ADVERTENCIA: antes que nada, gracias si han llegado hasta aquí, jeje, se
que la historia no es excelente, pero a nosotras nos gusta, ne July-chan?,
bueno, este capitulo contiene lemon, asi que niños con mente no muy
amplia.... FUERA!!! Jajajajaja los demás, no me critiquen!!! Es la
primera vez que escribo un lemon... ^^
Este capitulo esta en colaboración con July-kun quien hizo toda la historia de Kim y Kaoru, (se los presté solo en este capítulo ne?), y todo lo que se refiere a Jhun y Mai lo escribí yo!!!. Gracias July!!! Sin ti nunca hubiera hecho nada de esto!!!
Tal ves noten cierto plagio de una canción de Alex Ubago..... ne.... esa canción me mata... disculpen el trauma!!!
después de toda la palabrería innecesaria, disfruten el capítulo!!!!
5.- LAS COSAS QUE HACEMOS POR AMOR.
-Que te parece si yo cocino y tu pones la mesa?- propuso Jhun a la chica de mechones morados que se hallaba prácticamente tirada en la alfombra de la sala, el guapo rubio estaba sentado cerca de ella, con la espalda apoyada en el sillón, estaba vestido de una bermuda color beige con bolsas a los lados y una playera roja sin mangas, tenía unas sandalias rojas a juego y su cabello se hallaba sujeto por una liga, el chico se hallaba leyendo un libro, "el 8" de Catherine Neville, para ser exactos y por lo tanto, tenía puestas unas gafas de poco aumento que le daban un aspecto encantador, ya que 2 mechones que había dejado sueltos caían sobre sus ojos, Mai, llevaba una licra color negra y una playera blanca, vestía calcetas y tenis, sus cabellos se hallaban extendidos por la alfombra y ella... simplemente miraba hacia el techo, como si en él se encontraran las respuestas a sus dudas.
-Mai? te estoy hablando...- dijo él sin siquiera quitar la vista de su lectura, muchas cosas le atormentaban, pero, la verdad cuando leía se desconectaba del mundo, parecía como si viviese lo que las letras le decían...
-perdón- dijo Mai incorporándose rápidamente, la verdad, se sentía sola, extrañaba a Kim, su hermano era la única persona a la que podía abrazar cuando se sentía asi... la verdad, se sentía culpable, porque ella siempre corría a la habitación de Kim y se echaba a sus brazos a llorar, el taekwandoke siempre le preguntaba angustiado el porqué de su llanto y ella nunca lo decía... que podía salir de su boca después de todo? "Kim amo a Jhun???" ne... su hermano la mataría.... y de paso... mataría a Jhun
-te decía- habló Jhun nuevamente mientras caminaba hacia la cocina sin dejar de leer - quieres que yo cocine y tu pones la mesa?
-si te parece bien- respondió ella
-si, por mi no hay problema.
Cenaron en el más profundo silencio, y después que Mai limpió la cocina se dispuso a meditar en su cuarto, pasó sumida en sus pensamientos como una hora, cuando de pronto, sintió una presión en el pecho y sus ojos se llenaron de lágrimas...
-Maldita sea Jhun...- murmuró ella sollozando.
Jhun paseaba por la casa prendiendo varitas de incienso en cada habitación, de hecho, recordó que Mai no tenía en su cuarto, y pasó, justo para encontrarse a la chica tumbada en su futón, al principio sintió coraje porque de hecho ella debería estar meditando...
-Mai, si no quieres hacer esto solo dime... sabes que puedes pelear perfecto sin este entrenamiento, yo solo quería que te sintieras mas segura de ti misma... iba a seguir cuando sintió que la cabeza de la chica se pegaba a su pecho y lo abrazaba con muchísima fuerza, debido al impulso que ella llevaba, ambos cayeron al suelo, pero aún así Mai no dejó de abrazarlo en ningún momento, siguió sollozando mientras decía
-Jhun, este entrenamiento no me gusta...
-Mai que es lo que pasa?- dijo angustiado el taekwandoke.
-me hace sentir cosas que quiero que se queden en lo profundo de mí... no me gusta Jhun, por favor... no quiero cuestionar a mi alma más...
-Mai... - murmuró sintiéndose lo más desgraciado del mundo... sabía que él era el que ocasionaba esa tristeza y desesperación en ella, la cargó con gran facilidad y la colocó en su futón, debía hablar con ella y aclarar algunas cosa, que de hecho le intrigaban demasiado... él tampoco había podido meditar, quería a Mai, la quería mucho, era injusto que ambos sufrieran por eso...
-Mai, tengo algo muy importante que decirte...
-si dime... - dijo ella sollozando aún
mas sin embargo las palabras de Jhun no salieron de su garganta, sintió que se ahogaba en ellas y, dejándola con la incertidumbre, salió de la habitación... y caminó por el jardín de las sakuras como por media hora, ¿porqué se le hacía tan difícil decírselo? Se sintió tan estúpido como en la secundaria... entonces dirigió sus pasos nuevamente hacia la habitación, más sin embargo, ella ya no estaba allí..... entonces se dirigió a la biblioteca que era una mansión de 3 pisos con miles de libros en estantes de madera finísima, eran los tesoros de Jhun, y también su fuente de inspiración, estaba decidido, también liberaría a su alma de ese peso que la sofocaba... tomó bolígrafo y papel marmoteado y se dispuso a escribir... Mai sabría lo que sentía esa misma noche...
En la mansión Kaphwan, ya estaba avanzada la madrugada y la luz aún no llegaba.
-Grandioso!- decía Kim fastidiado rebotando su Lucy- Bola mientras recorría los pasillos a pasos calmados - con las cuentas tan altas que me cobran, el servicio es pésimo
-te escuché!!!- decía Kaoru, mientas solo se veía una luz acercándose al taekwandoke, quien corrió al otro lado de la habitación, subió las escaleras y corrió por el otro pasillo - ne, ne, ne, no te escondas, ya te encontré!!!- gritó ahora la chica aventándole a Kim la pelota con fuerza.
-Kaoru!!! Eso dolió!!!- gritó Kim al sentir el golpe de la pelota.... en su nuca...
-Gomen!!! «perdón» - se disculpó Kaoru entre risas y Kim se acercó a ella abrazándola por la cintura y riendo también.
-oye, qué te parece si descansamos un poco? Mañana podremos, como hoy ^^ levantarnos tarde y te llevo a conocer un lugar de Osaka que me parece muy especial.- le dijo él
- está bien- respondió ella poniendo sus manos alrededor del cuello de Kim y continuó - pero antes de dormir necesito un baño , estoy exhausta y eso me relajaría mucho
-todos los baños en los cuartos tienen tina, pero la que está en mi habitación es mucho más amplia, úsala si te agrada, yo voy a quedarme un rato aquí, y si no vuelve la luz voy a llamar a la compañía para que nos envíen a algún técnico - finalizó Kim.
-Bueno, me voy - dijo ella separándose de él
-espera - la voz de Kim la detuvo - no te despides de mi? No me deseas buenas noches?
-claro que te deseo............... ¬¬''''' buenas noches!!! Kim «ahhh.... en que piensas Kaoru eh???» - y depositó un beso que dejó húmedos los labios de él y se dirigió a su habitación
Kim la vio alejarse y tocó con sus dedos sus labios, ahí donde Kaoru lo había besado, pensando que le había gustado demasiado y se imaginó como sería si él se lo devolviera..... de momento, solo se acostó en un mueble de su sala, como había hecho horas antes, pero ahora dispuesto a esperar un poco antes de telefonear...
Kaoru entró en la habitación de Kim, un suave y varonil aroma impregnaba la habitación... al aroma de Kim.... aspiró profundamente... definitivamente estaba enamorada de Kim y que él le correspondiera era para ella como vivir en un sueño...
Encendió una vela aromática que había encontrado en las cosas de Mai... era de color morado... «que raro.....» ^^ pero el aroma era a canela, entró al cuarto de baño, estaba decorado tan lujoso como el resto de la mansión, siendo hermosamente embellecido por un gran espejo en una de las paredes y la bañera, que le daba al cuarto un aspecto más elegante...
La llenó con agua y vació en ella aceites que estaban en la repisa, puso la vela a un lado, levantó su cabello con 2 palillos, se desnudó y se metió en la bañera, cerró sus ojos y sintió la tibia agua limpiar su cuerpo y los aceites le daban una relajación casi absoluta, así que se puso a pensar.
