Hola! Perdónenme si tardé mucho, es que la @#¬&$*! de Lassie nos llenó de tarea (18 ejercicios con el Teorema de Pitágoras, nooooooo!) y me pasé todo el jueves (gracias a Dios, fue feriado por el patrono de mi ciudad) haciendo esa tarea MÁS toda la que nos dejó Mussy, la profe de lengua (una solterona que es alta y delgada como un fideo fino). Pero aparte de eso, fue todo bien, lástima que mañana (lunes 19) tengo prueba de Matemática... la que Lassie se olvidó el miércoles. Bueno, mejor dejo de deprimir y las dejo con el...  

Capítulo 7: Una piedra en el camino

– ¡Llegamos a Ciudad Espejo!

– ¡Yuupi!

Por fin habían llegado a destino. Después de caminar muchísimo y haber tenido ciertos "problemas" con unos Numemons babosos para los cuales Nadia e Izumi eran muy lindas, habían encontrado un Trailmon, quien no tuvo ningún problema en llevarlos hasta la estación de Ciudad Espejo. En el poco tiempo que se llevaba con ellos, Nadia se había hecho muy buena amiga de todos los elegidos. Para la chica, Tomoki era una especie de "hermanito menor"; Izumi, "Camila" del grupo (debido a su parecido con una compañera llamada Camila, una chica histérica y malpensada pero que era muy buena persona); Jumpei, el loko de los RPG's; Takuya el "Google-boy" y jefe de grupo; y Kouji, el impenetrable lobo solitario. Patunguis era para Nadia y Tomoki la mascotita, ya que los dos chicos lo querían muchísimo y por igual. ¿Bokomon y Neemon? Bueno, Bokomon era el sabe-lo-todo; y Neemon... el curioso metido, pero metido bueno al fin.

Sin embargo, Kouji cada día se sentía más confundido cuando Nadia le hablaba o se le acercaba. Sentía una sensación rara, como si le ardiera su cara cuando la veía; mas él no se daba cuenta de que sus sentimientos era mucho más profundos de lo que imaginaba.

Nadia, por su parte, se percataba de la angustia del chico. Se había prometido hacer sentir bien a todos, y Kouji no sería la excepción. El chico era su blanco preferido de bromas y comentarios graciosos, pero aún así Kouji no salía de su ensimismamiento diario. Entre las "bromitas" que Nadia le había hecho figuraban: tirarle una montaña de hojas secas, esconderle su tan preciado pañuelo azul con rayas marrones, hacerle (con ayuda de Tomoki, Patamon y Neemon) cosquillas con plumas suaves en la nariz mientras dormía a la noche, contarle anécdotas muy graciosas del colegio y personales (por supuesto, personales que le pudieras decir a un chico), seguir llamándole "Kou", y (una de las mejores) ponerle una lombriz en la cabeza. En la ocasión del pañuelo Kouji revolvió medio campamento como si fuera un murciélago enorme, silencioso y de color azul; hasta que le preguntó a Nadia si lo había visto. Su manera de contestar (¡sí, capaz que lo vi!), acompañada de una sonrisa picarona enorme y un tono en el que parecía a punto de estallar de la risa le hicieron descubrir a Kouji que ella era la culpable de más de uno de sus "accidentes".

Pero mejor volamos a la acción. Ciudad Espejo era un pueblito muy lindo, donde los chicos aprovecharon para descansar. Justo Takuya comentó que había descubierto una cancha de fútbol, pero ninguno le prestó atención. Después de recorrer con Tomoki y Patunguis el lugar, Nadia encontró algo que llamó su atención.

– ¡Tomoki! ¡Una computadora!–dijo la chica con alegría.

– ¡Wow! Honto?–respondió Tomoki. La chica asintió y fueron corriendo hacia ella, acompañados por Patungis.

–Oh, oh. ¡No puedo prenderla!–dijo la chica, apenada.

– ¿Puedo?–dijo Tomoki. –El chico hizo algo y pudo encenderla.

– ¡Yuuuupi! ¡Sos un k-po total!

– ¿Qué hacen aquí?–preguntó Kouji, entrando de repente en el lugar.

–Mirando la compu, Kou–respondió Nadia.

Sou da ne, Kou honi-chan!–dijo Tomoki.

– ¿Porqué no hacen algo más interesante?–le preguntó Kouji. Esto hizo enojar muchísimo a Nadia.

– ¿Cómo qué? Prefiero esto a estar vigilando a todos, grandísimo murciélago malhumorado.

–Aquí el único murciélago eres TÚ, que nunca me dejas en paz, metiéndote en lo que no te incumbe–respondió Kouji de verdadero mal talante.

–Ah, ¡si supieras porqué lo hago!

– ¡No me importa porqué lo hagas! ¡Déjame en paz!–le espetó Kouji. Eso fue suficiente para la sensible chica.

