La Entrevista
Por Asiant y Eagle
NOTA ACLARATORIA: PARA EVITAR CONFUSIONES NOS REFERIREMOS A ASIANT COMO AL ESCRITOR DEL FIC "LA LEYENDA" Y A ASIONT COMO UNO DE LOS PERSONAJES DE DICHA HISTORIA... .
OTRA NOTA: SE RECOMIENDA TENER UN PAR DE ASPIRINAS A LA MANO LUEGO DE TERMINAR DE LEER TODO ESTO... .
Ha pasado una semana desde la entrevista a Asiant. Es sábado, y a eso de las 10 de la mañana, Nakago junto con Eta se aparecen en la casa de Misao.
– ¿Por qué no viniste tú solo? –le preguntó Nakago a Eta un poco enfadado–. Yo todavía sigo con esta estúpida venda y se me hace difícil caminar.
– Bueno, Nakago, si no hubieras hecho esa estúpida acrobacia no te habrías malogrado el tobillo –respondió Eta–. Además Misao se va a poner más contenta de verte a ti que a mí.
– Oye, ahora que dices eso... me extraña que toda esta semana no se haya aparecido por mi casa, y ni siquiera me ha llamado. ¿Estará enferma?.
– Pues ahora mismo lo comprobaremos.
Nakago tocó el timbre. Instantes después una señora escalofriantemente parecida a Misao se apareció frente al muchacho.
– ¿Sí?.
- Aah... buenos días señora –dijo Nakago algo sorprendido por el parecido familiar–. ¿Se encuentra Misao? Yo... yo soy un amigo suyo... Nakago Tsukino.
– ¡Ah! ¡Tú eres el famoso Naki-chan del que tanto habla mi hija!
– Pues... sí, ese soy yo.
– Espera un momento, Naki-chan –dijo la mamá de Misao–. Voy a llamarla.
Cuando la señora se fue, Eta empezó a reírse de buena gana.
– ¡Ja, ja, ja! Qué linda suegra tienes Nakago. Ahora ella también te dice "Naki-chan".
– ¡Cállate! ¡Ella no es mi...
– Hola, Naki-chan.
Eta y Nakago se le quedaron viendo a Misao con los ojos abiertos de par en par. La muchacha traía el cabello casi tan corto como el de Ami.
– ¿¿Mi... Misao?? ¡¿Qué... qué le pasó a tu cabello?!.
– Pues seguro ya te enteraste de la pelea que tuve con la tal Asuka –dijo Misao tristemente.
– Sí... ¿ella te hizo eso?.
– Me... me arrancó un buen mechón de cabello –en ese momento, unas cuantas lágrimas empiezan a caer por el rostro de Misao–, y me lo tuve que cortar para que quedara parejo... snif...
Ahora Misao tiene el rostro cubierto con ambas manos y empieza a llorar escandalosamente. Nakago
se puso tan nervioso que no sabía que decir.
– Eta... qué demonios hago... –le susurró al gato.
– Pues no sé, súbele el ánimo de alguna forma... Dile que así se ve más bonita.
Nakago tragó saliva y se preparó para soltar aquella frase.
– Esss...esteee... Misao, ya no llores por favor. Yo creo que así te ves mucho más bonita.
Misao alzó la mirada hacia su amado, con el rostro iluminado por una gran sonrisa.
– ¿De verdad? –preguntó, ilusionada.
– ¡Claro!.
(Insertar melodía romanticona estilo Sailor Moon)
– Hey, ¿por qué ponen esa música de fondo? –preguntó Nakago–. Yo sólo estoy haciendo esto porque...
– ¡¡Naki-chan, TE AMO!!.
Como ya es costumbre en ella, Misao se lanzó hacia Nakago y ambos cayeron al suelo.
– Ay... lo va a violar otra vez -, murmuró Eta.
– ¡Y viniste hasta acá porque estabas preocupado por mí! ¡¡TE ADOROOOO!!.
– ¡Tranquila, tranquila! –respondió Nakago mientras trataba de evitar que Misao lo desvistiera.
– En realidad, también vine para otra cosa... ¿Te acuerdas que el programa pasado de La Entrevista quedó en "continuará"? Pues ahora los dueños del canal tienen planeado seguir con toda esa farsa y están llamando a todos los que estuvieron involucrados para seguir con el show.
– ¡¿Qué?! ¿Y ustedes van a dejar que los manipulen de esa manera? –gritó Misao.
Nakago extrajo un papel de su bolsillo en donde estaba la cantidad de dinero que le correspondía a Misao por su participación.
– $_$... Pues... ¡el show debe continuar!.
* * * *
Mientras tanto, en el canal, algunos obreros han empezado a reconstruir el estudio de televisión, pero justo en ese instante llegó Eagle (en silla de ruedas) y al ver la escena pone el grito en el cielo.
– ¡¡¿QUÉ CREEN QUE ESTÁN HACIENDOOOOO?!!
– Están reparando el estudio, señor –respondió Armando tranquilamente.
– Exacto. Fueron órdenes del señor Arenth –añadió Karen.
Arenth tuvo la mala suerte de aparecerse en ese momento.
– ¡Qué tal, señor Eagle! Mire, con todo el dinero que hemos empezado a recibir de nuestros sponsors ordené que...
– ¿Te caíste de cabeza cuando eras niño, no? –preguntó Eagle, furioso–. ¡¡¡No pueden reparar el estudio!!! ¡¡Todo tiene que estar igual que en la última transmisión porque hoy día vamos a continuarla!!.
El productor de "La Entrevista" tragó saliva con dificultad al darse cuenta de la metida de pata cometida. Armando y Karen se vieron el uno al otro y sonrieron malévolamente.
– ¡Señor Eagle! Si mal no recuerdo, usted dijo que a la próxima taradez que cometía nuestro jefe lo despedía –dijo Armando.
– Hmmm, sí –dijo Eagle un poco más calmado tras haber respirado hondamente–. Pero no importa.
Esta vez se la paso porque él consiguió los buenos contratos con nuestros patrocinadores... De acuerdo, ahora sí va en serio: a la próxima, te vas.
