Capítulo 19 .-

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Legolas -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-

O era yo que tenía la cabeza ocupada en otras cosas o no entendía en absoluto como ese dibujo había podido llegar hasta encima de mi cama... Pero me hizo reaccionar... ¿Por qué no la había dejado explicarse? Los celos me habían cegado, me había comportado de un modo normal nada propio en mi, ni por mi carácter ni por mi condición de príncipe...

Casi automáticamente me dirigí hacía casa de Nandor... Sé que él no es el mejor consejero, pero si que es mi mejor amigo y aunque sus consejos son algo impulsivos, creí que en esa ocasión podrían irme bien.

Lo encontré en su jardín. Llevaba tierra hasta en la punta de las orejas.

- ¿Qué haces? - le pregunté

- Le planto los malditos rosales a Laurelyn. Si no, no dejaría de darme la lata en todo lo que queda de día

Reí sin poder evitarlo : - ¿Y porqué no lo hace ella?

- ¿Quieres que su majestad se ensucie sus manos? Me parece increíble que alguna vez fuera una aficionada a las luchas de espadas con hombres...

- La has domesticado, me temo - le dije dándole una palmada en la espalda

- Pues que bien... - Nandor acabó de arreglar la tierra del alrededor del primer rosal y dejó para luego el otro. Se sacudió un poco la tierra de las manos y de la ropa. - ¿Querías algo?

- Si bueno... venía a ver si me dabas un consejo... Ando necesitado

Él me miró sorprendido : - Pues si que debes ir necesitado, si... Para que me vengas a pedir consejo a mi... Normalmente antes irías a Glorfindel, o a Frodo...

Pero al ver que yo no hacía broma, quitó su sonrisa y me hizo sentarme a su lado : - Pues tu dirás

- Creo que me precipité con Melian... Hoy no sé como, me he encontrado este dibujo encima de mi cama... Y me ha hecho reflexionar...

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Nandor -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*

Siiiiiiiiiiiiii! ¿Quién dijo que mis planes nunca salían bien? Bueno, el detalle sin importancia es que el plan se le ocurrió a Frodo, pero bueno... ¿Quién lo sabe? Además, ¿quién dejó el dibujo encima de la cama de Legolas amenazado de que una flecha me hiciera un agujero más en el cuerpo?

- Mira Legolas, te seré sincero. Yo cuando te discutiste a muerte con ella ayer te lo dije, que te habías pasado, pero no quisiste escucharme. Aunque no te voy a decir "Te lo dije"

- Ya lo has hecho... - murmuró él

Tuve que reprimir la risa. Es cierto, es que si no le decía "Te lo dije" reventaba. Aunque claro, tuve que buscar una forma discreta de hacerlo...

- No, ahora en serio; si vas a hablar con ella estoy seguro que te perdonará! Créeme, he hablado con Frodo y ella está horriblemente arrepentida, y muy triste porqué cree que te ha perdido.

Vi como mis palabras hacían el efecto esperado en mi amigo: se sintió culpable

- ¡Ahora mismo voy a hablar con ella! - Legolas se marchó corriendo literalmente, dejándome con la palabra en la boca. Pero no me importó. Acababa de descubrir mis grandes dotes de consejero!

Me levanté decidido a encontrar a alguien más que necesitara consejo. Pero antes que tuviera tiempo a salir de casa los gritos de mis hijos me lo impidieron. Solté un suspiro... Otra vez se peleaban...

Entré en su habitación.

- ¿Qué es lo que pasa aquí?

- ¡Él es un tramposo! - exclamó Nei señalando a su hermano

- ¿Qué es lo que has hecho esta vez Thali?

- Yo nada papá!

- Claro que ha hecho! Se ha hecho pasar por mí para hablar con una elfa guapa a la que yo había conocido!

Ante esa respuesta si que tuve que reírme... ¿Cuándo había sido que mis hijos se habían ido a unir a la panda de elfos con las hormonas alborotadas que habitaban por todo Tirion?

- Problemas de elfas ya? - dije aún riendo

- ¡Papá! Esto es serio

- Claro, claro... Lo siento - dije haciendo esfuerzos para no reírme

- Vamonos Nei, papá no nos toma en serio - dijo Thali cogiendo a su hermano de la mano. Al parecer ya se habían olvidado de la pelea

Y yo me quedé preguntándome porqué andaba buscando gente que necesitara consejos fuera de mi casa, si con todo el lío no me había dado cuenta que mis hijos acababan de entrar en la adolescencia..... ¡Eru ayúdame!

