Hola a todo el mundo!!!

Siento mucho el retraso y todo eso. Siento también que este capítulo ni sea el útlimo si sea largo si tampoco bueno. Si no es bueno es porque no doy para más, sorry. Si es corto es porque se me hacía muy pesado ponerlo todo en uno y además el trozo que va inmediatamente después tiene un cambio de ritmo que no cuadra para nada (pero como me gustó como lo dejé, pues ala). Y no es el último porque aún no se ha terminado la historia!!!! Bueno, no os quejéis, ya sabéis lo lenta y pesada que soy para contar las cosas, ya sabías en lo que os metíais, así que no me vengáis con lloros, eh?

Ale, reviews

Jenny Anderson, divertida? Pero si es un dramón!!! Pues qué quieres que te diga, a mí también me llegan a crispar, pero es que me parecíó bastante (no diré lógico porque no lo es) adecuado hacerlo así. Espero que no me mates mucho por este capítulo.

Laia, mmm, pues no se yo si al final terminarán juntos... no sé no sé, lo veo crudo, eh? (por si no te has dado cuenta te estoy tomando el pelo ^.^)

Ron's Lover, sexoadictos todos!!! En realidad solo queráis que se vuelvan a meter en la cama, eh? Lo entiendo, lo entiendo, a mí también me pasa.

Vrag, a que soy lista? Bueno, porqué crees que os lo pedí? Yo siempre me cubro las espaldas, muajajaja (por algo soy de Sly) Esque creo que me estoy encariñando con Peter... no me entiendo ni yo. Bueno, retén tus instintos un poquito más, sí?

Akhasa, jejeje, por eso me permito ser mala y cruel y una reconocida bastarda!!! Pues reprímelos un poquito más, solo un poquitito, ok? Errrr, lo dudo bastante, mujajajaja. Bueno, mientras solo los pienses...

Sakuratsukamori, sí, lo sé, me encanta que me digáis lo mala que soy!!! Ten cuidado con lo que deseas... Pues lo siento pero no va a ser el último capítulo, aún queda uno más (recordad que lo he ido avisando desde el capi 2!!!)

Txiri, bueno, yo la sigo, pero me temo que te me vas a enfadar igual, jajajaja.

Cata-chan, pues no te quedas con las ganas, no. Espero que este no te desilusione (que apuesto a que sí lo hará)

Shashira, jajaja, bueno dicen que de ilusión también se vive... Bueno, bueno, pues contrólate un poco, Vacaciones intentaré tenerlo lo más pronto posible (pero no me gusta nada lo que me está saliendo) y Fred... mejor no hablemos de Fred, ¿sí?. Bueno, yo traté de "inspirarme" un bote de pegamento pero no volveré a hacerlo, los duendecillos púrpura daban bastante miedo...

Snuvelly, me alegro de que te gustase!!!

Laia, de nuevo. Bufff, por millones de cosas, largo de contar, otro dia os relato mi vida en verso, ok?

EL PRINCIPIO DEL FIN

Más tarde, mucho más tarde, Sirius recordaría ese día como el principio del fin de todo cuanto conocía. Allí estan todos, la Orden del Fénix al completo, despidiendo a otro de sus miembros. McKinnon y su familia habían sido asesinados por mortífagos, como ya iba siendo costumbre entre sus filas, atacados en su propia casa por sorpresa. Sirius los recordaba la última vez que los vió, felices y risueños en la boda de James y Lily. Y allí estaban ahora, poco más de dos meses después, con sus cuerpos destrozados por la brutalidad con que los habían tratado.

Lily y James (conocidos oficialmente como "los Potter" desde su ingreso en la Orden, recién salidos de la academia de aurores, a pesar de que aún no era oficial) se tomaban todo aquello con mucho coraje. Su rabia se duplicaba y se aplicaban más en la lucha contra Voldemort, como si derrotando a los mortífagos pudieran hacer que el tiempo volviese atrás y todo fuera como antes. Se arriesgaban cada vez más, los dos juntos como el equipo perfecto, sin medir las consecuencias de sus actos, ¿pero cuántas veces habían sobrevivido ya? Sirius había perdido la cuenta. O tal vez prefería no contar. Y allí estaban, tomados de las manos, los ojos verdes de Lily brillantes de lágrimas que no derramaría por tozudez, mirando los ataúdes como si les hicieran una promesa silenciosa.

