Enamorados
Notas de la autora: ¡Muy Buenas tardes! ^-^ ¿Qué tal les pareció el capitulo anterior?... Muy Bueno o ... Muy Malo O_O? Bueno gracias por sus reviews, quiero agradecerles por haber entrado una vez más a mi fic, continúen con el capítulo 2! Y sólo me queda decirles que lo disfruten y que pasen una tarde agradable leyéndolo... ¡GRACIAS!
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Capítulo anterior: El capítulo anterior terminó en que Severus Snape había logrado lo que quería, sus deseos fueron concedidos, logró abusar de Hermione Granger, una de sus alumnas. Ella se encontraba en un estado no muy conciente, se encontraba ebria pero a pesar de ello sabía perfectamente lo que había sucedido. Snape huyó dejándola a orillas del lago con el vestido rasgado y su rostro se encontraba moreteado.
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Capítulo 2
En el salón de fiesta, Ginny y Enrique se encontraban un poco ebrios; ya cansados de tanto bailar tomaron asiento, tanto él como la chica estaban sudando y jadeando, era ya media noche cuando notificaron la ausencia de Hermione.
Ginny se levantó y muy extrañada por no encontrarla comenzó a buscarla por todo el salón, acompañada de Enrique.
-Es muy extraño, ¿dónde se habrá metido?
-Quién sabe...
Comenzaron a interrogar a muchas de las personas que habitaban el lugar pero nadie sabía nada sobre ella.
-Me preocupa su ausencia...
-¿y si salió de la fiesta? –preguntó el chico.
-¡Tienes razón! Busquémosla afuera...
-Espera un momento... Ahí está Draco Malfoy, quizás él sepa en dónde está, a fin de cuentas él era su pareja de baile ¿no es cierto?
-Tienes razón, vamos
Al acercársele al muchacho, notaron que éste estaba tan ebrio que ni cuenta se había dado de que Hermione no estaba con él y que era Parvati la que lo acompañaba.
Así que juntos salieron del salón y empezaron su búsqueda, al principio fueron a su recámara, luego al comedor, a la biblioteca, y a la sala común, y no la encontraron.
Hermione seguía acostada en las orillas del río, el agua rozaba su piel, su traje de gala estaba completamente destrozado, y su rostro estaba cubierto de lágrimas por lo sucedido. Ya más conciente, logró levantarse aunque sentía un dolor que no le permitía caminar derecha, fue caminando poco a poco hasta acercarse más a la entrada del lago; en ese instante Ginny y Enrique decidieron acercarse, para observar si por casualidad había ido a caminar un poco, pero al llegar la encontraron en el estado que cargaba y asustados por ello corrieron hacia la chica gritando con desesperación.
-¡¡Hermis!! ¡¡Herms!! ¡¿Qué pasó?! ... –gritó Ginny llorando con preocupación, mientras que la chica no hacía más que brotar lágrimas sin dar ninguna palabra de lo sucedido.
Enrique la llevó cargada hacia la enfermería y la acostó en una de las camillas. La doctora le dio un calmante debido a que no dejaba de llorar. Poco a poco se fue quedando dormida y así quedó hasta la mañana del día siguiente.
Ginny permaneció toda la noche junto a ella, no se atrevería a abandonar a su mejor amiga en esos momentos, y mucho menos sin saber qué era lo que le había sucedido.
A la mañana siguiente, Weasley se encontraba recostada de un sillón con una revista en mano y dormida profundamente. Hermione comenzó a despertarse y a la primera persona que vio fue a Ginny, sin recordar lo que había sucedido la noche anterior visualizó a la enfermera quien le dio una pastilla y preguntó sobre su estado.
-Bien... muchas gracias... –en ese momento, empezó a recordar, las escenas corrían por su cabeza, como rayo veloz, su corazón comenzaba a latir más y más fuerte debido al miedo que sentía, y por culpa de ése recuerdo entró en una crisis nerviosa la cual hizo que su amiga despertara con agitación, la doctora le dio nuevamente un calmante hasta que cayó dormida por segunda vez.
-¿No tiene ni la menor idea, de la razón de su comportamiento señorita Weasley?
