La Entrevista
Por Asiant y Eagle
En algún lugar, en algún tiempo... .
Después de recibir la descarga de luz del Time-wave, Cadmio, Eclipse, Eta, Nakago, Misao y Warrior Triangle aparecieron en medio de un bosque. El único problema fue que en vez de materializarse sobre el suelo, lo hicieron en el aire, a escasos metros del piso. Todos lanzaron un grito al momento de precipitarse hacia abajo.
- ¡Quita tu codo de mi cara, mocoso! -exclamó Cadmio dirigiéndose a Nakago.
- ¡¿Y qué quieres que haga?! ¡Este idiota de Hayato me está aplastando el estómago! -protestó Nakago.
- ¿De quién es esta pierna? -preguntó Eclipse.
- ¡Quítate, asqueroso hentai! -exclamó Misao mientras pateaba a Eclipse en la cabeza y le hacía soltar lagrimitas.
- Misao, amor mío, deberías afeitarte -masculló Warrior Triangle mientras tocaba con sus dedos a Eta-. ¡Ah! ¡Tienes la cara cubierta de vellos!.
- Ejem -carraspeó Eta-, esa es mi cara -_-
- Oigan, los chistes lo hago yo -masculló Eclipse mientras se ponía de pie.
- Olvida los chistes, bufón -le espetó Cadmio antes de tomarlo por la ropa-. ¿Qué rayos fue lo que nos hiciste? ¡Tu mugroso aparato nos convirtió en niños y ahora nos trajo a este maldito rincón olvidado por el Creador!.
- Yo he quedado convertido en un pequeño minino -intervino Eta viéndose más pequeño de lo que ya era.
- Vaya, había olvidado lo que era tener 9 o 10 años -dijo Nakago mientras observaba todo su cuerpo de arriba abajo con una mezcla de sorpresa y resignación.
- Yo opino que te ves lindo Naki-chan -dijo Misao con estrellitas en los ojos-. Lástima que yo a los 10 años parecía casi un niño -se lamentó, tocando su cabello que ahora lucía sumamente corto.
- Vaya, yo también he vuelto a la tierna infancia -murmuró Warrior Triangle. Entonces, de repente, una llama de determinación ardió en sus ojos-. ¡Sí! ¡Ahora tengo una nueva oportunidad para conquistar el verdadero amor de mi Misao-chan! ¡Ahora que soy un niño podré enmendar mi vida!.
Mientras Hayato saltaba como loco de un lado a otro haciendo extrañas poses, Nakago, Cadmio, Misao y los demás lo miraban sintiendo extrañeza. En verdad se veía completamente ridículo.
- Él siempre fue un niño por dentro -comentó Nakago-. Qué triste debe haber sido su vida...
- Por primera vez estoy de acuerdo contigo -reconoció Cadmio.
- Al menos mi aparato hizo feliz a alguien -musitó Eclipse, frunciendo la mirada.
- Pero no entiendo -dijo Misao de repente, llamando la atención de todos-. ¿Cómo un aparato hecho por este tonto puede habernos convertido en niños y luego habernos enviado a una dimensión desconocida?
- Va más allá de lo que puedo explicar -dijo Nakago.
- En realidad puede haberse debido a un mero hecho de suerte. El discurso que Eclipse lanzó en el debate a favor y en contra del anime me viene a la mente ahora -dijo Eta mientras miraba de reojo al enmascarado, quien se había desentendido momentáneamente del asunto y calculaba la dirección del viento con un dedo humedecido con la punta de su lengua.
- De todas maneras, yo creo que si queremos volver a la normalidad primero tenemos que saber por qué nos ocurrió esta desgracia -Nakago se cruzó de brazos y miró con rabia a Eclipse-. ¡Oye! A ver si nos haces caso y te dejas de payasadas...
- Eh, bueno, la respuesta no es tan sencilla, amigos -explicó Eclipse mientras que Cadmio y el líder de los guerreros de Lambda lo miraban con furia asesina-. Pero ya que me ven de esa manera, trataré de explícaselos -Acto seguido, el Espía Estelar se colocó unas gafas y se puso una bata de científico-. Bien, si multiplicamos la masa por la velocidad de la luz al cuadrado tenemos energía, la cual es producto de la desintegración de la materia... .
- ¡ARGHH! ¡¿No puedes enseriarte ni siquiera por este momento?! ¡¡Ahora tengo que volver a ensayar todos los pases de baile que había aprendido, maldición!!
Al ver la reacción tan iracunda de Misao Okita, tanto Cadmio como Nakago se hicieron a un lado y dejaron que la chica sacudiera al espía tanto como deseara. Incluso Eta sintió lástima por el infeliz enmascarado.
- Eso me recuerda a aquella vez en Lambda cuando Misao masacró a Mel y Liza al mismo tiempo porque ellas habían secuestrado a Nakago para... jugar con él...
- Creo que no conviene hacer enfadar a la mocosa -murmuró Cadmio por su lado.
- ¿No es preciosa cuando se enoja? -murmuró Hayato con corazoncitos en los ojos.
- Tal vez... -musitó Nakago procurando que nadie lo oyera.
- Eh, bueno, Misao, la verdad es que el Time-wave pudo transpórtanos a cualquier parte del universo y del tiempo -dijo Eclipse mientras la chica lo miraba fieramente, dejando entrever unos afilados dientes.
- ¿¿Ah, sí?? ¡Vaya, gracias por aclarármelo! -dijo Misao en tono sarcástico-. ¡Eres de mucha ayuda! -acto seguido, Misao terminó a Eclipse haciéndole una llave de esas que sólo la Roca puede lograr.
- Menos mal que no aparecimos en el universo de mi Pequeño Pony, entonces... -comentó Nakago.
- ¿Y ahora qué hacemos? -inquirió Warrior Triangle.
- Tal vez explorar un poco -propuso Eta-. No logramos nada quedándonos en el mismo lugar.
- Concuerdo con la bola de pelos -opinó Cadmio, cruzándose de brazos-. Tratemos de buscar a alguien que pueda decirnos en qué lugar estamos. No sé por qué, pero tengo la impresión de que no estamos en la Tierra.
Tras caminar unos cuantos metros, Nakago divisó lo que parecía ser una máquina de refrescos entre un par de árboles y varios arbustos. Lo curioso era que junto a la máquina de refrescos había un televisor sobre una pequeña mesita.
- Hmmm... indicios de civilización -dijo Nakago-, lo raro es ver dos cosas tan distintas una junto a la otra, y peor, en un lugar como éste.
- ¡Yo quiero uno de fresa! -exclamó Eclipse al tiempo que salía corriendo.
- ¡Y yo uno de cola! -gritó Hayato, siguiendo al enmascarado.
- ¿Una máquina de refrescos? -preguntó Cadmio, alzando una ceja-. Eso indica que hay gente cerca de aquí. Quizás el estúpido aparato de Eclipse sólo nos transporto fuera del estudio.
- Bueno, no sé -dijo Eta extrañado al igual que Nakago-. Eso se ve medio raro.
Eclipse se acercó a la máquina e introdujo una moneda, luego presionó uno de los botones y espero. Nada ocurrió. Desesperado y creyendo que el armatoste se había tragado su moneda, comenzó a patear la base en espera de que la lata cayera de un momento a otro.
- Uuhhh, no creo que esa sea buena idea -dijo Nakago. - Siempre pasa algo malo cuando uno hace eso.
Entonces, el enmascarado se hinco en cuclillas y se asomó por la rendija de la máquina. De repente, cayó de espaldas al suelo y comenzó a gatear hacia atrás mientras abría la boca para dejar escapar un grito de horror.
- ¡¡Agghhh!! ¡Esa máquina está llena de unas cosas verdes con ojos saltones!.
- ¿Serán sapos? -comentó Nakago.
- ¡¡Ahhh!! ¡¡Protégeme, Naki-chan!! -gritó Misao abrazándose de su amado (la chica aprovecha cualquier tonta oportunidad para hacer eso).
- ¡Miren! ¿Qué son esas cosas? -exclamó Hayato mientras unos extraños seres parecidos a las babosas, aunque de mayor tamaño, salían de la máquina de refrescos en grandes cantidades. Las criaturas comenzaron a arrastrarse por el suelo a gran velocidad sin prestar la menor atención a Nakago y los otros. Parecía como si estuvieran huyendo de algún peligro.
- Demonios, son viscosos y asquerosos -dijo Eta apartándose del camino, pues varios de los bichos lo estaban rozando al pasar.
- Me importan un pepino esos animalejos -gruñó Cadmio con enfado-. Lo único que quiero es regresar al estudio y luego volver a la normalidad cuanto antes. ¡¡Qué no hay nadie en este maldito lugar que nos pueda decir en dónde estamos!!.
- Yo puedo ayudarlos -dijo una de las criaturas-. Pero antes de eso, quiero una cita con esa linda chica de cabello azul y lindas facciones.
- Anda la osa -murmuró Eclipse con asombro-. Una babosa que habla.
- ¿Una cita? Vaya, ¿qué opinas, Misao? -preguntó Nakago. - Sólo aguanta una media hora con este engendro y...
- ¡¡¡Eeehhh!!! ¡¡Nooo!! ¡¡Yo no quiero tocar a esa cosa!! -chilló Misao bastante asustada.
- ¡Olvídalo, sucia babosa! ¡Nadie tocará a mi hermosa Misao-chan! -exclamó Hayato, colocándose frente a Misao para defenderla-. Esta chica tiene un caballero andante que siempre la protegerá contra los peores villanos. Lucharé en la playa, lucharé en las calles, venceré, sobreviviré... .
- Bueh. Un poco más y se pone a cantar "Adelante, Maestro Pokémon" -dijo Eta despectivamente.
- No soy una babosa, sino un digimon y estamos en el Digimundo -les informó la extraña criatura con algo de malestar-. Soy un Numemon.
- ¿Digimundo? Recuerdo algo de eso... ¡Ah, claro! ¡¡De ahí venían esa niña del sombrero y el niño de la laptop!!
- Mimi y ... ese niño de cabellos parados, nunca me acordé de su nombre -dijo Eta.
- Creo que se llamaba Bill Gate, ¿o era Izzy? -murmuró Eclipse mientras Eta exhalaba un profundo suspiro de resignación.
- ¡Como sea! -gritó el gato sumamente enfadado-. Mejor sigamos explorando, estos Nume-como-se-llamen sólo nos hicieron perder el tiempo.
- Pues sí yo fuera alguno de ustedes, huiría lo más rápido posible.
- ¿Ah, sí? ¿Y eso por qué, pequeña babosa? -le preguntó Eclipse.
El Numemon frunció las cejas. Aquel enmascarado había vuelto a llamarlo "babosa".
- ¡Dije que soy un digimon!.
- No te gastes, Numemon, él te seguirá llamando como a él le plazca -Eta lanzó un suspiro-. ¿Y por qué debemos huir precisamente?
- Deben huir porque un malvado virus conocido como Sircamm está destruyendo la Internet junto con todo su contenido. Muchos han luchado contra él y han perecido en el intento. Sircamm es un ser de grandes poderes y ha inutilizado las computadoras de muchas personas.
- En lo personal pienso que el virus bolita es el peor -dijo Misao rascándose la cabeza.
- Interesante historia, pero no me interesa, Numemon -dijo Cadmio antes de darse la vuelta-. Ahora dinos cómo salir de aquí.
- Sí, empieza a darme mala espina este lugar -Nakago vio de reojo a la máquina de refrescos y al televisor-. Nada parece tener mucho sentido.
- Nuestra última esperanza es que un héroe decida derrotar a Sircamm -comentó el Numemon sin prestar atención a lo dicho por Nakago-. Ustedes parecen grandes héroes, ¿por qué no nos ayudan a luchar contra él?. Sí lo hacen, nosotros podríamos ayudarlos.
Cadmio, Nakago, Eclipse, Eta, Hayato y Misao se miraron los unos a los otros con desgano. A pesar de que, a excepción de Hayato, todos habían participado en batallas contra algunos de los más poderosos villanos de los fanfics, ninguno de ellos parecía dispuesto a ir a pelear con el tal Sircamm.
- Lo siento, creo que pasamos... sobre todo yo, no puedo rebajar mi nivel de haber derrotado al poderoso Kohr a derrotar a un tal Sir Cam... -intervino Nakago.
- Nakago tiene razón, por el momento tenemos nuestros propios problemas -sentenció Cadmio en forma tajante-. No hemos venido hasta aquí para luchar contra los virus de computadora.
- Yo sólo pelearé por mi Misao -declaró Hayato, acercándose a la susodicha.
- Y yo pelearé contigo hasta matarte si no dejas de pegarte tanto -Misao tomó el brazo de Nakago y se acercó a él aún más.
- Anda la osa, jamás me habían pedido que peleara contra un virus de computadora -murmuró Eclipse emocionado con la idea-. ¿Por qué no mejor te consigues la última versión de Mcafee?. Claro que también está el Norton o el antivirus que tiene un panda en la caja.
- En todo caso podríamos intentar con un simple algoritmo que lo engañe y despiste -teorizó Eta-. Pero claro, para eso tendría que tener alguna computadora portátil y aquí no hay ninguna...
- ¡¿Crees que sí fuera tan fácil derrotar a Sircamm no lo hubiéramos intentado ya?!.
- Pero es que su nombre tampoco inspira mucho respeto -dijo Misao.
- Bueno, ahora no sé qué hacer... -dijo Nakago pensativo-. Este renacuajo se ve desesperado.
- ¿De verdad es tan poderoso ese tal Sircamm? -preguntó Cadmio, que por primera vez parecía mostrar algo de interés en tema-. ¿Pues qué clase de poderes tiene?.
- Sircamm es un ser de grandes poderes y habilidades fuera de serie -declaró el Numemon-. Dicen que él solo fue capaz de humillar a todos los héroes de la Marvel y la DC, ya con eso les digo todo.
Al instante, todos intercambiaron miradas. Sí aquel misterioso villano había sido capaz de barrer el suelo con héroes de la talla de Superman, la Mujer Maravilla, Spiderman, Jim Lombriz o los Cuatro Fantásticos, entonces estaba claro que no se trataba de un sujeto ordinario. Sin duda debía ser alguna clase de semidiós que había bajado de los cielos a darle un escarmiento a los mortales.
- En la torre, amigos -murmuró Eclipse algo preocupado-. Si ese maloso logró vencer a tantos héroes, mejor ni le entramos. Capaz que desquita toda su ira con nosotros y no queda ni nuestro recuerdo.
- Pues no sé ustedes pero a mí ya me dieron ganas de conocerlo -Nakago levantó un puño entusiastamente.
- ¿Qué, a ti ya te dio el complejo de Goku? -inquirió Eta alzando una ceja-. Mejor te vas olvidando de tantas peleas inútiles si no quieres terminar igual de tarado que ese saiya-jin.
- Pero de todas maneras, yo creo que tarde o temprano lo vamos a encontrar y entonces tendremos que luchar contra él -dijo Misao.
- Misao tiene la razón -dijo Hayato tontamente.
- Ah, que se me hace que le tienen miedo a Sircamm -dijo el Numemon, mirándolos con el ceño fruncido.
- ¿Miedo? Ja, Ja, Ja -se burló Eclipse-. Babosa, ¿acaso no sabes quienes somos? Nosotros hemos peleado con verdaderos villanos que te harían estremecerte con solo oír sus nombres. Además, sí esto no fuera suficiente, también nos dedicamos a entrevistar autores de fanfics, lo cual es todavía más peligroso.
- Si lo sabré yo -dijo Eta-. Tener que aguantar cada capítulo todas tus tonterías.
- ¿Qué te ocurre, Palanqueta? -preguntó Eclipse a Eta-. Últimamente andas de muy malhumor. Para mí que necesitas novia cuanto antes.
- ¿Entrevistan a autores de fanfics? -repitió el Numemon con algo de incredulidad y temor-. Entonces ustedes son... ¡los niños elegidos!.
Al escuchar dicha declaración, Nakago y Misao por poco se van de espaldas.
- ¡¡Ah, no!! -protestó Nakago-. Yo ya tengo más que suficiente con saber que soy una reencarnación de un guerrero que vivió hace miles de años en un planeta muy lejano y que estoy atado a una obligación que no pedí... Lo que más ansío es una vida normal... Respirar aire puro, tener novia, disfrutar momentos de solaz con mis amigos y familiares... -una luz iluminó a Nakago mientras pronunciaba aquel dramático discurso existencial. Mientras tanto, los demás lo veían con una mezcla de confusión y vergüenza.
- Je, je, lo que Naki-chan quiere decir es que ya tenemos suficientes obligaciones como para encima encargarnos de ser digi-destinados -intervino Misao-. Además ni siquiera tenemos compañeros digimon, lo más cercano es este gato que ves aquí con nosotros y que se llama Eta.
El Numemon, por su parte, vio a Eta de arriba a abajo.
- Hmmm, está un poco desnutrido, pero yo creo que podría librar una que otra batalla. ¿Puedes digievolucionar, al menos? -preguntó el Numemon. Eta, por su parte, le metió un buen zarpazo en el rostro (o lo más cercano a un rostro que un Numemon tenga) que hizo salir volando al digimon por los aires hasta estrellarlo con un árbol cercano.
- Ni soy un digimon o un pokémon, mucho menos un medabot o una carta Clow -protestó Eta, claramente ofendido-. Soy un simple gato y soy el segundo al mando en el planeta Lambda.
- Con razón valió gorro el planeta Lambda -farfulló Cadmio a su vez-. Eso me recordó la vez en que Caligula nombró cónsul a su caballo.
- ¿De verdad eras el número dos del planeta Lambda, Neta? -inquirió Eclipse con un brillo de interés en su mirada.
- ¡Claro! Es más, no sólo del planeta Lambda sino de toda la Alianza.
- Que curioso -repuso el enmascarado tras un instante de reflexión-. Siempre creí que eras un Meowthtwo.
- ¬_¬... ¡¡eso es para despistar al público, ignorante!! -exclamó Eta-. ¡¡Yo no soy un Meowthtwo!!
