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Bueno, sólo una pequeña advertencia antes de empezar: cada capítulo de este fic estará contado desde diferentes perspectivas. Espero que no sea demasiado lioso y que sea fácil de entender. Dicho esto... Ahí va el capítulo! Espero que les guste
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Capítulo 1 .- Recién llegados...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Melian *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*
El sol brillaba en el cielo y se reflejaba en las aguas cristalinas del mar que chocaban contra las costas de Tirion, la ciudad de los elfos del otro lado del mar. Y ahí estaba yo, en otra aburridísima mañana de mercado, bajo el sol abrasador sin nada mejor que hacer. El mercado de Tirion estaba en una pequeña extensión de terreno, con todo de árboles que privaban que los que estábamos allí todo el día trabajando estuviéramos plenamente expuestos al sol. En ese momento llegaron corriendo Thalion y Neithan. Ellos son dos preciosos gemelos, de ojos azul-gris y pelo castaño.
- ¡Hola Melian! - me saludó Thalion
Él y Neithan me alargaron una flor cada uno
- Es un regalo - explicó Neithan
- Oh! Que bonitas flores! Muchas gracias! - dije yo con una sonrisa
Los dos se pusieron muy contentos al ver que me había gustado
- ¿Qué haces? - me preguntaron
- Pues ya ves, aquí como cada día - saqué unas galletas y les di unas cuantas a cada uno
- ¿Sabes? Hoy llega nuestro tío desde la Tierra Media! Y viene acompañado de su amigo que es un enano! - dijo Neithan con la boca llena
- Bueno... No debes hacerle mucho caso a Nei, no es nuestro tío de verdad, es nuestro padrino. El mejor amigo de nuestro papá. Pero nosotros le llamamos tío con cariño. - dijo Thalion
- Hablas demasiado Thali! - exclamó Neithan enfadado
Yo sonreí ante esa típica pelea de hermanos.
- ¿Así que vuestro padrino es de la Tierra Media? - les pregunté para demostrarles que me interesaba el tema
- Si! Y es alguien muy importante allí. Es príncipe de un bosque, y también participó en algo así como una guerra de un anillo - dijo Thalion
- Se llama la Guerra del Anillo - dije yo. Sabía todo lo referente a ella puesto que tiempo atrás llegó Frodo aquí, quien fue el portador del anillo y me contó todo lo referente a la guerra.
- Eso, eso! - exclamaron los dos niños a la vez. Se acercaron a mi con una sonrisa
- "Vaya... ¿Qué querrán esta vez?" - me pregunté
- ¿Nos puedes volver a contar la historia de porque tu pelo es negro y todos los demás que nacieron aquí lo tienen amarillo? - me preguntó Thalion
- ¿Otra vez? Os lo he contado miles de veces! - exclamé yo - Y no se llama amarillo, se dice rubio.
- Lo que sea. Cuéntanoslo, Melian!
Nunca me pude resistir a estos dos. Aunque siempre he pensado que son un poco raros, porque normalmente los elfos, sean pequeños o grandes nunca son tan abiertos con los demás.... Suelen ser más callados, más reservados En fin, al final decidí contarles la historia. Thalion y Neithan se sentaron sobre mi regazo y se dispusieron a escuchar la historia (aunque juraría que ya se la sabían de memoria)
- Pues veréis, el abuelo de mi abuelo no era un vanyar, sino un elfo gris, uno de los elfos sindar.
- Ah! Nuestro papá también es sindar! - exclamó Thalion
- No la interrumpas Thali! - exclamó Neithan
Thalion le sacó la lengua a su hermano, pero yo pude continuar.
- Pues resulta que el abuelo de mi abuelo tenía el pelo negro, porque no era de los vanyar. Y esa característica del pelo negro se fue guardando dentro de las mamás hasta que salí yo con el mismo pelo que el abuelo de mi abuelo
- ¿Entonces este pelo es el del abuelo de tu abuelo? - preguntó Neithan tocándome el pelo que ese día lo llevaba con un recogido de trencitas.
Yo me eché a reír.
- No "es" su pelo, sino que es del mismo color! - dije
- Pero nuestro papá también es sindar y tiene el pelo rubio! - exclamó Thalion
- Eso es porque todos los sindar no tienen porque ser de pelo negro. También hay con el pelo rubio y con el pelo castaño como vosotros.
- Ah! - parecía que los dos lo habían entendido ya
Entonces llegó una mujer, si, una mujer, no era una elfa.
- Thali! Nei! ¿Ya estáis molestando?
- No estamos haciendo nada malo mamá! - dijeron los dos a la vez
Así que yo no me equivocaba. Los chicos eran medio-elfos, porque su madre era una mujer mortal.
- Oh! No molestan en absoluto señora - dije con educación - Al contrario, me gusta que vengan a verme. Me han estado contando muchas cosas
- Creo que se parecen demasiado a su padre...- dijo la mujer con un suspiro - Anda niños! Tenemos que ir a buscar a papá y luego iremos hacia el puerto
- Adiós Melian - los niños se despidieron de mi con la mano - Nos vamos a esperar a nuestro tío al puerto! Después ya volveremos!
Cuando se hubieron marchado me quedé sonriendo. ¿Cómo podía ser posible que esos niños se parecieran a su padre? Es que había otro elfo así de raro? Al menos yo no lo conocía... Cuando Thalion y Neithan se hubieron marchado llegó Frodo. Le saludé con una enorme sonrisa.
- ¡Hola Melian! - me saludó él - ¿Qué tal todo?
- Pues ya ves.. No hay mucho trabajo esta mañana. - contesté yo - ¿Te quedas un rato?
- Si no te importa... Sabes que me gusta mucho hablar contigo - dijo Frodo - ¿Qué hay de nuevo?
- Pues no mucho desde ayer - contesté yo
- Dicen que hoy llegan los últimos elfos de Endor - dijo Frodo muy emocionado
- Pronto no cabremos aquí... - murmuré - ¿Pero porqué te alegra tanto que lleguen más elfos? ¿No tienes suficientes con los que somos aquí?
- La verdad es que yo conocí a varios elfos durante mi aventura, y ni Legolas ni Glorfindel han llegado aún... Por tanto deben venir con los último...
- Ahora que lo dices... me enteré que hoy llega alguien que participó en la Guerra del Anillo
- ¿En serio? ¿Y de quien se trata?
- Pues la verdad es que no lo sé... ¿Sabes esos medio-elfos gemelos?
Frodo asintió
- Pues su padrino es el que llega. Se ve que es el mejor amigo de su padre, y que viene acompañado de un enano... ¿tu crees? ¿Desde cuando los enanos pueden venir a Tirion?
- Espera, espera.. ¿Dijiste que viene acompañado de un enano? - preguntó Frodo
- Eso me dijeron... ¿Pero cuantos elfos conoces tu que se lleven bien con un enano? - yo lo encontraba del todo imposible. Claro que nunca había cruzado ni media palabra con uno. Ni siquiera había visto a ninguno.
- ¡Creo que sé quien es! - exclamó Frodo - ¿Te dijeron algo más acerca de él? ¿Si era príncipe o algo así?
- Ahora que lo mencionas si que me dijeron que era príncipe de un bosque - dije yo
- ¡Es Legolas! ¡Y viene con Gimli! - Frodo parecía muy feliz
- Frodo... ¿Estás bien? - le miré preocupada. Parecía demasiado exaltado
- Si son quienes creo, son mis viejos compañeros!