Y Sirius tenía miedo por ellos, por su cordura ya que habían muerto ya demasiados de sus compañeros, y también por sus vidas, que exponían sin temor.

Apretó la mano de Meriel esperando encontrar el valor de resistir a todo aquello. La chica comprendió su gesto y acarició el revés de sus dedos con su mano libre, intentando confortarlo. Algo que sin duda sería imposible, pues Remus tembién andaba metido en la Orden y al animago se le encogía el corazón al mirarle.

El licántropo protegía a Lisette rodeándola con su brazo, dejando que la pálida muchacha se apoyase en su pecho mientras sollozaba con suavidad. Remus con los ojos secos, demasiado perturbado para poder pronunciar siquiera palabras de consuelo. Él y Lisette pronto cumplirían un año de casados y en Lis se podía apreciar ya la señal de la enfermedad que acabaría lentamente con ella. Sirius estaba seguro de que Remus lo supo siempre. No hizo falta que los médicos le dijesen lo que sucedía con su esposa. Sus sentidos de hombre lobo le habían avisado hacía mucho y también que nada de lo que hiciese lograría salvarla. Y aún así, con todo, invirtió todo su dinero en buscarle una cura, logrando conservar "El Cubil" sólo por insistencia de ella, que no deseaba alejarse de ese lugar.

Y Peter. El bueno de Peter. Ingresó en la Orden siguiéndolos a todos. Dumbledore le había aceptado a pesar de no tener preparación como auror, como Lupin. La diferencia era que Peter no era bueno con sus hechizos y él lo sabía tan bien como los demás. Sirius estubo seguro, al mirarlo ese día a los ojos, de que se daba cuenta de que no duraría demasiado entre ellos. Que tal vez sería el próximo en caer. Aurores cualificados, expertos y poderosos morían cada día como cucarachas aplastadas por zapatos demasiado grandes y Peter parecía acorralado, sin suficiente poder para defenderse y con Voldemort ganando terreno con rapidez.

Por supuesto en esos momentos a Sirius no se le ocurrió que ese miedo empujaría definitivamente a Peter a traicionarlos a todos. Por supuesto, Sirius no sabía nada del odio de su pequeño amigo contra el grupo perfecto que formaban sin él, no sabía de su odio a Lily, por no haberlo amado, ni de su odio a James (su héroe de los años de escuela) por haberle arrebatado lo que quería. De su inquinia hacia Lupin, por haber logrado ser mejor sin haberse preparado para ello, ni tampoco de su rencor por él, que llamaba la atención allí donde él pasaba desapercibido. Peter se despreciaba a sí mismo por ser débil y saberlo. Y algo debíó transtornarle ese día, en el que su cabecita formó la idea de que alguien podía darle todo lo que deseaba, todo el poder que ansiaba para que todos dejasen de pensar lo débil que era, para que Lily fuera suya y le amase y adorase como hacía con James. Para que nadie intentase dañarlo nunca.

Sin embargo, todo le salió mal, ¿verdad?. El trato con Voldemort tuvo sus buenos fallos, el más grave de ellos el no cumplir la promesa que Peter pudo arrancarle al Señor Tenebroso a cambio de su secreto; dejar a Lily ilesa. Por cupla de romper esa promesa, o más bien gracias a ella, Voldemort fue derrotado.

Qué ironía. Peter se quedó sin el amor de su vida, sin los poderes prometidos y sin ninguno de sus amigos. Pasó doce años convertido en un mísero animal cumpliéndose así sus más grandes temores; quedarse solo y vivir ignorado, porque ¿qué atención se le presta a una rata?

Lily intentaba en vano consolar a Alice Longbottom mientras James hablaba con su marido, Frank, algo alejados de ellas.

- ¡Pero es que es horrible, Lily! – lloriqueaba Alice desesperadamente sobre su pañuelo – ¡Nos atacan en nuestras propias casas! Nos están eliminando uno a uno.

