Disclaimer: Harry Potter y todos sus personajes son propiedad de J.K.Rowling.
Advertencias: Slash...
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Capitulo cuatro: Caído
Frío.
El frío era espantoso.
Seguramente el clima estaba cambiando. Y la verdad es que no esperaba sobrevivir el invierno en esas condiciones.
Perfecto. De esa manera dejaría de sufrir por las heridas infectadas y la carne entumecida.
-Severus...
Habría sido prudente levantar la cabeza para mirar al dueño de esa voz, pero estaba cansado. Muy cansado.
Una mano se posó en su frente levantando un poco.
-Para ser la clave del éxito esta muy *maltratado* -dijo alguien más con frío cinismo. Un tono demasiado conocido a Severus.
-No viniste aquí a criticar, Malfoy.
-No voy a acercarme a él -replicó el hombre rubio con repulsión. -Encárgate tu, Pettigrew.
-Nuestro señor dijo que...
-... Que te acompañara a la celda -dijo Malfoy -Ya estoy aquí, el resto te corresponde.
Peter gruñó y abrió el primero de los grilletes, lo que provocó que el cuerpo contra la pared cediera y tuvo que sostenerlo. En realidad no habría esperado hacer algo así y se sintió extraño, pero era la orden. Al abrir el segundo grillete lanzó un gemido y se las arregló para arrastrar el maltratado cuerpo hasta una esquina donde estaba un colchón derruido y sucio.
-Si pasa el invierno me sorprenderá en verdad -comentó Peter acercándose un cubo con agua junto con un trapo para comenzar a limpiar una de las feas heridas.
-A mi me sorprende ya -ironizó Lucius -Es el "arma secreta" de nuestro señor y esta aquí... en una asquerosa celda.
Y la verdad es que Lucius no podía entenderlo. Cada que miraba el maltratado cuerpo se preguntaba más la idea que la retorcida mente de su señor había tenido esta vez. Eso si. No tenía duda de que era un buen plan...
-Quizá Severus no cooperó -dijo Peter haciendo una desagradable mueca al encontrarse con una herida horrible y pasó el trapo húmedo por ella ignorando el gemido de dolor que emanó del cuerpo maltratado.
Las heridas habían sido bastante difíciles de tratar, pero lo más curioso fue no obtener una reacción que pudiera ser calificada como normal en Severus. De vez en cuando dejaba escapar un gemido lastimero, pero la mayoría del tiempo se mantuvo quieto y débil. Si no fuera por el lento movimiento de su pecho al respirar, Peter juraría que estaba muerto, ya que hasta el pulso le parecía insuficiente para mantenerlo con vida.
Peter parpadeó un poco al humedecer un poco los labios del hombre con un paño y se dio cuenta de que algo estaba en verdad mal con él.
-¿Aun no despierta? -preguntó Lucius con desprecio.
-No lo hará.
-¿Se esta muriendo?
-No comprendo la magnitud del hechizo, pero me parece que no es algo convencional, aun en las artes oscuras...
* * *
Lady Meer emergió hasta una roca y acomodó su cuerpo sobre la superficie irregular. Su cabello blanco le cubrió la piel escamosa en gran parte de la extensión de los hombros y sus manos toscas acudieron a acomodarlo con gentileza.
El sonido de unos pasos suaves le hicieron levantar la mirada hacia la oscuridad que los árboles brindaban y dedicó una sonrisa al detectar la naturaleza de la magia que ese ser poseía.
-¿De nuevo dificultades, Albus? - preguntó
El anciano se acercó un poco y se puso cómodo. Del interior de su túnica extrajo un dulce y ofreció uno a la criatura, quien lo rechazó con educación. Si dar importancia a eso, comenzó a desenvolver el dulce y lo guió hasta su boca.
-Severus Snape ha desaparecido. -dijo finalmente -Hemos buscado por todos lados, pero no hay manera de saber un lugar acercado al que se encuentra... Y recordé el espejo...
-El espejo de la Sirena Ether Mistick -aceptó Lady Meer -Es una herencia única, Albus... Y sólo puede ser usada por su heredera... Pero la noticia le afectará, Albus... Le afectará mucho.