– Oh, muchas gracias, honorable señor –respondió Arenth inclinándose hasta el suelo.
– Otra cosa, diles a estos obreros que no los necesitaremos hasta la próxima semana y ve preparando todo para los ensayos.
Eagle se retiró en su silla de ruedas y luego Arenth volteó ver a sus subalternos con una sonrisa demoníaca.
– ¡¿Creían que se iban a librar de mí?! ¡¡Pues NOO! ¡¡¡MWAHAHAHAHAHAHAHAHA!!!.
Armando y Karen se abrazaron por el miedo (y de paso Armando aprovechó la oportunidad para poner la mano donde no debía).
* * * *
En otro extremo del estudio... .
– ¿Ya estás mejor, Asiant? –le preguntó Eagle a su socio.
– Sí, qué bueno que creaste personajes que dan su energía –respondió Asiant quien luego de la energía recibida por Misao estaba como nuevo (él hubiera preferido que se la diera por medio de un beso como con Nakago pero Misao se limitó a poner la mano sobre su frente).
– Qué lástima que Mamoru no vaya a venir, ni siquiera con energía prestada se pudo recuperar –comentó Eagle–. Menos mal que pudimos conseguir un reemplazo.
Eagle y Asiant vuelven la mirada hacia el "reemplazo", quien inútilmente trata de ponerse el enorme disfraz de N'astarith.
– ¿No pudieron conseguir a otro? –dijo Asiant con una gota de sudor en la frente–. Vamos a tener problemas con él.
– Sí, ya lo sé, pero recuerda que tenemos contrato con la TOEI y sus estrellas deben aparecer en nuestro programa...
– ¡Oigan, sabandijas estúpidas! –gritó Veyita dirigiéndose a Asiant y Eagle–. ¡Esta porquería de disfraz no me queda! ¡Consíganme uno más pequeño!.
Asiant se volvió hacia su socio totalmente contrariado.
– Ese tipo tiene un severo problema de carácter.
– Eh... ¡Utilería! ¡Ya escucharon, otro disfraz! –ordenó Eagle apresuradamente, pues sabía que no era conveniente hacer enfadar al príncipe de los saiya-jin.
* * * *
Cuando Nakago, Misao y Eta llegaron al estudio se encontraron con Eclipse, Cadmio y Rei. Los dos primeros parecen estar divirtiéndose mucho por alguna razón.
– ¡Camina hacia la derecha! –le gritó Eclipse a Rei con voz potente. Al instante ella lo hizo, y luego, junto con Cadmio, rompió en carcajadas.
– Lo ves –dijo Eclipse–. Hace todo lo que le digamos.
– ¿Qué es tan chistoso? –preguntó Nakago.
– Ahora lo verás –dijo Eclipse–. Rei, besa a Nakago.
– Entendido.
Rei se acercó hacia Nakago y le plantó un beso de esos que a uno lo asfixian. Al ver aquella escena, Eclipse, Cadmio y hasta Eta empezaron a reír.
– ¡¡¡AAAAHHHHH!!! ¡¡¿¿QUÉ TE HAS CREÍDO??!! –exclamó Misao, cogiendo a Rei del cuello y arrojándola hacia el otro lado del estudio justo por donde Veyita estaba entrenando.
– ¡Lárgate, muñeca! –gritó Veyita empujando a Rei. La muchacha quedó en medio del estudio, murmurando "No soy una muñeca".
Mientras tanto, Nakago está tratando de recuperar aire.
– Aaah... aaah... pero qué tal... aaaahhh...
– ¿Estás bien, Naki-chan?.
– Para mí que ese beso fue con todo y lengua –comentó Eclipse divertido.
– Sí, tienes... Hmmm... Oye, ¿qué le pasó a tu novia? –le preguntó Cadmio a Nakago al ver el nuevo look de Misao.
– ¡Qué te importa! –gritó Misao, pero Cadmio la ignoró, y luego recordó la pelea con Asuka.
– ¡Ah, es verdad, te agarraste a golpes con la pelirroja! ¡Ja, Ja, Ja... qué chistosa te ves...
– ¡Para que lo sepas, Naki-chan me ha dicho que así soy más bonita! –gritó Misao enfadada.
– Claro –convino Eclipse–. Así te pareces más a la tal Ami.
Enseguida Eclipse fue puesto en órbita cortesía de aerolíneas Misao (con precios populares, llamen al 1-800-NAKICHAN).
– Ya no les hagas caso, Misao... mejor ve por nuestros libretos –dijo Nakago.
– Tienes razón, Naki-chan –respondió Misao. Luego se fue, no sin antes dirigirle una mirada cargada de ira a Cadmio.
– Vaya noviecita –murmuró Cadmio lo suficientemente alto para que Nakago y Misao pudieran oírlo.
– ¡No es mi novia!... aunque quizás, de aquí a unos... ¡¡pero qué estoy diciendo!! ¡¡Ella no me gusta!!.
– Oh, sí, seguro... –respondió Cadmio con sarcasmo–. Niños... .
Misao dejó de lado a Nakago y se aproximó a Veyita.
– Disculpe, señor con peinado raro, ¿me podría pasar esos libretos que están ahí, por favor?
Cuando Veyita se dio cuenta que Misao se dirigía a él, se enfureció al punto de transformarse en Super Saiya-jin.
– ¡¡¿PERO QUÉ TE HAS CREÍDO, NIÑA INSOLENTE?!! ¡¡YO SOY EL PRÍNCIPE DE LOS SAIYA-JIN!!.
Veyita expandió su ki y Misao trastabilló unos cuantos pasos hasta caer sentada sobre el piso.
– ¡¡Aaaaahhhh!! ¡¡¿Quién es este tipo?!! –gritó, asustada.
Cadmio estaba leyendo sus parlamentos cuando aquel despliegue de poder llamó su atención. El solo ver a Veyita le fue suficiente para cambiar la expresión de su rostro.
– Oigan, esperen un minuto, ese enano es nada menos que Veyita.
