La Entrevista
Por Asiant y Eagle
Dos semanas después...
En el ambiente seco y térmicamente controlado de las oficinas, Armando iba y venía de un lado para otro como si estuviera en la cubierta de un barco, hablando a través de un teléfono inalámbrico.
– ¡No, claro que no! –exclamó irritado–. Bueno, como sea, consigue esa limosina para traer al invitado de esta noche.
Enojado, Armando colgó el teléfono y se dirigió a su escritorio. Sin mucho interés comenzó a teclear en la computadora algunos reportes. Estaba tan absorto en sus pensamientos que no advirtió la llegada de Karen.
– ¿Todavía sigues trabajando? –preguntó la joven con su acostumbrado tono suave.
– ¡Karen! –exclamó Armando tragando saliva con dificultad–. No te oí llegar y... .
La chica sonrió y se sentó sobre la esquina del escritorio poniéndolo nervioso.
– Escuche que Cadmio y Nakago no van a aparecer en el programa de esta noche.
Armando consiguió asentir.
– Si, si –balbuceó–. Y que bueno que esos presumidos no van a estar hoy, la verdad es que me caen muy mal –hizo una pausa–. Pero ¿cómo lo sabes?.
Karen se alisó los cabellos.
– Bueno, resulta que acabó de estar con el entrevistador de esta noche.
– ¿Ah, si? –Armando estaba tratando de que su voz se escuchara lo más varonil posible–, y ¿quién es, preciosa?.
– Es... él –farfulló la chica.
Armando se giró sobre la silla y observó el pasillo con atención unos segundos.
– No, no puede ser él –chilló llevándose la mano a la frente y bajando la cabeza.
Un sujeto alto y vestido con una especie de traje militar negro caminaba alegremente por el pasillo. Llevaba una máscara negra que le cubría completamente el rostro, a excepción de una franja que dejaba ver sus ojos. Se trataba de Eclipse, otro de los personajes del Fanfic "La Leyenda".
– Saludos, raza, ya esta aquí por quien lloraban –canturreó Eclipse mientras se abría paso rumbo al estudio. Al volver la mirada hacia donde estaba Karen, el entrevistador le dedicó la "V" de la victoria con sus dedos.
– No es posible –murmuró Armando moviendo la cabeza negativamente–. En vez de los presumidos ahora tendremos a los payasos.
– Vamos, no seas alarmista –le calmó Karen mientras le pasaba una carpeta–. ¿Ya sabes quien va a ser su compañero?.
Armando hojeo la carpeta y al cabo de unos segundos se levantó de su asiento alarmado.
– ¡Jesús, María y José!
– ¿Qué pasa? -, preguntó Karen extrañada.
– Resulta que soy alérgico a los gatos.
* * * *
Eclipse pasó a través de las cámaras y se colocó en su asiento. Frente a él, los técnicos hacían los últimos ajustes a los reflectores. Asuka estaba a un costado tratando de memorizar sus parlamentos.
– Hola, niña –le saludó Eclipse atrayendo su atención–. ¿Tú eres la que noqueó al miembro del CAIN hace dos semanas, verdad?.
Asuka le dedicó una mirada llena de indiferencia.
– Si, ¿de qué demonios vienes disfrazado?.
Eclipse enarcó una ceja.
– ¿Cómo que disfrazado? Por sí no lo sabes, mi nombre es Eclipse y soy un Espía Estelar.
– ¿Si? Pues yo soy la pilota del Eva-02 y no visto así de ridículo –declaró Asuka orgullosamente–. Apuesto a que ni siquiera sabes que es un Eva.
Eclipse reflexionó antes de contestar.
– Claro que lo sé –dijo al fin–. Hablas de esos robots flacuchos y anticuados.
– ¿Cómo que anticuados? –explotó Asuka–. Los Evas no son anticuados. Si vuelves a decir que mi Eva-02 es anticuado te arrepentirás.
Eclipse dejó escapar una leve sonrisa.
– Mira como tiemblo, mira como tiemblo.
Asuka arrugó las hojas que sostenía en sus manos con fuerza. Iba a plantarle un buen golpe a aquel insolente cuando la voz de Arenth, el director del canal, anunció que estaban por salir al aire.
Eclipse sonrió e hizo una gesto con la mano indicándole a Asuka que se apartará. La chica no pudo hacer otra cosa que sacarle la lengua en pleno desafío y alejarse rápidamente del escenario.
– Bienvenidos a una nueva emisión de "La Entrevista" –dijo Eclipse dirigiéndose a las cámaras–. Contrario a lo que esperaban nuestros patrones, la emisión de la quincena pasada no fue un desastre así que han decidido continuarlo –hizo una pausa y tomó una tarjeta–. Y ahora démosle la bienvenida a mi compañero de entrevista, el gran... ¿qué dice aquí?... Ah, sí... Eta.
Nada sucedió. Eclipse sonrió nerviosamente ante las cámaras y aparentó que nada malo había ocurrido.
– Como dije, denle la bienvenida a mi compañero de entrevista... Eta.
De repente un pequeño gato anaranjado con un extraño símbolo en la frente salió de entre las cortinas y avanzó hacia la mesa. Con un pequeño brinco el felino, se colocó por encima de una de las dos sillas restantes.
Eclipse miró la escena completamente extrañado. Cuando al fin el gato se volvió hacia las cámaras, Eclipse sonrió nerviosamente.
– Oigan, ¿quién fue el gracioso que dejó entrar al gato?.
– El señor Arenth fue el gracioso –dijo el gato–. Yo soy Eta.
Eclipse abrió los ojos enormemente.
– ¿Qué? ¿Acaso fuiste quien hablo?