Kim... cómo estaba queriendo a Kim, era un chico demasiado encantador como para no creerse... «como esos que solo existen en las historias de chicas que se imaginan hombres ideales, como los fanfics... ¬¬''''» Su filosofía le agradaba y «su fisonomía también.... ^o^» su calidad humana era excelente, por si fuera poco, era un ser tan increíblemente sensual, con un cuerpo tan hermoso... Kaoru no podía evitar estremecerse cuando recordaba los momentos que estaban pasando juntos. Un hombre tan sensual... se repitió en su mente una vez más... ¿cómo sería estar en sus brazos?
Mai estaba sentada en el suelo, sobre una alfombra color blanca de terciopelo, se había vuelto a bañar y se había cambiado por una ropa ceremonial, un Kimono color negro con escasas flores lilas, tal vez asi si se lograría concentrar más, sus cabellos recién lavados se hallaban regados por sus hombros, sus mechones morados caían sobre su rostro, había dejado el ventanal abierto y por el entraban cientos de pétalos de sakura, que formaban una alfombra rosa a su alrededor, estaba intentando buscar la manera de decirle a Jhun lo que sentía por él, de otra manera se ahogaría, ya lo había estado guardando por muchos años, no podía hacerlo por varios meses más... en eso estaba cuando sintió una hoja de papel deslizarse sobre el suelo y llegar a la alfombra donde ella estaba sentada, enseguida supo que era de Jhun, ellos 2 eran las únicas personas que estaban allí, dudó en leerla, tal vez le reprendería por no querer obedecerle, pero su curiosidad «neko-kun al fin y al cabo... ^^» acabó por vencerle, dentro del elegante sobre color negro se hallaba una hoja de papel marmoteado de color crema con mates dorados, tenía una letra de perfecta caligrafía y elegantes y seguros rasgos, decía:
Me muero por suplicarte
Que no te vayas mi vida
Me muero por escucharte
Decir las cosas que nunca digas
Mas me callo y te marchas
Aun tengo la esperanza
De ser capaz algún día
De no esconder las heridas que me duelen al pensar
Que te voy queriendo cada día un poco más
¿Cuánto tiempo vamos a esperar?
Me muero por abrazarte
Y que me abraces tan fuerte
Me muero por divertirte
Y que me beses cuando despierte
Acomodado en tu pecho, hasta que el sol aparezca
Me voy perdiendo en tu aroma
Me voy perdiendo en tus labios que se acercan susurrando
Palabras que llegan a este pobre corazón
Voy sintiendo el fuego en mi interior
Me muero por conocerte
Saber que es lo que piensas
Abrir todas tus puertas
Vencer esas tormentas que nos quieren abatir
Centrar en tus ojos mi mirada
Cantar contigo al alba
Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios
Perder en tu rostro cada día
ver esa semilla
Que al soñar deja todo surgir
Apartando el miedo a sufrir
Me muero por explicarte
Lo que pasa por mi mente
Me muero por intrigarte
Y seguir siendo capaz de sorprenderte
Sentir cada día
ese flechazo al verte
Que mas dará lo que digan
Que más dará lo que piensen si estoy loco es cosa mía
Y ahora vuelvo a mirar el mundo a mi favor
Vuelvo a ver brillar la luz del sol
"Ai Shiteru Mai"
Mai entonces levantó su cara ruborizada ante tal poema, era hermoso, y.... respondía a todas las plegarias que pudo haber hecho!!!, iba a ir a buscar a Jhun, cuando se dio cuenta que el chico la estaba observando por el ventanal abierto, caminó lentamente hacia ella y le dedicó una sonrisa, ella se ruborizó aún más, entonces él se acercó lentamente, depositando un tierno beso en los labios de Mai, el primero de la chica... y de la persona que ella añoraba se lo diera...
-ai shiteru Mai - le dijo con esa suave y melodiosa voz
-ore mo ai shiteru..- le contestó ella poniendo su cabeza en el pecho del chico y fundiéndose en un abrazo...
El taekwandoke posó una de sus fuertes manos en la barbilla de la chica atrayéndola nuevamente hacia sí y la volvió a besar, primero tiernamente, luego con insistencia, haciendo que ambos perdieran el aliento, el momento era propicio, el ambiente? Perfecto... una ráfaga de aire hizo que cientos de pétalos más entraran al suelo de la habitación, Mai entonces miró a Jhun, el chico vestía el uniforme de Tae Kwan do color azul rey, sus cabellos estaban perfectamente peinados y sueltos, sonrió mientras ahora ella era la que lo besaba
-hacía tanto tiempo que quería hacer esto- dijo ella pasando una mano por la suave tez de Jhun
-yo también- dijo el reanudando el beso, que poco a poco se fue haciendo más intenso, mas apasionado, hasta que encendió una chispa de deseo en Jhun, quien empezó a besar lentamente las mejillas de Mai, para luego bajar a su cuello, y... entonces... lentamente, comenzó a tirar del cuello del kimono de la chica haciendo que la tela se deslizara sobre su suave piel y dejara su hombro descubierto, el cual el chico también comenzó a besar gentilmente
-Mai, haz algo para detenerme- susurró él sintiendo que su cuerpo no obedecía a su razón, interiormente, sentía que estaba abusando de la chica, porque era mucho menor que él, pero ella, lejos de sentirse violentada, estaba disfrutando el momento y tenía sus pequeñas manos en la cintura de Jhun
-es que yo... no quiero evitar que continúes...- dijo ella en un susurro....
Kim había telefoneado ya y le prometieron enviar a alguien en horas hábiles al día siguiente, no tenía caso estar despierto y decidió irse a la cama. Iba subiendo hacia su habitación y tocó sus labios, el recuerdo de Kaoru besándolo continuaba fresco en su mente. Es cierto, desde que empezó a conocerla sintió que la amaría, que era la mujer de su corazón y el saber que ella sentía lo mismo lo hacía muy dichoso, tanto como nunca había sido hasta entonces.
-mañana temprano- pensó entonces - tengo que llamar a Jhun y decírselo.
Pasó por la habitación de Mai que era el lugar donde Kaoru había decidido quedarse y notó la puerta cerrada casi por completo y terminó de cerrarla. Resistió el deseo de entrar y devolverle el beso porque seguro ya estaba dormida y no deseaba despertarla. Caminó a su habitación, sus ojos hacía rato que se habían acostumbrado a la oscuridad y entró mirando su enorme y cómoda cama
-demasiado grande para una persona - pensó.
Se dispuso a descansar, mañana se divertirían mucho y tenía que reponer energías. Se cambió de ropa y para dormir solo se quedó con un pequeño short
^^ ¬¬ ^o^
Quiso mojarse un poco la cara y se dirigió al baño, mientras se acercaba pudo oler los perfumes que de ahí provenían, entre todos ellos distinguió, sus aceites aromáticos, una vela de canela (seguramente de Mai) y, el olor que más le abrumó, era el perfume de Kaoru, ese olor que tanto le había llamado la atención desde la noche anterior Seguramente se había quedado en el ambiente cuando ella pasó por ahí.
Abrió la puerta del baño y fue entonces cuando la vio.....
-Kim!!!- gritó ella con sorpresa terminando de anudarse un ligero kimono de seda
-lo siento - dijo él muy apenado - no pensé que aún siguieras por aquí
-no importa, la verdad es una tina preciosa, creo que disfruté tanto el baño que perdí la noción del tiempo
Kim estaba muy nervioso pues notó que ese atuendo revelaba demasiado del cuerpo de ella y sintió que algo se agitaba en su interior y cuando vio la forma en que ella lo miraba en ese minúsculo short, admirando detenidamente cada parte de su hermoso cuerpo, no pudo resistirse y llevándola fuera le dijo:
-puedo hacer que sigas disfrutando mucho tu estancia aquí Kaoru- ^^
Ella pasó sus delicadas manos por el cuello de Kim y le dijo pausadamente
-tendré que obligarte a cumplir eso que dijiste.
-será todo un placer- respondió Kim dedicándole una sonrisa entre coqueta y seductora, de esas que hacían a Kaoru derretirse.
Kim comenzó a besarla, puso una mano alrededor de su cintura y con la otra quitaba los palillos de su cabello, desordenándolo y pasó su mano detrás de la cabeza de ella y la atrajo más, aún más hacia él.
Bajó muy lentamente besando su boca hasta su cuello y se detuvo, interesado en el delicioso aroma de su cabello, estrechándola fuertemente con ambas manos y mordiendo su cuello, primero muy suave y después más intenso porque a ella le estaba gustando cada vez más, su voz se lo decía.