-Me parece que más le afectará no hacer nada por su amigo, Lady Meer. -señaló Albus con tranquilidad.
La criatura apretó sus labios haciendo aun más tosca su expresión y miró al hombre con algo muy parecido a la exasperación.
-En toda guerra es necesario hacer sacrificios...
-No en una donde este participando yo, Lady Meer -contradijo Albus con educación.
-¿Prefieres perderla a ella? -preguntó la criatura -La Sirena no se ha recuperado. Para mostrarte las imagenes donde Snape esté, debe verlas también... y no sabemos si ese hombre se encuentre con vida aun, Albus... Por lo menos debes indagar eso... Asegurate de que el hombre esta vivo y yo veré la manera para que el espejo de Mistick sea usado por su heredera.
* * *
-¡Fantástico! -Ron mordió una tostada con mermelada.
-Me parece extraño -murmuró Hermione levantando la mirada del libro que había estado leyendo desde el día anterior.
-El profesor Dumbledore se lo pidió -explicó Harry.
-Esta claro que quiere un buen desempeño en nuestro equipo -alabó Ron.
-No eso -corrigió Hermione -El profesor Streng no ha tenido acercamiento con ningún otro alumno.
Harry intentó no sonrojarse al pensar en lo que implicaba un "acercamiento" con el actual profesor de pociones.
-Es joven -señaló Ron -debe estar maravillado por la fama que Harry tiene.
"No me lo parece" pensó Harry sin querer y torció los labios.
-Eso es ridículo -espetó Hermione.
-Esta bien -concedió Ron -quizá exageré un poco. Aunque hay que admitir, Harry, que el profesor Streng abusa un poco de ti en cada clase. Eres el primero que debe contestar, ayudas a repartir ingredientes de último momento, auxilias a Neville... ¿El maestro no ha notado que eres un desastre en pociones?
-Es a lo que me refiero -dijo la chica.
Aunque a Ron se le había olvidado mencionar el hecho de que con el profesor Streg si aprendía "algo", cosa que lo hacía apto para hacer todo eso.
-Quizá sea un caso semejante al de Gilderoy Lockhart.
Harry se estremeció. No es que le gustara el trato del profesor Streng, pero lo prefería sobre el que tuvo con Gilderoy Lockhart.
-En ese caso espero que se le acabe -suspiró Harry -No me gusta llamar tanto la atención.
Lo cierto es que la atención ya estaba llamando. La mayoría de los alumnos de Slytherin le miraban con acidez como si fuera el culpable de que el profesor (jefe suplente de su casa) le tuviera, en su opinión, tantas consideraciones. Y era curioso molestarlos aunque no se lo hubiese propuesto, en especial por que muy en el fondo lo disfrutaba. La sensación de poder sobre una casa tan "difícil" como esa podría llegar a ser maravillosa si no se manejaba cuidadosamente... Y lo que Harry menos quería era más problemas... en especial si se relacionaban con el joven profesor.
Pero es que había algo horrorosamente familiar en Streng. La brutal manera con que apretaba la carne de sus brazos y lo hacía parecer la caricia más exótica y exitante. Su forma de morder los labios sin hacer una lesión visible, pero capaz de lastimar y arrancar un gemido mezclando el dolor y el placer. Su peso corporal aplastando de manera dominante y primitiva...
Harry sacudió la cabeza. Esa no era la manera más sana para pensar en un profesor, ¿verdad? En especial por que era el primero que se atrevía a mostrarle ese lado de la vida humana... En definitiva no tenía con quién compararlo, pero seguía insistiendo que todo le parecía simplemente familiar.
* * *
Si existía un ser capaz de entender y manejar las artes oscuras con envidiable maestría y tenía el valor de darse a conocer ese era Lord Voldemort.
Tan misterioso como el hecho de que estuviera "vivo". Tan peligroso como cada mal en el mundo mágico... Inteligente al usar las ambiciones de muchos magos a su favor y al plantar el terror en el resto. Tanto terror que nadie se atrevía a pronunciar su nombre, aun ahora, en el que se suponía, estaba muerto.