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Súrion -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-

Plan número... La verdad es que ya había perdido la cuenta de los múltiples planes que había llevado a cabo para juntar a Glorfindel y Ungalad, y todos habían sido un autentico fracaso. Empecé a pensar que realmente no servía para eso... O quizá simplemente fueran de esas parejas destinadas a no estar juntas jamás... Quien sabe...

Así que ese día, que resultó ser especialmente caluroso, decidí que intentaría mi último plan.

Fui a encontrar a Ungalad

- Está bien, te ayudaré - dije tan solo entrar. Ella estaba leyendo un libro sentada tranquilamente en el salón. Alzó los ojos un momento del libro y me miró

- ¿Perdona?

- Querías que te ayudara a pintar la verja del jardín ¿no? Pues lo haré, no tengo nada que hacer esta tarde

Ungalad cerró el libro, dejando un dedo entre sus páginas para saber donde se había quedado y me miró fijamente

- No será otra de tus jugarretas ¿verdad?

- Me ofendes. Sólo estoy actuando como un buen hermano - dije hinchando pecho

- Está bien... Esta tarde pues - dijo ella al fin, y luego volvió a concentrarse en las páginas del libro

Bien... Primera parte cumplida... Debía proseguir a convencer a la otra parte interesada, o sea, Glorfindel...

* * *

Glorfindel estaba apoyado contra uno de los muros de su casa con los ojos cerrados para protegerlos del sol. Tenía los brazos cruzados por encima de su cabeza.

- ¿Quieres ponerte moreno? - le pregunté llegando a su lado

El abrió un ojo, y al ver que era yo se desperezó y me sonrió : - Es que mi hermana está limpiando y dentro le molestaba en todas partes

- ¿Y no tienes nada que hacer? - pregunté yo siguiendo el plan que me había trazado mentalmente

- Mmmm... No

- ¿Y me podrías ayudar a pintar la verja de mi jardín? Es que estoy buscando almas caritativas para no tener que hacerlo solo yo...

- ¿Y no has encontrado nadie que te ayude? - preguntó

- Bueno... Ungalad ha dicho que lo haría, pero claro, si sólo somos dos no acabaremos ni mañana - dije

- Es que... Ya me he comprometido a ayudar a Elrond en una cosa esta tarde. Lo siento! Tengo que irme! - Glorfindel casi huyó de mi

- Maldito cobarde - murmuré. Luego puse mis manos en los bolsillos y eché a andar. Muy bien, ellos se lo habían buscado, ahora se arreglarían ellos y sus asuntos solitos.

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Glorfindel -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-*

Las olas acariciaban mis pies a medida que caminaba por la playa, por donde el mar besa la arena. La brisa revolvía mis cabellos... ¿Por qué le había dicho a Súrion que no podía ayudarlo? Simple, porqué si buscaba a gente que le ayudase estaba claro que Ungalad, siendo su hermana le ayudaría... Además él mismo me lo había confirmado luego. Y últimamente yo había entrado en una fase en la que verla me daba vergüenza... Y era una cosa ridícula! ¿Desde cuando yo era un Elfo vergonzoso? O quizás siempre lo había sido y era por eso que seguía solo...

Entonces me regañé a mi mismo. ¿Tantas batallas ganadas y ahora me asustaba de una simple Elfa? Casi me obligué a dejar de hacer el tonto e ir a buscarla... Aunque sólo fuera para pasear un rato como solíamos hacer cuando llegué a Tirion.

Pero no tuve que andar ni dos pasos, pues al volverme para regresar a la ciudad vi a Ungalad que estaba un poco más abajo, sentada sobre la arena. No me había visto

- Hola - la saludé cuando estuve lo suficientemente cerca

Ella levantó los ojos, protegiéndolos del sol con una mano y cuando vio que era yo sonrió

- Glorfindel! Cuanto tiempo sin verte

- Si... Que curioso, viviendo los dos en la misma ciudad - solté una risilla nerviosa. ¿Sería porque cuando la veía venir, ni que fuera de lejos cambiaba de calle? - ¿No ibas a ayudar a tu hermano a pintar la verja del jardín?