– Claro que hablé yo, ¿no estás viendo cómo se mueven mis labios para reproducir el sonido que efectúan mis cuerdas vocales? –respondió Eta, y luego se volvió hacia la cámara–. Disculpen a mi compañero y su pobre percepción, por favor... Ejem, mi nombre es Eta y soy un Pokémon, y dicho sea de paso, el único Pokémon en el mundo que dice otras cosas aparte de su nombre.
El Espía Estelar miró hacia las cámaras, intentó fingir sonrisa y se volvió hacia el gato.
– Lo siento, hermano, pero nadie me dijo que mi compañero iba a ser un Pokémon.
– No soy un Pokémon, ignorante –murmuró Eta molesto–, soy un habitante del planeta Lambda que ha reencarnado en la Tierra para... para... ¿qué te importa? El asunto es que nadie se debe enterar que yo puedo hablar y por eso se me ocurrió lo del Pokémon para explicarlo.
Eclipse sacudió la cabeza mientras sonreía.
– Ah, ya entiendo... Y dinos, Meta ¿qué Pokémon eres?
– En primer lugar mi nombre es Eta –respondió Eta con sumo enfado–. Y en segundo, respecto a tu pregunta, soy un Pokémon psíquico, un Meowthtwo para ser más exactos (soy una evolución alterna del Meowth). Y por favor, no se sorprendan –dijo Eta a los televidentes–, ocurre que soy único en mi especie... bueno, creo que hay otros dos pero... ahorita no vienen al caso.
– Bueno amigos, ahora debemos cumplir con el programa –comentó Eclipse–. Me dijeron que les hablara un poco sobre los Fanfics, pero la verdad es que no tengo mucho que contarles.
– ¡Entonces cállate! –le gritó Asuka desde el otro extremo del estudio.
Eclipse aparentó no escuchar nada y continuó.
– En mi humilde opinión, los escritores deben investigar bastante sobre la personalidad de los personajes que van a protagonizar sus historias, esto a fin de que logren una buena caracterización de los personajes, ¿no lo crees, Pecta?.
– Soy Eta, ¡ETA! –gritó el pobre gato anaranjado–. Y sí, tienes razón respecto a lo de las caracterizaciones. Por ejemplo, recuerdo haber leído un fanfic de Rayearth en el que las protagonistas se recordaban su amistad la una a la otra cada 3 párrafos cuando lo normal hubiera sido cada 3 líneas.
Eclipse movió la cabeza afirmativamente
– Sip, ya escucharon al conejo –continuó–. En lo personal, a mí me fascinan las historias cómicas como "A la hoja, hojita verde". Bueno, mi estimado Epsilon –dijo Eclipse, mientras Eta fruncía el ceño–, basta de charla y presentemos a la invitada de esta noche.
– OK –dijo Eta, aclarándose la garganta, mientras hacía levitar una tarjeta al nivel de sus ojos con su poder psíquico (es difícil sujetar algo si no tienes una mano prensil)–. La invitada de esta noche es la señorita Conchita Checa, quien también usa el nick de Nemain. Démosle un fuerte aplauso, por favor.
De detrás de las cortinas y tropezando pero sin llegar a caerse salio una chica bajita y delgada de pelo oscuro. Llevaba unos vaqueros y una camiseta y parecia mirar muy concentrada el suelo. Sin volver a tropezar llegó hasta la mesa donde se encontraban sus entrevistadores
Conchita tomó su asiento y recién en ese instante reparó en que las personas que la iban a entrevistar eran un enmascarado y un gato.
– Oh, vaya, esto si que es original –murmuró Conchita.
– Bienvenida a "La Entrevista" –la recibió Eclipse mostrándose excesivamente amable–. No todos los días tenemos el gusto de recibir a chicas tan hermosas por estos lares –miró de reojo a Eta–. Mira, te presento a Delta, el Pokémon.
Conchita le lanzó una mirada extraña a Eclipse y murmuró algo sobre olvidarse de las gafas en casa. Luego miró a Eta curiosa. No todos los días se encuentra a un gato que habla.
– Muchas gracias por invitarme al programa. Es un placer para mi el estar aquí.
– El placer es nuestro –afirmó Eclipse–. Además tienes la suerte de que te entrevistemos nosotros y no esos presumidos de Nakago y Cadmio.
– Bueno, bueno, ya basta de preámbulos y vayamos con la entrevista –refunfuñó Eta–. Primero lo primero; a ver, señorita, ¿por qué eligió el nick de Nemain?
– Verás, yo estaba la mar de feliz usando mi nombre pero es que en una serie de países de América latina tiene un significado muy feo así que necesitaba un nick. Me gusta mucho la mitología y mi diosa preferida era Atenea pero tras la horrible reencarnación de Saori perdió muchos puntos así que me busque a otra diosa de la guerra y la encontré en la mitología celtica.
– Ah... qué ingeniosa, Conchita –comentó Eclipse asombrado–. Ahora es mi turno para preguntar. ¿Cuál fue el primer fanfic que leíste, Conchita?.
– Fue uno en ingles hace unos cuatro años. Estaba apuntada a una lista de correos de Saint Seiya y lo mandaron.
– Interesante... –masculló Eclipse–. De ahora en adelante me voy a escribir a una lista de correos vía mail. Quizás algún día pueda escribir un fic donde narre mis fabulosas aventuras y... .
– ¿Y qué fue lo que la llevó a escribir los tan mencionados fanfics? –preguntó Eta levitando otra tarjeta en frente suyo e ignorando a Eclipse.