Mientras hacía esto, Kaoru acariciaba los cabellos castaños de Kim y con cada beso susurraba su nombre y metía sus dedos entre su cabello, sosteniendo su cabeza con sus manos. De pronto, lo detuvo e hizo que él la mirara.
- Eso está muy bien, demasiado bien, me permites devolvértelo?- le dijo ella
Ahora ella lo besaba y sentía las manos de él recorriendo hábilmente su cuerpo. Kaoru lo tendió sobre la cama y sus suaves manos empezaron a acariciar el firme abdomen de él con insinuantes caricias y provocadoras mordidas que hicieron que Kim temblara con anticipación.
Ver a Kim tan sexy, tan masculino debajo de ella era algo que no podía perderse. El la atrajo hacia sí y resbaló la parte superior del Kimono por sus hombros dejando su torso desnudo y posteriormente lo quitó todo y la admiró por primera vez:
-Eres hermo... - sin dejarlo terminar lo besó, mientras rozaba sus pechos contra el cuerpo de Kim, sus manos entre sus mechones castaños.
Kim no esperaba todo esto y estaba ya muy excitado, la reacción de su cuerpo se hacía ya muy evidente y sin dejar de besar a Kaoru la puso bajo él, con una mano aprisionó las 2 de ella sobre su cabeza, mientras mordía y besaba con esos dientes, con esos labios incitantes su boca, su cuello, sus pechos erectos, haciéndola estremecerse. Kim sobre ella haciendo eso, era doblemente excitante, su torso perfecto, su esbelta cintura, su sonrisa seductora, sus hermosos cabellos enmarcando desordenadamente su rostro eran cosas que la tenían extasiada. Kim lo notó y el saberse tan deseado por una mujer como ella, hacía crecer su deseo más y más; era ya demasiado irresistible y le dijo con su voz sexy y varonil, en un tono más grave del normal, uno que Kaoru nunca había escuchado
-ahora es mi turno, cariño, ábrete para mí... O_o !!!!!!
Kaoru sintió como la erección de él la penetraba suavemente, él era muy cuidadoso, quería que ella se acostumbrara al tamaño de su cuerpo, siguió haciéndolo muy lento y le dijo:
-Nunca había conocido a alguien como tú, yo no amaría a cualquiera. Eres tan especial, robaste mi corazón desde que te conocí realmente. Deseaba tanto estar contigo y me fue muy difícil reprimirlo hasta ahora. Por cierto, no creas ni por equivocación que después de esto vas a marcharte de mi lado. Ya eres mía, solo mía y no lo serás de nadie más...
-Oh Kim... - gimió Kaoru luego de escuchar eso y siguió haciéndolo cuando sintió que él aceleraba el ritmo, sus manos acariciaban sus fuertes brazos, bajaban por su espalda y con ellas Kaoru lo atraía más hacia su cuerpo.
Los gemidos de ambos llenaban la habitación e interrumpían la silenciosa noche, y se hacían cada vez más frecuentes. Kim disfrutaba mucho cuando escuchaba a Kaoru
-Kim...
-Si, cariño?
-dame más. Kim, Onegai... O_o !!!! - le rogó
Kim estaba más que dispuesto a complacerla y mientras lo hacía, Kaoru tenía sus manos en la parte baja de su espalda acariciando repetidamente los redondos y deliciosos glúteos de Kim. El sabía contener su excitación para verla disfrutar, pero sentía todo su cuerpo arder en placer y no creía poder resistirse mucho tiempo más, y cuando vio a Kaoru arquear su espalda, clavando sus uñas en sus glúteos, sus cuerpos moviéndose como uno solo, en ese momento al mismo tiempo llegó el clímax para ambos.
La oscuridad iba desapareciendo poco a poco dando paso a la mañana, Kim estaba exhausto y después de abrazarla, el cansancio lo rindió y se durmió. Kaoru no pudo dormir enseguida, el recuerdo de Kim sobre ella haciéndole el amor con pasión fue más fuerte y tardó un poco más en dormirse, cuando estaba a punto de entregarse al sueño, ya con los ojos cerrados, recordó las palabras de Kim cuando la estaba abrazando antes de dormirse:
-ai shiteru Kaoru, te amaré por siempre, nunca te haré llorar.
-Mai esto no está bien- decía Jhun al momento en que se separaba de ella
La chica solo lo miró confundida, en sus mejillas había un rubor terriblemente notable y su respiración era rápida
-Jhun, no creo que besarnos sea mala idea.- dijo ella inocentemente, Jhun solo rió mientras se acercaba otra vez hacia el objeto de su tentación y le decía en un tono travieso, cosa rara en él
-yo no pensaba besarte solamente.
Ella lanzó un pequeño grito y rápidamente acomodó su kimono sobre su hombro, cosa que hizo reír nuevamente a Jhun, quien iba a salir de su habitación, pero... ella rápidamente se levantó y dijo:
-no te vayas, por favor, quédate conmigo...
-Mai? Porqué quieres que me quede? Sabes bien que es peligroso al menos por este momento...
-y si te vas de que habrá servido ese poema?, si te vas es porque tienes miedo... porque no sabes bien lo que sientes, tal vez solo te confundiste por un momento y sientes que te vas a aprovechar de mí, pero... - dijo ella ruborizándose terriblemente - por favor, antes que te arrepientas mañana... quiero que sepas que en verdad te he amado desde hace mucho tiempo... desde varios años... Jhun, no tienes idea de lo que significas para m.... -
no pudo continuar porque los besos del rubio se lo impidieron, eran insistentes, apasionados y Mai podía sentirlo, él la deseaba, la abrazó fuertemente y la cargó hasta la alfombra blanca donde la sentó suavemente y la miró de una forma muy dulce, como nunca antes lo había hecho y, acercándose a su oído susurró:
-Mai, yo nunca me aprovecharía de ti, jamás, te confieso algo?
Ella asintió levemente
-desde hace muchos años pensé en protegerte como una hermana, pero poco a poco vi que no era así como yo te veía, obviamente pensé que era algo pasajero y realmente lo quise olvidar, pero.. tu me has demostrado que no eres una chica de la que me puedo olvidar... y aún debo ponerme a pensar en la diferencia de edades que tenemos...
-y eso que importa?, dime, a ti te importa?
-me importa lo que tu pienses al respecto - dijo él poniendo una mano sobre su cabeza moviendo sus cabellos como si de su hija se tratara, ella solo hizo una mueca de decisión y se acercó hacia él
-esto es lo que pienso acerca de tu edad....- dijo ella mientras lo besaba, sus labios eran inocentes y torpes sobre los de Jhun, pero aún así, él sintió algo responder a aquella dulce demanda, sin siquiera pensarlo, el rubio tomó la iniciativa del beso, rodeándola con sus brazos y acunándola contra su pecho, después de unos momentos, el chico dijo:
-Mai, prométeme que nunca te irás de mi lado...
-te prometo que estaré contigo siempre
En verdad hacía meses que Jhun salía con nadie, y, lo que sentía por ella era diferente a todo lo que había sentido por las otras.... _ en realidad, nuestro filosófico sensei tenía miedo, miedo de abandonarse al amor por completo y de ser abandonado cuando ella encontrara a alguien de su edad, pero la cara de la chica lo liberó de sus miedos, ella sería incapaz de hacer algo así y él lo sabía, tenía un motivo más a su favor, le conocía tanto como Kim... sin pensarlo más la besó de nuevo, otra vez pasó por sus mejillas, por su cuello, deslizó nuevamente el cuello del kimono pero ahora por ambos hombros, el holgado ropaje cayó hasta su cintura, dejando totalmente descubierta a la chica, quién se ruborizó al sentir la atenta mirada de Jhun, quien intentaba grabarse tan hermosa figura en su mente, el taekwandoke entonces se levantó y se colocó en la espalda de ella, pasó sus manos por sus negros cabellos, aspirando su aroma, fresco como la brisa marina, dulce como el perfume de las flores, lo levantó y lo pasó hacia enfrente por sus hombros, y continuó besando tiernamente desde su nuca hasta su cintura, haciendo que la Mai temblara ante aquellas caricias, el rubio satisfecho ante aquellas reacciones pasó sus manos hacia el frente, acariciando desde el vientre hasta sus hombros, pasando por la suave redondez de sus pechos haciendo que ella temblara una vez más aunque ese temblor fue acompañado de un ligero suspiro, Jhun entonces prosiguió a desamarrar el moño del kimono, pero antes de hacerlo, jaló dulcemente la cabeza de Mai para preguntarle
-Pequeña, sabes de nuestras tradiciones, aún asi quieres que siga?
