¡¿Que Hagrid tiene que?! - preguntaba cierto chico pelirrojo a sus amigos.

Pues si, un viejo amigo suyo le ha pedido que cuide de él por unos pocos días mientras él realiza unas diligencias - contestaba el chico de la cicatriz: Harry Potter.

Un dragón no es algo fácil de esconder - responde la chica de cabello enmarañado.

No te preocupes, este dragón, según Hagrid, es de unos muy extraños. Son de pequeña estatura. Como cuando conocimos a Norberto ¿recuerdas? - repuso Harry.

Bueno, entonces si será fácil que Hagrid lo oculte por varios días - replicaba Hermione.

Pues si - asintió Harry.

¿Qué les parece si vamos a visitar a Hagrid y de un solo conocemos al pequeño dragón? - propuso el pelirrojo - No espero para contárselo a Bill.

Me parece buena idea, aunque. ya está anocheciendo, y sabes que no podemos salir tan tarde. - decía Hermione.

Ya Hermione, no nos arruines los planes y camina que entre más hablas más perdemos el tiempo - contestó Ron, empujando a Hermione.

Llegaron a la cabaña de Hagrid quien se encontraba feliz de la emoción de tener un dragón con él. Un amigo de él le había pedido de favor que lo cuidara por unos días.

Hola chicos, pasen, pasen - saludo Hagrid, mientras Fang ladraba alegremente. (N/A: la verdad no se como ladran de alegría los perros, pero ustedes háganse la idea ^^)

Hola Hagrid - le respondió Harry - hemos venido a ver a tu. "amiguito".

¡Oh! - repuso Hagrid bajando un poco la vos - te refieres al pequeño dragón.

Si - contesto Harry también con la vos baja.

Está por aquí - dijo Hagrid señalando una pequeña cobija que cubría a algo y parte del suelo.

Cuando los chicos se asomaron, encontraron que entre medio de la cobija se encontraba la cabeza de un pequeño dragón. Hagrid lo miraba con ternura. Mientras los chicos observaban asombrados el tamaño del dragón. Exactamente era del tamaño de cuando conocieron a Norberto, un dragón que Hagrid tuvo por un corto tiempo pero que después tuvo que mandar a Rumania con el hermano de Ron.

¿Cuánto tiempo se quedará? - preguntó Hermione.

Pues. mi amigo dijo que por unos dos o tres días lo dejaba a mi cargo - repuso Hagrid en un tonó un tanto triste - parece que anda ocupado con cosas de su "señor".

¿"Señor"? - preguntó Ron.

Si - contestó Hagrid sin dejar de observar al pequeño dragón quien en uno de sus ronquidos había exhalado una pequeña nube de humo por la nariz - el trabaja para un señor. Es por decirlo así, aunque suene feo. su sirviente.

¿Qué? - contestó Hermione algo alterada - Pero no me digas que es un Elfo doméstico por que si no.

No, no Hermione - respondió Hagrid - no es un elfo doméstico. No te preocupes, y antes que lo preguntes, si lo tratan muy bien, tiene sus vacaciones pagadas y su "señor" le cubre un seguro médico.

¡Hay Hermione! Tu y tu PEDDO - repuso Ron con cara de harto.

No es PEDDO Ron - respondió Hermione un tanto molesta - es P - E - D - D - O, y además es para una buena causa, por que como ya sabrás los elfos domésticos.

Si Hermione ya sabemos - contestó Harry rápidamente - por cierto Hagrid ¿Qué es lo que come el dragón? - pregunto Harry con curiosidad y cambiando la platica.

¡Por Merlín! - repuso Hagrid encaminándose a la puerta - se me había olvidado. Gracias Harry, si no es por ti, el pobre Alfred hubiera pasado hambre.

¿Alfred? - preguntó Ron tratando de disimular la risa con Harry.

Si - contestó Hagrid ya casi saliendo de la cabaña - así es como se llama el dragón.

Pero que come - preguntó Hermione siguiendo a Hagrid fuera de la cabaña seguida de Ron y Harry.

Verduscas - repuso Hagrid - es una planta pequeña que crece en las orillas del Bosque Prohibido. Principal razón por la que mi amigo me lo encargó, ya que sabe que mi cabaña está cerca del bosque y no se me iba a hacer tan difícil el conseguirle el alimento. Por cierto ¿por qué no me acompañan a buscarle la comida a Alfred?

Los tres chicos se cruzaron miradas. Ya estaba oscureciendo, y pues, no era muy conveniente.

