Arwen Chan: Puede que ya lo hayas leído en harryargentino, donde uso el
nick de Claire, pero ese nick estaba cogido. Aviso: está reescrito.
Jeru: hice click en tu nombre, vi tu perfil y leí algunos ff. ¡son muy buenos! Creo que yo jamás sería capaz de escribir así. pero weno, qué va a hacérsele.
Kim Voltrex: es que cho es tonta, tonta de remate!!! La pequeña conversación de harry y cho en el review fue una mezcla entre mi imaginación y lo que me toca vivir cada día en clase con el compañero que se sienta detrás y su novia (ambos tan cortos que si los vieses, creerías que lo hacen adrede). Al menos él es buena persona (y sus ojos azules me dan una alegría de vez en cuando.). Pero a lo que vamos, a ver si mi inspiración vuelve y puedo publicar esto.
Este capítulo va dedicado a Arwen Chan, Jeru, y a Kim Voltrex, mis reviewadoras favoritas (porque sois las mejores y además las únicas).
Bueno, a quien lo lea, que lo disfrute. 1 besazo!!!
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Capítulo 2 Soledad Nocturna
Cuando Ron me dio la noticia fue como si mis esquemas (que había tardado bastante en construir) se cayesen a pedazos. Me senté en mi silla y me vi reflejada en la pantalla del ordenador apagado. Me recordé a Narciso, un personaje mitológico griego que se enamoró de su propia imagen. Todas mis frustraciones hasta el momento se habían centrado en mí misma. Ni siquiera en lo que podría sentir Draco había pensado yo. No es un ser sin sentimientos. Aunque no sepa si sufre por los demás o no, sí sé que siente celos y que a veces se siente inferior y que, por supuesto, puede sentir dolor físico. Mi mayor problema con la inminente batalla, hasta el momento, había sido el tener que perder a Draco. Y, la verdad, no sé por qué eso me duele tanto. Pero al fin y al cabo, aunque la relación que lleve con el no sea amorosa (es MUY ÍNTIMA, pero no amorosa), después de todo es mi confidente y mi apoyo desde hace años. Y eso cuenta. Pero el caso es que está lo que sienta él, y está mi sobrino. Hermione, aunque le gustaría luchar junto a todos, no va a exponerlo. Y Ron. él odiaría dejar sin padre a ese bebé. Pero se siente comprometido, y lo está. Como todos. No es el único auror casado, muchos más tienen esposa e hijos. Y quien no, tiene padres, hermanos y amigos. Y ahora (y sólo ahora, hasta aquí llega mi egoísmo) y no antes de entregar ese papel a Harry, he pensado en la cantidad de padres sobreviviendo a hijos, viudos, viudas huérfanos y huérfanas que habrá el domingo por la mañana.
¡Estúpida! - gruño.
¿Sentimientos de culpa? - pregunta Luna.
El suelo del despacho que compartimos es de baldosas blancas y negras, y las paredes tienen un horrible papel color beige. Muy soso. Hay dos escritorios de madera clara, con dos ordenadores muggles viejísmos, y varias plumas y pergaminos desperdigados a su alrededor. Y detrás de cada escritorio hay una butaca con ruedas color rojo oscuro, a juego con los marcos de un par de cuadros de arte modernista (coches muggles y escobas moviéndose juntos por una carretera, todo dibujado con trazos extraños). Casi se me había olvidado que Luna era mi amiga. Hace prácticamente un mes que no nos vemos sino aquí, y hablamos sólo de trabajo. Pero parece que ella ha comprendido mi ausencia. Ya casi se me había olvidado que Luna me comprende, que sabe más o menos lo que me pasa con sólo mirarme, que me conoce.
No debí averiguar tanto, ¿no crees? - la digo - Casi es peor el remedio que la enfermedad.
Tal vez a corto plazo. Pero piensa. tal vez dentro de veinte años se sigan sintiendo las huellas de la guerra. Pero, ¿qué hay dentro de cincuenta? Quien Tú Sabes es inmortal. La diferencia está en que dentro de medio siglo nos recuerden como héroes o tengan que seguir lidiando con él.
Eso es cierto. - susurro.
Hiciste bien. Has sido ética y honesta, y no puede haber paz en el mundo sin antes haber justicia y verdad. - dijo, como si se tratase de una política - Y si no pregúntales a mi hermana y a su ONG.
