LA MALDICION DEL MEDALLON

Nota: le dedico este capitulo a mi amiga Misao-19... espero que te guste amiga.

Capitulo 11: ¿y vivieron felices?

Ya había pasado una semana desde que Aoshi logro terminar con la maldición, y se había convertido en el dueño legitimo de todos los tesoros que se encontraban dentro de la caverna de la isla maldita. Así como también se le había perdonado la vida al capitán Bruneaun por su gran ayuda que dio en esta misión. Razón por la cual Aoshi decidió darle una parte del tesoro ya que el decía que el también había roto la maldición junto con el.

Así Bruneaun regreso con los suyo a mar abierto con la promesa de dejar la piratería, en cuanto a los demás pues, todos se habían  dirigido al Aoiya en donde fueron recibidos por Okon, Omasu, Shiro, Kuro y Okina quienes se sorprendieron por la noticia del compromiso de Misao ya que todos ellos siempre habían pensado que Misao terminaría casándose con Aoshi. Pero al parecer el destino había hecho de la suyas.

Por otro lado con la llegada de todos, el Aoiya se había llenado de vida, ya que Sanosuke y Megumi había decidido casarse en ese lugar, lo mas pronto posible. Lo cual sorprendió a todos la ansiedad por parte de la pareja, pero pese a eso la boda de llevo a cabo y de este modo ambos se  convirtieron en marido y mujer.

Sin embargo a pesar de haberse casado, ambos decidieron permanecer en el Aoiya ya que querían ayudar y estar presentes en la boda de Misao y Soujiro la cual corría por cuenta de Aoshi como regalo de bodas para Misao.

Aun que para el eso significaba su propia muerte, cosa de la cual todos estaban consientes. En especial Kenshi quien se daba cuenta de cómo sufría su amigo, por lo que se dirigió al templo para hablar con el.

Kenshi: Aoshi

Aoshi: si

Kenshi: ¿puedo hablar contigo?

Pregunta Kenshi desde la entrada, por lo que Aoshi solo asentó con la cabeza, para después  invitarlo a pasar. Por su parte Kenshi camina hasta el para después sentarse enfrente del ex- Okashira.

Kenshi: dime Aoshi ¿estas seguro de lo que estas haciendo?

Aoshi: no se de que hablas

Kenshi: sabes muy bien a lo que me refiero... todos sabemos que tu y Misao siempre se han amado.

Aoshi: tanto que ahora se casara con otro hombre

Responde Aoshi con un tono frió y sin vida, mientras oculta sus ojos con su  cabello.

Kenshi: tu sabes que ese compromiso fue hecho por la desesperación de Misao para salvarte... Bruneaun te lo dijo ese día en que venciste a Marlon.

Comenta mientras mira seriamente a Aoshi quién no da ninguna señal.

Kenshi: Aoshi.. como amigo tuyo.. te sugiero que por primera ves en tu vida luches por Misao.. yo se que ella te ama..

Aoshi: si en verdad me amara no se casaría con Soujiro

Kenshi: ¡AOSHI!.. ENTIENDE ELLA LO HIZO PARA SALVARTE ¿QUE NO PUEDES COMPRENDER?

Mas en esta ocasión tampoco recibió respuesta por parte de su amigo, lo cual le daba pocas esperanzas a Kenshi, quien decidió no insistir mas por el momento por lo que decide irse, no sin antes darle un ultimo consejo a Aoshi.

Kenshi: Aoshi.. por favor no comentas el mismo error que yo estuve a punto de cometer.. recuerda... nuestro pasado ya esta escrito pero  nuestro futuro no.. y todos merecemos ser felices... ¿no crees?

Al terminar de decir estas palabras Kenshi se aleja del templo dejando a un ex –Okashira pensativo.

Aoshi: "todos merecemos ser felices.. ella lo hizo para salvarme"

Fueron las palabras que retumbaban en su mente al quedarse solo en el templo. Por  otro lado, la joven Okashira trataba de ocultar su tristeza lo mas posible y para evitar sospechas ella continuaba llevándole el te a Aoshi, para después continuar con  su entrenamiento en el cual ella trataba de gastar todas sus energías y sacar todos su enojo, tristeza, frustración por su destino.

