Disclaimer: Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.

Advertencias:  Slash...

Notas de la autora: Hum, bueno... para este capítulo recurriré a mi "amplio" conocimiento de francés... es decir... las tres palabras que sé... Cualquier corrección al traductor que estoy usando, será bienvenida.

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Capítulo dos: Unos labios con sabor amargo.

Frío.

El lugar estaba frío.

No podía definir de manera exacta el lugar por donde se filtraba el frío, pero podía sentirlo en cada molécula de su cuerpo de manera casi dolorosa. Y no podía decir que se tratara de un viento ya que el ambiente tenía algo extraño que sofocaba a un grado inexplicable.

Y todo era percibido por él.

Eso fue lo primero que le hizo detenerse de manera brusca y el sonido de sus pasos dejaron de resonar por las paredes de piedra llenas de humedad.

¿Era normal que sintiera el frío aun en los sueños?

Sus ojos verdes se deslizaron por el pasillo que había elegido para caminar y vio los efectos que la humedad y el tiempo habían hecho con el oscuro sitio. Las piedras se veían en buen estado, pero sobre ella crecía una ligera vegetación que, a pesar de la continua humedad, parecía estar a punto de secarse.

Pero no era todo.

¿Eso de ahí era sangre?

Harry extendió una mano y tocó el hilo espeso que se deslizaba desde una abertura.

Le sorprendió sentir la textura del liquido y de nuevo se preguntó si era normal tener esa clase de sueño.

Bueno, si se trataba de un sueño ya era momento de despertar. Sabía que había algo más al final del pasillo, pero no quería verlo... No se sentía listo para ello.

Pero nada pasó.

¿Habría alguna forma de "salir" de ahí?

~ "Harry..." ~

Una voz.

El muchacho giró para observar el camino oscuro que había dejado a sus espaldas y frunció el ceño.

¿Era normal que una simple voz causara ese extraño escalofrío en su cuerpo?

-¿Quién es?

~ "¿Tan pronto te olvidas de mí" ~

¿Alguien conocido?

¿Quién?

Harry parpadeó al sentir una repentina brisa que se fue haciendo fuerte y levantó tierra y basura del suelo. Cerró los ojos por acto de reflejo y cruzó los brazos al frente como si pensara que se trataba de un ataque. Pero no fue así.

Cuando volvió a abrir los ojos se descubrió en el primer lugar que soñó.

... Y ahí estaba ese hombre...

El hombre vestido de terciopelo negro... Aun atado a las sucias paredes con los restos humanos a sus pies.

~ "Es de noche, Harry... Puedes verlo ahora..." ~ dijo la voz con tono silbante.

Harry entendió.

Nadie estaba ahí para despertarlo. Y la verdad es que eso no le parecían buenas noticias.

Quería despertar...

... sin embargo...

Harry se acercó con pasos suaves y silenciosos.

-*... il a trahi le cercle foncé...*  (1)

-¿Qué? - preguntó Harry y estiró una mano. De nuevo sintió cada ebra de cabello entre sus dedos y sintió la textura húmeda... ¿sería eso fiebre?...

-*Son mot n'est pas valeur, mais son âme me prendra vers le tí, Harry.*  (2)

¿Quién?

¿Quién era la persona que estaba sobre esa pared?

La mano de Harry se posó en la mejilla y pudo sentir la frialdad de la piel... Los pómulos estaban un poco marcados y se sentía un poco la barba... pero...

... la piel era tan suave...

Harry encorbó la espalda para acercar la cara a la de esa persona y comenzó a levantar el cabello largo. Por alguna extraña razón sintió una emoción en su pecho que no podía explicar.

~"¿Es lo que quieres, Harry? ~

¿Quererlo?

Pero si no sabía de quién se trataba.

Harry apoyó la otra mano en la barbilla del hombre y comenzó a levantar lentamente. Apenas había  logrado ver un poco más de la pálida piel y la manera en que el cabello se alejó para dejar ver unos finos labios resecos, cuando un doloroso gemido le hizo retirar ambas manos y alejarse unos pasos.

La acción debió resultar absolutamente divertida a quien le estaba hablando ya que escuchó una carcajada resonar, haciendo eco por las paredes.

Una carcajada tenebrosa.

Algo que, sin embargo, solo le hizo enfadar.

"Es un sueño" se repitió mentalmente antes de soltar el primer insulto. Sus ojos verdes se posaron en esa persona y sintió un vuelco violento en su corazón.

