Capítulo 7 .- Líos, líos y más líos
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Legolas-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-
- La verdad es que no te entiendo
Dejé un momento de pulir la puerta de la que sería mi nuevo casa para mirar a Nandor que estaba apoyado contra una de las paredes exteriores de esta.
- ¿Qué es lo que no entiendes? - dije con un suspiro
- ¿Por qué te empeñas a hacerlo tu si hay Elfos contratados por la Dama Galadriel que te lo harían?
- He tenido a gente trabajando para mi toda mi vida. Ahora que puedo hacer yo las cosas, las haré a mi manera - dije volviendo al trabajo
- Pues que ganas de trabajar tienes
- Y tu que pocas... - dije mirándolo una vez más. Ahora había cruzado los brazos por detrás de su cabeza y estaba bostezando
En ese momento llegó Gimli con otra de las puertas
- ¿Dónde quieres que te deje esta? - me preguntó
- En cualquier sitio dentro, luego la montaré - dije yo
En cuanto Gimli desapareció dentro de la casa para dejar la puerta, pareció que a Nandor se le iluminara la lucecita de su cabeza.
- ¿Vas a ir hoy a ver a Melian? - dijo con una sonrisa que yo ya conocía. Eso quería decir que estaba a punto para otra tanta de burlas
- ¿Por qué tendría que ir? - pregunté yo de nuevo levantando una ceja
- No sé, pero últimamente te has aficionado mucho a ir allí - dijo él como quien no quiere la cosa
- Es una bella elfa la dama Melian - dijo Gimli que salía en ese momento
Genial... Cuando se juntaban Gimli y Nandor ya podía echarme a temblar. Pero entonces se me vino a la cabeza la excusa perfecta, y además no tendría ni que mentir.
- ¿Dónde vas ahora? - me preguntó Nandor al ver que guardaba mis cosas
- Me ofrecí a acompañar a Laurelyn para ir a comprar al mercado - dije
- ¿Al mercado? - preguntó Gimli con intención
- Si te parece voy a ir a comprar al mar - dije con sarcasmo
- No te queremos entretener - dijo Nandor con una sonrisa sospechosa
- Cierto y... pásatelo bien - añadió Gimli
Yo les miré unos momentos sin comprender nada, pero desistí de querer entender que les había llegado a pasar por la cabeza en ese momento y me marché.
La verdad es que le había dicho a Laurelyn que no la podría acompañar porqué tenía trabajo en mi nueva casa, pero ahora lo prefería a seguir escuchando las burlas incesantes de mis dos amigos. La encontré que estaba a punto de marcharse
- Que bien que hayas decidido acompañarme. No sé donde se mete Nandor cada vez que sabe que tengo que ir a comprar - dijo la mujer con una sonrisa
- Pues estaba con él ahora mismo, y no parecía tener mucho trabajo por hacer - dije yo
- Lo sé, pero es que le tiene una especie de alergia a ir a comprar al mercado... No sé porqué...
No fue hasta más tarde, cuando ya habíamos comprado las frutas y algo de pan, y a lo lejos vi el puesto de Melian, cuando me di cuenta de porqué se reían Nandor y Gimli.
Aunque en ese momento vi como un Elfo se paraba justo delante de su puesto, y ella al verlo se le lanzaba literalmente encima para abrazarlo. Sentí una extraña sensación en el estómago que no supe identificar. Di un paso atrás sin pensar, y justo en ese momento un mechón de mi pelo se enganchó con el broche de Laurelyn y tuve que voltear para soltarlo, así que no vi nada más de la "escenita" de Melian con ese Elfo
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Melian-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Esa se presentaba como otra aburrida mañana de otoño. No había demasiado trabajo y yo estaba empezando a considerar la posibilidad de cerrar antes e irme a dar una vuelta por la playa.
Pero cuando ya me había decidido alguien se paró justo delante.
- ¿Qué dese...? - me quedé parada a media frase... ¡era imposible! ¡Estaba de vuelta! - ¡Vorwë! - exclamé con alegría al tiempo que me abalanzaba encima de él
- Pero que guapa te has puesto Melian, hay que ver. Me voy fuera unos pocos días y te encuentro casi reconocible - dijo el Elfo
- ¿Unos días? ¡Serás mentiroso! Te has pasado edades fuera! - dije yo exagerando alegremente.
- Exagerada... Pero ya sabes que el trabajo de marinero es así
- Pero te mantiene lejos mucho tiempo, y me dejas aquí sola y abandonada - dijo ella haciendo pucheros - Aunque estás muy guapo. Viajar te sienta de maravilla
- La próxima vez te llevaré conmigo, para que puedas conocer Endor - dijo felizmente Vorwë
- ¿Te han tratado muy mal mamá y Edhel? - preguntó
- Si
Miré sonriente a mi hermano. Había embarcado hacía bastante tiempo en un barco que se iba hacia Endor y ya no lo había vuelto a ver. Lo encontré muy cambiado, mucho más alto y guapo.
Pero entonces la sonrisa se me borró de la cara... Legolas estaba cerca de allí, hablando muy de cerca y muy cariñosamente con una Elfa a la que no podía verle la cara. Estaba de espaldas. Sólo podía ver que tenía una larga melena castaña.
