Capítulo 14 .-

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Glorfindel -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-*

Saqué lentamente la cabeza por la puerta de mi habitación. Mi hermana estaba durmiendo, o al menos eso parecía. Quizá tuviera la oportunidad de escapar aunque no hubiera terminado... ¡Me había obligado a limpiar todas y cada una de las habitaciones de la casa, porque según ella, tan ocupada había estado preparando todo lo de las actuaciones que no había tenido tiempo de ocuparse de la casa, y como yo me había burlado de sus responsabilidades con los decorados... En fin, un lío que creo que ni ella misma sabía lo que estaba diciendo.

Salí de puntillas. Las maderas crujían levemente bajo mis pies. Miré nerviosamente a Mellyrn que había echo un movimiento sospechoso, pero me relajé al ver que aún seguía dormida.

La puerta que accedía a la calle chirriaba un poco a causa de las lluvias que había aguantado, por eso opté por abrirla de golpe y salir tan rápido como pude.

Aspiré el aire. Hacía lo menos medio día que no veía el sol. Empezaba a plantearme lo de irme a vivir con el primero que me quisiera.

Entonces vi a Legolas en la puerta de la que seria su nueva casa. Estaba con Nandor.

- Vamos... ¿Te viene de cinco días? - oí que decía este último

- Es que tengo ganas de venir aquí. Además ya he estado suficiente tiempo en tu casa

- ¡Por eso mismo! Da igual que estés unos días más...

- ¡Buenos días! - les saludé con una sonrisa

- ¡Eh Glorfindel! Creíamos que tu hermana te tenía arrestado! - dijo Nandor con una sonrisa

- Es que me he escapado - dije - ¿De que hablabais?

- Nada, que Laurelyn se va a ver a sus parientes con los niños y yo me quedo solo en casa, porqué Gimli tiene ya su casa terminada y Legolas se quiere trasladar mañana, aunque realmente quiere estar solo para tener... bueno... ya sabes... intimidad con Melian - Nandor puso una mueca graciosa, como haciéndose el elfo más desgraciado de todo Valinor.

Se me iluminó una lucecita increíble en mi cabeza.

- ¿Y buscas a alguien? - pregunté casi con demasiado entusiasmo

- Bueno... No estaría mal - dijo él mirándome con los ojos un poco abiertos

- Pues mira que casualidad que yo estaba buscando la excusa perfecta para irme de casa unos días - puse cara de elfo bueno a ver si le daba pena a Nandor

- ¡Eh genial! Así tu te vienes conmigo - el Elfo me cogió por los hombros y le sacó la lengua a Legolas - Anda, tu vete con tu Elfa...

- Que susceptible te has vuelto - comentó Legolas

- No, eso te lo parece a ti porqué tienes las perspectivas distorsionadas - dijo Nandor

- Bueno yo os dejo aquí con vuestras discusiones. Voy a ver si encuentro a Ungalad para disculparme que me fuera ayer de esa manera

- Si eso - Nandor puso una sonrisa burlona - Tu ve a buscar a Ungalad

Sacudí la cabeza con una sonrisa de "no tienen remedio"

* * *

Me sorprendió encontrar a Ungalad en el parque junto a un pequeña Elfa a la que tenía trabajos a controlar.

- Vaya, si que has ido rápido con el embarazo - bromeé al acercarme

- No te burles que esto es horrible... No creí que una niña pudiera causar tantos problemas! - pude notar un leve tono de desespero en la voz de ella

- ¿De quien es? - pregunté

- De mi hermano mayor. Es que han llegado todos por fin. Aún estaban en Endor.

- ¿Cuántos hermanos tienes? - pregunté extrañado, pues no me sonaba ninguno de Imladris

- Dos, Taren el mayor y Surion que es más o menos de mi edad. Pero no los conoces porqué vivían en Lothlórien - explicó ella

- Ahh ya. Bueno yo venía a pedirte disculpas por lo de ayer por la noche... Me fui y ya no volví más - dije poniendo mi mejor cara de disculpa

- Oh, eso no importa, vinieron Lindórië y Ruby y estuve con ellas - me calmó Ungalad

- Bueno, a ver si te lo puedo compensar. - dije con una sonrisa

- ¡Elinvië! ¡Baja del árbol que te vas a caer! - gritó Ungalad, y luego se giró hacia mi - ¿Me lo quieres compensar? Puedes ayudarme con esta niña...