- Ok, como sea... auch... -musitó el Numemon incorporándose trabajosamente después del castigo recibido-. Tal vez ustedes no tengan ni idea pero yo les aseguro que ustedes son los niños elegidos.
- Momento, aquí los únicos mocosos son Nakago y Misao -protestó Cadmio-. Yo quizás tenga apariencia de niño, pero en realidad tengo veintitantos años. En cuanto a este tal Hayato, pues debe tener la misma edad que Nakago
- En realidad es un par de meses mayor... ¿o menor? Bah, a quién le importa -dijo Misao.
- Misao tiene toda la razón -volvió a decir Hayato.
- Y a propósito, ¿cómo fue que tú viniste a parar con nosotros? -dijo Nakago viendo al patético de Hayato-. Sólo estorbas.
- ¿Envidia o coraje? -se defendió Hayato.
- De todas maneras, tú también estás incluido en esto de los niños elegidos, lo quieras o no -dijo Misao dirigiéndose a Cadmio, sumamente enfadada por la indiferencia de éste ante la situación.
- Mira, escuincla boba -dijo Cadmio, mirando a Misao duramente-. ¿Por qué no mejor guardas silencio?.
- ¿Pero tengo o no tengo razón? -gruñó la chica (niña, en este caso)-. Ahora eres un niño igual que nosotros, y por si no te diste cuenta, soy más alta que tú.
Cadmio se mordió el labio inferior, furioso ante aquella declaración.
- Tal vez tenga cuerpo de infante, pero yo soy un hombre.
- ¡Ya! Basta... -reclamó Eta, ya harto de tantos desvaríos-. ¿Por qué mejor tú, cosa verde, no nos explicas este asunto de que ellos son los niños elegidos?
- Sí, la leyenda dice que un grupo de niños venidos desde el mundo místico salvará al Digimundo -explicó el Numemon con las manos entrelazadas-. Y sí ustedes hacen cosas tan arriesgadas como las que dicen, entonces ustedes son nuestros salvadores.
- ¿Mundo místico? -repitió Eclipse, quien ya estaba empezando a creer que el Numemon estaba delirando-. Chispas, esta babosa ya está desvariando seriamente. Para mí que se le cruzaron los cables y está enredando las cosas.
- Yo me conformo con hacer lo que sea con tal de volver a la normalidad -dijo Misao.
- Claro, ¿qué tan difícil puede ser vencer a ese tal Sir Cam? -Nakago lucía muy envalentonado-. Busquémoslo, pateemos su trasero y luego larguémonos de aquí.
- En realidad la situación es más complicada de lo que parece -declaró Ryo Urawa, quien misteriosamente salió de entre los arbustos-. Vaya, veo que todos se convirtieron en niños.
- ¡¡Ehh! ¿Y tú? ¿De dónde saliste? -preguntó Nakago casi gritando.
- Cierto, ¿cómo llegaste hasta aquí? -preguntó Cadmio, igual de extrañado que Nakago.
- Bueno -tartamudeó Ryo, tomándose la nuca mientras hablaba-. Hace poco los patrones se enteraron que ese tal Sircamm había secuestrado a Asuka y quise venir a rescatarla para demostrar mi valor.
- ¿¿Secuestrado a Asuka?? -Misao lucía bastante extrañada-. ¿Pues cómo un virus de computadora puede haber capturado a alguien del mundo real?.
- Y además qué valor puedes tener tú... -murmuró Nakago con desprecio. Ryo Urawa, por su parte, sonrió y se dirigió hacia el líder de los guerreros de Lambda.
- ¿¿Ehh?? ¿¿qué fue lo que dijiste??... no te oí, mocoso elegido -Ryo sonrió burlonamente-. Por si no te diste cuenta ahora soy más grande y más fuerte que tú.
- ¿Y qué con eso? -sonrió Nakago de vuelta, de la misma manera que Ryo-. Al menos Ami no sale conmigo por lástima sino porque de verdad le gusto.
Ryo, enfurecido por aquellas palabras, tomó a Nakago del cuello de la camisa y lo alzó hasta la altura de sus ojos. Nakago entonces se dio cuenta de que quizás no había sido algo muy prudente provocar a Ryo de aquella manera, dada la situación.
- Ehhh... je, je, je... Ryo... recuerda que tú y yo somos amigos, ¿eh? Sabes que todo es en broma... -rió Nakago nerviosamente-. Acuérdate de cómo me cediste a Ami tan caballerosa y deportivamente en el episodio 14 de La Alianza...
- Ese era un guión escrito que tenía que seguir -rió Ryo mientras un aura maligna lo cubría y sus dientes se mostraban afilados-. Finalmente ha llegado el momento de mi venganza...
- ¡¡Suelta a mi Naki-chan, tonto!! -Misao se abalanzó sobre Ryo tratando de darle una andanada de golpes, pero lo único que se limitó a hacer éste fue contenerla en su sitio, poniendo su pie derecho sobre su cabeza para evitar que avance.
- Anda la osa -murmuró Eclipse con preocupación-. Ahora que somos niños, Ryo va a convertir a Nagasaki en jalea de pavo.
Eta, por su parte, se volvió para ver a Cadmio y Hayato.
- Saben qué, sería GENIAL si los ayudaran de alguna manera.
- Sí Nakago no puede salir de esta él solo, entonces no es un verdadero guerrero y merece ser apaleado -sentenció Cadmio serio como un juez.
- No pensarás que yo voy a defender a Nakago -lo secundó Hayato.
- ¿Y no te importa que tu amiga Misao trate de defenderlo? -preguntó Eclipse de repente.
- Ehhh... tienes razón -dijo Hayato rascándose la cabeza-. Pero mientras no la golpee creo que está bien, además sólo lo interrumpiría en su labor de terminar con ese infeliz que me quitó a mi Misao-chan.
- Por favor, niños elegidos -intervino el Numemon de quien todos ya se habían olvidado-. Sería bueno que dejaran todas sus diferencias a un lado al menos por ahora. Tenemos un enemigo común al cual vencer.
Eclipse se rascó la cabeza.
- Es verdad -convino el espía-. Tenemos que derrotar al virus de computadora.
- No veo que tenga que ver Nakago con eso -dijo Cadmio-. Yo sólo soy capaz de derrotar a ese Sircamm con una mano atada a la espalda. No necesitamos a Nakago para eso.
- ¿Cómo que qué importa? ¡Él es su amigo, ¿no?! -estalló el Numemon-. ¡Además es un niño elegido y no nos conviene que muera!
- La babosa tiene razón -dijo Eclipse, mirando como Ryo continuaba sacudiendo al héroe del fic "La Alianza"-. Tenemos que ayudar a Nakago y... -Los ojos del Espía Estelar se clavaron en el televisor que estaba a un lado de la máquina de refrescos y luego consultó su reloj-... aunque, bueno, Ryo quizás sólo está jugando un poco con Nagasaki. Ahora sí no les molesta voy a ver mi programa favorito.
- Grr... Sólo a ti se te ocurren esas cosas en un momento como este. Es obvio que Ryo no está jugando simplemente como tú piensas -dijo Eta, mientras veía como el rostro de Nakago empezaba a cambiar a muchos y diversos colores.
- Así es, Beta, este artefacto se llama televisión -repuso Eclipse totalmente ajeno a lo que el gato le decía.
El espía enmascarado se dirigió hacia el televisor y lo encendió, presionando el interruptor. Empezó a girar la perilla para cambiar de canal (es un modelo de TV muy antiguo el que está en el digimundo), y súbitamente encontró algo que le llamó la atención.
- ¡Anda la osa! -exclamó Eclipse alegremente-. ¡Dibujos animados!.
Sin embargo, y en lo más entretenido del asunto, la pantalla del televisor se oscureció repentinamente. De un segundo a otro, empezó a brillar y a emitir una serie de rayos de luz.
- ¡Diantres! La televisión está fallando. Me preguntó sí habrá algún técnico por estos lugares.
- Dudo mucho que haya servicio técnico en un lugar como este -murmuró Eta mientras movía la cabeza en señal de desaprobación.
- Mamá, eso parece un poltergeist... -Hayato se escondió detrás de un árbol, asustado.
- ¿Acaso se tratará de Sircamm? -murmuró Cadmio, frunciendo el entrecejo.
Los rayos de luz cesaron, pero la pantalla seguía brillando. Poco después, algo empezó a salir de dentro del televisor, algo que parecía ser el ala de algún tipo de ave.
- ¡Cruz, cruz! -exclamó Eclipse-. ¡Que se vaya el poltergeist y que venga Jesús!.
Cadmio alzó ambas cejas con escepticismo.
- ¿Pero qué diablos es eso?.
- Mamá, mamá... el monstruo me come... -empezó a sollozar Hayato, agazapado cual niño llorón y cubriéndose la cabeza.
- Se nota que no has cambiado nada desde aquellas épocas en que entrenabas en Lambda -dijo Eta.
Finalmente, la extraña criatura salió por completo... y si ya nuestros amigos se habían quedado sorprendidos con la apariencia del Numemon, lo que ahora estaban viendo sobrepasaba todo rango de ridiculez. Se trataba de una especie de pollo, con una vincha negra en la cabeza y una capa azul. Sobre su pecho se mostraba un símbolo que era el de una grande "C" de color amarillo... además, usaba un par de gafas oscuras.
- ¡¡Es Súper Gallina! -dijo Eclipse en voz alta-. Seguramente vino a realizar una buena acción con el objeto de obtener algunas perlas que luego usará para convertirse en la súper heroína que ella quiera.
- ¡Esa es Súper Cerdita, inútil! -le gritó Cadmio a Eclipse.
- Yo sinceramente no encuentro dentro de mí palabras para decir -balbuceó Eta.
- ¡¡¡AHHH!!! ¡¡Es el maligno pollo de otra dimensión!! -exclamó Hayato aterrorizado, al mismo tiempo que una mancha oscura aparecía en la entrepierna de sus pantalones.
- De repente es una de las cartas Clow que llegó por accidente -teorizó Eclipse, dando un paso atrás-. Espero que Sakura y sus amigos no se vayan a tardar.
- ¡¡Yo soy Chickenmon!! -anunció el extraño pajarraco-. ¡Vine porque presentí el peligro! ¡Alguien está lastimando a mi camarada y no lo voy a permitir!
Chickenmon hizo un rápido reconocimiento de la situación, observando hacia todos lados. Repentinamente divisó a Ryo estrangulando a Nakago, y supo qué era lo que tenía que hacer.
- ¡No temas, camarada! ¡Voy al rescate! ¡Y los demás, háganse a un lado... déjenmelo todo a mí!
- Genial -resopló Cadmio, alzando los ojos al cielo-. Como sí no tuviéramos suficiente con todo, encima llega una gallina parlante.
Chickenmon, haciendo su capa azul a un lado con su ala, emprendió el vuelo hacia la cabeza de Ryo. Acto seguido, se posó sobre ella con sus afiladas garras, las cuales lastimaron la frente del muchacho, quien se vio obligado a soltar a Nakago. Éste cayó sobre Misao y ambos quedaron adoloridos y agotados.
- ¿Te atreves a lastimar a un niño indefenso, ehh? ¿Por qué no te metes con alguien a quien puedas enfrentar? -exclamó Chickenmon mientras picoteaba la cabeza de Ryo.
- ¡Ay, ay! -exclamó Ryo, tratando de sacudirse al pollo de encima suyo-. ¡No, no! ¡Ya tuve suficiente con aquel episodio en que me cercenaron la cabeza!
- ¿Habla del episodio donde desperté mi verdadero poder? -preguntó Eclipse a Cadmio, quien le lanzó una mirada hostil.
- En realidad te desmayaste -le recordó el Caballero Celestial-. Vaya, esa gallina no resultó tan inútil, aunque eso de Chickenmon... .
Nakago, tras haber tomado algo de aire con sumo alivio, se incorporó y ayudó a levantarse a Misao. Ambos voltearon y vieron a un pollo picoteando la cabeza de Ryo. La clásica gota de sudor apareció en sus frentes.
- Eta, ¿qué...
- No preguntes -murmuró el gato-. Hey, un momento. Tal vez el Numemon pueda decirnos algo.
- Si mal no recuerdo -empezó el Numemon-. Chickenmon es un digimon del tipo... ridículo, y pesa 20 kilobytes, más 2048 bytes defectuosos que equivalen a aquel horrible atuendo que trae puesto. Su técnica especial es desconocida, pero se dice que tiene un gran poder.
- ¿Esa cosa tiene poder? -murmuró Cadmio para luego soltar una risotada-. No me hagas reír, por favor.
- 20 kilobytes, más 2048 bytes defectuosos -repitió Eclipse, acariciándose la barbilla-. Me pregunto sí también puede digi-evolucionar.
- ¡¡Noooo!! ¡¡Mamá, no me dejes!! ¡¡No quiero quedarme solo con el cuco!! -gritaba Hayato como desquiciado, todavía detrás del árbol. Nakago, harto de él, lo arrastró hacia la escena del combate.
- Por si no te diste cuenta, zoquete, ese pollo nos está ayudando.
- Oye, algo apesta -dijo Misao, y vio los pantalones sucios de Hayato-. Ahh, debí de suponerlo...
De una u otra manera Ryo logró finalmente deshacerse del pollo y sus picotazos. Ambos contrincantes quedaron frente a frente.
- No sé qué demonios seas tú, pero es obvio que eres un obstáculo entre mi amada Ami y yo -dijo Ryo con voz amenazante-. Ahora es mi turno.
- No lo creo así. Vine para proteger a mi camarada y lo voy a hacer aunque tenga que dar mi vida.
Un aura empezó a emanar de Chickenmon. Todo su cuerpo comenzó a brillar, y empezó a realizar unos movimientos con sus alas. Movimientos que por cierto a Nakago, Misao y Eta se les hicieron bastante familiares.
- ¡No puede ser! -exclamó Eta-. Esos son los movimientos que Nakago hace para realizar su técnica, Blue Expansive Wings.
- Increíble. Hasta un pollo conoce mi técnica -murmuró Nakago desalentado.
Cadmio dirigió una mirada impasible a Nakago.
- En realidad cualquiera puede imitar una técnica tan simple como esa.
- Es cierto -concordó Eclipse-. Incluso yo estoy preparando mi propia versión.
Una vez que Chickenmon hubo terminado con los movimientos, se preparó para lanzar el ataque.
- Kentucky... Hot... Wings!!!
La técnica fue usada con un nombre ligeramente distinto para evitar demandas por derechos de autor, claro está (el problema legal ahora va a ser con KFC). El ataque de ambas elipses de energía se dirigió velozmente hacia el pobre de Ryo Urawa, quien no atinó a hacer nada más que quedarse parado y recibir ambas elipses de lleno. La mitad de su cuerpo salió volando hacia el horizonte, mientras que sus piernas se quedaban paradas en su sitio.
- Guácala -dijo Misao apartando la mirada.
- Je, no lo hizo tan mal. Claro, mi técnica tenía que ser -presumió Nakago.
- ¿Kentucky Hot Wings? -murmuró Cadmio claramente contrariado-. Eso parece nombre de un platillo. A ver sí no resulta que el coronel Sanders entrenó a ese pollo.
- Bravo, Gallinamon -aplaudió Eclipse, emocionado.
Eta, entre tanto que los demás comentaban la pelea, se acercó hacia Chickenmon.
- Oye... ¿por casualidad no nos hemos visto antes? -le preguntó el gato-. Que se me hace que nosotros de una u otra manera te conocimos en Lambda pero no nos acordamos.
- No sé -respondió Chickenmon-. ¿Qué es Lambda, además?... bueno, no importa -Seguidamente el pollo se acercó volando hacia Nakago y lo rodeó con sus alas. El muchacho no tuvo más remedio que recibirlo en sus brazos.
- Ehhh... disculpa, pero...
- ¡Camarada! ¡¡Finalmente tú y yo estamos juntos!! Estaba esperando este momento desde que era un digihuevo -anunció Chickenmon alegremente.
- Ese pollo me da mala espina -dijo Cadmio en voz baja-. Menos mal que eligió a Nakago como camarada.
- Eso del huevo me hizo recordar una de las mayores dudas existenciales del universo, ¿qué fue primero, la gallina o el huevo? -reflexionó Eclipse por su parte.
- Ven, yo les dije que ustedes eran los niños elegidos -dijo el Numemon orgullosamente.
- Se le ve un pajarraco bastante simpático -dijo Misao mientras se acercaba a él y le acariciaba la cabeza. Sin embargo, Chickenmon al sentir el contacto de aquella mano extraña, le lanzó un picotazo.
- ¡Hey! -exclamó Misao sobándose.
- Yo sólo permito que mi camarada me toque -Chickenmon tenía un cierto fuego en la mirada que hizo retroceder a Misao.
- Vaya, y yo que pensaba que era amigable...
- He escuchado de amistades absorbentes, pero esto es ridículo -declaró Cadmio observando a Chikenmon-. Ese pollo parece una novia celosa.
- Déjalo, a mí puedes acariciarme todo lo que quieras -Hayato se acercó a Misao pero ésta, sin siquiera dignarse a verlo, lo noqueó de un golpe en plena nariz.
- Bueno... sea como sea es un gusto contar con algo más de ayuda -dijo Eta, aunque no muy convencido de sus propias palabras.
- Bien dicho, Seal -dijo Eclipse-. Estoy seguro que con la ayuda de Súper Pollo lograremos vencer a Sircamm.
- En fin -suspiró Cadmio para luego volverse hacia el Numemon-. Dinos qué tenemos que hacer para encontrar a ese tal Sircamm.
- ¡Así que finalmente se deciden! -dijo el Numemon-. Está bien, pero les advierto que... el camino es largo y difícil y deberán enfrentar una gran cantidad de pruebas. Es una búsqueda que les exigirá el máximo de sus capacidades físicas e intelectuales. Además, deben mostrar una disposición al trabajo en equipo y pase lo que pase, no permitan que el desaliento, el desánimo y mucho menos la desesperanza se apoderen de ustedes. Sólo así su esfuerzo, valor y determinación se verán recompensados y podrán asir firmemente la antorcha de la victoria.
- No me digas... -dijo Nakago con rostro de aburrimiento, harto de escuchar siempre el mismo rollo.