- ¿Qué pasa? - me preguntó Vorwë viendo la cara que había puesto
- Nada - dije al tiempo que empezaba a recoger las cosas
Mi hermano se encogió de hombros y me ayudó a guardar las cosas
- A mi me lo puedes contar - dijo tras unos momentos de silencio
- Te he dicho que no me pasa nada. - le respondí yo, pero no debí sonar demasiado convincente
- ¿Entonces haber visto a cierto Elfo rubio que había justo allí hace unos momentos y por el que obviamente estás suspirando, hablando con otra Elfa no te ha supuesto ningún problema?
Me quedé perpleja mirando a mi hermano. ¿Cómo podía haberse dado cuenta que miraba a Legolas?
- ¿Y que tiene que ver que Legolas hablase con otra Elfa? Él puede hablar con quien quiera.
- Pero a ti te gusta el tal Legolas y por eso te da rabia
- ¿Qué me gusta Legolas? ¿Qué te inventas? Sólo somos amigos - dije yo
- Sólo somos amigos - dijo Vorwë imitándome - Esa excusa es muy vieja ya Melian....
- Mira, te he dicho la verdad, si no quieres no me creas, a mi me da igual
- No siempre te tiene que pasar como la última vez. No debes tener miedo a enamorarte - dijo Vorwë tal como si me leyera los pensamientos
Me entristecí unos momentos al pensar en las palabras de mi hermano. Hacía un tiempo, me había enamorado de un Elfo que al parecer era perfecto, guapo, educado, cortés, divertido, amable... Lo di todo por él, pero... las cosas no salieron tal y como yo las tenía previstas. Él conoció a otra Elfa que al parecer era mejor que yo y me dejó, me rompió el corazón..... Desde entonces, había quedado desengañada con el amor....
- Lo sé... Pero... Necesito tiempo para volver a enamorarme - dije al final con un suspiro
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Glorfindel-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*
Volví a cerrar la puerta de mi habitación con un suspiro. Ya había visto suficiente. Cuando mi hermana me había dicho que iba a venir una amiga suya, no pude dejar de pensar que tal vez seria Ungalad, a la que hacía diversos días que no veía, pero me acababa de dar cuenta de que sólo era Irindel, una elfa que jamás me había caído demasiado bien. Abrí la ventana y salí por ahí. Un elfo que pasaba por la calle me miró raro al verme salir por una ventana. Pero claro, él no comprendía que lo había tenido que hacer para que mi hermana no empezara a darme la lata con Irindel. La manía de Mellyrn, desde siempre había sido emparejarme con su mejor amiga...
No muy lejos vi a Nandor y a Gimli.
- ¡Eh Glorfindel! - me llamó Nandor
- Buenos días - dije yo acercándome - ¿Qué tal?
- Estábamos aquí discutiendo acerca de Legolas - me informó Gimli
- ¿Otra vez? - dije yo divertido
- Es que no sé qué voy a hacer con él - dijo Nandor como si los asuntos personales de Legolas fueran exclusivamente cosa suya - Pero ya lo considero un caso perdido. Íbamos a tomar algo ¿te apuntas?
- Bueno - dije encogiéndome de hombros
* * *
Cuando ya íbamos por el tercer vaso de hidromiel llegó Legolas con cara de abatido.
- Hola Glorfindel... - dijo sin demasiado entusiasmo al verme
- Parece como si te hubieran dicho que el Bosque Negro se ha quemado - observó Nandor
- No estoy de humor, Nandor - dijo al tiempo que se dejaba caer sobre una silla
- Ya sé, Laurelyn ha abusado de ti y tu amabilidad por acompañarla a comprar. Te advertí - dijo Nandor que parecía no haber oído lo que Legolas le había dicho
- Laurelyn te buscaba - dijo Legolas - Creo que dijo algo acerca de la puerta de entrada que sigue chirriando
- Oh! Va a matarme... Le prometí que la arreglaría hoy... - Nandor miró con cara de extrema pena a Gimli
- ¿Qué? - preguntó el Enano dándose cuenta de la mirada de Nandor
- Te adoraré eternamente si me ayudas - dijo él con cara de Elfo que no ha roto nunca un plato
Gimli dejó escapar un suspiro -:En el fondo soy demasiado bueno
Y dicho esto se alejó junto a Nandor
- ¿Siempre se sale con la suya? - pregunté yo señalando con un movimiento de cabeza a Nandor
- Supongo... - aunque Legolas parecía más metido en sus pensamientos que en la conversación
- ¿Te ocurre algo? - le pregunté
- ¿Humm? - pareció que por primera vez su cabeza había vuelto del paseo que estaba dando por las nubes
- ¿Tienes algún problema? Pareces preocupado - dije de nuevo
- No... Es que me he levantado triste hoy. - dijo él a modo de respuesta - Eso va a días
- Ya... ¿Sueños raros? - pregunté recordando mi propio caso
- No, de sueño raro sólo he tenido uno, muy largo, y no quiero repetirlo la verdad
- No me hables de sueños... Cada noche sueño con una Elfa que ni tan siquiera me gusta! - exclamé con exasperación - o al menos, eso creo yo...
- Yo soñé con una Elfa que no había visto en la vida... - dijo él
Ambos nos quedamos en silencio, como maldiciendo los sueños. Y en medio de ese silencio estábamos cuando entró Ungalad en la posada acompañada por un Elfo.
Aunque se suponía que no me gustaba en absoluto, la idea de que Ungalad ya estuviera comprometida no me gustó nada. Y miré con rabia al Elfo moreno que había entrado con ella.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ungalad-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*
Acompañé resignada a Tundar hasta la posada para ver si Lindórië estaba allí. No podía creer la cara dura que se gastaba... ¿Quedaba con alguien y luego se iba confiada que la tonta de Ungalad estaría allí para abrirle la puerta? Se hubiera merecido que lo dejara en la calle.