–Está bien. Si tanto querés que me vaya... ¡me voy! ¡Y NO INTENTES ENCONTRARME, MINAMOTO!–Le dijo ella, pasando como una bala delante de Kouji, con lágrimas en sus ojos.

***

–La heriste.

Ese fue el veredicto de Izumi. Kouji había vuelto bastante triste con Tomoki y Patamon a reunirse con los demás. Takuya no entendía nada de nada, pero Izumi fue categórica.

–No entiendo. ¿Porqué la herí?–preguntó.

–Es obvio. Ella se esfuerza para hacerte reír, y vos la tratás así... así cualquiera se pone mal–explicó Patamon, a quien se le había pegado la manera de hablar de la chica. Kouji se quedó de piedra cuando oyó eso.

–Voy a buscarla–les espetó, todavía con Patamon en su cabeza. –Patamon, ¡FUERA DE MI CABEZA!

"¿Así que por eso me molestabas tanto? Todas esas bromas... ¿fueron para hacerme feliz? ¿Te molestaste tanto para que yo sonriera? ¡Dios! ¿¡Porqué no pienso antes de decir algo!? Ahora podríamos estar juntos, podría estar disfrutando de tus chistes, podría estar disfrutando de tu alegría, de tu increíble manera de ser... ¡Nunca, nunca más permitiré que alguien te lastime! No importa que sea yo o cualquier otro, yo nunca te dejaré sola de vuelta."

Mientras tanto, Nadia lloraba bajo un hermoso árbol de flores rosadas.

"¿Porqué me molesté tanto en hacerlo sonreír? Ahora ya no me importa, no entiendo porqué lo hice, si yo no significo nada para él. ¡Nunca lo voy a entender! ¿Acaso no se da cuenta que yo hice todo eso para que dejara de estar tan deprimido? No, porque no le importa porqué lo hice, no le importa que yo me haya lastimado tantas veces para hacerlo sonreír..."La chica sollozó y unas lágrimas cayeron al suelo. "¿Porqué gasté mis energías en algo tan tonto como hacerlo reír? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Si nunca le va a importar? Si a él no le importa si hiere a alguien que quiere ayudarlo... ¡Tendría que haberme imaginado que no tiene corazón! ¡¿Por qué tuve que encontrar esas dos palabras?! ¿Por qué se cruzaron en mi mente esas dos palabras?"

– ¡Nadilius!

– ¿Patamon?–murmuró la chica, todavía con la cabeza enterrada en sus brazos.

Daijobu?–preguntó el Digimon en japonés. La chica negó con su cabeza.

–No entiendo. No lo entiendo.

– ¿A Kou?

–No entendiendo cómo pude pensar que yo era alguien importante para él. ¿Porqué pensé esa tontería?–murmuró la chica.

–Estás equivocada. Kou te está buscando como un loco por toda Ciudad Espejo. ¡Está desesperado!–le dijo el pequeño Patunguis.

–Si yo fuera algo para él, seguro que no me habría hecho esto–dijo ella.

–Vamos, Kou va a estar feliz de verte. –Le respondió Patamon.

– ¿Mi pequeña portadora está triste?–dijo una voz.

–Sí–le contestó Nadia a su D-Scanner– Pero no creo que puedas entenderme.

–A mi creadora le pasaba lo mismo. Ella era una Digimon muy sensible, no soportaba que la lastimaran. Entonces la luz le pidió perdón y ella estuvo a su lado para siempre.

–No sabía que tu creadora fuera un Digimon–murmuró la chica.

–No te preocupes, a ti también te busca la luz. No es bueno que te hundas en la depresión, en especial si te buscan las tinieblas...

–Es verdad, muchas gracias–dijo Nadia– Me hiciste sentir mejor.

Entonces un rayo de luz salió del árbol y fue directo a su D-Scanner.

Instalando "Plug-in". 20%.

– ¿Qué pasa?–preguntó Patunguis

– ¿"Plug-in"?

Traductor Japonés-Español: 50% y aumentando.

– ¿Traductor?–murmuró Patunguis.

90%. Instalando dispositivo.

– ¿Dispositivo?–murmuró Nadia. En ese momento una luz envolvió a la chica y cuando se fue, la jovencita tenía puestos una especie de auriculares rosa y azul.

Descarga completa.

Patunguis y Nadia se miraron sorprendidos. La chica todavía tenía rastros de lágrimas, pero no lloraba más.

–Nadilius, ¿vamos a buscar a Kou?–preguntó Patunguis. La chica no llegó a decir nada, ya que Kouji los encontró primero.

– ¡Nadia-kun! ¡¿Dónde estabas?!

La chica se mantuvo callada, ignorando la pregunta de Kouji.

