Mientras tanto Ron, había vuelto a escuchar esa horrible vos en su cabeza. Hagrid lo veía asustado. "Necesito que vengas Ron. necesito a Hermione. tienes que ayudarme."

¡Déjame en paz! - Gritaba Ron, como si así pudiese librarse de la vos - ¡Ya te dije que no! ¡Y no metas a Hermione en esto! ¡Déjame!

"Tu no entiendes Ron. necesito descansar. tienes que venir. ayúdame. trae a la chica contigo."

¡Déjame! - seguía gritando Ron.

Hagrid no sabía que hacer. No entendía por que Ron gritaba de esa manera. Intentó darle un vaso con sangre, pero no era eso lo que Ron quería. El pobre Alfred se había refugiado bajo la mesa junto con Fang, pues les asustaban los gritos de Ron. En el castillo, Hermione conseguía los ingredientes para la poción, pero evadiendo las miradas de Harry y Ginny.

¿Ya lo tienes todo? -preguntó Harry.

Déjame ver. - contestó Hermione revisando la lista del libro - solo me faltan las verduscas.

De eso hay en la casa de Hagrid - repuso Harry.

Entonces, en la casa de Hagrid prepararé la poción - respondió Hermione caminando ha la salida del castillo - y por suerte ahora hay luna llena. - dijo esto último observando la oscura noche que se acercaba.

Se encaminaron rápidamente a la cabaña de Hagrid. Un poco antes de llegar, se percataron de los gritos de Ron, así que comenzaron a correr. Antes de que ellos tocaran, Hagrid ya les había abierto la puerta.

¡Gracias a Dios que vinieron! - repuso Hagrid con cara de preocupación - Iba a ir al castillo a buscarlos. Ron está como loco. Creo que hasta está delirando.

Los chicos junto con Hagrid, se encaminaron hacia el cuarto donde se encontraba Ron. Cuando llegaron Ron alaba con todas sus fuerzas las cuerdas como queriéndose soltar. Sus muñecas comenzaban a sangrar por el roce de las cuerdas con su piel. Estaba sudando y pálido. Era lo único que necesitaba Hermione para terminarse de decidir a hacer la última parte de la poción. No podía dejar que Ron siguiera así ningún minuto más. Se dio la vuelta, y se encaminó hacia la cocina donde iba a comenzar a preparar la poción. "Por suerte ahora habrá luna llena. Terminaré esta poción de una buena vez. No te preocupes Ron, yo te prometí hacer todo lo posible por salvarte. y lo cumpliré" Decía Hermione para sus adentros. Harry, Ginny y Hagrid llegaron para ayudarle a prepara la poción. Luego de un rato, Hermione ya la había terminado a la perfección.

Bueno, ahora solo hay que esperar que oscurezca más. y se la daremos - concluyó Hermione colocando la poción en una frasco pequeño que tenía Hagrid.

Pero. ¿y lo demás? - preguntó Harry, observando a Hermione.

No te preocupes Harry. - respondió Hermione decidida - lo haré.

Ron seguía delirando. Parecía como si otra vez tuviera fiebre. Alfred comenzó a dar vueltas alrededor de Hagrid, y Fang solo dio varios ladridos.

¡Oh, Alfred! - Contestó Hagrid - A la hora que se te ocurre pedir comida. Se acaban de terminar las verduscas. ¿Me acompañas Harry a cortar más? - preguntó Hagrid.

Si claro - respondió el chico de la cicatriz.

Yo voy contigo - agregó Ginny - pero. Hermione. - alegó la pelirroja al percatarse que Hermione se quedaría sola con Ron.

No te preocupes - la interrumpió Hermione - yo me encargó de Ron, además solo esperare a que vuelvan y le daré la poción.

Entonces no tardaremos - concluyó Harry saliendo de la casa, seguido de Ginny y Hagrid.

Alfred y Fang se quedaron en la casa. Hermione se colocó el frasco en la túnica y se encaminó hasta el cuarto donde estaba Ron. Ron estaba muy débil. Se veía cansado. Estaba sumamente sudado. Hermione tomó una toalla pequeña que estaba sobre una silla, y comenzó a secarle la frente a Ron.

No te preocupes Ron. - repuso Hermione suavemente - pronto acabará tu martirio.