Pero claro, en la posada la señorita tampoco estaba... Pero por el contrario vi a Glorfindel con otro Elfo que recordé como el que querían emparejar con Melian. Pero entonces, antes de que pudiera siquiera saludarlo se levantó y salió por la otra puerta de la posada seguido por Legolas. La única explicación que le pude encontrar fue que no me hubiese visto.... O al menos eso esperaba...
- Tampoco está aquí - dijo Tundar con un suspiro
- Le habrá... mm... salido algún imprevisto - mentí yo, pues Lindórië solía olvidarse de cosas así. En el fondo el Elfo me daba lástima
- Ya no te molesto más, me voy - y antes de que pudiera decir nada más ya estaba en la calle
Decidí que ya que estaba allí y en casa no estaban ni Ruby ni Lindórië tomaría algo. Me acerqué al mostrador y pedí un vaso de hidromiel, y en el momento en que ya iba a dejarla en la mesa vi que Mellyrn, la hermana de Glorfindel entraba.
- ¿Has visto a mi hermano? - me preguntó al tiempo que se acercaba
- Hace muy poco estaba aquí, pero se marchó. Creo que no me vio. ¿Por qué lo buscas? - pregunté
- Para matarlo
Reí ante el comentario :- ¿Qué ha hecho ahora?
- Sabía de sobras que hoy venia mi amiga y se ha marchado! Ni siquiera la ha saludado. Cuando sabe que una Elfa le gusta se vuelve muy maleducado, ni la saluda ni nada. Pierde todo el interés en ella. En fin, me tengo que ir que ya casi es la hora de comer. A ver si vienes un día. Adiós!
Y allí me quedé yo, con las palabras de Mellyrn resonándome en los oídos : "Cuando sabe que una Elfa le gusta se vuelve muy maleducado, ni la saluda ni nada. Pierde todo el interés en ella."
- "Lo sabe, sabe que me gusta y por eso no me ha saludado, ya no le intereso" - todos esos pensamientos pasaban a toda velocidad por mi mente
- ¿Ya se ha ido Tundar? - la voz de Lindórië me sacó de mis pensamientos
La miré un momento y luego me eché a llorar...
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ruby-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Me senté en el suelo cansada ya de dar vueltas y más vueltas delante de la puerta de la casa de Frodo. ¿Es que no pensaba salir nunca? Tenía muchísimas ganas de verle... Ungalad me había sugerido que cuando viera la puerta abrirse fingiera que pasaba por casualidad por delante y así no se notaría. Y que luego podría aprovechar para ir a desayunar con él, o a almorzar... Pero ya casi era la hora de la comida y Frodo seguía sin salir!
En ese momento se abrió la puerta y salió su tío Bilbo. Yo siguiendo a la perfección el plan que tenía trazado. Fingí que pasaba casualmente por delante
- Buenos días jovencita - me saludó Bilbo
- Oh! Hola! - yo fingí que lo veía por primera vez - ¿Qué tal?
- Pues ya ves, voy a comprar algo para hacerle una sopa bien caliente a Frodo, que está malo. Hace dos días que no sale de la cama. Y luego también me ha mandado a que llame a Melian para que le vaya a hacer una visita
- ¿Melian? ¿Esa Elfa morena? ¿La de los dulces? - pregunté yo al tiempo que una extraña sensación se me instalaba en el estomago
- La misma. Es que es muy amiga de mi sobrino - dijo Bilbo con una amable sonrisa - Si me disculpas tengo un poco de prisa. Ya nos veremos cielo.
- Adiós - dije con un hilito de voz
Me quedé como si me hubieran dado la peor noticia del mundo... Frodo estaba enfermo... Y en vez de llamarme a mi... ¿qué hacía? Llamar a la Elfa esa... ¿Por qué ella? ¿Qué tenía ella que yo no tuviera? Claro, era alta, morena, con el pelo liso y los ojos verdes pero... ¡era muchísimo más alta que él! ¿Es que Frodo no veía estas cosas?
Clavé una mala mirada a la fachada de la casa por última vez y me marché muy enfadada.
- "¿Por qué todo está lleno de malditos Elfos?" - pensé mientras deambulaba sin rumbo fijo por las calles de Tirion - "Claro, porqué estoy viviendo en una maldita ciudad de Elfos..." Odios a los Elfos... - murmuré entre dientes
Entonces lo decidí, cogería un barco en ese mismo momento, y me iría a la Comarca, ahí conocería a algún hobbit apuesto, olvidaría a Frodo y estaría lejos de los Elfos. Me pareció un plan perfecto.
Me dirigí con paso decidido hacia el puerto. Seguramente habría alguna embarcación que saliera de inmediato hacia Endor y que no les importaría que me sumara en su viaje.
Pero en cuanto ya había llegado allí, y podía oler el aroma salado en el aire y oía los marineros alegres cantar mientras preparaban las cosas alguien me tocó del hombro.
- ¿Qué haces por aquí? - era Melian la que estaba allí
- ¿Y tu? - pregunté yo con recelo, mirándola con mala cara y evitando contestar
- He venido a acompañar a mi hermano a que recogiera algunas cosas que se ha dejado en el barco. Es que es marinero y ha llegado hoy. Ahora voy a casa de Frodo, parece que está malo ¿quieres venir?
