Capítulo 2 Separación.
Miró por la ventana y entonces... Ahí lo vio. Voldemort venía junto con unos diez mortifagos directos a la casa de Bella. No pudo hacer nada, en cuestión de segundos la ventana estaba rota, los mortifagos le habían rodeado, y cuando reaccionó sólo escuchó:
Desmaius- y no supo nada más hasta que volvió a oír.
Enervate
Inmediatamente abrió los ojos. Vio que estaba en una casa, la casa con la que había soñado últimamente, la casa que vio el año pasado en una clase de la adivinación. Se vio rodeado de mortifagos. Justo enfrente de él estaba Voldemort, se reía con esa sonrisa torcida. Entonces se levantó
Bueno ya veo que te has despertado - rió Voldemort - Bueno estás en la mansión Riddle. ¿Qué piensas? Está un poco sucia pero espero que sea del agrado del niño-que-vivió -Voldemort rió y todos sus mortifagos rieron. Parecían un rebaño de ovejas - ¿qué pasa Potter se te ha comido la lengua el gato?- nuevas risas.
¿Qué piensa hacer conmigo? - preguntó Harry. No pensaba unirse a él, aunque su vida dependiera de ello.
Primero te voy a dar la oportunidad de que te unas a mí
Jamás - le interrumpió Harry
Sabes te pareces mucho a tu padre. El también me dijo que no, es más, me dijo "antes muerto", y es muy curioso porque mira como acabó - Voldemort rió, y a Harry le entró una ira incontrolable.
Eres un asqueroso asesino. ¿Pero sabes que es lo más triste de todo? Que no tienes lo suficiente de humano para tener conciencia.
Voldemort no pareció molesto por el comentario, pero miro a Harry con
cara de triunfo y dijo:
1. Crucio - con su varita apuntando a Harry. 2. Eres una mezcla entre cerdo y serpiente - dijo Harry intentando soportar el dolor del crucio. Entonces reunió fuerzas de algún lugar de su cuerpo y dijo:
Desmaius - dirigió la varita hacia Voldemort. Sabía que no le iba a hacer nada pero aún así lo intentó.
Voldemort rió cuando el hechizo le dio. Comenzó a lanzar a Harry un montón de hechizos, pero la varita de Harry hacía cosas raras, el no conjuraba ningún hechizo, pero su varita estaba rechazando todos los maleficios que le mandaban a Harry. Este se sorprendió, ero su asombro no tenía comparación alguna con el de Voldemort. Pensó que podía ser por el hecho de que las varitas de ambos fueran hermanas, así que le dijo a colagusano que le prestara la suya. Comenzó de nuevo con las maldiciones, pero la varita d Harry seguía actuando igual. Entonces Harry se dio cuenta de que podía ganar, o por lo menos salir vivo. Así que con ese nuevo pensamiento Harry se levantó y empezó a plantarle cara a Voldemort. No sabía que porque su varita hacia esas cosas, aunque si que notaba que a medida que esta repelía un hechizo Harry notaba como le estaba consumiendo la magia, y sobre todo la vida.
De repente, cuando la lucha estaba estancada, Harry se desmayó. Al hacerlo se desapareció de aquella casa y reapareció en casa de Bella, en su puerta para ser más exactos. Se encontraba muy cansado y notaba como se estaba quedando sin vida poco a poco. Tocó el timbre con las pocas fuerzas que le quedaban.
Estamos en una emergencia, vuelva más tarde -dijo Sirius. La voz le temblaba incontrolablemente como si estuviese llorando.
Volvió a tocar y entonces consiguió decir los suficiente alto:
Sirius soy yo, Harry, por favor abre la puerta.
