Capítulo 9 .- El plan de Nandor y el sueño de Glorfindel

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Frodo -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*

Salí a la calle y respiré profundamente el aire puro. ¡Que alivio haberme librado por fin del maldito resfriado! El sol lucía brillante en el cielo y yo tenía muchísimas ganas de divertirme.

- ¡Frodo! ¡Frodo!

Me giré para ver quien era que me llamaba, deseando que no fuera Bilbo recordándome de nuevo que me debía poner la chaqueta. Pero no era él, sino Nandor, el amigo de Legolas

- Buenos días Nandor ¿qué te trae por aquí? - le saludé con una sonrisa, pues ese Elfo siempre me hacía divertir

- Te estuve buscando ayer pero no hubo maneras de encontrarte! Tenemos un problema con Legolas - me dijo él

- Es que he estado malo y mi tío no me dejaba salir de casa. ¿Qué pasa con Legolas?

- Le llegó antes de ayer una carta de su padre, se ve que su primo se casa y tiene que acudir a la boda. Le sugería que fuera acompañado de una Elfa, pero él es muy terco y cree que Melian está comprometida o algo así, y antes de pedirle si quiere ir con él al Bosque Negro irá solo, y claro, tu comprenderás que aunque se muera de ganas, cosa que tanto tu como yo sabemos bien, no...

- ¡Para, para, para! - le interrumpí pensando que en mi vida había visto un Elfo que en tan poco rato dijera tantas cosas juntas - Creo que ya lo he entendido... ¿Pero Melian comprometida? ¡Eso es absurdo! Si lo estuviera yo lo sabría.

- Eso es lo que tu y yo sabemos, pero lo que Legolas no quiere entender. Además, creí entender que Melian está deseosa de visitar Endor ¿no es así?

- ¡Oh si! Ella daría cualquier cosa por ir ahí

- Pues eso es otra cosa... ¡Melian nunca se negaría! Pero el cabezota de mi mejor amigo no entiende esto!

- ¿Tienes algún plan? - pregunté sintiéndome repentinamente interesado

- Por supuesto... ¿Acaso lo dudabas? - dijo Nandor sonriendo ampliamente - Ven, necesito tu ayuda

El Elfo me agarró por los hombros y me llevó a través de las calles de Tirion mientras me contaba las bases de un disparatado plan.

* * *

Uno de mis mayores defectos ha sido y será comprometerme a hacer cosas muy complicadas de hacer. Un ejemplo fue ofrecerme a llevar el anillo hasta el Monte del Destino. Aunque lo que me había pedido Nandor, era una chiquillada comparado con lo del anillo, a mi me parecía igual de complicado.... O eso, o me estaba haciendo viejo.

Tan absorto iba en mis propios pensamientos que no vi que alguien se acercaba a toda velocidad. Chocamos y los dos nos fuimos directos al suelo. Al levantar la vista me di cuenta de que era Ruby. ¿Estaba destinado a chocar con ella hasta el mismo día de mi muerte?

- Lo siento - dije levantándome

- Mira por donde andas - me contestó ella con mal humor

- ¡Ei! ¡Que has sido tu la que ha chocado conmigo! - le reproché

Pero ella ya se había ido. Recuerdo que en ese momento pensé : ¡Nunca entenderé a las mujeres! Ya sean mortales, Elfas o Hobbits.

Entonces vi de lejos a Melian, que estaba vendiendo unos bollos de miel y pasas a un Elfo. Sonreí. ¿Comprometida? No, no tenía cara de estarlo... ¿Enamorada? ¡Por supuesto!

Me acerqué a ella

- Buenos días Frodo - me saludó ella de un excelente humor

- Buenos días. ¿Te queda alguno de esos bollos de miel y pasas?

- Por supuesto ¿cuántos quieres? - dijo ella cogiendo una caja

- Dos - dije mirando el maravilloso aspecto que tenían.

- Aquí tienes.

La miré unos momentos pensando en las mejores palabras para decirle eso que le tenía que decir para que el plan de Nandor saliera bien

- Escucha... Tengo que decirte una cosa de parte de Legolas - dije e hice una pausa para ver que efecto producían en ella estas palabras

- ¿De Legolas? - dijo ella queriéndose mostrar tranquila, pero sus mejillas la traicionaron - ¿Y que dice?

- Quiere verte esta tarde. Dice que le esperes bajo el árbol más grande de los Jardines de Tirion después de comer.

