Perdón por haberme hecho esperar tanto. Tuve cinco exámenes que rendir y un
gran trauma que superar. Gracias a todas por las reviews.
Capítulo IV
"Cierra la puerta, por favor."
Trinity cerró y se volvió hacia Morpheus, sin decir palabra. Se veía demasiado tranquilo, ¿sabía toda la locura que se había desatado a su alrededor?
"Morpheus, ¿dónde has estado?"
Se aproximó a él.
"Dicen que mataste a Hamann. Alguien mató a Dillard, y a West, y a otros más."
No tuvo valor para hablarle de Niobe. Ya se enteraría. O tal vez no, si las máquinas les hacían el inmenso favor de acabar con ellos pronto. Morpheus parecía no escucharla.
"Morpheus, alguien mató a Niobe".
La mirada de Morpheus seguía perdida entre las sombras, en algún punto detrás de Trinity. "¿Me escuchas, Morpheus? Niobe está muerta,"
"Lo sé".
No había ningún rastro de emoción en su voz. Tampoco parecía sorprendido. Trinity se obligó a dar un paso hacia él y a ignorar la idea que trataba de abrirse paso en su mente. La voz de Morpheus interrumpió sus pensamientos.
"Yo lo hice."
Trinity permaneció en silencio, con la vista fija en los ojos de Morpheus, buscando desesperadamente algo que decir, cualquier cosa que no fuera no, no, no no no. No.
"No." Las palabras se le atragantaron. "No."
No, por Dios. Estaba en el infierno. Sí, eso era. Las máquinas ya los habían aniquilado y ahora estaba en el infierno.
"Sabía que tú no lo creerías". Morpheus sonrió. "Y sé que me creerías si te dijera que no los maté. Pero lo hice. Yo los maté a todos."
Trinity le dio la espalda.
"¡No!"
"Locke fue el primero."
"¡Cállate!"
Perfecto. No sólo le decía que había matado a todas esas personas. También tendría que escuchar los detalles. La manera ideal de pasar sus últimas horas de vida.
"Siempre pensé que me resultaría difícil. matar a una persona en el mundo real", continuó Morpheus con voz calmada. "Pero con Locke fue fácil".
"No."
El infierno. Definitivamente era el infierno.
"Fue fácil. Sólo tuve que mirarlo a la cara e imaginarlo con Niobe. Lo imaginé tocándola y en ese momento quise matarlo. Ni siquiera sentí remordimientos cuando lo vi caer al suelo."
"Basta. No te creo ni una palabra".
"Con Niobe fue más difícil."
Trinity lo miró, luchando contra sus deseos de hacerlo callar a golpes.
"Cuando me abrió la puerta vi que estaba asustada. Confiaba en mí. Yo sabía que tenía que hacerlo, pero no podía. No con ella mirándome a los ojos." La voz de Morpheus tembló ligeramente antes de continuar. "Pero cuando me dio la espalda, supe exactamente qué hacer. Como una máquina. No sufrió, estoy seguro de eso."
"Sabes que creería cualquier cosa que me dijeras. Pero no que mataste a Niobe. Sé que nunca harías eso. Sé que la amabas."
"Por eso me alegré de hacerlo. Sabía que al menos, estando muerta, nunca sabría lo que yo sé. La maté para protegerla de la verdad".
"¿La verdad? ¿De qué verdad me hablas.? No, olvídalo. No quiero saberlo."
Le dio la espalda y se sentó en la cama. Después de unos minutos de silencio, Morpheus se aproximó y se sentó junto a ella. Trinity se desplazó hasta un extremo de la cama, alejándose de él todo lo que le era posible. Agradeció que la habitación estuviera casi a oscuras; al menos él no la vería llorar.
"Sabes que no te estoy mintiendo. Nunca te he mentido. Y no estoy loco. Lo que te estoy diciendo es la verdad, y si olvidas tu lealtad hacia mí y eres honesta contigo misma, lo verás."
"Te dije que no te creo."
Pero sí le creía. No sabía cómo, o por qué, pero estaba claro que Morpheus, su capitán, su amigo, era un asesino. El comandante tenía razón. El fracaso de su búsqueda lo había enloquecido.
"Sé que lo crees", continuó él. "Pero aún no sabes el por qué."
"No quiero saberlo. De todas maneras, dentro de unas horas no tendrá importancia."
Morpheus continuó como si no la hubiera escuchado.
"No le di razones a nadie. Simplemente los maté. Hice lo que tenía que hacer. Pero tú te mereces saber la verdad."
"Dije que no quiero saberlo. No me importa."
"Fui a ver al Oráculo."
"¡El Oráculo miente! Míranos si no, ¿qué otra prueba te hace falta?"
"No. Todo marcha bien. Todo sucede según está escrito."
Trinity tuvo que contenerse otra vez para no golpearlo. Se preguntó si en verdad estaba completamente loco o si simplemente se estaba burlando de ella.
"¿Ah, sí? Explícame entonces qué demonios está pasando. ¿Te dijo el Oráculo que salieras a matar personas? ¿Eso estaba escrito?", preguntó, furiosa.
"Sí."
"¿También está escrito que nos exterminen dentro de unas horas?"