-No... anoche ella se encontraba muy ebria, salió de las instalaciones de la fiesta y junto a Enrique la encontré a orillas del lago, llorando, y bueno... en el estado que usted la vio, la verdad no sé qué le pudo haber pasado y eso me preocupa...
-Le realizaré un chequeo, y buscaré la forma de averiguar lo sucedido, ¿está bien?, vaya a descansar... y vuelva más tarde.
-Pero... ¿no tiene nada grave?
-Con el chequeo lo sabré...
-Bueno, de verdad le agradezco mucho, sobre todo por atenderla a horas tan tardes por la noche.
-No se preocupe
-Gracias, adiós... vendré luego
La chica salió cerrando la puerta de la enfermería, caminaba cabizbaja con preocupación, en ese instante tropezó con Enrique quien iba directo a donde se encontraba Hermione con rapidez.
-Disculpa... –dijo la chica sin notificar quién era
-¡Ginny! –dijo el chico con ánimo
-¡Kike!... –dijo abrazándolo, el chico se asombró por su actitud, y sintió nervios por eso que ella había hecho. –Disculpa... es que...
-No importa, iba directo a ver a Hermione, ¿cómo está?
-Le van a hacer un chequeo, se despertó con una crisis de nervios, la verdad ando bien preocupada por ella, nunca había actuado de esa manera y...
-¿Y si en la fiesta la drogaron?
-Ay ni lo digas en broma, pero si en tal caso fue eso, ¿cómo explicas su rostro moreteado y el vestido rasgado?
-No lo sé
En ese instante Severus Snape iba caminando hacia la enfermería, pero en el camino se cruzó con estos dos chicos y se frenó para escuchar un poco lo que hablaban, logró oír que no tenían sospechas de lo que había pasado, y por eso siguió su camino, los saludó y entró en la enfermería.
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En la sala común estaban conversando muy a gusto Cho Chan, y Ron que andaba con su cabello teñido de verde.
-¿Supiste lo de Hermione?, se emborrachó como nunca, y se escapó de la fiesta, parece, bueno... escuché por ahí que anda en la enfermería quién sabe por qué
-¿En serio?... Vamos a verla
-¬¬u ¿estás loco?, ni loca me le paro en frente a esa idiota, es más, bien hecho todo lo que le pasó por baja novio... es una imbecil
-¿No será que tú le hiciste algo?
-Ron, anduve toda la fiesta contigo y Harry, que armaron un espectáculo magnifico de verdad, y no me les separé para nada, me enteré de todo eso fue hoy en la mañana porque fui a la enfermería ya que me dolía la cabeza un poco y no conozco hechizo para quitarme el maldito dolor, en fin, al entrar la vi ahí acostada con la cara destrozada, me contuve la risa no sé cómo, y pregunté, ya me conoces... –Ron sentía mucho deseo de ir a ver cómo se encontraba Hermione, la chica que fue su amiga durante sus primeros años en Hogwarts, y la que fue por vez primera su novia. Sin embargo no podía hacer otra cosa que apoyar a Cho, conociéndola más nunca le perdonaría el que él se haya interesado por Granger la persona que más odiaba, o... ¿envidiaba?...
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En la enfermería, Hermione continuaba durmiendo, la doctora aún no le había realizado el chequeo, siendo sábado por la mañana, el reloj marcando las diez treinta, se pudo escuchar la entrada de alguien al salón, ese alguien era el profesor Snape.
A pesar de que Hermione tenía el sueño muy ligero, y que cualquier mínimo ruido la podía despertar, sólo dio una vuelta por la camilla, cambiando de posición, gracias al calmante dado por la doctora no interrumpió su descanso.
La enfermera se encontraba en la parte de atrás del salón de la enfermería, escribiendo unas cosas a tinta, al parecer era algo sobre el chequeo que le realizaría dentro de unas horas a la chica, ésta tampoco se notificó de la entrada de Severus al cuarto.
Snape retiró las cortinas con disimulo para poder observar a Granger, se acercó a la camilla donde ésta reposaba, y la miró con recelo, dio un paso más y comenzó a acariciarle el rostro, y a pronunciar unas palabras que se oían como un balbuceo.