Ron comenzaba a delirar de nuevo. Pero ahora sumamente débil.

¡Déjame! - Respondía el pelirrojo - ¡No le hagas daño. por favor! ¡Deja a Hermione!

Pero que. - dijo Hermione extrañada con lo que había dicho Ron, pero fue interrumpida por unos ruidos que escuchó en la cocina.

Hola - se escuchaba decir una vos - ¿Estás ahí Hagrid?

Hermione salió del cuarto. Se encontró con un hombre de edad y con cara triste. Hermione se asustó al verlo.

Discúlpeme señorita. ¿se encuentra Hagrid? - repuso el extraño hombre.

No. - logró articular palabra Hermione - él acaba de salir, pero no tardará en regresar.

El hombre se percató de los delirios de Ron. Miro extrañado a Hermione, y comenzó a avanzar al cuarto. Hermione se había quedado inmóvil. Algo hacía que se no se moviera de su lugar. Quería moverse pero no podía. El hombre llegó a la habitación, y vio a Ron. "Ese es el chico Crow. tráemelo. y a la chica también."

Pero señor. - dijo el hombre suplicante.

"Es una orden Crow, ¡obedéceme!"

El hombre resignado, desató a Ron, quien estaba desmayado y con las muñecas sangrando. Hermione sintió una fuerza extraña y se desvaneció. El hombre llevó a Alfred afuera.

¡Crece Alfred! - dijo el hombre apuntando a Alfred con el dedo.

Alfred pasó de ser un pequeño dragón, a un dragón de proporciones mayores. Parecía ser que, siempre y cuando su dueño se lo permitiese y el quisiera se mantendría pequeño, pero cuando era necesario crecía como del tamaño de un hipogrifo. El hombre, quien se llamaba Crow, regreso a la cabaña y tomo los cuerpos de Ron y Hermione y los colocó sobre el lomo de Alfred. Luego se subió él, y emprendió vuelo. Luego de un rato, llegaron Hagrid, Ginny y Harry a la cabaña, y se encontraron con que la puerta estaba abierta y Fang se encontraba ladrando desesperado. Se imaginaron lo peor. Pensaron que quizás Hermione no se había esperado a que ellos regresaran y había desatado a Ron para darle la poción y este la había atacado, así que comenzaron a correr, esperándose encontrar el cuerpo de Hermione sin vida. Cuando entraron a la cabaña cargando un saco de verduscas cada uno y después de aventarlas en el piso, comenzaron a buscar en toda la casa algún rastro de Ron o Hermione. Buscaron por un buen rato y no encontraron nada, y tampoco encontraron a Alfred.

¿Qué habrás pasado Harry? - Preguntó Hagrid asustado y preocupado - No esta Alfred, ni Hermione, ni Ron.

Crees. que Ron. los habrá atacado y se los llevó al bosque prohibido.- repuso Ginny preocupada también.

No lo se. - respondió Harry - es muy extraño. Deberíamos de irlos a buscar al bosque prohibido.

¡No Harry! - exclamó Ginny - recuerda que tú no puedes salir de noche del colegio. Corres riesgo tú también. Algo me dice que están bien.

Pero. ¿y si les pasa algo? - preguntó Harry preocupado.

Ron tiene que regresar Harry - contestó Ginny abrazándose a Harry - necesitará un lugar donde cubrirse de los rayos del sol. y hasta entonces sabremos.

Tiene razón Ginny - agregó Hagrid caminando hacia la cocina - Además, Ron por muy aturdido que este, no lo creo capaz de hacerle daño a Hermione ¿a que no? Yo también presiento que están bien. mientras esperamos, prepararé té.

Esta bien. - repuso Harry - esperemos. - y dicho esto último se sentó con la pelirroja en un sofá.

Ron comenzaba a volver en sí. Se sentía sumamente débil. Su respiración estaba agitada. Cuando abrió los ojos se encontró en un castillo. Tenía paredes de piedra, igual que en Hogwarts, pero era un lugar escalofriante. A la par suya se encontraba Hermione todavía inconsciente.

¡Hermione despierta! - exclamó Ron sacudiendo a la chica para que volviera en sí. Lo último que Ron recordaba era haber sentido un fuerte escalofrío y luego se desvaneció. Aún no entendía que hacía ahí, ni donde era ahí.