- Y.... ¿Y no dijo porqué quería verme? - dijo ella más nerviosa

- No lo sé, la verdad. Ve allí y lo sabrás. Y ahora si me disculpas me tengo que ir, he quedado con Nandor - y me marché corriendo, pero luego volví atrás un momento - Una última cosa Melian.... Si estuvieras comprometida me lo dirías ¿Verdad?

- ¿Comprometida? ¿De donde has sacado semejante estupidez?

- Nada, nada... Entonces lo soñé

- Frodo... Haces cosas muy raras últimamente... - murmuró ella

- Ya... bueno... Ahora si me voy. - y me marché con una sonrisa en los labios, pensando que había sido más fácil de lo que había pensado y que Nandor se sentiría orgulloso

Lo encontré hablando seriamente con sus hijos, asegurándose que cumplirían bien su parte del plan. Al instante se marcharon corriendo los dos, no sin antes saludarme con un alegre :"¡Hola señor hobbit! ¡Adiós señor hobbit!"

- ¿Y bien? - me interrogó Nandor levantando una ceja

- Todo listo, Melian estará después de comer en el sitio adecuado

- Perfecto. Ahora sólo nos falta que aparezca Legolas y que todo salga según lo previsto

- Eso es lo más complicado de todo.... - dije yo

- No se debe perder nunca la esperanza amigo hobbit - dijo él con su alegría despreocupada de siempre

- Pero quizá el plan es algo.... retorcido

- ¿Retorcido? ¿Te refieres a rebuscado? No lo es! Verás como sale bien - dijo él

- No sé, no sé.... - murmuré para mi

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Glorfindel -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-*

Una hoja caía por un lugar oscuro... Todo estaba negro... Caía y caía sin parar. De pronto fue como si cayera sobre una superficie con agua. ¿Podía ser el mar? Luego unas luces aparecieron, luces que formaban formas extrañas en el cielo. Luces de colores. Eran muy extrañas pero no me asustaban. Entonces aparecieron unos ojos azules a mi lado. Sabía del cierto que tenía que decirle algo muy importante a la persona a la cual pertenecían esos ojos...

Me incorporé de golpe en la cama... ¡Otra vez el maldito sueño! Miré por la ventana y vi que el sol ya se empezaba a filtrar a través de las cortinas.

Que cosas más raras soñaba últimamente.... Quizá eran los aires de mar a los que no estaba acostumbrado aún que me afectaban... Pero en mi vida había soñado cosas extrañas! Me vestí en un momento y salí al comedor. Mi hermana aún no se había levantado. Era temprano. Pensé que necesitaba a alguien para hablar un rato... ¿Legolas? Si, Legolas era el mejor para contarle el sueño y que se lo tomara seriamente.

Fui hacia la casa de Nandor donde se alojaba hasta que la suya estuviera terminada. Llamé a la puerta y no tardó mucho en abrirse. Gimli estaba en el otro lado.

- Hola Gimli - le saludé

- Glorfindel! ¿Qué te trae por aquí? - dijo él

- Venía a buscar a Legolas... ¿Está aquí?

- Si, ahora mismo ha terminado de desayunar, ven, te acompañaré hasta donde está

Le seguí hasta la cocina de la casa donde Legolas estaba recogiendo los platos de la mesa

- Buenos días Glorfindel - dijo al verme

- Hola Legolas, ¿puedes venir a dar un paseo?

- Si claro... ¿acabas de recoger esto tu Gimli? - le preguntó al enano

- Por supuesto, anda, id a hablar de vuestras cosas de Elfos - Gimli sonrió desde detrás de su espesa barba

Cuando yo y Legolas salimos de la casa el sol ya brillaba alto en el cielo, sería otro día caluroso.

- Bueno, de echo quería hablarte de algo... - dije después de un rato de hablar de otras cosas

- Tu dirás

- Bueno verás... Hace algunos días que cada noche sueño lo mismo... Y no sé que significa...

- ¿Sueños eh? Acabas de dar con el experto en sueños extraños... - dijo él con una sonrisa

- ¿Tu? ¿Sueños extraños? - nunca se me habría pasado por la cabeza que a él le pasara lo mismo

- Desde el momento que sueño con una elfa que no conozco de nada y al llegar aquí encuentro a una con el mismo nombre, es un sueño extraño.. Pero bueno, no hablemos de mis sueños, me tenías que contar el tuyo

- Ah si... - así que le conté a mi amigo todo el sueño con detalles. Al terminar lo miré para que me diera su opinión

- ¿Y no tienes ni idea de quien es la persona a la que pertenecen los ojos? - preguntó

- Es que... Hay muchísimos Elfos con los ojos azules... Este es el problema - me contestó él

- Yo creo que primero debes averiguar esto... Y no creo que sea difícil. Cuando los veas, los reconocerás, aunque haya muchos.

