Bueno, no tenia pensado hacer una continuación, pero como me lo han pedido,
aquí esta.
Dedicado a Tania, Rabi~en~rose, Expectra, M, Viosil Uab. Gracias por vuestro Reviews
Viosil Uab, aquí tienes el principio de ese Yoh/Anna que me pediste pero sin olvidarme del Len/Horo.
Por cierto, ¿pongo alguna pareja más?, ¿Qué opinais?, a mi no se me ocurre ninguna más.
Ya saben, Shaman King no me pertenece aunque me gustaría que lo hiciera (supongo que como a todos ¿no?) y esto es un Yaoi así que a la gente que no les guste, que se vallan si se sienten ofendidos y si no es así, pues que lean y me den su opinión.
LEAN Y DISFRUTEN!!!!!!!!!
Ya habían pasado unos días desde que Yoh y los demás se habían ido de vacaciones a casa de los abuelos de Yoh; pero eso a los ocupantes de la casa Asakura no les importaba, lo único que les importaba era que habían aclarado sus sentimientos y ahora eran felices mientras aprovechaban al máximo este tiempo a solas pues en cuanto vinieran los demás se les acababa la intimidad. Al principio hicieron un pacto en el cual prometieron no pelearse por tonterías, pero solo duro media hora pues enseguida comenzaron a pelear por el mando del televisor y llegaron a la conclusión de que esas riñas les gustaban a los dos, pues disfrutaban con ellas, por lo que decidieron que serian bienvenidas aunque intentarían disminuirlas (solo un poco).
Una mañana, había pasado ya una semana desde que se habían declarado, Len fue el primero en despertar y al sentir algo pesado en su pecho miro hacia abajo y vio que Horo descansaba tranquilamente sobre él, con una sonrisa en sus labios mientras que se abrazaban; sonrió y le quito unos mechones rebeldes de su frente para poder ver su rostro mejor.
- /Que tranquilo se ve mientras duerme/ - pensó
Tranquilamente y sin prisa, se inclino y le beso en los labios a lo que Horo reacciono soltando un suspiro de satisfacción y murmurando su nombre. El joven Tao separo delicadamente su cuerpo del de su acompañante a lo que provoco que este ultimo murmurara una protesta pero continuo dormido; se vistió intentando no hacer ruido y cuando iba a salir por la puerta una voz lo detuvo.
- ¿Adónde vas chinito?, no me has dado mi beso de buenos días -
- Creí que estabas dormido, o por lo menos intente no despertarte - contesto mientras se acercaba y lo besaba - Buenos días otra vez.
- ¿Otra vez? - pregunto Horo mientras se incorporaba.
- Cuando me desperté ya te di tu beso de buenos días - aclaro mientras se sonrojaba - espero que no te moleste.
- Al contrario, me alegro de no ser el único - le contestó sonriente. - Mmmm - pensó en voz alta - Me pregunto si tu también harás algo más.
- ¿Algo más? - pregunto Len totalmente confundido.
- No, no nada - intento disimular un sonrojado Horo - /Rayos, ¿porque lo diría en alto?, eres un bocazas Horo/.
En ese momento un rajo de luz ilumino el cerebro de Len y se acordó de aquel día en el que amaneció con la parte superior del pijama abierto y esa otra en la que Horo se encontraba dormido junto a él y no recordaba como había llegado ahí.
- ¡¡¡ HORO HORO!!! - grito totalmente enfadado - ¿Qué es lo que has estado haciendo?
- ¿Yo? - pregunto haciéndose el inocente - Nada, nada
- ¿En serio?, entonces ¿porque te estas sonrojando? - mientras hablaba Len saco su preciada cuchilla y amenazaba con ella al Ainu quien al verse amenazada, salió corriendo de la habitación seguido muy de cerca por Len quien gritaba toda una serie de amenazas hacia su estado físico.
- Ahora si que no podrás escapar Hoto Hoto - Len había conseguido arrinconarlo contra la pared, sin dejarle espacio para huir lejos.
- Len, baja eso anda - pidió Horo nervioso mientras sudaba abundantemente.
- Hazme cambiar de opinión - propuso el chinito sonriente anhelando lo que venia a continuación.
- Será un placer -
Los dos muchachos acercaron sus rostros y comenzaron a besarse cariñosamente, cada vez juntaban más sus cuerpos y el beso se profundizaba juntando sus lenguas en una batalla por el control hasta que fueron interrumpidos por unos fuertes golpes en la puerta.