Claro, si es que no tienen otra cosa importante que hacer - respondió Hagrid triste viendo al suelo y revolviendo las hojas secas con una rama seca que cargaba.

Pues ha decir verdad, tenemos que hacer una tarea de Snape. - contestó Hermione viendo el castillo.

Tarea que podemos hacer luego que volvamos - dijo Ron jalando a Harry y volviéndoles a Hermione miradas suplicantes.

Exacto, que podemos hacer luego de ayudarte Hagrid - concluyó Hermione caminando algo desganada detrás de los chicos. ("Por qué siempre me convencen", se decía para sus adentros)

Entonces andando para regresar rápido - propuso Hagrid.

Comenzaron a caminar y adentrarse al Bosque Prohibido seguidos por Fang. Luego de caminar un poco, encontraron dos extremos llenos de verduscas. Las suficientes para que Alfred comiera por lo menos por dos días sin problema, según Hagrid.

Yo recojo las de este lado - dijo Hagrid tomando un extremo - y ustedes recojan el otro - señalándoles el otro extremo a los chicos.

Cada uno comenzó a recoger las plantas. Pero Ron estaba tan ensimismado en sus ideas que se alejó un poco más de donde estaban Hermione y Harry.

"Esto es mejor que hacer una tarea de Snape. Además, tengo por amiga a la chica más inteligente de Hogwarts, la más aplicada, la más altruista, y la más linda. Si, por que seguirlo negando, luego de los horribles celos que me atacaron en el baile de Navidad cuando la vi con Krum, ya es en vano negármelo. Siento algo por ella. Algo muy grande, pero. no se si tendré el suficiente valor para decírselo algún día. ¡¡AAgghhhhhhh!!"

Ron sintió como alguien lo había alado por la espalda y lo había tomado por los brazos. Quiso defenderse pero un frío lo recorría. Hasta que sintió una fuerte mordida en su cuello.

En la enfermería se encontraba cierto pelirrojo todavía inconsciente. Despacio fue abriendo los ojos. Todo lo veía borroso. Pero poco a poco sus ojos se fueron acostumbrando a la luz. Cuando pudo enfocar bien, se encontró con la figura de la enfermera Pomfrey quien lo veía detenidamente.

Vaya, hasta que por fin despertó - contestó la enfermera mientras con una mano le abría los ojos para ver sus pupilas - Veo que ya está mejor señor Weasley. Tardó un poco en despertar pero, creo que ya está bien. Creo que no habrá necesidad que se quede acá, así que haré pasar a sus amigos que están afuera y que por cierto estuvieron dando lata para que dejara que entraran a verlo, pero usted conoce perfectamente las reglas de la enfermería. - repuso molesta - les hablaré para que lo acompañen a su habitación.

Ron todavía no comprendía nada. Lo último que recordaba era que alguien le sujeto los brazos y le mordió el cuello. Hermione y Harry, al entrar corrieron hacia donde estaba Ron.

¿Cómo estás Ron? - preguntaba una Hermione muy preocupada.

Con que ya me quieres quitar mi puesto de paciente en la enfermería ¿no Ron? - decía un Harry en broma.

Si como no - respondió Ron con una sonrisa, mientras se tocaba el cuello como buscando algo - para ganarte a ti necesito caerme 50 veces o más del techo de Hogwarts. Además a ti madame Pomfrey ya de dio la tarjeta de membresía de la enfermería.

Que gracioso ¬¬ - repuso Harry - ¿Qué es lo que buscas en tu cuello Ron? ¿La araña que te asustó he hizo que te cayeras?

¿Cuál. cuál araña? - contestó Ron asustado - A mi no me asustó ninguna araña ¬¬, cuando estaba recogiendo las verduscas, sentí que algo me jaló por atrás y luego me mordió el cuello.

¿Te mordió? - preguntó Hermione acercándose a Ron y revisando su cuello - Yo no veo nada. Lo debiste haber imaginado por el golpe.

No, si estoy seguro que algo me mordió, pero. no encuentro nada en mi cuello - concluyó Ron luego de revisar su cuello.

Es tu imaginación - contestó Harry - mejor nos vamos y descansas en tu cálida cama.

Si creo que es una buena idea - dijo Ron tocándose el cuello todavía.

Hagrid se asustó mucho cuando te vio desmayado Ron - repuso Hermione - el pobre ha de estar asustado todavía.