La puerta se abrió y Harry vio como Sirius estaba llorando. Eso le hizo perder todas las fuerzas que le quedaban ya que odiaba ver a la gente que le quería llorar por él. Entonces ocurrió algo que nadie esperaba. Harry notó como su cuerpo se separaba de él y se caía al suelo. Sirius en un acto reflejo lo cogió y lo llevó dentro. Antes de que cerrara la puerta Harry consiguió entrar. Parecía que Sirius no podía ver "al otro Harry". Se notaba extraño. Tenía una sensación de libertad que nunca antes había experimentado, y no era para menos, su alma estaba fuera de su cuerpo. En un primer lugar momento pensó que estaba muerto, pero cuando Sirius dijo que todavía tenía pulso, pero muy débil desechó esa idea. Vio que en casa de Bella, además de ella y Sirius, se encontraban Dumbledore, Lupin, Snape y otro hombre que Harry no conocía. Esperó para ver lo que decían los médicos. Tras unas dos horas de revisión al cuerpo de Harry, los médicos dijeron que no tenían ni idea de lo que le pasaba. Parecía estar bien, aunque muy cansado, pero a la vez parecía estar en coma. Era muy raro. Harry tuvo una idea. Quería ver si al igual que en sus sueños cuando estaba sin cuerpo y le pasaba algo también le pasaba a su cuerpo. Fue a la cocina y decidió coger un cuchillo, al principio le costó un poco ya que se sentía muy cansado pero cuando lo consiguió se hizo una pequeña herida en el dedo. Para su asombro vio que su teoría era cierta ya que por su dedo real fluía un pequeño hilo de sangre. Intentó hablar con Sirius, pero se sentía demasiado cansado así que prefirió descansar. Se sentó al lado de Sirius, vio que estaba llorando y eso le hacía sentir muy mal consigo mismo. Vio que Sirius tenía la carta que Harry a duras penas había logrado escribir. Entonces llegó Dumbledore e intentó consolar a Sirius.
Sirius no ha sido tu culpa - de haber estado tú aquí habrías muerto, además estoy seguro de que Harry no te culpa de nada y no le gustaría verte así -dijo Dumbledore.
No quiero ser grosero, pero me gustaría estar solo, si no te importa Albus -contestó Sirius mientras lloraba.
No tranquilo estaré fuera, les diré que no te molesten.
Gracias
En cuanto Dumbledore salió de la habitación Sirius empezó a llorar a gusto. Harry se sentía realmente enfadado consigo mismo. Entonces oyó que Sirius decía:
Como no me voy a sentir culpable, si yo fui quien le dejó aquí solo. Les he fallado a James y a Lily -dijo Sirius abatido.
A Harry no le gustaba nada ver a su padrino así, reunió todas las fuerzas que tenía y consiguió decir lo suficientemente alto para que Sirius lo oyera:
Yo no te culpo de nada y estoy seguro de que mis padres tampoco. Además no estoy muerto, encontraré la forma de volver a mi cuerpo, te lo aseguro.
Harry, ¿eres tú?- preguntó
Harry no tuvo fuerzas para contestar, aunque a Sirius no le hizo falta. Estaba seguro de que había sido Harry.
Entonces Sirius llegó a la conclusión de que sentarse en un sofá a llorar no iba a servir de nada, no iba a hacer que su ahijado despertara y Voldemort no pensaba tomarse un respiro, es más ahora que había dejado a Harry "medio muerto" seguro que se sentía el dueño del mundo y los asesinatos a muggles y a "sangre sucias" iban a ser casi diaria. Se levantó y se dirigió a la sala en la que se encontraban Dumbledore, Lupin, Mundungus (el hombre que había visto antes Harry), Snape y Bella y se sentó junto a ellos. En un principio todos se sorprendieron de verlo tan pronto, aunque parecía que Dumbledore ya había supuesto anteriormente que no tardaría mucho en aparecer. Sirius lo supo por el brillo y la sonrisa que apareció en su rostro nada más verle. Sentir todas las miradas puestas en él le hizo sentirse un poco incómodo.
Bueno ahora que por fin estamos todos comencemos con la reunión - dijo Dumbledore para romper el silencio que se había creado tras la entrada de Sirius - Bueno como comprenderás Severus ya no puedes actuar más de espía o Voldemort te matará.
Lo entiendo, aunque sigo sin saber como descubrió que era un espía y que no le era le era leal - respondió muy extrañado Snape - ¿estáis seguros de que Potter no se ha equivocado?- preguntó.
Sí, parecía muy seguro, ¿sino como iba a saber lo que tenías que hacer tú esta tarde? - dijo Sirius, no parecía muy atento a la conversación e incluso estaba un poco ido.