- Te advierto que me estoy cansando, especie de gusano -declaró Cadmio, mirando fijamente al pequeño Numemon-. Dinos en dónde está Sircamm.
- ¡Aburrido! -gritó Eclipse, burlándose de las palabras del Numemon.
- Vamos, veamos qué tiene que decirnos -los calmó Eta.
- Lo que sea por Misao-chan -intervino Hayato, quien ya empezaba a caer pesado (sobre todo a Misao).
- ¡Está bien! -exclamó Chickenmon con mucho entusiasmo-. Ya quiero tener mi primera aventura con mi camarada.
- De acuerdo... les diré lo que tienen que hacer -un halo de misterio cubrió al Numemon-. Primero que nada, deberán ir a lo alto de aquellas montañas, más conocidas como los Nevados de la Perdición. El que entre ahí, pierda toda esperanza de salir con vida... Tras eso, encontrarán a tres poderosos y legendarios digimon del tipo Antivirus, conocidos como WarMcafeedramon, MetalHackermon y AtlurPC-cillinmon. Ellos no se dignarán a bajar al mundo del común de los digimon, pero si logran pasar una serie de 4 pruebas que ellos les impondrán (conocidas como las pruebas de la Amistad, Valor, Confianza y Honestidad), podrán convertirse en discípulos suyos y aprender la legendaria súper-técnica secreta de la HiperVacuna, con la cual serán capaces de vencer a Sircamm. Una vez que regresen de su entrenamiento, es muy probable que tengan que cruzar por el Bosque de las Sombras y el Desengaño, en donde seguramente encontrarán a SuperWyvernmon, un megadigimon poseedor de tres cabezas, y para derrotarlo deberán conseguir el agua ultrasagrada de la Laguna de las Vicisitudes...
- Y qué tal si mejor nos vamos por ahí -señaló Misao hacia un camino que tenía un letrero con la leyenda "Por aquí se va a la guarida secreta de Sircamm, sean bienvenidos". Absolutamente todos se fueron de espaldas.
- Este mundo sí que es extraño -murmuró Eclipse.
- ¿Así que había otro camino después de todo, eh? -farfulló Cadmio, lanzando una mirada amenazante hacia el Numemon.
- Ehhh, ¡sí, sí!, esa iba a ser mi otra opción -se disculpó el Numemon sobándose la nuca, algo avergonzado.
- Mejor veámonos de una vez -propuso Nakago, con Chickenmon sobre su hombro.
- Vaya, pero que gallina tan confianzuda -murmuró Cadmio entre dientes.
- Así es como deben comportarse los verdaderos camaradas -dijo Eclipse. Acto seguido, volvió la mirada hacia donde estaba Eta y se palpó el hombro-. Ven, Neta, tú también puedes subirte aquí.
- ¿Eh? Estás loco si quieres que vaya sobre tu hombro. Yo no soy tu compañero digimon ni nada que se le parezca -protestó Eta.
- Pero sí tú dijiste que eras un pokémon -le recordó el enmascarado.
- Ya hablaremos sobre eso cuando regresemos -gruñó Eta.
Así, el grupo de héroes, con Nakago, Cadmio y Chickenmon a la cabeza y Eclipse, Eta, Misao y Hayato siguiéndolos de cerca, emprendieron aquella nueva aventura en busca de Sircamm y el regreso a la normalidad (y a las entrevistas de siempre).
- Ahhh... Ahí va todo un grupo de verdaderos héroes. Me inspiran más confianza que ese pesado de Taichi -dijo el Numemon, pensativo.
****
Mientras nuestros héroes avanzaban por el camino que Misao había descubierto (ahorrándoles el viajecito a los Nevados de la Perdición), Nakago divisó a cinco infantes prepubertos que se dirigían hacia ellos desde el otro lado del camino. Se trataba nada más y nada menos que de Daisuke, Takeru, Ken, Yolei, Iori y Hikari, los nuevos niños elegidos de la serie Digimon Adventures 02.
- ¿Quién anda ahí? -preguntó Daisuke.
- Eso íbamos a preguntar nosotros -dijo Nakago. - Somos un grupo de héroes de otra dimensión.
- ¿Qué cosa? -preguntó Ken, que traía entre sus manos a Wormmon-. ¿Quiénes son ustedes? ¿Acaso también son niños elegidos?.
Cadmio miró a Eclipse por un segundo antes de responder.
- Ni que el Creador lo mande, mocoso. Tal vez este chiquillo llamado Nakago con el pollo sobre el hombro lo sea, pero al menos yo no estoy metido en eso. Nosotros estamos aquí para derrotar a Sircamm y así poder ganarnos el boleto de regreso a nuestra dimensión. Yo soy Cadmio, ella es la "arrastrada" de Misao, él es el "arrastrado" de Hayato, aquel es la "bola de pelos" llamada Eta y este de aquí lado es el "idiota enmascarado". Ah, y claro, este pollo con capa y lentes dice llamarse Chickenmon.
- Saludos colegas -dijo Chickenmon extendiendo un ala en forma de saludo. Wormmon, Patamon, Armadimon, Tailmon, V-mon y Hawkmon devolvieron el saludo.
- Qué grosero -se quejó Misao-. Yo no soy ninguna arrastrada.
- Yo sí, yo sí, arrastrado por tu amor -babeó Hayato mientras observaba a Misao. Tanto sus compañeros de viaje como los niños elegidos y los digimon lo vieron con suma lástima.
- A que Cadmio -sonrió Eclipse-. Se confundió con mi nombre. Yo no me llamo "idiota enmascarado", sino Eclipse.
- Mejor que la verdad le permanezca oculta -le murmuró Eta a Nakago.
- Ah, yo soy Daisuke y...
Antes de que el chico pudiera terminar de hablar, Hayato lo sujetó rápidamente por el cuello y comenzó a estrangularlo con todas sus fuerzas. La cara de Daisuke cambió a un color morado rápidamente.
- ¡¡¡Pequeño demonio, por tu culpa Taichi dejó de ser el protagonista!!! ¡¡¡Ese chico tenía posibilidades en el Anime Grand Prix!!!.
- Oye, le estás haciendo daño -dijo Ken, sujetando uno de los brazos de Hayato.
- Ah, deja que se diviertan un poco -murmuró Hikari a la vez que Tailmon asentía con la cabeza.
- ¿Divertirse? ¡Lo está ahogando!... a mí hace un rato casi me matan de la misma manera -intervino Nakago.
- Bueno, es que se ven muy tiernos así -respondió Hikari encogiéndose de hombros.
Mientras que V-mon trataba de salvar a su camarada, entiéndase Daisuke, Yolei se dirigió a Misao para hablarle. Hawkmon, Patamon y Tailmon se congregaron alrededor de las dos chicas.
- Nosotros también vamos a derrotar a Sircamm ya que nos dijeron que quiere conquistar la Internet y por ende el Digimundo.
- ¿Ah sí? Me imagino que seguramente vienen de los Nevados de la Perdición, en donde se encuentran tres poderosos y legendarios digimon del tipo Antivirus...
- No, no -dijo Hawkmon-. Venimos del restaurante de Digitamamon y luego encontramos un letrero que nos señalaba el sitio de la guarida secreta de Sircamm.
- Ahhh... bueno -dijo Misao-. De todas maneras creo que podríamos unir fuerzas.
- ¡Bingo! ¡Bingo! -exclamó Yolei alegremente-. En ese caso vamos todos juntos a derrotarlo.
- Bingo -murmuró Eta-. Esta niña está mal de la cabeza.
- Yo hubiera preferido la compañía de Takato, Henry, Rika, Terriermon, Renamon, etc. etc. -comentó Eclipse a Nakago-. O en su defecto a "Los Caballeros del Mundo Mon".
- No alucines -dijo Nakago. - Seguramente Guilmon se hubiera puesto a cantar estupideces como "los maderos de San Juan, piden pan, no les dan..."
- "... les dan un hueso que se les atora en el mero pescuezo" -canturreó Eclipse mientras Nakago y Cadmio lo miraban feo.
- Bien, con la ayuda de todos venceremos a Sircamm -anunció Takeru, emocionado con la idea-. Ahora nadie podrá detenernos.
- ¡No tan rápido! -exclamó una voz que provenía de lo alto de un árbol-. Yo también iré con ustedes.
Al levantar la mirada, todos vieron a una adolescente vestida con un traje de colores brillantes, minifalda y dos alas blancas en su espalda. La heroína llevaba un báculo de tamaño mediano e iba acompañada por cuatro personas.
- ¡¡Es Sailor Moon!! -gritó Eclipse.
- ¡No, para mí que es Magical Doremi! -refutó Hayato.
- Ciertamente esa niña tiene un aire a Minky Momo -dijo Eta.
- ¿¿Prima?? -dijo Nakago incrédulo-. Vaya, te cortaste el cabello, y supongo que esas alas te convierten ahora en Eternal Sailor Moon.
- ¡No soy Sailor Moon, torpe! -dijo la heroína, mostrándose muy enfada por la confusión-. ¡Soy Corrector Yui! ¿Por qué me tienen que confundir con esa?.
- Será porque te vistes de forma parecida -dijo Cadmio, mirando a la chica de arriba a abajo-. ¿Corrector Yui? ¿Y quiénes son los que te acompañan?.
- Yo soy Control, uno de los ocho programas de software del profesor Inukai -sonrió el Corrector mientras su perfecta dentadura brillaba-. Y soy un héroe.
- Yo soy I.R. -dijo una extraña criatura que todos identificaron como alguna clase de mapache virtual-. Soy el instalador.
- Ay, yo soy Rescue -murmuró una enfermera rubia, encogiéndose de hombros.
Un hombre lobo, el último de los cuatro personajes que acompañaban a Corrector Yui y que portaba una armadura azul dio un paso al frente.
- Y yo soy...
- Ah, esa es muy fácil -le interrumpió Eclipse-. Tú eres Black Wolf X
Al instante, todos miraron al espía como sí fuera el idiota más grande del mundo.
- Sabes Eclipse, eso ameritaría un insulto pero francamente me quedé sin ideas -dijo Eta.
- Más bien se parece al Coyote -Nakago lucía pensativo y se dirigió a Chickenmon-, ¿No hay por aquí otros personajes de la Warner Brothers, no?
- ¿Qué es eso? -preguntó Chickenmon.
- ¡Ja, ja, ja! Qué lindo perrito -dijo Misao acercándose al hombre lobo y rascándole la barbilla.
- ¡No! Qué lindo perrito ni que ocho cuartos -se quejó el guerrero, apartándose de Misao-, Yo soy Synchro -exclamó el hombre lobo apresuradamente-. Antes solía llamarme Warrior Wolf, pero no sé quién es ese Black Wolf del que hablan. Yo también soy uno de los Correctores.
- ¿Warrior Wolf? -preguntó Eta con incredulidad.
- ¿Warrior Wolf? -repitió Eclipse-. Entonces debes ser un guerrero del planeta Lambda al igual que Narciso.
- ¡No! ¡Te digo que soy un Corrector!
- Oye, a quién diablos te refieres cuando dices ese nombre -le preguntó Nakago a Eclipse con los puños cerrados y algo de humo saliendo por sus oídos.
- ¿Cómo que quién? Hablo de ti, Narciso.
- ¡Ja, Ja, Ja, Ja! -rió Cadmio de buena gana-. Ya te cambiaron el nombre y te queda bien considerando lo narcisista que eres. Ahora ya sabemos que nombre te habrían puesto en el doblaje al español.
- Lo único que me faltaba -se quejó Nakago-. Chickenmon, encárgate.
Al instante, el plumífero se posó sobre la cabeza de Eclipse con sus afiladas garras y empezó a picotearle la cabeza. El enmascarado solamente atinó a correr de un lado a otro, tratando de quitarse al pollo.
- ¡En la cara no que quiero ser actor! -chilló el espía provocando la risa de algunos de los presentes.
- Eso se lo tiene merecido -dijo Eta.
- Bueno, ¿y cómo llegaron ustedes hasta aquí exactamente? -preguntó Misao al grupo de Correctores.
- Ah, nosotros vinimos a derrotar a Sircamm ya que su influencia acabó con toda la Red Com y está causando serios problemas en todo el mundo -explicó Corrector Yui-. Era eso o hacer la tarea.
- Ahora somos más -dijo Takeru-. Hasta Black War Greymon temblaría de vernos.
- No creo, está bien que seamos 24 en total pero ese digimon destruye ciudades... -dijo Nakago alzando una ceja-. Bueno, si tal vez hubiera una flor por ahí cerca...
- Tal vez si aquí estuvieran las Sailor Senshi nos podría ir mejor -comentó Misao.
- No, gracias, no quiero tener nada que ver con Luna ahora -dijo Eta temblando.
- Pues yo leí en una página de Internet que Corrector Yui es la Sailor Moon del siglo XXI -dijo Eclipse.
- Ah, sí, claro, ¿y Corrector Ai vendría a ser Sailor Saturn, no? -preguntó Nakago.
- ¿Y Corrector Haruna quién sería? -inquirió Hayato.
- ¡Dejen de compararme con Sailor Moon! -se quejó Corrector Yui.
- Yo aún no sé si quiero pelear con Sircamm -murmuró Iori en tono pensativo-. Sí infectó la Internet quiere decir que tiene sentimientos. No podemos matar a un ser vivo, él también tiene derecho a la vida. ¿Es qué acaso no hay nadie con sentido común?.
Cadmio miró a Eclipse.
- Ahora entiendo porque preferías a Takato y a los otros.
- Mejor no -dijo Misao-. Esa tal Rika me da nervios...
- Si infectó la Internet quiere decir que de repente es uno de esos tipos que le gusta enviar cadenas o forwards -Nakago se golpeó la palma de la mano derecha con su otro puño-. A la hoguera con él.
- Esta vez te apoyo Nakago -dijo Eta.
- Yo siempre estaré a tu lado -insistió Chickemon.
- Comprendo lo que sientes, chico -dijo Control a Iori-. Pero la labor de un héroe es derrotar a los villanos.
- Así es, sabemos que también pueden tener sentimientos pero... el equilibrio del universo, el orden de las cosas exige que... -Nakago iba a seguir hablando pero Eclipse lo apartó empujándolo.
- Bájale la espuma a tu chocolate, Narciso, que es lo mismo que quítale la crema a tus tacos.
- Sí, basta con que lo derrotemos y ya -dijo Eta mientras que Chickenmon nuevamente picoteaba a Eclipse.
- Pero que hombre tan guapo -dijo Yolei con corazoncitos en los ojos al ver a Control.
- Saben qué, esta niña con traje de aviador ya me está cayendo pesada -gruñó Misao-. Pero sí, mi Naki-chan tiene razón en todo ese rollo del balance universal.
- Ahórrense los discursos tontos -murmuró Cadmio mientras retomaba su camino-. Acabemos con esto de una vez por todas. Es hora de ir por ese tal Sircamm para derrotarlo.
- Entonces sigamos por nuestro camino -dijo Misao conviniendo con Cadmio.
Al ver la escena, Eclipse se acercó a Nakago para hablarle en voz baja.
- Deberías tener cuidado, Nagasaki, para mí que Misao y Cadmio se traen algo.
- ¿Eh? -dijo Nakago-. Yo ya tengo novia... ¿y además estás tonto? Que Cadmio y Misao sean pareja sería como ver a Sora enamorada de Yamato o algo así.
- Ehhh... de hecho ellos están de novios ahora -intervino Takeru.
- ... no me digas -respondió Nakago boquiabierto-. Bueno, viniendo de Digimon 02 no me sorprende algo con tan poco sentido. Pero como sea, Cadmio y Misao, imposible.
- ¿Qué no has oído eso de que del odio al amor se cae la sopa? -insistió Eclipse.
- Sí, también he oído que los enmascarados suelen esconder cierto complejo de inferioridad viril -le contestó Nakago con el típico gesto adusto del anime ¬_¬
- Es del odio al amor hay un solo paso -dijo Corrector Yui, sumándose a la plática-. Y sí, yo también le he oído.
- Yo creía que era del amor al odio, no del odio al amor -dijo Chickenmon.
- ¿Hablan del amor? -preguntó Daisuke-. Yo soy un experto en la materia.
- Por favor, cuando Hikari te haga caso ven a avisarnos para declarar feriado ese día -le dijo Eta a Daisuke, haciendo que nubarrones negros rodearan al pobre chico.
- Creo que debemos dejar esos temas para después -opinó Tailmon.
- Ajaja -exclamó Eclipse, guiñándole un ojo a Eta-. A mi se me hace que ya encontramos pareja para Palanqueta.
- ¿Eh? -Eta se volvió a ver a Tailmon y se dio cuenta de qué era lo que Eclipse trataba de insinuar-. ¡Hey!
- Que nadie se meta con Tailmon -dijo V-mon claramente ofendido.
- No digas tonterías, supuestamente tú estabas enamorado de ella en un episodio pero de ahí el asunto no se volvió a tocar jamás -dijo Hayato.
- Sí, esa fue una total incongruencia por parte de los productores de la serie -declaró Chickemon.
- Ou... tienen razón -dijo V-mon haciéndose pequeñito.
- No creo que sea tan mala idea -dijo Misao-. Eta y Tailmon, bueno, al menos son de la misma especie.
- Ay, pero que lindos se verían -murmuró Hikari, claramente conmovida con la idea de que Tailmon tuviera pareja.
- Yo pienso que se verían muy bien -dijo Rescue, cerrando los ojos y sonriendo.
- Igual yo -exclamó Corrector Yui con estrellitas en los ojos-. Me encantan los romances.
- ¡¡No hay tiempo para parejas en este momento!! -exclamaron Eta y Tailmon al mismo tiempo, claramente avergonzados por todos los comentarios que se hacían con respecto a ellos.
- No seas tonto Eta -Nakago empezó a darle pequeños codazos-. Imagina cuando se transforme en Angewomon... aunque también existe el inconveniente de Nefertimon, claro está.
- No seas modesto, Pecta, sí tú también tienes derecho a ser feliz como los demás -comentó Eclipse-. Imagínate, tú y Gatomon...
- ¡¡Me llamo Tailmon!! -protestó la digimon.
