Capítulo 15 .-
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Glorfindel -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-
Me asusté realmente cuando me di cuenta de que en todo el comedor no había ni un rincón donde se viera el suelo.
- ¿No crees que deberíamos limpiar? - le pregunté a Nandor
- ¿Ahora? Ya limpiaremos luego... - dijo él con un bostezo
- Bueno, es tu casa, tu mandas - dije encantado con la orden
- Pues me he decidido a ir a conocer a tu hermana hoy. La voy a ayudar a ser menos asusta-elfos - dijo él muy animado
- No servirá de nada... Ni te escuchará... - dije yo, aunque sabía que eso no iba a hacerle cambiar de opinión
- Todavía tiene que nacer el alguien que no me escuche a mi - me contestó él
Alargué el brazo y cogí una caja de galletas que estaba junto a mis pies; eso si, cuando la logré distinguir entre todas las cosas que cubrían el suelo. Cogí unas cuantas
- ¿Quieres? - le ofrecí a Nandor
- Gracias - él se quedó toda la caja
Comimos en silencio mirando el desorden. Sólo hacía 2 días que Laurelyn se había ido y que nadie se cuidaba de limpiar y ya estaba todo echo un asco.
- ¿Crees que con esto confirmamos que no podemos vivir sin mujeres? - pregunté al rato
- Nahhh... - dijo Nandor despreocupadamente - Si quisiéramos hubiéramos limpiado, pero esto significa que los Elfos no tenemos tanta necesidad de tenerlo todo limpio y ordenado... ¿Y no se vive mejor así?
- Por supuesto
Nandor arrojó la caja de galletas por encima de su cabeza y se levantó. Estuvo un rato buscando sus botas por entre el desorden.
- ¿Te vas? - pregunté
- Si, y voy a estar fuera toda la tarde o sea que tranquilo, puedes traer a Ungalad y hacer todo lo que quieras que no os voy a molestar
- No digas bobadas - dije al tiempo que rogaba que no me pusiera rojo
- Y no vayas a limpiar que nos conocemos - me dijo antes de salir por la puerta señalándome con un dedo acusador
- ¿Yo limpiar? ¿Estás de broma?
- Mejor
Y luego desapareció. Ya me imaginé que iba a hablar con mi hermana, por eso pensé que no tardaría en volver.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Nandor -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*
Pensaba que no tendría que suponer un problema poder convencer a una Elfa. Estaba seguro de que aún conservaba mis dotes de convicción. Hacía tiempo que no practicaba con Elfas pero estas cosas nunca se olvidan.
No tardé en verla. Estaba barriendo delante de la puerta de su casa. La hermana de Glorfindel era peculiar: era rubia y con algunas pecas en la cara. Estaba convencido que podían llegar a ser graciosas y darle un aspecto simpático si sabía poner una sonrisa.
Me acerqué.
- Buenas tardes - dije con una sonrisa
Ella levantó la vista y al momento vi que me miraba con recelo.
- ¿Qué quiere?
- Me llamo Nandor ¿y tu? - dije haciendo caso omiso de su pregunta
- ¿Qué más te da?
- Es que eres idéntica a una Elfa que conocía y he tenido curiosidad. - me inventé
- Pues no soy esa Elfa, porqué yo a ti no te he visto nunca.
- ¿Pero me dirás tu nombre?
- Mellyrn. ¿Estás contento ahora? - dijo ella al tiempo que volvía a la labor de barrer
- No del todo...
Con un suspiro volvió a dejar y me miró esperando a que yo continuara hablando
- Tienes unos ojos verdes muy bonitos, quizás si te recogieras el pelo se verían más. La Elfa que yo conocía solía hacerlo.
- ¡Pero no soy la Elfa que tu conocías! Además no me gusta recogerme el pelo!
El mal carácter de Mellyrn era peor de lo que yo podría haber llegado a sospechar : - Está bien, siento haberte molestado - empecé a alejarme
- ¡Espera! - la respuesta que yo esperaba no tardó a salir de sus labios - ¿Quieres entrar a merendar algo?