Harry intentó espiar a los mayores, aunque al final tuvo que sentarse a descansar. Intento dormir, pero entonces descubrió que no podía. Mientras descansaba pensó en una teoría; si él estaba en un sueño real no podía dormirse, porque ya estaba en un sueño. Se rió ante su comentario y milagrosamente los mayores lo oyeron. Estaría hablando de algo serio, porque si se estuvieran riendo su risa hubiese quedado camuflada, pero no fue así. Al ver que podían oírle intentó hablar, pero por alguna extraña razón no podía. Parecía que tenía que aprender a comunicarse, puesto que no era tan fácil. Los mayores miraban con cara tensa a todos lados, incluso Snape lanzó un hechizo al aire para que todo lo oculto se pudiese ver, pero aún así no vieron a Harry. Por el contrario Sirius reía, para él era un alivio pensar que no estaba loco, que Harry realmente le había hablado, y que en esos momentos estaría con ellos.
Me tomaréis por loca, pero estoy casi segura de que esa era la risa de Harry, llevo oyéndola desde que tenía un año, y verdaderamente es inconfundible - afirmó Bella.
Es curioso, en un primer momento yo también pensé que esa era su risa, pero es imposible, Harry está arriba, inconsciente y seamos realistas, puede que no despierte nunca -dijo Dumbledore muy seriamente.
Os puedo asegurar que esa es su risa, no espero que me creáis, es más si alguien me dijera lo que os voy a decir ahora alguna vez lo tomaría por loco, pero en fin, creo que es mi deber - dijo Sirius. Todos parecían mirarle de una forma inexplicable.
De que estás hablando Sirius - le cortó Lupin.
Cuándo estaba en aquella habitación hace dos horas, -¡¡¿dos hora?! Pensó Harry pero si han sido 5 minutos! - estaba lamentándome por lo que le había pasado a Harry, empecé a pensar que había sido culpa mía, y entonces pude escuchar que Harry claramente me decía que yo no tenía la culpa, que el no me culpaba de nada, que James y Lily tampoco lo harían nunca y cosas por el estilo - había contado todo de carrerilla y centrado en un punto del suelo, por fin levantó la cabeza. Cada uno le miraba con una cara diferente; Bella parecía creerle, aunque en su mirada había un toque de pena; Lupin no sabía que pensar; Dumbledore le sonreía aunque en su cara se podía ver que nunca había oído a nadie decir eso pero parecía creerle; sin embargo, la cara de Snape expresaba una incredulidad inmensa. De no haber sido por el momento, Harry hubiese buscado una cámara de fotos a toda prisa - como ya os he dicho no espero que me creáis, pero me veía obligado a contároslo.
La habitación quedó en silencio, nadie sabía que decir como reaccionar ante aquello. Pasó un cuarto de hora y nadie había hablado. Sirius se sentía realmente incómodo ante la actitud y presencia del resto así que decidió irse a dar una vuelta.
¿A dónde vas? - preguntó Bella cuando vio que Sirius se levantaba y se disponía a salir de la casa.
A dar una vuelta volveré en un par de horas - Bella hizo ademán de levantarse- y me gustaría ir solo si no te importa - dijo.
De acuerdo - se limitó a decir Bella.
Sirius salió de la casa, Harry tenía un mal presentimiento así que decidió salir con él por si algo sucedía. Sirius caminó en su forma canina, ya que para los muggles él era un peligroso fugitivo. Parecía que no caminaba con rumbo fijo, aunque parecía no vacilar a la hora de girar a la izquierda o a la derecha. Llegó a una casa que Harry no había visto antes, aunque Sirius pareció reconocerla, porque abrió la puerta y se metió en ella. Cuando Harry entró vio algo que le heló la sangre; en cuestión de segundos Sirius estaba en el centro de la habitación, rodeado por mortifagos. Ya no estaba en su forma canina. Harry se fijó en lo que miraba Sirius con tanta ira y entonces lo vio: Voldemort estaba al lado de Colagusano. Ambos apuntaban a Sirius. Entonces Sirius pareció comprender algo y entonces gritó con furia:
Tú, olvidé que tu sabías nuestra casa secreta. Te odio -dijo. Harry no había visto nunca a Sirius con tanta ira y cólera.
