A/N: Este es mi primer Fic de X-Men! Así que por favor dejen me saber lo
que piensan de el. Esta historia fue en parte inspirada después de haber
visto la película 'Underworld' pero no tendrá nada ver con la trama de la
película. Ahora, la trama del fic es después X2, eso si, Jean no desaparecio ni nada, todos siguen en el Instituto como una gran familia.
X- Men
New York City
11:49 p.m. Domingo
En una calurosa y ruidosa noche como esta, lo único que podía ver era sangre. Gente a mí alrededor, viejos, jóvenes, todos encerrados en si mismos, sin importarles que pasa a su alrededor. Centrados en sus propias vidas, pensando que los problemas de ellos son más importantes sin realizar que este mundo se pudre rápidamente y que la existencia de ellos esta en juego. Suspiro aburrida mientras miró mi reloj, ya lleva mas de media hora tarde y odio la impuntualidad, se lo hice muy claro desde el primer día que empecé a hacer negocios con él. Ya estoy harta de ver, desde la oscura esquina del callejón en que me encuentro, al ganado, conocido como seres humanos, caminar. Ya sé esta tornando esto aburrido. Generalmente, ya me hubiese ido cansada de esperar, pero últimamente mi sed se ha estado descontrolando, obligándome a consumir mas de lo necesario de mi 'elixir'. Finalmente, luego de varios minutos, lo veo acercarse al callejón, cargando un pequeño congelador y mirando nerviosamente hacia todos lados. Poco a poco se acerca hasta donde estoy, claro que él no lo sabe; finalmente su espalda esta hacia mi, puedo oír su corazón latir rápidamente, su respiración entrecortada y nerviosa. No puedo evitar sonreír a lo débil y patético de este hombre.
"Llegas tarde" dije, mientras él brinca del miedo.
"Es que tuve un pequeño problema" él respondió temeroso.
"Me imagino que trajiste lo que te pedí, no?" le pregunto.
"Si" él responde mientras me entrega el congelador.
Inspecciono el contenido del congelador, me siento con gran alivio al ver el preciado contenido. Luego le entrego un sobre, él lo abre y ve el dinero y antes de contarlo me dice temeroso, "Um... ha habido un pequeño cambio... veras, la seguridad ha aumentado muchísimo en el hospital y pues... el precio va aumentar".
"Cuánto?" le pregunto mortificada.
"5,000" dice con su voz temblorosa.
No puedo evitar reírme levemente, este hombre tiene agallas. La osadía de pedirme el doble, me inspiraban a romperle el cuello. "2,500 fue el trato desde un principio" le dije.
"Ya lo sé, pero las cosas han cambiado... ahora están pendientes a todo en el laboratorio. No tienes idea de todo lo que tuve que pasar para poder conseguir...".
"Me importa poco... yo te pago muy bien, mas de lo debido... y estas pidiendo mas? Ya veo que tu no valoras tu vida" lo interrumpí.
Pude ver como su expresión facial cambio a una de terror, pero este era un hombre testarudo y codicioso, decidido a conseguir lo que quería, y la codicia es algo igual de letal que un cuchillo bien afilado. "Muy bien, entonces... se acabo el trato... busca a alguien que te haga los favores" dice mientras se voltea para marcharse.
Yo ya he llegado a mí limite, no me gusta ser manipulada, y menos por un humano tan insignificante como este. Agarro su cuello bruscamente y lo aprieto, mientras él forcejea por liberarse de mi, pero todos sus intentos son en vano y acerco su cara a la mía, le muestro mis colmillos que ya pedían con desespero morderlo.
"Tú continuaras haciendo lo que yo te diga, a menos que quieras que tu familia me sirva de aperitivo, por que no creas que no sé dónde vives. Yo sé muchas cosas de ti, de tu esposa la ama de casa frustrada, de tus niñas y el colegio privado al que asisten... No trates mi paciencia, por que las mato y te obligo a que me veas mientras lo hago. Ya lo he hecho otras veces, y no voy a dudar en hacerlo otra vez... Entendido?". Él asiente desesperado con lagrimas en sus ojos, luego dejo libre su cuello.
"Te veo la próxima semana, aquí... sé puntual" le dije. Él asienta nuevamente, y luego se aleja corriendo a toda prisa.
La ignorancia y estupidez de los humanos me da risa, el pensar que una vez fui una de ellos, me da pavor y vergüenza. Superficiales, egoístas, se creen que el mundo gira alrededor de ellos, lo sé por que una vez yo pensaba igual, pero necesitas vivir tanto como yo para entender que el mundo es más grande y poderoso, y que en comparación somos insignificantes.