Destino el cual no quería cumplir, sin embargo había dado su palabra y debía cumplirla como Okashira que es. Pero pese a eso, esa misma noche Misao no podía conciliar el sueño, por lo que prefirió irse a entrenar un poco, cercas del templo de oración ya que hay casi siempre estaba desolado por lo que no molestaría a nadie.

 De esta forma la chica sale a hurtadillas de la casa, hasta llegar al templo donde comienza a entrenar con sus kunais, destruyendo todo cuanto esta a su pasado, tratando de desquitar su ira y frustración, mas fue en ese instante cuando se percato que no estaba sola, por lo que de un movimiento rápido lanza una kunai en dirección a donde sintió esa presencia.

Misao: ¡SE QUE ESTAS HAY!

Grita mientras lanza una de sus kunais que se va a incrustar al árbol en donde esta la persona recargada y protegida por la oscuridad.

Misao: ¡será mejor que salga ahora, a menos que quiera que mi siguiente tiro encuentre refugio en su corazón!

Exclama mientras se prepara para su siguiente ataque, sin embargo se detiene al ver que la persona decide salir a la luz, dándole  una sorpresa al darse cuenta de que se trata de Aoshi.

Misao: Aoshi...

Fueron las únicas palabras que salieron en forma de susurro de sus labios al no poder creer lo que veían sus ojos.

Misao: ¿ que hace aquí?

Aoshi: lo mismo te pregunto

Misao: no podía dormir y usted?

Aoshi: te vi salir y te seguí

Responde en su tono frió, provocando nerviosismo en la joven.

Misao: este... no debería preocuparse por mi

Dice la chica mientras mira para bajo, cuando de pronto comienza a sentir como gotas de agua cae anunciando la llegada de la tormenta.

Aoshi: será mejor ir al templo antes de que arrecie la lluvia

Misao solo asiente con la cabeza para después seguirlo hasta el templo donde Aoshi siempre meditaba en busca de alivio para su alma; alivio que solo encontró en Misao.

Aoshi: ¿te encuentras bien?

Misao: si.. apenas nos dio tiempo de refugiarnos aquí antes que lloviera mas fuerte.

Comenta la chica mientras ve como la suave llovizna se había convertido en una tormenta.  Provocando de este modo el silencio entre ambos quienes estaban hundidos en sus pensamientos.

Por su parte Aoshi solo se dedicaba solo a contemplarla como si fuera la ultima rosa en el mundo y preguntándose ¿cómo podría vivir sin ella? Es mas ¿cómo podría verla junto a otro hombre que no es el? Eso le partía el corazón.

Por otro lado Misao se encontraba pelando contra ella misma, tratando de contenerse de no cometer una barbaridad, mas sus deseos eran muy grandes ya que deseaba, anhelaba, imploraba dentro de ella misma que Aoshi la volviese a abrazar, a besarla como aquella noche en la posada en la que descubrió que sus sentimientos eran correspondidos. Mas fue en ese instante en que la voz de Aoshi la regreso ala realidad.

Aoshi: ¿quieres entrenar con migo?

Misao al escuchar estas palabras se sorprendió, ya que pudo esperar cualquier otra pregunta menos esa. La cual la confundió un poco al no entender el por que de la reacción de Aoshi.

Misao: ¿esta seguro Aoshi sama?

Pregunta la joven con algo de inseguridad.

Aoshi: si, además dices que no tienes sueño, entonces seria bueno que entrenáramos un poco... ya que quizás esta sea la ultima vez que entrenemos juntos.

Responde en su tono serio y frió, conforme le da la espalda y se aleja de la joven para después tomar sus kodashis y prepararse para la pela. Por su parte Misao se encontraba un poco triste ante la indeferencia del chico de cabellos negros, ya que en verdad ella lo ama.

Misao: Aoshi ¿por qué haces esto?

