Cap. 18 Confesiones

"Sango… no sabes cuanto me alegro de verte, querida amiga" Abrazo a Sango, y a Miroku que estaba al lado de ella, los tres permanecieron así por un momento.

Después de un rato cuando ya se hubieron acomodado en la sala de estar Miroku dijo "Entonces ya nos recuerdas…. Y a nuestra vida juntos también?"

"Si, lo recuerdo después de lo que paso había decidido perder la memoria…. por eso, no volví lo siento, quizá debí haber hablado al menos con uno de ustedes pero estaba tan triste que no podía pensar con claridad, lo ultimo que supe fue por Kaede, me dijo que se habían casado y que Shippo se había marchado a su hogar "

"Si, nos casamos y continuamos luchando contra los monstruos, luego vinieron las guerras, fue realmente muy duro pero nuestro amor siempre nos mantuvo con fuerza hasta el final" Dijo Sango al recordar conteniendo las lágrimas y aferrando con fuerza la mano de su esposo, Él le sonrío y sus lágrimas desaparecieron.

"En realidad estamos aquí para saber si te encuentras bien Kaome, la ultima vez que vimos a Inuyasha quería vengarse de ti y eso nos preocupo mucho" Dijo Miroku

" Aunque al principio se porto bastante mal, ahora parece arrepentido… sin embargo hay alguien que… me protege"

"Estas hablando de Mika verdad" Dijo Sango

"¿Acaso lo conocen?"¡!

"Es amigo de Miroku aunque sea difícil de entender" Continuo diciendo su amiga

"Pero que…" Comenzó a decir Miroku. En ese momento apareció Mika materializándose delante de ellos.

"Miroku al fin llegaron" Dijo mirando a su amigo con sus ojos verdes.

" Alguna vez vas a usar las puertas que existen para ingresar, casi me matas del susto" Pronuncio Miroku mientras se reponía del salto involuntario que había dado ante la aparición de su amigo.

Mika agito una mano espantando el comentario de Miroku "Vamos no es para tanto, además me gusta ver tu cara cada vez que lo hago; eres muy gracioso"

"Debes tener mas consideración con nosotros, me parece que al no pasar demasiado tiempo en la tierra se te han olvidado las costumbres que tenemos; al menos algunos de nosotros"

"Ya, ya, cálmate no volveré a hacerlo Miroku" Le sonrío divertido

" Dime Mika que es lo estas haciendo aquí" Pregunto Miroku queriendo cambiar de tema

" Soy el protector de Kaome por derecho aunque ya debes haberlo intuido durante nuestro encuentro"

"Si un poco, solo quería preguntarte para estar seguro" Contesto. En ese momento entro Inuyasha, Y

Miroku dirigió su mirada hacia Él, era muy diferente del Kosuke que había conocido, su cabello era ahora blanco y largo como en los viejos tiempos ¿Pero sus orejas donde estaban?

"Hirosh…Miroku tenemos que hablar, ven a mi estudio por favor" Dijo Inuyasha a su amigo, tendiéndole una mano en señal de bienvenida, preguntándose si la aceptaría.

"Si, si me disculpan" Dijo Miroku al resto del grupo que se hallaba en la sala "Debo marcharme" acepto el saludo de Inuyasha con una sonrisa y tomo su mano apretándola fuerte a modo de saludo. Sintió una palmada en su hombro que para su sorpresa se la había dado el mismo Inuyasha.

"Me alegra verte de nuevo, ven debes saber algunas cosas" comenzó a conducirlo fuera de la sala

"Ve tranquilo yo hablare con Kaome" Dijo Sango. Mika decidió desaparecer en ese momento sabia que los amigos necesitaban aclarar sus cosas. Aunque esta vez uso la puerta.

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Miroku no había podido dar crédito a lo que su amigo le había contado en el estudio, como era posible que haya sido capaz de tanto??? Aunque el ya había presentido lo que seria de Inuyasha si alguna vez se convertía en Yukai, sorprendentemente en su corazón aun tenia sentimientos humanos y eso era lo que lo hacia diferente de los demás demonios, la energía de Mika había purificado ese corazón y ahora él podía actuar como antes, pero debían tener cuidado, si Mika dejaba de acompañarlos ese ser cruel y desconsiderado volvería, y quien sabe de lo que seria capaz.