Miré a Legolas. Siempre había respetado su opinión, así que esa vez también decidí hacer caso a lo que me decía.

- Y ahora si me disculpas, debo ir a buscar un par de diablillos a los que debo bañar - dijo Legolas con una sonrisa. - Ya me contarás mañana si has tenido éxito en tu búsqueda

* * *

Ojos azules... Ojos azules... ¡Conocía a infinidad de gente con los ojos azules! A ver... mi hermana tenía los ojos azules... Pero no... no eran los suyos... ¿Quién más? Legolas también tenía los ojos azules, pero no, no eran los suyos... la Dama Arwen también, pero estaba seguro que tampoco eran los suyos... Nandor, el amigo de Legolas también los tenía azules... Mas tampoco eran los suyos...

La cabeza me daba vueltas y me dolía de tanto pensar... Miré distraído a los niños Elfos que jugaban en el parque, la mayoría de ellos también tenían los ojos azules...

- Buenos días Glorfindel - una voz dulce me sacó de mis pensamientos. Al levantar la vista comprobé que era Ungalad

- Hola - dije yo sonriendo... Y entonces me di cuenta... Los ojos de Ungalad....

- ¿Qué ocurre? - preguntó ella al notar que yo la miraba mucho

- Tus ojos.... Son... Son azules... - dije yo

Ella rió un poco : - Pues si

Pero yo no reía... Estaba más que seguro que esos eran los ojos del sueño!!!!! La pregunta era... ¿porqué soñaba con Ungalad? Necesitaba hablarlo con alguien... Alguien que tuviera trato con las Elfas... Alguien que estuviera casado... Alguien que se tomara el problema seriamente.... ¡Elrond! Por supuesto... Tenía que ir a hacerle una visita....

Miré una vez más a Ungalad... Que bonitos ojos.... Sacudí la cabeza para apartar esos pensamientos.

- ¿Quieres ir a dar un paseo? - le propuse sonriente

- Claro - dijo ella alegremente

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Melian -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-

- ¿Dónde vas? - mi hermano me observaba desde mi cama donde se había estirado tan largo como era mientras yo me arreglaba el pelo en el espejo

- A los jardines de Tirion

- Nunca te habías arreglado tanto para ir... ¿Vas sola? - peguntó Vorwë arqueando una ceja

- Si - contesté yo quedamente para despertar aún más su curiosidad

- ¿Entonces porqué te arreglar tanto? Perdona Melian pero no me creo esto

- Voy sola hacia allí, pero eso no quiere decir que una vez llegue no me encuentre con alguien - le sonreí

- ¿Con el Elfo rubio ese?

- Se llama Legolas, no le digas "el Elfo rubio ese" - dije yo mostrándome indignada

- Lo que sea... ¿Es él verdad?

- Si que es él, al parecer quiere decirme algo

- Decirte algo.... ya... lo imagino.... - dijo él burlándose

- Si no te lo crees peor para ti - dije al tiempo que me ponía unos pendientes (En realidad eran los únicos que tenía), y el pequeño colgante que me había regalado mi madre en una ocasión.

- ¿Quién ha dicho que no me lo creyera? - dijo él levantándose - Es más, si no confías en que me creo las cosas que me dices me niego a escucharte más

- ¡Pero si eres tu el que me cuestionas todo el rato para sacarme información! - dije yo riendo al tiempo que le tiraba una almohada

* * *

Ridícula. Esa era la única palabra que se me ocurría para describirme. Legolas no aparecía y yo me sentía la Elfa más estúpida del planeta.... Pero de pronto oí unas voces encima de mi cabeza... Provenían de entre las hojas del árbol bajo el cual esperaba.

- ¡Ei vamos! Os tenéis que lavar! ¿Queréis bajar de aquí de una vez?

- Pero.... ¡Nos bañamos hace tres días!

- Además... ¡tu eres malo! Te vas a marchar a tu bosque y nos vas a dejar aquí solos otra vez!

- Pero voy a volver, sólo me voy por unos pocos días

- Aunque sean pocos ya son demasiados tío Legolas! - di un respingo al oír el nombre.

- ¿Y a quien vas a llevar de acompañante?

