¡PERDONEN, PLEASE! Sé q' tardé un toco de tiempo… pero acá viene el capítulo 17, contado desde el punto de vista d' Nadia… Un poquito de NADOUJI, y muchas dudas que estaban desde el principio se van a aclarar… ¡Disfruten!

Capítulo 17: Una charla con Ophanimon

Me levanto. Sería algo simple, si no me doliera hasta el último hueso de mi cuerpo ¿Dónde estoy? No lo sé. Miro un poco mejor y me dio cuenta de que estoy... ¡en el castillo de mis extraños sueños! Pero no estoy sola: de espaldas a mí, mirando a una ventana enorme, está un Digimon con forma de mujer. Seguro que sabe que estoy despierta, porque se da vuelta y me mira.

– ¿Te encuentras bien?–me pregunta. Tiene una especie de armadura verde por casi todo su cuerpo, que también cubre sus ojos.

 – ¿Dónde estoy?–pregunto yo, olvidando por completo lo que ella me había preguntado.

–Estás en mi castillo, Nadia Ascasubi. –y, como adivinando mi pensamiento, me contesta–Mi nombre es Ophanimon.

¡Claro! ¡Ophanimon, miembro del grupo de los Tres Grandes Ángeles, los encargados de la paz en el Digimundo después de vencieron a Luccemon...! ¡Cómo no saber de ella, uno de mis Digimon ángeles preferidos!

– ¿Cómo llegué acá?–pregunto de nuevo. Mi mente está llena de dudas por responder.

–Te llamé. Hace mucho que quería que vinieras, pero recién ahora tuve fuerzas para traerte aquí.

–Vos... ¿Usted es la que me llamaba en mis sueños?–le pregunté, mientras salía de la cama en la que estaba descansando.

–Sí. Siento mucho no habértelo dicho antes, de seguro no me habrías creído. –Se disculpó Ophanimon.

– ¿Qué quería decirme?

–La aparición de Nemessismon te ha perturbado mucho, ¿no?–Asentí con mi cabeza y ella siguió hablando–. Por eso decidí ayudarte.

– ¿Ayudarme? ¿Cómo?

Como toda respuesta sale de la habitación.

–Mejor vamos afuera. Allí podré responderte todas tus dudas.

Me apuro a seguirla. Caminamos hasta salir a un jardín precioso, lleno de flores. Un Digimon se le acercó volando. Lo miro bien y me doy cuenta de quién es... ¡LILLYMON!

–Señora, ¿tenemos una invitada?–le pregunta a Ophanimon, mirándome de reojo.

–Así es. Es una niña del futuro.

¿Así que viajé al pasado? Eso significa que estoy antes de que Cherubimon se hiciera malo...o capaz que ya lo es. ¡Quisiera decirle a Ophanimon que está en peligro! Lillymon se despide de ella y seguimos caminando por el hermoso jardín. Cuando llegamos a un pequeño lago ella me habla, adivinando otra vez mis pensamientos.

–Sé que el Digimundo está en peligro inminente y que uno de nosotros tres traicionará a los demás.

–Pero... ¿por qué no hace algo?

–Sería dañar tu presente. Lamentablemente el futuro no se puede cambiar, por eso quiero ayudarte. Pregúntame lo que quieras. Y puedes tutuearme, no tienes que ser tan respetuosa conmigo.

¿Cuál es la pregunta más importante? No lo sé, pero hay una que tengo desde hace mucho tiempo.

– ¿Porqué llegué acá?

–Las fuerzas de los guerreros no alcanzaba para derrotar a su enemigo. Por eso había que recurrir a un guerrero perdido, uno cuyo Spirit no hubiera caído en las manos equivocadas.

–Y ese era el de la Esperanza, ¿no?–intento adivinar.

–Ancient Magnadramon era la encargada de proteger el Portal de la Esperanza, pero cuando los terrenos que vigilaba fueron destruídos por los seguidores de Luccemon, se unió al grupo de los Guerreros Legendarios. Allí se enamoró de Ancient Garurumon, quien correspondió a sus sentimientos. Lamentablemente, su relación no duró mucho.

– ¿Por qué?

–En una de las peleas con los secuaces de Luccemon ella dio su vida por salvar a Ancient Garurumon. Sin embargo, uno de sus dos Spirits fue a tu mundo. Ése Spirit sólo podía ser activado por una mujer que fuera parecida a ella, que se enamorara del dueño del Spirit de la luz. Y esa, Nadia, esa eres tú.

– ¿Yo? ¿Significa que...lo que siento por él fue lo que despertó el Spirit?–repetí. ¡Cada vez esto me parece más raro! Aunque me parece hermoso que lo que siento por él sea tan importante.

–Así es. Un amor mucho más profundo que no suele ser propio de una chica de tu edad. –Responde Ophanimon.

–Ya lo sé...todos dicen que no tengo 14 años, que soy una bebé, que no crezco...–murmuro más para mí que para ella.

–Eso no es cierto–me tranquiliza Ophanimon–Que tú no te comportes como ellas no significa que no crezcas. Es más, en algunos aspectos tú eres más grande que tus compañeras.

Permanecimos un rato en silencio. De repente, ella se levanta y me dice

–Por ahora no puedo hacerte volver a tu tiempo. ¿Te gustaría quedarte aquí, hasta que puedas volver?

–Si no es muchia molestia...–pregunté.

–No, para nada. –Me contestó sonriendo.