Mientras camino por la ciudad y veo las calles vacías, solo con mal vivientes, drogadictos, vagabundos, prostitutas... 'La créme de la... merde'.
"Oye, guapa, hago orales por 20 dólares" escucho a una prostituta decir, mientras otras ríen.
Yo solo me limito a mirarlas, mientras les enseño mis colmillos. Sus caras cambiaron a una de miedo, mientras se alejaban discretamente. Los de mi 'tipo' somos conocidos para el resto de la humanidad como una leyenda presentada en libros y películas pero para la gente de lugares como estos, somos una realidad. Y aunque ya no somos tantos como antes, por que poco a poco hemos sido exterminados, todavía somos temidos por todos. Luego de varios minutos de seguir mi camino sentí el aroma, el dulce olor de mi obsesión. Y aunque trato de ignorarlo, mi sed y mi curiosidad ciegan mi juicio; y rápidamente me dirijo hasta el lugar. No fue hasta varios segundos que llego hasta un bar de mala muerte, que aunque se veía bastante mal se podía notar que el lugar estaba lleno de gente, puedo oír claramente los estruendosos alaridos de los que se encontraban en el lugar.
Tan pronto entro al bar puedo ver las caras de algunos mirándome como que yo pertenezco a ese lugar, pero a mí las miradas me importan poco. Me dirigí hacia la barra, y me senté en el único asiento disponible.
El cantinero se acerca a mí mientras ríe, y me dice, "En que le puedo servir, mi distinguida damita?". Podía escuchar como los que estaban allí cerca se reían.
"Whiskey doble... y si me vuelves a decir 'damita' te saco los ojos" le susurre mientras le miraba a los ojos. Él hombre me mira sorprendido por un momento, mientras mis ojos momentáneamente se tornan de un color azul bien claro, una habilidad que tenemos los de mi clase cuando estamos a punto de atacar a una presa. Este hombre no era estúpido, y rápido supo con quien estaba tratando, y se fue hacia el otro lado de la barra.
"Bueno, mi gente! Llego la hora de que la sangre corra de verdad esta noche!" escucho a alguien gritar por un micrófono.
Rápidamente me pongo de pie y sigo el sonido, escucho como la gente empieza a gritar emocionada. Creo que esta una de las pocas veces que he visto donde hay personas que quieren ver sangre. Luego veo una enorme jaula, donde hay tres hombres. En el medio de ella esta el hombre del micrófono, hablando con otro de unas 300 lb. y de una estatura de alrededor 6' pies.
"No lo patees entremedio de las piernas" escucho entre medio de toda la algarabía decir al hombre del micrófono.
"Pensé que todo se permitía en esta pelea" dijo el mastodonte por ser humano que había en aquella jaula.
"Si, pero si lo pateas ahí lo vas a molestar de verdad" dijo el hombre.
El mastodonte humano solo mira al arbitro mortificado y se va hacia la esquina de la jaula. Miro al otro luchador, de alrededor unas 180 lb. y bastante alto, no tanto como el mastodonte, claro. Se veía muy tranquilo, él solo fumaba su cigarro tranquilamente mientras miraba hacia el suelo. Es muy extraño que este tan tranquilo cuando esta apunto de luchar con otro hombre que le dobla en peso y estatura, es una desventaja muy injusta. Pero algo debía tener este hombre.
"Te voy a matar" le grita el mastodonte a su oponente. Y probablemente tenga razón, ya que este estaba sacando una manopla (A/N: Así se le dice en mi país lo que se ponen de metal en lo nudillos para las peleas sucias) de su bolsillo y se la colocaba en los nudillos discretamente. Esto iba a ser interesante.
"Aquí tenemos en la esquina roja a... El Chacal" el arbitro anuncio, mientras todos empezaban a vociferar con jubilo. "...y en esta otra esquina, él que noche tras noche les ha hecho perder su dinero, y que quizás esta noche finalmente sea derrotado, el campeón invicto, él es... Wolverine!".