Ella entonces se giró un poco para poder besarlo y le contestó:
- Por favor... Hazme el honor de ser el primero y el único...
Tradiciones japonesas dictan desde que nació esa sociedad que, las mujeres vírgenes deben traer por vestimenta ceremonial un kimono amarrado por la parte de atrás de su cintura, y ese moño no lo pueden quitar mas que 3 personas, ellas mismas, sus madres, o, el primer hombre con el que ellas tengan relaciones, obvio es que al retirarles este moño ellos ganan la fidelidad absoluta de la mujer, pero no solo eso, pues al desamarrar tan hermoso lazo, se desposan... para toda la vida... Jhun al obtener el permiso de ella la besó y abrazó con fuerza, con tanta, que sintió como la sofocaba, pero aun así ella correspondió débilmente
-nunca te vas a arrepentir de ser mi esposa Mai Kaphwan - dijo él feliz, ella solo sonrió y le volvió a dar la espalda, él lo tomó como una señal y entonces, desató con todo cuidado el lazo que la uniría para siempre con él, ahora sí, todo el kimono cayó al suelo, dejando a la chica solo con pequeño bikini que él se encargó de retirar hábilmente
-Te había dicho que eres hermosa muchas veces?- dijo él
-si, bastantes - respondió ella sonrojada al verse sin nada ante el imponente rubio, quien con sus expertas manos la recorrió toda, sin dejar espacio por explorar, Jhun quería llevarla al límite en el que ella no pensara en nada más que en él y lo estaba logrando, leves gemidos escapaban de la boca de la chica, quien estaba absorta ante un mundo de nuevas emociones, de pronto, ella lo tomó por los hombros, deshaciéndose lentamente del traje azul que estorbaba, las ropas fueron cayendo al suelo, ella, por fin admiraba el perfecto cuerpo de su ahora esposo, musculoso, fuerte, simplemente perfecto, comenzó a tocarlo con la torpeza de la primera vez, roces suaves, delicados, pero que aún así ponían al rubio a mil, hizo que el rubio se recostara en la alfombra blanca, que para ese entonces ya estaba cubierta de miles de pétalos de Sakura y siguió tocándolo y besándolo, ella aprendía de él, pues los sonidos que Jhun emitía de vez en cuando le indicaban dónde debía tocar, cuánto y cuándo, era una alumna hábil y pronto puso al rubio en una situación donde el placer se estaba adueñando de su cuerpo entero, rápido, como una llama quema una hoja, él, antes de ser completamente devorado por las sensaciones que le causaban los roces de su joven esposa hizo un rápido giro quedando ella ahora bajo él, se sintió abrumado al verla, ese cuerpo tan pequeño, tan frágil, ahora le pertenecía ¿o tal vez le faltaba un poco?....
Mai se estremeció cuando el contacto de sus cuerpos lanzó una ola de intenso deseo por todo su ser, entonces Jhun, sintiendo la necesidad de ella, estrechó aún con más fuerza su cuerpo contra el de Mai, rubios mechones cayeron sobre sus hombros y sobre Mai... le dio un beso pausado, tierno, y después de unos segundos o de una vida entera, se separó de sus labios y le dijo:
-voy a hacerte mía ahora mismo
Ella solo se sonrojó aún más y por única respuesta sonrió y posó sus pequeñas manos en el hermoso rostro de Jhun, quien suave, cuidadosamente, comenzó a entrar en su cuerpo, pudo sentir una repentina tensión en los músculos de su esposa, sus ojos estaban cerrados y su rostro tenía una expresión de infinita concentración, el entonces pasó sus 2 manos por la espalda de Mai, sujetando su esbelta cintura y la besó en su mejilla mientras le decía suavemente, con esa dulzura en la voz que sólo podía tener él:
-No tengas miedo Mai, no te haré daño
Los ojos cafés se abrieron, mirándolo con infinita confianza y gradualmente, el cuerpo se suavizó bajo sus manos, el esperó unos momentos más y entonces se movió nuevamente hacia delante, uniéndose por completo a ella. Mai se tensó de nuevo y esta vez un gemido mezclado de dolor y placer escapó de sus labios. El le sonrió dulcemente cuando la expresión en el rostro de ella se aclaró de nuevo y abrió los ojos cuando el dolor comenzó a ceder
-Jhun...- murmuró y la palabra terminó en un gemido cuando él comenzó a moverse de nuevo dentro de ella, lentamente.
El contuvo el aliento ante la profundidad del amor y la pasión contenidas en esa simple palabra, entonces se dejó llevar por aquella indescriptible marea de sensaciones, su mundo se estrechó hasta volverse una sola emoción, el éxtasis al sentirse inmerso en el cuerpo de Mai, los movimientos de ella sincronizados con los suyos, el ritmo de su unión, cada vez más rápido, más frenético, se convirtió en el único pensamiento en la mente del sexy rubio, solo escuchaba los débiles gemidos de Mai acompañados por los suyos en esa habitación, solo podía pensar en esa alfombra blanca y ese piso totalmente cubierto por pétalos de Sakuras, en ellos 2 haciendo el amor, se forzó a sí mismo, no sin muchos problemas, a no permitir que esas sensaciones lo llevaran al clímax antes que ella, y justo cuando pensaba que explotaría por el insoportable placer, Mai gimió fuertemente y se arqueó bajo él, aferrándose a su espalda, hundiendo las yemas de sus dedos en ella, entonces, y solo entonces, no pudo contenerse más y estalló con ella en un momento que para él duró una eternidad.
Se derrumbó entonces, sobre ella, abrumado aún por las inmensas sensaciones que acababa de experimentar, Mai entonces lo abrazó con fuerza, diciéndole a su oído:
-ai shiteru Jhun Hoon...
Permanecieron abrazados un buen rato, hasta que él se levantó y, cargándola con gran facilidad, la llevó hasta el futón acostándola tiernamente, se recostó con ella y deslizó una sábana para cubrir su desnudez, Mai se recostó sobre uno de sus brazos y con una mano acariciaba el pecho del hermoso taekwandoke, él entonces la besó en la frente y peinó con sus dedos esa cascada de ébano, retirando de paso algunos pétalos de Sakura que se habían atrevido a quedarse en su cabello. Pasaron así un largos minutos, 20 o 40 quién sabe? y las palabras no alcanzaban a salir, pero la situación no las necesitaba, ni las necesitó; sus cuerpos lo habían dicho todo y ahora el silencio hacia lo mismo pero de forma distinta
-Mai, me amas?
-eh? Porqué me preguntas eso?
-solo por curiosidad, pequeña dime, me amas tanto como yo te amo a ti?
-pues... veremos - dijo ella aún con una chispa de travesura - tu que piensas al respecto?
-yo creo que me amas con todo tu corazón, pero quiero oírlo de tu boca, lo necesito en este momento- rogó Jhun acariciando con una mano su mejilla
- bueno, desde hace algunas horas soy Mai Hoon- dijo ella encogiéndose entre sus brazos, pegándose completamente a él y empezando a bostezar de manera grácil, como buen neko-kun agotado
-No te entiendo, que quieres darme a entender con eso? - dijo él abrazándola tiernamente y besando su frente
- bueno, que me he casado contigo y que eso... - dijo ella cerrando levemente los ojos y posando una mano en el musculoso pecho del rubio - lo he hecho por amor...
Él entonces sintió como su ahora esposa fue vencida por el sueño y observó el cielo a través del ventanal por donde los pétalos rosas seguían entrando a montones, ya estaba amaneciendo, suspiró pensando en la pequeña, frágil y a la vez hermosa mujer que tenía a su lado, ya lo tenía todo, una esposa que lo amaba, fortuna para vivir holgadamente con ella, un hermano que quería... y ahí fue cuando su rostro se ensombreció y miró a la pequeña que descansaba sonriendo entre sus brazos
-ay Mai... por el momento no quiero ni pensar en qué me va a decir tu hermano....