- Y yo Eta, pero ya le dije eso cuatrocientos cincuenta y dos millones trescientos treinta y cinco mil quinientos veinticuatro veces, así que no hay caso -suspiró el pobre gato lambdariano.
-... en un restaurante italiano comiendo espagueti -continuó Eclipse sin prestar la menor atención a Eta-. Kail y yo podríamos amenizar el ambiente con algo de música. Entonces, podría suceder que nuestros felinos amigos cogieran el extremo de un mismo espagueti con la boca y lo fueran comiendo hasta que...
Aquello fue más que suficiente para que Tailmon sintiera unos enormes deseos de derramar sangre. Apretó fuertemente los dientes mientras una vena se hinchaba en su frente. Al ver a su compañera en ese terrible estado, V-mon y Wormmon se apartaron de ella enseguida.
- ¡¡Lo voy a asesinar!!
- Yo te ayudo -dijo Eta mientras el símbolo en su frente empezaba a brillar.
- Vamos, Tailmon, no te enfades -la calmó Hikari, sujetando a su camarada digimon.
De repente el pequeño I.R. se acercó a Corrector Yui.
- Oigan, debemos buscar a Sircamm para derrotarlo.
- I.R. tiene razón -declaró Control, agitando su copete-. Como héroes tenemos el deber de acabar con ese sucio villano.
- Ya no es momento de seguir perdiendo el tiempo -comentó Nakago, mientras Chickemon asentía.
- Sí, mi Naki-chan tiene razón.
Cadmio volvió el rostro por encima del hombro y frunció el entrecejo.
- Ese sujeto llamado Control empieza a caerme mal ¿Qué no puede abrir la boca para decir algo que no sea estúpido?.
Consciente de que tenían que derrotar a Sircamm antes de que terminara de apoderarse de toda la Internet, I.R. se aproximó a Corrector Yui para indicarle el camino a seguir.
- Oye, Yui, ya sé donde está Sircamm.
- Que inteligente eres, I.R. -repuso la chica con una sonrisa.
- Agh, tiene la voz de Minako -observó Cadmio.
- ¿Ah sí?, a mí la voz de Minako me suena diferente... -dijo Nakago, rascándose la cabeza.
- Para encontrar a Sircamm -continuó I.R. sin prestar atención a lo que hablaban Cadmio y Nakago-. Primero tenemos que atravesar la red por donde se envían los cyber mensajes de la gente que usa la Internet.
- Pues vayamos ahora mismo -dijo Control, alzando un puño-. No perdamos el tiempo.
- Yo iría con él a cualquier parte -masculló Yolei.
- Qué triste estar tan babosa por alguien -murmuró Misao mirando con lástima a Yolei, y luego se acercó a tomar el brazo de su Naki-chan-. ¿¿Nos vamos?? -preguntó, con corazoncitos en los ojos, mientras cataratas de saliva escurrían por su boca.
- Eh... sí -tartamudeó Nakago
- Esa mocosa no sabe lo que es la dignidad -murmuró Cadmio por su lado.
Así, nuestro peculiar grupo atravesó los bosques del digimundo y llegó a la red por donde circulan todos los correos electrónicos del mundo. La red era un gigantesco espacio donde miles de sobres virtuales sobrevolaban en todas direcciones.
- Cuantos mensajes -masculló Eclipse mientras veía una carta pasar por encima de él.
- Interesante, hay de todo tipo... algunos se ven más grandes que otros, otros más coloridos, otros más serios...
- Hay algunos que tienen una cadena impresa encima... -una mirada sombría apareció en los ojos de Nakago.
- ¿De manera que aquí se encuentran todos los correos del mundo? -preguntó Ken sin dirigirse a nadie en particular-. Es impresionante.
De repente, y sin previo aviso, Eclipse dio un brinco en el aire y atrapó uno de los sobres voladores, el cual se transformó rápidamente en una hoja.
- Matanga -exclamó.
- ¡Hey! -exclamó Eta-. Esos son mensajes privados. ¿No tienes ética alguna?
- Tranquilo, Arbok -repuso el enmascarado-. Sólo es un mensaje de Minako para Kail. Veamos, "Querido, Kail, te escribo para ver sí estás bien. Ayer por la noche te dejé cien mensajes en tu contestadora, pero creo que no funciona porque no me has respondido. Sí lees esto ¡llámame!". Ja, Ja, Ja, pobre chica.
- Uhhh... no creo que a Kail le agrade ese sobreuso de su contestadora -opinó Misao.
- ¡Oigan! No es correcto leer los mensajes de los demás -les reprendió Iori.
- Cierra la boca, enano -respondió Cadmio-. ¿Qué podría salir mal?.
Iori continuó repartiendo sermones acerca de la intimidad sin que nadie fuera de Hikari, I.R., Synchro, Rescue, Control, los digimons y Corrector Yui le prestara atención.
- Veamos que dice aquí -masculló Hayato tras atrapar un sobre-. "¿Quieres conocerme? Soy una chica solitaria que busca hacer amigos con los que pueda divertirme. Escríbeme a la dirección; susanitaXXX@haceloquequieras.XXX mailto:susanitaXXX@haceloquequieras.XXX". -Alzó los ojos y una pícara sonrisa iluminó su cara-. ¡¡Orále!!.
- "... y sí no quieres que la maldición del Chupacabras te persiga... -estaba leyendo Takeru con mucho interés-... manda este mensaje a las primeras ochocientas personas que conozcas. Lain no hizo caso de este aviso y a la semana siguiente su computadora se derritió mientras jugaba Starcraft. Sakura Kinomoto atendió este mensaje y ahora goza de felicidad eterna".
- "Mimi, no creo que la relación entre Yamato y yo de muchos frutos... -murmuró Daisuke-. Y dado que me siento atraída por Taichi, voy a jugármela con los dos al mismo tiempo... ". Vaya, pero que viva resultó Sora.
- "Eres un hijo de la maldita %"$"#%# y además de eso tu %$##&#"$ se %#"%#" con %$#"%#... que tengas un buen día"... Firmado, del CAM para Eagle. Vaya, ¿qué será el CAM? -se preguntó Misao mientras que Chickenmon cogía otro sobre.
- "Hola, ¿cómo estás? Te mando este archivo para que me des tu opinión. Muchas gracias, hasta luego"... Oigan, este sobre pesa bastante...
- Parece que tiene algo adjunto -intervino Eta.
- ¿Por qué no lo abren? -les sugirió Eclipse.
De repente y sin previo aviso, un extraño ser de dos cabezas, cinco brazos y tres piernas con aspecto de monstruo salido de las peores novelas de terror salió de dentro del sobre y se abalanzó sobre Chickenmon. Éste, haciendo gala de unos reflejos únicos, ejecutó su técnica sobre la criatura la cual quedó instantáneamente convertida en micropartículas.
- Uhh... parece que era un virus -dijo Chickenmon.
- Parece que los planes de Sircamm consisten en destruir toda la Internet por medio de terribles virus de computadora -comentó Eclipse.
- Sí Chickenmon pudo destruir ese virus con semejante facilidad, entonces no creo que tengamos problemas -dijo Cadmio mirando hacia el sitio donde el virus había sido destruido.
- No creo que Sircamm sea así de fácil de vencer -intervino I.R.-. Así que no se confíen.
Tras aquel suceso, Eta volteó para ver si Nakago se encontraba bien. Cuál sería su sorpresa al ver que el muchacho se encontraba destrozando todos los sobres que llevaran una cadena impresa.
- ¡Hey, Nakago! ¡¿Qué diablos haces?! -exclamó Eta.
- ¡¡Librando al mundo de su peor plaga!! ¡¿A quién le interesa saber que ese chico haya muerto de cáncer justo cuando el amor de su vida se le iba a declarar?! ¡¡¿EHH?!! -le gritó Nakago a uno de los sobres, a la vez que lo hacía pedacitos.
- Naki-chan, tranquilo -dijo Misao mientras trataba de calmarlo.
- Ah, déjenlo -opinó Eclipse al tiempo que sacaba una enorme hacha-. Yo también voy a destruir todas las cadenas que encuentre. ¡¡¡Muerte al correo basura!!!.
Finalmente, y tras enterarse de muchos perniciosos hechos y destruir algunos cuantos sobres que francamente no valían la pena, nuestros héroes salieron de aquella red de correos electrónicos Entonces, de repente, el cielo se oscureció y varios relámpagos iluminaron las alturas en medio de estruendos. Acto seguido una carcajada diabólica se escuchó en todas partes. Los digidestinados se miraron los unos a otros mientras que Corrector Yui, los Correctores, Nakago, Cadmio y los demás observaban en todas direcciones en espera de un ataque.
- Debo admitir que son valientes -dijo una imponente voz-. No cualquiera tiene el coraje suficiente para desafiar al poderoso Sircamm. Una vez que los derroté, seré el dueño absoluto de la Internet.
- ¡Jamás! No podemos permitir eso, de lo contrario dejaríamos de existir pues ese es nuestro ámbito de sobrevivencia -Nakago extrajo su pluma de transformación-. Estamos todos unidos en esta batalla.
- Tienes razón en eso, Nakago -asintió Cadmio, mirando al líder de los guerreros de Lamda con el rabillo del ojo-. Mientras pongamos todo de nuestra parte, nada ni nadie podrá derrotarnos.
- ¡Ken, prepárate para la digievolución! -exclamó Daisuke extrayendo su digivice.
- Por supuesto, Daisuke -replicó Ken haciendo lo mismo-. Debemos fusionar a nuestros digimones y luchar como equipo.
- Es verdad, luchemos todos juntos -dijo Corrector Yui.
- ¡¡Es nuestro fin!! ¡¡Vamos a morir!! -gritó Eclipse corriendo de un lado a otro como desesperado. Los demás lo miraron con los ojos entornados y sintiéndose profundamente incómodos-. ¡¡¿Qué será de mí?!! ¡¡Yo, tan bueno que era!!.
- Tal vez sirvan algunos cuantos picotazos tuyos para darle algo de cordura -dijo Eta dirigiéndose a Chickenmon.
- Nahh, es caso perdido -respondió Chickenmon encogiéndose de hombros (o alas).
- No te preocupes, bella Misao-chan -declaró Hayato, irguiéndose con determinación-. Yo te protegeré de todos y además... -En el momento en el que volvió la cabeza por encima del hombro vio que su preciada Misao ya había corrido hacia donde estaba Nakago-. ¡¡¡Ahhh!!!.
Súbitamente, un muchachito regordete con gafas y algo de acne en el rostro salió al encuentro de los guerreros. Vestía una playera blanca y unos shorts de color negro. Sobre sus espaldas una diminuta capa de color azul se agitaba con el viento.
- ¿De manera que ustedes son los últimos que han venido a desafiarme?.
- Anda la osa -murmuró Eclipse-. Sircamm es un nerd de computadora.
Algunos de nuestros héroes quedaron sumamente desconcertados al ver a aquel "enemigo", pero la mayoría de ellos trataban de aguantarse la risa al punto de que sus cabezas empezaron a inflarse como globos, hasta que ya no pudieron contenerse más.
- ¡¡Ja, Ja, Ja, Ja, Ja!! -se burló Cadmio, golpeando el suelo con los puños.
- ¡¡Silencio!! -exclamó Sircamm, furioso por las burlas de todos-. Deben saber que he matado a muchos.
- ¡Pero de risa! -dijo Takeru mientras el grupo seguía riendo.
Los ojos de Sircamm se iluminaron de rojo y un aura de fuego infernal cubrió su figura inmediatamente. De repente, alzó uno de sus manos y arrojó una ráfaga de luz azul contra Takeru. El pobre chico no tuvo tiempo de hacerse a un lado y fue embestido por el ataque, que lo dejó tirado en el suelo con los ojos en blancos.
- ¡¡Takeru!! -gritó Patamon mientras su camarada se convulsionaba en el suelo.
- ¿Qué fue ese ataque? ¡Fue difícil verlo! -exclamó Nakago.
- ¡Lo mató! -exclamó Syncro.
- Pobrecito -se lamentó Rescue.
- Bueno, esa gorra ya estaba pasada de moda... -murmuró Eta.
- Je, je, ahora tengo el camino libre para ligarme a Hikari -sonrió Daisuke malévolamente.
- No creo que ni así puedas lograrlo -opinó Eclipse, provocando el malestar de Daisuke.
- ¡Maldito! ¿Cómo te atreves a hacerle daño a alguien en frente de héroes como nosotros? -gritó Control sumamente enfadado.
- Mejor me hubiera quedado vagando por el universo -sentenció Hayato-. Fácilmente hubiera podido hacer un clon de Misao en ese planeta de los Yadratt y vivir feliz sin tener que venir hasta acá...
- ¿Es el momento de realizar las Kentucky Hot Wings ahora? -le preguntó Chickenmon a Nakago, pero éste no le hizo mucho caso.
- Ten cuidado, Yui -le dijo I.R. a su compañera.
- ¡Malvado! ¿Qué fue lo que le hiciste? -le increpó la heroína a Sircamm.
- Es simple, Corrector Yui, le he robado su inteligencia -dijo Sircamm-. Ahora se ha vuelto un completo idiota.
Al instante, Takeru se puso de pie y se volvió hacia sus amigos.
- Ay, amigos, no lo van a creer, pero creo que al fin descubrí que dos y dos son... ¡¡cinco!!.
- Hmmm... se ve que es una técnica bastante efectiva -comentó Misao con una gota de sudor en su cabeza.
- Pero, ¿a tal grado de no saber cuánto es dos más dos? -dijo Eta algo contrariado.
- Sí, hasta yo sé que dos y dos son veintidós -dijo Eclipse.
Eta se volvió hacia Eclipse alzando una ceja.
- ¿Qué tal si tú luchas contra Sircamm? Digo, me parece que su técnica no tendría ningún efecto extraordinario en ti...
- Esa estuvo buena -rió Tailmon.
Daisuke, por su parte, fingiendo molestia ante el hecho de que su rival en el triángulo amoroso se hubiera convertido en un imbécil, se volvió hacia Sircamm y agitó un puño en el aire.
- ¡Miserable, date por muerto!.
- Oh, oh, ir en un ataque frontal contra el enemigo, eso no es aconsejable -comentó Eta.
- ¿Cómo que no? ¡Tenemos que derrotarlo de alguna manera! ¡No te saldrás con la tuya, gordo piojoso! -exclamó Nakago agitando un puño.
- Déjenmelo todo a mí -dijo Chickenmon mientras se ponía al lado de su "camarada" Nakago.
Una sonrisa aleteó en los labios del diabólico de Sircamm.
- ¿Así que me desafían? Bien, entonces aceptaré su reto y los venceré como lo hice con la Liga de la Justicia y los Hombres X. Yo soy el virus más poderoso que puede haber existido jamás.
- Mentira, el virus bolita es peor y a mí en lo personal me da más miedo -le respondió Misao.
Como respuesta, Sircamm utilizó su rayo azul contra Misao. La pobre chica fue a caer a los pies de Nakago, quien simplemente se quedó ahí parado mirándola con las manos en los bolsillos.
- Eh... ¿no la ayudamos? -preguntó Chickenmon.
- Nahh. Misao es bastante inteligente -dijo Nakago-. Además veo que ese ataque no causa gran daño físico -el muchacho señaló a Takeru quien se encontraba corriendo en cuatro patas y ladrando como perro, mientras el pobre Patamon lo seguía de cerca para evitar que chocara con algún árbol.
- ¡¡Misao!! -gritó Hayato.
- Yo no estaría tan confiado, Nakago... -dijo Eta.
- Anda la osa, no conviene hacerlo enojar -murmuró Eclipse -. Como todo nerd de computadoras tiene baja la autoestima.
En ese instante, Misao se levantó y se quedó como obnubilada, observando a Nakago de pies a cabeza.
- Eh... uh... Bak... no, Maka... Taka... digo, tú eres mi... ¿Puki-chan?
Tras haber oído de qué manera Misao se había olvidado por completo de su nombre, el muchacho quedó en un estado de shock, mientras un fondo negro aparecía detrás suyo y varios relámpagos se observaban a la distancia, a la vez que potentes truenos se dejaban oír.
- ¡¡¡AAHHH!!! ¡¡Mi dosis diaria de "Naki-chan" va a dejar de existir!! ¡¡¿Será este el fin de los guerreros de Lambda?!! -Nakago se tomó la cabeza entre las manos, aterrado-. ¡Ahora va a ver este maldito Sir Cam!
- Calma, mocoso, calma -dijo Cadmio, colocando una mano en el hombro de Nakago-. Sólo le quitó la inteligencia, ¿qué tan malo puede ser?.
- Hmmm... he llegado a la conclusión de que los Tres Estados de la materia son... Iowa, Florida y Arkansas -filosofó la chica de cabello azul.
- Retiro lo dicho -murmuró el Caballero Celestial, dando un paso hacia atrás.
- Virus de pacotilla -gruñó Nakago remangándose-, Te llegó la hora.
- ¡Déjenmelo todo a mí! -exclamó Chickenmon mientras batía sus alas.
- Me parece bien que quieras pelear, Nakago -asintió Sircamm con una sonrisa-. Pero lamentablemente yo no soy un sujeto de peleas. Sí desean enfrentarme será bajo mis términos. De lo contrario me iré y jamás me encontrarán.
- ¡Eres un miserable! -dijo Corrector Yui-. ¡Mereces irte al cesto de la basura ahora mismo!.
A sabiendas de lo que Sircamm podía hacer, Control, Syncro e I.R. corrieron a cubrirle la boca a Corrector Yui antes de que el malvado virus de computadora le hiciera lo mismo que a Takeru y a Misao.
- No estaba hablando en serio -dijo Control entre risas.
Sircamm desvió la vista hacia los cielos y luego alzó un brazo. Con un solo chasquido de sus dedos, el virus hizo aparecer un escenario con varias pantallas de televisión y un podio en cuyo pedestal había un enorme botón rojo.
