¿UN AMOR IMPOSIBLE?
por
Linda Sakurita
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CAPÍTULO 3: Un día espectacular.
El Sol se iba escondiendo poco a poco, dejando a su paso unas hermosas nubes color rojizo. La temperatura era refrescante, y el paisaje: indiscutiblemente bello.
Imponentes montañas, hermosos valles, delicadas fragancias, sutiles sonidos y una asombrosa cascada formaban parte de un maravilloso espectáculo natural, en donde la belleza no tenía fin.
Absolutamente cada detalle, era observado por unos lindos ojos esmeralda, que no perdían dato del fascinante lugar. Se veía muy contenta, pues su cara reflejaba una amplia y preciosa sonrisa. Tenía una mano entrelazada con la de un chico, el cual era dueño de unos irresistibles ojos marrones. El joven caminaba algo rápido; pues parecía no estar seguro de lo que hacía; su cuerpo se encontraba en el parque, a un lado de una joven, la cual es dueña de su corazón; pero su mente estaba sumida en sus pensamientos, los cuales son tan importantes, que no los podía eliminar de su cabeza.
Parecía que caminaban sin rumbo fijo, solamente siguiendo un largo y amplio sendero por el cual, caminaban junto a ellos personas conversando alegremente. Hacia los lados, se veían una cierta cantidad de pequeñas tiendas, llenas de lindos recuerdos del parque; también había varios restaurantes, algunos lujosos y elegantes mientras que otros, simplemente eran pequeños y acogedores; en ciertos lugares había pequeños kioscos en donde se ofrecían deliciosas bebidas, y exquisitos helados o bien dulces malteadas.
Sin embargo, y a pesar de tantas tiendas que pasaban y pasaban a cada minuto, el dueño de los ojos marrones parecía no tener la menor intención de pararse en alguna de éstas tiendas, lo que hacía que Sakura se sorprendiera un poco.
-¿Syaoran? ¿A dónde vamos? –Preguntaba alegremente la chica de ojos esmeralda
-Tranquila Sakura, espera un poco más -Contestó algo nervioso el chico mientras el rubor comenzaba a subir a sus mejillas, tal y como siempre le sucedía cuando ésa chica le hablaba.
Sakura admiraba el paisaje como una pequeña niña en un cuento de hadas, era tan bello, y todo era natural. Estaba totalmente atónita. Asombrada por todo lo que la Naturaleza nos puede ofrecer. Cada mínimo detalle del lugar le traía una sonrisa, pero lo que más le agradaba de ése paseo, era el estar cerca de ése chico, Shaoran...
Y continuaron caminando alegremente por el largo y amplio sendero, el cual parecía que nunca iba a terminar.
* * * * * * En algún lugar de Japón * * * * *
En una pequeña casa, dos voces entablaban una conversación. La habitación, en la cual se encontraban, estaba muy desordenada, cajas y ropas salían de los cajones; mientras grandes trozos de pastel de chocolate irrumpían en la gran cama adoselada.
-Vamos, apresúrate –Decía una voz mientras esperaba a que la otra persona bajara una caja
-Oye, soy algo pequeño para éste trabajo –Resoplaba la otra persona al perder el equilibrio con la pesada maleta
-Esta bien, yo lo haré, no podemos perder ni un solo segundo más –Decía nuevamente la primera voz
Y así, comenzaron a llenar la maleta.
-¿Y para que es el traje de buzo? –Decía la segunda voz.
-Ya lo verás –Contestaba con una voz maliciosa
-No entiendo nada de lo que dices
-No hay que perder la calma –Expresaba con una risa pícara
-¿Y para qué el dinero?
-Se le llama soborno o chantaje mi pequeño amigo.
-¿Y a quién quieres amenazar?
-Ya lo verás, ya lo verás...
* * * * * Nuevamente en el parque natural * * * * *
Shaoran, a medida de que el tiempo pasaba, se encontraba menos tenso, y comenzaba a caminar más lento, y a disfrutar la belleza de la persona que viajaba junto a él.
Al sentir este gesto de parte de Shaoran, Sakura también perdió ese nerviosismo que no la dejaba tranquila, y se animó para actuar habitualmente, tal y como ella es.