Cuestiona nuevamente con dolor al ver al joven de ojos azules listo para el duelo.

Aoshi: ¡si en verdad quieres saberlo tienes que derrotarme!

Exclama al momento de atacar, mas Misao logra eludirlo con un salto, para darse cuenta que pese a lo que diga tendría que luchar contra el, por lo que cambia su actitud a una seria y fría como la de el, para después proseguir mientras saca sus kunais.

Misao: y si tu ganas?

Aoshi: tendrás que cumplirme un deseo

Misao:.. esta bien.. acepto

De esta forma da comienzo formalmente a la pelea entre Aoshi y Misao, dentro del templo. A primera instancia los dos se miran fijamente con sus miradas serias y frías, sin mostrar emoción alguna, cuando de pronto comienza el ataque. La primera persona por atacar es Misao con sus kunais, sin embargó Aoshi logra esquivarla y aprovecha ese momento para responderle, sin embargo Misao se  adelanta tomando una espada e interponiéndola entre las kodashis de Aoshi.

Obligándolo de esta forma a retroceder, mas de un momento a otro Aoshi pone mas fuerza en sus dos espadas aventando a Misao, pero pese a eso la joven logra caer de pie para después lanzarle nuevamente varias kunais, qué se van a incrustar a varias partes de la pared, ya que estas son desviadas de su trayectoria por las espadas de Aoshi.

Sin embargo en todo el trascurso de la pelea ninguno de los dos había cruzado palabra alguna, solo se miraban intensamente a los ojos, como si con sus miradas estuvieran manteniendo una conversación silenciosa.

O mejor dicho una confesión ya que aquello que había comenzado como una pelea se había convertido en un vals de solo dos personas en la pista y la unión de las dos espadas era como si fuera la unión de sus manos.

Por otro lado en el Aoiya una pareja que yacía en una de las habitaciones se encontraban preocupados por sus amigos.

Kaoru: Kenshi..

Kenshi: ¿si?

Kaoru: tu crees que Aoshi haga algo para evitar la boda?

Kenshi: no lo se Kaoru.. Aoshi aun no recapacita sobre lo sucedido

Responde mientras hace que Kaoru se recargué sobre el para después abrazarla por detrás y recargar su mentón en su hombro.

Kaoru: Misao diariamente trata de ocultar su tristeza sin embargo todos la conocemos muy bien y sabemos por lo que esta pasando y Soujiro..

No termina ya que en ese momento los truenos y relámpagos se hacen cada vez mas fuerte y frecuente en la tormenta, asustándola un poco por lo que Kenshi la abraza mas fuerte, para que se relaje.

Kenshi: Soujiro sabe que Misao ama a Aoshi

Kaoru: si es así, ¿por qué decide continuar con esta boda?

Kenshi: no lo se Kaoru, pero mañana iré a hablar con el... si eso te tranquiliza

Kaoru: gracias Kenshi

De esta forma Kaoru comienza a dormirse en los brazos de Kenshi mientras este aun se queda pensando un momento.

Kenshi: Soujiro... ¿por qué insistes en casarte con Misao?... tu sabes que ella no te ama.. ¿por qué quieres hacer la vida infeliz de ambos y de Aoshi?... lo único que causaras será un derramamiento innecesario de Sangre.

Fueron las ultimas palabras que cruzaron en su mente antes de caer rendido ante el sueño, junto con Kaoru, en tanto en el templo la pelea seguía su curso, en el cual ninguno de los dos se rendía y ninguno de los dos pronunciaba palabras, solo se miraban directamente a los ojos, mientras que sus espadas se cruzaban, hasta que en un momento esa pelea se había convertido en un vals en donde el silencio por fin se había roto.

Aoshi: ¿lo amas?

Cuestiona sigilosamente aprovechando la cercanía que se ocasiono al momento de cruzar nuevamente sus espadas. Ante lo cual Misao abrió grandemente sus ojos ante la sorpresa de su pregunta, ocasionando que aflojara su fuerza en la espada, la cual aprovecho Aoshi para aventarla lo mas lejos posible, para así poder proseguir.