- A nadie - oí que respondía Legolas

- ¡Pero en la carta lo pone! ¡Pone que tienes que llevar a una Elfa!

- ¡Ya se que lo pone! Pero simplemente no tengo a quien pedírselo!

Entonces Thalion y Neithan aparecieron delante de mí. Al parecer habían bajado del árbol de un salto.

- ¡Melian! ¡Hola! - me saludaron los dos muy sonrientes y a la vez

- Ah... hola chicos... - dije yo sorprendida

Entonces Legolas también apareció de entre las ramas.

- ¡Cuando digo que os tenéis que bañar me tenéis que hacer ca....! - se quedó parado a media frase mirándome sorprendido

- Melian, ¿quieres ir con nuestro tío Legolas a su bosque para la boda?

- ¿Bo...boda? No... no sé de qué habláis

- ¡Niños a casa! Y no os quiero oír protestar si no queréis que me enfade - dijo Legolas poniéndose serio con ellos

- Pero...

- Es que...

- ¡A casa!

Thalion y Neithan se marcharon cabizbajos hacia su casa. Yo me quedé parada sin saber exactamente que hacer.

- Así que vuelves al Bosque Negro... - dije al fin para romper el silencio

- Sólo por unos días. Tengo que asistir a la boda de mi primo - dijo él encogiéndose de hombros

- Ah vaya... - ¡Legolas se iba a Endor! Aunque sólo fuera por unos días... Y tenía que llevar a alguien con él... Deseé con todas mis fuerzas poder acompañarle... ¡Tenia que visitar todos esos maravillosos lugares de los que me había hablado Frodo! No pero claro... Seguramente tendría a alguien mejor que pudiera acompañarle. Alguien más adecuado para presentarle a su padre... Alguien que se supiera mover en ambientes elegantes y entre nobles... Y esa no era yo.

- Bueno... Voy a bañar a ese par de diablillos, antes de que se me escapen de nuevo - dijo él sonriendo

- Si, claro, yo también tengo cosas que hacer... - entonces entendí que todo había sido planeado por Frodo... y quizá alguien más... Me marché decidida a encontrarle

No tardé mucho en verlo sentado en el parque con un Elfo rubio que no conocía

- ¡Frodo! ¿Te parecerá bonito verdad? - dije parándome justo delante suyo con los brazos cruzados y el ceño fruncido

- ¿De que hablas? - preguntó haciéndose el inocente

- No te hagas el hobbit que no sabe nada... ¡Sé que fue todo un engaño! Legolas nunca te dijo que quería verme en los jardines para hablar!

- Pero... ¡yo lo hice para ayudarte! ¿Te gustaría irte con él verdad?

- ¡Esto no viene al caso ahora! - pero noté que mis mejillas una vez más me delataban

Frodo y el Elfo que había a su lado se intercambiaron unas miradas.

- ¿Pero te lo ha pedido? - preguntó Frodo una vez más

- No! Y ahora si me disculpas... Tengo otras cosas que hacer - dije dispuesta a irme

- ¿Le dirías que si? ¿Si te lo pidiera? - preguntó Frodo una vez más

Me marché sin decir nada... ¡Estaba harta de este juego!

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Nandor -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-

- ¿Legolas no se lo ha pedido? ¡Pero que hace! Le pongo la situación en bandeja de plata y la desaprovecha! - no cabía en mi del asombro

- Te dije que el plan era demasiado rebuscado - me reprochó Frodo

- El problema no era que el plan era demasiado rebuscado... El problema es que Legolas es más lento actuando que un troll obeso corriendo. Ahora mismo iré a hablar con él

- Pero Nandor... Quizá deberíamos dejar de meternos en el asunto... Estas cosas tienen que seguir su curso natural - dije yo, que no quería que Melian se enfadara más conmigo

- Si dejamos que las cosas sigan su curso natural cuando se trata de Legolas de aquí cien años aún estaremos esperando que le pida siquiera una cita... - dijo el Elfo levantándose

* * *

Abrí la puerta del baño de casa y allí estaba Legolas, con las mangas de su camisa dobladas hacia arriba y cubierto en gran parte por jabón y agua. Los niños insistían en salir sin para de la bañera de madera.

- Otro día no me vas a convencer que los bañe - dijo él al verme entrar

- Deja a los niños que se ahoguen mutuamente por un momento. Vamos a fuera. Quiero hablarte de algo - dije yo seriamente

- ¿Pasa algo? - preguntó él extrañado.