De repente, Shaoran se paró frente a un kiosco de refrescos, y compró bebidas
-Toma Sakura- Decía el chico mientras le daba a Sakura el refresco.
-Gracias –Y de la nada, le dio un beso en la mejilla del joven.
Éste se sonrojó al máximo y preguntó: -¿A qué se debe eso?
-Simplemente a darte las gracias por todo lo que haces por mi-Contestó Sakura y nuevamente continuaron por el camino.
Así continuó el viaje, tranquilo y muy feliz de parte de los dos.
Pronto, continuaron por el largo sendero, que poco a poco se iba haciendo más angosto, y a la vez más solitario. A tal punto que solamente ellos dos se encontraban caminando por esa ruta.
Sakura estaba un poco cansada, así que decidieron descansar, en una pequeña banca cerca del lago.
Todo estaba en extremo silencio.
Tan sólo se oía la suave brisa que movía las hojas.
Y el cantar de las aves.
Y el correr del agua en el lago.
En dónde Sakura podía ver su reflejo a un lado de Shaoran.
Sakura se acercó más a Shaoran y recostó su cabeza en el hombro del joven.
-Shaoran –susurró Sakura al oído –es el día más feliz de mi vida.
Shaoran decidió calmarse y comenzó a tranquilizar su respiración y al poco tiempo, consiguió pacificarse por completo.
Shaoran, con total serenidad, trató de abrazarla tenuemente por la cintura, pero su timidez llegó tan rápido como se fue, y sólo atinó en rozarla con sus dedos y separarse de ella inmediatamente.
Sakura dio un respingo, y al girarse, vio a su novio totalmente avergonzado. Sakura tan sólo soltó una sonrisa, la cual hizo sonrojar más a su novio.
-Shaoran –Decía Sakura, mientras tomaba la mano de su novio y la deslizaba hasta su cintura- Todo está bien –Continuó hasta acercarse aún más al chico. Y lo miró a los ojos.
Ésos ojos verdes, Shaoran miró la serenidad en la chica, y después observó a su alrededor, no había nadie, entonces por que la timidez continuaba aún dentro de su ser.
"Maldita timidez"
Entonces se acercó más a Sakura y la estrechó un poco más contra su cuerpo. Los dos se miraron fijamente, con una mirada pérdida y dándose cuenta del verdadero amor que sentían el uno por el otro. De repente, comenzaron a moverse, y a acercarse aún más. No sabían lo que hacían, simplemente seguían lo que su corazón les dictaba. No querían despegarse ni un solo momento, querían estar juntos, para siempre...
Y así, con ese delicado movimiento de los dos, la distancia se acortó. Sakura también abrazó a su novio con sus delicados brazos; mientras sus corazones se aceleraban, haciendo que sus mejillas se sonrojaran. Sus labios se iban acercando poco a poco, pudiendo así, sentir el cálido aliento, la acelerada respiración, y el calor que cada uno desprendía...
PLASSSS
Shaoran se separó rápidamente de Sakura y muy enojado se levantó de la banca observando hacia todos lados para encontrar al culpable.
Alguien, le había golpeado la cabeza. Buscó la mirada de Sakura, para pedirle su ayuda, necesitaba encontrar a la persona responsable.
Al encontrar a Sakura, observó que aún se encontraba sentada en la banca, con la mirada pérdida, sus mejillas sonrojadas y su respiración alterada...
Shaoran también se enrojeció, y es que ninguno de los dos se dio cuenta de la situación a la que habían llegado.
De pronto, Sakura pareció salir de sus pensamientos, y sintió el calor en sus mejillas.
Recordó aquél golpe, y se dispuso a buscar quién había ocasionado, la ruptura de ese momento tan especial.
Al pararse, tropezó con una pequeña pelota. Y se agachó para recogerla.
-Shaoran... –Expresó Sakura tímidamente, intentando esquivar su mirada.
Cuando el chico se acercó, escuchó algunos pasos, los cuales se iban acercando poco a poco.
De pronto, se escuchó que los arbustos cercanos se movían, lenta y cuidadosamente...
Un grupo de pequeños niños hicieron aparición. Tenían mas o menos siete u ocho años de edad, y traían consigo guantes de béisbol.