¿Ética? ¿Honesta? Si tú supieras.
Aún así, sólo he pensado en mí misma y.
Si solucionas tus propios problemas evitarás que los demás se preocupen en solucionártelos. La verdad, si fueses o te mostrases más feliz me quitarías un peso de encima. - argumentó Luna. - Y ¿cómo vas a solucionar tus problemas si no piensas en ellos?
Sonreí. Luna sabe cómo ponerme contenta.
Ahora, y quitando paños calientes, Luna. Tienes miedo, ¿verdad?
Mucho. - asintió ella. Hizo una pausa y, tras el silencio, continuó hablando como si nada - Neville, Matt y yo habíamos pensado en que podíamos quedar los cuatro mañana. Vamos al cine y luego tomamos un par de copas. ¿Te parece bien?
Admiro su buen humor. Es. es. uff. Yo no puedo tenerlo. El caso es que el par de copas incluye acabar tarde, incluso acabar por la mañana. ¿Y Draco qué? Pero por otra parte. Draco no es la única persona en mi vida. Me gustaría pasarlo bien con mis amigos antes de que. antes de que sea tarde.
Mañana es martes, y te recuerdo que el miércoles trabajamos. Me parece bien que vayamos al cine, pero lo de las copas ya veremos. ¿Ok?
Porfa.
Lo pensaré, ya veremos.
¡Ginny! ¡Tú siempre tan aburrida. - ironizó ella.
* * *
Esta tarde me he presentado en casa de Ron y Hermione con un sonajero de colorines y una botella de vino (y un botellín de naranjada), tan sonriente como si fuese Heidi y hubiese regresado a la montaña después de siglos en la ciudad. Vamos, sólo me faltó dar brincos y llamar a Pedro y al abuelito. Pero si lo hice, supongo que fue por animar. A ellos y a mí. Hemos hecho de todo. Primero se hacían los serios (como pasa siempre) y el matrimonio maduro y feliz. Pero no llegan a los veintiseis años. Vamos, que se pusieron a discutir. Ronnie y yo bebimos el vino y Hermione la naranjada mientras jugábamos al monopoly y al trivial. Herms contra Ron y yo, y nos ganó, vale, lo reconozco. Después, y a petición mía, jugamos al twister. Estuve veinte minutos en posición de hacer el puente, pero con un pie en una punta y el otro en la otra, y sin una mano. Y Roncito no se colocaba bien, y Hermione decía que no giraba la ruleta hasta que Ron no se colocase y jugase bien. Al final me caí de culo y se acabó el twister. Por casualidad, encendí la tele. Hermione se marchó (no he sabido a dónde hasta ahora) y Ron me explicó de qué iba la serie a la que se había enganchado. Curiosos estos objetos muggles. Pero jamás imaginaría que Ron acabase viendo semejante culebrón. Hermione ha aparecido por la puerta.
Te quedas a cenar, ¿no?
Miro mi reloj. Llevo el muggle derecha en la y el mágico a la izquierda, y especifico que miré el muggle (que se limita a darte la hora) porque el mágico es un cabrón. Las once y media. ¡¡¡Es tardísimo!!! .Draco.
No, no Hermione. Ya me iba. - y me desaparecí, mientras la oía gritar "No, Gin, no es problema. Quédate."
Pasé por mi casa y en un segundo cogí un pijama. Volví a girar mi varita. Aparecí otra vez en aquella habitación sucia y fría. . y vacía. Demonios, se supone que él debía estar ya allí. Me desvestí y me puse el camisón (ahora me iba a congelar, eso me pasa por llegar tarde a todas partes). Me tendí en la cama y comencé a revisar papeles (trabajo atrasado), aunque realmente lo que hice fue empezar a comerme el coco mientras mi estómago reclamaba su ración de cena diaria. ¡Qué hambre! ¡Y qué quejicas somos los habitantes de los países desarrollados! Pero volviendo al tema, ¿qué demonios hago yo con Draco y qué siento por él? Justo en ese momento aparece él. Con el cabello revuelto y su habitual sonrisa sarcástica. Sonrío al verlo. No sé por qué sonrío como una tonta, y mucho menos si estoy de todo menos contenta.