– Ese mismo fanfic fue la causa. Hasta ese momento no se me había ocurrido poner por escrito mis particulares ideas sobre el universo de Saint Seiya o otras series de anime así que en cuanto llegué a casa encendí el ordenador y empecé.
– ¿Cuál fue el primer fanfic que escribiste? –preguntó Eclipse, y luego empezó a armar un avioncito con la tarjeta de la pregunta.
– ¡Ey! ¡Yo quiero hacer eso! –exclamó Conchita mirando como se iba construyendo el avión–. El primero que escribí fue "A la hoja hojita verde" y también fue el primero que termine aunque tarde muchísimo tiempo.
– Vaya, quien lo diría –masculló Eclipse afilando la punta de su avión–. A mi se me hizo muy entretenido. Recuerdo el final tan inesperado de ese fic.
– ¿De qué tipo de fic le gusta escribir más? –inquirió Eta. Tras eso, usando su poder telequinético, destruyó el avioncito de Eclipse. Éste puso rostro de enfado al instante.
– Oh, vaya, adiós avión –se lamentó Conchita–. ¿Qué que tipo de fic me gusta escribir? Bueno, no tengo ningún tipo de predilección, pero por alguna extraña razón siempre que intento escribir una historia seria acaba convirtiéndose en algo caótico así que supongo que los cómicos.
– ¿Cuál es tu procedimiento para escribir un fanfic? –preguntó Eclipse. Luego arrugó la tarjeta y se la arrojó a Eta en la cara–, je, je, je.
– Bueno, generalmente tengo una idea que puede salir de una conversación, de un chiste, de un libro... en fin, de cualquier sitio. Luego desarrollo un poco la idea mentalmente para ver hasta donde da de si porque en muchas ocasiones una idea no puede llegar a ser una historia completa. Y finalmente con la historia parcialmente planeada empiezo a escribir aunque en ocasiones el resultado final y lo que yo tenia en mente no se parecen en nada.
– ¿Ha tenido el tan conocido bloqueo de escritor? ¿Y bajo qué circunstancias? –Tras realizar su pregunta, el símbolo en la frente de Eta brilló. Una de las rueditas de la silla giratoria de Eclipse se salió de su sitio y éste cayó al suelo en medio de un gran estruendo.
– Ouch, eso ha debido doler –dijo Conchita con una mueca–. Si, he tenido el bloqueo del escritor. Me pasa con las historias largas. Si son cómicas me resulta un poco complicado mantener el mismo tono jocoso y si son serios es que me cuesta mucho que aquello no se desmadre y al final acabo bloqueada. Generalmente el bloqueo se acaba en época de exámenes que es cuando mas justa de tiempo voy.
– ¿Por qué decidiste escribir, "¿Quién dijo que no hay chicos en Sailor Moon?"? –preguntó Eclipse, que ya se había levantado y con mucho esfuerzo había colocado la ruedita en su sitio. Al sentarse le lanzó una mirada asesina a Eta. "Me las pagarás", pensó.
– Bueno, sobre Sailor Moon también tenia mis ideas y quería escribir algo que no fuese Saint Seiya por variar un poco. Empecé a escribirlo pero entre las practicas, las clases y mis exámenes lo fui dejando. Un día vino mi hermana a visitarme y lo continuó. Y en ello estamos, ella escribe y yo doy ideas y le meto prisa.
– ¿Cuál de sus fanfics la ha dejado satisfecha por completo? –dijo Eta, mientras miraba con recelo algo que Eclipse había sacado y sostenía entre sus manos.
– De los que he escrito sola realmente ninguno. Nada más terminarlos si que me siento satisfecha sobre todo por el hecho de que se acabo, pero a las dos semanas se me ocurre releerlos y empiezo a ver horrores y cosas sin sentido. En este momento estoy satisfecha con el ultimo que he escrito "Los caballeros del zodiaco vs la Diosa Lechunea" pero sé que dentro de unas semanas empezare a ver los fallos que tiene y ya no estaré tan contenta con el. De único que estoy orgullosa es de "¿Quién dijo que no hay chicos en Sailor Moon?", pero no sé si podré considerarlo escrito por mí ya que es una colaboración.
Cuando Conchita terminó de contestar la pregunta, Eclipse, con un ágil movimiento, arrojó lo que tenía entre sus manos hacia Eta. Aquello era una pequeña bola de lana, Eta no pudo controlar sus instintos y se puso a jugar alegremente con ella, persiguiendo la bolita por todo el estudio.
– Oh, vaya, supongo que no deja de ser un gato... –murmuró Conchita un poco decepcionada.
– Je, Je, supongo que eso me deja como el único entrevistador –dijo Eclipse con satisfacción–. Ahora podemos continuar sin interrupciones. ¿Cuál consideras que ha sido tu peor historia, Conchita?. Creo que eso es algo que muchos quisieran saber.
– Argh, tenias que preguntar eso. Creo que lo peor que he escrito y publicado es "El día de San Valentín" , y el martes de "Una semana en el santuario". No sé en que estaba pensando cuando mande eso. Los errores hay que mantenerlos en secreto.
– Ah, ya veo, no te preocupes, Asiant es igual con eso... ¿Cuál es tu fanfic favorito?.
– ¿De los míos o de los que he leido? Si es de los míos creo que me quedo con "La guerra de los balones" y si es de los que he leido "La batalla de los doce Tresoros".
– Ahhh, de acuerdo a los comentarios que recibes, ¿cuál es el fanfic que más les ha gustado a tus lectores?.
– El de la Hoja hojita verde sin lugar a dudas.
– Es interesante, recuerdo que una vez... nah, mejor olvídalo, ¿Qué proyectos de fanfics tienes?, Creo que eso es algo que nos interesa a todos tus lectores.