-Disculpe -Dijo el pequeño niño de ojos azules, el cual parecía el mayor de todos -–Fue un accidente, se nos voló nuestra pelota, estábamos jugando béisbol.
Sakura se acercó a ellos con dulzura e inocencia dispuesta a entregarles la pelota que habían perdido.
Pero Shaoran la tomó de la mano, deteniéndola.
-Tengan más cuidado –Les regañaba Shaoran, sus ojos expresaban enojo, estaba pálido y sus labios muy tensos, la verdad es que se encontraba muy enfurecido.
Los pequeños se estremecieron al ser regañados, y se hicieron para atrás asustados.
-Shaoran –Sakura miraba sorprendida a Shaoran, ¿cómo se podía enojar por un accidente? –Fue un accidente, discúlpalos, ellos no tienen la culpa. ¿Verdad que no lo hicieron a propósito? –Les preguntó a los niños con ternura
-No –Respondieron a corito los infantes
Sakura se acercó al mayor, y se inclinó para quedar a su altura, para posteriormente darle un cálido y protector abrazo.
-Vamos Shaoran –Le decía a su novio –No lo hicieron a propósito, fue un accidente, discúlpalos por favor.
Shaoran sonrió al ver la inocencia y ternura de su novia, siempre ayudando a quien la necesitase, siempre regalando sonrisas, siempre cuidando y protegiendo de los demás; ¿Cómo resignarse ante una sugerencia de ella? Era imposible negarle algo a ésa tierna joven, estaba atrapado en su hermosura e inocencia, en su amabilidad y gracia, en su alegría y hasta en sus tristezas, era absolutamente inútil contradecirle algo a esos bellos ojos esmeralda, imposible negarle algo a la persona de la cual estaba profundamente enamorado, era totalmente inútil...
–Esta bien, pero que no vuelva a ocurrir –Contestó finalmente saliendo de sus pensamientos.
Sakura sonrió, y les entregó la pelota.
-Sakura-dijo al fin Shaoran-será mejor que continuemos nuestro camino-
-Claro -Y tomó nuevamente la mano de Shaoran y se adentraron al bosque por el mismo sendero, que hacía ratos habían dejado.
* * * * * En algún lugar de Japón * * * * * *
Detrás de unos arbustos se encontraban dos personas, uno de ellos parecía estar enojado, tenía en las manos una bolsa completamente vacía y la mirada fija.
Mientras tanto, la otra persona parecía estar completamente satisfecha consigo misma, tenía una sonrisa maliciosa en la cara, su plan, había funcionado a la perfección.
-¿Cómo te atreves a darles mis dulces? –Exclamaba muy enojado una voz, observando como unos pequeños niños se alejaban
-Pero sirvió para algo ¿No? –Exclama mientras iniciaba nuevamente la caminata
-Pues si, pero me tendrás que comprar más dulces
-Cuando acabemos con nuestro trabajo
-Si, tenemos que continuar, no voy a permitir que suceda... no señor...
* * * * * Nuevamente en el parque natural * * * *
-Precioso –decía Sakura al tiempo que se soltaba de Shaoran para admirar el bello panorama que tenía frente a ella.
Habían continuado caminando por el sendero hasta llegar a su fin, en donde había un majestuoso paisaje.
Era un lago, de aguas puras y cristalinas. Al centro de ésta preciosa danza de aguas, se encontraba una pequeña isla, llena de frondosos árboles y bella vegetación, que dada la estación del año, florecía para dar lugar a un precioso y encantador escenario, alzándose hasta una bella montaña, todo era tan perfecto...
-Claro que si, es precioso –Contestaba Shaoran, pero Shaoran no observaba el paisaje, la observaba a ella, su perfección, su ternura, su sonrisa, sus ojos, sus labios...
-¿Cómo llegaremos hasta allá Shaoran? –Preguntó Sakura sacando a Shaoran de sus sublimes pensamientos
Shaoran tomó con delicadeza a Sakura, y la llevó hacia un escondido muelle. En donde una decena de canoas bailaban suavemente sobre el lago. Shaoran descendió primero a una canoa, y le tendió una mano a Sakura, para que pudiera bajar.
Entonces, se sentaron, y empezaron a pedalear (son de esas canoas que o lanchas que hay pedales, y vas avanzando, díganme como se llaman por favor)
-Si quieres yo pedaleo Sakura- Dijo Shaoran, para darle oportunidad a que admirara el paisaje por el cual se abrían paso.