- "Genial, restriégamelo por la cara ahora..." - pensé con rabia - No, no puedo venir, he quedado con un Elfo muy apuesto aquí mismo - mentí descaradamente - Dile de mi parte a Frodo que se mejore
- De acuerdo - dijo ella sonriendo - Hasta pronto
- "¿Qué la hace tanta gracia?" - pensé al verla alejarse con una sonrisa en el rostro
En ese momento mi estómago reclamó por la comida, que ya hacía rato que debía haber tomado. Miré las embarcaciones alineadas en el puerto y luego con un suspiro di media vuelta hacia casa. Quizá también pudiera encontrar una embarcación después de comer....
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Frodo-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*
Aburrido. Aburrido. Aburrido. Aburrido.... Todo lo que se me ocurría por hacer parecía tener el mismo adjetivo.. ¿Cómo podía ser que Bilbo tardara tanto en ir a buscar a Melian?
Volví a estornudar. ¡Maldito resfriado! En mi opinión los que se cogen en lugares digamos.. élficos, son los peores... O quizá fueran las influencias del aire del mar.
¡La puerta! La oí abrirse en el salón y me incorporé de golpe en la cama. Casi al instante Bilbo entreabrió la puerta y asomó por ahí la cabeza.
- ¿Cómo te encuentras?
- Fatal. ¿Dónde está Melian? - dije con impaciencia
- Ahora viene. Tenía que ir a acompañar a su hermano al puerto a recoger unas cosas y en cuanto acabe viene. Voy a hacerte la sopa caliente ahora
- No me apetece - dije echándome de nuevo sobre las almohadas
- Tonterías. Tienes que comer - le oí refunfuñar al tiempo que su voz se alejaba de la puerta.
Me tapé la cabeza con la almohada para no oír el discurso que me estaba echando sobre si cuando se estaba malo se debía comer y no sé que más.
* * *
No sé el tiempo que me debí estar con la cabeza debajo del cojín hasta que Melian me lo levantó con cuidado
- ¿De quien te escondes? - me preguntó con una sonrisa
- De los discursos de Bilbo - dije yo con una mueca
- Uf, te entiendo bien - dijo Melian sentándose al borde de la cama - Pero debes reconocer que con lo de comer tiene su parte de razón
En ese momento descubrí que había traído con ella el plato de sopa que seguramente me había preparado Bilbo. La miré con cara de pena infinita, con la esperanza de darle lástima, pero ella me dejó el plato en las manos.
- Antes me he encontrado a Ruby - me explicó mientras comía - La muy pillina tenía una cita con un Elfo del puerto
- ¿Con un Elfo? ¿Hobbit con Elfo? - pregunté extrañado - Que combinación más rara
- ¿Porqué? ¿Acaso crees que no haríamos buena pareja? - dijo ella en tono de broma
- Por supuesto. Pero sabes que Legolas es más tu tipo - dije de broma
- Si, pero hoy le vi con otra Elfa, o sea que supongo que él ya tiene alguien que es su tipo del todo - dijo, aunque no parecía del todo animada
- ¿No será que estás celosa y quieres asesinar a cierta Elfa con quien le has visto? - pregunté yo con toda la mala intención del mundo
- ¿Tu no estás malo? Pues deberías callar y comer
Pero yo no pensaba dejar en paz este tema. En cuanto pudiera salir de la cama me iría a hablar con Legolas....
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Nandor-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Observé a Laurelyn que examinaba la puerta desde todos los ángulos.
- ¿Tu la has arreglado tan bien? - preguntó con desconfianza
- Por supuesto - dije yo hinchando el pecho
Ella me miró sin terminar de creérselo, pero no dijo nada más. Se fue hacia dentro para bañar a los niños. Entonces vi que Legolas estaba esperando en un rincón.
- ¿Qué ocurre amigo mío? - pregunte al tiempo que le daba una palmadita en el hombro
- Tengo un lío mental, y esperaba que tu me ayudases...
- Veamos... - me senté en el banco del jardín y le hice sentar a mi lado - Cuénteme usted
- Si te lo cuento tienes que prometer que ni te reirás ni harás ningún comentario en broma - dijo él
- Tienes mi palabra de Elfo - dije levantando una mano
- Esta mañana, cuando he ido al mercado con Laurelyn, he visto a Melian que... digamos... se abrazaba a un Elfo... y... - Legolas no encontraba las palabras exactas
- ¿Te sentó mal eso? - le ayudé
- Si, mucho, aunque no sé porqué
- Eso es muy sencillo amigo mío : Celos
- ¿Celos? Pero eso sólo es cuando te gusta una persona! - exclamó él
- Exactamente. Por lo que llegamos a la conclusión que te gusta Melian - dije como si fuera lo más obvio del mundo
Él se levantó de golpe.
- ¡No digas más tonterías!
Suerte que no vio la sonrisa de satisfacción que se me formó en el rostro, pues era obvio que el tema le había incomodado... y eso tenía que tener una explicación que ya me encargaría de descubrir.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*
Bueeeeeeeeeeno, al fin después de unos 1000 años nuevo capítulo!!! Y espero que no me mateis por que después de tanto tiempo, cuando escribo lío las cosas de tal manera... Pero es que si no hubiese sido muy aburrido!!!!!
Espero que dejeis reviews, y que ahora que no tengo examen pueda ponerme a trabajar en los fics!!!!