***

Los días pasan y cada vez aprendo más en este hermoso lugar. ¡Angewomon y Galateamon son unas Digimon ángeles recontra copadas! Bue, de Angewomon ya sabía mucho, pero ahora sé que Galateamon es realmente poderosa y genial. Y ya son como tres o cuatro días acá y me han pasado cosas muy interesantes. Por ejemplo: salir a los jardines del casillo de Ophanimon con Lillymon, leer cosas muy interesantes con Nefertimon...tantas cosas...

~Nadia flashback~

–Ophanimon, Cherubimon me llamó muchias veces "heredera de los cuatro emblemas", ¿sabés porqué?

–Además de ser la Guerrera de la Esperanza eres la heredera de los cuatro emblemas. Eso significa que tu te reflejas en cuatro de los diez emblemas: Esperanza, Luz, Sabiduría y Pureza (N/A: ¿Les suena? ¡SÍIIIIIIIIII! ¡TAKUMI Y MISHIRO! ¡Mis parejas favoritas!).

– ¿Cómo que me reflejo en esos emblemas?–pregunté.

–Tienes las conductas de los elegidos poseedores de esos emblemas. –Respondió Ophanimon. Me quedé pensando.

"La sabiduría de Koushiro, la pureza de Mimi, la esperanza de Takeru y la Luz de Hikari. ¿Yo tengo todos esos emblemas? Suena tan raro..."

–Es raro...Quiero decir, ¿por eso me buscaba tanto Cherubimon?

–Sí. Tienes un poder tan inmenso que incluso para ti es peligroso.

– ¿Cómo?

–Sí. El poder de cada uno de los emblemas tenía que despertarse por turnos. De lo contrario, morirías. Tú sola debes describir tus poderes y no forzarlos.

–Ahá. Muchias gracias, Ophanimon. Ahora entiendo...

~Fin del flashback~

–Señorita Nadia, ¿se siente bien?

–Sí, no te preocupes, Lillymon...Estoy sólo pensando.

–Si no le molesta Señorita... ¿en qué piensa?

–En mis amigos que están en mi tiempo...seguro que están muy preocupados–respondí, y sentí como mis mejillas desprendían calor con rapidez.

– ¿Sus amigos, señorita Nadia?

–Sip. – ¡Cómo los extraño! En especial a vos, Kouji... Te extraño muchísimo...

– ¡¡¡ENEMIGOS A LA VISTA!!! SEÑORA OPHANIMON, ¡SE ACERCA UN EJÉRCITO DE DIGIMONS BESTIA!–Nefertimon pasó a toda velocidad hacia la parte más alta del castillo.

– ¿¡Qué!?–pregunto como una loca. Lillymon me interrumpe.

– ¡Vámonos de aquí! Es peligroso y agarrándome la mano, me lleva corriendo (mejor dicho me arrastra) hacia no sé donde.

–Pero, ¿adónde?–pregunto.

–Sólo sígueme–me dijo ella.

En ese momento nos cruzamos con Ophanimon.

– ¡Mi señora! ¡Se acerca un ejército de Digimons bestia!–anunció Lillymon.

–Ya veo...Entonces ya se dio cuenta de lo que quería hacer...

– ¿Es Cherubimon?–pregunto con miedo. Nadie me contesta, aumentando mi nerviosismo.

–Apúrate. Ya es hora de que vuelvas al presente. –Me dice Ophanimon, mirándome con firmeza.

Un hoyo apareció de la nada frente a nosotras.

– ¿Ya me tengo que ir?–pregunto. –Todavía hay algo que te quiero preguntar...

– ¿Qué?

– ¿Cómo puedo vencer a Nemessismon? Ella es mi hermana...Yo no puedo lastimarla...

–Toma–me dice Ophanimon–esto es lo que necesitas. –Y me puso en mis manos mi D-Scanner.

– ¿Mi D-Scanner?–repito, atónita.

–Todo lo que necesitas es esto. Y recuerda, cree siempre en ti: no te subestimes. Si te lo propones, podrás hacer milagros con tus manos. Vamos, ¡vete! Ellos te necesitan.

–Ophanimon... ¡yo quiero ayudarte! ¡Quiero pelear contra esos!

– ¡No sobrevivirás!–se le escapa a Lillymon.

–Lamento decirte que no puedes, Nadia.

–Pero yo...

–Estoy segura de que nos volveremos a ver–me corta ella, adivinando nuevamente mis pensamientos. –Vete ya, y no mires para atrás.

Y cruzando el hoyo, vuelvo con mis amigos.

Llego a un lugar todo destrozado. Aguzo mis oídos y oigo unos gritos de dolor. Me asomo por entre los árboles y puedo ver a todos los chicos inconscientes y mostrando su Digicode...menos Kouichi. Frente a ellos está Nemessismon, con una sonrisa arrogante en sus labios. No puedo dejar que los mate, ¡NO PUEDO! Me transformo en Galateamon, al tiempo que le escucho decir:

–Vaya, vaya...el que me faltaba...–murmuró con malicia. –WOLFMON DE LA LUZ, ¡HA LLEGADO TU HORA!

Ni lo sueñes, ¡A MI KOUJI NO LE VAS A HACER NADA! Me adelanto para que me vea.

– ¡NEMESSISMON, YO SOY TU OPONENTE! ¡ESTO ES ALGO ENTRE VOS Y YO!

Hermana, aguantá un poco más...que ya te voy a rescatar.