Además que rayos hacia Kikio allí? Todavía no se había aclarado aquel malentendido y ese cabeza dura seguía creyendo en que esa mujer era una santa, no quiso escucharlo cuando le contó la verdad; sobre lo que sabia Sango que las cosas habían pasado al revés, el muy tonto penso que lo decía para proteger a Kaome, no tenia caso discutir con él.

En un sillón de la sala, Sango paso su mano por el cabello de su amiga, Kaome se encontraba recostada en su regazo, después de haber comenzado a contarle su historia a Sango de cómo habían sido las cosas con Inuyasha y Kikio, y los sentimientos que ella tenia por Él, había comenzado a llorar sin remedio. Sango no podía creer cuan torpe e insensible había llegado a ser Inuyasha no podía creerlo simplemente no podía.

"Es un malvado Kaome, no entiendo como después de todo; puedes decirme que estas enamorada de Él"

"Lo lamento… yo… si pudiera arrancarlo de mi corazón lo habría hecho, pero es un sentimiento mucho mas fuerte que yo"

"Bien no importa ya, ahora nos tienes a nosotros y no permitiremos que vuelvan a hacerte daño"

Kaome se incorporo mirando a su amiga a los ojos "Gracias" Dijo sonriéndole conmovida.

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"¿ Quedarnos aquí? Dijo casi gritándole, se dio cuenta que alguien podía escucharla entonces bajo la voz

"Miroku, no sé de donde sacas esas ideas tan absurdas, lo primero que debemos hacer es marcharnos y llevarnos a Kaome con nosotros"

"Yo también pensaba lo mismo, pero Mika me convenció de que será mejor quedarnos por un tiempo al menos hasta el casamiento, así le daremos tiempo a los dos de despedirse o para que Inuyasha se de cuenta de las cosas, bueno algo así fue lo que me dijo Mika creo"

"Te das cuenta de lo que estas diciendo, ni tu sabes bien porque aceptaste quedarte, parece que ese amigo tuyo tiene mucha influencia sobre ti"

"Miroku puso una mano detrás de su cabeza riendo "Es verdad, pero Mika siempre sabe lo que hace, confía en mi al menos Sango"

Sango suspiro, estaba muy cansada por el viaje y no quería desperdiciar sus energías en una pelea "Esta bien, pero promete que si Kaome decide irse antes, nos iremos con ella"

"De acuerdo lo prometo"

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Los días fueron pasando Miroku y Sango comenzaron a adaptarse a vivir en la casa, compartían su tiempo con Kaome y Mika había veces que incluso hasta el mismo Inuyasha se unía a ellos para compartir las comidas o jugar partidas de cartas, podría decirse que había vuelto a ser el de antes aunque siempre podía notarse cierta tristeza en sus ojos, había aceptado que su destino era casarse con Kikio. Miraba a Kaome con aire nostálgico aunque no había intentado hablar con ella desde aquella vez que le había comunicado sus intenciones de casarse, para fortuna de Kaome Kikio siempre trataba de evitar encontrarse con ellos, especialmente con Mika cada vez que le veía se alejaba apresuradamente en la dirección opuesta como si hubiese visto un fantasma.

Mika había insistido en que Inuyasha estaba fuera de practica con las peleas proponiéndole entrenar juntos, Inuyasha había aceptado encantado de que alguien con una espada poderosa como la de Él quisiera entrenar a su lado. Había escuchado de Miroku sobre las peleas de Mika en el cielo con los Angeles rebeldes y como el alma estelar como le llamaba a su espada había acabado con cientos de ellos de un solo golpe.

Miroku, Sango y hasta Mika habían hechos esfuerzos desesperados por tratar de que Inuyasha entendiera la verdad sobre los hechos del pasado pero él seguía diciéndoles que no debían intentar proteger a Kaome porque el ya la había perdonado.

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Una semana Después

Inuyasha sabia que estaba en el jardín, debía hacer lo que había decidido, no vacilaría. La vio tan hermosa como siempre jugando con las flores del jardín, decidido camino hacia ella.

Kaome estaba entretenida con las flores y perdida en sus propios pensamientos cuando sintió a alguien acercarse, se dio vuelta sonriendo pensando que seguramente serian sus amigos pero cuando lo vio su sonrisa desapareció, su mirada ensombreció y lo miro con cautela.