NOTAS:
5mentarios, jejejejeje......... ¬¬'' esta diablada fue un capítulo en conjunto con July-chan ella hizo su parte Kim X Kaoru y yo hice el Jhun X Mai, que tal eh? Espero les haya agradado y pues bueno... dudas, comentarios, tomatazos y correos con ántrax a mai_yagami83@hotmail.com o simplemente déjenme un review se les agradecerá
BY SHEIK
Este capitulo esta en colaboración con July-kun quien hizo toda la historia de Kim y Kaoru, (se los presté solo en este capítulo ne?), y todo lo que se refiere a Jhun y Mai lo escribí yo!!!. Gracias July!!! Sin ti nunca hubiera hecho nada de esto!!!
Tal ves noten cierto plagio de una canción de Alex Ubago..... ne.... esa canción me mata... disculpen el trauma!!!
después de toda la palabrería innecesaria, disfruten el capítulo!!!!
5.- LAS COSAS QUE HACEMOS POR AMOR.
-Que te parece si yo cocino y tu pones la mesa?- propuso Jhun a la chica de mechones morados que se hallaba prácticamente tirada en la alfombra de la sala, el guapo rubio estaba sentado cerca de ella, con la espalda apoyada en el sillón, estaba vestido de una bermuda color beige con bolsas a los lados y una playera roja sin mangas, tenía unas sandalias rojas a juego y su cabello se hallaba sujeto por una liga, el chico se hallaba leyendo un libro, "el 8" de Catherine Neville, para ser exactos y por lo tanto, tenía puestas unas gafas de poco aumento que le daban un aspecto encantador, ya que 2 mechones que había dejado sueltos caían sobre sus ojos, Mai, llevaba una licra color negra y una playera blanca, vestía calcetas y tenis, sus cabellos se hallaban extendidos por la alfombra y ella... simplemente miraba hacia el techo, como si en él se encontraran las respuestas a sus dudas.
-Mai? te estoy hablando...- dijo él sin siquiera quitar la vista de su lectura, muchas cosas le atormentaban, pero, la verdad cuando leía se desconectaba del mundo, parecía como si viviese lo que las letras le decían...
-perdón- dijo Mai incorporándose rápidamente, la verdad, se sentía sola, extrañaba a Kim, su hermano era la única persona a la que podía abrazar cuando se sentía asi... la verdad, se sentía culpable, porque ella siempre corría a la habitación de Kim y se echaba a sus brazos a llorar, el taekwandoke siempre le preguntaba angustiado el porqué de su llanto y ella nunca lo decía... que podía salir de su boca después de todo? "Kim amo a Jhun???" ne... su hermano la mataría.... y de paso... mataría a Jhun
-te decía- habló Jhun nuevamente mientras caminaba hacia la cocina sin dejar de leer - quieres que yo cocine y tu pones la mesa?
-si te parece bien- respondió ella
-si, por mi no hay problema.
Cenaron en el más profundo silencio, y después que Mai limpió la cocina se dispuso a meditar en su cuarto, pasó sumida en sus pensamientos como una hora, cuando de pronto, sintió una presión en el pecho y sus ojos se llenaron de lágrimas...
-Maldita sea Jhun...- murmuró ella sollozando.
Jhun paseaba por la casa prendiendo varitas de incienso en cada habitación, de hecho, recordó que Mai no tenía en su cuarto, y pasó, justo para encontrarse a la chica tumbada en su futón, al principio sintió coraje porque de hecho ella debería estar meditando...
-Mai, si no quieres hacer esto solo dime... sabes que puedes pelear perfecto sin este entrenamiento, yo solo quería que te sintieras mas segura de ti misma... iba a seguir cuando sintió que la cabeza de la chica se pegaba a su pecho y lo abrazaba con muchísima fuerza, debido al impulso que ella llevaba, ambos cayeron al suelo, pero aún así Mai no dejó de abrazarlo en ningún momento, siguió sollozando mientras decía
-Jhun, este entrenamiento no me gusta...
-Mai que es lo que pasa?- dijo angustiado el taekwandoke.
-me hace sentir cosas que quiero que se queden en lo profundo de mí... no me gusta Jhun, por favor... no quiero cuestionar a mi alma más...
-Mai... - murmuró sintiéndose lo más desgraciado del mundo... sabía que él era el que ocasionaba esa tristeza y desesperación en ella, la cargó con gran facilidad y la colocó en su futón, debía hablar con ella y aclarar algunas cosa, que de hecho le intrigaban demasiado... él tampoco había podido meditar, quería a Mai, la quería mucho, era injusto que ambos sufrieran por eso...
-Mai, tengo algo muy importante que decirte...
-si dime... - dijo ella sollozando aún
mas sin embargo las palabras de Jhun no salieron de su garganta, sintió que se ahogaba en ellas y, dejándola con la incertidumbre, salió de la habitación... y caminó por el jardín de las sakuras como por media hora, ¿porqué se le hacía tan difícil decírselo? Se sintió tan estúpido como en la secundaria... entonces dirigió sus pasos nuevamente hacia la habitación, más sin embargo, ella ya no estaba allí..... entonces se dirigió a la biblioteca que era una mansión de 3 pisos con miles de libros en estantes de madera finísima, eran los tesoros de Jhun, y también su fuente de inspiración, estaba decidido, también liberaría a su alma de ese peso que la sofocaba... tomó bolígrafo y papel marmoteado y se dispuso a escribir... Mai sabría lo que sentía esa misma noche...
En la mansión Kaphwan, ya estaba avanzada la madrugada y la luz aún no llegaba.
-Grandioso!- decía Kim fastidiado rebotando su Lucy- Bola mientras recorría los pasillos a pasos calmados - con las cuentas tan altas que me cobran, el servicio es pésimo
-te escuché!!!- decía Kaoru, mientas solo se veía una luz acercándose al taekwandoke, quien corrió al otro lado de la habitación, subió las escaleras y corrió por el otro pasillo - ne, ne, ne, no te escondas, ya te encontré!!!- gritó ahora la chica aventándole a Kim la pelota con fuerza.
-Kaoru!!! Eso dolió!!!- gritó Kim al sentir el golpe de la pelota.... en su nuca...
-Gomen!!! «perdón» - se disculpó Kaoru entre risas y Kim se acercó a ella abrazándola por la cintura y riendo también.
-oye, qué te parece si descansamos un poco? Mañana podremos, como hoy ^^ levantarnos tarde y te llevo a conocer un lugar de Osaka que me parece muy especial.- le dijo él
- está bien- respondió ella poniendo sus manos alrededor del cuello de Kim y continuó - pero antes de dormir necesito un baño , estoy exhausta y eso me relajaría mucho
-todos los baños en los cuartos tienen tina, pero la que está en mi habitación es mucho más amplia, úsala si te agrada, yo voy a quedarme un rato aquí, y si no vuelve la luz voy a llamar a la compañía para que nos envíen a algún técnico - finalizó Kim.
-Bueno, me voy - dijo ella separándose de él
-espera - la voz de Kim la detuvo - no te despides de mi? No me deseas buenas noches?
-claro que te deseo............... ¬¬''''' buenas noches!!! Kim «ahhh.... en que piensas Kaoru eh???» - y depositó un beso que dejó húmedos los labios de él y se dirigió a su habitación
Kim la vio alejarse y tocó con sus dedos sus labios, ahí donde Kaoru lo había besado, pensando que le había gustado demasiado y se imaginó como sería si él se lo devolviera..... de momento, solo se acostó en un mueble de su sala, como había hecho horas antes, pero ahora dispuesto a esperar un poco antes de telefonear...
Kaoru entró en la habitación de Kim, un suave y varonil aroma impregnaba la habitación... al aroma de Kim.... aspiró profundamente... definitivamente estaba enamorada de Kim y que él le correspondiera era para ella como vivir en un sueño...
Encendió una vela aromática que había encontrado en las cosas de Mai... era de color morado... «que raro.....» ^^ pero el aroma era a canela, entró al cuarto de baño, estaba decorado tan lujoso como el resto de la mansión, siendo hermosamente embellecido por un gran espejo en una de las paredes y la bañera, que le daba al cuarto un aspecto más elegante...
La llenó con agua y vació en ella aceites que estaban en la repisa, puso la vela a un lado, levantó su cabello con 2 palillos, se desnudó y se metió en la bañera, cerró sus ojos y sintió la tibia agua limpiar su cuerpo y los aceites le daban una relajación casi absoluta, así que se puso a pensar.