- Claro

Nos acercamos al árbol del cual la niña se estaba descolgando.

- Si no te portas bien no te voy a volver a traer aquí - le regañó Ungalad

- Pero si no he hecho nada - la niña hizo pucheros. No debía tener más de 100 años. Giró la vista para mirarme - ¿Quién eres tu?

- Me llamo Glorfindel. Soy amigo de tu tía Ungalad - dije agachándome hasta la altura de la niña

- Ah, sois novios - dijo la niña sin embudos

Me puse tan nervioso con ese comentario que me fui para atrás y quedé sentado en el suelo en una extraña posición.

Ungalad me ayudó a levantarme riendo.

- Debes perdonarla, está acostumbrada a mi hermano Surion y sus "amigas" - explicó ella

- Ah tranquila, no pasa nada - dije yo frotándome la ropa para sacudirme el polvo

- Es muy guapo - dijo la niña a Ungalad señalándome

Me puse a reír sin saber muy bien que hacer. Las palabras tan directas de esa niña sin andarse con rodeos no dejaban de sorprenderme.

- Bueno, voy a ir a por mis cosas a casa para trasladarme

- ¿Te trasladas? - preguntó Ungalad extrañada

- Solo unos días, en casa de Nandor. Es que se queda solo, y yo con tal de no estar con mi hermana...

- Ah ya... Oí que no te dejaba salir - dijo ella aguantándose la risa

Genial... ¿Todo Tirion lo sabía?

- Oye... ¿No vendrías a ayudarme con las cosas? Es que si estás tu mi hermana no se atreverá a echarme tanto la bronca - dije

- Yo si que te ayudo - dijo la pequeña tirándome de la ropa

La cogí en brazos y la coloqué sobre mis hombros : - ¿Y bien Ungalad?

- Anda vamos - dijo ella

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ungalad -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-

Estábamos recogiendo algunas cosas de Glorfindel cuando su hermana entró en la habitación.

- ¿Se puede saber que diablos estás...? - se paró a media frase al verme a mi y a Elinvië - Oh.. Hola Ungalad

- Hola Mellyrn - la saludé yo divertida al ver la sonrisa de triunfo de la cara de Glorfindel

- Me voy unos días a casa de un amigo - dijo Glorfindel sin mirarla

- Pues más tranquila que me quedo - comentó ella cerrando la puerta

- Me has salvado la vida - dijo él mirándome

- No exageres... - noté que me sonrojaba un poco y eso no me gustaba

En ese momento se oyeron unos golpes a la puerta del exterior. Y casi al momento mi hermano Surion entró en la habitación.

- Taren se está subiendo por las paredes porqué no sabe donde te has metido con su hija - dijo.

- Ahora iba. Pero al menos se educado cuando entras en una casa ajena - sentí vergüenza por la mala educación de Surion

- Oh lo siento - encajó la mano con la de Glorfindel - Surion, hermano pequeño de Ungalad

- Yo soy Glorfindel - dijo él

- ¿Glorfindel? - entonces noté que empezaba a haber problemas - ¿El famoso Glorfindel de Imladris?

- Eso parece - respondió el susodicho un tanto incomodo

- Eh Surion... ¿cómo has encontrado esta casa - dije yo en un intento desesperado por cambiar de tema

- Tengo mis métodos - dijo él haciéndose el interesante

- ¿Cómo? - dije con impaciencia

- Pues verás, ha sido todo cuestión de suerte. Había una Elfa rubia muy mona, aunque con un poco de mala cara aquí fuera y le he preguntado si conocía a alguien llamado Ungalad. Y mira, mi instinto nunca falla - dijo mi hermano

- Ah ya...