Aoshi: ¿lo amas?

Pregunta nuevamente mientras se queda mirando seriamente ala joven quien termina negándolo con un movimiento de su cabeza.

Aoshi: si no lo amas ¿por te vas a casar con el?

Ante esta pregunta Misao se queda callada y solo desvía su mirada para un lado lo cual ocasiona el enojo de Aoshi quien lanza sus kodashi con gran fuerza contra la pared en donde se van a incrustar junto con las kunais de Misao. Ocasionándole de este modo temor a Misao, ya que jamás pensó que vería así al ex –Okashira.

Por su parte Aoshi al ver lo que acababa de hacer cierra sus puños y desvía su mirada, ya que el no tenia ninguna intención de perder de esa forma la paciencia.

Aoshi: lo siento

Murmuro para el asombro de Misao quien miraba a un Aoshi prepotente ante la perdida de su ser amado, fue en ese momento cuando la chica toma su mano, obligándolo a levantar su mirada.

Misao: por que le di mi palabra que me casaría con el, si el me ayudaba a rescatarte.

Aoshi: ¿por qué?

Misao: por que no quería perderte, además ellos no regresarían por ustedes, sus únicas ordenes fueron rescatarnos a Kaoru y a mi... y fue la única forma en que pudimos hacer que regresaran.

Esto ultimo lo dice en forma de susurro pero pese a eso el joven de ojos azul cielo logra escucharlo con claridad. Fue en ese instante cuando Misao se abalanza sobré el y lo abraza mientras oculta su rostro en el pecho de el, por su parte Aoshi responde el abrazo con fervor al saber que su joven Misao aun lo ama.

Aoshi: Misao..

Susurro el joven de cabellos negros, mas en ese instante Misao le acallo besándolo en los labios. Al principio fue un beso sencillo e inocente, pero con el pasar de los minutos este se hacía mas intenso y apasionado.

Fue en ese momento cuando Aoshi sintió un gran escalofrío recorrer su espalda debido al contacto con las manos de Misao, las cuales comenzaron a acariciarlo sobre su ropa. Obligándolo a perder el poco control que tenia el joven sobre sí.

Así Aoshi continuo besándola con pasión y deseo hasta comenzar a recorrer con su boca todo el rostro de la joven, mientras que con el peso de sus cuerpos ambos quedaron tendidos en el suelo.

Olvidándose de todo y de todos; inclusive olvidándose del compromiso de Misao con Soujiro. Dándole de este modo la libertad a sus almas que aclamaban por su verdadero amor.

Aoshi: ¡Te amo!

Exclamo el joven en forma de susurro en el oído de Misao, para después besar nuevamente esos labios de su mujer, su diosa, su musa,  la dueña de su alma, alma que fue sanada por esa frágil rosa, por la cual moriría mas de una ves para protegerla.

De este modo las manos del ex – Okashira fueron recorriendo la bella figura de Misao y con su pasar se fue deshaciendo de todo obstáculo que le impedía sentir su tersa piel. Hasta que por fin el atuendo de la joven se habría ante sus ojos mostrándole esa diosa que había sido prohibida para el, hasta en ese momento.

Aoshi no deseaba hacerle daño, por lo que estaba dispuesto a detenerse en cuanto ella lo pidiera, pese a que su otra parte le decía que no se detuviera que continuara, que debía hacerla suya, solamente suya y de nadie mas.

Por su parte Misao también había hecho de la suyas ya que con el pasar de sus manos se había desecho del ropaje de Aoshi, por lo que ambos terminaron completamente desnudos, hundidos en una pasión llena de amor y de deseo.

Aoshi: M... Mi... Misao

Apenas podía articular aquellas palabras, ya que su respiración se había agitado demasiado, ante el éxtasis que le producía su amada. Por lo que mejor había decido besarla y demostrarle cuando la amaba.