"Sí. Y mi trabajo es asegurarme de que eso suceda. Por el bien de los humanos."
Continuará.
Capítulo IV
"Cierra la puerta, por favor."
Trinity cerró y se volvió hacia Morpheus, sin decir palabra. Se veía demasiado tranquilo, ¿sabía toda la locura que se había desatado a su alrededor?
"Morpheus, ¿dónde has estado?"
Se aproximó a él.
"Dicen que mataste a Hamann. Alguien mató a Dillard, y a West, y a otros más."
No tuvo valor para hablarle de Niobe. Ya se enteraría. O tal vez no, si las máquinas les hacían el inmenso favor de acabar con ellos pronto. Morpheus parecía no escucharla.
"Morpheus, alguien mató a Niobe".
La mirada de Morpheus seguía perdida entre las sombras, en algún punto detrás de Trinity. "¿Me escuchas, Morpheus? Niobe está muerta,"
"Lo sé".
No había ningún rastro de emoción en su voz. Tampoco parecía sorprendido. Trinity se obligó a dar un paso hacia él y a ignorar la idea que trataba de abrirse paso en su mente. La voz de Morpheus interrumpió sus pensamientos.
"Yo lo hice."
Trinity permaneció en silencio, con la vista fija en los ojos de Morpheus, buscando desesperadamente algo que decir, cualquier cosa que no fuera no, no, no no no. No.
"No." Las palabras se le atragantaron. "No."
No, por Dios. Estaba en el infierno. Sí, eso era. Las máquinas ya los habían aniquilado y ahora estaba en el infierno.
"Sabía que tú no lo creerías". Morpheus sonrió. "Y sé que me creerías si te dijera que no los maté. Pero lo hice. Yo los maté a todos."
Trinity le dio la espalda.
"¡No!"
"Locke fue el primero."
"¡Cállate!"
Perfecto. No sólo le decía que había matado a todas esas personas. También tendría que escuchar los detalles. La manera ideal de pasar sus últimas horas de vida.
"Siempre pensé que me resultaría difícil. matar a una persona en el mundo real", continuó Morpheus con voz calmada. "Pero con Locke fue fácil".
"No."
El infierno. Definitivamente era el infierno.
"Fue fácil. Sólo tuve que mirarlo a la cara e imaginarlo con Niobe. Lo imaginé tocándola y en ese momento quise matarlo. Ni siquiera sentí remordimientos cuando lo vi caer al suelo."
"Basta. No te creo ni una palabra".
"Con Niobe fue más difícil."
Trinity lo miró, luchando contra sus deseos de hacerlo callar a golpes.
"Cuando me abrió la puerta vi que estaba asustada. Confiaba en mí. Yo sabía que tenía que hacerlo, pero no podía. No con ella mirándome a los ojos." La voz de Morpheus tembló ligeramente antes de continuar. "Pero cuando me dio la espalda, supe exactamente qué hacer. Como una máquina. No sufrió, estoy seguro de eso."
"Sabes que creería cualquier cosa que me dijeras. Pero no que mataste a Niobe. Sé que nunca harías eso. Sé que la amabas."
"Por eso me alegré de hacerlo. Sabía que al menos, estando muerta, nunca sabría lo que yo sé. La maté para protegerla de la verdad".
"¿La verdad? ¿De qué verdad me hablas.? No, olvídalo. No quiero saberlo."
Le dio la espalda y se sentó en la cama. Después de unos minutos de silencio, Morpheus se aproximó y se sentó junto a ella. Trinity se desplazó hasta un extremo de la cama, alejándose de él todo lo que le era posible. Agradeció que la habitación estuviera casi a oscuras; al menos él no la vería llorar.
"Sabes que no te estoy mintiendo. Nunca te he mentido. Y no estoy loco. Lo que te estoy diciendo es la verdad, y si olvidas tu lealtad hacia mí y eres honesta contigo misma, lo verás."
"Te dije que no te creo."
Pero sí le creía. No sabía cómo, o por qué, pero estaba claro que Morpheus, su capitán, su amigo, era un asesino. El comandante tenía razón. El fracaso de su búsqueda lo había enloquecido.
"Sé que lo crees", continuó él. "Pero aún no sabes el por qué."
"No quiero saberlo. De todas maneras, dentro de unas horas no tendrá importancia."
Morpheus continuó como si no la hubiera escuchado.
"No le di razones a nadie. Simplemente los maté. Hice lo que tenía que hacer. Pero tú te mereces saber la verdad."
"Dije que no quiero saberlo. No me importa."
"Fui a ver al Oráculo."
"¡El Oráculo miente! Míranos si no, ¿qué otra prueba te hace falta?"
"No. Todo marcha bien. Todo sucede según está escrito."
Trinity tuvo que contenerse otra vez para no golpearlo. Se preguntó si en verdad estaba completamente loco o si simplemente se estaba burlando de ella.
"¿Ah, sí? Explícame entonces qué demonios está pasando. ¿Te dijo el Oráculo que salieras a matar personas? ¿Eso estaba escrito?", preguntó, furiosa.
"Sí."
"¿También está escrito que nos exterminen dentro de unas horas?"
"Sí. Y mi trabajo es asegurarme de que eso suceda. Por el bien de los humanos."
Continuará.