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Legolas-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-
- La verdad es que no te entiendo
Dejé un momento de pulir la puerta de la que sería mi nuevo casa para mirar a Nandor que estaba apoyado contra una de las paredes exteriores de esta.
- ¿Qué es lo que no entiendes? - dije con un suspiro
- ¿Por qué te empeñas a hacerlo tu si hay Elfos contratados por la Dama Galadriel que te lo harían?
- He tenido a gente trabajando para mi toda mi vida. Ahora que puedo hacer yo las cosas, las haré a mi manera - dije volviendo al trabajo
- Pues que ganas de trabajar tienes
- Y tu que pocas... - dije mirándolo una vez más. Ahora había cruzado los brazos por detrás de su cabeza y estaba bostezando
En ese momento llegó Gimli con otra de las puertas
- ¿Dónde quieres que te deje esta? - me preguntó
- En cualquier sitio dentro, luego la montaré - dije yo
En cuanto Gimli desapareció dentro de la casa para dejar la puerta, pareció que a Nandor se le iluminara la lucecita de su cabeza.
- ¿Vas a ir hoy a ver a Melian? - dijo con una sonrisa que yo ya conocía. Eso quería decir que estaba a punto para otra tanta de burlas
- ¿Por qué tendría que ir? - pregunté yo de nuevo levantando una ceja
- No sé, pero últimamente te has aficionado mucho a ir allí - dijo él como quien no quiere la cosa
- Es una bella elfa la dama Melian - dijo Gimli que salía en ese momento
Genial... Cuando se juntaban Gimli y Nandor ya podía echarme a temblar. Pero entonces se me vino a la cabeza la excusa perfecta, y además no tendría ni que mentir.
- ¿Dónde vas ahora? - me preguntó Nandor al ver que guardaba mis cosas
- Me ofrecí a acompañar a Laurelyn para ir a comprar al mercado - dije
- ¿Al mercado? - preguntó Gimli con intención
- Si te parece voy a ir a comprar al mar - dije con sarcasmo
- No te queremos entretener - dijo Nandor con una sonrisa sospechosa
- Cierto y... pásatelo bien - añadió Gimli
Yo les miré unos momentos sin comprender nada, pero desistí de querer entender que les había llegado a pasar por la cabeza en ese momento y me marché.
La verdad es que le había dicho a Laurelyn que no la podría acompañar porqué tenía trabajo en mi nueva casa, pero ahora lo prefería a seguir escuchando las burlas incesantes de mis dos amigos. La encontré que estaba a punto de marcharse
- Que bien que hayas decidido acompañarme. No sé donde se mete Nandor cada vez que sabe que tengo que ir a comprar - dijo la mujer con una sonrisa
- Pues estaba con él ahora mismo, y no parecía tener mucho trabajo por hacer - dije yo
- Lo sé, pero es que le tiene una especie de alergia a ir a comprar al mercado... No sé porqué...
No fue hasta más tarde, cuando ya habíamos comprado las frutas y algo de pan, y a lo lejos vi el puesto de Melian, cuando me di cuenta de porqué se reían Nandor y Gimli.
Aunque en ese momento vi como un Elfo se paraba justo delante de su puesto, y ella al verlo se le lanzaba literalmente encima para abrazarlo. Sentí una extraña sensación en el estómago que no supe identificar. Di un paso atrás sin pensar, y justo en ese momento un mechón de mi pelo se enganchó con el broche de Laurelyn y tuve que voltear para soltarlo, así que no vi nada más de la "escenita" de Melian con ese Elfo
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Melian-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Esa se presentaba como otra aburrida mañana de otoño. No había demasiado trabajo y yo estaba empezando a considerar la posibilidad de cerrar antes e irme a dar una vuelta por la playa.
Pero cuando ya me había decidido alguien se paró justo delante.
- ¿Qué dese...? - me quedé parada a media frase... ¡era imposible! ¡Estaba de vuelta! - ¡Vorwë! - exclamé con alegría al tiempo que me abalanzaba encima de él
- Pero que guapa te has puesto Melian, hay que ver. Me voy fuera unos pocos días y te encuentro casi reconocible - dijo el Elfo
- ¿Unos días? ¡Serás mentiroso! Te has pasado edades fuera! - dije yo exagerando alegremente.
- Exagerada... Pero ya sabes que el trabajo de marinero es así
- Pero te mantiene lejos mucho tiempo, y me dejas aquí sola y abandonada - dijo ella haciendo pucheros - Aunque estás muy guapo. Viajar te sienta de maravilla
- La próxima vez te llevaré conmigo, para que puedas conocer Endor - dijo felizmente Vorwë
- ¿Te han tratado muy mal mamá y Edhel? - preguntó
- Si
Miré sonriente a mi hermano. Había embarcado hacía bastante tiempo en un barco que se iba hacia Endor y ya no lo había vuelto a ver. Lo encontré muy cambiado, mucho más alto y guapo.
Pero entonces la sonrisa se me borró de la cara... Legolas estaba cerca de allí, hablando muy de cerca y muy cariñosamente con una Elfa a la que no podía verle la cara. Estaba de espaldas. Sólo podía ver que tenía una larga melena castaña.