Al principio la beso en sus labios, para después ir bajando hasta llegar a su cuello, mientras que con una de sus manos continuaban con sus avances de caricias hasta detenerse en uno de sus pechos que acaricio con suaves movimientos.

Sintiendo de este modo la excitación de la joven, cosa que a su ves lo excitaba también, por lo que decidió bajar con sus pequeños y suaves besos hasta llegar a su pecho el cual no soltó hasta haberse saciado de ella, al principio solo lamió uno con delicadeza, mientras que con su mano acariciaba el otro, para después encontrarse succionado ambos, provocando que Misao soltara varios gemidos de placer al sentir los labios del chico sobre ella.

Por su parte Aoshi podía sentir como los gemidos de placer de ella aumentaban, por lo que decidió detenerse un poco para que ella recuperara energías, mientras tanto el contemplaba toda su inocencia, su calidez y ese rubor que yacía en sus mejillas.

Aoshi: "eres tan hermosa"

Se decía en su mente para si mismo, para después cerrar sus ojos al sentir el contacto de la mano de Misao en su rostro. Aoshi: ¿quieres que pare?

Cuestiona con un poco de temor ante la posible respuesta afirmativa por parte de la chica, quien solo respondió con un movimiento negativo de su cabeza dándole así la renovación a sus deseos de poseerla para el mismo.

El le sonrió tiernamente antes de besarla nuevamente con pasión, sintiendo el roce de sus caderas, hasta que el ex –Okashira no pudo aguantar mas y poco a poco comenzó a fundirse con su amada quien se aferraba a el.

Al principio Misao emitió un gemido de dolor el cual fue callado por el beso de Aoshi, pero poco a poco ese gemido de dolor se fue convirtiendo en gemidos de placer.

Misao: Aoshi.. te.. amo

Aoshi: y... yo a ti.. Misao..

Se confesaban entre beso y beso, mientras que la noche era testigo de la unificación de sus dos almas. Y la lluvia  era sus cómplice de amor al opacar los gemidos que ambos daban hasta que no pudieron mas y culminaron su unión eterna.

Ahora ambos yacían en el suelo, desnudos, recuperando el aliento; el con su cara hundida en los negros cabellos de Misao, oliendo esa fragancia que lo enloquecía, por su parte ella se encontraba acurrucada en los fuertes brazos de Aoshi.

Sintiendo dentro de ella una felicidad infinita ya que por fin ella le pertenecía a el, así como el le pertenecía a ella. Por un momento el silencio se hizo presente, ya que ninguno decía nada, ninguno se movía, solo permanecían el uno abrazado al otro, con los ojos cerrados, sonriendo satisfactoriamente.

Sin embargo ala mañana del día siguiente Misao aun permanecía dormida sobre el pecho de Aoshi quien la abrazaba posesivamente. Ya que ahora no estaba dispuesto a perderla, no después de la noche anterior. De esta forma ambos prevalecieron dormidos bajo las ropas que Aoshi había puesto sobre ellos para cubrirse del frió.

Cuando de pronto a lo lejos se escuchan unos pasos que se van acercando, provocando el despertar del chico. Quien de inmediato se levanta para después ponerse la parte de debajo de sus ropas, dejando la parte de arriba sobre Misao para que este la cubriera.

Sin embargo al ver que Misao aun se encontraba dormida y al escuchar como los pasos estaban ya mas cercas, el joven se dirige ala pared donde se encontraba todas las armas incrustadas, en señal de la pelea que hubo la noche anterior, de la cual toma sus kodashis, para después pararse enfrente de la puerta del templo, cubriendo con su cuerpo a Misao que yacía atrás de el.

Así el joven Oniwuabanshu espera a esa persona que no es otra que Soujiro quien había llegado al Aoiya en busca de Misao, pero al no encontrarla, supuso que le estaría sirviendo el te a Aoshi, pero jamás se imagino lo que encontraría ahí.

Soujiro: M.. Mi.. Misao

Solo su nombre pudo articular con dificultad debido a la sorpresa de encontrar a Aoshi parado enfrente de el, con el torso descubierto y con solo con la parte de abajo de su ropa puesta, mientras que atrás de dicho joven, yacía una Misao completamente desnuda bajo ciertas ropas que la cubrían.