Inuyasha podía percibir el dolor detrás de su mirada como si lo sintiera en su misma piel, pasar tiempo con Mika lo había vuelto demasiado sensible.

"Nunca te pedí perdón Kaome"

"No importa, no debes disculparte por algo que no podías controlar"

"Si debo"

Se acerco a ella y tomo su mano entre las suyas sujetándolas cuando ella intento retirarlas

"Lo lamento yo…jamas quise hacerte daño o que sufrieras, jamas hubiera creído que era capaz de hacerle daño a quien es más importante para mí, que mi vida misma"

Paso su mano por su cintura y la atrajo suavemente hacia él, su otra mano también rodeo su cintura, (estas tan cerca pero sin embargo tan lejos de mí) penso mientras la abrazaba fuertemente contra su pecho.

"No sabes como lamento todo lo sucedido, Kaome yo…. Te amo siempre te amare…. no lo olvides" Hundió su nariz en su cabello inhalando su aroma "Pero debo cumplir por mi deber con Ella"

Kaome se aparto de El bastante abrumada por lo acontecido, como podía decirle que la amaba y luego afirmar que se casaba con Kikio. Miro a Inuyasha que tenia la cabeza baja y ya no la miraba directamente a sus ojos, se acerco a Él y levanto su rostro con una de sus manos, los ojos de Kaome se agrandaron cuando vio que Inuyasha estaba luchando por contener las lagrimas sin éxito, ella las limpió con sus manos entonces fue cuando comprendió que el también sufría igual o peor que ella.

"No importa Inuyaha ya pasara" Le sonrío débilmente y El se acerco a ella.

Sabia que iba a besarla, ¿Acaso debía permitírselo?. Debía salir de allí pero sus pies no se movieron, se quedo parada mientras sentía los labios de Inuyasha suavemente sobre los suyos, el la beso con ternura mientras ponía su mano derecha sobre las marcas de su cuello, una luz blanca provino debajo de su palma Kaome podía sentir como si olas pequeñas la acariciaran haciedola estremecerse ante su contacto, las marcas desaparecieron mientras entrecerraba sus ojos rindiéndose a sus deseos de alejarse de El, disfrutando de aquel momento tan breve y tan intimo.

El dejo de besarla y se aparto, le miro a los ojos; su expresión era como si algo lo hubiera golpeado muy fuerte, su respiración se tornaba irregular, su rostro se contraía tratando de resistir el dolor, para que ella no lo notara.

"Te sientes bien" Dijo Kaome dando un paso hacia él

"Si, pronto pasara, es el precio que debo pagar… he quitado mis marcas de ti… ya eres libre de mi Kaome,"

"¿Pero Como? Explícate, no logro entender lo que dices"

"Mika me contó lo que te había prometido, sobre…ya sabes, quitarte las marcas que te hice pero yo quise hacerlo personalmente, perdona si te bese es que me deje llevar por tu aroma,"

"Pero como es posible que tu, hayas podido hacer tal cosa y no Michael"

"En el entrenamiento con Mika, hablamos sobre esto, y me contó que yo podía hacerlo en lugar de Él, aunque me advirtió que seria doloroso por ser un demonio y no un ángel el que remueva tus marcas, claro que primero tuvo que prestarme ese poder" Dijo sonriendo débilmente a pesar del dolor que sentía.

"Inuyasha yo…" Dijo Kaome pero se interrumpió para correr a sus brazos.

El se sorprendió pero le sonrío mientras la abrazaba, sus dolores habían desaparecido al solo contacto de ella en sus brazos.

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Una figura miraba entre las sombras de la mansión toda la escena que habían protagonizado Inuyasha y Kaome.

"Porque Inuyasha, después de todo lo que hice por ti" Dijo Kikio entre lágrimas.

Dio la vuelta y se marcho sin ser vista por nadie.

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Liliam & Crystal:

Estamos modificando la N/A para que los capítulos coincidan.

Respuestas al Review

Dark : Ratificamos nuestra dirección de mail crazygirls_fics@yahoo.com estaba mal escrita la anterior, te pedimos disculpas.

Y muchas gracias!!! Por tus reviews; )

Kala: Nos alegramos que te guste el fic y agradecemos tus comentarios : )

Némesis: Te enviamos un mail, esperamos que lo hayas recibido ; )

Actualización en una o dos semanas