- ¿Qué pasa? - me preguntó Vorwë viendo la cara que había puesto
- Nada - dije al tiempo que empezaba a recoger las cosas
Mi hermano se encogió de hombros y me ayudó a guardar las cosas
- A mi me lo puedes contar - dijo tras unos momentos de silencio
- Te he dicho que no me pasa nada. - le respondí yo, pero no debí sonar demasiado convincente
- ¿Entonces haber visto a cierto Elfo rubio que había justo allí hace unos momentos y por el que obviamente estás suspirando, hablando con otra Elfa no te ha supuesto ningún problema?
Me quedé perpleja mirando a mi hermano. ¿Cómo podía haberse dado cuenta que miraba a Legolas?
- ¿Y que tiene que ver que Legolas hablase con otra Elfa? Él puede hablar con quien quiera.
- Pero a ti te gusta el tal Legolas y por eso te da rabia
- ¿Qué me gusta Legolas? ¿Qué te inventas? Sólo somos amigos - dije yo
- Sólo somos amigos - dijo Vorwë imitándome - Esa excusa es muy vieja ya Melian....
- Mira, te he dicho la verdad, si no quieres no me creas, a mi me da igual
- No siempre te tiene que pasar como la última vez. No debes tener miedo a enamorarte - dijo Vorwë tal como si me leyera los pensamientos
Me entristecí unos momentos al pensar en las palabras de mi hermano. Hacía un tiempo, me había enamorado de un Elfo que al parecer era perfecto, guapo, educado, cortés, divertido, amable... Lo di todo por él, pero... las cosas no salieron tal y como yo las tenía previstas. Él conoció a otra Elfa que al parecer era mejor que yo y me dejó, me rompió el corazón..... Desde entonces, había quedado desengañada con el amor....
- Lo sé... Pero... Necesito tiempo para volver a enamorarme - dije al final con un suspiro
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Glorfindel-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*
Volví a cerrar la puerta de mi habitación con un suspiro. Ya había visto suficiente. Cuando mi hermana me había dicho que iba a venir una amiga suya, no pude dejar de pensar que tal vez seria Ungalad, a la que hacía diversos días que no veía, pero me acababa de dar cuenta de que sólo era Irindel, una elfa que jamás me había caído demasiado bien. Abrí la ventana y salí por ahí. Un elfo que pasaba por la calle me miró raro al verme salir por una ventana. Pero claro, él no comprendía que lo había tenido que hacer para que mi hermana no empezara a darme la lata con Irindel. La manía de Mellyrn, desde siempre había sido emparejarme con su mejor amiga...
No muy lejos vi a Nandor y a Gimli.
- ¡Eh Glorfindel! - me llamó Nandor
- Buenos días - dije yo acercándome - ¿Qué tal?
- Estábamos aquí discutiendo acerca de Legolas - me informó Gimli
- ¿Otra vez? - dije yo divertido
- Es que no sé qué voy a hacer con él - dijo Nandor como si los asuntos personales de Legolas fueran exclusivamente cosa suya - Pero ya lo considero un caso perdido. Íbamos a tomar algo ¿te apuntas?
- Bueno - dije encogiéndome de hombros
* * *
Cuando ya íbamos por el tercer vaso de hidromiel llegó Legolas con cara de abatido.
- Hola Glorfindel... - dijo sin demasiado entusiasmo al verme
- Parece como si te hubieran dicho que el Bosque Negro se ha quemado - observó Nandor
- No estoy de humor, Nandor - dijo al tiempo que se dejaba caer sobre una silla
- Ya sé, Laurelyn ha abusado de ti y tu amabilidad por acompañarla a comprar. Te advertí - dijo Nandor que parecía no haber oído lo que Legolas le había dicho
- Laurelyn te buscaba - dijo Legolas - Creo que dijo algo acerca de la puerta de entrada que sigue chirriando
- Oh! Va a matarme... Le prometí que la arreglaría hoy... - Nandor miró con cara de extrema pena a Gimli
- ¿Qué? - preguntó el Enano dándose cuenta de la mirada de Nandor
- Te adoraré eternamente si me ayudas - dijo él con cara de Elfo que no ha roto nunca un plato
Gimli dejó escapar un suspiro -:En el fondo soy demasiado bueno
Y dicho esto se alejó junto a Nandor
- ¿Siempre se sale con la suya? - pregunté yo señalando con un movimiento de cabeza a Nandor
- Supongo... - aunque Legolas parecía más metido en sus pensamientos que en la conversación
- ¿Te ocurre algo? - le pregunté
- ¿Humm? - pareció que por primera vez su cabeza había vuelto del paseo que estaba dando por las nubes
- ¿Tienes algún problema? Pareces preocupado - dije de nuevo
- No... Es que me he levantado triste hoy. - dijo él a modo de respuesta - Eso va a días
- Ya... ¿Sueños raros? - pregunté recordando mi propio caso
- No, de sueño raro sólo he tenido uno, muy largo, y no quiero repetirlo la verdad
- No me hables de sueños... Cada noche sueño con una Elfa que ni tan siquiera me gusta! - exclamé con exasperación - o al menos, eso creo yo...
- Yo soñé con una Elfa que no había visto en la vida... - dijo él
Ambos nos quedamos en silencio, como maldiciendo los sueños. Y en medio de ese silencio estábamos cuando entró Ungalad en la posada acompañada por un Elfo.
Aunque se suponía que no me gustaba en absoluto, la idea de que Ungalad ya estuviera comprometida no me gustó nada. Y miré con rabia al Elfo moreno que había entrado con ella.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ungalad-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*
Acompañé resignada a Tundar hasta la posada para ver si Lindórië estaba allí. No podía creer la cara dura que se gastaba... ¿Quedaba con alguien y luego se iba confiada que la tonta de Ungalad estaría allí para abrirle la puerta? Se hubiera merecido que lo dejara en la calle.
