Dicho y re dicho, tengo cara de ser Rowling. Pues no así que Harry y Cia. No me pertenecen.

Capitulo V: Quiero que vuelvas

Los días pasaban uno tras otro, y ningún cambio podía vislumbrarse en la persona de Ginny Weasley. En realidad, ningún cambio físico, porque dentro de ella se desataba una batalla de sentimientos y deseos.

Tom no había querido volver a su forma original y persistía en quedarse con la figura de Harry y eso perturbaba demasiado a la pelirroja. Habían transcurrido poco más de una semana desde su "accidente" y todavía Tom no había logrado convencerla de que estaba en un error.

- No quiero – se empecinaba ella en contestar – No voy a volver nunca -

Y así, una y otra vez lo había intentado. Pero en esta ocasión parecía ser que el asunto iba a cambiar. El hablarle con la misma voz del niño que vivió y tomar su forma, parecía hacer flaquear la determinación de Ginny.

- ¿Acaso crees que si no vuelves nadie te extrañara? – Le dijo ese día suavemente al oído.

- Por supuesto que no lo harán – Respondió ella tercamente.

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Harry se paseaba de un lado a otro de la sala común de Gryffindor, tratando de idear alguna manera de acercarse a la hermana de su mejor amigo. No es que estuviera enamorado de ella, pero ciertamente la extrañaba. Había algo en esta nueva Ginny que no le gustaba, era como si estuviera vacía, es decir, como si solo fuera un muñeco que se mueve por inercia. La otra, en cambio, era un ser lleno de vida. Y aunque nunca se había tomado la molestia de conocerla, ahora lo lamentaba en realidad. Había tenido que ocurrir casi una desgracia para que una curiosidad por acercarse a ella se despertara en él. Se había dado cuenta casi muy tarde de que estaba acostumbrado a sentirla cerca. A cruzar una fugaz mirada con ella y verla bajar la mirada totalmente ruborizada. No podía dejarla ahora que ella lo necesitaba. No podía dejarla como si su alma estuviera ausente.

- NO – se dijo a sí mismo – Tengo que hacerla regresar a como de lugar -

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Durante los días que siguieron Harry los dedicó a la pelirroja. En los recreo la buscaba y la acompañaba hasta su siguiente clase. Le hablaba de todo un poco, nimiedades y cosas triviales. Esperaba que así ella también comenzaría a responderle o al menos demostrar algún signo de vida y de que realmente lo escuchaba. Pero Ginny se limitaba a mirar el vacío.

Pero a pesar de todo, Harry tenía el firme propósito de regresarla a lo que era. No se dejaría vencer. Ella no podía seguir así.

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- No creo nada de lo que me dices – Respondió Ginny con la duda impresa en su voz.

- Sabes muy bien que no te miento – Continuó Tom.

- Por supuesto que lo haces. Ninguno de ellos en realidad me extraña. Solo piensan en ellos. No te das cuenta, yo-no-existo –

- YA BASTA – dijo enojado – si no te quieres dar cuenta, bien por ti. Pero yo no voy a quedarme a seguir con esto. Ya me harté -

- Pues si quieres puedes marcharte. A mi no me importa –

- Tendrías que fijarte en lo que sucede afuera en vez de quedarte sentada en ese rincón y así te darías cuenta de que tus palabras no tienen ninguna justificación –

- Me da igual –

Esto estaba comenzando a exasperarlo. Esta niña era una obcecada. ¿Cómo es que no podía entender algo tan sencillo como lo que él trataba de enseñarle? Pero no podía decírselo todavía, eso era ir contra las reglas. Tenía que hacerle entender que estaba equivocada y que no podía seguir así por mucho tiempo.

Pero entonces una idea vino a su cabeza, podría hacerlo solo una vez, pero tal vez sería suficiente como para hacerla reaccionar.

- Muy bien – Dijo decidido – lo siento mucho «en realidad no» pero tendré que hacerlo por tu propio bien -

- ¿Qué vas a hacer? –

- No durará demasiado, pero si el tiempo suficiente «espero» para que entres en razón de una buena vez –

- ¿Pero qué… -

Ginny no terminó de decir aquellas palabras porque Tom había comenzado a pronunciar algunas extrañas palabras «estaba recitando un hechizo». De repente una luz azulada comenzó a cubrirla y desapareció del lugar donde momentos antes había estado sentada.