- ¿Yo? ¡Si era él el que me iba a ayudar a mi pero ahora se ha escabullido. Me tocará hacerlo a mi sola

- Si quieres... No tengo nada que hacer ahora. - me ofrecí casi sin pensarlo

- ¿No te importa? - ella pareció sorprendida

- No! ¿Cómo quieres que me importe? Será todo un placer

* * *

Me pasé una mano por la frente intentando quitarme el sudor... ¿Cuándo se me había ocurrido ofrecerme voluntario para ayudar a pintar una maldita verja con ese sol que brillaba en el cielo? Además... ¿no debería ocultarse ya?

- Hoy no quiere irse ¿eh? - dice Ungalad como si me leyera el pensamiento

- ¿Quién nos mandaba ponernos a pintar con este calor? - repliqué yo volviendo a mojar el pincel en la pintura blanca

- Tu te has ofrecido - dijo ella - Pero es típico de los hombres ofrecerse a algo para hacerse los machos y luego arrepentirse

Antes de que pudiera contestar llegó Súrion con su pequeña sobrina

- ¡Glorfindel! ¡Mira! ¡Tío Súrion me ha comprado un gatito! - la niña corrió hasta donde el elfo estaba para enseñarle un pequeño gatito blanco

- ¿Estos eran los asuntos que tenías que resolver esta tarde? - le preguntó Ungalad a su hermano

- Hacía mucho que no le compraba ningún regalo - dijo Súrion como toda explicación encogiéndose de hombros

- ¿Ya sabes si su padre quiere un gato?

- De Tharen ya me encargaré yo - dijo Súrion haciéndose el importante

Mientras, yo, ajeno a la discusión de hermanos me agaché para acariciar el gatito, pero este se me enganchó con las uñas en el pelo, y se quedó ahí colgando como si de un columpio se tratara

- Auuuuu!!! - exclamé

- Oh cielos - oí como Ungalad, Súrion y Elin se reían de mi situación

- ¿Dónde está la gracia? - gruñí yo intentando quitarme las uñas del gato que había enganchado en mi pelo

- Inconvenientes de tener el pelo largo - dijo Súrion

Por suerte Ungalad se acercó y me quitó al animal

- Eso es que le has gustado - dijo con una sonrisa devolviendo el gato a su sobrina

- Seguro - murmuré yo - Le gusto a las gatas pero no a las elfas, genial

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-* Melian -*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*- *-*-*-*-*-*-

Imposible... Al abrir la puerta me encontré a Legolas mirándome con una media sonrisa. ¿Estaba todo perdonado? Eso era más de lo que yo podía esperar....

- Ho.. Hola - dijo ella con cautela

- Creo que te debo una disculpa... Ayer me puse un poco demasiado nervioso...

- No debes disculparte, fui yo que hice mal las cosas....

- Quedamos con que los dos hicimos mal las cosas

Melian sonrió : - Si

- Aunque aun me debes una explicación...

- Es muy sencillo. Me desconcertó los motivos que hubiera tenido él para volver, nada más. Y por eso me distancié, porqué estaba confundida, y dudaba de mis sentimientos. Pero lo vi claro! Cuando me vista tu venía de decirle que no quería verlo nunca más, ni tan siquiera como amigo. Te quiero a ti, y nunca querré a nadie más

Vi que Legolas me miraba a los ojos, como queriendo adivinar si mis palabras eran sinceras, y cuando me acarició lentamente la mejilla creí que jamás en mi vida volvería a ser tan feliz.

- Nunca vuelvas a dejar que me enfade contigo sin escuchar tus explicaciones antes - dijo Legolas al fin

- No, la próxima vez te ataré a un árbol hasta que me escuches - dijo ella con una sonrisa

Él me miró sonriente también : - ¿Quieres ir a dar un paseo?

- Me encantaría... Pero antes hay una cosa que me gustaría hacer - dije yo

- ¿Qué?

Antes que pueda decir algo más, pongo mis labios sobre los suyos. Habían sido demasiados días....

Y después si, pudimos continuar el paseo tranquilamente. Creo que vimos a Frodo con Ruby, y a Glorfindel que tenía un pequeño problema con un gato, pero no importó, para nosotros no existía nadie más en ese momento....

* * *

Si, si, lo sé. Ha sido muchísimo tiempo sin poner nada de este fic, pero.... ¡Entre la sele y la falta de inspiración se me había quedado muy atrasado esto! En fin, hoy estoy altamente feliz y parece que mi inspiración a querido seguir trabajando en este... ¿Qué os ha parecido? ¡¡¡Dejad reviews!!!

* * *