– Buf, pues prepárate que esto va a ser muy largo. Solo te daré la lista de los que tengo empezados para reducirla un poco. De Saint Seiya uno serio llamado "El nacimiento de una leyenda" en el que estoy intentando contar el origen de los Santos de Atenea, "Saint Wars" una especie de crossover entre Saint Seiya y Star Wars, "Sailor Seiya", un crossover entre Sailor Moon y Saint Seiya, "Los caballeros del zodiaco vs Afrodita", una nueva versión "Las chicas Contraatacan", "Vacaciones en Grecia" que es del tipo elige tu propia aventura, una historia inédita... y creo que eso es todo lo que tengo empezado
Eclipse tomó otro de las tarjetas y sonrió ante las cámaras.
– ¿Dejarías alguna vez el mundo de los fanfics?
– En un principio no.
– Ah, bueno... De los personajes de otros fanfics, ¿cuál es el que más te agrada? Y va la misma pregunta para alguno de los personajes que tú hayas creado.
– De otros fanfics... buf, dificil me lo pones. Creo que seria Rocio, de los fanfics de Captain Tsubasa de Ryoga Hibiki pero es que también me gusta mucho Kail de La Alianza.... De los míos me pasa parecido. Dudo entre Ahinoa de los de Capitán Tsubasa y Deborah de los de Saint Seiya.
– Vaya, eso va a poner feliz a Eagle –comentó Eclipse con una sonrisa–. Y para terminar con esta parte de la entrevista, ¿Qué consejo le darías a los escritores de fanfics?.
– Que le echen muchas ganas porque el empezar un fanfic es muy fácil pero el terminarlo no tanto.
– Bueno, muchas gracias por contestar a nuestras preguntas, Conchita –agradeció Eclipse–. Ahora, tengo entendido que vienen las "preguntas relámpago", pero mejor dejaré que mi compañero te las haga. ¡Gatito! ¡Zeta! ¡Ven acá!.
– Asi no va a venir. Missimissimiss, ¡Eta! ¡gatito bonito! ¡Ven aquí! ¡Eta!.
La cámara enfocó a Eta y éste reaccionó al escuchar su nombre. Miró a todos lados, confundido, y recién en ese instante se dio cuenta de que todo Japón (y de paso algunos cuantos cientos de millones de personas más que tienen cable, DirecTV o Sky) lo estaba viendo por televisión.
– Eh... ah... sí, ya voy –respondió Eta, sumamente avergonzado. Eta caminó hacia su silla y se sentó. No se veía muy contento.
– Estamos iguales –le susurró Eclipse con una gran sonrisa.
– Sí, sí, lo que digas –gruñó Eta–. Ahora vamos con las preguntas relámpago. Responda con mucha sinceridad, ¿de acuerdo? Número uno, mejor anime.
– Saint Seiya
– Número dos, peor anime.
– Dragon Ball
– Número tres, mejor personaje masculino.
– Ryo Saeba (City Hunter)
– Número cuatro, peor personaje masculino.
– Seiya de Pegaso (Saint Seiya)
– Número cinco, mejor personaje femenino.
– Madoka (Kimaruge Orange Road)
– Número seis, peor personaje femenino.
– Saori Kido (Saint Seiya)
– Número siete, mejor canción de anime.
– Va por épocas. En este momento Angel Night de City Hunter
– Número ocho, peor canción de anime.
– No hay ninguna que se haya ganado ese galardón todavía.
– Número nueve, mejor mascota de anime.
– P-chan (Ranma 1/2)
– Número diez, peor mascota de anime.
– Chuchu (Utena)
– Número once, mejor villano.
– Saga de Géminis (Saint Seiya)
– Número doce, peor villano.
– Pilaf (Dragon Ball)
Con eso, la entrevista terminó. Eclipse y Eta se miraron el uno al otro y dieron un suspiro de alivio. Todos había salido bien o al menos eso parecía.
– Bueno... hubieron ciertos problemillas pero al menos nadie trató de provocar una explosión –comentó Eta. Por su parte, Eclipse miró al cielo como dando gracias al Divino Creador mientras una luz divina le iluminaba el rostro en medio de una melodía celestial.
– Ahora –dijo Eclipse–. Nuestra hermosa modelo Asuka Langley Souryu te dará un recuerdo, reconocimiento o como quieras llamarle.
Asuka aparece de detrás de las cortinas con una placa dorada en las manos que dice: "Escritora reconocida por El Universo Anime". La muchacha se para al costado de los entrevistadores y la entrevistada y miró a Eclipse con cara de pocos amigos.
– Soy la patrocinadora, no la modelo –gruñó–. Bueno... Conchita, muchas gracias por tu participación en este programa.
Asuka le entregó la placa a Conchita...
– Muchas gracias, es muy bonita... (¿Dónde demonios voy a poner esto?)
Luego, se oyen los aplausos y ovaciones grabadas de siempre, con la hermosa y agradable melodía de fondo (esta vez es We Gotta Power). Asuka se paró frente a cámaras para anunciar el siguiente programa.
– Y a continuación, otra historia traumática sobre un niño y su madre: "La historia de Marco y sus 3000 leguas de viaje en busca de mamá".
Un espantoso y horrendo grito retumbó por todo el edificio.
– ¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!
– ¡¿Qué fue eso?! –preguntó Conchita alarmada.
– Nah, no te preocupes, es sólo el infeliz que casi destruye el edificio la vez pasada –respondió Eclipse despreocupadamente.
Mientras Eclipse, Eta y Conchita salían del estudio de televisión, ven dos siluetas en el horizonte, que paso a paso van haciéndose más visibles. Luego, ambas personas (un chico de cabello azul y una chica pelirroja de larga cabellera) se detienen frente a nuestros tres amigos.