- James piensa que hay un espía entre nosotros – dijo la pelirroja, mirando a la lejanía como perdida en sus propios pensamientos. Y lo cierto era que lo estaba, pues ¿quién de la Orden del Fénix podría ser un traidor? Paseó su mirada por los miembros de la Orden que habían acudido al entierro. Ninguno de ellos parecía ser capaz de algo así. ¡Vender a sus amigos! Lily hubiera puesto la mano en el fuego por Sirius, Remus y Peter. También confiaba en Lisette, demasiado enamorada de su esposo para ser capaz de traicionarle de esa manera. Y miró a Meriel. Meriel Mcallister, que tenía amistad con un supuesto mortífago, que estaba encelada de Remus desde que lo conocía y que odiaba eventualmente a Sirius por prestarle a su amigo más atención que a ella.

Lily conocía muy bien a Meriel. Y también conocía a Severus Snape, el supuesto mortífago. Sabía que había algo fuerte entre ellos y era consciente de que de no haber sido por Snape, que puso impedimentos, estarían juntos y Sirius no sería nadie para ellos. Pero la realidad era distinta, y Meriel, por muy enamorada que hubiera estado en otro tiempo del Slytherin (y Lily sospechaba que aún seguía estándolo) ahora se dedicaba a Sirius y no era persona de regalar sus lealtades.

No. Era imposible que ninguno de ellos fuese un traidor. ¡Era totalmente irracional!

- Un espía – bufó Alice, como si la palabra le asqueara, y de hecho así era –. No puedo pensar en nadie que fuera capaz de entregar a los McKinnon – sus ojos se humedecieron de nuevo -. Ni siquiera dejaron en paz a los niños – dijo con voz rota.

Lily se mordío el labio, intentando contener sus propias lágrimas, pues había visto lo que habían hecho los mortífagos con toda la familia.

- Estoy aterrorizada, Lily – continuó Alice, intentando serenarse -. Justo ayer descubrí que estoy embarazada.

Lily la miró asombrada y, justo cuando fue a darle la enhorabuena, palideció. Alice la miró con comprensión.

- Sí, lo sé. Es una locura – dijo más para sí misma -. Estamos metidos en la Orden, somos el blanco de todos los mortífagos, ¡y se me ocurre quedarme embarazada! ¿Y si nos ocurre algo? ¿Qué será de mi bebé? ¿Y si le hacen algo también a él?

Lily la envolvió en un cálido abrazo.

- No os ocurrirá nada – dijo con voz ahogada, luchando aún por retener las lágrimas – Además, un hijo es motivo de alegría, ¿no crees? Es un poquito de esperanza para todos.

A pesar de sus palabras. Lily tomó nota mental de discutirlo con James, pues no habían estado tomando precauciones, precisamente.

Por supuesto, el asunto de las precauciones se fue por el desagüe rápidamente, en cuanto lo hablaron con un poco de profundidad y decidieron que valía la pena arriesgarse. Apenas unos meses después todo parecía haber mejorado. Lily y James anunciaron que iban a tener un hijo, Peter parecía concentrarse en su trabajo, Remus tenía un viso de esperanza porque su esposa parecía estar venciendo su enfermedad y Sirius vivía tranquilo con Meriel disfrutando simplemente de ver a Lupin sonreir por primera vez en mucho tiempo. Voldemort había estado bastante quietecito en ese tiempo y eso contribuía a levantar los ánimos. La noticia del embarazo de Lily cogió a todos por sorpresa y se alegraron todos juntos, un día en Las Tres Escobas, comiendo y bebiendo hasta reventar en favor de la celebración de uno de los pocos acontecimientos alegres de sus vidas.

Sin embargo, cuando se pasó la resaca, tanto Sirius como Remus se preocuparon intensamente. Sirius se presentó un par de días después en "El Cubil" (al que prácticamente no acudía desde que Lis había vuelto de Francia para quedarse con Remus) volcando en su amigo sus angustias.

Lily y James ("Los Potter") vivían cada día arriesgando su vida. ¿Cómo les afectaría tener un hijo ahora? ¿Cómo podrían ponerse a cambiar pañales en medio de una guerra? Sirius temía que sus amigos se hiciesen descuidados por tener una persona más en la que ocuparse. Pero Remus le tranquilizó, a pesar de sus propias dudas. Dumbledore no parecía considerar un problema que James y Lily fuesen a tener un hijo. Los Longbottom estaban en la misma situación y no por ello se habían hecho descuidados, es más, Dumbledore procuraba ponerlos a buen recaudo para que no sufrieran daños.