- ¡Por supuesto! - acepté con una sonrisa. No había sido nada difícil
* * *
- Estas tartas estaban deliciosas - dije echándome hacía atrás en la silla
- Gracias - dijo ella al tiempo que recogía los platos
- ¿En serio no has pensado nunca en arreglarte un poquito? Los Elfos caerían todos rendidos a tus pies
Ella me miró un momento y luego se sentó a mi lado : - Según tu que tendría que hacer?
Yo sentí como la victoria me corría por el interior. ¿Quién había dudado ni por un momento que no lo conseguiría?
- Pues... A ver... Primero te tendrías que recoger el pelo en estilo femenino... Luego ponerte un vestido coquetuelo con escote y no esto que llevas. Después tienes que aprender a ser mucho más amable, y sobretodo sonreír.
- Cuantas cosas... - murmuró ella - ¡Pero lo haré!
- Bien echo! - me levanté pues mi trabajo había concluido - Si necesitas ayuda pues... no sé, ya me encontrarás, paseo mucho por Tirion
- Claro - dijo ella, y entonces esbozó la primera sonrisa que le vi hacer
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ungalad -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-
Empezaba a ser un fastidio eso de andar detrás de Súrion recogiendo todas sus cosas. ¿Cómo podía llegar a tener un hermano tan desordenado?
El alivio es que no tenía que preocuparme por Taren ya que tenía una esposa maravillosa que lo hacía por mi. Aunque tenía que cuidarme de la pequeña Elinvië, que no había dejado de preguntarme por ese Elfo tan guapo. Tanto insistió que al final ese día tuve que llevarla a visitar a Glorfindel.
- ¿Dónde vas? - me preguntó Súrion
- Elinvië quiere ir a ver a Glorfindel - dije rezando para que mi hermano tuviera uno de esos días en los que no se entera de mucho.
- Ah ya... seguro que es la pequeña... - dijo él con su sonrisa. Esa que ponía cuando quería hacer rabiar a alguien
- Claro que soy yo tío Súrion. El amigo de tía Ungalad es muy guapo y simpático - dijo la pequeña
Yo miré a mi hermano pequeño con una sonrisa de triunfo. Se había echo un elfo bastante guapo. Era el único de la familia que tenía el pelo oscuro y como peculiaridad, y como reclamo de la atención de los demás lo llevaba corto, cosa que lo distinguía de todos los demás.
- Entonces iré a dar una vuelta. Tengo que empezar a conocer la ciudad
- Si claro, empieza a conocer Elfas... - dije yo mirándolo como quien no tiene remedio.
- Por supuesto! - dijo él saliendo por la puerta con una sonrisa
* * *
Cuando Glorfindel abrió la puerta de casa de Nandor, Elinvië se le abalanzó encima para abrazarle.
- Ha insistido mucho en venir a verte - le expliqué
- ¡Holaaaa! - dijo la pequeña al tiempo que se colgaba de su cuello
- Hola pequeña... Hola Ungalad - me saludó con una sonrisa a través de los cabellos de mi sobrina
- ¿Invítanos a pasar no? - dijo ella
- Ah... - él pareció dudar un momento - Claro, pasad
Y una vez dentro pude ver porqué había dudado en dejarnos entrar. Todo estaba echo un desastre.
- ¿No limpias? - le preguntó Elinvië
- No hemos tenido tiempo.... - se excusó él
- Ya... Dos Elfos conviviendo juntos y solos... Seguro que es culpa del tiempo - dije yo
Él se apresuró a quitar unas cuantas piezas de ropa de encima de unas sillas para que pudiéramos sentarnos.
- ¿Queréis galletas o algo?
- Yo ya he merendado gracias - contestó la pequeña
- Yo tampoco quiero nada. No te esfuerces en encontrar la cocina - dije yo a momentos más divertida. Nunca hubiera imaginado que Glorfindel fuera tan desordenado, pero por una razón eso lo hacía más encantador a mis ojos.
- ¡Lo he conseguido! ¿No te lo dije? - Nandor entró precipitadamente en el salón, apartando al abrir la puerta algunas cosas de las que se apilaban en el suelo. Se quedó parado al vernos - He llegado demasiado pronto ¿verdad?