– Ehmm... buenas noches –dijo Eclipse–. ¿Son los del taxi?
– Prepárense para los problemas –declaró la chica con cierto tono dramático.
– Más vale que teman –añadió el chico. Grandes signos de interrogación aparecen sobre las cabezas de Eclipse, Eta y Conchita, pero lo peor está por venir...
– ¡Para proteger al mundo de la devastación!
– ¡Para unir a los pueblos dentro de nuestra nación!
– ¡Para denunciar los males de la verdad y el amor!
– ¡Para extender nuestro reino hasta las estrellas!
– ¡Jesse!
– ¡Jame-me-mes!
– ¡El equipo Rocket viajando a la velocidad de la luz!
– ¡Ríndanse ahora o prepárense para pelear!
Después, una especie de gato cayó en medio de ellos (quién sabe de dónde salió), extendió sus garras y dijo:
– ¡Miau, así es!
– Esteeeeee... –tartamudeó Eta–. No se encuentra, ¿quieren dejar el recado?
– ¿El equipo qué? –preguntó Eclipse, extrañado y luego se giró hacia donde estaba Conchita–. ¿Acaso son amigos tuyos?
– ¡Oye! ¡Me ofendes! –protestó Conchita un poco enfadada–. Yo escojo bien a mis amistades.
– Ya dejen de decir tonterías. TÚ eres al que buscamos –dijo James mientras señalaba a Eta.
– Vimos el programa que tú y tu enmascarado amigo estaban haciendo hace un rato, y como tú eres un Meowthtwo y ÚNICO en tu especie, hemos venido para llevarte con nosotros.
– Así es, será mejor que no opongas resistencia –lo amenazó Jesse–. ¡Ekans, ve!
– ¡Tú también, Koffing!.
Los dos sujetos arrojan dos esferas, ambas se abren, y de ellas salen una serpiente y... ehmm... una bola con cara. Eclipse miró a esos dos Pokémon, y tras observar a Eta durante unos instantes, lo cogió del cuello.
– ¡Hey! ¡¿Qué te pasa?!
– Disculpa, amigo, pero siempre quise hacer esto. ¡Eta, yo te elijo!
El pequeño gato atravesó los aires hasta caer de bruces frente a la serpiente y la bola con cara.
– La primera vez que dice bien mi nombre y es para esta estupidez –murmuró Eta mientras se incorpora con mucho trabajo.
– ¡Oye, Beta! –le gritó Eclipse–. Se supone que los gatos caen sobre sus cuatro patas.
– Cierto, cierto –convino Conhita entusiasmada–, tienen un equilibrio muy desarrollado y eso es debido a la especial configuración de... uy, ya me emocione
– Koffing... ataque de lodo –ordenó James con los ojos cerrados en un gesto de fingida superioridad mientras exhibía una rosa roja en su mano.
– ¡Koffing!.
La bola con cara escupió una bola de lodo, pero Eta logra esquivarla con un ágil salto hacia atrás. Al ver lo sucedido, Koffing repitió la maniobra, pero justo en ese momento la frente de Eta comenzó a brillar y el lodo quedó suspendido en el aire.
– ¡Eso! –gritó Eclipse–. ¡Acábalos, Alfa!.
– ¡Esto es mejor que una película! ¡Vamos, Eta! ¡Tu puedes! –animó Conchita sacando unos pompones de vayan ustedes a saber donde.
La frente de Eta volvió a brillar y acto seguido el lodo golpea a la bola con cara justo en los ojos.
– ¡Ekans... ve bajo tierra! –ordenó Jesse.
La serpiente dio un salto en el aire para luego caer de clavado en el suelo, desapareciendo bajó la tierra.
– ¡Ekans!
– ¡Ayayay ! ¡¿A dónde se fue?! –gritó Eta.
Antes de que el felino pudiera anticiparlo, la serpiente sale por detrás de él y con un fuerte y rápido coletazo lo manda volando contra un bote de basura.
Eclipse se tapó los ojos horrorizado.
– ¡Aaagghhh! ¡Pobre, Menta!.
– Creo que va a necesitar una visita al veterinario... yo le hare un precio especial –dijo Conchita frotándose las manos.
– Al fin una victoria –suspiró Jesse.
– Si –añadió James con lágrimas en los ojos–. El equipo Rocket no volverá a ser humillado.
– Miau, ya déjense de tonterías –los reprendió el gato Pokémon–. Es hora de atrapar a ese Meowthtwo.
Eclipse se volvió hacia Conchita tratando de mostrarse tranquilo y sereno.
– ¿Normalmente que es lo que sucede en tus fics en momentos como estos?.
– Bueno, en estos momentos Eta se levantaría y los derrotaría de una manera absurda... no sé, les tiraría una piel de plátano o algo así.
– Ah, ya veo... –hizo una pausa y se volvió hacia el bote de basura–. ¡Vamos, Lassie, no te rindas!.
Ekans y Koffing se acercaron amenazadoramente al basurero. De pronto un intenso resplandor iluminó el interior del bote de basura. Un Eta visiblemente enfadado comenzó a levitar en el aire rodeado por una aura de energía blanca.
– ¡Ay, mamá! –exclamó James con voz lastimosa–, ¿qué está pasando?.
El felino giró su cabeza para mirar a Eclipse por encima de su hombro.
– Me... llamo... .
Una poderosa aura rojiza iluminó por completo el cuerpo de Eta mientras todo el pelaje de su cuerpo se erizaba.
– ¡Eta!... .