Eta levantó la cabeza para mirar a Cadmio con aburrimiento.
– Que observador eres –murmuró.
Sin medir las consecuencias de sus actos, Cadmio atravesó el estudio y se detuvo frente al orgulloso príncipe de los Saiya-jins. Eta y Eclipse se miraron entre sí temiendo lo peor.
– ¿Qué demonios crees que estás haciendo aquí, enano piojoso?.
Veyita lo miró con desdén y soltó una risita burlona para luego hacerlo a un lado.
– No me molestes, insecto.
Cadmio lo miró con absoluto desprecio.
– Genial, no tenía idea de que los dueños necesitaran un nuevo recolector de basura.
El Saiya-jin se volvió furioso hacia Cadmio.
– ¡¿Qué fue lo que dijiste, estúpido?! –alzó una mano amenazadoramente–. Será mejor que te calles o de lo contrario te haré mil pedazos.
Cadmio se cruzó de brazos y rió en un susurró apenas audible.
– ¡Huy que miedo, mira como tiemblo, mira como tiemblo! –hizo una pausa y dejó caer los brazos a sus costados–. Como sí pudieras hacer algo, inútil.
– ¡Sabandija estúpida! –exclamó Veyita formando una diminuta esfera de luz en una de sus manos–. ¡Voy a despedazarte!.
Al ver que ambos estaban a punto de iniciar una pelea, Eclipse tomó a Cadmio del brazo para jalarlo.
– Oye, tranquilo, puedes esperar al programa.
Por unos instantes, Cadmio y Veyita cruzaron unas miradas cargadas de furia y orgullo, al cabo de un instante el primero alzó su mano para apuntar al segundo.
– Ya no veremos, fanfarrón.
– Lo mismo digo, insecto... –replicó Veyita mientras hacía desaparecer la esfera de energía que sostenía–. Imbécil.
Todos tomaron sus puestos, a la espera de la señal de Arenth para empezar con toda esa dramatización.
– Sí, y cuando termino el último programa yo estaba tirada encima tuyo –le dijo Lynx a Asuka.
– ¿En serio? Yo no lo recuerdo... bueno, qué importa.
Asuka se echó sobre el piso y luego Lynx se dejó caer con todo el peso de su cuerpo sobre la pelirroja.
– ¡¡¡AARRRRRGGGHHH!!! ¡¡¡Ten más cuidado, estúpida!!!.
– ¡Ay, disculpa, te despeiné! Déjame arreglar eso...
(cut cut cut)
– ........... ¡¡¡¡PERO QUÉ TARADEZ HAS HECHO!!!! ¡¡¡MI CABELLO!!!.
– Je, lo siento amiguita. Una chica llamada Misao me pagó para que lo hiciera –dijo Lynx sonriendo malévolamente pensando en lo dulce que era la venganza.
– Grrr... esa maldita me las va a pagar -gruñó Asuka.
– Oye, Eagle –dijo W. Eagle acercándose hacia su creador–, ¿podemos conversar sobre el libreto? No estoy de acuerdo con... .
– Silencio –le dijo Eagle a W. Eagle–. Esa es la mejor parte de toda esta historia. Y si lo haces bien vas a recibir buena paga.
– Pero Eagle... ¿cómo reaccionaría yo sí Lynx muriera? No tengo ni idea...
– Esteee... tú tranquilo –respondió Eagle con una gota de sudor en su frente–. Sólo trata de hacerlo lo más dramático posible, ¿de acuerdo?.
– Pues lo intentaré.
Detrás de una cabina con vidrios insonorizados, Asiant le estaba dando las últimas instrucciones a Arenth.
– ¿Y qué hay sobre mi doble? –preguntó Asiant mientras iba de un lado a otros apoyado en una muleta–. ¿Todavía no llega o qué?.
Arenth negó nerviosamente con la cabeza.
– No, señor, pero ¿realmente es necesario usar un doble?.
Asiant abrió los ojos como platos.
– Ni pienses que voy a volver a actuar a lado de esos salvajes, la última vez por poco no lo cuento.
Arenth asintió con la cabeza. De repente su teléfono celular comenzó a sonar constantemente. Sin perder tiempo el director se lo llevó a la oreja para contestar.
– ¿Sí?... ¿no me digas?... Bien, dale la máscara y que pase al set cuanto antes.
Apenas colgó Arenth el teléfono, Asiant lo acosó con sus preguntas.
– ¿Era él? ¿Aceptó? ¿Ya llegó?.
Arenth asintió.
– Sí, ya llegó, pero espero que esto no complique más las cosas.
Asiant se frotó las manos maliciosamente.
– Esta vez estoy seguro que llegaremos a los 100 puntos de rating.
* * * *
Cuando ya todos tomaron sus lugares y Arenth anunció que estaban listos para salir al aire, un joven vestido como mensajero (Ya saben, tipica camisa y pantalones blancos con una cachucha y una bolsa roja) irrumpió detrás del estudio con sus gritos.
– ¡Paquete para el señor Eclipse! ¡Paquete para el señor Eclipse!.
Arenth abandonó su puesto para dirigirse apresuradamente hacia el mensajero.
– ¡Oye, idiota! ¡No puedes estar aquí! ¡Sal de inmediato!.
El mensajero hizo un encogimiento de hombros.
– Pues lo lamento, pero tengo que entregar esto que pidió por catálogo.
Antes de que Arenth pudiera decir algo más, Eclipse llegó rápidamente hasta donde estaban.
– ¿Ya llegaron? ¡Que bien!.
– Firme aquí –el mensajero le extendió una libreta y se apresuró a entregarle una diminuta caja blanca–. Que disfrute sus arcillos –se dio la media vuelta y se fue.
Eclipse abrió la caja y extrajo unos diminutos arcillos de color amarillo y se colocó uno de ellos en la oreja derecha. Arenth alzó ambos ojos. "No es posible", pensó.
– ¿Qué ? ¿No le gustan? –le preguntó Eclipse–. Se están poniendo de moda.