- Se volverán más cautos, ya lo verás – animó Remus con una sombra de tristeza.

A Sirius nunca le había preocupado demasiado el tema de los hijos. Nunca había pensado detenidamete si desearía tenerlos ni tampoco en cómo sería una segunda generación de Merodeadores, pero en el momento en el que supo que Lily estaba embarazada algo dentro de él, como una lucecita, se encendió. ¿Sería el instinto "reproductor" o el "reloj biológico"? No lo sabía, pero de repente se vió cambiando pañales y todas esas cosas y no pudo evitar sentir envidia por James. Al decirlo en voz alta, pudo ver cómo Remus cambiaba el gesto.

- No sabes cuánto le envidio – murmuró. Sirius lo miró con incomprensión -. A los licántropos no nos está permitido tener descendencia. La licantropía es hereditaria – aclaró Lupin -. Y aunque no fuera así, Lis tampoco está en condiciones de hacerlo.

Se hizo un silencio incómodo, pues Sirius no sabía qué decir, él sí podía tener hijos y seguramente los tendría, pero cambiaría todas las posibilidades del mundo por estar una vez más con Remus, por abrazarle de nuevo y susurrarle al oído todo aquello que sentía por él y aún no podía olvidar. Ya se había resignado a pensar que no podría volver a sentir algo así por nadie, ni siquiera por Meriel, a la que tanto amaba. Y después de todo, Remus había elegido y aunque él se esforzase para llevar junto a su amigo la enfermedad de Lisette Lupin lo rechazaba (amablemente, como siempre hacía todo) y se alejaba cada vez un poco más, cada vez un trecho más perdido en su propio mundo y su propio dolor.

Y cómo dolía eso.

Remus había tenido razón. Los Potter se volvieron más cuidadosos con la espera del nuevo miembro de la familia y luego casi paranóicos cuando éste finalmente llegó. El pequeño desconocido nació un 31 de Julio a las 6 de la mañana (sacando a todos de la cama), pesó 3 kilos y medio y midió 39 cm. Lo llamaron Harry James Potter, y armó un berrinche cuando Sirius se asomó sobre su cuna para verlo con un enorme peluche de un perro negro.

Ese fue el último acontecimiento feliz que les ocurrió a los amigos durante un buen tiempo, pues no mucho después, cuando Harry apenas cumplía 3 meses de vida, Lisette Lupin dejó viudo a su esposo. Remus, con el ánimo destrozado por la larga enfermedad, odiando al mundo y arruinado económica y moralmente se apartó de todos y se refugio en "El Cubil" para llorar sus penas acompañándolas de alcohol. No dejó que nadie se acercase a él, como un animal herido, rechazando incluso a Sirius, cosa que dolió al animago profundamente y lo volvió más irritable de lo conveniente. Tanto, que Meriel amenazó con dejarle varias veces y Sirius tomó la drástica decisión de intentar recuperar el rumbo de su vida. Cogió a su chica, hizo las maletas y se largó un mes a recorrer escocia.

Cuando volvió las cosas habían mejorado bastante entre ellos, pero en cuando tuvo la oportunidad de echarle un vistazo a Remus todo volvió al principio. El licántropo tenía un comportamiento de lo más extraño a pesar de decirse que ya estaba más recuperado. Dejó la Orden para zambullirse en la búsqueda activa de un trabajo en el que no importase su condición de hombre lobo, aunque a Sirius le constaba que buscó durante un mes y después se dedicó a la búsqueda de bares. El animago empezó a seguirle, llevándole a casa cuando perdía el conocimiento, cubríendole las espaldas cuando se metía con tipos mucho más grandes que él y cuidándole desde las sombras porque éste no quería ni verlo. Lily intentó hablar con él varias veces, pero Remus estaba tan dentro de su pozo de dolor que no era capaz de buscar una salida. Tampoco era que quisiera hacerlo.