-¿Quién será tan temprano? - pregunto Len malhumorado por la interrupción -Iré a ver.
- Yo también voy y como sea un vendedor me lo cargo - dijo el ainu molesto.
Se dirigieron a la puerta y al abrirla perdieron todo su mal humor gracias a la sorpresa que se llevaron. Parada en el porche se encontraba Anna.
Que se encontrara allí les había sorprendido pero no lo suficiente como para dejarlos sin habla, la causa de eso fue encontrarla llorando, era la primera vez que la veían tan frágil, nunca la habían visto demostrar sus sentimientos ..... bueno eso no es cierto, si vieron a la Anna con sentimientos aquella vez durante el torneo de Shamanes, cuando creyeron que Yoh estaba muerto, todos estaban tristes pero ver eso en ella era más impactante y cuando volvió con ellos pudieron observar alegría en el rostro de la sacerdotisa.
Pero ahora su semblante, era de dolor y tristeza, sus ojos estaban empapados en llanto y opacos, nunca pensaron que llegarían a verla así, tan débil, como si hubiera perdido las ganas de vivir.
- Anna.... ¿Qué ocurre? - pregunto Len recuperando el habla.
En ese momento la sacerdotisa fijo su mirada en el Shaman de china como si fuera la primera vez que lo veía y al reconocerlo se tiro a sus brazos y lo abrazo fuertemente. Len al ser cogido por sorpresa, no supo como reaccionar y miro a Horo quien lo miraba sin comprender.
- Abrázame - pidió Anna con su rostro hundido en su pecho - Sois mis únicos amigos.
- ¿Qué paso? - pregunto Horo nuevamente sorprendido
- Yoh ..... YA NO ME QUIERE - grito Anna antes de comenzar a llorar otra vez.
Los dos shamanes se miraron entre si preguntándose que es lo que había ocurrido pero los dos coincidían en una cosa : por muy amigo que fuera Yoh, Anna tambien lo era, aunque fuera mandona se hacia querer, y averiguarían la verdad de este asunto costara lo que costara.
Ellos no lo sabían pero en otra ciudad, un muchacho de cabellos castaños sufría, sin comprender como había llegado su relación con Anna a estos extremos.
¿qué tal esta Capitulo?, ¿Alguna sugerencia?, dejen Review.
Acepto cualquier tipo de critica.
NOS VEMOS.
Dedicado a Tania, Rabi~en~rose, Expectra, M, Viosil Uab. Gracias por vuestro Reviews
Viosil Uab, aquí tienes el principio de ese Yoh/Anna que me pediste pero sin olvidarme del Len/Horo.
Por cierto, ¿pongo alguna pareja más?, ¿Qué opinais?, a mi no se me ocurre ninguna más.
Ya saben, Shaman King no me pertenece aunque me gustaría que lo hiciera (supongo que como a todos ¿no?) y esto es un Yaoi así que a la gente que no les guste, que se vallan si se sienten ofendidos y si no es así, pues que lean y me den su opinión.
LEAN Y DISFRUTEN!!!!!!!!!
Ya habían pasado unos días desde que Yoh y los demás se habían ido de vacaciones a casa de los abuelos de Yoh; pero eso a los ocupantes de la casa Asakura no les importaba, lo único que les importaba era que habían aclarado sus sentimientos y ahora eran felices mientras aprovechaban al máximo este tiempo a solas pues en cuanto vinieran los demás se les acababa la intimidad. Al principio hicieron un pacto en el cual prometieron no pelearse por tonterías, pero solo duro media hora pues enseguida comenzaron a pelear por el mando del televisor y llegaron a la conclusión de que esas riñas les gustaban a los dos, pues disfrutaban con ellas, por lo que decidieron que serian bienvenidas aunque intentarían disminuirlas (solo un poco).
Una mañana, había pasado ya una semana desde que se habían declarado, Len fue el primero en despertar y al sentir algo pesado en su pecho miro hacia abajo y vio que Horo descansaba tranquilamente sobre él, con una sonrisa en sus labios mientras que se abrazaban; sonrió y le quito unos mechones rebeldes de su frente para poder ver su rostro mejor.
- /Que tranquilo se ve mientras duerme/ - pensó
Tranquilamente y sin prisa, se inclino y le beso en los labios a lo que Horo reacciono soltando un suspiro de satisfacción y murmurando su nombre. El joven Tao separo delicadamente su cuerpo del de su acompañante a lo que provoco que este ultimo murmurara una protesta pero continuo dormido; se vistió intentando no hacer ruido y cuando iba a salir por la puerta una voz lo detuvo.