- Vamos a jugar Jeopardy de anime -explicó Sircamm. Guardó silencio un momento y luego comenzó a frotarse las manos mientras un relámpago resonaba en los cielos e iluminaba su malévola sonrisa-. Por cada pregunta que no contesten le iré quitando la inteligencia al participante que esté en el podio. Derrótenme y revertiré todo lo que he hecho, pero sí yo gano serán mis esclavos para siempre.
Todos comenzaron a mirarse los unos a los otros. El riesgo era enorme, pero no había otra camino para salvar a la Internet y al mismo tiempo derrotar a ese despreciable virus. No obstante, el temor de quedarse sin neuronas hizo que algunos comenzaran a dudar de su éxito.
- Hombre, yo soy bueno para el Jeopardy -musitó Eclipse alegremente.
- Yo sé de anime lo que Sailor Uranus sabe de comportarse femeninamente -masculló Eta.
- Tal vez Daisuke pueda participar... él no hace más que ver televisión todo el día -sugirió Tailmon.
- ¿Jeopardy? Me avisan si hacen preguntas de "Autopista", el mejor anime de todos los tiempos -dijo Misao, frase que fue seguida por una risa estúpida.
- Pobrecita, ya está delirando -dijo Nakago casi llorando.
- Hasta yo estoy empezando a sentir lástima por ella -murmuró Cadmio.
- Yo iré primero -anunció Control, subiendo al podio-. No puede ser tan difícil.
- Eso está por verse -sonrió Sircamm mientras las distintas pantallas se iluminaban y mostraban las diversas categorías existentes-. Ahora elige la categoría que desees.
Control miró las pantallas y luego de pensar un momento apuntó hacia una.
- Serie de Shoujo por ochocientos puntos.
- Bien, je, je -repuso Sircamm, haciendo aparecer una tarjeta en su mano-. En la serie de Sailor Moon Stars ¿Cuál es el número de carnet del club de fans de los "Three Lights" de Rei Hino?.
- ¿Rei Hino? -murmuró Control mientras una gota de sudor recorría su frente-. Eh, el 456, creo.
El sonido de una corneta se dejó escuchar, indicando que la pregunta había sido contestada erróneamente.
- Es el 80, ja, ja, ja -rió Sircamm-. Ahora es mi turno... .
- ¡No, por favor! ¡Dame otra oportunidad! -suplicó Control con las manos entrelazadas.
Sircamm se detuvo, miró al Corrector con lástima y luego de un momento de incertidumbre alzó la mano.
- I don´t think so (No lo creo)
El rayo azul golpeó a Control, cuya inteligencia quedó reducida hasta convertirse en un idiota.
- ¡Amigos, amigos! -gritó Control-. ¡Seiya es el mejor Santo de todos!.
- ¡Suicídate! ¡El mejor de todos es Shiryu! -estalló Nakago.
- ¿Es que estás loco? Ninguno de esos idiotas es un guerrero de verdad -comentó Cadmio-. Para mí que todos son igual de ineptos.
- Yo creo que el mejor Santo de todos es San Ignacio de Loyola -intervino Misao.
- Que alguien la calle por piedad -murmuró Cadmio, tomándose la frente.
- ¿Quién es Rei Hino? -preguntó Corrector Yui, intrigada.
- ¿No la recuerdas?, es tu mejor amiga... eh, quiero decir, es la mejor amiga de mi prima Sailor Moon -Corrector Yui miró asesinamente a Nakago mientras que a éste le saltaban gotitas de la cabeza.
- Sea como sea, creo que tenemos que elegir bien al siguiente participante para no entrar en conversaciones tan estúpidas -dijo Eta.
- Amigos, miren hay pasto creciendo en el suelo -exclamó Takeru.
- Ven lo que les digo -murmuró el gato.
Sircamm llevó el rostro hacia los demás y frunció el entrecejo.
- ¿Quién será el siguiente?.
- ¡Yo, yo, yo! -gritó Eclipse, pero nadie le prestó atención-. Pregúntame, pregúntame.
En ese momento, Ken dio un paso al frente.
- Yo seré el siguiente.
- ¡Vamos Ken! ¡Tú puedes! -exclamó Daisuke sacando unos pompones y animando a su ídolo como una colegiala. El pobre Ken no pudo más que avergonzarse mientras que los demás los miraban raro.
- Hmm, esto va a dar de que hablar entre los autores de fanfics yaois -comentó Eclipse mientras un grupo de chicos y chicas observaban todo desde unos arbustos.
- Ken, ten cuidado -musitó Wormmon.
Ken, el otrora emperador de los digimons, se colocó en el podio y miró a Sircamm directo a los ojos. Él había sido uno de los mejores estudiantes de Japón por un tiempo y había visto bastantes series de anime. No podía perder.
- ¡Adelante, Ken! -gritó Yolei.
- Elige la categoría de tu preferencia -le dijo el regordete.
Ken miró todas las pantallas con detenimiento. Se llevó una mano a la barbilla y finalmente hizo una elección.
- Neon Génesis Evangelion por trescientos.
- Entiendo -asintió Sircamm-. ¿De qué nacionalidad es el presidente Keel, líder de SEELE?.
- Bah, qué fácil... -murmuró Nakago-. Yo incluso puedo darle datos de su árbol genealógico si quiere.
Ken comenzó a sudar la gota gorda. Se estiró el cuello de la camisa con un dedo mientras tragaba saliva con dificultad. Sircamm, por su parte, observó la expresión de Ken y luego sonrió confiadamente.
- Es de China -respondió Ken luego de unos segundos.
De nueva cuenta la corneta sonó, provocando el pánico del antiguo emperador digital.
- Era de Alemania -reveló Sircamm. Alzó una mano hacia delante y con un disparo arrojó a Ken del podio.
El niño elegido se miró los dedos de la mano y luego agitó su mano mientras sonreía.
- Ah, tengo cinco dedos, pero ¿para qué sirven?.
- No puede ser -Nakago se llevó una mano a la frente-. ¿Cómo pudo fallar esa? Me parece que quedó igual de idiota después de haber recibido la técnica.
Alarmado por la situación, Cadmio se giró hacia Nakago y Hayato.
- Si esto sigue así todos vamos a terminar con la inteligencia de Minako.
- Oigan, ahora que recuerdo yo sé inglés -sonrió Misao-. I'm in the coolest driver's high!! A crew sees crying knees!! Kiss me in the stormy!! Give me smile and shine days!! I'M THE SHED!!!
- Ven a lo que me refiero -resopló Cadmio.
- ¿Qué tal si lo atacamos todos juntos? -inquirió Hayato.
- No, por supuesto que no, dijimos que íbamos a participar en esta competencia y lo vamos a hacer -dijo Nakago solemnemente-. Es por el valor de nuestra palabra, nuestro honor como guerreros, nuestro...
- Déjate de tonterías, mocoso -le interrumpió Cadmio-. La única razón por la que debemos seguir su juego es porque podría dejarnos idiotas a todos con su mortal técnica.
- Ah, sí... por eso también -musitó Nakago encogiéndose de hombros.
- Yo, yo, yo -insistió Eclipse sin que nadie lo escuchara-. Pregúnteme, pregúnteme.
- Podríamos ir empezando con los que menos saben y luego llegar hasta el experto en anime, así tenemos más probabilidades -sugirió Eta.
- Claro, y así el último nos salvaría a todos -lo secundó Tailmon.
- Yo digo que peleemos -dijo Daisuke sacando su digivice-. Sí usamos la digievolución DNA lo derrotaremos.
- Eso sería genial, pero veo que tu compañero está medio idiotizado ahora -le dijo Chickenmon. A lo lejos Ken seguía preguntándose el por qué de sus cinco dedos y acerca de la inmortalidad del cangrejo.
- ¿Por qué no dejamos que vaya I.R.? -sugirió Corrector Yui.
- Sí, eso estaría bueno -dijo Eta.
- ¡¿Yo?! -exclamó I.R. dominado por el terror-. Mejor que vaya Syncro.
- Olvídenlo -dijo el hombre lobo de inmediato-. No soy bueno para este tipo de concursos.
- Sí, empecemos con los personajes menos importantes de una vez... -murmuró Nakago.
Hayato se tomo un momento para mirar hacia donde estaba Misao. La chica seguía lanzando frases sin sentido en inglés, tales como "Get a fire power" y "That love should see a color". Si lograba ganar el concurso no sólo derrotaría a Sircamm, sino que quedaría como el héroe y así podría impresionar a Misao. Antes de que alguien pudiera darse cuenta, Hayato subió al podio.
- ¡Yo quiero participar!.
Al ver aquello, Cadmio meneó la cabeza en sentido negativo.
- Ese torpe lo va a arruinar todo.
- Oh, está bien. Veo que hicieron caso a la sugerencia de enviar a los inútiles primero -sonrió Nakago.
- ¿Hayato? ¿Pues qué puede saber él de anime si toda su vida se la ha pasado recorriendo el universo? -se quejó Eta.
- Al menos veamos si sabe en dónde está parado -intervino Corrector Yui.
- Se le vería lindo si pierde su inteligencia y queda como un pobre y triste idiota -dijo Hikari de repente.
- En la torre -musitó Eclipse.
Con una enorme sonrisa en los labios, Sircamm asintió con la cabeza y espero a que Hayato eligiera una categoría.
- Mechas por quinientos puntos.
- ¡Tú puedes! -lo animó Yolei desde lejos.
Sircamm tronó los dedos y materializó una nueva tarjeta.
- En la serie de Medabots, ¿cuál es el verdadero nombre de la Medabot de Arika, la compañera de Ikki?.
Hayato presionó el botón de respuestas sin siquiera pensarlo. Nakago, por su parte, sabiendo que el inútil de Hayato no sabía ni siquiera quién era Ranma Saotome, trató de soplarle la respuesta por medio de banderas con señales.
- ¡Hazme caso, infeliz! ¡¡Por aquí!! -exclamó Nakago con sus banderas, pero Hayato ni enterado.
- Esa es muy fácil, se llama Brass -repuso Warrior Triangle seguro de sí.
Nuevamente se escuchó el sonido de la corneta.
- Brass es el nombre del doblaje -explicó Sircamm con una sonrisa en el rostro-. Su verdadero nombre es Sailor Multi.
- ¡Eso es trampa! -se quejó Hayato, volviendo la vista hacia Nakago, quien lo veía con furia asesina pues recién prestaba atención cuando ya era muy tarde-. Ni que fuera una Sailor Senshi ¿Cómo iba a saber que le cambiaron el nombre en el doblaje y... .
Antes de que Warrior Triangle terminara de hablar, Sircamm le disparó el rayo azul robándole la escasa inteligencia que poseía. Tras unos segundos, Hayato se acercó a Nakago y lo abrazó efusivamente.
- ¡Hermano, te quiero mucho!.
- ¡Agh! ¡Quítate! ¡Chickenmon! -Nakago le pidió ayuda al pajarraco y al instante éste apareció dándole de picotazos a Hayato en la cabeza.
- ¡¡Ahh!! ¡¡Qué lindo gallito de las rocas!! -exclamó Hayato abrazando a Chickenmon y casi ahogándolo hasta la muerte.
- Wanna need, not betray! -exclamó Misao alegremente.
- ¿Pero qué demonios es lo que estás diciendo, mocosa? -le preguntó Cadmio.
- Tal vez sería mejor mandar al experto en anime de una vez... pero, ¿quién es? -se cuestionó Tailmon.
- Eh, creo que a esta hora sirven la cena en mi casa -murmuró Iori, retrocediendo algunos pasos.
- ¡Rayos! ¿Cómo vamos a derrotarlo? -se dijo Daisuke a sí mismo.
- Mejor hubiera dejado que Corrector Haruna se hiciera cargo de esto -se lamentó Corrector Yui.
Sircamm, que parecía olfatear la desesperación de los héroes, dio un paso al frente.
- ¿Por qué no mejor se rinden? Hasta el momento no hay nadie que pueda vencerme.
- Empiezo a dudar de que podamos salir de esta -murmuró Nakago desalentado.
Chickenmon, al ver cómo su camarada, su propio compañero, aquel con quien había vivido interminables aventuras y librado grandes batallas durante los últimos... 40 minutos (¬_¬), se encontraba perdiendo la esperanza, decidió salir al frente y pararse en el podio. Después de todo, él mismo conocía mucho de varios animes tras habérsela pasado buena parte de su existencia viviendo dentro de un televisor.
- ¡Yo me encargaré ahora! -declaró Chickenmon solemnemente-. No me importa si pierdo mi inteligencia, haré esto por mi camarada... ¡Déjenmelo todo a mí!
- Oh... qué sacrificado -dijo Nakago con lagrimones en los ojos, claramente conmovido.
- Hmm, lo van a convertir en crujipollo -dijo Cadmio.
- Yo tengo mucha fe en Súper Pollo -confesó Eclipse, animando a Chickenmon con una banderita.
- Ten mucho cuidado, Chickenmon -dijo Corrector Yui.
- Estamos contigo, amigo -lo animó V-mon.
- Está bien, como quieras pajarraco de segunda -Sircamm sonrió-. Elige tu categoría.
- ¡Elijo Tottoko Hamtaro por 500 puntos! -exclamó Chickenmon denotando mucha confianza.
- ¿Hamtaro?, ja, ja, ja, está bien -el regordete enemigo de nuestros héroes tronó los dedos y una nueva tarjeta se materializó en su mano-. ¿Qué es lo que siempre dice la dueña de Hamtaro al final de cada episodio?
- Ah, ya lo tengo -dijo Eclipse de pronto-. Ella siempre dice: "Tú también lucha para ser un Tamer como nosotros".
- No... no creo que ella diga semejante taradez -murmuró Eta con una gota de sudor en su frente.
Una gota de sudor resbaló por la nuca de Tailmon, quien observaba a Eclipse con los ojos ligeramente entornados.
- Estoy empezando a presentir que esto no va a terminar bien.
Chickenmon pensó, y pensó, rascándose la cabeza con su ala.
- Hmmm... ella siempre dice... "¡Hamtaro, te quiero mucho!".
- ¡No! -exclamó Sircamm-. ¡Perdiste!
- ¡No, no, espera! -gritó Chickenmon desesperado-. ¡Ya me acordé! "¡Ahora es cuando la aventura digievoluciona!".
- ¡¡NO!!
- ¡¡Eso lo dicen en nuestra serie, inútil!! -exclamó Daisuke claramente molesto.
- ¡Es: "Que la magia y la felicidad estén siempre con ustedes"! -le suguirió Eclipse con un grito.
- Eso es de Magical Doremi -murmuró Iori con una gota de sudor resbalando por su frente.
- ¡Noooo! -chilló Chickenmon-. ¡Ya lo tengo! Ella dice: "Y en el próximo episodio, ¡Fan service! ¡Fan service!".
- Pollo tonto -gruñó Nakago-. Eso dicen en Evangelion. Sería algo surrealista que una serie como Hamtaro tuviera fan service.
Cadmio, totalmente ajeno a los anglicismos, se le quedó viendo a Nakago con una cara de desconcierto.
- ¿Qué es un "fan service"?.
- Consulta la sección "¿Sabías qué...?" de la página de Evangelion de El Universo Anime -le respondió Eclipse con una amplia sonrisa-. Aunque te puedo adelantar que es algo sensacional.
- No, no es así -se burló Sircamm-. ¡Uno menos!
El villano arrojó su consabida técnica de eliminación de la inteligencia contra Chickenmon, y éste salió volando por los aires. Tras unos cuantos segundos, se incorporó, y empezó a escarbar el suelo con sus patas y picotear los gusanos que iba encontrando.
- ¿Qué es lo que está haciendo ahora Súper Pollo? -preguntó Eclipse
- Parece que volvió a sus instintos primigenios... -respondió Eta.
- Hmmm... kokoro yo genshi ni modore (retorno al corazón primitivo) -murmuró Nakago-. Lástima, me empezaba a caer bien...
- ¿Ah, sí? A mí no me caía del todo, pero de eso a que lo conviertan en un pajarraco idiota hay mucha diferencia -confesó Cadmio, mirando como Chickenmon continuaba picoteando el suelo.
- Ay, pero si se ve tan tierno buscando así su comida -dijo Hikari. Prácticamente el 90% de sus compañeros de armas la miraron con ganas de estrangularla. Entonces, a Nakago se le ocurrió una idea.
- Oye, niña, ¿qué tal si tú vas, eh?
- ¿Yo? -preguntó Hikari.
- Claro, apuesto a que te verías muy linda parada allá arriba en ese podio -dijo Nakago sonriendo maliciosamente, mientras observaba a Cadmio, quien ya sabía qué se traía el muchacho entre manos. Aunque en el fondo despreciaba a los niños elegidos de la serie de Digimon 02, el Celestial sabía que cada vez que alguno de ellos fuera convertido en un imbécil sus posibilidades de derrotar a Sircamm disminuían.
- Oye, no seas maldito -le dijo Cadmio a Nakago en voz baja-. No creo que esa niña pueda hacer mucho. Sircamm la va a despachar rápidamente.
- Sí, es cruel, pero mientras más casilleros queden libres, mejor -dijo Nakago-. Luego salgo yo al final y te apuesto que nos hago ganar.
- Entiendo tu punto, mocoso -convino Cadmio luego de pensar bien las cosas-. Al menos así servirá de algo.
Pero a diferencia de Cadmio y Nakago, Daisuke no pensaba igual. Por el contrario, el chico no estaba dispuesto a permitir que su adorada Hikari compartiera el mismo destino que Control, Takeru, Misao y Ken. Tenía que convencerla de que desistiera de sus intenciones.
- ¡No, Hikari, no lo hagas! -exclamó, cerrándole el paso-. ¿No ves que sí fallas te robarán la inteligencia?.
- ¿En serio? -preguntó Hikari encantada con la idea-. Ah, bueno, entonces está bien.
- ¡¿Qué no entiendes lo que te estoy diciendo?! -dijo Daisuke a gritos.
Haciendo caso omiso a las palabras de su compañero, la niña elegida se dirigió hacia el podio y se paró frente a él. Sircamm, por su parte, sonrió seguro de sí mismo.
- Elige tu categoría.
- Hmmm... yo elijo... hmmm...
Pasaron varios segundos... y minutos...
- ¿¿Vas a elegir sí o no?? -estalló Sircamm luego de transcurridos 10 minutos y 33 segundos.