Si - contestó Harry, nos asustamos mucho al escuchar tu grito.

Luego de pasar por el retrato de la dama gorda, y entrar a la sala común, se dispusieron a ir a sus habitaciones. Por suerte la sala común estaba ya vacía y nadie hizo preguntas sobre lo que le había pasado a Ron, puesto que cuando Hermione y Harry lo llevaba a la enfermería, Lavander y Parvati se dieron cuenta. Y con la fama de "comunicadoras" que tienen, que mínimo ya sabia todo Gryffindor si no es que todo Hogwarts.

Ya es tarde - dijo Hermione caminando a las escaleras que llevan a las habitaciones de las chicas - espero que duermas bien Ron - contestó Hermione dándole un beso en la mejilla a Ron, sonrojándose los dos rápidamente - y deja en paz a tu cuello - concluyó esta alejándose hacia su habitación.

Si. gracias. - respondió un Ron un tanto anonadado por la actitud de la chica - Buenas noches Hermione.

Hey, hey, es por aquí Ron - dijo Harry encaminando a Ron hacia su habitación - veo que el beso te dejo medio bobo. Sabes se preocupo mucho al verte en el suelo inconsciente.

¿Qué? ¡Estás loco Harry! - contestó Ron sonrojado - como que fuera la primera vez que le da un beso o se preocupa por uno de los dos.

Bueno, bueno, ya duérmete, y hazle caso a Hermione, déjate en paz el cuello que no tienes nada - respondió Harry poniéndose la pijama y acostándose.

Si. tienes razón. quizás fue mi imaginación. Buenas noches Harry - respondió Ron mientras ya con la pijama puesta colocaba su cabeza en la almohada y caía en un profundo sueño.

Ya dormido, Ron comenzó soñar una y otra vez con el momento en que se encontraba en el bosque prohibido y sentía la mordida, y sentía como en el lugar donde lo habían mordido un fuerte ardor. Se despertó sobresaltado y por suerte ya había amanecido. Se levantó y se preparó para un nuevo día y por supuesto ir a desayunar. Luego de un rato, y ya cuando Harry se había levantado y arreglado decidieron bajar al gran comedor. Ron todavía recordaba el sueño. Pero no lo comprendía. Recordaba perfectamente que algo lo había mordido, y según su sueño muy fuertemente, pero. no tenía nada, pero absolutamente nada en su cuello. Se sirvió una tostada con mantequilla, mientras Hermione se acercaba a ellos.

Hola chicos - contestó Hermione muy alegre - ¿Cómo te sientes Ron?

Pues. - Ron dudo por un momento el comentarle el sueño que había tenido pero desistió de la idea - bien, gracias por preguntar. Pensé que ibas a estar enojada por que no hemos hecho la tarea de Snape.

Bueno, pues, yo si la hice - contestó una Hermione triunfante - la terminé en mi habitación antes de acostarme.

Ah. - respondió un Harry ocupado comiendo.

Es hora de irnos chicos - dijo Hermione mientras le daba la última mordida a su tostada y dando el último sorbo de jugo - o llegaremos tarde a la clase de Snape.

Si - dijo Harry - suficiente con que no le llevamos la tarea, para que de remate lleguemos tarde.

Los tres se levantaron de la mesa y se encaminaron al salón de pociones. Llegaron temprano por que Snape todavía no había llegado. Luego comenzó la clase. Primero Snape pidió las tareas, las cuales Ron y Harry no entregaron y las cuales fueron las causantes de que Gryffindor perdiera 5 puntos, total si no se los quitaba por ellos, los iba a quitar por alguien más, especialmente Neville. Luego los puso a preparar una poción para la cura de la uriela, una enfermedad del mundo mágico parecida a la varicela, con la diferencia que las manchas ya salían moradas y en vez de comezón era ardor. Para prepararla necesitaban que cortar unas cuantas hojas de calcumia (N/A: sepa Dios que demonios es eso!!) así que se dispusieron a cortarlas. Pasado un rato Hermione se corto con el cuchillo. Mucha sangre comenzó a brotar de su dedo.

Chupate la sangre Hermione - propuso Seamus, quien se encontraba muy cerca y se dio cuenta del corte que se había hecho Hermione.

¿Estás loco? - repuso Hermione - la sangre sabe horrible.

Cuando Ron vio la sangre, tuvo unos grandes deseos de chupar el dedo de Hermione.

Si quieres yo te lo chupo - propuso Ron ante la mirada atónita de todos.