Aunque eso no era lo que ocupaba la mente del ser malvado. Si alguien le estuviera viendo podría saber que estaba preocupado... Preocupado y sumamente molesto.
No bastanba con que hubiese perdido recientemente la oportunidad de inmortalizarse, ahora también perdía su arma secreta... Y eso era justo lo que tenía que resolver... ¿por qué había pedido el control de esa persona?
El ser oscuros levantó su mirada al ver que unos de sus más fieles sirvientes atravesaba la puerta haciendo una educada inclinación de cabeza.
-Sus ordenes han sido cumplidas, Milord.
Justo como siempre debería ser. Voldemort se acercó y caminó para atravesar el salón principal del castillo acompañado de su sirviente.
-¿Muchas heridas, Malfoy? -preguntó la horrenda voz.
-Nada que no podamos resolver -dijo el hombre con tranquilidad -Pettigrew se encargó de limpiarlas con cuidado...
Voldemort sonrió.
-Eso lo mantendrá con "vida" más tiempo -siseó -Pero no es lo que me importa ahora... debo conversar con alguien más. Vete.
Malfoy frunció el ceño debajo de la máscara blanca y obedeció consciente de que no se enteraría de lo que estaba ocurriendo, Así que decidió retirarse.
Voldemort caminó hasta descender a uno de los calabozoz, justo donde había instalado accesorios para realizar pociones y distintos hechizos más. En las paredes se veían varios libreros provicionales en donde estaban acomodados diversos tomos viejos y humedecidos por las paredes. En el centro del lugar estaba colocado una lámpara antigua y oxidada... Detrás de los cristales se podía apreciar un débil resplandor blanco. Justo lo que estaba buscando.
Voldemort extendió las manos rodeando el sitio donde estaba encerrada la tenue luz y murmuró unas palabras provocando que un ligero temblor se sintiera en el lugar.
*... Je suis libre ...* (1)
El ser malvado rió. Si, ya había escuchado esa bobada antes... Justo en el momento en que provó los labios del joven, aun a través de ese cuerpo.
Pero...
... nadie escapaba del Dark Lord... Mucho menos él....
Le había costado mucho trabajo *obtenerlo* y no pensaba perderlo así de fácil.
~ "Regresa a mí... Me perteneces" ~
Una orden. Una que nadie de sus mortífagos se atreverían a desobedecer, pero esa persona no estaba bajo sus ordenes a pesar de que estuvo bajo su poder y se atrevió a emitir esa risa refrescante que nadie de sus marionetas podría emitir, aun estando a salvo.
Voldemort frunció el ceño.
~"Lo mataré... Mataré al profesor..."~
*Oui... Et il n'importe pas à moi...* (2)
Resultaba osado que le diera esa respuesta aun sabiendo todo el poder que tenía para hacerle daño. Era simplemente estúpido, ya que no bastarían las millas que los separaban para hacerle una herida mortal y dolorosa para enseñarle de nueva cuenta quién era el amo.
*Plus vous pouvez n'attraper à moi * (3)
Voldemort murmuró una maldición. Suave a comparación de las que usaba a menudo, pero justo la que requería para enseñar una lección a ese tonto... Justo la que todos notarían y a la que no podría responder... Justo la que le causaría dolor y le daría oportunidad de tomar control de ese cuerpo el tiempo exacto para la siguiente fase de su plan.
Si... Todo por realizar sus ambiciones al fin.
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Notas de la autora: Ya saben, la escritora no sabe Francés... cualquier corrección es bienvenida...
Lady Meer aparece en otro de mis fics "Junto a tu recuerdo", cuando ella habla del espejo se refiere al que Debbie usa para ver a Voldemort desde su despacho.
(1) ... Soy libre....
(2) Si... Y no me importa...
(3) Ya no puedes atraparme...
Kathy: Tienes una teoría muy acercada. No hablare mucho de ella para no arruinar la sorpresa a los demás y a ti. El lado por el que los personajes trabajan es punto y aparte, en especial por sus intereses personales.
Malaki: Si bueno, el revolver las ideas es uno de mis defectos. Pero no te preocupes, conforme avancen los capítulos se irán entendiendo las cosas. En especial las que te tienen confundido.