- Ay, es que todas las categorías se ven tan lindas -dijo Hikari, haciendo que todos sus compañeros se fueran de espaldas.
- Estoy empezando a pensar que esa niña ya había sido atacada antes por Sircamm -dijo Cadmio mientras se levantaba.
- Ella podría ver lindo incluso a N´astarith -opinó Eclipse.
- Qué niña más inútil -dijo Synchro-. Apuesto a que hasta Yui lo hacía mejor.
- Eh... gracias -respondió Yui algo contrariada.
- Bueno, yo ya me harté -dijo Sircamm. Acto seguido, arrojó su técnica de absorción de inteligencia hacia Hikari, quien fue impulsada unos cuantos metros hacia atrás y luego cayó sentada al suelo.
- ¡Hikari! -exclamó Daisuke, acercándose hacia la niña y buscando ayudarla.
- Qué curioso -dijo Eta-. Ahí es como si Daisuke fuera Misao y Hikari fuera Nakago...
- ¡¿Eh?! No me compares con esa -dijo Nakago-. Ni siquiera pudo servirnos para despejar un maldito casillero de las preguntas.
- Es verdad, no sirve ni como carne de cañón -se quejó Cadmio.
- Hikari, ¿estás bien? -preguntó Daisuke. Hikari abrió sus ojos, y al ver a Daisuke, su mirada se iluminó, una gran sonrisa apareció en su rostro y se abalanzó sobre él, besándolo.
- ¡¡TE AMO!! -exclamó Hikari. Daisuke, por su parte, quedó como idiotizado, mientras que sus demás compañeros, tanto humanos como digimons, los miraban bastante sorprendidos.
- ¡¡Así se hace Daisuke!! -exclamó V-mon aplaudiendo a su camarada.
- No entiendo, ¿no se supone que tenía que perder su inteligencia? -preguntó Armadimon.
- Cierto -convino Tailmon, totalmente extrañada-. Esto no tiene sentido.
- ¡Eres el chico más audaz, elegante, buen mozo, inteligente, guapo y valiente de toda la Tierra! ¡Todas las chicas del universo querrían a alguien como tú! -continuó Hikari, mientras seguía abrazando a Daisuke y el pobre chico se desangraba por la nariz a borbotones.
- Bueno, ahí lo tienen, toda una idiota -dijo Nakago dirigiéndose a Armadimon y a Tailmon.
- Sí... yo prefiero a ese tal Hayato -intervino Yolei.
Sircamm por su parte empezó a frotarse las manos sumamente deleitado. Sabía que podía vencer a aquel grupo de héroes pero jamás había imaginado que se tratara de algo tan fácil, pues hasta ahora absolutamente nadie había contestado correctamente a ninguna pregunta. Su satisfacción se vio confirmada cuando uno por uno iban pasando y fallando los compañeros de Nakago y Cadmio: Yolei, Daisuke, Iori, Patamon, Hawkmon, Armadimon, V-mon, Wormmon, Syncro, Rescue, I.R. y Corrector Yui. Todos ellos fueran presa del influjo maligno de Sircamm y perdieron por completo su inteligencia; el lugar pronto se convirtió en una especie de convención que pretendía reunir a las mentes más imbéciles del planeta Tierra.
- ¡¡Cantemos todos!! -exclamó Corrector Yui alegremente-. Luuucyy, Anaíiiiss, y Marinaaaaa, venceráaaaaan...
Todos a una siguieron a Yui, mientras que Nakago movía la cabeza de un lado a otro.
- Por lo visto no era necesaria la presencia de Guilmon para que alguien se pusiera a cantar estupideces -murmuró.
- ¡¿Y ahora, qué?! -exclamó Eta, desesperado, dirigiéndose a Nakago-. Sólo quedamos Cadmio, Eclipse, Tailmon, tú y yo.
- Pues yo no podría servirles de mucho en esto del Jeopardy -confesó Cadmio muy a su pesar-. A menos, claro, que decidiéramos atacar a Sircamm al mismo tiempo.
- Sí, supuestamente estábamos dejando a ese chico para el final pues él es quien más debe saber de anime -dijo Tailmon, refiriéndose a Nakago.
- Y Cadmio iba a quedar en reserva por si las cosas se ponían feas y Sircamm decidía pelear -dijo Eta-. Bueno, ellos dos no pueden salir ahora, entonces. ¿quién lo hará?
- Tenemos que seguir por orden de importancia -anunció Nakago-. Eso significa que...
Todos se volvieron para observar a Eclipse, quien estaba sentado bajo un árbol. Era obvio que el enmascarado estaba muy, muy molesto. Tenía los brazos cruzados y una pequeña nube de humo negro se había formado sobre su cabeza.
- Sí va a ser por orden de importancia, creo que debemos enviar primero a Eclipse -les propuso Cadmio hablando en voz baja.
- Sí, como dijo Eta hace un rato no creo que la técnica de Sircamm le afecte mucho -dijo Nakago conviniendo con Cadmio.
- ¡Hey, tú! -exclamó Tailmon dirigiéndose a Eclipse-. Ahora sí, es tu turno.
Eclipse miró a sus amigos con indiferencia.
- Ah, claro, ahora quieren mi ayuda, ¿no? -murmuró el espía sin ocultar su malestar-. Pues olvídenlo porque no pienso moverme de aquí.
- Ya, no te hagas el chistoso -respondió Nakago-. Sal de una vez antes que Sircamm decida quitarnos la inteligencia a nosotros también.
- Sí, rápido -lo secundó Eta, mientras veía a los demás, quienes incluso se estaban dando el trabajo de elaborar una coreografía para aquella desastrosa versión de "Yuzurenai Negai" que estaban cantando.
- ¿Qué acaso no escuchaste, Eclipse? -preguntó Cadmio con insolencia.
- Los estoy escuchando perfectamente -repuso el enmascarado sin siquiera mover un dedo-. Pero ya les dije que no pienso darles mi ayuda.
- ¡¡Pues si no piensas salir tendrás que enfrentarte a mis garras furia!! -estalló Tailmon.
- Eh, ¿qué esa técnica no es de Meowth? -murmuró Eta pensativo.
- Bueno, inútiles -dijo Sircamm-. ¿Van a enviar a alguien o no? Me empieza a picar la mano...
- ¡Sal de una buena vez! -gritó Nakago, desesperado.
Eclipse miró a Sircamm por un momento y luego regresó la vista hacia donde estaban Nakago, Eta, Tailmon y Cadmio. Después de haber sido ignorado por sus amigos, lo único que deseaba verlos humillados por Sircamm. Pero después de pensar bien las cosas, descubrió que había una cosa que deseaba ver aún más que el fracaso de Cadmio y los otros.
- Está bien, está bien, lo haré -declaró el enmascarado tras ponerse de pie-. Pero a cambio de prestar mis servicios exijo una condición.
- ¿¿Condición?? ¿Qué condición? -inquirieron Eta y Tailmon al mismo tiempo.
- Así es, felinos -respondió Eclipse sonriendo maliciosamente-. Sí logró vencer a Sircamm, entonces Neta y Gatomon deben bailar el tango.
Eta y Tailmon se vieron el uno al otro, y luego observaron a Eclipse con ganas de asesinarlo.
- ¡¡NO ESTÁN LAS COSAS COMO PARA PEDIR RIDICULECES!! -exclamaron ambos gatos al mismo tiempo.
- ¡¡De acuerdo a la leyenda tres chicas salvarán nuestro destinoooo... Las Guerreras Mágicas!!
El grupo de digimons y digidestinados cantaba, mientras que el grupo de Corrector Yui y el resto hacían aspas de molino, saltos mortales, pirámides y diversas piruetas. Nakago se volvió hacia Eta y Tailmon con cara de pocos amigos.
- ¿Están seguros de lo que dicen? -les preguntó Nakago-. Yo les recomendaría que lo pensaran aunque sea un poco. Digo, la situación sí está como para pedir ridiculeces...
- ¿Es que acaso son idiotas o qué? -preguntó Cadmio, dirigiendo una dura mirada contra Eta y Tailmon-. ¿Qué daño puede hacerles bailar un poco? Hagan lo que Eclipse les pide.
- Es eso o no los ayudo -sentenció Eclipse, cruzándose de brazos y volviendo la mirada en otra dirección-. Es mi última palabra.
Eta apretó los dientes, furioso, pero sabía que el enmascarado tenía razón. Bueno, después de todo, ¿qué daño podía causar bailar una pieza de tango con Tailmon? No era que ambos fueran a casarse o algo parecido, todo se trataba de hacer el ridículo durante unos cuantos minutos (algo a lo que empezaba a acostumbrarse, gracias a los episodios de "La Entrevista").
- Está bien, yo acepto -suspiró, resignado.
- Supongo que no tenemos salida -gruñó Tailmon, cruzándose de brazos, pero a la vez pensando en lo que le haría a Eclipse una vez terminado todo el embrollo.
- ¡¡Trato hecho!! -festejó Eclipse con una sonrisa-. Ya verán que Neta y Gatomon pueden ser una pareja excepcional.
- ¡¿YA?! -gritó Sircamm, completamente aburrido.
- Sí, ya -respondió Nakago-. El sujeto que se viste chistoso irá al podio.
- Ahora sí te llego tu hora, virus panzón -dijo Eclipse apuntando al siniestro virus con un dedo-. Te enfrentarás con el mejor concursante de Jeopardy de toda la galaxia.
- Ja, ja, está bien, entonces... -rió Sircamm sumamente confiado, mientras Eclipse tomaba su lugar-. ¿Qué categoría eliges?
- A ver... déjame pensar... Hentai, por quinientos puntos.
- Qué pervertido -murmuró Tailmon.
- Y mejor que ni te vea como Angewomon -le aconsejó Cadmio.
- Hubiera sido mejor que esas se las dejara a Nakago -dijo Eta-. Él es un experto en la materia.
- Eta... no me delates -gruñó Nakago.
- En la serie "Maya la Tentadora" -empezó a preguntar Sircamm-. ¿Cuál es el nombre de la protagonista?
- ¿Maya la qué? -Eclipse estaba totalmente confundido-. ¿Qué anime es ese?.
- Ehmmm... yo me imagino que debe ser Maya -murmuró Eta-. ¿Tú qué dices, Nakago?
- ¡¡Claro que sí!! -exclamó el chico-. Es algo bastante obvio.
- Tal vez sea una pregunta capciosa -intervino Tailmon.
- Después de todo lo que he visto no me extrañaría para nada -opinó Cadmio.
- ¿Sabes o no? -preguntó Sircamm, a la vez que sonreía diabólicamente y estiraba un brazo, a punto de ejecutar su técnica. En ese momento, el pobre Eclipse fue presa de unos terribles nervios.
- ¡¡S-sí... sí sé!! -tartamudeó el enmascarado-. S-se... se lla...lla...ma... ma... lla...
Sircamm entornó los ojos.
- Correcto -respondió, arrugando la tarjeta y tirándola al suelo-. Se llama Maya.
- ¿Ven lo que les dije? -sonrió Nakago.
- Pues no sé, pero a mí se me hace que la respondió de pura suerte -dijo Tailmon.
- ¿Se te hace? -murmuró Cadmio-. Claro que fue suerte.
En el podio, Eclipse empezó a bailar de un lado a otro y luego terminó haciendo una pose espectacular. Cadmio, Eta, Tailmon y Nakago lo miraron sintiendo vergüenza ajena.
- ¿No les dije que era bueno para el Jeopardy?.
- Bah, es recién la primera que contestan bien y además era bastante fácil -dijo Sircamm-. ¿Qué categoría eliges ahora?
- Elijo Ranma ½ por 200 puntos -contestó el enmascarado sin siquiera pensarlo.
- OK -asintió Sircamm, haciendo aparecer una tarjeta en sus dedos mediante un chasquido-. ¿Cuál es aquella frase que Kasumi Tendo siempre suele decir?
- ¡¡Oh, cielos!! -exclamó Eclipse angustiado, pues no tenía ni idea de la respuesta.
- Correcto otra vez -gruñó Sircamm destruyendo la tarjeta mediante su poder.
- Claro, claro, ya lo sabía -murmuró Eclipse fingiendo tranquilidad.
- Increíble -dijo Nakago-. Ya va dos. No era tan inútil después de todo.
- Las probabilidades de que ese inepto responda a todas las preguntas son de 0.001 entre mil millones -informó Cadmio luego de consultar su computadora de bolsillo.
- Yo insisto en que es pura suerte -murmuró Tailmon.
- ¡¡Siguiente categoría!! -dijo Sircamm bastante enfadado.
- Eh, películas Hayao Miyazaki por 300 puntos -repuso Eclipse señalando unas de las pantallas.
- Genial, esa es una de las más complicadas -suspiró Nakago.
- ¿En qué película de Hayao Miyazaki, dos niñas se hacen amigas de un espíritu del bosque? -preguntó Sircamm.
- Diablos -murmuró Eclipse mordiendo su capa-. Esa respuesta la podría saber mi vecino Totoro...
- Correcto... -dijo Sircamm, alzando una ceja. Solamente había alcanzado a escuchar las últimas palabras de Eclipse-. El nombre de la película es Mi Vecino Totoro, o en japonés, Tonari no Totoro.
- ¿Era mi vecino Totoro o Toto? -musito Eclipse para sí.
- ¡¡Ah!! -exclamó Cadmio, dejando caer su quijada hasta el suelo-. ¡Es imposible! ¡¡Esto no puede estar pasando!!.
- ¡¡¿No me digas que Eclipse tiene un vecino llamado Totoro?!! -exclamó Nakago.
- ¡¡Claro que no, mocoso!! -repuso Cadmio violentamente-. ¡¿Ya se te olvido que el idiota se confunde con los nombres de todos?!.
- Esto ya es algo de no creerse -dijo Eta.
- ¡¡Pura suerte!! -insistió Tailmon.
- ¿Qué categoría eliges ahora? -preguntó Sircamm, ya no tanto molesto sino algo sorprendido.
- OVAs por 300 puntos.
- Bien -respondió Sircamm-. Serie de OVAs que tiene como protagonista a un chico llamado Yota Moteuchi, esta serie se llama Video Girl...
- ¡¡AY!! -gritó Eclipse, una pequeña abeja pasaba por ahí cerca y le picó el pulgar derecho.
- ¡Correcto! -exclamó Sircamm, boquiabierto-. La serie se llama Video Girl Ai.
- ¡¡No me digan que esta vez no fue suerte!! -se quejó Tailmon.
- Oye, tranquila, pero si estamos ganando -la calmó Nakago.
- ¡Diablos! -exclamó Cadmio, tomándose la cabeza con ambas manos-. ¿Qué es lo que sucede? Hasta el momento ha logrado responder a todas las preguntas.
- Si así sigue todo esto, ya la hicimos -dijo Eta.
Lleno de seguridad, Eclipse miró a Sircamm de arriba a abajo y enseguida soltó una risita burlona.
- Te estoy ganando, bola de cebo.
- Sí, sí, lo que sea -murmuró Sircamm, amargado-. ¡¡Siguiente categoría!!
- Veamos, yo elijo música de anime por 400 puntos.
- Ja, ja, ja, esta ya no va a ser tan fácil -se burló Sircamm-. ¿Cuál es el título del tercer opening de Pokémon?
- Concéntrate, Eclipse, no te apresures -le sugirió Nakago.
- OK -le respondió el enmascarado.
- ¡¡Correcto otra vez!! Maldita sea -se quejó Sircamm-. La canción se llama "OK!" y es interpretada por Rika Matsumoto.
- ¿Cómo te quedó el ojo Sircamm? -se burló Eclipse-. ¿Chiquito y picoso, verdad?.
- Más que "La Entrevista", esto parece un episodio de "La dimensión desconocida" -musitó Cadmio sin ocultar su asombro.
- Bueno, sinceramente esto es lo más increíble que he visto en mis 500,000 microsegundos de vida -murmuró Tailmon.
- Esperemos que siga así -dijo Eta.
Las palabras del gato de Lambda resultaron proféticas; con cada pregunta que hacia Sircamm, siempre ocurría algún hecho fortuito que permitía que Eclipse pudiera salir bien librado del embrollo. Así, poco a poco, empezaron a disminuir los recuadros, las categorías, y finalmente sólo faltaban 3 preguntas más para que Eclipse pudiera convertirse en héroe de la jornada y salvador de la inteligencia de todos los personajes de fanfics y anime que habían caído bajo el poder maligno de Sircamm.
- Elige tu categoría -dijo Sircamm con fuego en la mirada.
- Rurouni Kenshin por 200 puntos.
- Bien -respondió Sircamm, apareciendo una nueva tarjeta en sus manos-. Se apellida Makimachi y es una ladrona que Kenshin conoció camino a Kyoto.
Eclipse se mordió un dedo mientras su corazón latía a mil por segundo. Iba a presionar el botón para dar una respuesta cuando Misao comenzó a cantar desafinadamente.
- The color is siiiiiingiiiiiing...!!!
- Misao... ¿te quieres...
- ¡Es correcto! -exclamó Sircamm, que no podía creerlo y empezaba a rasgar su capa por la furia que traía contenida dentro suyo.
- ¿Te parece si vamos ensayando? -le propuso Eta a Tailmon, con un rostro de aburrimiento.
- ¡No! Me niego -gritó Tailmon-. Todavía podemos salvarnos. Faltan 2 preguntas, yo confío en que ese amigo tuyo llamado Nakago es el que nos va a salvar.
- Yo que tú mejor me resignaba -le aconsejó Cadmio a Tailmon-. Ahora creo que todo es posible.
- Bueno, quedan dos categorías... veamos si Eclipse puede responder cada una de esas dos preguntas -dijo Nakago.
- ¡Ya, di de una vez cuál de las dos categorías quieres! -protestó Sircamm al ver que Eclipse se había puesto a jugar al "de tin marin" para decidir.
- Cucaramacara títere fue... elijo Gundam por 600 puntos.
- Bien... la pregunta es qué famoso cantante interpreta "Dears", tema de "Gundam: The Ride".