– Es increíble –masculló Eclipse–. ¡Melvin sabe usar el Kai-oo-ken!.
– Dice que se llama Eta –susurró Conchita mientras iba retrocediendo rápidamente. Si el gato había oído que lo había llamado Melvin y les lanzaba esa bola de energia cuanto más lejos mejor.
Eta se volvió amenazadoramente hacia Koffing y Ekans.
– No voy a dejar que me avienten al bote de basura así como así –aterrizó únicamente sobre sus patas traseras y levantó las delanteras hacia el cielo–. ¡Yellow Expansive Wings!.
Unas elipses de energía amarilla golpean a los Pokémons y los arrojan directamente sobre sus dueños.
– Ay, no puede ser –chilló James amargamente en el suelo.
– El equipo Rocket ha sido vencido otra vez –añadió Jesse con su Ekans encima.
– Debo recordar agradecerle a Nakago por esta técnica –dijo Eta mientras se acercaba para terminar su obra, pero de pronto, un desconocido envuelto en una enorme capa azul cae en su camino.
– Esperen un momento, esto aun no acaba –declaró el desconocido.
De un salto Eclipse se colocó tras Conchita.
– Se lo juró, señor, yo no me robe su BMW.
– ¡Anda, el señor del antifaz!.
– Nooo... para mí que es Kane Blueriver –dijo Eta mientras Eclipse y Conchita se le quedaron viendo con una cara de desconcierto.
– ¿Quién diablos en Kane Blueriver? –preguntó Eclipse.
El misterioso joven se despojó de la capa mostrando su verdadera identidad.
– Soy Seiya, el Santo de Pegaso.
Eclipse suspiró con alivio.
– Ah, menos mal –se limpió el sudor de la frente con la mano–. ¿Quién? ¿el Santo de los Pegasos? -preguntó totalmente desconcertado.
– ¡¡¡AAAAAHHHH!! ¡¡SOCORRO!! ¡¡SEIYA!! ¡¡EL CABEZÓN!! –gritó Conchita, fuera de sí.
– ¡No soy un cabezón! –gritó Seiya furioso–. Soy el Caballero de Pegaso... He venido para reclamarle a Conchita todas esas cosas que ha escrito de mí.
– ¿Cómo que tienes un pésimo gusto para elegir tus capas? Esto es algodón barato –le dijo Eta mientras olfateaba la capa.
Con un violento ademán, Seiya retiró su capa del rostro de Eta.
– ¿Quién te preguntó, gato sarnoso?.
– Venga, Seiya, no seas así, si sólo es una lista de nada –dijo Conchita quitándole importancia al asunto.
Eclipse se volvió hacia Conchita señalando a Seiya con el pulgar.
– ¿Qué le pasa a este zoquete?.
– Pues que en mi página tengo una lista de las 1001 maneras de matarle y me viene a reclamar.
– ¿YAAA? ¿1001 maneras? –preguntó Eclipse para luego dirigirse a Seiya con fingida arrogancia–. Escucha tú, clon de Marlón en BT´X, no vamos a dejar que vengas aquí y le reclames a Nemain por su excelente labor de recopilación.
– Exacto –lo apoyó Eta–, le está haciendo un favor a la humanidad.
– Eso lo veremos –replicó Seiya–. Los Santos de Atena podemos hacer lo que queramos.
– De acuerdo –masculló Eclipse–. Sí así lo quieres... ¡Ve por él, Mokona!.
Eta le lanzó una mirada asesina al enmascarado para luego saltarle encima sacudiéndolo de la ropa.
– ¡Me llamó Eta, Eta, Eta!.
– Si, se llama Eta. Procura no enfadarlo –asintió Conchita
– Como sea, Heavy Metal o Palanqueta –exclamó Eclipse apartando al gato–. Acaba con el fulano ese y luego arreglamos el asunto de tu nombre.
Eta se yergue nuevamente sobre sus patas traseras y atacó a Seiya.
– Señorita –dijo, dirigiéndose a Conchita–, aquí hay una forma más para su lista. ¡Yellow Expansive Wings!.
Las elipses de energía golpean a Seiya directamente y lo lanzan hacia arriba violentamente. Al cabo de una segundo el Santo de Pegaso cayó al suelo rompiéndose el cuello.
Conchita y Eclipse abrieron los ojos de par en par.
– Es increíble –masculló James al lado de Jesse–. Ese Pokémon es increíble.
– ¡Bien hecho, Reta! –gritó Eclipse alegremente–. ¡Acabaste con el fanfarrón!.
Eta miró al enmascaro por encima del hombro y murmuró algo inentendible entre dientes.
De pronto Seiya se levantó del suelo y se acomodó la cabeza perfectamente.
– ¿Qué? –exclamó Eta abriendo enormemente sus ojos.
Seiya avanzó lentamente unos pasos.
– Los Santos podemos hacer lo que sea sí elevamos nuestro cosmos hasta el infinito.
En ese momento el nombre de "Seiya" se escuchó por todas partes.
– Seiya, nosotros hemos prometido proteger a Atena.
– Seiya, resiste
– Seiya, no te rindas.
– Seiya, nos lo prometiste.
– Seiya... .
– ¡Ya basta! –gritó Eclipse a todo pulmón–. ¿Qué les pasa a todos?. Ese tipo no es la gran cosa.
– No te molestes. Da igual lo fuerte que le pegues, la altura de la que caiga, por alguna razón siempre vuelve de nuevo –dijo Conchita con tristeza.
Eclipse se rascó la cabeza un momento y luego se volvió hacia el mentado Seiya.
– Escucha, pedazo, está vez te las verás conmigo.