Soujiro: ¡Aoshi Shinomori!... ¡Tu!

Grita el chico de cabellos castaños al darse cuenta de lo que había sucedido, para después señalar al ninja, mientras que sus ojos se llenaban de ira. Fue en ese momento cuando la joven comienza a despertarse por el grito de Soujiro.

Misao: ¡Soujiro!

Exclama la Okashira al darse cuenta de lo que estaba sucediendo mientras que se cubría con la parte superior de la ropa de Aoshi.

Soujiro: Misao.. ¿por qué?.. ¿por qué lo hiciste?

Misao: yo..

La joven de la larga cabellera negra no sabia que decir ante el descubrimiento de su pecado; pecado del cual esta dispuesta a recibir su castigo, sin embargo no se arrepentía de ello. Por su parte Soujiro trato de acercarse a ella, mas Aoshi se lo impidió interponiéndose en el camino, causando mas la ira del chico de cabellos castaños.

Soujiro: ¡Quítate!

Exclama mientras le da la seña con su brazo de que se mueva, sin embargo Aoshi no se mueve, solo se le queda mirando con la mirada seria y fría.

Soujiro: ¡MAS VALE QUE TE MUEVAS SHINOMORI.. SI NO QUIERES MORIR!

Grita al momento de sacar su espada, con la cual se prepara para atacar, mas en ese instante la joven Misao sale de la protección de su amante para después interponerse entre ambos.

Aoshi: ¡Misao!

Exclama en un susurro al ver como la chica se interpone entre los dos llevando solo el GI de el.

Soujiro: dime Misao.. Aoshi te... te sedujo?.. por que si es así yo..

Misao: nadie me sedujo Soujiro

Responde con firmeza mientras da la cara al chico que estaba por perder la poca gordura que tenía.

Soujiro: entonces tu.. y el..

Misao: si, nos entregamos... lo hicimos por que... ¡NOS AMAMOS!

Soujiro: ¿por qué Misao?

Misao: ¿qué acaso no lo entiendes Soujiro?... Yo jamás podría hacerte feliz y mucho menos sería feliz contigo.

Soujiro al escuchar estas palabras, se queda callado por un momento, meditando sobre la situación y tratando de calmarse un poco, mas no tardo cuando nuevamente hablo, pero con una voz mas seria y decidida.

Soujiro: de eso ya me doy cuenta, sin embargo en el barco te lo pregunte varias veces.. de que si estabas segura de lo que hacías y tu respondiste que si.

Misao: lo se

Soujiro: entonces sabes que a pesar de esto tu tendrás que cumplirme como Okashira que eres.

Misao: de eso estoy consiente.

Aoshi:  ¡yo me opongo!

Interviene decididamente, mientras toma del brazo a la chica para no dejarla ir.

Soujiro: tu no eres quien para impedir esa boda

Aoshi: ¡Soy tanto el tutor de Misao como su verdadero prometido!... por lo tanto puedo negarme e inclusive cancelar esa boda.

Soujiro: eso ya lo veremos

Al termino de estas palabras Soujiro se disponía atacar cuando de pronto una tercera voz se escucha en el lugar.

Voz: ¡Detente!

Soujiro: Kenshi..

Pronuncia el nombre del pelirrojo que yacía parado en la entrada del templo junto con Sanosuke y Kaoru.

Kenshi: Kaoru.. lleva a Misao contigo al Aoiya en este momento

Kaoru: si Kenshi

Misao: pero... yo...

Aoshi: Misao.. ve con Kaoru

Fue lo ultimo que dijo Aoshi en tono de orden, mientras que cruzaba miradas con Kenshi, por lo que a Misao no le quedo de otra que obedecer. Así las dos mujeres salen de templo dejando solamente a cuatro hombres dentro.

Kenshi: Soujiro..

Soujiro: ahórrate las palabras Himura.. ya se lo que me vas a decir.