- Oh no, es que nos hemos presentado sin avisar - dije yo
Elinvië se acercó a Nandor para mirarle más de cerca : - Tu también eres guapo
- Vaya gracias joven dama - dijo él sintiéndose alagado
- ¿Es tuya la casa?
- Pues si
- Entonces eres guapo pero muy desordenado. - la pequeña le dedicó una sonrisa picara y volvió a mi lado
A mi se me escapó la risa al igual que a Glorfindel al ver la cara que se le había quedado a Nandor.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Melian -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-
La gaviota sobrevolaba el mar, escrutándolo minuciosamente en busca de su cena. El sol se había ocultado para dejar paso a la luna, brillante y redonda.
Me paré junto a la baranda de madera blanca del puerto a mirar su reflejo sobre las tranquilas aguas del mar. Sonreí al notar que Legolas se paraba detrás de mí y me abrazaba por la cintura.
Sonreí. Le había contado todo acerca de ese Elfo del que me había enamorado hacía tiempo, y se lo había tomado increíblemente bien. Hasta puede que demasiado.
- El mar es increíble ¿no crees? - preguntó él
- Fantástico... Y una vez se ha cruzado aún más
- El canto de las gaviotas es...
- ¡Perdonad! - una Elfa le interrumpió la frase
Ambos nos giramos a mirarla. Era una Elfa alta, de cabello rubio oscuro y ojos grandes y de color azul mar.
- Me llamo Luinloth y me encanta dibujar y os he visto tan tiernos que no me puedo estar... ¿Os importa quedaros así para que pueda hacer un boceto?
Ambos nos echamos a reír
- Faltaría más. No nos importa en absoluto - dijo Legolas sonriendo - ¿verdad Melian?
- Claro que no
La rubia Elfa no tardó demasiado en tenerlo listo, y la verdad es que le quedó realmente lindo.
- Y como regalo os lo doy - dijo al tiempo que se lo pasaba
- Pero no lo has hecho para ti? - pregunté
- Lo he hecho porqué tenía ganas. Sólo por eso. Si tuviera que quedarme con todos los que hago no cabrían en casa. Este es para vosotros.
Legolas cogió el dibujo dándole las gracias, y luego nos dispusimos a continuar nuestro paseo por el puerto.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Frodo -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-
El horizonte se extendía infinito delante de mis ojos. ¿Debía estar muy lejos la Comarca? Sin saber la razón estos días estaba sintiendo una increíble nostalgia de mi hogar.
Sentado encima de aquella roca mirando la lejanía me venían imágenes de los verdes prados de Hobbiton, de Bolsón Cerrado. También me acordaba muchísimo de Sam, Merry y Pippin, mis inseparables amigos.
Noté una presencia a mi lado seguida de un olor dulce mezcla de azúcar y miel. No cabía duda de que era Ruby.
- Hola... ¿Qué haces? - preguntó
- Recordaba Hobbiton... Quizá me precipité en mi decisión de irme... - murmuré yo
- Lo echas de menos ¿eh? Debía ser fantástico... A mi me hubiese gustado visitarlo. - dijo ella
Nos quedamos en silencio mirando las estrellas y la luna.
- Es curioso que en cualquier sitio se vea la luna del mismo tamaño y a la misma lejanía - comenté yo sin saber muy bien que decir
- Y por muy pequeño que seas... A mi me hace sentir bien, por un momento olvido que soy más bajita que los Elfos y demás...
Yo sonreí con el comentario : - Pues yo nunca he tenido complejo al respecto
- Será porqué has vivido entre hobbits la mayoría de tu vida, pero créeme, yo entre elfos desde siempre... ¡Es un fastidio!
- Puedo imaginármelo, exactamente como yo cuando fui a Bree por primera vez
- Oye y si tanto añoras tu hogar... Podrías volver - dijo ella de pronto
No respondí a eso pero tomé muy en cuenta esa petición.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*
Weeeeeeeeeee!!! He conseguido poner un capi antes de irme a Madrid! Voy a estar fuera de martes a domingo o sea que no tendré ordenata para escribir nada ;____; Espero que os haya gustado el capi! Dejad reviews vale?? Serán un bonito regalo de bienvenida para cuando vuelva el domingo ^^
Nos vemos!!!!!