Atraído por la conversación, Eta se acercó caminando para de un salto subir a una silla.
– ¿Ahora usas aretes, eh? –preguntó mientras meneaba su cola–. No sabía que tenías esas mañas.
Eclipse se volvió hacia el felino con un aire de sofisticación.
– Lo que sucede, Alfa, es que no sabes nada de moda –hizo una pausa y cogió el otro arcillo,
– Mira, ponte uno –se acercó y antes de que Eta pudiera oponerse le colgó el arete en la oreja izquierda–, ¿ves?.
En ese instante, Arenth reparó en una pequeña nota blanca que estaba a los pies de Eclipse. La tomó y enseguida un semblante de terror se apoderó de su rostro.
– ¡No! ¡Esperen, no lo hagan!.
Pero fue demasiado tarde. De pronto, Eta y Eclipse comenzaron a levitar en el aire como poseídos por una fuerza invisible hasta estrellarse el uno contra el otro. En un parpadeó, ambos desaparecieron en un intenso resplandor.
– No puede ser –masculló Arenth apesadumbrado cubriéndose el rostro–. ¿Qué le voy a decir a los jefes ahora?.
Un ser, mitad gato, mitad enmascarado, apareció en lugar de Eclipse y Eta. Era la cosa más horrible que Arenth había visto en toda su vida. Una grandes orejas sobresalían de su cabeza.
– ¿Pero que fue eso? –preguntó el híbrido–. Me siento mejor que nunca.
Arenth titubeó.
– Eh... Eta o Eclipse... ¿Te sientes bien?.
– Llámame Etipse -respondió el extraño ser–. Esperen a que Nakago vea esto.
Una gota de sudor resbaló por la frente de Arenth.
– Sí... yo también quiero verlo... -_-¡
* * * *
Cadmio leyó una ultima vez sus parlamentos y finalmente arrugó las hojas.
– Ya estuvo bueno... ya quiero que empiece esto.
– Yo todavía no sé cómo actuar esta parte de la muerte de Lynx –dijo W. Eagle con suma preocupación.
En ese momento, Warrior Lynx y Asuka tomaron sus respectivos lugares. La piloto del Eva-02 sujetó una silla y buscó a Misao con la mirada.
– Esperen a que esa maldita aparezca.
Warrior Lynx sonrió maliciosamente.
– Debe estar más cerca de lo que te imaginas, querida... –dijo Lynx burlonamente.
Las cortinas del escenario se agitaron violentamente atrayendo la atención de todos.
– Ya te dije que no puedes salir así –se escuchó decir a Arenth–. No salgas.
– A un lado –se oyó decir a otra persona–. El show debe continuar.
– ¿Y ahora qué? –murmuró un enfadado Cadmio–. ¿Otro del CAIN?.
– ¿Otro del CAIN? ¡Qué bien! –exclamó W. Eagle–. Ahora sí estoy preparado. ¡Vamos! ¡Aparece de una vez, cobarde!
De pronto, Etipse apartó las cortinas y entró al set haciendo una pose que dejaba las presentaciones del Gran Sayaman en último lugar dentro de un concurso de ridiculeces.
– ¡Tadaa!.
Todos se quedaron boquiabiertos y con una sola pregunta en mente: ¿Quién era ese tipo?. Cadmio tuvo la vaga idea de que Eclipse estaba metido en todo eso, pero prefirió no decir nada.
– Nakago... –Etipse se acercó a W. Eagle–, ¿Qué te parece mi nuevo look?.
– Aaaahh... ¡¡aaahhh!! ¿¿Nakago?? ¡¡¿Quién es Nakago?!! Yo no soy Nakago... ¿Usted conoce a algún Nakago, señor Cadmio? Porque yo no conozco a ningún Nakago. ¿Nakago?.
– Qué idiota eres –le espetó Cadmio sin tapujos–. Todo el mundo sabe que tú eres Nakago.
– ¿De verdad? –preguntó Asuka. Cadmio le dirigió una mirada de compasión que hubiera avergonzado al mismísimo Saga de Géminis.
– Y además, ¿¿quién diablos eres tú?? –dijo W. Eagle.
– Vamos –exclamó Etipse–. No tienes porque fingir... recuerda que soy tu master.
Enseguida, Arenth salió de las cortinas apresuradamente para intentar detener a Etipse, pero el daño ya estaba hecho.
– ¡Demasiado tarde!.
Cadmio se volvió hacia él para interrogarlo.
– ¿Qué demonios pasa ahora?.
Arenth sudó nerviosamente y apretó fuertemente el altavoz que sostenía.
– Eh... bueno, es que Eta y Eclipse se fusionaron en... esta cosa.
– Ah, pues con ra... ¡¡¿QUÉ?!! –gritó W. Eagle aterrorizado.
Etipse se volvió furioso contra el pobre director del canal.
– ¡Cuidado con lo que dices, torpe!... Ahora soy un ser superdotado.
Asuka miró extrañada a Etipse y luego se volvió hacia Arenth.
– ¿Cómo sucedió?.
El director se acercó al híbrido y le quitó los arcillos. Se acercó a Rei y le puso uno en la oreja derecha–. Bueno, primero Eclipse se puso uno aquí –luego se giró hacia W. Lynx y le colocó el otro–, y luego se lo puso a Eta así... .
Antes de que Arenth terminara de hablar, W. Lynx y Ayanami se fusionaron en presencia de todos, formando a una peculiar chica de cabello corto color azul y mirada tranquila.
Hasta Cadmio dio un salto hacia atrás dominado por el terror.
– ¡Gran Creador! ¡Que cosa más horrible!.
W. Eagle se quedo literalmente sin habla. Al cabo de un instante, se volvió furioso hacia Arenth y lo cogió por las ropas dominado por un frenesí asesino.
– ¡¡ES USTED UN IMBÉCIL!! ¡¡¿QUÉ DEMONIOS ES LO QUE HA HECHO?!!.
– Pensé... pensé que sólo funcionaban una vez –titubeó el pobre infeliz–. Lo siento –cerró los ojos y se dispuso a morir.