La gente lo abucheaba, mientras él muy tranquilamente tiraba al piso su cigarro y lo aplastaba con su pie. Me acerco mas a la jaula y mientras el mastodonte hace su primer ataque, tratando de conectar un puño hacia la cara de 'Wolverine', pero este sin mucho esfuerzo, lo evade y aprovecha para darle uno al estomago del mastodonte. El hombre cae al piso mientras se revuelca de dolor; no puedo evitar reírme, una vez mas ha quedado demostrado que 'las apariencias, engañan'. Luego de varios minutos, el 'mastodonte' se levanta tambaleando y ataca nuevamente al otro tratando de conectar un golpe, pero no le estaba resultando ser tan fácil. Era obvio que 'Wolverine' tenia la ventaja, se movía rápido y era obvio podía predecir los movimientos del otro; este hombre tenia que tener algún tipo de entrenamiento, probablemente militar. Luego, como por brujería, 'el mastodonte' logra empujar a 'Wolverine' con bastante fuerza haciendo que cayera sobre su estomago en el suelo justo frente al área donde me encuentro. Por un momento su vista se dirige a los espectadores, quienes le gritaban todo tipo de groserías, hasta que finalmente me mira. Sus ojos mirando fijamente hacia los míos; me hace sentir incomoda, su mirada penetrante y persistente. Repentinamente, siento como una gota caer en mis labios, rápidamente supe que era sangre. El mastodonte había logrado tomarlo desprevenido y darle un buen derechazo, quien ahora tenia una pequeña herida en una de sus cejas, que había llegado hasta mis labios sedientos. Podía oler la sangre, casi saborearla, inundando todos mis sentidos, descontrolando mi sed, hasta que finalmente paso suavemente mi lengua por mis labios. Siento como mi cuerpo de descontrola al saborearla, mis ojos cambian a azul claro mientras que mis colmillos se asoman sin previo aviso. La sangre de este extraño había provocado algo en mi que nunca había sentido, una sensación extraña que me hacia querer mas, enterrar mis colmillos en su cuello hasta dejarlo seco, sin nada. Debo marcharme del lugar lo mas pronto posible, antes de que en lugar ocurra una masacre provocada por mí. Miro hacia la jaula una vez mas, y veo que el 'mastodonte' yace inconsciente en el suelo, mientras 'Wolverine' me mira extrañado y hasta un poco sorprendido, probablemente por el cambio en mis ojos. Luego me volteo a toda prisa del lugar mientras los abucheos de la gente cada vez se hacían más fuertes, molestos por haber perdido su dinero nuevamente.
A/N: Gracias por leer mi fic! No olviden dejar un 'review' con alguna sugerencia o comentario... Adiós!
película. Ahora, la trama del fic es después X2, eso si, Jean no desaparecio ni nada, todos siguen en el Instituto como una gran familia.
X- Men
New York City
11:49 p.m. Domingo
En una calurosa y ruidosa noche como esta, lo único que podía ver era sangre. Gente a mí alrededor, viejos, jóvenes, todos encerrados en si mismos, sin importarles que pasa a su alrededor. Centrados en sus propias vidas, pensando que los problemas de ellos son más importantes sin realizar que este mundo se pudre rápidamente y que la existencia de ellos esta en juego. Suspiro aburrida mientras miró mi reloj, ya lleva mas de media hora tarde y odio la impuntualidad, se lo hice muy claro desde el primer día que empecé a hacer negocios con él. Ya estoy harta de ver, desde la oscura esquina del callejón en que me encuentro, al ganado, conocido como seres humanos, caminar. Ya sé esta tornando esto aburrido. Generalmente, ya me hubiese ido cansada de esperar, pero últimamente mi sed se ha estado descontrolando, obligándome a consumir mas de lo necesario de mi 'elixir'. Finalmente, luego de varios minutos, lo veo acercarse al callejón, cargando un pequeño congelador y mirando nerviosamente hacia todos lados. Poco a poco se acerca hasta donde estoy, claro que él no lo sabe; finalmente su espalda esta hacia mi, puedo oír su corazón latir rápidamente, su respiración entrecortada y nerviosa. No puedo evitar sonreír a lo débil y patético de este hombre.
"Llegas tarde" dije, mientras él brinca del miedo.
"Es que tuve un pequeño problema" él respondió temeroso.
"Me imagino que trajiste lo que te pedí, no?" le pregunto.
"Si" él responde mientras me entrega el congelador.
Inspecciono el contenido del congelador, me siento con gran alivio al ver el preciado contenido. Luego le entrego un sobre, él lo abre y ve el dinero y antes de contarlo me dice temeroso, "Um... ha habido un pequeño cambio... veras, la seguridad ha aumentado muchísimo en el hospital y pues... el precio va aumentar".
"Cuánto?" le pregunto mortificada.