- ¿Adónde vas chinito?, no me has dado mi beso de buenos días -
- Creí que estabas dormido, o por lo menos intente no despertarte - contesto mientras se acercaba y lo besaba - Buenos días otra vez.
- ¿Otra vez? - pregunto Horo mientras se incorporaba.
- Cuando me desperté ya te di tu beso de buenos días - aclaro mientras se sonrojaba - espero que no te moleste.
- Al contrario, me alegro de no ser el único - le contestó sonriente. - Mmmm - pensó en voz alta - Me pregunto si tu también harás algo más.
- ¿Algo más? - pregunto Len totalmente confundido.
- No, no nada - intento disimular un sonrojado Horo - /Rayos, ¿porque lo diría en alto?, eres un bocazas Horo/.
En ese momento un rajo de luz ilumino el cerebro de Len y se acordó de aquel día en el que amaneció con la parte superior del pijama abierto y esa otra en la que Horo se encontraba dormido junto a él y no recordaba como había llegado ahí.
- ¡¡¡ HORO HORO!!! - grito totalmente enfadado - ¿Qué es lo que has estado haciendo?
- ¿Yo? - pregunto haciéndose el inocente - Nada, nada
- ¿En serio?, entonces ¿porque te estas sonrojando? - mientras hablaba Len saco su preciada cuchilla y amenazaba con ella al Ainu quien al verse amenazada, salió corriendo de la habitación seguido muy de cerca por Len quien gritaba toda una serie de amenazas hacia su estado físico.
- Ahora si que no podrás escapar Hoto Hoto - Len había conseguido arrinconarlo contra la pared, sin dejarle espacio para huir lejos.
- Len, baja eso anda - pidió Horo nervioso mientras sudaba abundantemente.
- Hazme cambiar de opinión - propuso el chinito sonriente anhelando lo que venia a continuación.
- Será un placer -
Los dos muchachos acercaron sus rostros y comenzaron a besarse cariñosamente, cada vez juntaban más sus cuerpos y el beso se profundizaba juntando sus lenguas en una batalla por el control hasta que fueron interrumpidos por unos fuertes golpes en la puerta.
-¿Quién será tan temprano? - pregunto Len malhumorado por la interrupción -Iré a ver.
- Yo también voy y como sea un vendedor me lo cargo - dijo el ainu molesto.
Se dirigieron a la puerta y al abrirla perdieron todo su mal humor gracias a la sorpresa que se llevaron. Parada en el porche se encontraba Anna.
Que se encontrara allí les había sorprendido pero no lo suficiente como para dejarlos sin habla, la causa de eso fue encontrarla llorando, era la primera vez que la veían tan frágil, nunca la habían visto demostrar sus sentimientos ..... bueno eso no es cierto, si vieron a la Anna con sentimientos aquella vez durante el torneo de Shamanes, cuando creyeron que Yoh estaba muerto, todos estaban tristes pero ver eso en ella era más impactante y cuando volvió con ellos pudieron observar alegría en el rostro de la sacerdotisa.
Pero ahora su semblante, era de dolor y tristeza, sus ojos estaban empapados en llanto y opacos, nunca pensaron que llegarían a verla así, tan débil, como si hubiera perdido las ganas de vivir.
- Anna.... ¿Qué ocurre? - pregunto Len recuperando el habla.
En ese momento la sacerdotisa fijo su mirada en el Shaman de china como si fuera la primera vez que lo veía y al reconocerlo se tiro a sus brazos y lo abrazo fuertemente. Len al ser cogido por sorpresa, no supo como reaccionar y miro a Horo quien lo miraba sin comprender.
- Abrázame - pidió Anna con su rostro hundido en su pecho - Sois mis únicos amigos.
- ¿Qué paso? - pregunto Horo nuevamente sorprendido
- Yoh ..... YA NO ME QUIERE - grito Anna antes de comenzar a llorar otra vez.
Los dos shamanes se miraron entre si preguntándose que es lo que había ocurrido pero los dos coincidían en una cosa : por muy amigo que fuera Yoh, Anna tambien lo era, aunque fuera mandona se hacia querer, y averiguarían la verdad de este asunto costara lo que costara.
Ellos no lo sabían pero en otra ciudad, un muchacho de cabellos castaños sufría, sin comprender como había llegado su relación con Anna a estos extremos.
¿qué tal esta Capitulo?, ¿Alguna sugerencia?, dejen Review.
Acepto cualquier tipo de critica.
NOS VEMOS.