Hola. - susurro, mientras me levanto y lo beso.
* * *
Me aparezco en casa, en mi habitación. Automáticamente, deshago la cama adrede. Hace tiempo que Voldemort envía por las mañanas a sus propios elfos domésticos a casa de todos los mortífagos. Nos quiere controlados. No me gustaría imaginarme lo que ocurriría si alguien se enterase de que me acuesto con la Weasley. Probablemente me torturarían a mí y después a ella, y me harían darles toda la información que me he callado. Cabrones. Siempre relacioné el apellido familiar con el honor y la nobleza y ahora me parece todo lo contrario. Sin duda, los Malfoy son los mejores. Pero la cuestión es, si somos los mejores, ¿qué demonios hacemos huyendo de los aurores y sirviendo a Voldemort? Un Malfoy no debería servir ni a Voldemort ni a nadie, solo debería ser servido, eso para empezar. Luego está la tortura. Con el tiempo, los muggles me han dado pena. ¿Cómo demonios se puede vivir sin magia? Ginny me dice que eso para ellos no es problema pero, a decir verdad, lo dudo. A mí no me parece ni noble ni nada por el estilo pelear con alguien que es más débil que tú. En cambio, Potter ha estudiado magia. No me importaría echarle unas cuantas cruciatus a ver si su sonrisa estúpida permanece en esa cara. Me aparezco en el centro de reuniones, donde están Blaise y Pansy, dándose el lote. Cuando Pansy comprendió que yo no la iba a hacer caso (conste que yo se lo dije alto y claro), no le faltó tiempo para liarse con mi mejor amigo. Ella se volvió:
-¿No nos vas a decir que nos busquemos un hotel, Draco? - la muy zorra se creía que se me había adelantado, y se sonreía.
-Yo no repito tópicos. - me pasé la mano por el pelo y sonreí de la manera que siempre le hacía morderse el labio y temblar - Pero deberíais dejaros respirar, así Blaise podría hablar y a ti se te quitaría lo blanco de la cara. ¿No crees, Pansy?
Efectivamente, se mordió el labio y se sentó frente a Blaise, en lugar de encima de él.
-¿Celoso, Draco?
-Asqueado. - dije.
Jeru: hice click en tu nombre, vi tu perfil y leí algunos ff. ¡son muy buenos! Creo que yo jamás sería capaz de escribir así. pero weno, qué va a hacérsele.
Kim Voltrex: es que cho es tonta, tonta de remate!!! La pequeña conversación de harry y cho en el review fue una mezcla entre mi imaginación y lo que me toca vivir cada día en clase con el compañero que se sienta detrás y su novia (ambos tan cortos que si los vieses, creerías que lo hacen adrede). Al menos él es buena persona (y sus ojos azules me dan una alegría de vez en cuando.). Pero a lo que vamos, a ver si mi inspiración vuelve y puedo publicar esto.
Este capítulo va dedicado a Arwen Chan, Jeru, y a Kim Voltrex, mis reviewadoras favoritas (porque sois las mejores y además las únicas).
Bueno, a quien lo lea, que lo disfrute. 1 besazo!!!
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Capítulo 2 Soledad Nocturna
Cuando Ron me dio la noticia fue como si mis esquemas (que había tardado bastante en construir) se cayesen a pedazos. Me senté en mi silla y me vi reflejada en la pantalla del ordenador apagado. Me recordé a Narciso, un personaje mitológico griego que se enamoró de su propia imagen. Todas mis frustraciones hasta el momento se habían centrado en mí misma. Ni siquiera en lo que podría sentir Draco había pensado yo. No es un ser sin sentimientos. Aunque no sepa si sufre por los demás o no, sí sé que siente celos y que a veces se siente inferior y que, por supuesto, puede sentir dolor físico. Mi mayor problema con la inminente batalla, hasta el momento, había sido el tener que perder a Draco. Y, la verdad, no sé por qué eso me duele tanto. Pero al fin y al cabo, aunque la relación que lleve con el no sea amorosa (es MUY ÍNTIMA, pero no amorosa), después de todo es mi confidente y mi apoyo desde hace años. Y eso cuenta. Pero el caso es que está lo que sienta él, y está mi sobrino. Hermione, aunque le gustaría luchar junto a todos, no va a exponerlo. Y Ron. él odiaría dejar sin padre a ese bebé. Pero se siente comprometido, y lo está. Como todos. No es el único auror casado, muchos más tienen esposa e hijos. Y quien no, tiene padres, hermanos y amigos. Y ahora (y sólo ahora, hasta aquí llega mi egoísmo) y no antes de entregar ese papel a Harry, he pensado en la cantidad de padres sobreviviendo a hijos, viudos, viudas huérfanos y huérfanas que habrá el domingo por la mañana.