Pero claro, en la posada la señorita tampoco estaba... Pero por el contrario vi a Glorfindel con otro Elfo que recordé como el que querían emparejar con Melian. Pero entonces, antes de que pudiera siquiera saludarlo se levantó y salió por la otra puerta de la posada seguido por Legolas. La única explicación que le pude encontrar fue que no me hubiese visto.... O al menos eso esperaba...
- Tampoco está aquí - dijo Tundar con un suspiro
- Le habrá... mm... salido algún imprevisto - mentí yo, pues Lindórië solía olvidarse de cosas así. En el fondo el Elfo me daba lástima
- Ya no te molesto más, me voy - y antes de que pudiera decir nada más ya estaba en la calle
Decidí que ya que estaba allí y en casa no estaban ni Ruby ni Lindórië tomaría algo. Me acerqué al mostrador y pedí un vaso de hidromiel, y en el momento en que ya iba a dejarla en la mesa vi que Mellyrn, la hermana de Glorfindel entraba.
- ¿Has visto a mi hermano? - me preguntó al tiempo que se acercaba
- Hace muy poco estaba aquí, pero se marchó. Creo que no me vio. ¿Por qué lo buscas? - pregunté
- Para matarlo
Reí ante el comentario :- ¿Qué ha hecho ahora?
- Sabía de sobras que hoy venia mi amiga y se ha marchado! Ni siquiera la ha saludado. Cuando sabe que una Elfa le gusta se vuelve muy maleducado, ni la saluda ni nada. Pierde todo el interés en ella. En fin, me tengo que ir que ya casi es la hora de comer. A ver si vienes un día. Adiós!
Y allí me quedé yo, con las palabras de Mellyrn resonándome en los oídos : "Cuando sabe que una Elfa le gusta se vuelve muy maleducado, ni la saluda ni nada. Pierde todo el interés en ella."
- "Lo sabe, sabe que me gusta y por eso no me ha saludado, ya no le intereso" - todos esos pensamientos pasaban a toda velocidad por mi mente
- ¿Ya se ha ido Tundar? - la voz de Lindórië me sacó de mis pensamientos
La miré un momento y luego me eché a llorar...
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ruby-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Me senté en el suelo cansada ya de dar vueltas y más vueltas delante de la puerta de la casa de Frodo. ¿Es que no pensaba salir nunca? Tenía muchísimas ganas de verle... Ungalad me había sugerido que cuando viera la puerta abrirse fingiera que pasaba por casualidad por delante y así no se notaría. Y que luego podría aprovechar para ir a desayunar con él, o a almorzar... Pero ya casi era la hora de la comida y Frodo seguía sin salir!
En ese momento se abrió la puerta y salió su tío Bilbo. Yo siguiendo a la perfección el plan que tenía trazado. Fingí que pasaba casualmente por delante
- Buenos días jovencita - me saludó Bilbo
- Oh! Hola! - yo fingí que lo veía por primera vez - ¿Qué tal?
- Pues ya ves, voy a comprar algo para hacerle una sopa bien caliente a Frodo, que está malo. Hace dos días que no sale de la cama. Y luego también me ha mandado a que llame a Melian para que le vaya a hacer una visita
- ¿Melian? ¿Esa Elfa morena? ¿La de los dulces? - pregunté yo al tiempo que una extraña sensación se me instalaba en el estomago
- La misma. Es que es muy amiga de mi sobrino - dijo Bilbo con una amable sonrisa - Si me disculpas tengo un poco de prisa. Ya nos veremos cielo.
- Adiós - dije con un hilito de voz
Me quedé como si me hubieran dado la peor noticia del mundo... Frodo estaba enfermo... Y en vez de llamarme a mi... ¿qué hacía? Llamar a la Elfa esa... ¿Por qué ella? ¿Qué tenía ella que yo no tuviera? Claro, era alta, morena, con el pelo liso y los ojos verdes pero... ¡era muchísimo más alta que él! ¿Es que Frodo no veía estas cosas?
Clavé una mala mirada a la fachada de la casa por última vez y me marché muy enfadada.
- "¿Por qué todo está lleno de malditos Elfos?" - pensé mientras deambulaba sin rumbo fijo por las calles de Tirion - "Claro, porqué estoy viviendo en una maldita ciudad de Elfos..." Odios a los Elfos... - murmuré entre dientes
Entonces lo decidí, cogería un barco en ese mismo momento, y me iría a la Comarca, ahí conocería a algún hobbit apuesto, olvidaría a Frodo y estaría lejos de los Elfos. Me pareció un plan perfecto.
Me dirigí con paso decidido hacia el puerto. Seguramente habría alguna embarcación que saliera de inmediato hacia Endor y que no les importaría que me sumara en su viaje.
Pero en cuanto ya había llegado allí, y podía oler el aroma salado en el aire y oía los marineros alegres cantar mientras preparaban las cosas alguien me tocó del hombro.
- ¿Qué haces por aquí? - era Melian la que estaba allí
- ¿Y tu? - pregunté yo con recelo, mirándola con mala cara y evitando contestar
- He venido a acompañar a mi hermano a que recogiera algunas cosas que se ha dejado en el barco. Es que es marinero y ha llegado hoy. Ahora voy a casa de Frodo, parece que está malo ¿quieres venir?