- Hmmm... Creo que se llama… -Eclipse estaba a punto de decir que era Jerry Rivera, pero justo antes de dar la respuesta se mordió la lengua-. ¡Ack!
- Sí, así es... -suspiró Sircamm-. Gackt es su nombre.
- Ahora nadie podrá negar tu existencia, Gran Creador -dijo Cadmio, mirando los cielos.
- No puede ser -dijo Nakago-. Ya sólo queda una pregunta y no tuve oportunidad alguna de participar en el Jeopardy.
- Insisto, deberíamos estar ensayando... -murmuró Eta.
- ¡¡NO!! -exclamó Tailmon-. ¡¡Nadie tiene tanta suerte!! ¡¡En esta última tiene que fallar!!.
- La última de las categorías es Saber Marionette J por 800 puntos -Sircamm vio la tarjeta y su mirada se iluminó, cambiando de expresión por completo. El villano empezó a reír a carcajadas.
- ¿Y ahora qué es lo que te pasa? -inquirió Eclipse-. ¿Acaso te deschavetaste?.
- ¿Que qué pasa? Nada, es que es ahora es completamente imposible que puedas responder -rió Sircamm-. Es algo en lo que ni la suerte más grande del universo te puede ayudar.
- Ya decía yo que esto no podía durar -renegó Cadmio, seguro de que el fracaso de Eclipse era inminente.
- Yo pienso que todo es posible, sobre todo después de lo que he visto hoy día -dijo Nakago-. Hasta no escuchar la pregunta, no me atrevo a decir nada.
- ¿Así lo crees, eh? -sonrió Sircamm-. ¡¡Pues bien!! ¿Saben cuál es la pregunta?
- ¡¡Dila!! -exclamaron Nakago, Cadmio, Eclipse, Eta y Tailmon al unísono.
- ¡Como quieran! -respondió Sircamm sintiéndose vencedor-. ¿Cuál es el número de serie de la marioneta Cherry? Cabe resaltar que este es un número de 25 dígitos... ¡¡JA, JA, JA, JA, JA, JA, JA!!
- ¿25 dígitos? -repitió Eclipse-. ¿Qué diablos es un dígito?.
- Bien -dijo Tailmon para sus adentros-. Me imagino que tú serás nuestro salvador ahora -le dijo a Nakago.
- ¡¡¿Salvador?!! ¡Oye! ¡Está bien que me guste el anime pero no soy tan enfermo como para aprenderme de memoria un número de 25 dígitos! -exclamó el muchacho, aterrorizado.
- ¿Y cuando pensabas decirlo, mocoso torpe? -le preguntó Cadmio.
- ¡No puede ser! -gritó Eta, espantado-. ¡¿Qué vamos a hacer ahora?!
- ¡Ahora sí quiero bailar tango! -dijo Tailmon.
Eclipse, por su parte, lucía sumamente tranquilo y se tomaba su tiempo para pensar la respuesta... Bueno, en realidad no había mucho que pensar pues era bastante obvio que él no tenía ni la más mínima idea de lo que se le estaba preguntando, pero al menos quería pretender que sabía algo.
- ¿Te rindes? ¿Te rindes? -preguntó Sircamm como niño que espera recibir un regalo.
- Aún no -repuso Eclipse con nerviosismo-. Dame algo de tiempo, je, je.
- ¡¿Con que sí, eh?! -estalló el virus-. ¡Bueno, no me importa! ¡Te rindes a la 1...!
- Jamás imagine que mis días de guerrero terminarían de esta forma -murmuró Cadmio con melancolía.
- ¡A las 2...!
- Eta, fue un gusto haberte conocido -murmuró Nakago.
- Igualmente -respondió el gato en el mismo tono.
- ¡A las 2 y medio...!
- Snif -sollozó Tailmon-. Todo esto por no haber ido a los Nevados de la Perdición.
- ¡¡A las 3!! ¡¡Su inteligencia será mía!!
Sircamm aumentó su aura al máximo, preparándose para lanzar su ataque a sus 5 contrincantes al mismo tiempo y terminar con ellos de una buena vez. Sin embargo, cuando ya estaba a punto de consumar su plan y cuando nuestros amigos ya eran presas del pánico, un ligero ruido como de una estampida se dejó escuchar en medio de aquel rincón del bosque digital. El ruido poco a poco se fue haciendo más fuerte, hasta que pasó a convertirse en un tremendo estruendo que hacía temblar el suelo bajo los pies de Nakago, Cadmio, Eclipse y el resto.
- Pero qué diablos es eso -dijo Sircamm, mirando a todos lados.
- ¿¿Será nuestra salvación?? -aventuró a decir Nakago.
- Sinceramente eso no me sorprendería -respondió Eta.
- Suena como el disparo de un cañón de plasma solar -murmuró Cadmio.
- A mi se figura más a miles de digimons corriendo hacia aquí -observó Tailmon.
- No se preocupen, amigos, sé exactamente que hacer -dijo Eclipse, que creía que una estampida de digimons salvajes aparecerían de un momento a otro para arrollarlos a todos-. ¡¡Jumanji!!.
Poco después, a lo lejos, Sircamm y los demás vieron cómo todo un grupo de los más variopintos personajes, desde adolescentes, ancianos, niños y 3 atractivas chicas se encontraba corriendo velozmente justo hacia el sitio en donde se estaba llevando a cabo el Jeopardy.
- ¡¡QUÍTENSE DEL CAMINOOOOO!! -exclamaron. En ese instante los protagonistas del fanfic repararon en que una gigantesca bola de luz, que destruía árboles y arrojaba bloques de tierra y rocas a su paso, venía persiguiendo a los recién llegados.
- ¡¡Miren, el tercer impacto!! ¡Ja, ja, ja, ja, ja! -exclamó Yolei, su carcajada fue seguida por el resto de idiotas que se encontraban rodeándola.
- Podrá ser... ¡Sí! ¡Ese chico es Otaru Mamiya y viene acompañado de sus tres marionetas! -exclamó Nakago extasiado. El opening de Saber Marionette J (Successful Mission) llenó todo el ambiente de repente.
- ¿De dónde salieron esos idiotas? -preguntó Cadmio sin dirigirse a nadie en especial.
- Y esa que está vestida de rosado y tiene esas dos bolas rojas en la cabeza, me imagino que debe ser Cherry, ¿no? -intervino Eta.
- Muy bien Eta, ya estás aprendiendo -sonrió Nakago.
- ¡¡Locos!! -gritó Tailmon-. ¡¡No es momento de ponerse a conversar!! ¡¡Tenemos que salir de aquí!!
- Concuerdo con la gata -opinó Cadmio, retrocediendo unos pasos-. Esa enorme bola de luz no parece nada amistosa.
- ¡¡Vamos a morir!! -gritó Eclipse.
- ¡¿Se van a salir o no?! -insistió Otaru, quien ya se encontraba a unos cuantos pasos de Sircamm.
- ¡Jamás! ¡El virus más poderoso de la Internet no recibe órdenes de nadie! -exclamó Sircamm.
- ¡Pues yo lo advertí, y no se quejen de lo que ahora pueda pasar!
El grupo de Otaru, Lime, Cherry y Bloodberry y los vecinos del barrio en que ellos vivían colisionó contra el de Sircamm, Eclipse, Nakago, Cadmio, Eta, Tailmon y los demás, produciéndose toda una mezcolanza de personajes de diversos animes y fanfics. Acto seguido, la inmensa bola de luz impactó contra todos ellos, produciendo una mini-explosión nuclear que barrió con el escenario del Jeopardy y cualquier rastro de vida vegetal que hubiera quedado en el lugar. Los personajes salieron volando por todos lados, quedando varios de ellos regados en 20 metros a la redonda.
En el centro de todo, en lo que había sido el escenario del juego, sólo quedaban dos podios semidestruidos. Las pantallas con las categorías habían sido completamente pulverizadas.
Enterrado hasta el cuello cerca de su podio, todavía con la tarjeta en la mano, estaba el virus Sircamm con el traje enteramente desgarrado y varios golpes y rasguños. En el otro podio, rodeado de uno que otro personaje de anime, se encontraba Eclipse, que estaba en las mismas (y lamentables) condiciones.
- Que alguien anote la matrícula de trailer que me atropelló -musitó el enmascarado débilmente.
- Bueno, eso sí que fue algo, ¿eh? -murmuró Eta tratando de levantarse para sacudirse el polvo.
- ¿De dónde habrá venido ese rayo? -se preguntó Cadmio antes de volverse hacia donde estaba Eta-. ¿En qué parte quedó la gata con la que vas a bailar?.
- Tailmon quedó por allá -respondió Eta, señalando hacia el norte. A unos cinco metros de distancia estaba Tailmon, con los ojos en forma de espiral.
- ¿Y el mocoso narcisita? -dijo Cadmio, escudriñando los alrededores.
- Aquí... toy... -dijo Nakago lastimeramente, quien había quedado justo al costado del podio de Eclipse y ahora tenía a Chickenmon y Synchro encima suyo-. ¡¡Ayúdenme!!
- ¡Cocorocó! -exclamó Chickenmon mientras picoteaba la nariz de Nakago, creyendo que era un gusano.
- Miren, Chikenmon imagina que Nagasaki es su madre -señaló Eclipse.
- Esa es la peor idiotez que te he escuchado decir desde que llegamos a este lugar -le dijo Cadmio, mirándolo con el entrecejo fruncido y los brazos cruzados.
En ese instante, Nakago reparó en algo.
- ¡Oye, Eclipse! -dijo, llamando la atención del espía estelar-. ¡¡Esa chica que está tirada a tu lado es Cherry!
- ¿En serio? Que nombre tan curioso.
- ¡¡NO TE FIJES EN ESO!! -exclamó Nakago con una vena resaltando en su frente-. ¡Recógele el cabello y fíjate en su nuca, ahí debe tener su número de serie!
Eclipse se arrastró hacia donde se encontraba la marioneta e hizo como Nakago le ordenó. Efectivamente, en dicho lugar se encontraba el famoso número de serie que Sircamm pedía en su pregunta.
- La respuesta es... -dijo Eclipse-. El número es 4389712640326032572910285.
Sircamm tragó saliva fuertemente y observó la respuesta que se encontraba en la tarjeta. Al ver lo que estaba escrito ahí, el más grande pánico se apoderó de él.
- Es... es... ¡¡Es correcto!! ¡¡NOOOOOOOOooooOOooo....!!
El regordete virus de computadora poco a poco empezó a desvanecerse, en la forma de partículas luminosas de varios colores. Al final, en su lugar, sólo quedó un pequeño "bug", el cual empezó a caminar de un lado a otro velozmente, para finalmente dirigirse a Nakago.
- Oh cielos -murmuró Nakago al ver el bug acercándose hacia él, y poco después perdió el conocimiento. Cadmio se acercó hacia el animalejo y se deshizo de él de un buen pisotón.
- ¿Cómo es posible que le tenga miedo a los insectos? -murmuró Cadmio.
- Me parece que esa fobia nunca podrá superarla -dijo Eta viendo al desmayado Nakago.
- ¿En dónde quedaron los demás? -preguntó Eclipse de pronto.
- Es cierto -respondió Eta-. ¿Habrán recuperado los demás su inteligencia?
El gato se volvió hacia un pequeño montón de personas, en el cual se encontraban Misao, Ken, Daisuke, Hayato y Corrector Yui. Todos ellos empezaron a incorporarse trabajosamente, sacudiéndose la ropa y murmurando incoherencias.
- ¿Están bien? -les preguntó Eta acercándose hacia ellos junto con Cadmio y Eclipse.
- Ehhh... pues más o menos -dijo Hayato-. ¿Qué tipo de desastre hubo aquí?
- Lo último que recuerdo es algo de un concurso y... ¿Qué pasó con Sircamm? -preguntó Ken.
- Pues, aunque les parezca absurdo y lo duden seriamente, Eclipse logró contestar todas las preguntas -explicó Cadmio.
- ¿Qué opinan de eso, babosos? -se burló Eclipse.
- ¡¿Eh?! ¿¿Tú?? -exclamó Misao con los ojos bien abiertos-. Yo no me la creo, estoy segura que fue Naki-chan quien nos salvó de Sircamm
- Tu Naki-chan es una papa -repuso el enmascarado-. Aquí el único héroe soy yo.
- Sí, sí, lo que tú digas -le dijo Misao haciéndole un gesto de indiferencia mientras el resto se reía.
- ¿De qué se ríen? -murmuró Eclipse, confundido-. Cuenten el chiste.
- Ah, ignóralos -le aconsejó Cadmio-. Ni siquiera yo puedo creer lo que sucedió.
- Pero que sujetos más extraños -musitó Corrector Yui para sí-. Sobre todo ese tal Nakago que insiste en confundirme con Sailor Moon.
- ¿Y Naki-chan? -preguntó Misao.
- Está tirado por allá -respondió Eta señalando hacia donde se encontraba el muchacho. El inconsciente Nakago se encontraba rodeado de varios de los vecinos de Otaru Mamiya, quienes lo miraban con suma curiosidad.
- Qué curioso -dijo uno de ellos-. Nunca había visto esas ropas.
- Qué niño tan raro -dijo otro, mientras empezaba a jalarle la boca para hacerlo reaccionar.
- ¡¡HEY!! ¡¿Qué le están haciendo a mi Naki-chan?! -exclamó Misao corriendo hacia donde estaban los sujetos. Ellos simplemente se limitaron a quedársela viendo de arriba a abajo, sumamente perplejos.
- ¿¿Una marioneta con emociones?? -dijo alguien, incrédulo-. Pensé que las únicas eran las de Otaru.
- Seguramente tiene implantado un circuito virgen.
- ¿Marioneta? ¿¿Circuito virgen?? -repitió Misao-. ¿¿De qué diablos están hablando??
- Pero esta se ve muy pequeña, la fabricaron a la manera de una niña -intervino el viejo Gennai acercándose al pequeño grupo que estaba congregado alrededor de Misao y Nakago-. Así no hay chiste. No creo que te hayan programado para limpiar oídos, ¿o sí?
- ¡¡Guácala!! -respondió Misao haciendo un gesto de asco-. ¡¡Es usted un cerdo!!
Nuestra amiga Misao se vio obligada a darle un buen golpe al pobre Gennai para defender su honor, y por si esto no hubiera sido suficiente, una vez que el anciano estuvo tirado sobre el suelo, la chica se abalanzó sobre él, conectándole toda una andanada de golpes.
- ¡¡Viejo tonto!! ¡¿Por qué no le pide a su mamá que se los limpie?!
- ¡¡Rápido, que alguien la desconecte!! -aventuró a decir uno de los acompañantes de Otaru, pero nadie se atrevía a acercarse, pues creían que Misao era una marioneta y por consiguiente no tenían muchas posibilidades contra ella.
- Esa mocosa sí que tiene carácter -murmuró Cadmio.
- En lo personal creo que sí Misao fuera una marioneta sería la hermana de "Chuky, el muñeco diabólico" -dijo Eclipse por su lado.
- Qué linda se le ve desfigurando el rostro de ese anciano indefenso -dijo Hikari mientras se acercaba junto con los digimons y el resto de personajes de Corrector Yui.
- Tal vez alguien debería detenerla -dijo Control-. Nos está dando una mala reputación como héroes.
- Yo no me atrevo a acercarme -intervino Armadimon.
- Bueno, si Sircamm ya está vencido yo creo que mejor nos vamos... esto ya no nos concierne -dijo Corrector Yui dando unos pasos hacia atrás.
- Un momento, tenemos que averiguar de dónde vinieron esos tipos y enviarlos de vuelta al lugar de donde salieron -señaló Ken-. Su permanencia en el digimundo, la Red Com o como quieren ustedes llamarle podría no ser conveniente.
Otaru y sus marionetas, ya recuperados del tremendo impacto de la explosión, se acercaron hacia el lugar donde Misao estaba haciendo puré al anciano Gennai. Bloodberry se inclinó y cogió a Misao de un brazo, alzándola.
- Oye, será mejor que te tranquilices -le dijo la marioneta.
- ¡Ahh! ¡Suéltame! -gritó Misao tratando de soltarse.
Por su lado, Cadmio y los demás se acercaron hacia el grupo de Otaru y compañía.
- Deja a la mocosa, marioneta de quinta -le ordenó Cadmio a Bloodberry.
- ¡Ajá! -exclamó Eclipse-. ¡Ya sabía que Cadmio y Misao se traen algo!.
- Cállate, niño tonto -se defendió Bloodberry-. A mí nadie me da ordenes.
- ¡Será mejor que sueltes a mi amada Misao-chan! -exclamó Hayato.
- ¿Tu amada Misao? -preguntó Otaru-. ¿No crees que estás algo niño para decir esas cosas?
- Sí, es cierto, ¿de dónde habrán salido todos estos infantes? -preguntó Gennai-. Ustedes que son los adultos deberían cuidarlos mejor -dijo, dirigiéndose a Control, Synchro y Rescue.
- A nosotros que nos dices -repuso Synchro-. Nosotros no somos niñeros.
- Es cierto -convino Control-. Pero ahora que lo mencionas, nuestro deber de héroes exige llevar a estos niños con sus padres.
- No teman, pequeños -murmuró Rescue, tendiéndole la mano a Cadmio-. Nosotros los ayudaremos.
- ¡Yo no soy un niño! -exclamó Cadmio-. Soy un Caballero Celestial y no necesito la ayuda de nadie.
- Qué bichejos tan raros -dijo alguien refiriéndose a los digimon.
- ¡No son bichejos! ¡Son nuestros compañeros digimon! -exclamó Daisuke muy indignado.
- ¡Qué lindo gatito! -Lime se acercó a Eta y empezó a ahogarlo con sus abrazos.
- So...co...rroo -murmuró Eta casi sin aire.
- ¡Oye, suéltalo! -dijo Misao.
- ¿Qué le haces a mi camarada digimon? -exclamó Eclipse, plantándose frente a Lime.
- ¡¡Piérdete!! -gritó Bloodberry, aplicando una poderosa patada al rostro del espía.
- Ay, mi querido Otaru -dijo Hanagata acercándose de repente y abrazando al chico desde atrás-. Mejor nos vamos a otro lado los dos solitos.