-Para nada Shaoran, yo te ayudaré –Contestó muy sonriente, como siempre, ayudando a quien la necesitase.
Así pasaron pedaleando los dos, y admirando el paisaje por el cual estaban rodeados.
Pero en realidad, más que el paisaje, se veían entre ellos, y se enamoraban más y más...
De pronto, los de se pararon en seco, sintieron una presencia mágica muy poderosa...
-Shaoran, ¿sentiste eso? –Preguntó Sakura algo preocupada
-Claro que si, ¿Pero qué será?
-No lo sé, pero es demasiado poderosa.
Los dos se pararon, para poder observar mejor, y buscar la causa de la magia
-¿Será alguna carta Clow?
-No, ya las atrapamos todas –Decía Sakura inclinándose un poco para obtener una mejor vista...
PLOCKKKKK!!!!!!
-SAKURA –Gritaba Shaoran desesperadamente al ver como, en fracciones de segundo la lancha se balanceaba lentamente dejando caer libremente a Sakura.
Shaoran miraba desesperado como su más preciado tesoro caía al agua, y el no podía hacer nada para evitarlo.
Instantáneamente, unos cabellos dorados salieron hacia la superficie, creando unas pequeñas olas en las tranquilas aguas. En segundos, el cuerpo de la chica había salido totalmente a la superficie.
Shaoran dio un respiro, y le tendió la mano a Sakura para que volviera a subir a la lancha.
El chico la miraba con preocupación. Mientras que ella intentaba secarse sus brillantes cabellos.
-Lo siento Sakura –Decía melancólicamente el chico –Debí haberte ayudado, ¿Qué clase de persona soy? ¿Te encuentras bien?
Pero de la boca de Sakura solo salió una risa
-¿De qué te ríes? –Decía confundido Shaoran- ¿Es que acaso no te enoja que no te haya rescatado? –Seguía lamentándose el joven- DISCULPAME DE VERDAD
-Tontito –Contestó Sakura- Y yo sé, que clase de persona eres. Eres simplemente la persona a quién mas quiero en éste mundo –Dijo con una risa al acercarse más a él.
Entonces Shaoran se acercó a ella, y dulcemente la envolvió en la sutileza de sus brazos.
-Shaoran...- susurró Sakura al ser cubierta en los brazos de Shaoran
-Te quiero mucho Sakura –Le suspiró Shaoran aún rodeándola en sus brazos.
-Yo también...
De pronto, a Sakura le recorrió un escalofrío por la espalda, estaba mojada, y la verdad es que tenía frío.
Pero a Shaoran, nuevamente le llegó un cierto grado de timidez, al ver lo que estaba haciendo, se separó de ella algo sonrojado y tomó su chaqueta.
-Toma -Dijo Shaoran al colocarle sobre sus hombros su chaqueta
-Gracias –Contestó Sakura al ver lo amable y dulce que era Shaoran con ella.
-Debemos continuar, aún nos falta lo mejor
-Claro-Dijo Sakura, mientras Shaoran se sentaba, y Sakura se acurrucaba cerca de él. Le encantaba que por minutos dejara de ser tímido. Pero no podía negar que se veía muy guapo cada vez que se avergonzaba.
Y así, Shaoran continuó pedaleando, con Sakura recostada sobre su hombro...
* * * * * En algún lugar bajo el agua * * * *
-Ja, déjame reírme de tu persona
Se encontraban dos personas escondidas en las algas marinas.
-Diablos, ésta vez no salió como lo planeamos
-¿Para eso querías el traje de buzo? –Preguntaba la pequeña voz
-Claro que sí, pero no paso lo que queríamos que pasará
-Pues déjame decirte que me encuentro algo molesto, ¿cómo te atreviste a hacer eso?
-Bueno, fue un pequeño error, pero te prometo que no volverá a suceder.
-Esta bien, pero si no nos damos prisa, se nos adelantaran...
* * * * Nuevamente en el lago del parque natural * * *
-Por fin, hemos llegado –Mientras la lancha era atrancada.
Primero, Shaoran se separó de Sakura y bajó de la lancha, ágilmente bajó a Sakura con total delicadeza.