- Nada que no tenga solución. Vamos

Una vez estuvimos fuera Legolas me miró como pidiendo que le explicara a que venía todo aquello, así que me decidí a hacerlo, pero manteniendo mi tono serio, cosa que me costaba mucho, pero que debía hacer para fingir que el asunto era serio.

- ¿Porqué no le has pedido a Melian que venga al Bosque Negro contigo?

- ¿Eh? - Legolas parecía confuso

- Hoy os habéis encontrado en la que podía haber sido una muy buena oportunidad para ti para preguntárselo... ¿Porqué no lo has hecho?

- ¿Cómo sabes eso?

- Da igual como lo sé. Respóndeme

- Pues... Supongo que me da miedo que me diga que no...

- ¿Cómo quieres que te diga que no? ¡No seas bobo!

- Estás muy seguro... ¿Quién te asegura que quiera venir conmigo?

- Porqué eres príncipe, eso gusta mucho a las Elfas

- Ahí habla el señor experto en Elfas... que curiosamente está casado con una mujer... - dijo él burlándose

- Hablo en serio Legolas, ahora mismo vas a ir a buscarla y se lo vas a pedir

- ¿Y donde se supone que debo buscarla? No sé donde está

- Eso se arregla rápido... Vete a buscar a Frodo y él te enseñará donde vive

- ¿Pretendes que vaya a su casa a pedírselo? No, no... Eso si que no - vi que negaba repetidamente con la cabeza

- ¡Legolas Hojaverde! ¿Me estás diciendo que después de las numerosas batallas y de haber participado en la Guerra del Anillo te da miedo pedir a una Elfa que te acompañe? ¡No hagas niñerías y ve allí! Creo que Melian aún no se ha comido a nadie - después de mi discurso paré para ver que efecto le había producido a mi amigo

- Está bien, está bien... Tampoco había que ponerse así... - dijo y mientras se dirigía a la puerta pude ver que caminaba con los puños cerrados, señal de su nerviosismo

- Que poder de convicción tengo... - murmuré para mi. Luego me di cuenta de que unos sonidos sospechosamente fuertes salían del cuarto de baño, seguidos de gritos y de mucho chapoteo de agua. Abrí la puerta decidido a hacer con mis hijos lo que había echo con Legolas

- ¡A ver que es esto! ¿Dónde creéis que estáis? En medio del mar? Os quiero ver bien limpios ahora mismo! Y luego fregaréis todo esto.

Thalion y Neithan me miraron con cara rara

- Venga, venga! - y salí del baño para dirigirme a la cocina con Laurelyn

- Hola cielo - me saludó ella cuando entré - ¿Qué has estado haciendo?

- Probando mi autoridad con los niños y con Legolas

- ¿Autoridad? ¿Desde cuando tienes tu autoridad?

- No lo sé... Pero es divertido tenerla... Creo que me gusta - cogí un trozo de fruta del plato de la cena que Laurelyn les estaba preparando a los niños

- Hablando de los niños... ¿Dónde están?

- Están convirtiendo el baño en un lago - dije y me marché hacia el salón donde Gimli estaba puliendo su hacha

- ¿Qué tal Nandor? - me preguntó sin levantar los ojos de su tarea

- Acabo de convencer a Legolas que le pida a Melian lo de acompañarlo al Bosque Negro. ¿Qué te parece? - dije dándome aires de importancia

- ¿Cómo has conseguido eso? - dijo él apartando la vista de su hacha un momento

- Tengo mis métodos

- Pues espero que tus métodos funcionen... Y que ella no diga que no...

- Tendremos que esperar para saberlo... - dije dirigiendo la vista instintivamente hacia la ventana

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Legolas -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-

Mientras seguía a Frodo por las calles de Tirion pensaba en como Nandor me había convencido a hacer esto... ¿Le parecería desesperado a Melian si iba a su casa cuando ya oscurecía a pedirle que viniera conmigo a la boda de mi primo? Pero por otra parte... Tenía ganas de que la vieran conmigo... Mi primo siempre había querido superarme... Y si me presentara sólo a esa boda lo haría una vez más, en cambio si iba con ella... Era guapa, no se podía negar... Seguramente podría encontrarle un vestido digno de alguna reina... Incluso podía ser que pudiera darle alguno que hubiera pertenecido a mamá y que papá guardara por alguna parte...

- Aquí es - dijo Frodo señalando una pequeña casita

- ¿Tu crees que estará en casa? - le pregunté nervioso

- A esta hora creo que si. Pero si no llamas no lo sabrás - dijo Frodo sonriendo

- Pero... ¿y si llamo y sale su madre o su hermana?