- ¿Quieres decir que también estaban en la Comunidad contigo? - pregunté impresionada
- Por supuesto! Eran los representantes de los elfos y de los enanos respectivamente! Tengo que decírselo a Gandalf... ¿Le has visto?
- Desde ayer no - contesté yo.
- Me tengo que ir! Adiós! - Frodo se marchó corriendo
- Adiós Frodo... - dije yo mientras miraba sorprendida como Frodo se alejaba corriendo.
Ese día pasó sin más acontecimientos remarcables. Ya para cuando me iba a casa me tropecé con Neithan
- ¿Dónde vas con tanta prisa? - le pregunté
- A casa a cenar. Hoy hay una de esas cenas grandes para celebrar que ha llegado el tío Legolas y su amigo Gimli el señor enano. ¿Quieres venir? A mamá y a papá seguro que no les importará - me dijo él
- Es que en casa me esperan. Muchas gracias de todos modos - le dije sonriendo
- Nei! Que haces? Anda ven! - una voz salió de la enorme casa que teníamos delante
- ¡Ya voy! - gritó el elfo - Ese era mi tío. Ven al menos y te lo presentaré.
- ¿Es que esa es tu casa? - dije mirando sorprendida la enorme casa que tenía delante Era de paredes blancas, con adornos de mithril. Las escaleras eran de cristal, como todas en Tirion y aún con la luz del sol que ya se escondía se podía ver como brillaba un enorme surtidor en medio del jardín que estaba echo todo de oro.
- Claro! ¿No te la había enseñado nunca? Ven! Conocerás a mi tío Legolas - insistió Neithan
- Es que tengo un poco de prisa - la verdad es que el aspecto de la casa me había dejado sorprendida, y a mi los lujos y las riquezas me hacían sentir incomoda, así que decidí no entrar - Pero seguro que si tu tío se queda a vivir aquí ya le conoceré - empecé a caminar
Thalion salió de la casa en aquel momento
- Nei! Todos te estamos esperando! - entonces se fijó en mi - Oh! Hola Melian! ¿Te quedas a cenar con nosotros?
- No, ya le he dicho a tu hermano que quizá otro día. Hoy tengo muchas cosas que hacer
- Mañana te pasaremos a visitar! ¿verdad Thali? - oí que decía Neithan
- Por supuesto! Hasta mañana Melian! - gritó Thalion
- Adiós chicos! - me despedí de ellos con una sonrisa y continué caminando calle abajo hasta mi casa, que aunque mucho más humilde, a mi me resultaba más cómoda, y no tan abrumadora...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Frodo *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
No cabía en mi de alegría. Al final era verdad! Podría volver a ver a mis compañeros! Aunque sólo fueran Legolas y Gimli y no fueran todos me sentía igual de dichoso. Nunca había corrido tanto buscando a Gandalf, pero por alguna extraña razón, siempre que lo buscaba no lo encontraba por ninguna parte. Recorrí todas las calles de la ciudad, fui hasta la casa donde él vivía... nada. Y entonces se me ocurrió una genial idea... Gandalf siempre solía estar en la biblioteca de Tirion, consultando pesados libros. La biblioteca era un edificio grande y magnífico, de paredes blancas con adornos plateados y unas grandes puertas de madera ribeteadas de oro. En el interior había diversas salas, todas muy amplias y con estanterías de madera que llegaban al techo repletas de libros. Había mesas repartidas todo lo largo de las salas. Sentado tranquilamente con unos pergaminos delante fue donde encontré a Gandalf. Me acerqué a él y susurré intentando no alzar demasiado la voz :
- Legolas y Gimli llegan hoy!
- Ya lo sabía - dijo él tranquilamente y con una sonrisa en el rostro
- ¿Y cuando llegan? - pregunté impaciente
- Creo que ya están aquí - contestó el mago
- ¿¡Qué?! - se me olvidó de bajar la voz
- Shhh! - el elfo encargado de la biblioteca me miró con mala cara
- Baja la voz Frodo... - Gandalf parecía divertido, y yo ignoraba el motivo...
- Tenemos que irlos a esperar al puerto! - dije yo muy emocionado
Gandalf dobló los pergaminos con cuidado y me miró
- Vamos al puerto si quieres - dijo con un suspiro
Así que salí de la biblioteca sin decir nada más y me dirigí tan rápido como me lo permitieron mis cortas piernecitas hacia el puerto. Gandalf me seguía de cerca El puerto era un lugar agradable, el olor de mar y de sal se mezclaba con el de comida de las numerosas tiendas de comida que había cerca. Había carteles que indicaban de donde venían las naves y los barcos que estaban allí, y los elfos encargados del puerto andaban cantando alegremente todo el día.
- ¿Qué barco es? - pregunté mirando a Gandalf
- Busca el cartel tu mismo... - me respondió él, como si no tuviera ganas de ayudarme
Lo miré pensando que nunca llegaría a comprender al mago, pero luego empecé a buscar. Al fin di con el cartel que ponía "Provinente de Endor" pero ya había toda una multitud de elfos que acababan de desembarcar allí, Me esforcé para buscar con la vista a mis compañeros, pero no conseguí distinguirlos.
- ¿Los ves, Gandalf? - pregunté impaciente
- No, Frodo, me temo que hemos llegado demasiado tarde... Ya los buscaremos mañana, cuando estemos descansados...
- Pero Gandalf... - empecé a protestar
- Mañana Frodo.... - dicho esto el mago se alejó, hasta que lo perdí de vista entre la multitud
Lancé un suspiro de resignación... ¿Había conseguido llevar a cabo una misión que decían imposible y no sería capaz de encontrar a Legolas y Gimli? ¡De ninguna manera! Me acerqué a la elfa que estaba limpiando la pasarela del barco
- Perdone... - dije en un intento de llamar su atención
Ella se giró hacia mi
- ¿Si? - dijo con esa voz melodiosa que sólo tienen los elfos
- ¿Sabe si en este barco viajaba Legolas hijo de Thranduil, príncipe del Bosque Negro? - pregunté en mi tono más educado
- No señor, su majestad el príncipe Legolas se construyó él mismo un navío y vino en él acompañado de un enano. Llegó antes que nosotros, pues partió de Endor antes también
- Muchas gracias por la información - le dije
Y al ir a girarme para volver a casa choqué con alguien y me fui de culos al suelo.
- Lo siento... - murmuré levantando la vista
Entonces me quedé completamente sorprendido.... Más incluso que si me hubieran dicho que Sauron había vuelto al poder.... porqué había chocado con una hobbit!!! Y una hobbit aparentemente muy rara... No por su aspecto, puesto que el cabello rizado de color castaño y todo lo demás era perfectamente normal... Pero sus ropas si era extrañas... No eran ropas de la Comarca o de Bree, no eran típicas de hobbits... Se parecían extrañamente a ropas elficas!
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Legolas *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
A través de una de las ventanas pude ver como Thalion y Neithan se despedían de una elfa más o menos de mi edad. Llevaba su pelo negro recogido con algunas trencitas y se despidió de mis sobrinitos con una sonrisa y pude ver como se le formaban dos hoyuelos en las mejillas, exactamente igual que a Nandor cuando sonreía. Por alguna extraña razón, yo no pude evitar sonreír también.
- ¿Qué haces? - preguntó Gimli llegando por detrás
- Nada - dije yo algo avergonzado apartándome de la ventana y dejando la cortina en su sitio.