"5,000" dice con su voz temblorosa.
No puedo evitar reírme levemente, este hombre tiene agallas. La osadía de pedirme el doble, me inspiraban a romperle el cuello. "2,500 fue el trato desde un principio" le dije.
"Ya lo sé, pero las cosas han cambiado... ahora están pendientes a todo en el laboratorio. No tienes idea de todo lo que tuve que pasar para poder conseguir...".
"Me importa poco... yo te pago muy bien, mas de lo debido... y estas pidiendo mas? Ya veo que tu no valoras tu vida" lo interrumpí.
Pude ver como su expresión facial cambio a una de terror, pero este era un hombre testarudo y codicioso, decidido a conseguir lo que quería, y la codicia es algo igual de letal que un cuchillo bien afilado. "Muy bien, entonces... se acabo el trato... busca a alguien que te haga los favores" dice mientras se voltea para marcharse.
Yo ya he llegado a mí limite, no me gusta ser manipulada, y menos por un humano tan insignificante como este. Agarro su cuello bruscamente y lo aprieto, mientras él forcejea por liberarse de mi, pero todos sus intentos son en vano y acerco su cara a la mía, le muestro mis colmillos que ya pedían con desespero morderlo.
"Tú continuaras haciendo lo que yo te diga, a menos que quieras que tu familia me sirva de aperitivo, por que no creas que no sé dónde vives. Yo sé muchas cosas de ti, de tu esposa la ama de casa frustrada, de tus niñas y el colegio privado al que asisten... No trates mi paciencia, por que las mato y te obligo a que me veas mientras lo hago. Ya lo he hecho otras veces, y no voy a dudar en hacerlo otra vez... Entendido?". Él asiente desesperado con lagrimas en sus ojos, luego dejo libre su cuello.
"Te veo la próxima semana, aquí... sé puntual" le dije. Él asienta nuevamente, y luego se aleja corriendo a toda prisa.
La ignorancia y estupidez de los humanos me da risa, el pensar que una vez fui una de ellos, me da pavor y vergüenza. Superficiales, egoístas, se creen que el mundo gira alrededor de ellos, lo sé por que una vez yo pensaba igual, pero necesitas vivir tanto como yo para entender que el mundo es más grande y poderoso, y que en comparación somos insignificantes.
Mientras camino por la ciudad y veo las calles vacías, solo con mal vivientes, drogadictos, vagabundos, prostitutas... 'La créme de la... merde'.
"Oye, guapa, hago orales por 20 dólares" escucho a una prostituta decir, mientras otras ríen.
Yo solo me limito a mirarlas, mientras les enseño mis colmillos. Sus caras cambiaron a una de miedo, mientras se alejaban discretamente. Los de mi 'tipo' somos conocidos para el resto de la humanidad como una leyenda presentada en libros y películas pero para la gente de lugares como estos, somos una realidad. Y aunque ya no somos tantos como antes, por que poco a poco hemos sido exterminados, todavía somos temidos por todos. Luego de varios minutos de seguir mi camino sentí el aroma, el dulce olor de mi obsesión. Y aunque trato de ignorarlo, mi sed y mi curiosidad ciegan mi juicio; y rápidamente me dirijo hasta el lugar. No fue hasta varios segundos que llego hasta un bar de mala muerte, que aunque se veía bastante mal se podía notar que el lugar estaba lleno de gente, puedo oír claramente los estruendosos alaridos de los que se encontraban en el lugar.
Tan pronto entro al bar puedo ver las caras de algunos mirándome como que yo pertenezco a ese lugar, pero a mí las miradas me importan poco. Me dirigí hacia la barra, y me senté en el único asiento disponible.
El cantinero se acerca a mí mientras ríe, y me dice, "En que le puedo servir, mi distinguida damita?". Podía escuchar como los que estaban allí cerca se reían.
"Whiskey doble... y si me vuelves a decir 'damita' te saco los ojos" le susurre mientras le miraba a los ojos. Él hombre me mira sorprendido por un momento, mientras mis ojos momentáneamente se tornan de un color azul bien claro, una habilidad que tenemos los de mi clase cuando estamos a punto de atacar a una presa. Este hombre no era estúpido, y rápido supo con quien estaba tratando, y se fue hacia el otro lado de la barra.
"Bueno, mi gente! Llego la hora de que la sangre corra de verdad esta noche!" escucho a alguien gritar por un micrófono.
