Cap. 5. Espejismos del pasado y reflejos del presente
Kagome, se paseaba nerviosa de un lado a otro, después de que Saiko, le había dado la noticia de que su más reciente admirador, era amigo de "ese" sujeto con el que se había encontrado aquella noche. Por supuesto que no hizo un escándalo cuando por las noticias se entero quien era en realidad aquel hombre, había conservado la calma tratando de que no le importase demasiado.
Y donde estaba ella ahora? Junto a su amiga esperando en ese bar para la "famosa" entrevista, aunque Saiko le había asegurado que Kosuke Mudou (le molestaba la reverencia con que todos pronunciaban su nombre era evidente que solo ella sabia que era un patán) no estaría allí, pero no le creía sabia bien que su amiga no quería quedarse sola con ese tal Hiroshi, y ella no podía culparla seguramente era igual de descarado que su amigo.
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"De manera que iras a verla en la hora del almuerzo"- Dijo Kosuke después de enterarse que su amigo iría a dar esa odiosa entrevista. Pero podría resultarle productiva en cierta forma.
"Si, estoy muy ansioso de verla nuevamente"
"Puedo ir contigo"
"Oye, para que? ella estará sola y quiero aprovechar eso"
"Eres incurable, pero déjame decirte que dudo que venga sola"
"Porque"
"Su amiga querrá conocerme, después de enterarse quien soy, estoy seguro que vendrá, la noticia ya salió por todos lados" Una sonrisa de insatisfacción cruzo su rostro, no le gustaba como se había difundido su nombre, prefería el anonimato. Pero al menos le serviría para verla a ella.
"Eres muy engreído Kosuke, no todas las mujeres a las que te acercas caerán rendidas a tus pies"
"Pues dime una, que no lo haya hecho"
Silencio.
En realidad no había ninguna, penso Hiroshi, "Esta bien, ven pero si esta sola te marchas lo prometes?"
"De acuerdo"
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A medida que se iban acercando al bar, las siluetas iban haciéndose mas conocidas, Hiroshi puedo ver a Saiko que levantaba la mano para saludarlo y a su lado una mujer, maldita sea su amigo tenia razón, su querida Saiko no estaba sola, pero esa mujer le parecía familiar…. Se acerco un poco mas hacia ellas…. Dios mío era ella……. Kagome, que hacia allí? Acaso era una trampa, decidió actuar con cautela.
"Buenos días"- Dijo y comenzaron las presentaciones, aunque Hiroshi, no podía apartar su mirada de la de Kagome, acaso no lo reconocía él era igual que el Miroku de tiempo atrás, Inuyasha también era igual, ella lo había visto cuando se transformaba en humano, acaso no les reconocía, que había sucedido? Algo malo seguramente, debería averiguarlo por el bien de todos. "Usted, me recuerda a alguien, esta segura que no nos hemos visto antes" Dijo a Kagome
"Muy segura" Contesto. Pero su atención estaba concentrada en aquel hombre que había entrado con el amigo de Saiko. Estaba enfadada, y ese arrogante estaba allí para colmo.
"Me alegra que nos encontremos nuevamente, has venido a verme verdad"- Dijo Kosuke dirigiendo una mirada capaz de derretir su alma.
"¿Porque haría tal cosa?"- Noto que su amiga y aquel hombre llamado Hiroshi se alejaban a otra mesa, mientras Saiko sacaba una hoja de su cartera, seguramente para comenzar a interrogarlo, solo esperaba que terminase pronto para irse de allí y no ver a ese sujeto. Concentro su atención en lo que Él le decía.
"Todas las mujeres utilizan dulces trucos para llamar mi atención, pero a ti no te hace falta puesto que ya la tienes" Le hablaba confiada y descaradamente y lo sabia.
Indignación, si, eso era lo que sentía que crecía dentro suyo como un volcán a punto de estallar, apretó sus manos cerrándolas con fuerza. "Señor, que le quede claro que estoy aquí porque mi amiga me suplico que la acompañara y me aseguro que usted no estaría aquí, no tengo el menor interés en usted y para serle franca espero que se marche y me deje esperar a mi amiga en paz"
"Esa es una mentira y lo sabes" Dijo sonriendo. Si definitivamente le agradaba ver a esa mujer llamada Kagome enfadada, de cierta forma le resultaba familiar, pero no sabia porque.