–Bueno, ¿vamos con los demás?–le propuso el chico. Ella seguía muy callada, demasiado callada. Entonces, Kouji hizo algo rarísimo para él. Se le acercó por detrás y, siguiendo su primer impulso, trató de ponerle una mano sobre su hombro. Error, grandísimo error. Todo lo que Kouji consiguió fue una marca rojiza en su mejilla, ya que la chica (probablemente, horrorizada y enojada por su repentino atrevimiento) lo había abofeteado. Kouji se quedó de piedra cuando ella le respondió con un tono frío y seco, muy propio de él.

–Fuera–fue lo único que dijo, antes de empezar a correr rumbo a la ciudad. Kouji se dispuso a seguirla, pero Patamon lo detuvo.

– ¿Querés ganarte otra paliza? Mejor dejala sola un ratito.

El chico esperó un rato, y luego decidió volver. Mientras caminaban hacia la ciudad Kouji pensaba una y otra vez.

"¿Qué he hecho? Ya no me conozco. Primero te lastimo, luego intento consolarte. Es extraño, nunca me ha gustado que la gente se me acerque, pero eso es lo que hice ahora. Y no estas bien, Nadia, sé que no estas bien. Aunque no me lo quieras decir, sé que lo que te dije te ha herido. Prometo pedirte perdón cuando pueda. Quiero encontrarte para decirte al fin que he descubierto que es amor lo que yo siento por ti. Ya es hora de olvidar mi timidez y decirte con mis propias palabras lo mucho que te quiero, aunque tú no sientas nada, nada por mí."

***

– ¡Miren, ahí viene Kouji!–dijo Takuya, señalando hacia donde venía el mencionado. –Parece que no la encontró...–dijo, obviamente refiriéndose a Nadia.

–Nadia ya volvió, pero no parecía estar bien–observó Izumi, recordando.

–Es verdad, ¡ya me había olvidado!–respondió Takuya, poniéndose una mano atrás de su cabeza.

– ¡Kouji! E... ¿Estás bien?–preguntó el chico, cuando el lobo solitario llegó. Definitivamente, Kouji nunca había estado peor. Tenía un aspecto demacrado (una mezcla entre LaLo y Tommy del colegio), causado por la repentina palidez y tristeza que reflejaban sus ojos azules. Estaba lleno de marcas, de entre las cuales se resaltaba con facilidad la que Nadia le había hecho. Su ropa, antes impecable, estaba ahora llena de manchas de diversos orígenes. Izumi lo miró con compasión, ya que el chico se sentía muy culpable de la depresión de Nadia. Antes de que Izumi y Takuya hablaran, Kouji los paró en seco.

–Estoy cansado. ¿Dónde pasaremos la noche?–preguntó más triste que serio.

–Encontramos una casa. Ahí dormiremos todos–contestó Izumi con preocupación. Kouji hizo ademán de irse.

– ¡Espera! ¡Te acompaño!–Dijo Takuya. Cuando Kouji lo miró con cara de "quiero estar solo", el chico agregó. –La casa es muy grande, te perderás si no te acompaño...

Izumi contempló a Takuya alejándose hacia la casa. Definitivamente Kouji había hecho algo gordo. Y ella, Izumi Orimoto, no se detendría hasta resolver la pelea.

Fin del capítulo 7

Contestando rewiews!

Bra: ya te contesté el mail y no fue nada explicarte... Ahora que parece que viene la orden de los Royal Knights...y Luccemon de nuevo...ooops! Veré si esos malos entran en el fic, no lo sé (todavía).

Izumi Orimoto: pronto se van a entender todos lo chicos. Por lo del TAKUMI, en el próximo capítulo (les adelanto) Izumi va a decir quién le gusta...y Nadia, tb. Ya en el capítulo 37 Takuya sueña (bue, "sueña") que está con Izumi debajo de un árbol, en una cita con ella... ¬¬ Encima el chico estaba durmiendo la siesta con la piba (sin malas intenciones, supongo, además los dos tienen sólo 11 años!!).

PD.: Ya está el dibujo de Kouji haciendo Cosplay de... ¡Card Captor Sakura! Jeje, es de la "segunda parte" de este fic que tengo ganas de hacer (cuando termine éste, claro está). Avísenme si quieren que se la mande por mail. Ahora estoy dibujando a Nadia, que sería algo parecida a mí, pero lo suficiente para ser otro personaje totalmente distinto. ^-^

Y para los que no entendieron ni pío con lo que dice Nadia en el capítulo anterior, acá está la traducción:

But you can call me Nadia, just Nadia! (Pero pueden llamarme Nadia, ¡sólo Nadia!)

– Why? (¿Porqué?) –preguntó Izumi.

Because my last name is... is going to be a bit difficult to say in your language (Porque mi apellido es... va a ser un poquito difícil para pronunciar en su idioma)