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-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Glorfindel -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-
Me asusté realmente cuando me di cuenta de que en todo el comedor no había ni un rincón donde se viera el suelo.
- ¿No crees que deberíamos limpiar? - le pregunté a Nandor
- ¿Ahora? Ya limpiaremos luego... - dijo él con un bostezo
- Bueno, es tu casa, tu mandas - dije encantado con la orden
- Pues me he decidido a ir a conocer a tu hermana hoy. La voy a ayudar a ser menos asusta-elfos - dijo él muy animado
- No servirá de nada... Ni te escuchará... - dije yo, aunque sabía que eso no iba a hacerle cambiar de opinión
- Todavía tiene que nacer el alguien que no me escuche a mi - me contestó él
Alargué el brazo y cogí una caja de galletas que estaba junto a mis pies; eso si, cuando la logré distinguir entre todas las cosas que cubrían el suelo. Cogí unas cuantas
- ¿Quieres? - le ofrecí a Nandor
- Gracias - él se quedó toda la caja
Comimos en silencio mirando el desorden. Sólo hacía 2 días que Laurelyn se había ido y que nadie se cuidaba de limpiar y ya estaba todo echo un asco.
- ¿Crees que con esto confirmamos que no podemos vivir sin mujeres? - pregunté al rato
- Nahhh... - dijo Nandor despreocupadamente - Si quisiéramos hubiéramos limpiado, pero esto significa que los Elfos no tenemos tanta necesidad de tenerlo todo limpio y ordenado... ¿Y no se vive mejor así?
- Por supuesto
Nandor arrojó la caja de galletas por encima de su cabeza y se levantó. Estuvo un rato buscando sus botas por entre el desorden.
- ¿Te vas? - pregunté
- Si, y voy a estar fuera toda la tarde o sea que tranquilo, puedes traer a Ungalad y hacer todo lo que quieras que no os voy a molestar
- No digas bobadas - dije al tiempo que rogaba que no me pusiera rojo
- Y no vayas a limpiar que nos conocemos - me dijo antes de salir por la puerta señalándome con un dedo acusador
- ¿Yo limpiar? ¿Estás de broma?
- Mejor
Y luego desapareció. Ya me imaginé que iba a hablar con mi hermana, por eso pensé que no tardaría en volver.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Nandor -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*
Pensaba que no tendría que suponer un problema poder convencer a una Elfa. Estaba seguro de que aún conservaba mis dotes de convicción. Hacía tiempo que no practicaba con Elfas pero estas cosas nunca se olvidan.
No tardé en verla. Estaba barriendo delante de la puerta de su casa. La hermana de Glorfindel era peculiar: era rubia y con algunas pecas en la cara. Estaba convencido que podían llegar a ser graciosas y darle un aspecto simpático si sabía poner una sonrisa.
Me acerqué.
- Buenas tardes - dije con una sonrisa
Ella levantó la vista y al momento vi que me miraba con recelo.
- ¿Qué quiere?
- Me llamo Nandor ¿y tu? - dije haciendo caso omiso de su pregunta
- ¿Qué más te da?
- Es que eres idéntica a una Elfa que conocía y he tenido curiosidad. - me inventé
- Pues no soy esa Elfa, porqué yo a ti no te he visto nunca.
- ¿Pero me dirás tu nombre?
- Mellyrn. ¿Estás contento ahora? - dijo ella al tiempo que volvía a la labor de barrer
- No del todo...
Con un suspiro volvió a dejar y me miró esperando a que yo continuara hablando
- Tienes unos ojos verdes muy bonitos, quizás si te recogieras el pelo se verían más. La Elfa que yo conocía solía hacerlo.
- ¡Pero no soy la Elfa que tu conocías! Además no me gusta recogerme el pelo!
El mal carácter de Mellyrn era peor de lo que yo podría haber llegado a sospechar : - Está bien, siento haberte molestado - empecé a alejarme
- ¡Espera! - la respuesta que yo esperaba no tardó a salir de sus labios - ¿Quieres entrar a merendar algo?