-Gracias –Contestó Sakura ante ese gesto tan amable -¿Hacia dónde iremos?
-Tranquila, solo faltan unos cuantos pasos.
Volvieron a caminar, dieron una vuelta más a la derecha y...
-Shaoran, esto es extraordinario –Miraba Sakura fascinada.
Estaba frente a un pequeño restaurante, había pocas mesas, pero todas poseían solamente dos sillas. Al centro de cada mesa, tenía un hermoso arreglo floral, con una vela al centro. La luminosidad, al igual que la música eran tenues, dando un ambiente muy natural y romántico.
El piano tocaba a su máximo esplendor acompañado de los sonidos de la Naturaleza los que formaban esa dulce melodía que llenaba de felicidad a los corazones.
Shaoran condujo a Sakura hacía una mesa un poco alejada de las demás. El arreglo del centro era diferente de los demás, pues únicamente poseía flores de cerezo.
Los dos se sentaron con una plena sonrisa en los labios.
-Gracias Shaoran, ahora sí es el mejor día de mi vida –Decía Sakura, mientras se acercaba a Shaoran
Shaoran la abrazó tenuemente.
-Todo es fantástico –Contestaba maravillado Shaoran, por tener esa belleza tan cerca de él.
Nuevamente, sus corazones se aceleraron, bombeando tanta sangre como podía, sus mejillas se llenaron de rubor. Los dos se miraban, no sabían que hacer, ni como actuar. No sabían nada, sus sentidos no les respondían, tan sólo conseguían acercarse más y más el uno del otro. No podían hacer otra cosa, pues muy dentro de sus corazones, eso era lo que deseaban, su mayor deseo, su mayor ambición. Entrecerraron los ojos, y se dejaron llevar por sus verdaderos sentimientos, por sus emociones, por sus inquietudes, por su corazón, por su auténtico y verdadero amor. El perfume, la iluminación, la música, los invitaba a continuar con el acercamiento; los alentaba a formar un solo ser, a unir sus corazones, sus almas, sus cuerpos, en uno solo. Los incitaba a no separarse nunca más, a siempre permanecer unidos pasará lo que pasará. Los alentaba a amarse y quererse aún más. Los animaba a darse cuenta de sus verdaderos y más profundos sentimientos; los estimulaba a formalizar su amor, a cerrar su pacto de amor que con los meses, con los días, los segundos se hacía más fuerte, más duradero, y con mucho más amor. Podían sentir su refrescante aliento, sus labios se rozaron y pudieron sentir la suave textura,
-¿Puedo tomar su orden? –Decía el mesero entre los dos jóvenes
Se pararon en seco, y apresuradamente se separaron. Su respiración estaba perturbada, sus mejillas hirviendo en calor, mientras el rubor no descendía aún de sus mejillas. Estaban muy avergonzados ante tal situación.
-¿Puedo tomar su orden? –Volvía a preguntar el mesero, mientras intentaba esconder una carcajada, al ver a los dos jóvenes tratando de esconder su pena, y sobre todo su rubor.
-Me trae una soda y un yakimeshi (Es un arroz oriental, según yo, bueno así lo llaman aquí en México en los restaurantes japoneses)
-A mí me trae lo mismo, por favor –Contestaba Sakura aún sonrojada.
-En un momento se los traigo –Expresaba el mesero, tomando las cartas, y saliendo apresuradamente de la vista.
El rubor no descendía de sus mejillas, se encontraban tan avergonzados, que no podían verse a los ojos. Desviaban la mirada.
Mientras esperaban sus órdenes, Sakura intentó parecer entretenida con las flores de cerezo de la mesa, las desacomodaba, y luego pretendía que se volvieran a poner en su respectiva parte, intentaba mantener toda su atención en otro lugar, para que el calor de sus mejillas bajara un poco.
Entre tanto, Shaoran desviaba su mirada de lado a lado, observando el mínimo detalle del lugar, intentó mantener toda su atención en un pequeño ruiseñor azul que se había posado en la mesa.
Sin embargo, y a tantos intentos que los dos hacían, el calor de su ser no bajaba, tenían tanta pena, y no podían hacer nada para remediarlo.
Por causas del destino, la comida llegó justo a tiempo, y toda su atención fue dirigida única y especialmente a satisfacer su apetito.