Cadmio se acercó a Etipse para susurrarle.
– Vaya, se ve que le importa mucho.
W. Eagle iba a golpear a Arenth cuando la voz de la nueva W. Lynx lo detuvo.
– No, Warrior Eagle, no... –titubeó tímidamente–. No uses la violencia.
– Qué... que... ¿qué dices?
– Por favor Warrior Eagle –volvió a repetir Lynx con pequeñas lágrimas en los ojos, mientras lo abrazaba–. No me gusta que hagas eso.
W. Eagle estaba muy extrañado por el comportamiento de aquella nueva versión de W. Lynx.
– Gulp... parece que esta nueva chica también me quiere, aunque es un poco más... calmada.
– Ah, ahora entiendo –exclamó Etipse–. Sus poderes de Warrior Lynx nulifican parcialmente los efectos de esa fusión... mientras se quede como una Warrior la personalidad de Misao prevalecerá.
Asuka se giró hacia él.
– Como la muñeca no tiene mucha personalidad... un momento. ¡¿Dijiste MISAO?!.
– Misao es Warrior Lynx. No me vas a decir que eso tampoco lo sabías -le aclaró Cadmio.
– ¿Pero que no has leído "La Alianza"? –le preguntó Etipse con incredulidad.
Con la mirada cargada de furia, Asuka se arrojó sobre la fusión Misao-Rei y empezó a abofetearla asesinamente.
– ¡¡MALDITA!! ¡¡¿Sabes lo que cuesta tener un cabello como el mío?!! ¡¡No se compara con el tuyo!!.
– ¡Oye!, tranquila Asuka, no sólo estás golpeando a Misao sino también a Rei –le dijo Etipse.
– ¡Con lo mucho que me importa! ¡¡Toma, toma, TOMA!!
– ¡¡No, no!! –gritó W. Lynx desesperada–. ¡¡Seamos amigas!!
En ese momento, una foco rojo se prendió en el estudio indicando que ya estaban al aire.
Aprovechando la situación, Arenth desapareció del estudio dejando a todos los héroes con el problema.
– Jefe –gritó uno de los técnicos desde las cámaras, lanzando un pobre gato blanco al escenario-. Ya tenemos gato.
– ¡Ay! –se quejó Artemis–. ¿Cómo fue que caí en esa trampa?.
De pronto, Veyita disfrazado como N´astarith y el famoso actor Tomás Cruz, hermano gemelo de Tom Cruise, disfrazado como Asiant, entraron al estudio.
– De acuerdo, sabandijas –masculló el saiya-jín–. Acabemos con esto de una vez.
Cadmio se golpeó una palma con el puño y desplegó el poder de su aura.
– He esperado esto por mucho tiempo.
El doble de Asiant cogió su libreto y comenzó a tartamudear dirigiéndose a Veyita.
– No... me... hagas... nada... N´asta.... ¿quién?.
Dentro de la cabina insonorizada, el verdadero Asiant giró el rostro hacia su socio Eagle y dijo orgullosamente:
– Lo hace bastante bien... no creo que nadie se de cuenta.
– Bueno... ya que no pudimos conseguir a Anthony Hopkins tendremos que conformarnos con él –respondió Eagle.
– Lo que no entiendo... –murmuró Asiant–. Es por que W. Lynx y Eclipse se ven tan raros.
* * * *
En el estudio, Veyita desplegó por completo su aura y miró ferozmente a Cadmio por detrás de Tomás Cruz. Una sonrisa malévola iluminó su rostro.
– Acabemos con esto, sabandija –extendió sus brazos a los lados haciendo aparecer dos esferas de luz–. Te acabaré con un solo golpe.
Cadmio, por su parte, llevó sus manos a un costado.
– Eso lo veremos...
Tomás Cruz miró su libreto y alzó una ceja.
– ¿Eh?... eso no viene en el guión... –levantó la mirada levemente–, ¿qué sucede aquí?.
Veyita juntó sus manos liberando un rayo de luz. En el otro extremo del estudio, al mismo tiempo, Cadmio extendió las palmas al frente contraatacando con otro ataque de igual poder.
– ¡Final Flash!.
– ¡Sha-Ma-sha!.
Pero lo que ambos no contaban era que el infeliz de Tomás Cruz iba a quedarse parado en medio de los dos guerreros. Con una única explosión el doble de Asiant desapareció en un instante.
– ¡Mamá! –gritó Artemis volando por los aires–. ¡Luna, Minako, quien sea!.
Asuka dejó de abofetear a Lynx y se volvió hacia W. Eagle extrañada.
– Definitivamente eso no viene en el guión.
– ¡¡Sí, y lo que tú estás haciendo tampoco !! ¡¡Hay que detenerlos!!.
– ¿¿Perdón??, yo ni loca, tú y el payaso con cara de gato tendrán que hacerse cargo de ellos.
Sin perder el tiempo, Veyita y Cadmio se lanzaron el uno contra el otro y empezaron a intercambiar golpes y contragolpes a una gran velocidad. En un momento determinado, Veyita sujetó la cabeza de Cadmio y la bajó violentamente hasta estrellarla con su rodilla. El Celestial retrocedió llevándose la mano a la nariz ensangrentada.
– ¿Qué te pareció, insecto? –le preguntó Veyita burlonamente–. Eres una basura.
Cadmio desplegó su aura furiosamente y arremetió contra Veyita con una rapidez increíble. Antes de que el saiya-jin pudiera verlo, el puño de Cadmio se impacto en su abdomen sacándole todo el aire.
– ¡Aaaaghhhh! –se quejó Veyita mientras se llevaba las manos al estómago–. Maldito.
Cadmio alzó el brazo hacia atrás para rematar a su adversario, pero antes de que pudiera hacerlo, una esfera de luz proveniente de un extremo del estudio lo derribó por los suelos.
W. Eagle, Lynx y Asuka se volvieron hacia el sitio de donde había venido el ataque. Una figura protegida por las sombras rió malévolamente.