- ¡Por supuesto! - acepté con una sonrisa. No había sido nada difícil
* * *
- Estas tartas estaban deliciosas - dije echándome hacía atrás en la silla
- Gracias - dijo ella al tiempo que recogía los platos
- ¿En serio no has pensado nunca en arreglarte un poquito? Los Elfos caerían todos rendidos a tus pies
Ella me miró un momento y luego se sentó a mi lado : - Según tu que tendría que hacer?
Yo sentí como la victoria me corría por el interior. ¿Quién había dudado ni por un momento que no lo conseguiría?
- Pues... A ver... Primero te tendrías que recoger el pelo en estilo femenino... Luego ponerte un vestido coquetuelo con escote y no esto que llevas. Después tienes que aprender a ser mucho más amable, y sobretodo sonreír.
- Cuantas cosas... - murmuró ella - ¡Pero lo haré!
- Bien echo! - me levanté pues mi trabajo había concluido - Si necesitas ayuda pues... no sé, ya me encontrarás, paseo mucho por Tirion
- Claro - dijo ella, y entonces esbozó la primera sonrisa que le vi hacer
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Ungalad -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-
Empezaba a ser un fastidio eso de andar detrás de Súrion recogiendo todas sus cosas. ¿Cómo podía llegar a tener un hermano tan desordenado?
El alivio es que no tenía que preocuparme por Taren ya que tenía una esposa maravillosa que lo hacía por mi. Aunque tenía que cuidarme de la pequeña Elinvië, que no había dejado de preguntarme por ese Elfo tan guapo. Tanto insistió que al final ese día tuve que llevarla a visitar a Glorfindel.
- ¿Dónde vas? - me preguntó Súrion
- Elinvië quiere ir a ver a Glorfindel - dije rezando para que mi hermano tuviera uno de esos días en los que no se entera de mucho.
- Ah ya... seguro que es la pequeña... - dijo él con su sonrisa. Esa que ponía cuando quería hacer rabiar a alguien
- Claro que soy yo tío Súrion. El amigo de tía Ungalad es muy guapo y simpático - dijo la pequeña
Yo miré a mi hermano pequeño con una sonrisa de triunfo. Se había echo un elfo bastante guapo. Era el único de la familia que tenía el pelo oscuro y como peculiaridad, y como reclamo de la atención de los demás lo llevaba corto, cosa que lo distinguía de todos los demás.
- Entonces iré a dar una vuelta. Tengo que empezar a conocer la ciudad
- Si claro, empieza a conocer Elfas... - dije yo mirándolo como quien no tiene remedio.
- Por supuesto! - dijo él saliendo por la puerta con una sonrisa
* * *
Cuando Glorfindel abrió la puerta de casa de Nandor, Elinvië se le abalanzó encima para abrazarle.
- Ha insistido mucho en venir a verte - le expliqué
- ¡Holaaaa! - dijo la pequeña al tiempo que se colgaba de su cuello
- Hola pequeña... Hola Ungalad - me saludó con una sonrisa a través de los cabellos de mi sobrina
- ¿Invítanos a pasar no? - dijo ella
- Ah... - él pareció dudar un momento - Claro, pasad
Y una vez dentro pude ver porqué había dudado en dejarnos entrar. Todo estaba echo un desastre.
- ¿No limpias? - le preguntó Elinvië
- No hemos tenido tiempo.... - se excusó él
- Ya... Dos Elfos conviviendo juntos y solos... Seguro que es culpa del tiempo - dije yo
Él se apresuró a quitar unas cuantas piezas de ropa de encima de unas sillas para que pudiéramos sentarnos.
- ¿Queréis galletas o algo?
- Yo ya he merendado gracias - contestó la pequeña
- Yo tampoco quiero nada. No te esfuerces en encontrar la cocina - dije yo a momentos más divertida. Nunca hubiera imaginado que Glorfindel fuera tan desordenado, pero por una razón eso lo hacía más encantador a mis ojos.
- ¡Lo he conseguido! ¿No te lo dije? - Nandor entró precipitadamente en el salón, apartando al abrir la puerta algunas cosas de las que se apilaban en el suelo. Se quedó parado al vernos - He llegado demasiado pronto ¿verdad?