– De acuerdo –convino Seiya–. Te enseñaré el poder de mi cosmos, no por algo soy el consentido de Kurumada.
Sin pensarlo un segundo más, Eclipse se lanzó sobre Seiya para atacarlo con todas sus técnicas conocidas.
– ¡Patada de la quinta dimensión de San quintín! ¡Ataque de Sarten por el mango! ¡Plancha atómica ! ¡Patada laxante ! ¡La Furia del... Camello!.
Al cabo de unos instantes, Eclipse quedó totalmente agotado. Seiya, por su parte, tenía la armadura hecha añicos, pero aun continuaba de pie.
– No se muere con nada... –jadeó Eclipse extenuado–. ¿Acaso es inmortal?.
– ¡Ja, Ja, Ja! –rió Seiya como desquiciado–. Has descubierto mi secreto, nadie puede matarme.
– O sea que llevó meses recopilando una lista totalmente inútil. También podían haberlo dicho antes –protestó Conchita.
Eclipse se volvió hacia Eta.
– ¡Ataquemos los dos juntos!.
– ¡De acuerdo! –exclamó Eta.
Como si fueran un solo individuo, el gato y el enmascarado se abalanzan sobre el Santo de Bronce. Sin embargo, antes de que pudieran tocarlo, Seiya los detuvo con su tan famoso ataque.
– ¡Pegasus Ryuu Sei Ken! (Meteoro de Pegaso).
Ante el embate de tan poderoso adversario, Eclipse y Eta cayeron a los pies de Conchita completamente fulminados, con un par de 'x' en los ojos y la lengua afuera.
– Creo que tengo problemas. Chicos, ¿estaís bien? –preguntó mirando a los dos presentadores tirados en el suelo.
Entonces la armadura dorada de Sagitario aparece de la nada y envistió a Seiya, quien se apresura a sacar el mentado arco para apuntar a Conchita.
– Ahora, es mi turno de vengarme... ¡Ja, Ja, Ja! –declaró Seiya.
– Es el fin, Menta –murmuró Eclipse–. No volveré a trabajar en este fic.
– Al menos no tendré que volver a escucharte –respondió Eta con cierto tono de alivio.
– Lo mismo digo, injerto de peluca –replicó el enmascarado algo enfadado.
Repentinamente un aire frío se apoderó del ambiente. Era curioso, pero miles de cristales de nieve empezaron a aparecer en el aire por doquier anunciando un milagro.
– ¿Eh? ¿acaso nieva? –preguntó James.
Seiya se volvió hacia todos lados desconcertado mientras Conchita sonreía con absoluta seguridad de que la salvación había llegado.
– Por un momento pensé que no venias –dijo mucho más relajada.
– ¡No te atrevas a tocarla, Seiya! –ordenó una imponente voz.
Dos individuos con capas saltaron de la azotea del estudio y cayeron a un costado de todos.
– ¡El Dúo Dinámico! –exclamó Eclipse
– ¡Camus y Hyoga! –corrigió Seiya.
– ¡¡Oye!! ¡No son el dúo dinámico!. Hombre, faltaría más. Decir que Camus es del dúo dinámico, habrase visto... –murmuró Conchita entre dientes.
– Así es, Seiya –declaró Camus–. No voy a permitir que lastimes a mi más querida admiradora, ¿cierto, Hyoga?.
El santo del Cisne se golpeó la palma con la mano.
– ¡Santas entrevistas, Camus, acabemos de una vez con él!.
Seiya se cruzó de brazos y sonrió.
– Eso lo veremos, traidor –alzó una mano y chasqueó los dedos–. Acaben con ellos.
Algunos seguidores de Seiya aparecieron detrás del Santo de Pegaso mirando amenazadoramente a Hyoga y Camus.
– ¿Listo para el combate, Hyoga? –preguntó Camus.
El santo del Cisne se golpeó la palma con la mano.
– ¡Santos montonero, Camus, vayamos por ellos!.
Los fans de Seiya se arrojan sobre el Santo de Acuario y su discípulo mientras una conocida música de los 70´s comienza a tararear... Camus, Camus, ta-na-na... ¡Camus!.
¡ZOC!
¡PUM!
¡CRASH!
¡TAM!
¡PAC!
¡ZOPAS!
(y demás efectos de sonido baratos).
Al cabo de unos instantes, todos los fans de Seiya quedan en el suelo completamente noqueados.
Un rictus de asombro se apoderó del rostro de Seiya.
– Agghh, no es verdad.
– Si, claro que es verdad –dijo Conchita–. Los han vencido a todos y ahora sólo quedas tú.
¿De que me sonará a mi esto?, pensó Conchita.
Camus aparta a uno de los seguidores del Santo de Pegaso con el pie y avanzó.
– Demasiado fácil, ¿no, Hyoga?.
El santo del Cisne se golpeó la palma con la mano.
– ¡Santos días de fortuna, Camus, estuvimos increíble!
La mirada de Seiya cambió reflejando absoluta tranquilidad.
– Aun si me atacas con tu Aurora Execution no me detendrás porque soy invencible, ¡Ja, Ja!.
– No, si yo ya me veo atravesada por una flecha... dios, como Saori ¡¡No quiero caer tan bajo!! –dijo Conchita desesperada.
El santo del Cisne se golpeó la palma con la mano.
– ¡Santos inmortales!, ¿qué haremos, Camus?.
El santo dorado de Acuario sonrió confiadamente.
– Ya había previsto esa situación.
– ¡¡Yaaaa!!, ¿En serio? –preguntó Eclipse incrédulo.
De pronto, Camus se llevó la mano a la cintura y sacó una pequeña tarjeta.
– Lo detendré con esto.