Crucio- dijo Voldemort. Sirius se retorcía de dolor en el suelo. Harry no sabía que hacer, por una parte ver a Sirius así lo estaba matando, pero por otra parte él no podía hacer nada - bueno, bueno, bueno, ¿a quien tenemos aquí? - preguntó burlonamente Voldemort - Como pudo la gente pensar que tu, un inútil de impresión, fuiste mi mano derecha.
Eso es lo que pienso yo, como yo pude aliarme contigo, el peor mago de todos los tiempos - se burló Sirius.
Crucio - murmuró Voldemort, parecía que no le había importado mucho lo que Sirius le había dicho ya que su cara permanecía impasible.
Es...eso...lo...único.que.sabes.hacer.Tom - dijo Sirius intentando contener el dolor que le estaba causando el Crucio.
Bueno creo que ya me he aburrido de jugar contigo- afirmó Voldemort. Harry entonces reaccionó. Sabía que si no hacía nada por evitarlo Voldemort iba a matar a Sirius. No supo muy bien porque pero se interpuso entre Sirius y la varita de Voldemort.
Aveda kedavra - dijo Voldemort.
Como había pasado con el crucio cuando Harry estaba inconsciente, el maleficio le dio a él. Como el aveda kedavra era más fuerte que el crucio Harry apareció por más de un segundo. En realidad fue un minuto, en el que le dio tiempo a agarrar a Sirius, que veía toda la escena pasmado al igual que todos los demás mortifagos. Voldemort también pareció impresionarse, aunque pronto empezó a lanzar más hechizos en contra de Harry. Harry notaba como le daban aunque no le afectaban mucho, o por lo menos no tanto como el aveda kedavra que lo estaba dejando sin energías. Cuando Harry desapareció Sirius se fue con él. Antes de irse Harry se concentró todo lo que pudo en llegar a casa de Bella. Harry abrió los ojos satisfecho cuando reapareció en la entrada de casa de Bella. Sirius por su parte se desmayó antes de salir de aquella casa. Con las fuerzas que le quedaban a Harry consiguió tocar el timbre.
Lo que me faltaba -pensó cuando nadie abría la puerta, volvió a tocar. Entonces Dumbledore abrió la puerta. Al ver allí a Sirius pidió ayuda a sus amigos.
¿Qué ha pasado?- preguntó Bella.
No lo sé, cuando he venido a abrir la puerta he visto a Sirius ahí tirado y por lo que parece lleva un tiempo inconsciente así que él no ha tocado el timbre. Está muy débil. Llevémoslo dentro - ordenó.
Harry.-murmuró Sirius cuando lo trasladaban.
Estoy aquí Sirius -murmuró Harry. Sabía que, por la forma que lo había hecho y dado que ninguno de los magos puso cara rara, nadie lo había oído.
¿Estás bien, Harry?- volvió a preguntar Sirius.
¿Qué dices Sirius? -preguntó extrañada Bella
Sí, tu estate tranquilo - le contestó Harry. Por alguna extraña razón Harry pensaba que Sirius le podía oír - ¿tú estás bien?
Sí, me encuentro un poco cansado pero bueno, gracias por lo que has hecho, de verdad te lo agradezco- al contrario que a Harry, a Sirius si que le podían oír.
Albus, ¿qué está diciendo?, Oh dios mío mirar a Harry - Bella parecía muy alarmada.
Harry se decidió a mirar su cuerpo y entonces se dio cuenta de porque Bella había chillado de aquella forma. Su cuerpo estaba completamente magullado. Parecía tener problemas para respirar y le daban ataques, como espasmos, continuamente. Entonces se dio cuenta de que posiblemente sería por el Aveda Kedavra que había interceptado. Supuso que sería igual que en los "sueños" que había tenido tan sólo unos días antes. Aunque pudo notar una gran diferencia; antes cuando le daban con un crucio se sentía mal por mucho, muchísimo tiempo. En cambio ahora el efecto del maleficio le había durado mucho menos tiempo.