Hermione abrió sus ojos poco a poco, y al ver la "asquerosa" figura de ese hombre que se encontraba parado a su lado la hizo gritar fuertemente y comenzar a llorar nuevamente, la doctora al escuchar eso se agitó, se levantó de su asiento y salió disparada hacia ella; Severus no tuvo oportunidad de esconderse debido a que todo eso sucedió en un santiamén, lo que si logró fue separarse de ella un poco, la doctora lo observó y preguntó angustiada si sabía qué había provocado que volviera en crisis, mientras la inyectaba con un calmante, el hombre se pudo muy nervioso pero a pesar de ello, ¿quién podría sospechar de un hombre como él, que ha dado clases en Hogwarts durante largos años y que siempre a actuado con decencia y clase?... Se puede reflexionar que de las personas en quien más confías, son en las que menos debes confiar, la confianza es algo que nace después de un tiempo, y que sólo el mínimo por ciento de las personas que conoces son realmente lo que tú crees que son y es en ellas en que puedes depositar tu confianza, sin embargo cuesta mucho encontrar a esa clase de persona.
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Dos días después...
Hermione Granger había logrado calmarse después de lo que pasó, se encontraba en su recámara con su mejor amiga a su lado, la cual por más que intentaba que la chica le contara lo sucedido no lograba obtener ninguna respuesta al respecto.
Era día lunes por la mañana, decidieron bajar a tomar el desayuno, ya que faltaban pocas horas para entrar a la primera clase con la profesora Mcgonagall.
Todo el colegio de magia y hechicería se había notificado de que Granger había estado enfermería debido al alcohol, cada uno tenía su versión de la historia pero cabe decir que era obvio que ninguna acertaba.
Tomó asiento en el comedor y todos voltearon a observarla, lo cual la incomodó un poco pero no les prestó atención. De pronto se les acercó Cho Chan junto a Ron, ocuparon el asiento de al lado con groserías al que se encontraba sentado ahí, y comenzaron a mirar a Hermione.
-¡Ron! Tu cabello me encandila... No es por nada pero te luce horriblemente espantoso
-¿Quién te pidió tu opinión Weasley? –dijo Cho defendiendo a su amigo
-Qué, ¿ahora te metiste a defensora de menores? –Hermione soltó una pequeña risa, mientras que Cho miraba a Ginny con odio.
-No vine a discutir contigo enana –Ginny iba a responderle pero ésta subió su tono de voz para interrumpirla –vine para enterarme un poco más de lo que te pasó Hermis –dijo acariciándole el cabello – anda, sabes que soy tu amiga, ¿por qué no me relatas algo de tu historia?
-Deja de molestarla, por favor
-Ginny, no necesito que me defiendas, mira Cho, no tengo porque estarte contando nada a ti ni a nadie –dijo mirando a Ginny –ahora si me disculpan me retiro, con permiso –se levantó y empujó a Chan cuando pasó por su lado.
Cuando iba caminando hacia la biblioteca, para leer un poco, se encontró con el profesor de pociones que al parecer estaba detrás de ella en cada paso que daba, la chica notó su presencia e intentó escapar, para no dar que hablar, pero éste la detuvo colocando sus manos en los hombros de la chica.
-¡Suélteme!
-Granger, Granger, Granger...
-¡¿Qué quiere?!
-Me preguntas qué quiero, pues quiero que de tu cochina boca no salga ninguna palabra de lo sucedido, ¿está bien?, si alguien se llega a enterar –dijo acercándosele aún más – no te la vas a acabar niñita de quinta
-¡Suélteme! ¡Suélteme! Asqueroso... –dijo retirándose mientras que él sólo soltaba carcajadas
La chica corrió continuando su camino brotando lágrimas de dolor, cuando de pronto tropezó con la persona más inesperada.
-¿Qué te pasa Herms?
-¿Harry? –Era muy extraño que Harry anduviese en el colegio y aún más extraño el que se haya preocupado por ella. -¿Qué haces aquí? –preguntó limpiando sus lágrimas
-vine a ver como andaban las cosas por aquí y a ver a mis amigos –al pronunciar esas palabras Hermione se sintió peor.
-Ah... ¿sólo a eso?
-Bueno y porque el día de la fiesta, Adriana, la orientadora me dijo que necesitaba hablar conmigo
-¿la conoces?
-Es una historia muy larga... –vio su reloj, y se despidió de ella con un beso en la mejilla, y continuó con su camino al igual que ella.