Demasiado, ya tenia demasiado con ese hombre insufrible, era hora de ponerle fin a la situación y no verlo nunca mas, no sabia porque no lo había hecho desde un principio y porque había ido hasta allí sabiendo por intuición que Él estaría junto a su amigo. Tal vez inconscientemente si se sentía atraída hacia él pues era el hombre mas apuesto que había conocido, y estaba parado delante de ella creyendo que moría por él (debe ser arrogante por la fama que tiene) penso (pero ya vera, que no soy una de sus admiradoras). No supo cuál fue el demonio que se apodero de ella cuando levanto su mano y acaricio una mejilla suya. Lentamente, se acerco hacia su hombro derecho (al fin que ni volveré a verlo) y le susurro en el oído "No importa, lo que pienses, no te deseo y tu nunca podrás tenerme"
Después de aquello se sintió muy extraña de su comportamiento, como si se desconociera por completo, que la había llevado a actuar de esa manera??? Él era un extraño, una celebridad. Sentía satisfacción y desconcierto, como si se hubiera cobrado una pequeña deuda con ese hombre al que ni conocía, y como era su costumbre, salió corriendo un poco para evitar desmayarse y escuchar a su conciencia y otro porque no se atrevía a mirarlo a la cara después de lo que había hecho, luego le explicaría a Saiko, lo sucedido, ahora debía salir de allí.
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Kosuke demasiado sorprendido por aquella mujer, advirtió en sus ojos lo que intentaba hacer, iba a dar el toque de gracia escapando como aquella noche, pero esta vez el no se lo permitiría, salió tras ella y detuvo la puerta del taxi al cual estaba subiendo.
"No, creas que voy a permitir que te vayas así nada mas"- Dijo un tanto enfadado. Se interrumpió cuando alguien toco sus hombros por la espalda, se dio vuelta para ver un hombre, de cabello blanco largo y ojos dorados como los suyos que lo miraban imperturbables.
Kagome aprovecho su distracción y lo empujo para cerrar la puerta del auto y así pudo marcharse.
"Mira lo que haz echo, extraño esa mujer acaba de escaparse"
"Yo en tu lugar no me preocuparía, necesito hablar contigo…Kosuke…Muduo. o debo decir querido hermano"
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Miroku, sabia que no debía de haber utilizado la magia en contra de Sango (la había dormido) pero no le podía permitir presenciar lo que iba a hacer, Sesshoumaru estaba hablando con Kosuke, seria cuestión de segundos que lograra que se trasformara, debía impedirlo, como fuera
No solo porque se lo había prometido a Inuyasha sino porque Kagome estaría en peligro.
Si Inuyasha recordase lo sucedido, buscaría vengarse de ella y no sabia hasta donde podía llegar para conseguirlo, la ultima vez habían tenido que encerrarlo utilizando su magia y la de Kaede, y habían agotado todas sus fuerzas, que pasaría ahora si el se transformaba?
Jamas volvería a ser el mismo de antes, seria alguien diferente un yukai, como Seshoumaru, pero lo que más le aterraba era que por los poderes que despertarían en él, no existiría nada capaz de detenerlo. Y Kagome, era inocente de lo que había sucedido en el pasado, de eso él estaba seguro de alguna manera, su perdida de memoria no la ayudaría en lo absoluto contra un enfurecido yukai, su amiga estaba en un grave peligro, debía detener a Seshoumaru, a como diera lugar.
Abrió el agujero de su mano mientras descendía corriendo por la calle en la que estaban los dos hermanos, vio como los ojos de Kosuke se agrandaron cuando comenzó a arrastrar todo lo que había a su paso, Sesshoumaro se aferro de su espada clavada al suelo y sostenía a Inuyasha con la otra mano para que no sea devorado por el hoyo en la mano de Miroku
"Maldito monje entrometido" Seshoumaru salto por encima del hueco creado por el hoyo y lanzo unos dardos venenosos, Miroku cayo al suelo agarrándose su mano, cerro los ojos esperando por el golpe final pero este no llego, abrió los ojos y en su visión borrosa por el veneno pudo ver como Seshoumaru hablaba con Inuyasha, este le escuchaba, y logro gritar con las fuerzas que le quedaban
"No lo escuches Kosuke, aléjate de Él por favor" No pudo decir mas, pero comprendió que ya no creía en él, se había trasformado en un desconocido para su amigo desde el momento que abrió sus manos para salvarlo, todo estaba perdido, era demasiado tarde, un pensamiento cruzo por su cabeza, antes de caer inconsciente ( Kagome, por tu bien espero que jamas vuelvas a verlo)