Gimli se acercó para ver que estaba mirando con una estúpida sonrisa en el rostro. Ni yo mismo comprendía lo que me había pasado momentos antes. Por suerte la elfa ya se había marchado y los niños entraron corriendo
- ¿Con quien hablabais? - no pude reprimir la pregunta
- ¡No estábamos haciendo nada malo! - exclamó Nei
Y dicho eso se fueron corriendo hacia el comedor Vaya... Me había quedado sin saber quien era esa elfa. Me encogí de hombros pensando que tampoco me interesaba por nada su nombre ni quien era... Y luego me encaminé hacia el comedor seguido de Gimli que me iba echando miradas de incomprensión Entramos en el comedor y nos sentamos tranquilamente en la mesa. Laurelyn trajo la cena y en seguida empezamos a comer.
- Espero que hayas tenido un viaje agradable y tranquilo - dijo ella
- Todo ha ido muy bien señora, y muchas gracias otra vez por su hospitalidad - dijo Gimli muy cortésmente
- Me alegro, pero a pesar de esto deberéis estar cansados ¿no? - dijo Nandor
- Sí, de echo estoy deseando tomar por mi cuenta una cama como dios manda... Creo que no volveré a levantarme hasta mañana muy tarde.... - dije yo
- Pero tío Legolas... ¡Prometiste contarnos con todo detalle tus aventuras durante la guerra de ese anillo - protestó Thali
- Se llama la Guerra del Anillo, y ya os lo contaré cuando queráis - dije yo sonriendo... ¡Me encantaba la forma con que decían tío Legolas! Estaba orgulloso de tener unos sobrinos tan listos y simpáticos
- Si nos llevas tu hoy a la cama nos la puedes contar! - exclamó Nei
- Está bien - dije yo
- ¡Genial! - exclamaron los dos a la vez - Pero también se la tendrás que contar a Melian. A ella también le encantan las historias!
¿Melian? Ese nombre.... El mismo que el de la elfa de mi sueño... Ese sueño tan extraño que tuve al volver a casa después de mi visita a Fangorn con Gimli...
- ¿Quién es Melian? - pregunté sin querer
Vi como Nandor me miraba comprendiendo porqué me había interesado por quien era...
- Una amiga nuestra
Ah! Una elfa pequeña entonces... Pero no dejaba de ser curioso que tuviera ese nombre.... No pensé más en el tema. Entonces Thalion y Neithan me empezaron a contar una curiosa historia acerca de que Melian tenía el pelo negro porqué era el pelo de su abuelo y no se que cosas.... Al final, aunque pareciera imposible los niños se calmaron y empezaron a dormirse en las sillas.
- Venga niños... Ya es hora de ir a dormir - dijo Laurelyn
- Nos lleva el tío Legolas! - dijo Thali despertándose por completo
- Quizá deberíamos dejar la historia para otro día... Tenéis cara de cansados - dije yo
- No tenemos nada de nada de sueño! - dijo Nei al acto - Mira!
Los dos niños abrieron los ojos tanto como pudieron. No pude evitar reírme.... Se parecían como dos gotas de agua a Nandor cuando tenía su edad! Así es como por primera vez en mi vida me encontré contándoles cuentos a dos niños antes de ir a dormir... Y la verdad es que me gustó bastante... Los dos se quedaron completamente dormidos en el trozo en que llegábamos a Lothlórien. Me marché sin hacer mucho ruido y con una sonrisa en los labios... Vivir en Tirion al fin y al cabo no estaría tan mal...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ruby *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-
- Lo siento...
Levanté la vista para ver quien era que se había disculpado y descubrí que era un hobbit... Pero no un hobbit cualquiera! Me estaba mirando como si hubiera visto a un fantasma o algo parecido
- Tendrías que ir con más cuidado Frodo Bolsón - dije yo con una sonrisa
- ¿Nos conocemos? - preguntó él
- Tu a mi no, seguro... ¿Pero hay algún hobbit que no te conozca a ti? - contesté
- Creí que era el único hobbit aquí... ¿Cómo es que has abandonado la Comarca? - me preguntó él
- Simplemente porqué nunca he estado en la Comarca - contesté yo haciéndome la misteriosa - Y ahora si me disculpas me están esperando
Y me marché, tan simple como esto. No hay que decir que fue en contra de mi voluntad. Siempre he tenido una admiración secreta hacia Frodo Bolsón... Lo que hizo fue muy valiente... Y mi sueño desde que supe todo lo que hizo fue conocerle. Y cuando lo conozco ¿qué hago? Marcharme en seguida... Pero no fue del todo mi culpa... Los elfos siempre me han enseñado una de sus mayores cualidades.... Ser misteriosa. Sí, los elfos. Ellos me criaron desde que yo era una hobbit muy pequeña. Mis padres murieron siendo yo muy pequeña y me enviaron a vivir con mis tíos, pero como que a mi no me gustaba nada esa familia me escapé. Un grupo de elfos me encontró vagando por los bosques y me recogieron, y después que yo les contara mi historia y les rogase que no me hicieran volver con mis tíos supongo que les daría pena y se quedaron conmigo. O sea que pasé gran parte de mi vida en Lórien.
- ¿Con quien hablabas? - me preguntó Lindórië, la elfa que había cuidado de mi siempre
- Con Frodo - me limité a decir yo
- ¿Frodo? - se extrañó ella
- Eso he dicho
- Recuérdame algo de él - me pidió Lindórië Entonces me lancé a decir todo lo que sabía de Frodo, aunque juraría que se lo había contado mil veces a Lindórië, ella tenía muy mala memoria, y era muy despistada. Seguramente no sabía que en su tiempo fue el Portador del Anillo.
- Hobbit de la Comarca, Portador del Anillo, Amigo de los Elfos y héroe, hijo único de Drogo Bolsón y Prímula Brandigamo. En 2980, a la muerte de sus padres, fue adoptado por su primo Bilbo y se fue a vivir con él a Bolsón Cerrado. En 3001, cuando Bilbo abandonó la Comarca, Frodo heredó todos sus bienes, incluyendo Bolsón Cerrado y el Anillo Único. En 3018 siguiendo el consejo de Gandalf partió hacia Rivendel con el nombre de Sotomonte para escapar de los Nazgûl....
- Para, para! - me interrumpió Lindórië - Ahora ya se de quien me hablas. ¿Pero cómo te sabes toda su vida?
- Me resultó muy interesante... Y investigué todo lo que pude acerca de él, ya te lo he dicho muchas veces - dije yo con resignación
- Lo que no entiendo es que esté aquí...
Suspiré... No tenía remedio!
- Llevo todo el viaje diciéndote que estaba deseando conocer a Frodo! - exclamé
- Ah! ¿Era de ese de quien me hablabas?
- ¡Claro! - exclamé
- Puede que si... Ahora vamos! Necesitamos descansar después de este largo viaje Seguí a Lindórië con resignación hacia la que tenía que ser a partir de ese día nuestra casa
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ungalad *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Miré con un suspiro a mi alrededor... ¡Que distinto era todo aquí! Acababa de llegar y ya echaba de menos Imladris...
- ¡Ungalad!
Vi a Lindórië que me llamaba, estaba junto a Ruby, la hobbit de la que se había cuidado desde hacia algún tiempo. Me acerqué a ella. Ella era mi prima de Lórien, y aunque desde hacía mucho tiempo deseaba partir a Valinor había permanecido dispuesta a que partiéramos juntas. Sabía que yo había tenido mis motivos para haber querido embarcarme con los últimos elfos que quedaban en Endor.... Aunque ese motivo sólo lo sabía yo... Todo el mundo tiene sus secretos, y ese era el mío.