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Harry había pasado todo ese día tratando de que la pelirroja mostrara algún gesto. Durante la clase de Binns «tan monótona como de costumbre» había tardado un poco más en entrar en el sopor de siempre. Tenía que admitir que estaba comenzando a desistir con respecto a Ginny, los días pasaban y ella no mostraba ninguna mejora. Pero no quería hacerlo, tenía que ayudarla.

- ¿Quieres ayudarla? – de repente y sin saber como, el aula, Ron, Hermione y el resto de sus compañeros desaparecieron. Todo estaba oscuro ¿Se habría dormido?

- Sí y no – respondió la voz escuchando sus pensamientos – Digamos que estas en una especie de trance – su tono era divertido.

- ¿Quién eres? – Preguntó Harry escudriñando en cada rincón de aquel extraño lugar. Todo estaba oscuro, era como una especie de limbo. No había arriba ni abajo, derecha o izquierda. Pero sin embargo sentía que estaba pisando tierra firme. Era demasiado extraño.

- En realidad la pregunta sería ¿Qué soy? Pero eso no viene al caso, en este momento estoy algo corto de tiempo ¿Me explico? – la voz parecía venir de todos lados a la vez Pues verás Harry si me presento tal y como estoy ahora, pues simplemente me correría de una patada y no creerías una palabra de lo que tengo que decirte. No es que ya me conozcas, porque en realidad soy un individuo «insisto ¿Puedo llamarme así?» diferente al que conociste… literalmente. Soy un recuerdo, creado por la dulce Ginny –

- ¿Un recuerdo de Ginny? – medio preguntó Harry.

- Sin interrupciones por favor – lo reprendió -  Te traje aquí porque es necesario que alguien le haga entender a esa niña que está equivocada –

- Porq… -

- No, no, no. Sin interrupciones ¿Recuerdas? La cosa es que ella cree que es mejor no regresar con ustedes. Y sí, la Ginny a la que le has estado hablando no es más que un recipiente vacío. La verdadera está oculta en lo más profundo de su ser, está encerrada en una prisión que ella misma construyó. En realidad es algo tonto «según yo», cree que está sola y que es mejor si ella no está. He intentado desde el principio hacerle entender que no debe quedarse en donde está, porque si sigue haciéndolo entonces cuando quiera de veras regresar no podrá ¿Me explico? Aquí es donde entras tu valiente héroe. ¡Ah! Por favor, no pongas esa cara. ¿Porqué tú? Para empezar tú fuiste uno de los que comenzó todo este problema. ¿Por qué? Pues porque, sabes, la indiferencia a veces puede destrozar a las personas. Y digo, cómo es posible que alguien que ha vivido toda su vida con personas a las que le es indiferente, no se había dado cuenta de que lo era él mismo con alguien más. –

- Pe… pero yo… yo no quise lastimarla – trató de justificarse Harry.

- Ya, ya, ya. No me lo digas a mi «además de que no me interesa» díselo a ella – de repente más allá una luz iluminaba una melena roja recostada contra lo que parecía una pared.

      Harry se acercó con cautela. No sabía donde estaba y tenía que andar con cuidado. Cuando estuvo lo suficientemente cerca Ginny volteó quedando frente a él, con un gesto de enfado marcado en el rostro « "Este rostro sí parece estar vivo"».

- ¿Qué fue lo que hiciste? No me digas prefiero no saberlo. Quiero que entiendas que no quiero volver y no lo haré. No importa lo que digas Tom allá nadie quiere realmente que vuelva –

- "¿Tom?" – pensó desconcertado Harry.

- Vuelve a ser como eras. No quiero que sigas tomando la forma de Harry –

- "¡Ah! Ahora entiendo" – comprendió lo que momentos antes esa "Voz" le había dicho – Pero que sucede si no puedo cambiar – tanteó.

- Por supuesto que puedes. –

- En realidad no puedo porque esta es la única forma que tengo. Hasta ahora no he aprendido a transformarme, creo que me lo enseñaran el año que viene –

- No estés jugando Tom. No es divertido –

- ¿Tom? – dijo Harry haciéndose el desentendido «una vez más» - ¿Quién es Tom Ginny? ¿Y dónde estamos? –

- ¿Harry? – Ginny palideció - ¿Realmente eres tú? –

- Por supuesto que es él – la voz de Tom se escucho desde algún lugar. Harry asintió con la cabeza.

