Cap. 7. La amistad de alguien especial

Días después.

"Oh! No sabes cuanto lamento, no estar aquí en los próximos días contigo, tal vez no deba ir"

"No digas tonterías Saiko, ve con Hiroshi, te hará bien viajar con él, los dos se ven tan felices juntos, aunque él parece triste a veces"

"Si, es por su amigo, tuvo un disgusto con él"

"Ya me lo habías contado, por eso será mejor que vayas con él después de todo eres su novia no?"

Saiko se ruborizo

" No soy una niña que necesite cuidados Saiko, puedes estar tranquila, además aunque mi madre tenga problemas financieros sé que encontrare una forma para ayudarla"

"Tienes razón"

Kagome se despido de su amiga y se quedo sola en el departamento que ahora le parecía inmenso y decidió salir a caminar mientras pensaba la forma de ayudar a su familia, su madre le había comunicado que ya no podría mandarle mas dinero extra, y aunque ella lo necesitaba para cubrir sus gastos porque con su sueldo no le alcanzaba, no era del todo indispensable, ella se las arreglaría de alguna manera, tal vez le pudiera trabajar horas extra y conseguir un aumento en su salario, o buscar otro empleo.

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" Oye, fíjate por donde caminas" Le dijo una voz

"Pero si eres tu, el amigo de Hiroshi verdad"

"Oh! Y a quien tenemos aquí, la mujer que gusta hablar en los oídos de hombres extraños, sin saber que los esta provocando"

" Tu…. pedazo de…."

Kozuke la miro con aire derrotado. Era extraño pero eso la hizo preocuparse por él, parecía no haber dormido en días, su aspecto era descuidado.

" Oye te ocurre algo"

" No…estoy bien…"

"Bueno en ese caso…" Se preparo para marcharse pero algo la detuvo, se dio vuelta y lo vio sentarse en un banco inclinándose con los brazos en sus rodillas y las manos sobre su cabeza, Él al ver que ella aun estaba allí le dijo.

" Seria mucho pedir que te quedaras un rato, te prometo que no te molestare"

Acaso sabia que aquella vez la había molestado, acaso lo había hecho adrede, parecía muy abatido "…Esta bien…" dijo casi de manera imperceptible y se sentó a su lado.

" Sabes….. he perdido a mi mejor amigo"

¡! (Porque me cuenta esas cosas, no nos conocemos tanto) "No, lo creo el también te extraña y sufre mucho" ( No debería meterme en sus asuntos, que tonta; debería haber callado)

¿? "Acaso lo has visto"

"Esta saliendo con Saiko, la chica que conociste en el bar, ella es amiga mía"

"Sabes donde podría estar ahora, debo hablar con él"

"Se fue de viaje"

"Ya veo, al menos sabes cuando vuelve"

"En unas semanas"

"Seria mucho pedir que me hagas compañía, no te molestare mas lo juro! Sé que lo que hiciste fue por el coraje que te dio mi comportamiento, a veces soy así perdona"

" Esta bien, seamos amigos entonces ¿De acuerdo?" Le tendió su mano y Él la miro,

En todo lo que había durado su vida, no había conocido a nadie tan confiado y sincero dispuesto a ofrecer su amistad a un perfecto extraño " Gracias" se manejo a decir.

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Semanas después

Kosuke había llegado a conocer a Kagome, ella era una buena persona, era pura de corazón lo supo cuando la acompaño a aquel lugar de niños huérfanos, para llevarles juguetes, los ancianos y enfermos también conocían a Kagome, se divertían con sus bromas y atesoraban todo lo que ella pudiera regalarles. No tenia una gran fortuna, ganaba lo suficiente como para vivir, era muy humilde a comparación de la inmensa fortuna que el tenia, se estaba enamorando de ella, con los días que pasaba a su lado ese sentimiento crecía mas dentro de Él.

Kagome se había dado cuenta que Kosuke no era el patán que ella había pensado en un principio él actuaba así porque de esa manera ponía un escudo entre él y la gente, le costaba trabajo comunicarse con los demás y a su manera vivía en su propio mundo, estaba comenzando a interesarse por Él. Los dos compartían el almuerzo todas las mañanas y se había convertido en una especie de ritual, Kagome se sentía muy bien a su lado como si hubieran si se hubieran conocido desde siempre.