Cuando volvió a la "realidad" y dejó sus pensamientos a un lado se dio cuenta que había pasado mucho tiempo, más o menos unas tres horas. Sirius estaba tendido en una cama. Aparentemente no tenía nada, parecía que sólo estaba descansando. En cambio su cuerpo estaba lleno de vendajes. Supuso que la magia no podía curar las heridas que había sufrido al entrar parcialmente en contacto con el peor de los maleficios.
Volvió a dejar de pensar y se dio cuenta de que había pasado algo de tiempo. Sirius estaba levantado, al lado de la cama en la que se encontraba el cuerpo de Harry. Parecía cansado, aunque podía ver en su cara que estaba muy preocupado, sus ojos le delataban. Denotaban orgullo, felicidad y mucho amor. Harry sonrió feliz, por lo menos su padrinos estaba seguro de haberlo visto, supuso que estaba feliz de saber que estaba mejor de lo que pensaba. Sirius por su parte estaba muy seguro de que había sido Harry quien lo había hablado y, desde luego, no tenía ninguna duda de que fuese Harry quien lo había salvado. Había estado pensando y aunque fuera de locos estaba decidido a contarle lo que pensaba a todos, a Bella, a Lupin, a Dumbledore, a Mundungus, estaba incluso decidido de que se lo iba a contar a Snape.
Bella entró en el cuarto. Al ver que Sirius se había despertado se acercó a él para abrazarlo.
Me has dado un susto de muerte, cuando tocaron el timbre nadie fue a abrir porque esperábamos a nadie, estábamos seguros de que no eras tú porque tu sabes como abrir la puerta. Tuve un presentimiento, entonces le dije a Dumbledore que fuera a abrir la puerta. Cuando nos pidió ayuda fui rápidamente a ver que sucedía. Al verte en el suelo lleno de moratones y heridas casi se me cayó el alma a los pies. No tenía que haberte dejado ir sólo.
No ha sido tu culpa, Bella. Tú no podías saber que es lo que iba a suceder. -Sirius abrazó más fuerte a Bella cuando se dio cuenta de que estaba llorando. ¿Qué pasó? - preguntó después de un rato Bella.
En fin, tarde o temprano os lo tendré que contar así que, aunque; tenía ganas de estar solo, no sé, pensar en lo de Harry. Decidí dirigirme a la casa donde nos solíamos reunir. Cuando llegué allí y abrí la puerta no vi nada, pero cuando entré del todo a la casa unos diez o más mortífagos me estaban esperando, como si supiesen que yo me dirigía hacia allí. Junto con los mortífagos estaba Voldemort. Me estuvo torturando un rato largo. Cuando ya se había aburrido de "jugar conmigo", puesto que aunque intentaba sacarme información yo no decía nada, me intentó matar con el Avada Kedavra. Yo estaba seguro de que no saldría de esa. Vi a cámara lenta como el hechizo se dirigía hacia mí. Pero cuando estaba a menos de dos metros pareció desvanecerse. Entonces, aunque pienses que estoy loco, en el lugar donde había desaparecido el maleficio apareció Harry. Me agarró muy fuerte y noté como si desapareciéramos de la casa. Luego me desmayé, aunque mientras estuve desmayado creía estar hablando con Harry, incluso tengo un vago recuerdo de haberle visto, aunque no estoy seguro. Sólo recuerdo que me estabais llevando a la cama podía hablar con él. Me dijo que no me preocupara que él estaba bien.
Sirius.....- dijo Bella.
Entonces Harry se quedó anonadado cuando vio como Bella se acercaba a Sirius muy lentamente y le besaba. Estuvo a punto de soltar una carcajada, pero tenía la ligera impresión de que si se reía le iban a escuchar y no quería estropear aquel momento. Se sintió de más, aunque no pudiesen verlo, así que decidió salir de la habitación. Se sentó en el sofá. Le apetecía ver la televisión. Empezó a buscar el mando y cuando dijo:
¿Mando, dónde estás? - sólo estaba bromeando, como si estuviese llamando a un perro.