¡Estúpida! - gruño.
¿Sentimientos de culpa? - pregunta Luna.
El suelo del despacho que compartimos es de baldosas blancas y negras, y las paredes tienen un horrible papel color beige. Muy soso. Hay dos escritorios de madera clara, con dos ordenadores muggles viejísmos, y varias plumas y pergaminos desperdigados a su alrededor. Y detrás de cada escritorio hay una butaca con ruedas color rojo oscuro, a juego con los marcos de un par de cuadros de arte modernista (coches muggles y escobas moviéndose juntos por una carretera, todo dibujado con trazos extraños). Casi se me había olvidado que Luna era mi amiga. Hace prácticamente un mes que no nos vemos sino aquí, y hablamos sólo de trabajo. Pero parece que ella ha comprendido mi ausencia. Ya casi se me había olvidado que Luna me comprende, que sabe más o menos lo que me pasa con sólo mirarme, que me conoce.
No debí averiguar tanto, ¿no crees? - la digo - Casi es peor el remedio que la enfermedad.
Tal vez a corto plazo. Pero piensa. tal vez dentro de veinte años se sigan sintiendo las huellas de la guerra. Pero, ¿qué hay dentro de cincuenta? Quien Tú Sabes es inmortal. La diferencia está en que dentro de medio siglo nos recuerden como héroes o tengan que seguir lidiando con él.
Eso es cierto. - susurro.
Hiciste bien. Has sido ética y honesta, y no puede haber paz en el mundo sin antes haber justicia y verdad. - dijo, como si se tratase de una política - Y si no pregúntales a mi hermana y a su ONG.
¿Ética? ¿Honesta? Si tú supieras.
Aún así, sólo he pensado en mí misma y.
Si solucionas tus propios problemas evitarás que los demás se preocupen en solucionártelos. La verdad, si fueses o te mostrases más feliz me quitarías un peso de encima. - argumentó Luna. - Y ¿cómo vas a solucionar tus problemas si no piensas en ellos?
Sonreí. Luna sabe cómo ponerme contenta.
Ahora, y quitando paños calientes, Luna. Tienes miedo, ¿verdad?
Mucho. - asintió ella. Hizo una pausa y, tras el silencio, continuó hablando como si nada - Neville, Matt y yo habíamos pensado en que podíamos quedar los cuatro mañana. Vamos al cine y luego tomamos un par de copas. ¿Te parece bien?
Admiro su buen humor. Es. es. uff. Yo no puedo tenerlo. El caso es que el par de copas incluye acabar tarde, incluso acabar por la mañana. ¿Y Draco qué? Pero por otra parte. Draco no es la única persona en mi vida. Me gustaría pasarlo bien con mis amigos antes de que. antes de que sea tarde.
Mañana es martes, y te recuerdo que el miércoles trabajamos. Me parece bien que vayamos al cine, pero lo de las copas ya veremos. ¿Ok?
Porfa.
Lo pensaré, ya veremos.
¡Ginny! ¡Tú siempre tan aburrida. - ironizó ella.