- ¡Por fin estamos en Tirion! - exclamó ella
- Sí... Genial... - murmuré yo distraídamente observando detenidamente la multitud de mi alrededor
- Ruby y yo ya nos íbamos a casa. ¿Vienes con nosotras o te quedas un rato por aquí? - me preguntó Lindórië
- No; vengo con vosotras. A mi también me hace falta descansar - dije al no encontrar lo que buscaba.
La que seria nuestra casa no era demasiado grande, pero para mi ya estaba bien, nunca me habían acostumbrado a grandes lujos. Durante todo el camino, Ruby no había parado de hablar acerca de Frodo; al parecer estaba eufórica por haberle conocido.
- ¿No será que te gusta Frodo? - pregunté yo francamente divertida con la situación
- ¡No! - exclamó ella ligeramente sonrojada - No se debe confundir amor con admiración
La miré sonriente unos momentos... Ya de por si estos hobbits me parecían monísimos, pero cuando se avergonzaban por algo y se sonrojaban aún lo eran más, y yo le tenía especial cariño a esa hobbit
- Por lo que parece todas las casa de alrededor son de gente de Imladris - me explicó Lindórië
- Puede que estuvieras mejor junto a tu gente de Lórien - en realidad me sentía algo culpable que se preocupara tanto por mi. Desde que mis padres murieron había estado visitando muy a menudo Imladris para ver como estaba, aunque de eso ya hacía mucho tiempo.
- Si tu estás bien aquí yo también - dijo ella
Escogí una agradable estancia para que fuera mi habitación, tenía una ventana muy grande y desde ella podía ver todas las casas de los elfos que una vez habían vivido en Imladris. Me deshice el peinado muy lentamente, y dejé mi larga y oscura melena suelta, me cambié el vestido que había llevado durante todo el viaje y me apoyé en el alfeizar de la ventana. Observé con detenimiento todas las casas... ¿En cual viviría él.....? Mi pensamiento voló directamente a pensar en él, y poco a poco una sonrisa se me fue formando en los labios...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Gimli *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Hay que ver lo que se hace por amistad.... ¿Quién me iba a decir a mi que acabaría en la ciudad de los elfos al otro lado del mar? Aunque a decir verdad me alegraba el haber venido... Además Legolas me lo había pedido muy insistentemente y no le podía decir que no... Porque allí en la Tierra Media ya no tenía nada que hacer... bueno, a parte de mi padre... ¿quién quedaba? A parte había podido conocer el famoso Nandor... ese elfo de quien Legolas me hablaba noche y día... Y a decir verdad tenía un encanto de hijos! En verme se había divertido como nunca tirándome de la barba y Legolas se había puesto un poco celoso porqué por un momento habían dejado de hacerle caso a él. La esposa de Nandor también es amable como pocas mujeres... Aunque claro que no se puede comparar con la dama Galadriel... ¡No hay mujer como ella! Aunque la dama Laurelyn también es muy bella, tiene una belleza casi élfica, y eso que no tiene ni tan siquiera parientes medio elfos... En ese momento, Legolas volvió de contarles el cuento antes de dormir a sus sobrinos
- ¿Qué tal ha ido? - le pregunté distraídamente mientras seguía guardando mis cosas en el armario
- Se quedaron dormidos cuando llegamos a Lothlórien - dijo él
- Una auténtica lástima! - exclamé yo - ¿No les llegaste a hablar de la Dama?
- Pues no, la verdad. Me quedé en cuando nos encontramos con Haldir - contestó él dejando escapar una leve carcajada
- En ese caso te pediré que me dejes a mi el honor de hablarles de ella - dije decididamente
- Por supuesto mi amigo! Nadie mejor que tu para ese trozo - dijo él
Entonces bostezó
- Creo que hoy ha sido un día demasiado largo... Estoy agotado... - dijo él con expresión somnolienta
- Creo que los siglos empiezan a pesarte amigo... - comenté yo - Cuando estábamos en la Comunidad no te oí quejarte ni una sola vez de cansancio
Legolas me miró un momento, se frotó los ojos y sonrió
- Buenas noches... - y cerró la puerta tras de si
Los elfos pueden ser muy amables, pero nunca tendrán la resistencia de un enano. ¡Nunca!
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Glorfindel *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-
Había sido un día duro, sin duda... Pero no podía quejarme... Había deseado embarcarme hacia Valinor, desde que el señor Elrond se marchó. Pero tenía mis obligaciones en Imladris, y tuve que quedarme junto a Elladan y Elrohir a ayudarlos, puesto que no tenían mucha experiencia a llevar toda una ciudad. Pero por fin, los últimos nos habíamos embarcado, y Imladris había quedado vacía. Algunos de los elfos de allí se habían marchado contra su voluntad, y eso no me gustaba... Pero no podía hacer nada al respecto... No podían permanecer en Imladris si ya no quedaba nadie allí... Cuando al llegar había ido a ver a Elrond, para informarle que ya estábamos todos allí él me ofreció una lujosa casa, muy cerca de la suya, pero yo preferí irme a una casita mucho más simple, pero junto a toda la gente de Imladris con la que había convivido toda la vida, junto a mi hermana Mellyrn, que ya estaba allí desde hacía tiempo Me alegré muchísimo de verla
- ¿Te crees que son horas de llegar? Creí que cuando me dijiste que te reunirías conmigo muy pronto aquí quería decir pronto
Sonreí. Ya me esperaba un recibimiento de este tipo por parte de mi hermana
- Yo también me alegro de verte hermanita - dije
- ¡Sabes que no me gusta que me llames así! - dijo ella con mal humor
- ¿Cómo no te gusta que te llame hermanita? - bueno, la verdad es que tenía ganas de una pelea entre hermanos después de tanto tiempo
Mellyrn me dio un golpe en el brazo
- ¿Quieres ver como esta noche duermes en la calle?
- Vamos, no te enfades. Sabes que lo digo en broma - no me apetecía nada dormir en la calle después del viaje que me había dejado bastante cansado - ¿Qué hay para cenar?
- Para ti nada. Sólo tengo cena para mi. Si me hubieses avisado que llegabas hoy... - contestó ella haciéndose la ofendida
Así que esa noche, cansado y con mucho sueño me encontré en la cocina preparándome la cena yo mismo. Por eso, y teniendo en cuenta de que nunca se me ha dado nada bien cocinar, no es extraño que en cuanto puse el plato encima de la mesa mi hermana lo mirara arrugando la nariz en un gesto de desaprobación.
- ¡Que asco! - exclamó
La verdad es que también tenía un gusto muy.... peculiar. Pero me lo comí sin decir nada, y luego me levanté dispuesto a irme a dormir
- Glorfindel...
- ¿Si? - miré a mi hermana un momento
- Me alegro de que estés aquí - dijo ella con una sonrisa
- Yo también.... Buenas noches
- Buenas noches
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Bueno! Aquí tenéis el primer capítulo de mi nuevo fic! Creo que sólo hacen falta algunas aclaraciones... En realidad no creo que Glorfindel tuviera una hermana, pero como que no he encontrado en ningún sitio su familia o algo explícito acerca de él yo si que le puse hermana, porqué... bueno, en realidad me hacía ilusión. Mmmm.... No sé... si tienen alguna pregunta, pueden enviarme un mail, o simplemente dejarla en un review. Espero que les haya gustado!!!! Dejen reviews por favor!!!!