Sirius descuidó mucho, demasiado a decir verdad, a Meriel a favor de atender a su amigo en la distancia. Llegó al punto de hacer rondas nocturnas en las afueras de "El Cubil" para asegurarse de que llegaba sano y salvo a casa. Ni qué decir tiene que esas desapariciones en las que nadie parecía saber dónde se encontaba (Lily y James lo sabían pero ni locos le habrían contado) llenaron de pánico a Meriel haciéndole juntar varias cosas y llevarla a sospechar que convivía con un mortífago.

Así fue que en el primer cumpleaños del hijo de James y Lily Lupin se enteró de que Meriel había abandonado a Sirius. Al parecer incluso se había marchado del país sin siquiera despedirse y Sirius no se había dado cuenta de su marcha sino hasta una semana después de que ocurriera. Meriel ni siquiera se puso en contacto con Lily para hacerle saber dónde se encontraba y había tenido tanta prisa en salir huyendo que no había recogido la mitad de sus cosas . Eso sí, las cartas de Snape no las dejó en la casa o al menos Sirius no las encontró a pesar de buscarlas a conciencia. El animago parecía sospechar que la chica lo había abandonado por el paliducho y grasiendo Slytherin, lo que le puso de peor humor aún.

El que Sirius se quedase solo, perdido y malhumorado, hizo que Remus se esforzase en salir adelante para apoyar a su amigo. Volvieron a ser los compañeros que fueron antes de la reaparición de Lisette aunque ninguno de los dos hizo nada por pasar de la amistad que compartían pues ambos condieraban que su tiempo había pasado.

Nada más lejos de la verdad.

En los solitarios años en los que pudo reflexionar acerca de todo, Lupin no acertó a explicarse qué fue lo que ocurrió aquella noche del 31 de Octubre. Era consciente de los echos; Sirius había sido elegído el Guardián Secreto de James y Lily, nadie más lógico que él para serlo. Toda la Orden del fénix sabía que Voldemort estaba muy interesado en eliminarlos, y también a los Longbottom, pero nadie se explicaba el por qué. Sirius era la mejor opción, daría su vida por proteger su secreto, nadie hubiera pensado de él que era un traidor.

Cuando Remus se enteró de que James y Lily habían muerto y que Sirius, después de asesinar a Peter, estaba encerrado en Azkaban se sumió en un estado de perplejidad absoluta, pensando que nada de todo eso era cierto y que sin duda se habían equivocado de personas. La aplastante verdad cayó sobre él en el entierro de los Potter primero, en el de Peter después (fue algo simbólico, puesto que lo mayor que se pudo encontrar de él fue un dedo), pero Remus no pudo concebir la idea de que Sirius fuera un traidor.

Lo primero que hizo fue hablar con Dumbledore, quien con pinta de estar campadeciéndose de él, le contó sobre el extraño comportamiento que venían presenciando de parte de Black. Por supuesto, Dumbledore había tenido noticias sobre sus desapariciones repentinas, aunque el hombre no tenía idea de que eran para proteger a Remus, y también sobre sus alteraciones del ánimo. Había intentado convencer a Lily y James que ser él mismo su Guardián Secreto a la vista de que Sirius parecía un poco errático y encargó (qué ironía) que Peter lo vigilara estrechamente. Así que cuando Peter murió el hombre se sintió culpable por todo lo sucedido.

Remus, aún sin querer creer todo esto, pidió ver a Sirius, convencido de que habría actuado bajo una maldición Imperio y no por propia voluntad. Black seguramente ni siquiera se enteró su visita. Aún aturdido por todo lo sucedido y habiendo soportado casi dos días la presencia de los dementores, no parecía estar en sus cabales y solamente repetía como una letanía secreta murmullos imposibles de descifrar, a pesar de que Remus casi se sentó en su regazo en su afán de escucharle con su agudizado sentido del oído.

Y Remus pasó sin sus amigos los siguientes doce años de su vida.

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Holaaa, me odiais mucho? Yo sé que es malo y que no tiene sentido, pero sabéis? esta historia de por sí no tiene sentido alguno, es la cosa más rara que haya escrito nunca porque no parecen tener nada que ver unos capítulos con otros (puede que sea por los saltos en el tiempo? Naaa, nada de eso, porque el cap 1 y el 2 son correlativos y tampoco cuadran entre sí) Así que lo siento mucho a todos por esa historia y el siquiente capítulo sí que va a ser el último, estoy casi, casi segura.

Besitos mil a todos y cuidáos.