potter...