¡Lo conocía!

Estaba seguro de que lo conocía a pesar de que no podía definir exactamente de quién se trataba.

La palidez de su piel, su cabello negro desordenado (ahora), el terciopelo que cubría su cuerpo y los labios a pesar de que estaban resecos.

-¿Profesor?

*          *          *

Había algo que en definitiva no le agradaba en ese nuevo profesor. No solo se trataba del sutil encanto que irradiaba y el ligero acento francés del que todas sus compañeras hablaban.

Había algo... algo que no encajaba con el muchacho de cara bonita.

Algo... ¿oscuro?

Draco arrugó la nariz ante ese pensamiento justificándolo con las ridículas palabrerías de Blaise. Desde que el profesor llegó se levantaron rumores respecto a él, pero en su opinión los más ridículos eran los de Blaise, quien no se decidía respecto al joven ya que pasaba de ser un profesor de apariencia ridículamente "frágil" a "el peón perfecto".

Y la verdad es que para Draco solo era un joven con mucha suerte, después de todo estaba ocupando el lugar de Severus Snape, cosa que no le habría parecido posible tomando en cuenta las notables diferencias exteriores que ambos hombres tenían aunque el profesor Streng mostraba un carácter semejante.

Eso era lo que no le agradaba. Las semejanzas.

Draco se detuvo a mitad del pasillo e hizo una mueca de asco al ver a Potter sentado en una de las bancas que estaban acomodadas camino al campo de quidditch.

Hablando de cosas raras, Potter se veía bastante... extraño.

Maldición, si las cosas seguían así terminaría pensando que se trataba de alguna clase de virus que no se había detectado del todo.

Aunque...

Draco retrocedió unos pasos hasta llegar tras un pilar... justo el que le cubría de la vista de Potter y desde donde podría observar con cuidado.

"¡No lo estoy observando!", se amonestó mentalmente.

Estudiando era una mejor palabra. Una más segura, al menos.

Bueno, Potter estaba... bastante distraído aun para notar el frío que estaba soplando desde alguna parte del sitio.

No. No parecía estar distraído... No a sus reflexiones al menos.

Y la verdad es que Draco jamás lo había visto de esa manera.

Parecía...

... ¿preocupado?...

¿Harry Potter preocupado?

Vaya, ¿alguien acababa de prohibir que el joven dorado exhibiera su magnifica personalidad de héroe?

Draco rió entre dientes. Eso sería espléndido.

Sin embargo no parecía ser eso. De hecho jamás había visto a Potter tan preocupado y tan... solo.

El rubio frunció el ceño.

-¿Usando por primera vez tu cerebro, Potter? –preguntó caminando con pasos seguros y se detuvo hasta estar detrás de él –No me extraña que se te dificulte, quizá es la primera vez que lo haces.

-Deberías intentarlo también, Malfoy... A menos que el eco que se escucha por los pasillos sea de tu cabeza.

Muy astuto, pero Draco no mostró estar ofendido.

-¿Y donde están tus amigos? ¿El pobretón Weasley y la sangre sucia por fin entendieron que no eres realmente importante?

-Deseaba estar solo –dijo Harry con molestia y  miró al rubio – y eso se aplica a todos.

-Bueno, debes entender que no todos satisfacen los deseos del gran Harry Potter. Y eso, desde luego, es una de las acciones que encaja a la perfección conmigo, Draco Malfoy.

-¿Pensaste una oración tan larga tu solito? –preguntó Harry fastidiado –Bravo... ¿Ahora puedes esfumarte, Malfoy?

-¿Qué es lo que preocupa al Gran Potter? ¿Se acabaron los problemas para que puedas resolverlos y lucirse como héroe?

-¿No tienes una vida propia de la que puedas hacerte cargo, Malfoy?

-Ahora que lo mencionas sí –Draco se dio la vuelta y casi chocó con el profesor Streng -... Señor...

-Haga el favor de atender sus intereses, señor Malfoy –dijo el hombre con educada frialdad –El señor Potter y yo tenemos que programar un castigo.

Draco frunció el ceño al momento que rodeaba al hombre. En definitiva había algo muy extraño ahí.  Algo que era palpable, pero que no se podía definir del todo.

Ernst miró interesado al rubio y frunció un poco el ceño. Nadie se metía el problemas por nada... y la verdad es que molestar sin público no parecía propio de un Malfoy, al que le encantaba mostrar superioridad.

