¡Haré de tu vida un infierno!

--- Lo veía descansar, le habían dado una pócima para dormir sin soñar. No dejaba de observarlo, es un chico muy valiente. Se había enfrentado al innombrable. Vio a su mamá acomodándole la almohada, a un lado de la cama, preocupándose porque nadie disturbe su descanso. No se había dado cuenta que Bill la había estado observando, hasta que la llamó. ¿Quién mejor que Bill para poder hablar? Salieron de la enfermería.

No le sorprendió que Bill se haya dado cuenta, siempre había sido muy observador. Se dirigieron a los terrenos, y bajo la sombra de algunos árboles, hablaron. Le hizo dar cuenta que si se sentaba a esperarlo, le saldrían raíces; además, que era muy joven y bonita, como para estar vistiendo santos. Ella atinó a sonreír, y estuvo de acuerdo que durante los últimos años se había portado de una manera muy tonta.

Simplemente, él quería a otra, a Cho Chang. Decidió dejar a un lado ese tema, y seguir adelante. Total, pretendientes nunca le faltaron, varios chicos de Ravenclaw le hacían ojitos, mas ella no pensaba hacerles ni el mínimo caso. Pero el año siguiente sería distinto, sinceramente ya había tenido suficiente, y no estaba dispuesta a seguir aguantándoselas. Iba a darse una oportunidad ella misma.

En la estación de King Cross, lo vio por última vez como al chico que había visto durante todo el tiempo, como si fuese el único que existiera en su vida. Ahora sólo quería su amistad, eso sería más fácil de conseguir, ya que no necesitaba ruborizarse. Lo vio despedirse de sus amigos, sus inseparables amigos, y sonrió ya que ella pronto también sería una de ellos. Por lo general siempre le salía lo que se proponía. Y fue en ese momento cuando dio la vuelta a la página de su vida llamada Harry Potter. ---

-Srta Weasley, me está poniendo ud. atención? -preguntó el profesor Bins- ¿Pasa algo malo con ud?

-Si, profesor, no... me siento muy bien, cre...creo que iré a la enfermería- dijo fingiendo algún malestar.

-Pues vaya entonces, y que le den algo. Está interrumpiendo la concentración de la clase.

Ella hizo una mueca que sólo Luna y Colin pudieron ver, cogió su mochila y salió del aula, pero no fue a las enfermerías, sino, a la torre gryffindor. No le pesaba haber salido de clase, sólo faltaban diez minutos para acabar. Así que subió a su habitación y se echó en su cama. Se puso a reflexionar en lo que había estado pensando por la noche, y además por la mañana. Incluso Luna estaba más atenta que ella en la clase de Historia. --- Durante todo el año pasado, se estaba ganando su confianza, ahora quería ser su amiga. Lo logró, aunque no llegó a ser su mejor amiga, logró que él confiara en ella.. Y aunque tenía a veces un comportamiento irritante, estaba dispuesta a ayudarlo en lo que fuera, ya que gracias a él, su padre pudo salvarse. No le importó montarse en caballos invisibles, si era para ayudar a Sirius, quien era para Harry como un padre. Pero ¿realmente lo hacía porque quería ayudar a Sirius?... O acaso aún quedaba algo de la niña de 11 años en King Cross?

Entonces, si aún seguía con esa imagen de Harry... fue ese uno de los factores para terminar con Michael? Bueno, además de ser un idiota engreído... se fue con Cho a buscar consuelo. La verdad estaba mejor sin nadie, pero luego Ron tuvo que decirle que busque a alguien mejor... mejor... --- Bueno, en parte, Ron tiene razón... debería elegir a alguien mejor, y tanto él como yo sabemos a quien... Si tan sólo se fijara en mí un poco, quizás podría hacer...

-¿Hacerlo caer? -completó una voz dentro de su cabeza- ¿Y por qué no lo intentaste antes?

Es que él estaba embobado con Cho. No? - pensó haciendo una mueca

-Pero ya no existe una Cho en su cabeza, o sí?... además, siempre te sales con la tuya

No siempre, a él le gustaba Cho, no?

-Porque tú nunca te propusiste tomar el corazón de Harry, sino, ya lo tendrías, y tú lo sabes.

... tienes razón... yo nunca me propuse conquistarlo, simplemente lo esperaba...

-¿Lo ves?... pero ahora lo tienes, solito y a tu entera disposición Ginny... no me falles.

Oh, no lo haré, ya verás...

-Eso Ginny, sonríe, ¡diablos! Me gusta esa sonrisa maliciosa tuya...

Nuestra, querrás decir

-Como sea!... entonces, qué dices? ¿Haremos de su vida un tormento?

¡Haremos de su vida un infierno! Ahora conocerá a la verdadera Ginny Weasley

-Así se habla!... pero... cuando empezamos?

Mientras más pronto, mejor... tengo una idea, déjalo todo en mis manos.

Y salió corriendo a la biblioteca, era lunes, por lo cual estaba muy concurrida. Buscó entre algunos libros de encantamientos sencillos, y pidió uno de ellos para poder llevarlo a su cuarto. Cuando se dirigía a la salida, divisó en una de las mesas al trío. Ron estaba apoyado en su silla, tarareando una canción y mirando al techo; al contrario estaba Hermione, que tenía la nariz casi pegada a su pergamino, y su pluma no dejaba de moverse; y Harry, quien estaba apoyado a la mesa sobre sus codos con cara de aburrido. Pronto este divisó a Ginny y la saludó con la mano, sonriendo; ella por su lado le contestó con otra sonrisa, pero una diferente a la que siempre hacía, esta vez, le mandó una sonrisa coqueta y siguió su camino. No se dio la vuelta, ni se detuvo a ver la cara de sorpresa y confusión de Harry.

N/A: Orale!... esto ya se pone interesante... no se pierdan el próximo capítulo!!! Les prometo q el que sigue será maldito!