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Bueno, sólo una pequeña advertencia antes de empezar: cada capítulo de este fic estará contado desde diferentes perspectivas. Espero que no sea demasiado lioso y que sea fácil de entender. Dicho esto... Ahí va el capítulo! Espero que les guste
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Capítulo 1 .- Recién llegados...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Melian *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*
El sol brillaba en el cielo y se reflejaba en las aguas cristalinas del mar que chocaban contra las costas de Tirion, la ciudad de los elfos del otro lado del mar. Y ahí estaba yo, en otra aburridísima mañana de mercado, bajo el sol abrasador sin nada mejor que hacer. El mercado de Tirion estaba en una pequeña extensión de terreno, con todo de árboles que privaban que los que estábamos allí todo el día trabajando estuviéramos plenamente expuestos al sol. En ese momento llegaron corriendo Thalion y Neithan. Ellos son dos preciosos gemelos, de ojos azul-gris y pelo castaño.
- ¡Hola Melian! - me saludó Thalion
Él y Neithan me alargaron una flor cada uno
- Es un regalo - explicó Neithan
- Oh! Que bonitas flores! Muchas gracias! - dije yo con una sonrisa
Los dos se pusieron muy contentos al ver que me había gustado
- ¿Qué haces? - me preguntaron
- Pues ya ves, aquí como cada día - saqué unas galletas y les di unas cuantas a cada uno
- ¿Sabes? Hoy llega nuestro tío desde la Tierra Media! Y viene acompañado de su amigo que es un enano! - dijo Neithan con la boca llena
- Bueno... No debes hacerle mucho caso a Nei, no es nuestro tío de verdad, es nuestro padrino. El mejor amigo de nuestro papá. Pero nosotros le llamamos tío con cariño. - dijo Thalion
- Hablas demasiado Thali! - exclamó Neithan enfadado
Yo sonreí ante esa típica pelea de hermanos.
- ¿Así que vuestro padrino es de la Tierra Media? - les pregunté para demostrarles que me interesaba el tema
- Si! Y es alguien muy importante allí. Es príncipe de un bosque, y también participó en algo así como una guerra de un anillo - dijo Thalion
- Se llama la Guerra del Anillo - dije yo. Sabía todo lo referente a ella puesto que tiempo atrás llegó Frodo aquí, quien fue el portador del anillo y me contó todo lo referente a la guerra.
- Eso, eso! - exclamaron los dos niños a la vez. Se acercaron a mi con una sonrisa
- "Vaya... ¿Qué querrán esta vez?" - me pregunté
- ¿Nos puedes volver a contar la historia de porque tu pelo es negro y todos los demás que nacieron aquí lo tienen amarillo? - me preguntó Thalion
- ¿Otra vez? Os lo he contado miles de veces! - exclamé yo - Y no se llama amarillo, se dice rubio.
- Lo que sea. Cuéntanoslo, Melian!
Nunca me pude resistir a estos dos. Aunque siempre he pensado que son un poco raros, porque normalmente los elfos, sean pequeños o grandes nunca son tan abiertos con los demás.... Suelen ser más callados, más reservados En fin, al final decidí contarles la historia. Thalion y Neithan se sentaron sobre mi regazo y se dispusieron a escuchar la historia (aunque juraría que ya se la sabían de memoria)
- Pues veréis, el abuelo de mi abuelo no era un vanyar, sino un elfo gris, uno de los elfos sindar.
- Ah! Nuestro papá también es sindar! - exclamó Thalion
- No la interrumpas Thali! - exclamó Neithan
Thalion le sacó la lengua a su hermano, pero yo pude continuar.
- Pues resulta que el abuelo de mi abuelo tenía el pelo negro, porque no era de los vanyar. Y esa característica del pelo negro se fue guardando dentro de las mamás hasta que salí yo con el mismo pelo que el abuelo de mi abuelo
- ¿Entonces este pelo es el del abuelo de tu abuelo? - preguntó Neithan tocándome el pelo que ese día lo llevaba con un recogido de trencitas.
Yo me eché a reír.
- No "es" su pelo, sino que es del mismo color! - dije
- Pero nuestro papá también es sindar y tiene el pelo rubio! - exclamó Thalion
- Eso es porque todos los sindar no tienen porque ser de pelo negro. También hay con el pelo rubio y con el pelo castaño como vosotros.
- Ah! - parecía que los dos lo habían entendido ya
Entonces llegó una mujer, si, una mujer, no era una elfa.
- Thali! Nei! ¿Ya estáis molestando?
- No estamos haciendo nada malo mamá! - dijeron los dos a la vez
Así que yo no me equivocaba. Los chicos eran medio-elfos, porque su madre era una mujer mortal.
- Oh! No molestan en absoluto señora - dije con educación - Al contrario, me gusta que vengan a verme. Me han estado contando muchas cosas
- Creo que se parecen demasiado a su padre...- dijo la mujer con un suspiro - Anda niños! Tenemos que ir a buscar a papá y luego iremos hacia el puerto
- Adiós Melian - los niños se despidieron de mi con la mano - Nos vamos a esperar a nuestro tío al puerto! Después ya volveremos!
Cuando se hubieron marchado me quedé sonriendo. ¿Cómo podía ser posible que esos niños se parecieran a su padre? Es que había otro elfo así de raro? Al menos yo no lo conocía... Cuando Thalion y Neithan se hubieron marchado llegó Frodo. Le saludé con una enorme sonrisa.
- ¡Hola Melian! - me saludó él - ¿Qué tal todo?
- Pues ya ves.. No hay mucho trabajo esta mañana. - contesté yo - ¿Te quedas un rato?
- Si no te importa... Sabes que me gusta mucho hablar contigo - dijo Frodo - ¿Qué hay de nuevo?
- Pues no mucho desde ayer - contesté yo
- Dicen que hoy llegan los últimos elfos de Endor - dijo Frodo muy emocionado
- Pronto no cabremos aquí... - murmuré - ¿Pero porqué te alegra tanto que lleguen más elfos? ¿No tienes suficientes con los que somos aquí?
- La verdad es que yo conocí a varios elfos durante mi aventura, y ni Legolas ni Glorfindel han llegado aún... Por tanto deben venir con los último...
- Ahora que lo dices... me enteré que hoy llega alguien que participó en la Guerra del Anillo
- ¿En serio? ¿Y de quien se trata?
- Pues la verdad es que no lo sé... ¿Sabes esos medio-elfos gemelos?
Frodo asintió
- Pues su padrino es el que llega. Se ve que es el mejor amigo de su padre, y que viene acompañado de un enano... ¿tu crees? ¿Desde cuando los enanos pueden venir a Tirion?
- Espera, espera.. ¿Dijiste que viene acompañado de un enano? - preguntó Frodo
- Eso me dijeron... ¿Pero cuantos elfos conoces tu que se lleven bien con un enano? - yo lo encontraba del todo imposible. Claro que nunca había cruzado ni media palabra con uno. Ni siquiera había visto a ninguno.
- ¡Creo que sé quien es! - exclamó Frodo - ¿Te dijeron algo más acerca de él? ¿Si era príncipe o algo así?
- Ahora que lo mencionas si que me dijeron que era príncipe de un bosque - dije yo
- ¡Es Legolas! ¡Y viene con Gimli! - Frodo parecía muy feliz
- Frodo... ¿Estás bien? - le miré preocupada. Parecía demasiado exaltado
- Si son quienes creo, son mis viejos compañeros!