- ¡¡Deja en paz a Otaru-sama!! -chilló Cherry, cogiendo a Hanagata del cuello y arrojándolo. El rubio cayó sobre varios de los digi-destinados.
- ¡¡Quítenme a este gay de encima!! -se quejó Daisuke.
- ¡¡Salvajes!! ¿Están buscando problemas, eh?
- Como no se larguen ahora mismo los haré picadillo -amenazó Cadmio a las marionetas.
- No me digas, niño -se burló Bloodberry.
- ¡¿NIÑO?! -repitió Cadmio con un marcado énfasis-. ¿Estás diciendo que soy un infante que no sabe nada de la vida? ¿Un inmaduro que apenas tiene conciencia de lo que dice? ¿Un insignificante mozalbete del que puedes burlarte?.
- ¡Niño, niño, niño, niño! -exclamó Bloodberry, provocando el enfado del Celestial.
- Un niño, ¿eh? -musitó Cadmio tranquilamente-. ¡Suficiente!.
Ante la mirada perpleja de todos, Cadmio se abalanzó sobre Bloodberry y comenzó a golpearla una y otra vez. Al ver eso, Hayato arremetió contra el viejo Gennai mientras que Eclipse le propinaba un fuerte coscorrón a Lime para hacerla soltar a Eta. Corrector Yui trató de detener la pelea, pero le fue inútil; en unos segundos los digidestinados se unieron a Cadmio, Hayato y Eclipse y la situación degeneró rápidamente en una batalla campal.
Nakago abrió los ojos lentamente, se levantó y sacudió la cabeza, aturdido, mientras se ponía de pie. El líder de los guerreros de Lambda quedó algo pasmado al ver cómo todos sus amigos, recién conocidos y los personajes de Saber Marionette J se envolvían en una tremenda pelea en donde hasta el menos diestro en combates tenía algún golpe que dar. De repente, el muchacho sintió que alguien le daba unos pequeños toques en el hombro. Volteó, y quedó más sorprendido aún. Se trataba de nada más y nada menos que Asuka Langley Souryu. En sus brazos, traía a Tailmon.
- ¡¡Asuka!! -exclamó Nakago.
- Anta baka -respondió la pelirroja-. ¿Se puede saber qué diablos está pasando acá?
- Ehh... bueno... es una muy larga historia que te la puedo contar luego. Lo que sí te puedo decir es que Sircamm ya fue derrotado y ahora eres libre.
- Pues menos mal -murmuró Asuka-. ¿Y esta cosa es tuya?
Asuka le extendió a Nakago la inconsciente Tailmon, y él la tomó en sus brazos.
- Hmmm... no, pero su dueña estará feliz -dijo Nakago-. Oye, ¿no me preguntas por qué estamos como niños?
- Nahh, me informé de todo en un cable noticioso -declaró Asuka-. Aquí en la Internet es bastante fácil enterarse de todo. ¿Sabías que hay una nueva serie de Digimon llamada Digimon Frontier?
- Ehhh... no, pero no me sorprende -musitó Nakago-. En fin, creo que lo mejor es separarlos y buscar la manera de regresar.
- Sí, tienes razón -respondió Asuka. Acto seguido, la piloto del EVA-02 se dirigió hacia donde se encontraban ambos bandos en disputa, y decidió calmarlos de un buen grito.
- ¡¡¡Cálmense todos de una vez, INÚTILES BAKAAAS!!! -tronó la chica, dejando a todos bastante sorprendidos y paralizados.
- ¿Vacas? -murmuró Eclipse mirando para todos lados-. ¿En dónde?.
- ¿Quién es esa? -preguntó V-mon.
- No sé... pero no se le ve tan mal -murmuró Takeru.
- Todos los hombres son unos hentais -dijo Yui enfadada, cruzándose de brazos.
- Otaru, ¿qué es hentai? -preguntó Lime.
- Otro día te explico... -respondió el sufrido dueño de las marionetas.
- ¿¿Asuka?? ¿Pues cómo fue que llegaste hasta aquí? -preguntó Eta.
- Ahh, pues un día estaba yo de lo más tranquila revisando mi correo cuando una extraña fuerza me jaló hacia el interior de mi computadora -respondió Asuka-. Se trataba del virus Sircamm. Gracias a todas las noticias y comentarios en la Internet, se enteró de la existencia de "La Entrevista", de lo popular que es, y decidió usarme como rehén para atraerlos a ustedes y hacer una edición especial del programa. Todo para así ganar más popularidad, buscar la manera de acceder al mundo real y así promocionar su concurso del Jeopardy de anime en TV, hacerse millonario y convertirse en el dueño del universo en espacio y tiempo, pasado, presente y futuro.
- Ese plan me suena conocido -murmuró Cadmio mientras recordaba a N´astarith.
- Sí, en realidad todos llegamos aquí de casualidad -lo secundó Eta-. Por culpa de Eclipse y su tonto invento.
- En realidad el Time Wave fue invento de Sircamm -dijo Asuka-. El virus le envió un correo con un link a ese inútil en donde se mostraba la forma de construirlo, sólo había que seguir las instrucciones. Me imagino que Sircamm sabía que Eclipse usaría el Time Wave de manera poco responsable, trayéndolos a todos hasta acá.
Eta, Hayato, Cadmio y Misao se volvieron hacia el enmascarado con una mirada asesina. Eclipse sólo se limitó a mostrar una sonrisa bastante estúpida.
- Bueno, Sircamm tal vez lo inventó, pero yo fui quien lo armó -dijo Eclipse.
- Ya me parecía que alguien como él no podía inventar algo tan elaborado -gruñó Misao.
- Eso ya no importa ahora -dijo Nakago, acercándose, todavía con Tailmon en sus brazos-. Ahora tenemos que ver la manera de salir de este lugar.
- Bueno, pues nosotros nos retiramos -anunció Control-. Fue un placer luchar a su lado, pero tenemos trabajo que hacer.
- Cierto, el trabajo de los Correctores nunca termina -sentenció el pequeño I.R.
- Y yo tengo que hacer mi tarea -sonrió Corrector Yui mientras ella y los demás Correctores se elevaban en el aire-. Me dio gusto conocerlos a todos, menos a ese niño que me confunde con Sailor Moon. Adiós y cuídense todos.
De esta manera, Corrector Yui, Syinchro, I.R., Rescue y Control desaparecieron en la inmensidad de los cielos mientras agitaban sus manos y se despedían de todos.
- Al fin y al cabo que no fueron de mucha ayuda -murmuró Daisuke.
- Extraña chica, aunque presiento que la volveremos a ver -dijo Cadmio.
- Yo preferiría ver a Magical Doremi -musitó Eclipse.
- ¿Cómo fue que ustedes llegaron hasta aquí? -preguntó Ken.
- En realidad, no sabríamos cómo explicarlo -respondió Otaru rascándose la cabeza. - Pero creo que Gennai tuvo que algo que ver, me parece que usó uno de sus complicados inventos.
Todos se volvieron hacia el anciano, quien compartía ciertos secretos del oficio con Eclipse.
- ... Sí, yo hice una máquina para volar una vez -dijo Gennai hinchándose de orgullo.
- Eso no es nada, yo una vez ideé un artefacto con ruedas al que bautice como triciclo -comentó Eclipse, rascándose la cabeza-, ¿o sería bicicleta?.
- Bueno -los interrumpió Takeru-. Nosotros podemos volver al mundo real junto con Nakago, Cadmio y el resto, pero, ¿ustedes? Me parece que vienen de otra dimensión.
- Sea como sea no pueden permanecer en el digimundo, tendrán que acompañarnos hasta que veamos la manera de regresarlos a su hogar. A propósito... ¿de dónde vienen? -inquirió Iori.
- ¡¡Del país de Japones!! -respondieron marionetas y humanos al unísono, alzando un puño y sacando banderas y pancartas representativas de su región.
- Pero no nos molesta conocer otro lado. Digo, al menos hasta que podamos volver a casa -intervino Otaru.
- ¡¡Sí!! ¡¡Yo quiero estar contigo, Otaru!! -exclamó Lime pegándose a su dueño.
- Yo siempre estaré a su lado, Otaru-sama -dijo Cherry dulcemente.
- Muy bien, espero que podamos divertirnos... -susurró Bloodberry en un tono muy sexy.
- ¡Bingo! -exclamó Yolei-. ¡Entonces, vamos todos al mundo real!
El grupo de humanos, marionetas y digimons se acercaron hacia el televisor más cercano. Fue ahí que los niños elegidos extrajeron sus digi-vices, preparándose para el viaje de retorno al mundo real.
- Espero volver a verte, camarada -Chickenmon se acercó hacia Nakago con grandes lagrimones en los ojos.
- ¡¡Lo mismo digo!! -exclamó Nakago en el mismo tono, y tanto él como Chickenmon se abrazaron llorando a mares.
- Esto es patético -observó Cadmio
Asuka asintió con la cabeza. Iba a decir algo más cuando vio que Eclipse estaba derramando algunas lágrimas.
- ¿Y ti qué te pasa?.
- Es que las despedidas siempre me hacen llorar -respondió el enmascarado haciendo que Asuka y Cadmio se retorcieran.
- Ya, ya, Naki-chan -consoló Misao a su amado.
- Tonto -murmuró Hayato.
- ¿Los animalejos no vienen con nosotros? -preguntó Bloodberry.
- No, deben quedarse a cuidar el digimundo. Todavía hay muchos virus y otras amenazas que pueden surgir -respondió Ken.
- Ajá -convino Eta-. Destruyan pop-ups en nuestra memoria, por favor.
Takeru, Yolei, Hikari, Iori, Ken y Daisuke extendieron sus digi-vices frente al televisor, y así, todos ellos junto con el resto de humanos presentes partieron rumbo al mundo real.
Los digimons se quedaron durante unos cuantos segundos contemplando el aparato, con cierta nostalgia en su mirada. De repente, Hawkmon reparó en algo.
- Hey -dijo el ave-. ¡¡Se llevaron a Tailmon!!.
- Bakas, bakas -murmuró Chickenmon.
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Estudios de El Universo Anime (o lo que queda de ellos)
Era de mañana y hacía un calor sofocante. Bajo el inclemente sol, Asiant y Eagle rebuscaban entre las ruinas de lo que había sido el estudio algo que pudiera salvarse.
- Qué considerados los de la Nadesico -se quejó Eagle-. Al menos hubieran enviado a Akito y algunos otros para que nos ayudaran.
- Dale gracias a que nos ofrecieron su nave para el siguiente programa -le recordó Asiant mientras removía un pedazo de concreto.
- Bueno, sí -suspiró Eagle-. Al menos los volveremos a ver dentro de dos semanas.
En eso, y tras los restos de una pared semidestruida, Asiant vio con sorpresa que una de las computadoras de la cabina central de control se encontraba intacta, y más aún, encendida y con el Windows Media operando.
- Mira, encontré una computadora -anunció.
- Qué cosas -murmuró Eagle acercándose-. ¿Qué video es ese, eh?
Ambos se inclinaron más hacia la pantalla, cuando de repente vieron que algo en el reproductor de video se iba haciendo cada vez más y más grande.
- ¿¿Ese no es Nakago?? -preguntó Eagle, alzando una ceja.
- Y esos parecen Cadmio, Eta, Eclipse, Hayato y Misao -dijo Asiant.
De un momento a otro, Nakago, Cadmio, Eclipse, Misao, Hayato, Eta, Asuka, Tailmon, Otaru, Lime, Cherry, Bloodberry, Hanagata, Gennai y el resto de habitantes de aquel pequeño vecindario del país de Japones salieron disparados de la pantalla del computador, cayendo y aplastando a los pobres de Asiant y Eagle.
- ¡Auch! ¡Quítate de encima, baka! -gritó Asuka, lanzando un codazo sin ver a quién.
- ¡Oye, eso dolió! -se quejó Otaru.
- Insisto, Misao, mi amor, deberías afeitarte -dijo Hayato mientras palpaba el rostro de Gennai.
- Suéltame, mocoso -dijo Gennai dándole un buen coscorrón a Warrior Triangle.
- Que extraño se siente el suelo -murmuró Eclipse.
- ¡¡Saca tu mano de ahí!! -protestó Bloodberry pateando a Eclipse repetidas veces en la cabeza.
- Estoy harto de aparecer así -se quejó Cadmio.
- Sí, ya estuvo bueno de tantas caídas -concordó Nakago, mientras se levantaba-. ¡Hey! De alguna manera este lugar se me hace conocido.
- Iba a decir que estábamos en el Santuario de Atena, pero ya me di cuenta de que estamos de nueva cuenta en el estudio -dijo Cadmio.
- Vaya, parece que tuvimos suerte de caer aquí -dijo Misao.
- ¿Quién pagará el taxi? -dijo Daisuke.
- No estamos tan lejos de casa -observó Iori.
Los dueños de El Universo Anime se incorporaron trabajosamente, sacudiendo sus ropas. Al ver a tremendo grupo reunido en frente de ellos, una gran gota de sudor apareció en sus cabezas.
- No puedo creerlo, ¿en dónde diablos estaban? -preguntó Asiant.
- Bueno, bueno, bueno -dijo Nakago dirigiéndose a Eagle-. ¿Quieren que les contemos todo desde el principio, o prefieren ahorrar unos cuantos kilobytes?
- Mejor nos los ahorramos -dijo Eagle-. Que se me hace que este side ya está demasiado largo.
- Cierto, cada vez los hacemos más largos -declaró el co-propietario de El Universo Anime.
Tras cerca de una hora de explicaciones y relatos...
- Ya veo -murmuró Eagle-. Creo que todos llegaron en buen momento, necesitamos ayuda para remover escombros y al menos construir una guarida decente para todos los recién llegados.
- En fin, no nos hace daño quedarnos otro rato más... -suspiró Takeru mientras sus compañeros asentían.
- Vaya, parece que los niños elegidos no son tan inútiles después de todo -sonrió Asiant-. Ahora quiero oírlos cantar Ashita Wa Atashi No Kaze Ga Fuka Ne.
- Y menos mal que yo me salvé de bailar el tango con Tailmon -dijo Eta alegremente.
- Ni creas que me he olvidado de eso, Neta -dijo Eclipse rápidamente.
- Ja, ja, mala suerte, los digimons se quedaron en el digimundo -señaló el gato.
- Pues a mí me parece que nos trajimos a uno -observó Asuka, señalando hacia una pila de escombros. Sobre ella, estaba Tailmon, quien luego de la aparatosa aparición de ella y sus acompañantes, había terminado sobre dicho lugar.
- ¡Tailmon! -exclamó Hikari dirigiéndose hacia su compañera digimon.
- Ahora sí ya te llevaron al baile, Alfalfa -sonrió Eclipse maliciosamente.
- Definitivamente este no es mi día -murmuró Eta con una gota de sudor en su frente.
****
Eclipse se dirigió hacia el computador y abrió el Winamp, tratando de encontrar alguna pieza musical que pudiera adecuarse a lo que él quería ver.
- Veamos, Forever Love, no... .
- Dudo que encuentre algún tango ahí -dijo Misao.
- No sé que obsesión tiene Eclipse con el tango -murmuró Asiant.
- ¿No le será algo difícil bailar a Eta? -preguntó Nakago.
- Nah, los poderes síquicos lo pueden todo -respondió Eagle.
- Menos regresarnos a la normalidad -comentó Cadmio por su parte.
Mientras tanto, en el centro de todo y rodeados por Asiant, Eagle, los habitantes de Japones y el resto de personajes de "La Entrevista", Eta y Tailmon estaban listos para bailar, sumamente avergonzados desde luego.
- Pon de una vez lo que sea -gruñó Eta-. Mientras más pronto acabe esto mejor.
- Sólo espero que nadie del digimundo vaya a ver esto -renegó la pobre Tailmon.
- Y yo espero que V-mon no se vaya a sentir mal -dijo Daisuke.
- Err, dudo que a V-mon le importe en algo -comentó Takeru
- Menos mal que siempre llevó mi cámara -sonrió Hikari quien estaba muy emocionada con toda la idea del baile.
- ¡¡Ahhh!! Así me gustaría estar a mí con mi querido Otaru-sama -Cherry empezó a soñar despierta como ya es costumbre en ella, sonrojándose y exclamando a viva voz, mientras Lime y Bloodberry la veían algo contrariadas.
Eclipse buscó en el playlist de Winamp y tal como lo dijo Misao no encontró ningún tango, pero a cambio colocó el tema "Both of you, dance like you want to win!!".
- Tonto, no es que vayan a luchar contra un ángel o algo parecido -se burló Asuka.
- Tal vez, pero es lo mejor que pude encontrar -explicó Eclipse.
Así, mientras Eta y Tailmon bailaban, algunos reían, otros suspiraban conmovidos y a otros francamente les daba igual... pero en las mentes de Nakago y Cadmio todavía circulaba una interrogante.
- ¿Cómo volveremos a ser grandes otra vez? -preguntó Nakago.
- Eso es algo que quisiera poder responder -murmuró Cadmio.
- Don't be worry, Sunday comes, it's your day... -cantó Misao en voz baja.
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Notas de la Entrevista:
- Ya conocen a los personajes de siempre…
- El virus bolita data del año 1988 aproximadamente y consistía en una pequeña bolita que aparecía de repente y rebotaba por toda la pantalla... (Eagle de 7 años de edad lo vio en acción).
- Con toda la cantidad de digimons ridículos que se han visto, es probable que Chickenmon sí exista de verdad =P
- Yui, I.R., Control, Synchro y Rescue son personajes del anime Corrector Yui.
- Daisuke, Ken, Takeru, Iori, Yolei, Hikari, V-mon, Wormmon, Patamon, Armadimon, Hawkmon y Tailmon son personajes del anime Digimon Adventures 02.
- Las frases de Misao en ingles: algunas frases de canciones de anime y jpop. La última sí tiene un 90% de sentido pues ahí ya recupero su inteligencia (no podría decirla enteramente bien, porque entonces ya no sería japonesa... je je je).
- Digimon Frontier empezó a emitirse en Japón el 7 de abril de este año... esperemos resulte mejor que Digimon 02 y Digimon Tamers...
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