- "Genial, restriégamelo por la cara ahora..." - pensé con rabia - No, no puedo venir, he quedado con un Elfo muy apuesto aquí mismo - mentí descaradamente - Dile de mi parte a Frodo que se mejore
- De acuerdo - dijo ella sonriendo - Hasta pronto
- "¿Qué la hace tanta gracia?" - pensé al verla alejarse con una sonrisa en el rostro
En ese momento mi estómago reclamó por la comida, que ya hacía rato que debía haber tomado. Miré las embarcaciones alineadas en el puerto y luego con un suspiro di media vuelta hacia casa. Quizá también pudiera encontrar una embarcación después de comer....
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Frodo-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*
Aburrido. Aburrido. Aburrido. Aburrido.... Todo lo que se me ocurría por hacer parecía tener el mismo adjetivo.. ¿Cómo podía ser que Bilbo tardara tanto en ir a buscar a Melian?
Volví a estornudar. ¡Maldito resfriado! En mi opinión los que se cogen en lugares digamos.. élficos, son los peores... O quizá fueran las influencias del aire del mar.
¡La puerta! La oí abrirse en el salón y me incorporé de golpe en la cama. Casi al instante Bilbo entreabrió la puerta y asomó por ahí la cabeza.
- ¿Cómo te encuentras?
- Fatal. ¿Dónde está Melian? - dije con impaciencia
- Ahora viene. Tenía que ir a acompañar a su hermano al puerto a recoger unas cosas y en cuanto acabe viene. Voy a hacerte la sopa caliente ahora
- No me apetece - dije echándome de nuevo sobre las almohadas
- Tonterías. Tienes que comer - le oí refunfuñar al tiempo que su voz se alejaba de la puerta.
Me tapé la cabeza con la almohada para no oír el discurso que me estaba echando sobre si cuando se estaba malo se debía comer y no sé que más.
* * *
No sé el tiempo que me debí estar con la cabeza debajo del cojín hasta que Melian me lo levantó con cuidado
- ¿De quien te escondes? - me preguntó con una sonrisa
- De los discursos de Bilbo - dije yo con una mueca
- Uf, te entiendo bien - dijo Melian sentándose al borde de la cama - Pero debes reconocer que con lo de comer tiene su parte de razón
En ese momento descubrí que había traído con ella el plato de sopa que seguramente me había preparado Bilbo. La miré con cara de pena infinita, con la esperanza de darle lástima, pero ella me dejó el plato en las manos.
- Antes me he encontrado a Ruby - me explicó mientras comía - La muy pillina tenía una cita con un Elfo del puerto
- ¿Con un Elfo? ¿Hobbit con Elfo? - pregunté extrañado - Que combinación más rara
- ¿Porqué? ¿Acaso crees que no haríamos buena pareja? - dijo ella en tono de broma
- Por supuesto. Pero sabes que Legolas es más tu tipo - dije de broma
- Si, pero hoy le vi con otra Elfa, o sea que supongo que él ya tiene alguien que es su tipo del todo - dijo, aunque no parecía del todo animada
- ¿No será que estás celosa y quieres asesinar a cierta Elfa con quien le has visto? - pregunté yo con toda la mala intención del mundo
- ¿Tu no estás malo? Pues deberías callar y comer
Pero yo no pensaba dejar en paz este tema. En cuanto pudiera salir de la cama me iría a hablar con Legolas....
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Nandor-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-
Observé a Laurelyn que examinaba la puerta desde todos los ángulos.
- ¿Tu la has arreglado tan bien? - preguntó con desconfianza
- Por supuesto - dije yo hinchando el pecho
Ella me miró sin terminar de creérselo, pero no dijo nada más. Se fue hacia dentro para bañar a los niños. Entonces vi que Legolas estaba esperando en un rincón.
- ¿Qué ocurre amigo mío? - pregunte al tiempo que le daba una palmadita en el hombro
- Tengo un lío mental, y esperaba que tu me ayudases...
- Veamos... - me senté en el banco del jardín y le hice sentar a mi lado - Cuénteme usted
- Si te lo cuento tienes que prometer que ni te reirás ni harás ningún comentario en broma - dijo él
- Tienes mi palabra de Elfo - dije levantando una mano
- Esta mañana, cuando he ido al mercado con Laurelyn, he visto a Melian que... digamos... se abrazaba a un Elfo... y... - Legolas no encontraba las palabras exactas
- ¿Te sentó mal eso? - le ayudé
- Si, mucho, aunque no sé porqué
- Eso es muy sencillo amigo mío : Celos
- ¿Celos? Pero eso sólo es cuando te gusta una persona! - exclamó él
- Exactamente. Por lo que llegamos a la conclusión que te gusta Melian - dije como si fuera lo más obvio del mundo
Él se levantó de golpe.
- ¡No digas más tonterías!
Suerte que no vio la sonrisa de satisfacción que se me formó en el rostro, pues era obvio que el tema le había incomodado... y eso tenía que tener una explicación que ya me encargaría de descubrir.
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Bueeeeeeeeeeno, al fin después de unos 1000 años nuevo capítulo!!! Y espero que no me mateis por que después de tanto tiempo, cuando escribo lío las cosas de tal manera... Pero es que si no hubiese sido muy aburrido!!!!!
Espero que dejeis reviews, y que ahora que no tengo examen pueda ponerme a trabajar en los fics!!!!
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