- ¿Por qué no quieres volver? – Preguntó Harry con el corazón oprimiéndole por la posible respuesta.

- Porque… - la pelirroja dudó. Estaría bien decirlo ¿O no?

- Dilo de una buena vez. El tiempo se está acabando y ya no habrá otra oportunidad. Yo que tu aprovecho y suelto todo lo que llevo guardando durante años – Instó la voz de Tom en su oído.

- Porque duele demasiado… Estar sola –

- ¿Pero y tus hermanos? – Cuestionó Harry.

- Es que no entiendes. Ellos son buenos y los quiero, pero no están conmigo, tienen sus vidas Harry, yo no les hago falta. Y ya no soporto seguir así, no quiero estar sola por más tiempo. Por eso decidí ir al lago aquella noche. Nadie me toma en cuanta, nada se altera si no estoy ¿Comprendes? Volver a clases y darte cuenta de que nada a cambiado ni un ápice en tu ausencia. Nadie que te pregunte si estás bien. Nadie que se preocupe por ti –

- Pero si nos preocupamos por ti – refutó él.

- Sólo cuando ocurren cosas como las del lago, Harry. ¿Pero y después? –

- Bueno… después… - No podía encontrar las palabras adecuadas para responderle a aquella pregunta.

- Después todo regresa a lo mismo. ¿No te das cuenta? ¿Cuánto tiempo les habría tomado darse cuenta de que había desaparecido aquella vez en la cámara si no hubiera pintado aquél cartel? –

- … -

- Lo ves. En realidad solo me extrañaran «si es que lo hacen» sólo al principio. Pero luego seguirán como si nada. Sólo es cuestión de tiempo –

- Pero eso no solucionará nada – refutó una vez más – quedándote aquí quedarás muerta en vida.–

- Y qué más da –

- ¿CÓMO QUE QUÉ MÁS DA? – gritó perdiendo la paciencia - ¿Cómo puedes siquiera pensar en dejarte morir así como así? –

- NO ME GRITES – Chilló ella – ERES EL MENOS INDICADO PARA DECIRME LO QUE TENGO QUE HACER. CUANDO NUNCA TE HA IMPORTADO UN COMINO LO QUE SUCEDA CONMIGO. Siempre has sabido sobre mis sentimientos y ni siquiera has tenido el valor de decirme que no me hiciera ilusiones. Sólo fingiste no saber nada, mientras todos los demás se mofaban de que apenas sabias de mi existencia. ¿Crees que no sé lo poco que valgo? –

- … - Harry bajó la mirada. Sabía que la mayoría de lo que la pelirroja decía con respecto a él era cierta.

- Di algo – susurró la voz de Tom esta vez en el oído del joven – O si no jamás regresará

- Lo lamento – Esta disculpa tomo por sorpresa a Ginny – Lamento haberte herido de esa manera. No fue mi intención, te lo aseguro. Pero no puedes quedarte aquí –

- ¿Por qué no? –

- Porque podrías morir –

- Ya te he dicho que eso no me importa –

- Pero tu dijiste que no querías seguir estando sola –

- Sí, por eso mismo no me importa. Si vuelvo, volveré a estar sola –

- Pero la muerte significa la soledad absoluta –

     Harry había dado en el clavo, estaría sola por siempre. No había peor castigo. Pero…

- Pero nadie quiere en realidad que vuelva – Dijo Ginny, las lágrimas comenzaron a danzar por su delicado rostro.

- Por supuesto que quieren que vuelvas – sonrió compasivo ante el rostro incrédulo de la pequeña Weasley – YO quiero que vuelvas –

    Ginny comenzó a sollozar - ¿De veras quieres que vuelva? –

    Él asintió con la cabeza y le extendió su mano – ¿Por qué no regresamos juntos? ¿Estas de acuerdo? –

    Ella le hizo un gesto afirmativo y al aceptar la mano que el niño que vivió le ofrecía una luz azulina lo cubrió todo una vez más.

*****************

      Harry parpadeó un par de veces antes de despertar por completo. Ron había pasado casi diez minutos en tratar de despertarlo «afortunadamente Binns no prestaba demasiada atención a los alumnos durante sus clases» justo a tiempo, la campana anunciaba que la clase de historia de la magia había llegado a su fin.