– Vaya, me costó trabajo llegar –murmuró una oscura y maligna silueta–. Pero al fin lo he hecho –dio un salto y aterrizó en medio del set–. Nos volvemos a ver, Warrior Eagle.
– Aaagggh... no sé por qué esto no me sorprende –dijo W. Eagle hastiado.
El desconocido se acercó hasta la luz lentamente descubriendo su identidad. Etipse lo reconoció de inmediato: Era el mensajero.
– Yo soy Warrior Triangle y he venido a cobrar venganza por lo que sucedió en nuestro mundo hace tanto tiempo.
Cadmio se sujetó la cabeza.
– ¿Y este loco quien es?.
W. Triangle se volvió hacia él.
– Sólo soy alguien que viene a recobrar lo que es suyo... ¡Ja, Ja, Ja! –hizo una pausa y se giró hacia Warrior Lynx–. Lynx, amor mío... al fin tengo el placer de verte de nuevo –enarcó una ceja–. te ves algo extraña.
– Se fusionó con una chica sin personalidad –le informó Asuka.
– Ah... ya veo –dijo el tal Triangle–. Pero de todas formas, no me importa... he venido por mi amada Lynx, mi dulce Misao, mi linda princesita, mi caramelito de limón, mi chocolate relleno de almendra, mi duraznito, mi...
* * * *
En la cabina de control, Asiant se volvió hacia Eagle con el ceño fruncido.
– Oye, Eagle, ¿quién es ese tipo?
– ¡Ja, mira quién lo pregunta! ¡Eso es lo que YO quisiera saber!.
Asiant se sonrojó en gran manera.
– Hmmmm, creo que no debí cenar tanto... .
* * * *
– ... mi musa inspiradora, mi Sharon Stone, mi gatita, mi...
– ¡¡YAAAAAAAA!! –exclamó W. Eagle–. ¡¡Eta, dime quién es este tipo!!.
– Soy Etipse –le aclaró el gato-hombre con el ceño fruncido–. Y sobre este tipo te puedo asegurar que no es ningún Warrior porque de esos sólo hay 10.
– ¿Y entonces?
– Probablemente sea Hayato, aquel otro aspirante a convertirse en W. Eagle y al que tú parabas fastidiando inmisericordemente cuando eran niños. Pero la gota que colmó el vaso fue cuando se enteró que a ti también te gustaba Misao y ella te correspondía... desde ese día no se supo nada más de él.
– Así es –dijo Hayato/W. Triangle, secándose una pequeña lágrima mientras un fondo musical dramático inundaba todo el lugar–. Yo amaba a Misao pero... ¡¡ella me decía que yo sólo era su amigo!! Por un gran golpe de suerte pude reencarnar en este planeta y desde niño me he estado entrenando concienzudamente, por si algún día llegaba a encontrarte, maldito infeliz. Tú obtienes tu poder de la constelación Aquila, pero sin embargo, yo he logrado perfeccionar mis técnicas de pelea adoptando el legendario camino del...
W. Triangle deja de hablar al ver que W. Eagle está conversando animadamente con Etipse, que Cadmio y Vejita han resumido su pelea, y que Asuka continúa abofeteando a Lynx.
– ¡¡Estoy HABLANDO!! –gritó W. Triangle enfurecido–. ¡Y tú, deja de golpear a MI Misao!.
Acumulando su aura, W. Triangle expelió una ráfaga de energía de su mano derecha, la cual golpeó a Asuka y la lanzó contra una pared. La pobre pelirroja cayó desmayada sobre el suelo.
– Auch... eso debió doler para alguien que no tiene super-poderes –comentó Etipse.
Cadmio y Veyita interrumpieron su pelea y se volvieron hacia W. Triangle. Aquel despliegue de poder en verdad los había sorprendido.
– Bueno, creí que había sido suerte el hecho de que me derribaras, pero parece que sí tienes poder –dijo Cadmio–. Vamos a probarte un poco...
El orgulloso guerrero alzó una de sus manos con la palma orientada hacia delante y disparó una mortal ráfaga de energía. W. Triangle permaneció en su sitió y detuvo el ataque con ambas manos. Al cabo de un momento, la ráfaga desapareció sin hacerle ningún daño.
Cadmio abrió enormemente los ojos.
– ¿Cómo rayos hiciste eso? –preguntó.
W. Triangle sonrió malévolamente.
– Es como dijo el fenómeno aquel –respondió refiriéndose a Etipse–. Yo no soy un verdadero Warrior como Eagle o Lynx –hizo una pausa y continuó–. En el planeta Lambda donde vivía, yo era un joven sobresaliente, aunque algo tímido... .
– O sea uno de esos renacuajos que pasan inadvertidos por todos –masculló Etipse por su lado–. Y un Warrior marca pirata.
– Pero todo se arruinó miserablemente cuando conocí a ese infeliz de Nakago –prosiguió W. Triangle–. Siempre me ganaba en todo... snif, siempre me opaco, me humilló, incluso con las chicas, pero lo peor fue descubrir que Misao estaba enamorado de él... Así que decidí vengarme y fue cuando conocí a un sujeto muy especial que me ofreció un poder superior sí accedía a servirle y eso fue lo que hice. Así que adopté el nombre de Warrior Triangle... y he venido para... –miró las cámaras malévolamente–. ¡Demostrar que soy mejor entrevistador que Nakago!.
Al escuchar semejante idiotez, todos se fueron al suelo mientras W. Triangle hacía la señal de la victoria orgullosamente.
Veyita se levantó y enseguida se convirtió en Súper-Saiya-jin 2. Extendió su mano mostrándole la palma a su enemigo.
– Pues a mí no me interesa en lo más mínimo tus problemas, insecto –una esfera resplandeciente apareció frente a su mano–. Voy a acabarte con esto... ¡Big Bang Attack!.
La esfera de luz se abalanzó directamente sobre W. triangle, quien se apresuró a desaparecer gracias a su velocidad. La esfera paso de largo y se impactó en uno muro haciéndolo estallar en mil pedazos.
Viendo el fracaso del saiya-jin, Cadmio se volvió hacia él para burlarse.