-Creí que a los profesores se les mostraba el castillo antes de que iniciaran sus actividades –dijo Harry.

Ernst volteó a ver al chico.

-Espero que no halla olvidado que mi caso es... especial.

Harry arrugó la nariz. Hasta ese momento no se había preguntado lo que había llevado al director decidir traer un reemplazo para  el profesor Snape.

-Este lugar no se parece a Beauxbatons –señaló el hombre mirando el patio hasta detener las irises cafés en una de las banderillas del campo de quidditch.

-¿Es usted de ahí? –preguntó Harry –No tiene acento.

- Elle est l'une de mes qualités (3) –señaló el hombre con una sonrisa orgullosa y caminó asegurándose de que su túnica se moviera de manera armoniosa que, en opinión de Harry, era casi imposible lograr. –Tengo el lugar del profesor Snape por que estoy calificado para tenerlo... La pregunta es... –se acercó al chico y le levantó la barbilla con suavidad -¿Qué tan lejos llegaré?

-¿De qué esta hablando?

La verdad es que todo eso había salido de lo que Harry consideraba normal, en especial dentro de lo que tenía catalogado en el comportamiento de un maestro y un alumno.

No sabía mucho respecto a miradas seductoras ya que no había visto muchas, pero los ojos cafés del profesor Streng tenían una capacidad asombrosa para estar fijos en los suyos logrando que un escalofrío le recorriera lo largo de la columna vertebral hasta depositarse en la base de su cuello y transformar aquello en algo semejante a una alarma que no debería ser tomada a la ligera.

- À quoi vos lèvres savent-elles, Potier ? (4)

-¿Perdón?

La sonrisa que se delineó en los labios finos asustó a Harry. Le pareció tan familiar y a la vez tan aterradora que se alejó de los suaves dedos que sostenían su barbilla y puso su mejor gesto inocente para justificar el rubor que sintió en las mejillas junto con ese incómodo calor.

-Fascinante –susurró el profesor y sin darle oportunidad atrapó sus labios con un movimiento ágil.

Un calor maravilloso abarcó el pecho de Harry. Lento, suave, inesperado... A pesar de que no lo había sentido le parecía conocido. Las manos le maltrataban la piel de los hombros con una furia que le parecía en verdad conocida... No... *Conocido* no era la palabra adecuada para describir esa fuerza... Más bien se trataba de algo que ya esperaba. Algo que sabía que estaba ahí aunque jamás lo hubiese experimentado.

Harry pensó (cuando atinó en hacerlo) que todo eso era una absoluta locura. Estaban en un lugar al que cualquier estudiante o profesor podía acceder en cuanto el timbre anunciara el final de la clase y a pesar de eso podía detectar una parte de su mente a la que no le importaba.

Por más raro que pareciera ese beso podría ser lo que tanto había esperado.

¿Por qué?

~"Por que estás recibiendo lo que deseas" ~ dijo la voz que escuchó en sus sueños. Tenebrosa, pero tan lejana, que le pareció parte de una broma.

El beso se partió entonces. Harry bajó la cabeza para cubrir el rojizo de su cara hasta que fue consciente de un sabor amargo... Un sabor salado. Levantó la mirada verde y descubrió una herida en los labios del profesor del que emanaba un fino hilo de sangre. El profesor se tocó con la yema de los dedos y frunció el ceño.

-Después hablaremos de tu castigo? –susurró y se dio la vuelta caminando con grandes zancadas.

Harry frunció el ceño.

¿Qué diablos había sido todo eso?

¿Y por qué dejó que pasara?

Continuará...

(1) Él ha traicionado el círculo oscuro.

(2) Su palabra no vale, pero su alma me llevará hacia tí, Harry.

(3) Es una de mis cualidades 

(4) ¿A qué saben tus labios, Potter?  

Renialt Shirou: Espero que te siga resultando interesante con este capítulo. Gracias por tu tiempo.

Kathy: En lo personal espero que Ernst llegue a algo "significativo"  la primera cita XD. Oh, hay algo muy importante que me comentas y deseo aclarar... Aun no sé si este fic sea largo, por lo que no puedo decir que abarque todo el año escolar... La idea es que solo abarque un mes o dos a lo mucho.

Burbujita: Que bueno que te ha gustado lo poco que va del fic. A lo mejor tus sospechas son correctas y este profesor nuevo no nos da muchas sorpresas, espero que no sea tan obvia su naturaleza. Y como puedes notar, Harry sigue teniendo ese sueño...