Veo que despertaste - repuso una voz fría que Ron identifico de inmediato, era la misma vos que le hablaba en su cabeza.

¿Quién es usted? - artículo palabra Ron.

¿Yo? - preguntó el hombre con risa - Soy el conde de Hamilton, Drácula para mis amigos.

¿Usted fue el que me mordió? - preguntó Ron temeroso - ¿Usted es el que me habla siempre?

Ja, ja - repuso el hombre envuelto de una larga capa negra y quien todavía no le había dado la cara a Ron - Si mi querido amigo. He sido yo quien siempre ha perturbado tu sueño.

Se dio la vuelta dándole por fin la cara a Ron. Era un hombre alto, de tez blanca y de apariencia joven, pero se veía gastado. Pálido, y con unos ojos azules que hipnotizaban. Tenía cabello largo color negro, vestía una gabardina negra maltratada por los años y una capa negra que lo envolvía completamente. El hombre se fue acercando nuevamente a Ron, y este quedó inmóvil de nuevo. Era como si este hombre tuviera una fuerza sobre natural que dominaba cualquiera de sus movimientos.

He esperado cinco largos siglos para poder saldar mi deuda de sangre - agregó al hombre acercándose más a Ron - Yo era un guerrero, que servía fielmente a su rey. Estaba comprometido con la mujer más linda sobre la faz de la tierra: Daniza. Nos íbamos a casar pero, fui llamado para defender a mi rey en una batalla. Prometí a mi amada regresar y casarme con ella. Dirigí la batalla con audacia y logramos la victoria. En esa guerra fue donde mis amigos me designaron el nombre de Drácula, que significa sanguinario, referente a todos los enemigos que probaron el filo de mi espada . Pero. cuando regrese de la batalla, unos malditos. por envidia de que el rey me iba a honrar con honores, habían matado despiadadamente a mi Daniza - los ojos del conde comenzaron a llenarse de lágrimas - de esa manera me habían pagado el ser fiel a mi rey, matando a lo que mas amaba en la vida. Odie a Dios con todas mis fuerzas. Si es él, el que permite las cosas. ¡Por qué permitió que mataran a mi Daniza!... Desenterré su cuerpo. parecía como si solo durmiera. Estaba intacta a pesar de que llevaba más de tres días enterrada. La lleve a la iglesia, y con una daga corte sus muñecas. Me iba a unir a ella en una alianza de sangre. La sangre que salía de sus venas, las vertí en un cáliz. El cáliz que ocupan para celebrar las misas. Me tome su sangre y maldije a Dios. No le perdonaba que por su culpa hubieran matado a la luz de mi vida. Juré que mataría cada hombre existente en la tierra y me bebería su sangre. En ese momento una ráfaga de viento cruzo por la iglesia, todas las puertas y ventanas se abrieron de par en par. Escuché una vos que provenía de lo alto. me maldijo y me condeno a tener que vivir de sangre. Hizo que crecieran mis colmillos para parecer monstruoso. Yo los tome como armas para poder así morder a mis víctimas y beber hasta la última gota de su sangre. Ahora vivo solo en las tinieblas de la noche, por que la luz de sol es el vivo infierno para mí. Mi única compañía es mi fiel Crow. fue el único sirviente que no me abandono, y en recompensa a ello, nunca lo he atacado. Poco a poco fui descubriendo que cuando no bebía toda la sangre de mi víctima, este se convertía en uno como yo. Pensé que era una manera de vengarme de que yo fuera así. Si yo era así, por que no todos lo eran. Pero una maldita bruja hindú, descubrió un antídoto para poder curar a los que mordía. Le hice una pequeña visita. le pregunté que podía hacer yo para revertir la maldición. Consultó con sus dis que dioses, y me dijo que la única manera para yo poder descansar en paz, era que alguien saldara esa deuda de sangre. Tendría que conseguir que a alguien que bebiera del mismo cáliz en el que bebí yo, sangre de su amada. Luego mi victima muere, y yo. podré descansar en paz con mi amada Daniza. Luego quise atacarla para acabar con ella, pero la muy estúpida me pudo esquivar. me maldijo en nombre de sus Dioses (N/A: para variar ¬¬) a vagar durante cinco largos y malditos siglos antes de poder llevar acabo el ritual. Después la estúpida. desapareció. Te preguntarás como es que he sobrevivido en todo este tiempo sin poder atacar a ningún humano ¿verdad?... Pues todo se lo debo a mi fiel Crow. el descubrió que del único animal del cual podía beber sangre era de las ratas. Así que el se pasaba la mayor parte del día matando ratas y sacándoles la sangre, y en la noche yo la bebía para mantenerme vivo, aunque débil. Pero ahora. se ha cumplido el plazo, y como vez tú has sido el elegido. Cuando te encontrabas en el bosque y te mordí, pensé en beberme toda tu sangre. estaba muy débil y necesitaba mucha sangre pero. en eso sentí algo extraño en ti. algo que me recordó a lo que sentía por Daniza. amor. así que percibí que tu eras el indicado.