Llegó a la biblioteca, cogió un libro y tomó asiento para empezar su lectura, quería liberarse de todos sus problemas con un buen libro, pero no resultó, tenía que contarle a alguien lo que había pasado pero temía a que nadie le creyera, era un testamento muy fuerte y sobre todo el que haya sido el profesor de pociones. ¿Qué podía hacer?, pensó en contarle a su mejor amiga, pero en ese instante interrumpió sus pensamientos y continuó con la lectura.
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En la enfermería, la doctora se encontraba observando el expediente de Hermione, mientras que esperaba a que el reloj marcara las tres treinta de la tarde y así observar cómo había resultado el chequeo. En ese instante las agujas del reloj marcaron la hora que tanto esperaba.
Tomó la hoja de datos en sus manos y comenzó a leerla, su impacto fue tan grande que tuvo que ingerir un calmante y descansar un poco para tranquilizarse.
Hermione cerró el libro que tenía en manos lo colocó en su lugar de la biblioteca, y salió de ella despidiéndose de el señor con un agradecimiento.
Llegó a la sala común, en donde Ginny, su mejor amiga, la recibió muy entusiasmada, algo que no se esperaba debido a la forma como había actuado horas antes, tomaron asientos juntas y establecieron una buena conversación.
Hermione le comentó a su amiga el encuentro que tuvo con Harry y la forma tan diferente que había actuado, resaltó las palabras fue muy dulce, con una bonita sonrisa.
-También me pasó algo horrible –dijo cambiando la sonrisa a una desagradable mueca que afirmada una incomodidad y a la vez un temor profundo.
-¿Qué te pasó?, ¿te encontraste con la pesadita de Cho?
-No, para nada, hubiera sido desagradable pero no tanto como... Snape
-¿Snape? ¿Qué pasa con él? ¿qué tiene que ver Snape con tu encuentro? –Al escuchar eso, cayó en cuenta de que había hablado de más, nunca debió pronunciar su nombre, se empezó a poner nerviosa, algo que Ginny notaba con facilidad debido a la cantidad de años que tenían conociéndose. –Herms, ¡dime! ¿Qué rayos te pasó? –dijo subiendo su tono de voz con preocupación.
-Na... Ginny... olvida, olvídalo, olvida todo lo que dije, ¿de acuerdo?
-¡NO! Hermione, cuentame qué te pasó amiga, dímelo...
-¡AY! No me molestes... –salió corriendo directo a su recámara con lágrimas en los ojos.
Ginny quedó muy extrañada y preocupada por su amiga, tenía que averiguar que le había pasado con el profesor de pociones, su actitud no era muy normal. Permaneció unos minutos más sentada en la sala común, pensando en tantos problemas, y decidió ir a hablar con la orientadora, a fin de cuentas era ella la mejor persona que le podía brindar ayuda, tanto a ella como a Hermione. Juntos podrían descifrar qué sucedía con exactitud.
Hermione no dejaba de sollozar por lo que había sucedido en la sala común, tenía deseos de contarle a Ginny toda la verdad, por lo menos tendría el apoyo de su mejor amiga, pero el recuerdo de la amenaza realizada por Snape, rodeaba y giraba en su cabeza sin detenerse, la angustia y desesperación la hacía pensar en lo peor.
En la enfermería, la doctora despertó, bebió un vaso con agua, se levantó de la camilla, y revisó nuevamente la hoja en donde salía los datos del chequeo realizado a la alumna de gryffindor: Hermione Granger.
La hoja afirmaba que la chica había sido violada.
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Notas de la autora: Bien... ¿qué tal?, espero que sigan con esta historia que cada día se está poniendo mejor.
No se olviden de dejar comentarios, pueden aportar ideas, de lo que deseen que suceda en "enamorados".
Y Continúen leyendo...
Próximo capitulo: ¿Se descubrirá el secreto que guarda Hermione?, ¿de qué forma ayudarán Adriana y Francisco a esta alumna?, ¿se enterará Dumbledore de la clase de maestro de pociones que tiene?, ¿Qué sucederá con esta alumna?, Descubre las respuestas a estas preguntas en los próximos capítulos de esta magnífica historia.
Fin
Beli Potter de Radcliffe