¿Eh? - respondió una Hermione confusa, pero ya era muy tarde, Ron ya le había tomado el dedo y comenzaba a chupar su sangre.

Ron sentía como que la sangre de Hermione era lo mejor que hubiera probado. Pero ningún dulce de Honeyducks se comparaba al sabor que tenía la sangre de Hermione para Ron. Todos miraban boquiabiertos la escena. Suerte que Snape estaba regañando a Neville (N/A: para variar ¬¬) y no se había percatado de la escenita. Hermione se comenzó a sentir un tanto nerviosa. En primera por que el sentir los labios de Ron, chupando su dedo con una calidez y suavidad, le erizaban los cabellos, pero extraña por que se veía como que Ron disfrutaba el sabor de su sangre. No tardo mucho para que Snape se diera cuenta.

Vaya, vaya - replicó Snape en tono molesto y dirigiéndose hacia donde estaba Hermione - no sabía que la poción para la uriela necesitara que uno de sus compañeros le chupara el dedo Señorita Granger. Cinco puntos menos para Gryffindor por semejante escena, y dedíquese a realizar la poción - terminó Snape alejándose un poco de Hermione - y si tanto es el dolor de la cortada le sugeriría que fuera a la enfermería.

Hermione se puso colorada del coraje, y sustrajo muy tajantemente su dedo de la boca de Ron, el cual se encontraba con los ojos cerrados y con una cara como de borrego a medio morir, y se levantó para dirigirse a la enfermería. Ron abrió los ojos, como acabado de salir de un trance, y sintió como todas las miradas se posaban sobre él.

Vaya Weasley - repuso Malfoy desde su asiento - ha lo que ha llegado tu familia por no tener que comer. Chupar sangre, ja, ja.

Ron se enfureció, pero estaba tan intimidado por las miradas de sus compañeros que no pudo responder nada, y sobre todo por tener la mirada boba de Harry sobre él. Harry no podía creer lo que había visto. ¿Ron chupandole la sangre a Hermione? Harry perfectamente sabia el sabor horrible que tenia la sangre, a raíz de todas las veces que ha sufrido accidentes. Terminó la clase, y todos se levantaron y se fueron. Ya fuera del salón, Harry con ojos todavía atónitos le preguntó a Ron:

¿Qué demonios te paso allá adentro? - repuso un Harry interrogante - ¿El golpe de ayer de aboyo el cerebro o qué? O no me digas, ¿te daño el sentido del gusto?

De. De. que hablas Harry - contestó un Ron dudoso.

¿Qué de que hablo? - volvió a preguntar Harry, aún asombrado - te veías tan feliz chupando la sangre que parecía como si te gustara. La sangre sabe horrible Ron.

Si lo se Harry - respondió Ron, quien en el fondo le quería decir a su amigo la extraña sensación que tuvo al sentir la sangre de Hermione en su boca. Pero sabía que Harry no comprendería - solo lo hice por que. Hermione no quiso chupar su propia sangre, y además que. nadie le iba a querer ayudar, y. de todos modos ella es nuestra amiga y yo la quiero mucho. - terminó un Ron muy ruborizado e interrumpido por su hermana Ginny.

¡Ron! - chilló la pelirroja acerándose a Ron y a Harry - ¿Cómo te sientes? Me contaron que te caíste en el Bosque Prohibido y que te golpeaste fuertemente la cabeza lo cual te provoco un daño cerebral irreparable.

¿Qué? - preguntó Ron asombrado mientras Harry se reía.

Bueno. eso fue lo que me dijeron Parvati y Lavander - contestó Ginny, observando de reojo a Harry.

Malditas Lavander y Parvati - repuso Ron un tanto molesto.

Como que no las conocieras Ron - dijo Harry, mientras miraba a Ginny y le dedicaba una sonrisa con la cual se puso del mismo color de su cabello.

Bueno. yo, yo. me tengo que ir. - dijo Ginny mientras se retiraba - cuídate Ron. Hasta luego. Harry.

Hasta luego Ginny - respondió Harry mientras una sonrisa se dibujaba en su rostro y miraba entontado a Ginny hasta que esta desapareció entre los demás alumnos.

Hoy todos creerán que por el golpe, quede loco - repuso Ron mientras se daba de golpes en la cabeza con la pared. Y con esa actitud tuya, lo creerán más así que deja de darte golpes en la cabeza y mejor vayamos a comer si - contestó Harry mientras jalaba a Ron hacia el gran comedor.