- ¿Quieres decir que también estaban en la Comunidad contigo? - pregunté impresionada
- Por supuesto! Eran los representantes de los elfos y de los enanos respectivamente! Tengo que decírselo a Gandalf... ¿Le has visto?
- Desde ayer no - contesté yo.
- Me tengo que ir! Adiós! - Frodo se marchó corriendo
- Adiós Frodo... - dije yo mientras miraba sorprendida como Frodo se alejaba corriendo.
Ese día pasó sin más acontecimientos remarcables. Ya para cuando me iba a casa me tropecé con Neithan
- ¿Dónde vas con tanta prisa? - le pregunté
- A casa a cenar. Hoy hay una de esas cenas grandes para celebrar que ha llegado el tío Legolas y su amigo Gimli el señor enano. ¿Quieres venir? A mamá y a papá seguro que no les importará - me dijo él
- Es que en casa me esperan. Muchas gracias de todos modos - le dije sonriendo
- Nei! Que haces? Anda ven! - una voz salió de la enorme casa que teníamos delante
- ¡Ya voy! - gritó el elfo - Ese era mi tío. Ven al menos y te lo presentaré.
- ¿Es que esa es tu casa? - dije mirando sorprendida la enorme casa que tenía delante Era de paredes blancas, con adornos de mithril. Las escaleras eran de cristal, como todas en Tirion y aún con la luz del sol que ya se escondía se podía ver como brillaba un enorme surtidor en medio del jardín que estaba echo todo de oro.
- Claro! ¿No te la había enseñado nunca? Ven! Conocerás a mi tío Legolas - insistió Neithan
- Es que tengo un poco de prisa - la verdad es que el aspecto de la casa me había dejado sorprendida, y a mi los lujos y las riquezas me hacían sentir incomoda, así que decidí no entrar - Pero seguro que si tu tío se queda a vivir aquí ya le conoceré - empecé a caminar
Thalion salió de la casa en aquel momento
- Nei! Todos te estamos esperando! - entonces se fijó en mi - Oh! Hola Melian! ¿Te quedas a cenar con nosotros?
- No, ya le he dicho a tu hermano que quizá otro día. Hoy tengo muchas cosas que hacer
- Mañana te pasaremos a visitar! ¿verdad Thali? - oí que decía Neithan
- Por supuesto! Hasta mañana Melian! - gritó Thalion
- Adiós chicos! - me despedí de ellos con una sonrisa y continué caminando calle abajo hasta mi casa, que aunque mucho más humilde, a mi me resultaba más cómoda, y no tan abrumadora...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Frodo *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
No cabía en mi de alegría. Al final era verdad! Podría volver a ver a mis compañeros! Aunque sólo fueran Legolas y Gimli y no fueran todos me sentía igual de dichoso. Nunca había corrido tanto buscando a Gandalf, pero por alguna extraña razón, siempre que lo buscaba no lo encontraba por ninguna parte. Recorrí todas las calles de la ciudad, fui hasta la casa donde él vivía... nada. Y entonces se me ocurrió una genial idea... Gandalf siempre solía estar en la biblioteca de Tirion, consultando pesados libros. La biblioteca era un edificio grande y magnífico, de paredes blancas con adornos plateados y unas grandes puertas de madera ribeteadas de oro. En el interior había diversas salas, todas muy amplias y con estanterías de madera que llegaban al techo repletas de libros. Había mesas repartidas todo lo largo de las salas. Sentado tranquilamente con unos pergaminos delante fue donde encontré a Gandalf. Me acerqué a él y susurré intentando no alzar demasiado la voz :
- Legolas y Gimli llegan hoy!
- Ya lo sabía - dijo él tranquilamente y con una sonrisa en el rostro
- ¿Y cuando llegan? - pregunté impaciente
- Creo que ya están aquí - contestó el mago
- ¿¡Qué?! - se me olvidó de bajar la voz
- Shhh! - el elfo encargado de la biblioteca me miró con mala cara
- Baja la voz Frodo... - Gandalf parecía divertido, y yo ignoraba el motivo...
- Tenemos que irlos a esperar al puerto! - dije yo muy emocionado
Gandalf dobló los pergaminos con cuidado y me miró
- Vamos al puerto si quieres - dijo con un suspiro
Así que salí de la biblioteca sin decir nada más y me dirigí tan rápido como me lo permitieron mis cortas piernecitas hacia el puerto. Gandalf me seguía de cerca El puerto era un lugar agradable, el olor de mar y de sal se mezclaba con el de comida de las numerosas tiendas de comida que había cerca. Había carteles que indicaban de donde venían las naves y los barcos que estaban allí, y los elfos encargados del puerto andaban cantando alegremente todo el día.
- ¿Qué barco es? - pregunté mirando a Gandalf
- Busca el cartel tu mismo... - me respondió él, como si no tuviera ganas de ayudarme
Lo miré pensando que nunca llegaría a comprender al mago, pero luego empecé a buscar. Al fin di con el cartel que ponía "Provinente de Endor" pero ya había toda una multitud de elfos que acababan de desembarcar allí, Me esforcé para buscar con la vista a mis compañeros, pero no conseguí distinguirlos.
- ¿Los ves, Gandalf? - pregunté impaciente
- No, Frodo, me temo que hemos llegado demasiado tarde... Ya los buscaremos mañana, cuando estemos descansados...
- Pero Gandalf... - empecé a protestar
- Mañana Frodo.... - dicho esto el mago se alejó, hasta que lo perdí de vista entre la multitud
Lancé un suspiro de resignación... ¿Había conseguido llevar a cabo una misión que decían imposible y no sería capaz de encontrar a Legolas y Gimli? ¡De ninguna manera! Me acerqué a la elfa que estaba limpiando la pasarela del barco
- Perdone... - dije en un intento de llamar su atención
Ella se giró hacia mi
- ¿Si? - dijo con esa voz melodiosa que sólo tienen los elfos
- ¿Sabe si en este barco viajaba Legolas hijo de Thranduil, príncipe del Bosque Negro? - pregunté en mi tono más educado
- No señor, su majestad el príncipe Legolas se construyó él mismo un navío y vino en él acompañado de un enano. Llegó antes que nosotros, pues partió de Endor antes también
- Muchas gracias por la información - le dije
Y al ir a girarme para volver a casa choqué con alguien y me fui de culos al suelo.
- Lo siento... - murmuré levantando la vista
Entonces me quedé completamente sorprendido.... Más incluso que si me hubieran dicho que Sauron había vuelto al poder.... porqué había chocado con una hobbit!!! Y una hobbit aparentemente muy rara... No por su aspecto, puesto que el cabello rizado de color castaño y todo lo demás era perfectamente normal... Pero sus ropas si era extrañas... No eran ropas de la Comarca o de Bree, no eran típicas de hobbits... Se parecían extrañamente a ropas elficas!
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Legolas *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
A través de una de las ventanas pude ver como Thalion y Neithan se despedían de una elfa más o menos de mi edad. Llevaba su pelo negro recogido con algunas trencitas y se despidió de mis sobrinitos con una sonrisa y pude ver como se le formaban dos hoyuelos en las mejillas, exactamente igual que a Nandor cuando sonreía. Por alguna extraña razón, yo no pude evitar sonreír también.
- ¿Qué haces? - preguntó Gimli llegando por detrás
- Nada - dije yo algo avergonzado apartándome de la ventana y dejando la cortina en su sitio.