Rápidamente me pongo de pie y sigo el sonido, escucho como la gente empieza a gritar emocionada. Creo que esta una de las pocas veces que he visto donde hay personas que quieren ver sangre. Luego veo una enorme jaula, donde hay tres hombres. En el medio de ella esta el hombre del micrófono, hablando con otro de unas 300 lb. y de una estatura de alrededor 6' pies.
"No lo patees entremedio de las piernas" escucho entre medio de toda la algarabía decir al hombre del micrófono.
"Pensé que todo se permitía en esta pelea" dijo el mastodonte por ser humano que había en aquella jaula.
"Si, pero si lo pateas ahí lo vas a molestar de verdad" dijo el hombre.
El mastodonte humano solo mira al arbitro mortificado y se va hacia la esquina de la jaula. Miro al otro luchador, de alrededor unas 180 lb. y bastante alto, no tanto como el mastodonte, claro. Se veía muy tranquilo, él solo fumaba su cigarro tranquilamente mientras miraba hacia el suelo. Es muy extraño que este tan tranquilo cuando esta apunto de luchar con otro hombre que le dobla en peso y estatura, es una desventaja muy injusta. Pero algo debía tener este hombre.
"Te voy a matar" le grita el mastodonte a su oponente. Y probablemente tenga razón, ya que este estaba sacando una manopla (A/N: Así se le dice en mi país lo que se ponen de metal en lo nudillos para las peleas sucias) de su bolsillo y se la colocaba en los nudillos discretamente. Esto iba a ser interesante.
"Aquí tenemos en la esquina roja a... El Chacal" el arbitro anuncio, mientras todos empezaban a vociferar con jubilo. "...y en esta otra esquina, él que noche tras noche les ha hecho perder su dinero, y que quizás esta noche finalmente sea derrotado, el campeón invicto, él es... Wolverine!".
La gente lo abucheaba, mientras él muy tranquilamente tiraba al piso su cigarro y lo aplastaba con su pie. Me acerco mas a la jaula y mientras el mastodonte hace su primer ataque, tratando de conectar un puño hacia la cara de 'Wolverine', pero este sin mucho esfuerzo, lo evade y aprovecha para darle uno al estomago del mastodonte. El hombre cae al piso mientras se revuelca de dolor; no puedo evitar reírme, una vez mas ha quedado demostrado que 'las apariencias, engañan'. Luego de varios minutos, el 'mastodonte' se levanta tambaleando y ataca nuevamente al otro tratando de conectar un golpe, pero no le estaba resultando ser tan fácil. Era obvio que 'Wolverine' tenia la ventaja, se movía rápido y era obvio podía predecir los movimientos del otro; este hombre tenia que tener algún tipo de entrenamiento, probablemente militar. Luego, como por brujería, 'el mastodonte' logra empujar a 'Wolverine' con bastante fuerza haciendo que cayera sobre su estomago en el suelo justo frente al área donde me encuentro. Por un momento su vista se dirige a los espectadores, quienes le gritaban todo tipo de groserías, hasta que finalmente me mira. Sus ojos mirando fijamente hacia los míos; me hace sentir incomoda, su mirada penetrante y persistente. Repentinamente, siento como una gota caer en mis labios, rápidamente supe que era sangre. El mastodonte había logrado tomarlo desprevenido y darle un buen derechazo, quien ahora tenia una pequeña herida en una de sus cejas, que había llegado hasta mis labios sedientos. Podía oler la sangre, casi saborearla, inundando todos mis sentidos, descontrolando mi sed, hasta que finalmente paso suavemente mi lengua por mis labios. Siento como mi cuerpo de descontrola al saborearla, mis ojos cambian a azul claro mientras que mis colmillos se asoman sin previo aviso. La sangre de este extraño había provocado algo en mi que nunca había sentido, una sensación extraña que me hacia querer mas, enterrar mis colmillos en su cuello hasta dejarlo seco, sin nada. Debo marcharme del lugar lo mas pronto posible, antes de que en lugar ocurra una masacre provocada por mí. Miro hacia la jaula una vez mas, y veo que el 'mastodonte' yace inconsciente en el suelo, mientras 'Wolverine' me mira extrañado y hasta un poco sorprendido, probablemente por el cambio en mis ojos. Luego me volteo a toda prisa del lugar mientras los abucheos de la gente cada vez se hacían más fuertes, molestos por haber perdido su dinero nuevamente.
A/N: Gracias por leer mi fic! No olviden dejar un 'review' con alguna sugerencia o comentario... Adiós!