El mando apareció por debajo de un cojín y se fue posar en las manos de Harry. Parecía que al entrar en contacto con Harry, el mando también había desaparecido, aunque Harry si que podía verlo. Fue a mirarse al espejo y efectivamente ya no se podía ver ni el mando. Lo dejó en una mesa cercana y vio que entonces si que se veía. Le pareció divertido. Se pasó el resto del día practicando. Convocaba objetos, luego los tocaba y los hacía desaparecer. Cuanto mayor era el objeto más le costaba que fuera hasta él y que desapareciera. Cada vez le costaba menos. Decidió que tenía que practicar para poder defenderse o defender a otros y también tenía que descubrir que otras cosas podía hacer.
A la noche, aunque no podía dormir, se dedicaba a estarse quietecito, en el sofá o en algún otro lado de la casa, descansando. La semana pasó rápidamente. Había aprendido a manejar completamente los objetos inanimados y a hacerlos desaparecer, aunque con seres vivos le costaba más, sobre todo la parte de que desapareciesen. Ya era Lunes. Había aprendido a estar en un estado de "inconsciencia" similar al sueño, que le hacía descansar más tiempo y más a gusto. Se levantó y fue a la cocina. Aunque no podía comer se sentaba a la mesa con el resto de los mayores. Entonces vio que Bella estaba escribiendo una carta y se le ocurrió hacer una cosa: dijo para sí "pergamino, tinta, pluma" y todo voló de las manos de Bella a las manos de Harry. Esta se quedó perpleja, sobre todo cuando vio desaparecer las cosas, fue a decir algo, pero entonces entró Sirius a la cocina y le dio un beso, de buenos días, en los labios. Harry volvió a reír internamente. Empezó a escribir:
Queridos Sirius y Bella, Enhorabuena por vuestro romance. Yo estoy bien, aquí vigilándoos para que no os pase nada. Estoy bien, aunque me gustaría que alguien me dijese como volver a mi cuerpo, porque se me hace un poco aburrido que nadie me pueda ver. Os quiere Harry Potter.
La dejó en la mesa, exactamente donde Bella estaba escribiendo la carta antes de que Harry se la quitara. Lo hizo a broma porque pensaba que no lo iban a poderla leer, aunque no imaginaba cuanto se equivocaba.
Sirius..
¿Sí Bella?
No te lo vas a creer pero, antes de que entraras, estaba escribiendo una carta y de repente el pergamino, la tinta y la pluma desaparecieron de mi mano. Iban volando hasta que cuando llegaron a la altura de esa silla, han desaparecido.
Pero que dices Bella, si tienes las cosas ahí, por cierto, ¿a quien has escrito?- preguntó Sirius un poco extrañado.
Pero si yo no he escrito ni una palabra, ¿qué es esto? - entonces Harry reaccionó. Bella estaba leyendo la carta, al principio se puso un poco roja, pero al ver la firma se puso pálida. Sirius había estado preparando algo para desayunar pero justo cuando se dio la vuelta para preguntarle a Bella que quería para desayunar vio que esta se estaba mareando y la cogió y la sentó.
¿Estás bien?
Sirius, esta carta es de.... Harry.
¿Qué?, quieres decir que la escribió antes de... bueno... antes de...
No Sirius, la acaba de escribir, mira léela- Bella le pasó la carta a Sirius. Este la leyó. Durante un rato nadie dijo nada. Al fin Bella se decidió a hablar- Sirius, la ha escrito ahora. Me ha cogido el pergamino, la tinta y la pluma. Ha escrito la carta y después me la ha devuelto. Además, no nos la pudo escribir antes porque nosotros, en fin, no estábamos juntos- se puso un poco roja al decir esto.
Tenemos que reunir a la orden - dijo Sirius. Entonces Harry reaccionó. Volvió a convocar el kit para escribir. Bella y esta vez Sirius también volvieron a ver como todo desaparecía. Harry escribió lo primero que se le ocurrió;
Hola, No pensaba que esto iba a funcionar, pero me alegro de que lo haya hecho. Yo estoy bien. Si queréis preguntarme algo podéis hacerlo. Os escucho y os veo. Besos Harry
Dejó la carta a la altura de Sirius y Bella. Estos la tomaron con mucha ansia y comenzaron a leerla.
Me alegro de que estés bien cariño, estábamos muy preocupados. Es cierto que queremos que nos contestes algunas cosas, pero espera, por favor, voy a llamar a la orden.