* * *
Esta tarde me he presentado en casa de Ron y Hermione con un sonajero de colorines y una botella de vino (y un botellín de naranjada), tan sonriente como si fuese Heidi y hubiese regresado a la montaña después de siglos en la ciudad. Vamos, sólo me faltó dar brincos y llamar a Pedro y al abuelito. Pero si lo hice, supongo que fue por animar. A ellos y a mí. Hemos hecho de todo. Primero se hacían los serios (como pasa siempre) y el matrimonio maduro y feliz. Pero no llegan a los veintiseis años. Vamos, que se pusieron a discutir. Ronnie y yo bebimos el vino y Hermione la naranjada mientras jugábamos al monopoly y al trivial. Herms contra Ron y yo, y nos ganó, vale, lo reconozco. Después, y a petición mía, jugamos al twister. Estuve veinte minutos en posición de hacer el puente, pero con un pie en una punta y el otro en la otra, y sin una mano. Y Roncito no se colocaba bien, y Hermione decía que no giraba la ruleta hasta que Ron no se colocase y jugase bien. Al final me caí de culo y se acabó el twister. Por casualidad, encendí la tele. Hermione se marchó (no he sabido a dónde hasta ahora) y Ron me explicó de qué iba la serie a la que se había enganchado. Curiosos estos objetos muggles. Pero jamás imaginaría que Ron acabase viendo semejante culebrón. Hermione ha aparecido por la puerta.
Te quedas a cenar, ¿no?
Miro mi reloj. Llevo el muggle derecha en la y el mágico a la izquierda, y especifico que miré el muggle (que se limita a darte la hora) porque el mágico es un cabrón. Las once y media. ¡¡¡Es tardísimo!!! .Draco.
No, no Hermione. Ya me iba. - y me desaparecí, mientras la oía gritar "No, Gin, no es problema. Quédate."
Pasé por mi casa y en un segundo cogí un pijama. Volví a girar mi varita. Aparecí otra vez en aquella habitación sucia y fría. . y vacía. Demonios, se supone que él debía estar ya allí. Me desvestí y me puse el camisón (ahora me iba a congelar, eso me pasa por llegar tarde a todas partes). Me tendí en la cama y comencé a revisar papeles (trabajo atrasado), aunque realmente lo que hice fue empezar a comerme el coco mientras mi estómago reclamaba su ración de cena diaria. ¡Qué hambre! ¡Y qué quejicas somos los habitantes de los países desarrollados! Pero volviendo al tema, ¿qué demonios hago yo con Draco y qué siento por él? Justo en ese momento aparece él. Con el cabello revuelto y su habitual sonrisa sarcástica. Sonrío al verlo. No sé por qué sonrío como una tonta, y mucho menos si estoy de todo menos contenta.
Hola. - susurro, mientras me levanto y lo beso.
* * *
Me aparezco en casa, en mi habitación. Automáticamente, deshago la cama adrede. Hace tiempo que Voldemort envía por las mañanas a sus propios elfos domésticos a casa de todos los mortífagos. Nos quiere controlados. No me gustaría imaginarme lo que ocurriría si alguien se enterase de que me acuesto con la Weasley. Probablemente me torturarían a mí y después a ella, y me harían darles toda la información que me he callado. Cabrones. Siempre relacioné el apellido familiar con el honor y la nobleza y ahora me parece todo lo contrario. Sin duda, los Malfoy son los mejores. Pero la cuestión es, si somos los mejores, ¿qué demonios hacemos huyendo de los aurores y sirviendo a Voldemort? Un Malfoy no debería servir ni a Voldemort ni a nadie, solo debería ser servido, eso para empezar. Luego está la tortura. Con el tiempo, los muggles me han dado pena. ¿Cómo demonios se puede vivir sin magia? Ginny me dice que eso para ellos no es problema pero, a decir verdad, lo dudo. A mí no me parece ni noble ni nada por el estilo pelear con alguien que es más débil que tú. En cambio, Potter ha estudiado magia. No me importaría echarle unas cuantas cruciatus a ver si su sonrisa estúpida permanece en esa cara. Me aparezco en el centro de reuniones, donde están Blaise y Pansy, dándose el lote. Cuando Pansy comprendió que yo no la iba a hacer caso (conste que yo se lo dije alto y claro), no le faltó tiempo para liarse con mi mejor amigo. Ella se volvió:
-¿No nos vas a decir que nos busquemos un hotel, Draco? - la muy zorra se creía que se me había adelantado, y se sonreía.
-Yo no repito tópicos. - me pasé la mano por el pelo y sonreí de la manera que siempre le hacía morderse el labio y temblar - Pero deberíais dejaros respirar, así Blaise podría hablar y a ti se te quitaría lo blanco de la cara. ¿No crees, Pansy?
Efectivamente, se mordió el labio y se sentó frente a Blaise, en lugar de encima de él.
-¿Celoso, Draco?
-Asqueado. - dije.