Gimli se acercó para ver que estaba mirando con una estúpida sonrisa en el rostro. Ni yo mismo comprendía lo que me había pasado momentos antes. Por suerte la elfa ya se había marchado y los niños entraron corriendo
- ¿Con quien hablabais? - no pude reprimir la pregunta
- ¡No estábamos haciendo nada malo! - exclamó Nei
Y dicho eso se fueron corriendo hacia el comedor Vaya... Me había quedado sin saber quien era esa elfa. Me encogí de hombros pensando que tampoco me interesaba por nada su nombre ni quien era... Y luego me encaminé hacia el comedor seguido de Gimli que me iba echando miradas de incomprensión Entramos en el comedor y nos sentamos tranquilamente en la mesa. Laurelyn trajo la cena y en seguida empezamos a comer.
- Espero que hayas tenido un viaje agradable y tranquilo - dijo ella
- Todo ha ido muy bien señora, y muchas gracias otra vez por su hospitalidad - dijo Gimli muy cortésmente
- Me alegro, pero a pesar de esto deberéis estar cansados ¿no? - dijo Nandor
- Sí, de echo estoy deseando tomar por mi cuenta una cama como dios manda... Creo que no volveré a levantarme hasta mañana muy tarde.... - dije yo
- Pero tío Legolas... ¡Prometiste contarnos con todo detalle tus aventuras durante la guerra de ese anillo - protestó Thali
- Se llama la Guerra del Anillo, y ya os lo contaré cuando queráis - dije yo sonriendo... ¡Me encantaba la forma con que decían tío Legolas! Estaba orgulloso de tener unos sobrinos tan listos y simpáticos
- Si nos llevas tu hoy a la cama nos la puedes contar! - exclamó Nei
- Está bien - dije yo
- ¡Genial! - exclamaron los dos a la vez - Pero también se la tendrás que contar a Melian. A ella también le encantan las historias!
¿Melian? Ese nombre.... El mismo que el de la elfa de mi sueño... Ese sueño tan extraño que tuve al volver a casa después de mi visita a Fangorn con Gimli...
- ¿Quién es Melian? - pregunté sin querer
Vi como Nandor me miraba comprendiendo porqué me había interesado por quien era...
- Una amiga nuestra
Ah! Una elfa pequeña entonces... Pero no dejaba de ser curioso que tuviera ese nombre.... No pensé más en el tema. Entonces Thalion y Neithan me empezaron a contar una curiosa historia acerca de que Melian tenía el pelo negro porqué era el pelo de su abuelo y no se que cosas.... Al final, aunque pareciera imposible los niños se calmaron y empezaron a dormirse en las sillas.
- Venga niños... Ya es hora de ir a dormir - dijo Laurelyn
- Nos lleva el tío Legolas! - dijo Thali despertándose por completo
- Quizá deberíamos dejar la historia para otro día... Tenéis cara de cansados - dije yo
- No tenemos nada de nada de sueño! - dijo Nei al acto - Mira!
Los dos niños abrieron los ojos tanto como pudieron. No pude evitar reírme.... Se parecían como dos gotas de agua a Nandor cuando tenía su edad! Así es como por primera vez en mi vida me encontré contándoles cuentos a dos niños antes de ir a dormir... Y la verdad es que me gustó bastante... Los dos se quedaron completamente dormidos en el trozo en que llegábamos a Lothlórien. Me marché sin hacer mucho ruido y con una sonrisa en los labios... Vivir en Tirion al fin y al cabo no estaría tan mal...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ruby *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-
- Lo siento...
Levanté la vista para ver quien era que se había disculpado y descubrí que era un hobbit... Pero no un hobbit cualquiera! Me estaba mirando como si hubiera visto a un fantasma o algo parecido
- Tendrías que ir con más cuidado Frodo Bolsón - dije yo con una sonrisa
- ¿Nos conocemos? - preguntó él
- Tu a mi no, seguro... ¿Pero hay algún hobbit que no te conozca a ti? - contesté
- Creí que era el único hobbit aquí... ¿Cómo es que has abandonado la Comarca? - me preguntó él
- Simplemente porqué nunca he estado en la Comarca - contesté yo haciéndome la misteriosa - Y ahora si me disculpas me están esperando
Y me marché, tan simple como esto. No hay que decir que fue en contra de mi voluntad. Siempre he tenido una admiración secreta hacia Frodo Bolsón... Lo que hizo fue muy valiente... Y mi sueño desde que supe todo lo que hizo fue conocerle. Y cuando lo conozco ¿qué hago? Marcharme en seguida... Pero no fue del todo mi culpa... Los elfos siempre me han enseñado una de sus mayores cualidades.... Ser misteriosa. Sí, los elfos. Ellos me criaron desde que yo era una hobbit muy pequeña. Mis padres murieron siendo yo muy pequeña y me enviaron a vivir con mis tíos, pero como que a mi no me gustaba nada esa familia me escapé. Un grupo de elfos me encontró vagando por los bosques y me recogieron, y después que yo les contara mi historia y les rogase que no me hicieran volver con mis tíos supongo que les daría pena y se quedaron conmigo. O sea que pasé gran parte de mi vida en Lórien.
- ¿Con quien hablabas? - me preguntó Lindórië, la elfa que había cuidado de mi siempre
- Con Frodo - me limité a decir yo
- ¿Frodo? - se extrañó ella
- Eso he dicho
- Recuérdame algo de él - me pidió Lindórië Entonces me lancé a decir todo lo que sabía de Frodo, aunque juraría que se lo había contado mil veces a Lindórië, ella tenía muy mala memoria, y era muy despistada. Seguramente no sabía que en su tiempo fue el Portador del Anillo.
- Hobbit de la Comarca, Portador del Anillo, Amigo de los Elfos y héroe, hijo único de Drogo Bolsón y Prímula Brandigamo. En 2980, a la muerte de sus padres, fue adoptado por su primo Bilbo y se fue a vivir con él a Bolsón Cerrado. En 3001, cuando Bilbo abandonó la Comarca, Frodo heredó todos sus bienes, incluyendo Bolsón Cerrado y el Anillo Único. En 3018 siguiendo el consejo de Gandalf partió hacia Rivendel con el nombre de Sotomonte para escapar de los Nazgûl....
- Para, para! - me interrumpió Lindórië - Ahora ya se de quien me hablas. ¿Pero cómo te sabes toda su vida?
- Me resultó muy interesante... Y investigué todo lo que pude acerca de él, ya te lo he dicho muchas veces - dije yo con resignación
- Lo que no entiendo es que esté aquí...
Suspiré... No tenía remedio!
- Llevo todo el viaje diciéndote que estaba deseando conocer a Frodo! - exclamé
- Ah! ¿Era de ese de quien me hablabas?
- ¡Claro! - exclamé
- Puede que si... Ahora vamos! Necesitamos descansar después de este largo viaje Seguí a Lindórië con resignación hacia la que tenía que ser a partir de ese día nuestra casa
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ungalad *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Miré con un suspiro a mi alrededor... ¡Que distinto era todo aquí! Acababa de llegar y ya echaba de menos Imladris...
- ¡Ungalad!
Vi a Lindórië que me llamaba, estaba junto a Ruby, la hobbit de la que se había cuidado desde hacia algún tiempo. Me acerqué a ella. Ella era mi prima de Lórien, y aunque desde hacía mucho tiempo deseaba partir a Valinor había permanecido dispuesta a que partiéramos juntas. Sabía que yo había tenido mis motivos para haber querido embarcarme con los últimos elfos que quedaban en Endor.... Aunque ese motivo sólo lo sabía yo... Todo el mundo tiene sus secretos, y ese era el mío.