      Harry fue el primero en salir, junto sus útiles como pudo y los metió en su bolsa. Salió como un rayo directo hasta la clase de encantamientos de los de quinto. Al llegar pudo ver a los últimos chicos salir de aula «Hola Harry ¿Cómo va todo?» Colin Creveey entre ellos.

- Hola Colin ¿Has visto a Ginny? – Preguntó rápidamente.

- Sí, acaba de irse por el pasillo. Si corres quizás puedas alcanzarla. No parecía tener prisa por llegar a ningún lado. – Respondió el niño de la cámara señalando el lado derecho del pasillo.

    Harry apenas si se dio tiempo de decirle un fugaz «Gracias» antes de emprender carrera por el pasillo. No tardó mucho tiempo, pudo alcanzarla al doblar la esquina en una estatua. Parecía no tener alguna diferencia con la Ginny de esa mañana, como si todavía tuviera la mirada perdida.

- ¡Ginny! – la llamó. Ella se detuvo en seco y él aprovechó la oportunidad para acercarse más. La pelirroja viró lentamente hasta quedar frente a Harry. Una tierna sonrisa surcaba ahora el rostro de la niña Weasley que llenó a Harry de un profundo alivio. Entonces no había sido un sueño.

- … -

- … -

    Por un momento ninguno dijo palabra alguna. Hasta que…

- Ginny… - La pelirroja interrumpió las palabras de Harry dándole un fuerte abrazo.

- Gracias Harry –

- ¿Por qué? –

- Por rescatarme aquella vez en la cámara, por no haberme dejado morir en el lago… por traerme de regreso… Gracias –

::Sonrisa:: - No necesitas agradecerme nada. Por mi culpa te has sentido terrible. Lo lamento mucho… lamento haber sido indiferente a tus sentimientos, es sólo que no sabía como responder a ellos. –

- No tienes que disculparte Harry, también ha sido muy difícil para ti todo este tiempo. Tenías demasiadas cosas sobre tus hombros como para añadirle más problemas. Tu no necesitas eso –

- No. Tendría que haberme dado cuenta y tratado de conocerte más –

- No hay problema. No te preocupes yo ahora estoy bien  –

- Creo que todavía puedo arreglarlo ¿Qué te parece si comenzamos otra vez? –

- ¿? _ Ella lo miró extrañada.

- Hola, mucho gusto – dijo Harry extendiéndole la mano – Soy Harry Potter –

::Sonriendo:: - Mucho gusto Harry. Soy Virginia Weasley – aceptando el saludo.

- Así que ese es tu nombre completo –

- Ahá. Pero puedes llamarme Ginny –

- Bueno Ginny te gustaría ser mi amiga –

- Si no te molesta tener a una maniática suicida como amiga –

- No para nada. Y a ti no te molesta tener a un amigo al que lo persigan los problemas.-

- Entonces estoy completamente de acuerdo ¿Amigos? – Preguntó ella sin dejar de sonreír.

- Amigos – confirmo él devolviéndole la sonrisa.

N/A: Bueno gente. He revivido después de tanto tiempo. En compensación traté de hacer el capítulo más largo. Tal vez sea el último de Delirios (¬¬Todavía no me decido). OH! My God. Hace un buen tiempo que termine de leer el quinto libro y no puedo creer que haya llorado tanto(muchas gracias Harrymanía.  Por cierto visiten esta página es buenísima: www.harrymania.com.ar). Me parece super injusto el descenlace. Rowling eres muy mala ¡¿Cómo pudiste?! La verdad es que yo amaba a ese sujeto (No pienso decir quién es aunque más de medio mundo ya lo ha dicho) Pero no me importa, por que para mí siempre va a estar ahí. No importa qué. ¿Y qué hay de Percy? Por favor, no puede haberse puesto así de idiota, yo creía que este chico al menos pensaba un poco y ahora quiero ver que cara pone cuando tenga que ir a disculparse.

Bueno me voy despidiendo demasiada cháchara los va a cansar.

Muchas gracias a todos los que dejaron Reviews y también a los que no.

Annia: amiga dónde estas. Hace un tiempo que no sé nada de ti.

Rakasha: Perdona por no haberte dejado review, pero ya sabes que tus historias me encantan.

Carla tampoco he sabido de ti, ojala pueda tener noticias de ti pronto.

            Sin más que añadir

Kisses para todos

Leri

P/D: si quieren escribirme pueden hacerlo a leri18@yahoo.com.ar