Kim... cómo estaba queriendo a Kim, era un chico demasiado encantador como para no creerse... «como esos que solo existen en las historias de chicas que se imaginan hombres ideales, como los fanfics... ¬¬''''» Su filosofía le agradaba y «su fisonomía también.... ^o^» su calidad humana era excelente, por si fuera poco, era un ser tan increíblemente sensual, con un cuerpo tan hermoso... Kaoru no podía evitar estremecerse cuando recordaba los momentos que estaban pasando juntos. Un hombre tan sensual... se repitió en su mente una vez más... ¿cómo sería estar en sus brazos?
Mai estaba sentada en el suelo, sobre una alfombra color blanca de terciopelo, se había vuelto a bañar y se había cambiado por una ropa ceremonial, un Kimono color negro con escasas flores lilas, tal vez asi si se lograría concentrar más, sus cabellos recién lavados se hallaban regados por sus hombros, sus mechones morados caían sobre su rostro, había dejado el ventanal abierto y por el entraban cientos de pétalos de sakura, que formaban una alfombra rosa a su alrededor, estaba intentando buscar la manera de decirle a Jhun lo que sentía por él, de otra manera se ahogaría, ya lo había estado guardando por muchos años, no podía hacerlo por varios meses más... en eso estaba cuando sintió una hoja de papel deslizarse sobre el suelo y llegar a la alfombra donde ella estaba sentada, enseguida supo que era de Jhun, ellos 2 eran las únicas personas que estaban allí, dudó en leerla, tal vez le reprendería por no querer obedecerle, pero su curiosidad «neko-kun al fin y al cabo... ^^» acabó por vencerle, dentro del elegante sobre color negro se hallaba una hoja de papel marmoteado de color crema con mates dorados, tenía una letra de perfecta caligrafía y elegantes y seguros rasgos, decía:
Me muero por suplicarte
Que no te vayas mi vida
Me muero por escucharte
Decir las cosas que nunca digas
Mas me callo y te marchas
Aun tengo la esperanza
De ser capaz algún día
De no esconder las heridas que me duelen al pensar
Que te voy queriendo cada día un poco más
¿Cuánto tiempo vamos a esperar?
Me muero por abrazarte
Y que me abraces tan fuerte
Me muero por divertirte
Y que me beses cuando despierte
Acomodado en tu pecho, hasta que el sol aparezca
Me voy perdiendo en tu aroma
Me voy perdiendo en tus labios que se acercan susurrando
Palabras que llegan a este pobre corazón
Voy sintiendo el fuego en mi interior
Me muero por conocerte
Saber que es lo que piensas
Abrir todas tus puertas
Vencer esas tormentas que nos quieren abatir
Centrar en tus ojos mi mirada
Cantar contigo al alba
Besarnos hasta desgastarnos nuestros labios
Perder en tu rostro cada día
ver esa semilla
Que al soñar deja todo surgir
Apartando el miedo a sufrir
Me muero por explicarte
Lo que pasa por mi mente
Me muero por intrigarte
Y seguir siendo capaz de sorprenderte
Sentir cada día
ese flechazo al verte
Que mas dará lo que digan
Que más dará lo que piensen si estoy loco es cosa mía
Y ahora vuelvo a mirar el mundo a mi favor
Vuelvo a ver brillar la luz del sol
"Ai Shiteru Mai"
Mai entonces levantó su cara ruborizada ante tal poema, era hermoso, y.... respondía a todas las plegarias que pudo haber hecho!!!, iba a ir a buscar a Jhun, cuando se dio cuenta que el chico la estaba observando por el ventanal abierto, caminó lentamente hacia ella y le dedicó una sonrisa, ella se ruborizó aún más, entonces él se acercó lentamente, depositando un tierno beso en los labios de Mai, el primero de la chica... y de la persona que ella añoraba se lo diera...
-ai shiteru Mai - le dijo con esa suave y melodiosa voz
-ore mo ai shiteru..- le contestó ella poniendo su cabeza en el pecho del chico y fundiéndose en un abrazo...
El taekwandoke posó una de sus fuertes manos en la barbilla de la chica atrayéndola nuevamente hacia sí y la volvió a besar, primero tiernamente, luego con insistencia, haciendo que ambos perdieran el aliento, el momento era propicio, el ambiente? Perfecto... una ráfaga de aire hizo que cientos de pétalos más entraran al suelo de la habitación, Mai entonces miró a Jhun, el chico vestía el uniforme de Tae Kwan do color azul rey, sus cabellos estaban perfectamente peinados y sueltos, sonrió mientras ahora ella era la que lo besaba
-hacía tanto tiempo que quería hacer esto- dijo ella pasando una mano por la suave tez de Jhun
-yo también- dijo el reanudando el beso, que poco a poco se fue haciendo más intenso, mas apasionado, hasta que encendió una chispa de deseo en Jhun, quien empezó a besar lentamente las mejillas de Mai, para luego bajar a su cuello, y... entonces... lentamente, comenzó a tirar del cuello del kimono de la chica haciendo que la tela se deslizara sobre su suave piel y dejara su hombro descubierto, el cual el chico también comenzó a besar gentilmente
-Mai, haz algo para detenerme- susurró él sintiendo que su cuerpo no obedecía a su razón, interiormente, sentía que estaba abusando de la chica, porque era mucho menor que él, pero ella, lejos de sentirse violentada, estaba disfrutando el momento y tenía sus pequeñas manos en la cintura de Jhun
-es que yo... no quiero evitar que continúes...- dijo ella en un susurro....
Kim había telefoneado ya y le prometieron enviar a alguien en horas hábiles al día siguiente, no tenía caso estar despierto y decidió irse a la cama. Iba subiendo hacia su habitación y tocó sus labios, el recuerdo de Kaoru besándolo continuaba fresco en su mente. Es cierto, desde que empezó a conocerla sintió que la amaría, que era la mujer de su corazón y el saber que ella sentía lo mismo lo hacía muy dichoso, tanto como nunca había sido hasta entonces.
-mañana temprano- pensó entonces - tengo que llamar a Jhun y decírselo.
Pasó por la habitación de Mai que era el lugar donde Kaoru había decidido quedarse y notó la puerta cerrada casi por completo y terminó de cerrarla. Resistió el deseo de entrar y devolverle el beso porque seguro ya estaba dormida y no deseaba despertarla. Caminó a su habitación, sus ojos hacía rato que se habían acostumbrado a la oscuridad y entró mirando su enorme y cómoda cama
-demasiado grande para una persona - pensó.
Se dispuso a descansar, mañana se divertirían mucho y tenía que reponer energías. Se cambió de ropa y para dormir solo se quedó con un pequeño short
^^ ¬¬ ^o^
Quiso mojarse un poco la cara y se dirigió al baño, mientras se acercaba pudo oler los perfumes que de ahí provenían, entre todos ellos distinguió, sus aceites aromáticos, una vela de canela (seguramente de Mai) y, el olor que más le abrumó, era el perfume de Kaoru, ese olor que tanto le había llamado la atención desde la noche anterior Seguramente se había quedado en el ambiente cuando ella pasó por ahí.
Abrió la puerta del baño y fue entonces cuando la vio.....
-Kim!!!- gritó ella con sorpresa terminando de anudarse un ligero kimono de seda
-lo siento - dijo él muy apenado - no pensé que aún siguieras por aquí
-no importa, la verdad es una tina preciosa, creo que disfruté tanto el baño que perdí la noción del tiempo
Kim estaba muy nervioso pues notó que ese atuendo revelaba demasiado del cuerpo de ella y sintió que algo se agitaba en su interior y cuando vio la forma en que ella lo miraba en ese minúsculo short, admirando detenidamente cada parte de su hermoso cuerpo, no pudo resistirse y llevándola fuera le dijo:
-puedo hacer que sigas disfrutando mucho tu estancia aquí Kaoru- ^^
Ella pasó sus delicadas manos por el cuello de Kim y le dijo pausadamente
-tendré que obligarte a cumplir eso que dijiste.
-será todo un placer- respondió Kim dedicándole una sonrisa entre coqueta y seductora, de esas que hacían a Kaoru derretirse.
Kim comenzó a besarla, puso una mano alrededor de su cintura y con la otra quitaba los palillos de su cabello, desordenándolo y pasó su mano detrás de la cabeza de ella y la atrajo más, aún más hacia él.
Bajó muy lentamente besando su boca hasta su cuello y se detuvo, interesado en el delicioso aroma de su cabello, estrechándola fuertemente con ambas manos y mordiendo su cuello, primero muy suave y después más intenso porque a ella le estaba gustando cada vez más, su voz se lo decía.