- ¡Por fin estamos en Tirion! - exclamó ella
- Sí... Genial... - murmuré yo distraídamente observando detenidamente la multitud de mi alrededor
- Ruby y yo ya nos íbamos a casa. ¿Vienes con nosotras o te quedas un rato por aquí? - me preguntó Lindórië
- No; vengo con vosotras. A mi también me hace falta descansar - dije al no encontrar lo que buscaba.
La que seria nuestra casa no era demasiado grande, pero para mi ya estaba bien, nunca me habían acostumbrado a grandes lujos. Durante todo el camino, Ruby no había parado de hablar acerca de Frodo; al parecer estaba eufórica por haberle conocido.
- ¿No será que te gusta Frodo? - pregunté yo francamente divertida con la situación
- ¡No! - exclamó ella ligeramente sonrojada - No se debe confundir amor con admiración
La miré sonriente unos momentos... Ya de por si estos hobbits me parecían monísimos, pero cuando se avergonzaban por algo y se sonrojaban aún lo eran más, y yo le tenía especial cariño a esa hobbit
- Por lo que parece todas las casa de alrededor son de gente de Imladris - me explicó Lindórië
- Puede que estuvieras mejor junto a tu gente de Lórien - en realidad me sentía algo culpable que se preocupara tanto por mi. Desde que mis padres murieron había estado visitando muy a menudo Imladris para ver como estaba, aunque de eso ya hacía mucho tiempo.
- Si tu estás bien aquí yo también - dijo ella
Escogí una agradable estancia para que fuera mi habitación, tenía una ventana muy grande y desde ella podía ver todas las casas de los elfos que una vez habían vivido en Imladris. Me deshice el peinado muy lentamente, y dejé mi larga y oscura melena suelta, me cambié el vestido que había llevado durante todo el viaje y me apoyé en el alfeizar de la ventana. Observé con detenimiento todas las casas... ¿En cual viviría él.....? Mi pensamiento voló directamente a pensar en él, y poco a poco una sonrisa se me fue formando en los labios...
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Gimli *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Hay que ver lo que se hace por amistad.... ¿Quién me iba a decir a mi que acabaría en la ciudad de los elfos al otro lado del mar? Aunque a decir verdad me alegraba el haber venido... Además Legolas me lo había pedido muy insistentemente y no le podía decir que no... Porque allí en la Tierra Media ya no tenía nada que hacer... bueno, a parte de mi padre... ¿quién quedaba? A parte había podido conocer el famoso Nandor... ese elfo de quien Legolas me hablaba noche y día... Y a decir verdad tenía un encanto de hijos! En verme se había divertido como nunca tirándome de la barba y Legolas se había puesto un poco celoso porqué por un momento habían dejado de hacerle caso a él. La esposa de Nandor también es amable como pocas mujeres... Aunque claro que no se puede comparar con la dama Galadriel... ¡No hay mujer como ella! Aunque la dama Laurelyn también es muy bella, tiene una belleza casi élfica, y eso que no tiene ni tan siquiera parientes medio elfos... En ese momento, Legolas volvió de contarles el cuento antes de dormir a sus sobrinos
- ¿Qué tal ha ido? - le pregunté distraídamente mientras seguía guardando mis cosas en el armario
- Se quedaron dormidos cuando llegamos a Lothlórien - dijo él
- Una auténtica lástima! - exclamé yo - ¿No les llegaste a hablar de la Dama?
- Pues no, la verdad. Me quedé en cuando nos encontramos con Haldir - contestó él dejando escapar una leve carcajada
- En ese caso te pediré que me dejes a mi el honor de hablarles de ella - dije decididamente
- Por supuesto mi amigo! Nadie mejor que tu para ese trozo - dijo él
Entonces bostezó
- Creo que hoy ha sido un día demasiado largo... Estoy agotado... - dijo él con expresión somnolienta
- Creo que los siglos empiezan a pesarte amigo... - comenté yo - Cuando estábamos en la Comunidad no te oí quejarte ni una sola vez de cansancio
Legolas me miró un momento, se frotó los ojos y sonrió
- Buenas noches... - y cerró la puerta tras de si
Los elfos pueden ser muy amables, pero nunca tendrán la resistencia de un enano. ¡Nunca!
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Glorfindel *-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-
Había sido un día duro, sin duda... Pero no podía quejarme... Había deseado embarcarme hacia Valinor, desde que el señor Elrond se marchó. Pero tenía mis obligaciones en Imladris, y tuve que quedarme junto a Elladan y Elrohir a ayudarlos, puesto que no tenían mucha experiencia a llevar toda una ciudad. Pero por fin, los últimos nos habíamos embarcado, y Imladris había quedado vacía. Algunos de los elfos de allí se habían marchado contra su voluntad, y eso no me gustaba... Pero no podía hacer nada al respecto... No podían permanecer en Imladris si ya no quedaba nadie allí... Cuando al llegar había ido a ver a Elrond, para informarle que ya estábamos todos allí él me ofreció una lujosa casa, muy cerca de la suya, pero yo preferí irme a una casita mucho más simple, pero junto a toda la gente de Imladris con la que había convivido toda la vida, junto a mi hermana Mellyrn, que ya estaba allí desde hacía tiempo Me alegré muchísimo de verla
- ¿Te crees que son horas de llegar? Creí que cuando me dijiste que te reunirías conmigo muy pronto aquí quería decir pronto
Sonreí. Ya me esperaba un recibimiento de este tipo por parte de mi hermana
- Yo también me alegro de verte hermanita - dije
- ¡Sabes que no me gusta que me llames así! - dijo ella con mal humor
- ¿Cómo no te gusta que te llame hermanita? - bueno, la verdad es que tenía ganas de una pelea entre hermanos después de tanto tiempo
Mellyrn me dio un golpe en el brazo
- ¿Quieres ver como esta noche duermes en la calle?
- Vamos, no te enfades. Sabes que lo digo en broma - no me apetecía nada dormir en la calle después del viaje que me había dejado bastante cansado - ¿Qué hay para cenar?
- Para ti nada. Sólo tengo cena para mi. Si me hubieses avisado que llegabas hoy... - contestó ella haciéndose la ofendida
Así que esa noche, cansado y con mucho sueño me encontré en la cocina preparándome la cena yo mismo. Por eso, y teniendo en cuenta de que nunca se me ha dado nada bien cocinar, no es extraño que en cuanto puse el plato encima de la mesa mi hermana lo mirara arrugando la nariz en un gesto de desaprobación.
- ¡Que asco! - exclamó
La verdad es que también tenía un gusto muy.... peculiar. Pero me lo comí sin decir nada, y luego me levanté dispuesto a irme a dormir
- Glorfindel...
- ¿Si? - miré a mi hermana un momento
- Me alegro de que estés aquí - dijo ella con una sonrisa
- Yo también.... Buenas noches
- Buenas noches
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Bueno! Aquí tenéis el primer capítulo de mi nuevo fic! Creo que sólo hacen falta algunas aclaraciones... En realidad no creo que Glorfindel tuviera una hermana, pero como que no he encontrado en ningún sitio su familia o algo explícito acerca de él yo si que le puse hermana, porqué... bueno, en realidad me hacía ilusión. Mmmm.... No sé... si tienen alguna pregunta, pueden enviarme un mail, o simplemente dejarla en un review. Espero que les haya gustado!!!! Dejen reviews por favor!!!!
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