Responde conforme guarda nuevamente su espada, para después dirigirse a la puerta, con el único fin de marcharse del lugar.

Sanosuke: entonces.. ¿qué nos dices al respecto?

Cuestiona Sanosuke deteniendo la salida del chico.

Soujiro: que pese a todo... la boda se llevara acabo

Fueron las ultimas palabras que dijo Soujiro antes de salir del templo, dejando a dos hombres preocupados por la situación y a uno quien comenzaba a maquinar un plan alternativo para detener esa boda.

De esta forma pasaron los días y pese a que varias veces Kenshi y los demás habían tratado de hablar con Soujiro; este parecía no entrar en razón, por lo que los preparativos siguieron su curso.

Por su parte Aoshi quien había tratado de buscar por todos los medios la forma de detener esa boda, había desaparecido dos días antes de esta, cosa que no se hizo extraño entre los que habitan el Aoiya, ya que todos pensaban que lo había hecho  por no querer hacer sufrir a Misao y a el. Así el tiempo siguió si curso hasta que llego ese día que todos temían, "el día de la boda".

Ese día todos se encontraban apurados, realizando los últimos detalles para la ceremonia, mientras que Okon, Kaoru y Megumi se encontraba ayudando a Misao a arreglarse.

Misao: "¿por que te fuiste?"... "¿por qué no me llevaste contigo?"

Se cuestiona en su mente la joven mientras mira el cielo por la ventana, pensando en su amado. Cuando Kaoru la saca de sus pensamientos.

Kaoru: ¿estas pensando en el?

Misao: ¡he!

Megumi: ¿que no lo ves?.. ¡esta mujer solo piensa en se témpano de hielo!

Exclama mientras termina de darle los últimos toques al maquillaje de Misao.

Megumi: ¡listo!... ¡quedaste hermosa Misao!... ¡Ni el mismo Aoshi te reconocería!

Kaoru: ¡Megumi!

Megumi: ¡UPS!.. lo siento

Kaoru: no te preocupes Misao se que el vendrá por ti.

Misao: ..

En eso alguien toca ala puerta

Kaoru: pase

Dice la joven, para después escuchar como la puerta se habré para darle paso al chico de cabellos castaños.

Kaoru: ¡Soujiro!... usted no debe estar aquí.

Soujiro: no se preocupen solo será un momento

Megumi: señor, pero ya casi es la hora y usted aun no esta arreglado.

Soujiro: he dicho que no se preocupen... ahora si nos permiten quisiera hablar con Misao un momento a sola

Al principio las dos mujeres dudaron en dejar a Misao con Soujiro, sin embargo al ver el rostro calmado de este, decidieron acceder a esta petición, saliendo de esta forma de la habitación y dejando de este modo ala pareja en un silencio que no se rompió hasta que Soujiro hablo.

Soujiro: Misao.. tu sabes cuanto te amo.. ¿no es cierto?

Misao: si.. tu mismo me dijiste tus sentimientos en la posada

Soujiro: es cierto.. pero quiero que sepas que a pesar de todo aun te sigo amando

Ante este comentario Misao no dice nada y solo permanece en silencio por lo que Soujiro continua.

Soujiro: es por eso.. que he decidido no casarme contigo

Misao: ¡¿qué!?

Soujiro: como lo oyes.. no me casare contigo, sin embargo he dado tu mano en matrimonio a una persona que en estos momentos espera por ti en la ceremonia.. por lo tanto quisiera pedirte que me permitieras entregarte a esa persona.

Misao: ¿lo dices en serio?

El joven solo asiente con la cabeza, mas en ese instante la chica se detiene a pensar un poco las cosas.

Misao: un momento.. dices que diste mi mano en matrimonio a otro a persona?

Soujiro: si

Misao: ¿CON QUE DERECHO TE ATREVES A HACER ESO?

Soujiro: con el derecho que tengo al momento de aceptar tu pacto en el barco.. o caso tu lo as olvidado?