Harry pensó que en vez describir probaría otra cosa. Lo primero que se le ocurrió fue coger una taza. La movió de arriba abajo en sentido afirmativo.
Eso es un sí- dijo Sirius.
Ahora vuelvo -dijo Bella.
Sirius se fue a sentar a la sala para esperar. Harry hizo lo mismo. Un cuarto de hora más tarde Dumbledore, Snape, Lupin, Mundungus y Bella volvieron a entrar . Bueno y ¿qué es eso tan importante que nos tenías que contar?, ¿no ha pasado nada malo, verdad?- preguntó Remus.
No, creo que la mejor forma de explicaros lo que os tenía que decir es mediante una demostración. ¿Estás de acuerdo, Sirius? - dijo Bella.
Por supuesto - apuntó con su varita a una caja y la transformó en una pizarra. Hizo lo mismo con la pluma, para convertirla en tiza. Entonces Harry comprendió. Invocó a la tiza. Como había hecho con el resto de las cosas, la tiza salió volando y la desapareció cuando Harry la cogió - Bueno, lo primero es presentaros. Harry, nos conocer a todos menos a Mundungus, así que el que está sentado entre Snape y Dumbledore es Mundungus Fletcher.
¿Qué estás dici...- empezó Snape, aunque pronto se calló ya que vio que en la pizarra comenzaban a parecer palabras.
Mucho gusto señor Fletcher, yo soy Harry, Harry Potter - escribió Harry.
¿Qué está pasando aquí? - preguntó Mundungus.
Bueno pues creo que eso nos lo va a tener que explicar Harry - dijo Bella.
No sé que explicaros, o mejor dicho, no sé como explicaros lo que me pasa porque no tengo ni la más mínima idea - escribió Harry.
¿Cómo podemos estar seguros de que el que está escribiendo eso es Harry? - preguntó desafiante Snape.
Buena pregunta - escribió Harry en la pizarra - ya sé, usted y yo nos llevamos muy mal. En tercero en la casa de los gritos le lance junto con Hermione y Ron un expeliarmus y le dejé inconsciente. Sirius y el profesor Lupin de jóvenes tenían un "club" de gamberradas. Se hacían llamar los merodeadores. Lupin era Lunático y Sirius Canuto. Mi padre era cornamenta. Dumbledore tiene un pensadero. El año pasado, por error, me metí en él y vi el juicio de Crouch,...
Creo que ya está más que claro que es Harry- le interrumpió Dumbledore. Bueno, ¿y no sabes lo que te pasa?
Realmente no. Siento que mi cuerpo y mi alma se han separado y no sé como volver a mi cuerpo. Puedo mover cosas, hacerlas desaparecer. Últimamente estoy practicando con seres vivos. Puedo hacer desaparecer a gatos, perros, plantas...No duermo. Simplemente me introduzco en una especie de relajación. Ah y se me olvidaba tengo control sobre el tiempo, aunque todavía no sé dominarlo bien- todos se quedaron pasmados ante la explicación de Harry. Entonces Dumbledore cayó en la cuenta de algo.
¿Nos puedes decir como trajiste a Sirius?- preguntó Dumbledore. Harry borró la pizarra rápidamente y volvió a escribir:
Sí. Cuando salió a pasear tuve un mal presentimiento, aunque entonces no sabía que podía comunicarme así que decidí seguirle. Llegó a una casa que yo no había visto nunca y se metió en ella. Cuando entré vi que había un montón de mortífagos. En cuestión de minutos ya lo tenían apresado. El tiempo iba a cámara rápida para mí. Veía como le estaban torturando pero no podía hacer nada. Entonces justo, el tiempo, se paró cuando Voldemort le iba a lanzar el Avada Kedavra. Como había hecho en mis "sueños" me interpuse entre Sirius y Voldemort. El maleficio me dio a mí. Aparecí en la habitación. Me agarré fuertemente a Sirius haciendo de escudo. Me concentré mucho en aparecer aquí, y unos segundos más tarde Sirius y yo estábamos en la puerta. No me pregunten como lo hice, sólo me concentré mucho y ya está. Estaba muy cansado y tenía miedo por Sirius. Toqué el timbre y el resto ya lo saben. Lo que les ha dicho Sirius acerca de nuestras "conversaciones" es verdad. Puedo hacer que me escuchen, pero me cuesta mucho, y luego me quedo muy cansado. Supongo que tendré que practicar si me voy a quedar así toda la vida, ¿no?.