– ¡Ja, Ja Ja! ¡Ni siquiera lo tocaste!.
Veyita le lanzó una mirada asesina.
– ¡Cállate!.
W. Triangle apareció enfrente de ambos.
– Ahora es mi turno, gusanos –Juntó sus muñecas exhibiendo sus palmas–. Este es mi mejor ataque... ¡Triangle Gold!.
Varios triángulos dorados surgieron continuamente de las manos de W. Triangle y derribaron a Cadmio y a Veyita.
– ¡No puedo moverme! –exclamó Cadmio mientras sentía como el cuerpo se le adormecía rápidamente.
– Así es –señaló W. Triangle–. Ustedes serán más fuertes, pero yo soy más rápido e inteligente... ese es un ataque paralizador. No podrán moverse ni usar sus poderes.
W. Eagle tembló al ver que guerreros un millón de veces más poderosos que él habían sido derrotados tan fácilmente por su enemigo. Éste empezó a acercarse lentamente hacia nuestro héroe, que veía venir su muerte.
– Afortunadamente –dijo Eagle en la cabina de control–, pude contratar a alguien muy especial por si algo como esto llegaba a ocurrir.
– ¿Ah sí? ¿A quién? –preguntó Asiant–. ¿He-Man o Superman?.
– No, no, no... (?)... Lo sabrás dentro de 5, 4, 3, 2, 1... ¡¡¡Cero!!!
Justo cuando W. Triangle iba a convertir a W. Eagle en anticucho, se escuchó una vocecita en todo el estudio de grabación.
– ¡Hey, Veyita! Te olvidaste tu botella de leche chocolatada, Bulma me encargó que te la trajera... jumm, parece que ha habido una pelea aquí.
– Ma... maldito Kakarotto –murmuró Veyita desde el suelo–. Revelaste mi secreto...
Efectivamente, el tipo que acaba de llegar es nada más y nada menos que Son Goku. Los ojos de Eagle y Asiant se iluminan al ver que el "medidor de rating" (sí, se supone que en un canal no tienen eso, pero este es un fanfic) llega a 90 puntos.
– ¡Señor Goku! ¡Señor Goku! –exclamó W. Eagle arrodillándose frente al guerrero saiya-jin.
– Pero que convenenciero eres –murmuró W. Triangle mirando a W. Eagle con desprecio–.Te escudas en este torpe.
– ¡Este tipo es un desquiciado que me quiere matar! –prosiguió W. Eagle–. ¡Encárguese de él, por favor!
– ¿Este muchachito? Vamos, no bromees, se ve que ni siquiera tiene 18 años...
– Es cierto, mire cómo dejó a Veyita –le dijo Etipse señalando al príncipe de los saiya-jin paralizado en el suelo. Goku puso una de esas miradas de cuando está emocionado por pelear.
– ¿En serio?, vaya, entonces la cosa cambia... ¡¡¡IIIIAAAAHHHH!!!
Goku elevó su ki al máximo y saltó al nivel Super Saiya-jin 3 directamente. Luego, alzó ambas manos hacia el cielo e invocó a los poderes de la naturaleza.
– Sol, aire, agua, tierra... ¡denme su energía!.
En cuestión de instantes, una inmensísima esfera se formó sobre Goku. No sólo W. Triangle, sino también W. Eagle, Etipse, Cadmio, Veyita, Lynx, Asuka y Artemis que estaba tirado por ahí, contemplaban con horror lo que se les iba a venir encima.
– ¡¡KAKAROTTO ESTÚPIDO, NO ARROJES ESA ESFERA!! –exclamó Veyita.
W. Triangle descubrió que tenía la garganta demasiada seca, con sólo ver aquella enorme esfera de luz que Goku sostenía sus cabellos se izaron hacia arriba mientras un semblante de horror iluminaba el rostro.
– No, por favor no lo hagas... .
Sin embargo, ya era demasiado tarde para hacer advertencias... Goku arrojó la esfera sobre W. Triangle, y no sólo él sino todo el edificio de "El Universo Anime" voló en pedazos.
* * * *
Minutos después...
En diez kilómetros a la redonda del canal de televisión, la ciudad está destruida. De entre los escombros del edificio, haciendo un esfuerzo sobrehumano, Asiant y Eagle son los primeros en salir.
– Hmmm... definitivamente esto no estaba dentro de mis planes –dijo Eagle.
Asiant se empezó a sacudir el abundante polvo de su ropa.
– Ja, se ve que quemamos bastantes neuronas haciendo esto –murmuró–. Por cierto, ¿dé qué oscuro rincón de mi mente habrá venido ese Warrior Triangle?.
Un poco más allá, el resto del personal, entre actores, camarógrafos, y equipo técnico empieza a salir de debajo de los escombros.
– ¡Auch, eso dolió! –exclamó Lynx–. De verdad que... hey, me siento... diferente...
Lynx se volvió y detrás suyo vio a Rei con una expresión de pasividad absoluta.
– ¡¡AAAAAHHH!! ¡¡¿Pero que no me había fusionado contigo?!! –gritó, sorprendida.
– Afirmativo –dijo Rei.
– Entonces, supongo que todo el despliegue de energía que se produjo aquí revirtió la fusión de alguna forma...
– Es probable –musitó Rei.
La suposición de Lynx se confirma cuando divisa a Eta y Eclipse cada uno con su propio cuerpo.
En otra parte, ve a W. Eagle con Artemis desmayado sobre su cabeza, Arenth cargando a la inconsciente Asuka, Karen cargando al inconsciente Armando, a Veyita insultando a Goku, y finalmente aparece Cadmio. Todos se reúnen en el centro de las ruinas.
– Bueno... ¡¡¿Y ahora, qué hacemos?!! –gritó Arenth.
– ¡¡Kakarotto inútil!! ¡¿Dónde está mi leche chocolatada?!
– Naki-chan, mejor vámonos a mi casa.
– Oigan, ¿qué acaso no nos olvidamos de poner el EVA-02 en el escenario?