Misao: dije que si me ayudabas.. yo me casaría contigo

Soujiro: así es.. por lo tanto era tu prometido y tu pasaste a estar bajo mi protección.... además se que con esta persona si serás feliz.

Misao: a que te refieres?

Soujiro: si te digiera.. ya no seria sorpresa

Misao: en ese caso me opongo

Soujiro: no puedes.. recuerda que me diste tu palabra de Okashira

Misao: ¡demonios!... pero... dime.. ¿quien es esa persona?... acaso es Aoshi?... no, no creo, el se fue hace dos días.

Soujiro: solo confía en mi quieres?

Así el chico le tiende la mano a Misao quien la toma al momento de decidir arriesgarse a seguir el juego con la esperanza de que esa persona fuera Aoshi, pero si en dado caso no fuera así, siempre quedaba el ultimo recurso el cual no era otro que el huir del lugar.

De esta forma ambos caminan en dirección al templo en donde ya todos los estaban esperando para la ceremonia. Por su parte Misao comenzaba a sentir el miedo y los nervios de la boda, mas por que no sabia con quien contraria nupcias.

Misao: "¡que sea Aoshi!"... "por favor Kami" "¡que sea Aoshi!"

Se dice en la mente mientras caminaba junto a Soujiro hasta llegar ala entrada del templo, lugar en donde se le había entregado a Aoshi, esa noche lluviosa, cosa de la cual se acordó la joven de cabellos negros.

Mas no pudo recordar todo ya que la voz del sacerdote la saco de sus pensamientos al llamarla a pasar al frente junto a su prometido quien ya se encontraba sentado de espaldas a ella.

Por lo que Misao reacciono levantando su mirada para después observar a toda la gente que se había reunido, fue entonces cuando la chica creyó ver a Aoshi entre la multitud, por lo que su corazón se acelero y junto sus manos en su pecho, cosa de la cual se percata Soujiro.

Soujiro: no temas.. todo saldrá bien

Le susurra el joven en un tono cálido y suave; para después darle un pequeño beso en su mano y así poderse retirar de su lado, ya que el camino que yacía enfrente lo debía de recorrer sola para después sentarse junto a su futuro esposo. Cosa que aterro a Misao quien comenzó a caminar muy lentamente.

Y con cada paso que daba, la joven recordaba todos aquellos bellos momentos que había tenido con Aoshi, así como aquellos que no lo eran tanto, mas estaban presente en sus pensamientos. Pero de todos ellos el que mas destaco fue aquel reciente suceso en el que ambos se habían unido en ese mismo templo ante la aprobación de la noche y su cómplice la lluvia. Mas su recuerdo finalizo al momento de llegar a su asiento. El cual tomo con los ojos cerrados por miedo a enfrentarse con una cruel realidad, mas en ese instante una voz conocida se escucho a lado suyo.

Voz: te esperaba

Susurro la voz, obligando ala joven a levantar su vista para después enfrentarse con aquellos ojos azul cielo, que tanto amaba.

Misao: A.. Aoshi..

Apenas pudo pronunciar su nombre ante el asombro de tener a esa persona a lado suyo, con la vestimenta tradicional de novio.  Quien además le sonreía tiernamente, trasmitiéndole una calidez que la reconfortaba y la llenaba de felicidad. Fue entonces cuando el sacerdote con un movimiento de su mano regreso a ambos jóvenes al presente, para después dar comienzo ala ceremonia.

Sacerdote: ¡Hermanos!.. ahora nos hemos reunido para unir a esta pareja en matrimonio.. por lo que daremos comienzo ala ceremonia.

De este modo la ceremonia siguió su curso terminando de unir aquellas almas que estaban destinadas a estar juntas, aquellas que con su amor fueron capaz de romper cualquier maldición y sanar cualquier herida....

FIN

Notas del autor:

Bueno amigos aquí termino con mi fic, el cual espero que les aya gustado. Y además quiero dar gracias a todas las personas que lo leyeron hasta el final, bueno sin mas preámbulos me despido.

atte.

Meikyo