Mientras hacía esto, Kaoru acariciaba los cabellos castaños de Kim y con cada beso susurraba su nombre y metía sus dedos entre su cabello, sosteniendo su cabeza con sus manos. De pronto, lo detuvo e hizo que él la mirara.
- Eso está muy bien, demasiado bien, me permites devolvértelo?- le dijo ella
Ahora ella lo besaba y sentía las manos de él recorriendo hábilmente su cuerpo. Kaoru lo tendió sobre la cama y sus suaves manos empezaron a acariciar el firme abdomen de él con insinuantes caricias y provocadoras mordidas que hicieron que Kim temblara con anticipación.
Ver a Kim tan sexy, tan masculino debajo de ella era algo que no podía perderse. El la atrajo hacia sí y resbaló la parte superior del Kimono por sus hombros dejando su torso desnudo y posteriormente lo quitó todo y la admiró por primera vez:
-Eres hermo... - sin dejarlo terminar lo besó, mientras rozaba sus pechos contra el cuerpo de Kim, sus manos entre sus mechones castaños.
Kim no esperaba todo esto y estaba ya muy excitado, la reacción de su cuerpo se hacía ya muy evidente y sin dejar de besar a Kaoru la puso bajo él, con una mano aprisionó las 2 de ella sobre su cabeza, mientras mordía y besaba con esos dientes, con esos labios incitantes su boca, su cuello, sus pechos erectos, haciéndola estremecerse. Kim sobre ella haciendo eso, era doblemente excitante, su torso perfecto, su esbelta cintura, su sonrisa seductora, sus hermosos cabellos enmarcando desordenadamente su rostro eran cosas que la tenían extasiada. Kim lo notó y el saberse tan deseado por una mujer como ella, hacía crecer su deseo más y más; era ya demasiado irresistible y le dijo con su voz sexy y varonil, en un tono más grave del normal, uno que Kaoru nunca había escuchado
-ahora es mi turno, cariño, ábrete para mí... O_o !!!!!!
Kaoru sintió como la erección de él la penetraba suavemente, él era muy cuidadoso, quería que ella se acostumbrara al tamaño de su cuerpo, siguió haciéndolo muy lento y le dijo:
-Nunca había conocido a alguien como tú, yo no amaría a cualquiera. Eres tan especial, robaste mi corazón desde que te conocí realmente. Deseaba tanto estar contigo y me fue muy difícil reprimirlo hasta ahora. Por cierto, no creas ni por equivocación que después de esto vas a marcharte de mi lado. Ya eres mía, solo mía y no lo serás de nadie más...
-Oh Kim... - gimió Kaoru luego de escuchar eso y siguió haciéndolo cuando sintió que él aceleraba el ritmo, sus manos acariciaban sus fuertes brazos, bajaban por su espalda y con ellas Kaoru lo atraía más hacia su cuerpo.
Los gemidos de ambos llenaban la habitación e interrumpían la silenciosa noche, y se hacían cada vez más frecuentes. Kim disfrutaba mucho cuando escuchaba a Kaoru
-Kim...
-Si, cariño?
-dame más. Kim, Onegai... O_o !!!! - le rogó
Kim estaba más que dispuesto a complacerla y mientras lo hacía, Kaoru tenía sus manos en la parte baja de su espalda acariciando repetidamente los redondos y deliciosos glúteos de Kim. El sabía contener su excitación para verla disfrutar, pero sentía todo su cuerpo arder en placer y no creía poder resistirse mucho tiempo más, y cuando vio a Kaoru arquear su espalda, clavando sus uñas en sus glúteos, sus cuerpos moviéndose como uno solo, en ese momento al mismo tiempo llegó el clímax para ambos.
La oscuridad iba desapareciendo poco a poco dando paso a la mañana, Kim estaba exhausto y después de abrazarla, el cansancio lo rindió y se durmió. Kaoru no pudo dormir enseguida, el recuerdo de Kim sobre ella haciéndole el amor con pasión fue más fuerte y tardó un poco más en dormirse, cuando estaba a punto de entregarse al sueño, ya con los ojos cerrados, recordó las palabras de Kim cuando la estaba abrazando antes de dormirse:
-ai shiteru Kaoru, te amaré por siempre, nunca te haré llorar.
-Mai esto no está bien- decía Jhun al momento en que se separaba de ella
La chica solo lo miró confundida, en sus mejillas había un rubor terriblemente notable y su respiración era rápida
-Jhun, no creo que besarnos sea mala idea.- dijo ella inocentemente, Jhun solo rió mientras se acercaba otra vez hacia el objeto de su tentación y le decía en un tono travieso, cosa rara en él
-yo no pensaba besarte solamente.
Ella lanzó un pequeño grito y rápidamente acomodó su kimono sobre su hombro, cosa que hizo reír nuevamente a Jhun, quien iba a salir de su habitación, pero... ella rápidamente se levantó y dijo:
-no te vayas, por favor, quédate conmigo...
-Mai? Porqué quieres que me quede? Sabes bien que es peligroso al menos por este momento...
-y si te vas de que habrá servido ese poema?, si te vas es porque tienes miedo... porque no sabes bien lo que sientes, tal vez solo te confundiste por un momento y sientes que te vas a aprovechar de mí, pero... - dijo ella ruborizándose terriblemente - por favor, antes que te arrepientas mañana... quiero que sepas que en verdad te he amado desde hace mucho tiempo... desde varios años... Jhun, no tienes idea de lo que significas para m.... -
no pudo continuar porque los besos del rubio se lo impidieron, eran insistentes, apasionados y Mai podía sentirlo, él la deseaba, la abrazó fuertemente y la cargó hasta la alfombra blanca donde la sentó suavemente y la miró de una forma muy dulce, como nunca antes lo había hecho y, acercándose a su oído susurró:
-Mai, yo nunca me aprovecharía de ti, jamás, te confieso algo?
Ella asintió levemente
-desde hace muchos años pensé en protegerte como una hermana, pero poco a poco vi que no era así como yo te veía, obviamente pensé que era algo pasajero y realmente lo quise olvidar, pero.. tu me has demostrado que no eres una chica de la que me puedo olvidar... y aún debo ponerme a pensar en la diferencia de edades que tenemos...
-y eso que importa?, dime, a ti te importa?
-me importa lo que tu pienses al respecto - dijo él poniendo una mano sobre su cabeza moviendo sus cabellos como si de su hija se tratara, ella solo hizo una mueca de decisión y se acercó hacia él
-esto es lo que pienso acerca de tu edad....- dijo ella mientras lo besaba, sus labios eran inocentes y torpes sobre los de Jhun, pero aún así, él sintió algo responder a aquella dulce demanda, sin siquiera pensarlo, el rubio tomó la iniciativa del beso, rodeándola con sus brazos y acunándola contra su pecho, después de unos momentos, el chico dijo:
-Mai, prométeme que nunca te irás de mi lado...
-te prometo que estaré contigo siempre
En verdad hacía meses que Jhun salía con nadie, y, lo que sentía por ella era diferente a todo lo que había sentido por las otras.... _ en realidad, nuestro filosófico sensei tenía miedo, miedo de abandonarse al amor por completo y de ser abandonado cuando ella encontrara a alguien de su edad, pero la cara de la chica lo liberó de sus miedos, ella sería incapaz de hacer algo así y él lo sabía, tenía un motivo más a su favor, le conocía tanto como Kim... sin pensarlo más la besó de nuevo, otra vez pasó por sus mejillas, por su cuello, deslizó nuevamente el cuello del kimono pero ahora por ambos hombros, el holgado ropaje cayó hasta su cintura, dejando totalmente descubierta a la chica, quién se ruborizó al sentir la atenta mirada de Jhun, quien intentaba grabarse tan hermosa figura en su mente, el taekwandoke entonces se levantó y se colocó en la espalda de ella, pasó sus manos por sus negros cabellos, aspirando su aroma, fresco como la brisa marina, dulce como el perfume de las flores, lo levantó y lo pasó hacia enfrente por sus hombros, y continuó besando tiernamente desde su nuca hasta su cintura, haciendo que la Mai temblara ante aquellas caricias, el rubio satisfecho ante aquellas reacciones pasó sus manos hacia el frente, acariciando desde el vientre hasta sus hombros, pasando por la suave redondez de sus pechos haciendo que ella temblara una vez más aunque ese temblor fue acompañado de un ligero suspiro, Jhun entonces prosiguió a desamarrar el moño del kimono, pero antes de hacerlo, jaló dulcemente la cabeza de Mai para preguntarle
-Pequeña, sabes de nuestras tradiciones, aún asi quieres que siga?