– ¿Una tarjeta? –inquirió Eta–, ¿acaso estás loco?.
Camus se acerca y le entrega la tarjeta a Seiya, quien se apresura a leer su contenido
– Eres un tonto, Camus ¿cómo crees que esto tan simple va a... ?
El Santo de Pegaso no pudo terminar la frase. Se quedó completamente paralizado como si estuviera hipnotizado.
Eclipse se acercó a Seiya y le paso la mano varias veces frente al rostro sin conseguir que reaccionara.
– ¿Qué le hiciste? –preguntó, volviéndose hacia el Santo dorado de Acuario.
Camus se cruzó de brazos.
– Le di una adivinanza, es demasiado tonto para resolverla
– Sí, es que mi Camus es muy listo –una sonrisa de oreja a oreja cruzó el rostro de Conchita.
– Eh, en realidad la idea la tome de tu página, Conchita –respondió Camus tímidamente–. Tiene un buen diseño.
– Uy, gracias *^_^* Eres un encanto.
– Genial –exclamó Eclise en voz baja–. Nosotros recibimos los golpes y él los halagos.
De pronto la voz de James interrumpió la magia del momento.
– Un momento, no se olviden de nosotros... ¡Ataca, Koffing!.
Camus se volvió hacia el equipo Rocket y juntó ambas manos para luego levantarlas por encima de su cabeza.
– ¡Aurora Execution!.
Todo el equipo Rocket salió despedido por los aires completamente congelado... aunque el ataque también alcanza a Eta y Eclipse porque, al contrario de Conchita, ninguno de los se puso a buen recaudo. Los dos vuelven a caer al suelo con dos 'x' en sus ojos y la lengua afuera.
– ¡El equipo Rocket ha sido vencido otra vez! –gritaron James y Jesse al unísono mientras se perdían en la inmensidad del cielo.
El santo del Cisne se golpeó la palma con la mano.
– ¡Santo poder, eres increíble, maestro!.
Eclipse se levantó del suelo temblando de frío y se acercó a Conchita.
– Ah, ¿te asustaste, verdad?, todo estaba fríamente calculado.
– Si, lo de fríamente ya lo veo... –dijo Conchita mirando la nieve de alrededor–. Pero es la última vez que participo en una cosa de estas. Por amor de Dios, casi me da un infarto cuando apareció Seiya.
Todos se volvieron para ver a Seiya, cuya piel empezaba a adquirir un curioso tono azul.
– Uy, cianosis –dijo Eta mientras se levantaba y sacudía su cuerpo cubierto de nieve–. Eso no se lo deseo ni a mi peor enemigo... pero a Seiya sí.
– Ahora parece un pitufo –dijo Conchita pensativa
– Bueno, ahora que ya está todo resuelto, ¿qué les parece si nos vamos al Templo de Acuario a celebrar? –propuso Camus.
El santo del Cisne se golpeó la palma con el puño.
– ¡Santas ideas, maestro Camus, eso sería excelente! –gritó Hyoga entusiastamente.
– Sí, y de paso que nos invitas unos tragos para calmar los nervios, me han dicho que eres buen barman -dijo Eclipse.
– Noooo... –dijo Camus medio incómodo–. Sólo agua mineral con hielo y nada más...
– En teoría eres el copero de los dioses –dijo Conchita muy seria–. Algún día deberías aprender.
Camus se ruborizó levemente.
– Es que yo...
Y así, Eclipse, Eta, Conchita y sus amigos tuvieron una aventura más en su viaje Pokémon... perdón, serie equivocada. En todo caso, los cinco fueron al Templo de Acuario a celebrar la victoria sobre Seiya (que para esos momentos se había convertido en estatua) y el equipo Rocket.
Aunque no quiso, Camus tuvo que preparar algunos cuantos tragos para sus invitados y no le salieron tan mal como él hubiera esperado.
Eclipse, en estado etílico, fue capaz de pronunciar correctamente el nombre de Eta 4 veces seguidas y rompió el récord de 2.
Por otro lado, Hyoga estaba embelesado con Conchita por una razón en particular...
– ¡Santas coincidencias, Conchita, te pareces mucho a mi mamá!.
... así que nuestra amiga se vio obligada a ofrecerle una Coca Cola con dos gotitas de ron, trago que lo dejó out.
Eta se limitó a tomar un inofensivo plato de leche (con algunas chorritos de Vodka suministrados maliciosamente por Eclipse) y se quedo dormido la mayor parte del tiempo.
Al poco tiempo Asuka llegó al Templo de Acuario para unirse a la celebración.
Y vivieron felices para siempre... o por lo menos hasta la siguiente entrevista.
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Notas de la entrevista:
- Conchita Checa/Nemain es autora de varios fanfics como: "A la hoja hojita verde", "Una semana en el santuario", "La Guerra de los Balones", "¿Quién dijo que no hay chicos en Sailor Moon?", etc., y tiene su página en la siguiente dirección:
- Eta es un personaje del fanfic "La Alianza" escrito por Eagle.
- Eclipse es un personaje del fanfic "La Leyenda" escrito por Asiant.
- Marco: anime traumático sobre un niño que busca a su mamá... no se lo pierdan.
- El señor del antifaz: nombre que le pusieron en España a Tuxedo Mask (para los que no sean de España o los que no lo sabían).
- Kane Blueriver: si han visto "Lost Universe", lo sabrán.
- El dúo dinámico: ... sin comentarios.
Por último, queremos darle un especial agradecimiento a Conchita por haber contribuido en la realización de este fanfic. Domo arigato!
Comentarios a: makankosapou@yahoo.com o leyendas99@hotmail.com