- Pues les dices que si puedes hablar con Melian un momento

- Pero... ¿No le pareceré pesado? ¿No se verá obligada a decir que no? - estas cosas pasaban a toda velocidad por mi mente

- ¡No digas tonterías!

Me acerqué con paso vacilante a la puerta y toqué suavemente con el puño sin pensarlo, porqué sabía que si me lo pensaba mucho rato seria peor, porqué acabaría sin hacerlo. Es como aquel que tira con el arco, si quieres tirar bien, no apuntes demasiado rato... Es algo que me enseñó mi padre.

Oí pasos en el interior que se acercaban, y para mi alivio vi aparecer el rostro de Melian cuando la puerta se abrió.

- Legolas... - dijo ella sorprendida

- Ho..hola Melian - dije yo mientras intentaba que mi voz no se notara demasiado nerviosa

- Buenas noches - dijo ella sonriendo - ¿Ocurre algo?

- No... Solo quería hablarte de algo.. Si no te molesto claro

- No me molestas en absoluto - contestó ella con una sonrisa

- Claro que no la molestas... ¡que cosas de decir! - se oyó una voz en el interior de la casa

- ¡Vorwë! ¿Quién te crees que eres para espiar mis conversaciones? - dijo ella enfadada gritando al Elfo que en ese momento apareció en la puerta

- Que carácter hermanita... Si no quieres que se escuche lo que dices no hables en la puerta de casa...

Entonces lo reconocí... ¡Era el Elfo del mercado! Al que Melian se había abrazado... ¡Era su hermano! Noté que un peso desaparecía de mi estómago.

- ¿Te importa que vayamos a otro sitio a hablar? - me preguntó Melian

- No claro - dije yo echando un ultimo vistazo al Elfo para asegurarme que no cometía ningún error y que en realidad era el que vi abrazado a ella

Melian cerró la puerta en las mismas narices de su hermano y si oyeron sus protestas apagadas detrás de la puerta.

- Es un metiche... Le encanta fastidiarme y hacerme enfadar - me explicó ella

- Eso me recuerda a alguien... Mi mejor amigo hace exactamente lo mismo conmigo - dije pensando en Nandor

- Bueno, ¿de qué querías hablarme? - me preguntó ella al fin

- Ah si... - noté que volvía a ponerme nervioso - Verás... antes ya te he dicho que tenía que volver al Bosque Negro.. El caso es que... bueno, mi padre al escribirme para informarme de esto me aconsejó que llevara a alguien conmigo... a... a una Elfa. No pensaba llevar a nadie, porque la verdad es que no se me ocurría nadie... Pero luego me acordé de ti... bueno... recordé que me habías dicho que darías cualquier cosa por visitar Endor... Así que pensé que tal vez no te importara... esto... acompañarme - lo dije todo de una vez, porqué sabía que si paraba jamás podría continuar. Miré a Melian para ver como reaccionaba

- ¿Me... me estás diciendo que quieres que vaya contigo a tu bosque? - dijo ella

- Bueno... Sólo era una idea... - dije clavando la vista en el suelo - Si no quieres....

- Me gustaría mucho venir contigo

Levanté la vista y vi que Melian me miraba sonriente

- ¿En serio?

- Por supuesto... ¿Cuándo nos vamos? - dijo ella alegremente

- La boda es a finales de primavera, aún falta algún tiempo - le expliqué yo

- Bueno, pues con que me avises el día antes de partir tengo suficiente. Ahora me voy que ya estábamos preparando la cena.

Cuando ya me había girado para seguir mi camino, ella me llamó de nuevo

- Legolas... Gracias por pedírmelo - dijo ella sonriente

- De nada - contesté yo - Gracias a ti por acceder a venir conmigo

Y emprendí el camino de regreso a casa mucho más contento que antes.

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Bueno, al final como podéis ver decidí dejar a Legolas como hijo único, y hacer que fuese un primo suyo que se casase. En realidad tampoco tengo ni idea de si Legolas tenía primos o no, pero en fin... Alguno debía tener.

Espero que os haya gustado el capítulo.... Y aprovecho esto para desearos a todos un feliz año nuevo que os traiga mucha inspiración para escribir fics. ;)

Quiero dar las gracias a cari-chan, Elanta, Umi, Lothluin y Anariel por sus reviews.... Seguid dejándolos que me encantan!!!!

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