Ella entonces se giró un poco para poder besarlo y le contestó:
- Por favor... Hazme el honor de ser el primero y el único...
Tradiciones japonesas dictan desde que nació esa sociedad que, las mujeres vírgenes deben traer por vestimenta ceremonial un kimono amarrado por la parte de atrás de su cintura, y ese moño no lo pueden quitar mas que 3 personas, ellas mismas, sus madres, o, el primer hombre con el que ellas tengan relaciones, obvio es que al retirarles este moño ellos ganan la fidelidad absoluta de la mujer, pero no solo eso, pues al desamarrar tan hermoso lazo, se desposan... para toda la vida... Jhun al obtener el permiso de ella la besó y abrazó con fuerza, con tanta, que sintió como la sofocaba, pero aun así ella correspondió débilmente
-nunca te vas a arrepentir de ser mi esposa Mai Kaphwan - dijo él feliz, ella solo sonrió y le volvió a dar la espalda, él lo tomó como una señal y entonces, desató con todo cuidado el lazo que la uniría para siempre con él, ahora sí, todo el kimono cayó al suelo, dejando a la chica solo con pequeño bikini que él se encargó de retirar hábilmente
-Te había dicho que eres hermosa muchas veces?- dijo él
-si, bastantes - respondió ella sonrojada al verse sin nada ante el imponente rubio, quien con sus expertas manos la recorrió toda, sin dejar espacio por explorar, Jhun quería llevarla al límite en el que ella no pensara en nada más que en él y lo estaba logrando, leves gemidos escapaban de la boca de la chica, quien estaba absorta ante un mundo de nuevas emociones, de pronto, ella lo tomó por los hombros, deshaciéndose lentamente del traje azul que estorbaba, las ropas fueron cayendo al suelo, ella, por fin admiraba el perfecto cuerpo de su ahora esposo, musculoso, fuerte, simplemente perfecto, comenzó a tocarlo con la torpeza de la primera vez, roces suaves, delicados, pero que aún así ponían al rubio a mil, hizo que el rubio se recostara en la alfombra blanca, que para ese entonces ya estaba cubierta de miles de pétalos de Sakura y siguió tocándolo y besándolo, ella aprendía de él, pues los sonidos que Jhun emitía de vez en cuando le indicaban dónde debía tocar, cuánto y cuándo, era una alumna hábil y pronto puso al rubio en una situación donde el placer se estaba adueñando de su cuerpo entero, rápido, como una llama quema una hoja, él, antes de ser completamente devorado por las sensaciones que le causaban los roces de su joven esposa hizo un rápido giro quedando ella ahora bajo él, se sintió abrumado al verla, ese cuerpo tan pequeño, tan frágil, ahora le pertenecía ¿o tal vez le faltaba un poco?....
Mai se estremeció cuando el contacto de sus cuerpos lanzó una ola de intenso deseo por todo su ser, entonces Jhun, sintiendo la necesidad de ella, estrechó aún con más fuerza su cuerpo contra el de Mai, rubios mechones cayeron sobre sus hombros y sobre Mai... le dio un beso pausado, tierno, y después de unos segundos o de una vida entera, se separó de sus labios y le dijo:
-voy a hacerte mía ahora mismo
Ella solo se sonrojó aún más y por única respuesta sonrió y posó sus pequeñas manos en el hermoso rostro de Jhun, quien suave, cuidadosamente, comenzó a entrar en su cuerpo, pudo sentir una repentina tensión en los músculos de su esposa, sus ojos estaban cerrados y su rostro tenía una expresión de infinita concentración, el entonces pasó sus 2 manos por la espalda de Mai, sujetando su esbelta cintura y la besó en su mejilla mientras le decía suavemente, con esa dulzura en la voz que sólo podía tener él:
-No tengas miedo Mai, no te haré daño
Los ojos cafés se abrieron, mirándolo con infinita confianza y gradualmente, el cuerpo se suavizó bajo sus manos, el esperó unos momentos más y entonces se movió nuevamente hacia delante, uniéndose por completo a ella. Mai se tensó de nuevo y esta vez un gemido mezclado de dolor y placer escapó de sus labios. El le sonrió dulcemente cuando la expresión en el rostro de ella se aclaró de nuevo y abrió los ojos cuando el dolor comenzó a ceder
-Jhun...- murmuró y la palabra terminó en un gemido cuando él comenzó a moverse de nuevo dentro de ella, lentamente.
El contuvo el aliento ante la profundidad del amor y la pasión contenidas en esa simple palabra, entonces se dejó llevar por aquella indescriptible marea de sensaciones, su mundo se estrechó hasta volverse una sola emoción, el éxtasis al sentirse inmerso en el cuerpo de Mai, los movimientos de ella sincronizados con los suyos, el ritmo de su unión, cada vez más rápido, más frenético, se convirtió en el único pensamiento en la mente del sexy rubio, solo escuchaba los débiles gemidos de Mai acompañados por los suyos en esa habitación, solo podía pensar en esa alfombra blanca y ese piso totalmente cubierto por pétalos de Sakuras, en ellos 2 haciendo el amor, se forzó a sí mismo, no sin muchos problemas, a no permitir que esas sensaciones lo llevaran al clímax antes que ella, y justo cuando pensaba que explotaría por el insoportable placer, Mai gimió fuertemente y se arqueó bajo él, aferrándose a su espalda, hundiendo las yemas de sus dedos en ella, entonces, y solo entonces, no pudo contenerse más y estalló con ella en un momento que para él duró una eternidad.
Se derrumbó entonces, sobre ella, abrumado aún por las inmensas sensaciones que acababa de experimentar, Mai entonces lo abrazó con fuerza, diciéndole a su oído:
-ai shiteru Jhun Hoon...
Permanecieron abrazados un buen rato, hasta que él se levantó y, cargándola con gran facilidad, la llevó hasta el futón acostándola tiernamente, se recostó con ella y deslizó una sábana para cubrir su desnudez, Mai se recostó sobre uno de sus brazos y con una mano acariciaba el pecho del hermoso taekwandoke, él entonces la besó en la frente y peinó con sus dedos esa cascada de ébano, retirando de paso algunos pétalos de Sakura que se habían atrevido a quedarse en su cabello. Pasaron así un largos minutos, 20 o 40 quién sabe? y las palabras no alcanzaban a salir, pero la situación no las necesitaba, ni las necesitó; sus cuerpos lo habían dicho todo y ahora el silencio hacia lo mismo pero de forma distinta
-Mai, me amas?
-eh? Porqué me preguntas eso?
-solo por curiosidad, pequeña dime, me amas tanto como yo te amo a ti?
-pues... veremos - dijo ella aún con una chispa de travesura - tu que piensas al respecto?
-yo creo que me amas con todo tu corazón, pero quiero oírlo de tu boca, lo necesito en este momento- rogó Jhun acariciando con una mano su mejilla
- bueno, desde hace algunas horas soy Mai Hoon- dijo ella encogiéndose entre sus brazos, pegándose completamente a él y empezando a bostezar de manera grácil, como buen neko-kun agotado
-No te entiendo, que quieres darme a entender con eso? - dijo él abrazándola tiernamente y besando su frente
- bueno, que me he casado contigo y que eso... - dijo ella cerrando levemente los ojos y posando una mano en el musculoso pecho del rubio - lo he hecho por amor...
Él entonces sintió como su ahora esposa fue vencida por el sueño y observó el cielo a través del ventanal por donde los pétalos rosas seguían entrando a montones, ya estaba amaneciendo, suspiró pensando en la pequeña, frágil y a la vez hermosa mujer que tenía a su lado, ya lo tenía todo, una esposa que lo amaba, fortuna para vivir holgadamente con ella, un hermano que quería... y ahí fue cuando su rostro se ensombreció y miró a la pequeña que descansaba sonriendo entre sus brazos
-ay Mai... por el momento no quiero ni pensar en qué me va a decir tu hermano....
NOTAS:
5mentarios, jejejejeje......... ¬¬'' esta diablada fue un capítulo en conjunto con July-chan ella hizo su parte Kim X Kaoru y yo hice el Jhun X Mai, que tal eh? Espero les haya agradado y pues bueno... dudas, comentarios, tomatazos y correos con ántrax a mai_yagami83@hotmail.com o simplemente déjenme un review se les agradecerá
BY SHEIK