– Si me hubieran dejado unos minutos más con el tal W. Triangle, yo lo habría...
– De repente me dieron ganas de comer pescado –murmuró Eclipse–. Afortunadamente los arcillos sobrevivieron.
– Y a mí de meterme donde no me llaman –dijo Eta.
– Yo sólo quiero regresar con Minako –musitó Artemis.
– ¡¡¡¡YAAAAAAA!!!! –gritaron Asiant y Eagle al unísono. Todos se callaron instantáneamente, excepto por Veyita, que se dirigió hacia los dueños del canal con cara de pocos amigos.
– Escuchen, basuras –gruñó Veyita–. Yo cumplí con mi parte en toda la estupidez que ustedes armaron. Así que más les vale que mi cheque esté en mi correo el día de mañana, ¡¿entendieron?!.
Veyita elevó su ki y se alejó volando, desapareciendo en el horizonte. Goku se encogió de hombros y lo siguió.
– Es cierto. ¿Cuándo nos pagan? –preguntó W. Eagle.
Un nuevo alboroto empezó a armarse. Asiant y Eagle se vieron el uno al otro sumamente contrariados.
– ¿Y ahora qué? ¿Otro sidestory? –propuso Eagle.
Asiant hizo un encogimiento de hombros.
– Quizás algún otro día... un 30 de Febrero tal vez.
– Lo que nos va a salir reconstruir el edificio y pagar a los damnificados –murmuró Arenth con preocupación.
De pronto, alguien se acercó a Asiant por la espalda y colocó una mano en su hombro provocándole un susto.
– Disculpe... .
– ¡Aaahhhhh... es Warrior Triangle! –gritó a todo pulmón mientras corría a esconderse detrás de Eclipse.
Eagle y los demás lo miraron con aburrimiento.
– Es sólo otro mocoso –observó Cadmio cruzándose de brazos.
Asiant se asomó por encima de Eclipse y descubrió la figura de Ryo Urawa, aquel muchachito enclenque con cara de pasmado que se enamoró de Ami en la primera temporada de Sailor Moon (de quien se dice que su única virtud es tener buen gusto).
– Hola... yo soy... Ryo –tartamudeó tímidamente.
– Ya sabemos quien eres –le interrumpió W. Eagle perdiendo la paciencia–. Eres Ryo, Ryo Urawa.
– ¿No te llamabas Greg? –preguntó Eta.
- Curioso, yo siempre creí que se llamaba Richard –comentó Eclipse.
– Bueno, en realidad me llamo Ryo... quizás Ami les haya hablado de mí –dijo el mozalbete.
Asiant, Eagle y W. Eagle lo fulminaron con la mirada en el acto.
– Sí, ya te recuerdo –masculló Asiant–. ¿Qué se te ofrece?.
– Eh, bueno, la verdad es que estaba buscando un lugar para trabajar y pues... yo pensé que... –Ryo bajó la mirada apenado–. ¿Me dejarían trabajar aquí?.
W. Eagle, Cadmio y Eclipse se miraron entre sí.
– Olvidado, niño –respondió Cadmio sin pensarlo–. No necesitamos... .
– Quedas contratado –anunció Asiant dando por terminada la discusión–. Empiezas ahora mismo.
Ryo abrió los ojos exhibiendo una mirada de agradecimiento. Entretanto, Cadmio se dio la media vuelta visiblemente molesto con la decisión de Asiant.
– ¿Qué es lo que voy a hacer? –preguntó Ryo, ilusionado.
Asiant y Eagle se miraron entre sí y sonrieron con complicidad, un destello de maldad iluminó sus miradas.
– Bueno, mi estimado Ryo –dijo Eagle–, puedes empezar limpiando todo este lugar y dejarlo sin ningún escombro. Mañana vendrán los albañiles para empezar a reconstruir el edificio.
– ¿Y quién me va a ayudar?
Eagle y Asiant le dirigieron a Ryo una mirada asesina por tamaña insolencia.
– ¡¿Cómo que "quién me va a ayudar"?!.
– Pe... pero, señores... es mucho trabajo para uno solo.
– Sí, y además éste corre 50 metros y se cansa –dijo W. Eagle–. Que lo ayude Talavera-Man.
W. Eagle señaló hacia una pila de escombros, de donde Talavera-Man había empezado a salir y trataba de escaparse. Cadmio se dirigió hacia él velozmente y lo detuvo, cogiéndolo del cuello de la camisa.
– ¡Suéltame, idiota! –gritó Talavera-Man tratando de zafarse.
– Ya, ya, no te quejes, encima que te damos de comer...
Y así, Asiant, Eagle y sus personajes se fueron tranquilamente a sus casas, mientras Ryo y Talavera-Man limpiaban el lugar, siempre bajo el resguardo del personal de seguridad.
– ¡Chale!... pero ya verán cuando me vengue –murmuró continuamente Talavera-Man.
– Ojalá me paguen bien y así tendré dinero para invitar a Ami a un buen lugar y...
Sin embargo, un rayo que cayó del cielo acabando con Ryo y sus sucias pretensiones.
– ¡Maldición! –se quejó Talavera-Man–. ¡Ya me quedé solo!... bueno, qué importa...
¿Qué ocurrirá ahora con "La Entrevista"? ¿Podrán cobrar su sueldo Veyita, Asuka, Rei, y los productos de nuestras desquiciadas mentes? ¿Es creíble que se logren 90 puntos de rating sólo por la aparición de Goku (porque debieron ser 99)? ¿Quién es W. Triangle en realidad? ¿Por qué nunca apareció en "La Alianza"? ¿Quién diablos es Tomás Cruz? (pregunta de Eagle). ¿Ahora Asuka también tendrá que emparejarse el cabello? ¿Se imaginan a Asuka con peinado estilo Ami? ¿Aerolíneas Misao también funciona los domingos? ¿Qué más pasará con Ryo? Algunas respuestas a estas preguntas las conocerán en el próximo episodio, o cuando logremos reconstruir el edificio... .
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Notas de la entrevista:
- ¿Cuál entrevista?
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