- ¿Cuándo dices una Elfa mona te refieres a Mellyrn? Ufff... debes confundirte - comentó Glorfindel

- Si... Aunque estaba un poco de mal humor... Me ha respondido con un tono no demasiado agradable... - comentó Surion

- No es que esté de mal humor. Ella es así. - Glorfindel hizo una pausa y luego añadió - Es mi hermana

- Ahh claro... Pues dile que es malo para la salud estar de tan mal humor todo el día - dijo Surion - Bueno hermanita, ven pronto o Taren se empezará a tirar de los pelos

Cuando mi hermano hubo salido Glorfindel comentó : - Gran personaje

- Es algo impulsivo... - dije sin encontrar una palabra mejor que lo definiera...
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Nandor -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*

Gran idea la de Glorfindel. A veces podía llegar a ser un Elfo un tanto... digamos lento. Pero últimamente todo el mundo lo era....

Llegó pronto a mi casa. Laurelyn y los niños se habían ido no hacía mucho.

- ¡Pasa, pasa! Puedes dejar tus cosas donde quieras. El orden no es algo importante aquí - dije. Tenía ganas de, aunque solo fueran unos días, verlo todo desordenado como acostumbraba a ser en mi casa de Eryn Lasgalen.

Glorfindel dejó las cosas en la entrada, y dijo que las recogería luego aunque yo insistí en que no era necesario.

- ¿Tienes algo para cenar? - me preguntó

- Emmmm... - entonces me vi en un apuro... ¿cómo decirle que no sabía cocinar? - Claro, claro.

Fuimos a la cocina y allí fingí saber muy bien donde estaba todo. Abrí un armario con seguridad.... Y no supe que cara poner al ver que lo que había en el interior eran los utensilios de lavar los platos.

- Es que... - dije al notar que Glorfindel me miraba extrañado - Estas mujeres siempre están cambiando las cosas de lugar.

Para mi alivio pareció que se creía mi excusa : - Ah claro, mi hermana también siempre hace lo mismo

Abrí otro armario y aparecieron algunas frutas. Suspiré aliviado. Pelar y trocear fruta si que sabia.

- ¿Te conformas con un poco de fruta? - le pregunté

- Oh si, perfecto. ¿Quieres que te ayude? - se ofreció

- ¡No hace falta! Si yo hago esto todos los días - dije demasiado alegremente

¿Dónde podían estar los malditos cuchillos? Empecé a abrir múltiples cajones, hasta que di con ellos. Por suerte, Glorfindel se abstuvo de hacer ningún comentario.

- Y dime... ¿Tan mal te trataba tu hermana?

- No es que me tratara mal, pero tiene un humor horrible... Creo que ya nació enfadada....

- ¿Y sabes porque es eso? - dije en uno de mis ataques repentinos de lucidez

- Emmm... ¿Por qué es su forma de ser? - aventuró él

- ¡Pues no! Es muy obvio. Le hace falta un Elfo

Vi como Glorfindel se echaba a reír. Cogió otro cuchillo y me ayudó con la fruta.

- ¿He dicho algo gracioso? - pregunté

- Pues si. ¿De donde quieres sacar a un Elfo que aguante a mi hermana? ¡Es del todo imposible! - exclamó Glorfindel

- ¿Imposible? Esa palabra para mi no existe - dije al tiempo que sonreía. - Tu déjame a mi. Y ahora cuéntame que tal con Ungalad

- Oh bien, estaba con su sobrina. Por lo que parece han llegado sus hermanos. Me ha ayudado a recoger las cosas para venir aquí - explicó él, pero yo ya había oído algo interesante

- ¡Espera! - le interrumpí - ¿Has dicho hermanos?

- Si

- ¿Alguno que no esté casado?

- Uno, pero olvídalo. Le encantan las Elfas y tiene muy buen gusto. Nunca saldría bien

- Vaya - la lucecita se apagó. Quizá si fuera imposible encontrar a un Elfo para la hermana de Glorfindel. Si ella no cambiaba... Entonces se me ocurrió otra idea - ¡Eh! ¿Y si hacemos que tu hermana cambie el carácter?

- ¿Y quien va a conseguir esto? - preguntó él con tono escéptico

- ¡Yo! - aunque llegaría a arrepentirme de esa oferta....

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Ya sé que es cortito, pero el tiempo apremia pq empiezo los examenes y la otra semana piro a Madrid y hay que aprovechar ahora que estoy en racha.

Espero que os haya gustado!!!! Y que dejeis review ^^

Por cierto, si os interesa, últimamente me he estado dedicando a dibujar mis personajes. Si me veis por el msn y quereis verlos solo teneis que pedir ^^

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