¡Usted está loco! - gritó Ron con desesperación.

Ja, ja, ja - rió el conde sarcásticamente - si mi querido amigo, si estoy loco, pero por poderme encontrar de nuevo con mi Daniza. He estado en tu mente Ron. Conozco cada uno de tus pensamientos y sentimientos. Y se perfectamente lo que sientes por esa chica - terminó diciendo eso viendo a Hermione, quien todavía seguía inconsciente.

No se de lo que habla - respondió Ron, poniéndose más pálido aún. (N/A: si se puede ^^)

No te hagas el tonto - repuso el conde - se que la quieres, y no precisamente como una amiga. A mi no me puedes engañar Ron. Ahora te conozco muy bien. Y eres perfecto para realizar el ritual. ¡Mátala Ron! Mátala y bebe su sangre - y dicho esto le dio a Ron una daga que se encontraba en la mesa y la cual era la misma que había ocupado aquel día.

Ron, quien había estado inmóvil mientras hablaba con el conde, comenzaba a levantarse contra su voluntad. Entonces comenzó de nuevo una lucha interna. Su cuerpo estaba siendo manejado por el conde, quien lo estaba obligando a caminar hacia donde estaba Hermione y matarla. Ron tomo todas sus fuerzas posibles, y comenzó a luchar. Era como si peleara con el mismo. Se tambaleaba, algo lo obligaba a caminar, pero el se resistía. No podía matar a Hermione. Sobre todo por que el conde tenía razón, él la quería, y no precisamente como amiga. Ron estaba enamorado de Hermione. Todos esos malditos celos que sentía y que lo incomodaban cada vez que estaba con Krum, cada vez que lo mencionaba, no era más que AMOR. El conde quien aún se encontraba débil, desistió de hacer que Ron se moviera.

Veo que la quieres mucho - agregó el conde agarrándose de una mesa - tienes suerte de que este tan débil que no puedo controlar del todo tus movimientos, pero. no me puedo quedar así. ¡Crow! - Exclamó el conde - ¡Ven y amarra al muchacho! No puedo hacer que te muevas, pero si puedo mantenerte inmóvil.

Crow, quien se encontraba afuera del castillo junto Alfred, quien por cierto al estar acostumbrado por las atenciones de Hagrid, chillaba por comida.

¡Espérate Alfred! - exclamó Crow tratando de calmar al dragón quien había vuelto a hacer pequeño - ¡Luego te daré comida! Ahora vuelvo.

Y diciendo esto, se alejó, y entró al castillo. Alfred, al ver la indiferencia de Crow y acostumbrado a las atenciones de Hagrid, se enojó y emprendió vuelo, hacia la cabaña.

Hola!! Espero que les haya gustado este cap, y lo siento por tardarme un poquito en publicarlo, ya que prometí actualizarlo seguido pero. tuve aquí unos pequeñitos atrasos y ahora si tuve tiempo!!! Como ven Hermione ya acepto besar a Ronnie, cosa por la cual no me hubiera negado NUNCA!!!! Pero bueno, la onda es ver si a las horas de de las horas no se hecha para atrás!!! Eso solo lo sabe mi mente y yo así que sigan leyendo para enterarse, oki???? Y. el prox cap es el final!!! Yo siento que este fic me quedó corto pero entiendan es el primero que hago y todavía mi mente no se acostumbra a largas horas de trabajo neuronal inspiratorio ^^!! Les llega mi análisis forense!! Hasta entonces y sigan dejando reviews!!!