Durante el transcurso de la cena, ninguno se dignó a hablar, ni a mirarse a los ojos.
Cuando terminaron con sus alimentos, nuevamente se quedaron callados por un largo tiempo.
-Sha...Shaoran –Preguntó Sakura tímidamente –Será mejor que volvamos a casa
-No –Contestó Shaoran -¿No quieres ver el atardecer?
Sakura sonrió, en realidad ella no se quería ir, no tenía la más mínima intención de irse, y dejar que ése momento especial se terminará.
-Claro –Contestó finalmente Sakura
Entonces, se levantaron de la mesa, y salieron del restaurante.
Nuevamente emprendieron su caminata.
Entonces, Sakura tomó la mano de Shaoran y la entrelazó a la suya –Te quiero mucho Shaoran
-Yo también, yo también –Contestó Shaoran mirando al cielo
Las primeras estrellas de la noche empezaban a hacer su aparición.
-Apresurémonos Sakura, o si no, no veremos el atardecer –Decía Shaoran apresurando el paso
-No me importa lo que vea Shaoran, mientras estés a mi lado, cualquier momento será perfecto.
Y así, continuaron caminando...
-Esto es maravilloso Shaoran –Decía Sakura, al ver el atardecer.
Habían conseguido llegar a la cima de la pequeña montaña a tiempo. Se sentaron encima del suave y verde pasto para ver lo que la Naturaleza, les tenía preparado para cerrar ése día espectacular.
-¿Te gusta Sakura? –Preguntó Shaoran, mientras rodeaba con sus brazos la delicada piel de su novia.
-Claro que sí, todo lo que está aquí me gusta
-Qué bueno, pues a mi también me gusta todo, pero especialmente me gusta una estrella
-¿Una estrella? –preguntaba Sakura -¿Cuál?
Shaoran sonrió, era hermoso, se encontraban solos, en una montaña llena de hermosas flores, observando las tonalidades doradas del Sol que desaparecían poco a poco. Estaba tranquilo, sereno, y completamente feliz.
-Así es, una estrella, muy bonita por cierto
-Es muy alegre y sonriente –Mientras la abrazaba aún más
-Y se llama...
-SAKURA
CONTINUARÁ...
Notitas de Linda Sakurita:
Muy bien, primero que nada, quiero pedirles un millón de disculpas a todos por el atraso de éste fic, pero la verdad es que me costó mucho trabajo terminarlo sin ideas. Lo siento pero luego mi cerebro explota y ya no funciona. En fin, mil, mil disculpas, de todo corazón.
Pero bueno, aquí está el capítulo, ojalá les haya gustado. Me hubiera gustado poder redactarlo mejor, pero no sabía que palabras usar para expresar los sentimientos, las emociones. Rayos, necesito mucho que aprender para llegar a ser buena. Para eso, necesito que me manden mucho, muchos REVIEWS.
Y, hablando de los reviews, neta que los necesito, me siento muy triste si no me mandan, no saben en la depresión que entro... Rayos, ya me puse melancólica.
Por otra parte, les aviso que tardaré en subir el cuarto capítulo, pues mi pobre computadora tarda mucho en conectarse a Internet, y no puede subir los capítulos. Pero no crean que mi mail lo dejo de checar, así que manden REVIEWS, que yo siempre los revisaré.
Para cualquier duda, sugerencia o aclaración ahí está mi pequeño mail: gaby_1988@hotmail.com
Ah, se me olvidaba, si tienen ideas para el próximo capítulo, no duden en darmelas. Jeje
Bueno, ya me tengo que ir. Hasta el próximo episodio.
¿Qué sucederá en el próximo episodio? ¿Quiénes son las tontas personas que interrumpen la citas? ¿Qué sucedió con Kero? ¿Quién era el de la presencia mágica? ¿Quién los ha estado siguiendo? ¿Porqué no hubo un bello y hermoso beso?
Descúbranlo en el próximo capítulo de ¿UN AMOR IMPOSIBLE?
Por cierto, Sakura Card Captor y todos sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a CLAMP, y yo no gano nada en absoluto.
ADIOSITO!!!
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡DEJEN REVIEWS!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Atte:
Yo (Linda Sakurita)