- Oh no, es que nos hemos presentado sin avisar - dije yo
Elinvië se acercó a Nandor para mirarle más de cerca : - Tu también eres guapo
- Vaya gracias joven dama - dijo él sintiéndose alagado
- ¿Es tuya la casa?
- Pues si
- Entonces eres guapo pero muy desordenado. - la pequeña le dedicó una sonrisa picara y volvió a mi lado
A mi se me escapó la risa al igual que a Glorfindel al ver la cara que se le había quedado a Nandor.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Melian -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-
La gaviota sobrevolaba el mar, escrutándolo minuciosamente en busca de su cena. El sol se había ocultado para dejar paso a la luna, brillante y redonda.
Me paré junto a la baranda de madera blanca del puerto a mirar su reflejo sobre las tranquilas aguas del mar. Sonreí al notar que Legolas se paraba detrás de mí y me abrazaba por la cintura.
Sonreí. Le había contado todo acerca de ese Elfo del que me había enamorado hacía tiempo, y se lo había tomado increíblemente bien. Hasta puede que demasiado.
- El mar es increíble ¿no crees? - preguntó él
- Fantástico... Y una vez se ha cruzado aún más
- El canto de las gaviotas es...
- ¡Perdonad! - una Elfa le interrumpió la frase
Ambos nos giramos a mirarla. Era una Elfa alta, de cabello rubio oscuro y ojos grandes y de color azul mar.
- Me llamo Luinloth y me encanta dibujar y os he visto tan tiernos que no me puedo estar... ¿Os importa quedaros así para que pueda hacer un boceto?
Ambos nos echamos a reír
- Faltaría más. No nos importa en absoluto - dijo Legolas sonriendo - ¿verdad Melian?
- Claro que no
La rubia Elfa no tardó demasiado en tenerlo listo, y la verdad es que le quedó realmente lindo.
- Y como regalo os lo doy - dijo al tiempo que se lo pasaba
- Pero no lo has hecho para ti? - pregunté
- Lo he hecho porqué tenía ganas. Sólo por eso. Si tuviera que quedarme con todos los que hago no cabrían en casa. Este es para vosotros.
Legolas cogió el dibujo dándole las gracias, y luego nos dispusimos a continuar nuestro paseo por el puerto.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Frodo -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-
El horizonte se extendía infinito delante de mis ojos. ¿Debía estar muy lejos la Comarca? Sin saber la razón estos días estaba sintiendo una increíble nostalgia de mi hogar.
Sentado encima de aquella roca mirando la lejanía me venían imágenes de los verdes prados de Hobbiton, de Bolsón Cerrado. También me acordaba muchísimo de Sam, Merry y Pippin, mis inseparables amigos.
Noté una presencia a mi lado seguida de un olor dulce mezcla de azúcar y miel. No cabía duda de que era Ruby.
- Hola... ¿Qué haces? - preguntó
- Recordaba Hobbiton... Quizá me precipité en mi decisión de irme... - murmuré yo
- Lo echas de menos ¿eh? Debía ser fantástico... A mi me hubiese gustado visitarlo. - dijo ella
Nos quedamos en silencio mirando las estrellas y la luna.
- Es curioso que en cualquier sitio se vea la luna del mismo tamaño y a la misma lejanía - comenté yo sin saber muy bien que decir
- Y por muy pequeño que seas... A mi me hace sentir bien, por un momento olvido que soy más bajita que los Elfos y demás...
Yo sonreí con el comentario : - Pues yo nunca he tenido complejo al respecto
- Será porqué has vivido entre hobbits la mayoría de tu vida, pero créeme, yo entre elfos desde siempre... ¡Es un fastidio!
- Puedo imaginármelo, exactamente como yo cuando fui a Bree por primera vez
- Oye y si tanto añoras tu hogar... Podrías volver - dijo ella de pronto
No respondí a eso pero tomé muy en cuenta esa petición.
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*
Weeeeeeeeeee!!! He conseguido poner un capi antes de irme a Madrid! Voy a estar fuera de martes a domingo o sea que no tendré ordenata para escribir nada ;____; Espero que os haya gustado el capi! Dejad reviews vale?? Serán un bonito regalo de bienvenida para cuando vuelva el domingo ^^
Nos vemos!!!!!
-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*