Sirius, creo que todos te debemos una disculpa - dijo Lupin cuando acabó de leer.
Tranquilo lunático, si a mí, cualquiera de vosotros, me hubiese dicho lo que os dije yo, hubiera pensado que estaba para encerrarlo - rió Sirius.
Ya pero no es excusa - dijo Dumbledore- todos debimos haberte creído desde el principio y en vez de eso lo único que pensábamos era que lo que le estaba pasando a Harry te estaba trastornando la cabeza. Espero que algún día puedas perdonar a este viejo chiflado.
Lo mismo digo - dijo Mundungus
Creo que todos pensamos eso - dijo Snape. Parecía que le costaba reconocer que se había equivocado y más aún reconocer que se había equivocado con su eterno rival, Sirius Black.
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Bueno segundo capítulo acabado. Espero que les haya gustado. Por favor déjenme un review
Miró por la ventana y entonces... Ahí lo vio. Voldemort venía junto con unos diez mortifagos directos a la casa de Bella. No pudo hacer nada, en cuestión de segundos la ventana estaba rota, los mortifagos le habían rodeado, y cuando reaccionó sólo escuchó:
Desmaius- y no supo nada más hasta que volvió a oír.
Enervate
Inmediatamente abrió los ojos. Vio que estaba en una casa, la casa con la que había soñado últimamente, la casa que vio el año pasado en una clase de la adivinación. Se vio rodeado de mortifagos. Justo enfrente de él estaba Voldemort, se reía con esa sonrisa torcida. Entonces se levantó
Bueno ya veo que te has despertado - rió Voldemort - Bueno estás en la mansión Riddle. ¿Qué piensas? Está un poco sucia pero espero que sea del agrado del niño-que-vivió -Voldemort rió y todos sus mortifagos rieron. Parecían un rebaño de ovejas - ¿qué pasa Potter se te ha comido la lengua el gato?- nuevas risas.
¿Qué piensa hacer conmigo? - preguntó Harry. No pensaba unirse a él, aunque su vida dependiera de ello.
Primero te voy a dar la oportunidad de que te unas a mí
Jamás - le interrumpió Harry
Sabes te pareces mucho a tu padre. El también me dijo que no, es más, me dijo "antes muerto", y es muy curioso porque mira como acabó - Voldemort rió, y a Harry le entró una ira incontrolable.
Eres un asqueroso asesino. ¿Pero sabes que es lo más triste de todo? Que no tienes lo suficiente de humano para tener conciencia.
Voldemort no pareció molesto por el comentario, pero miro a Harry con
cara de triunfo y dijo:
1. Crucio - con su varita apuntando a Harry. 2. Eres una mezcla entre cerdo y serpiente - dijo Harry intentando soportar el dolor del crucio. Entonces reunió fuerzas de algún lugar de su cuerpo y dijo:
Desmaius - dirigió la varita hacia Voldemort. Sabía que no le iba a hacer nada pero aún así lo intentó.
Voldemort rió cuando el hechizo le dio. Comenzó a lanzar a Harry un montón de hechizos, pero la varita de Harry hacía cosas raras, el no conjuraba ningún hechizo, pero su varita estaba rechazando todos los maleficios que le mandaban a Harry. Este se sorprendió, ero su asombro no tenía comparación alguna con el de Voldemort. Pensó que podía ser por el hecho de que las varitas de ambos fueran hermanas, así que le dijo a colagusano que le prestara la suya. Comenzó de nuevo con las maldiciones, pero la varita d Harry seguía actuando igual. Entonces Harry se dio cuenta de que podía ganar, o por lo menos salir vivo. Así que con ese nuevo pensamiento Harry se levantó y empezó a plantarle cara a Voldemort. No sabía que porque su varita hacia esas cosas, aunque si que notaba que a medida que esta repelía un hechizo Harry notaba como le estaba consumiendo la magia, y sobre todo la vida.
De repente, cuando la lucha estaba estancada, Harry se desmayó. Al hacerlo se desapareció de aquella casa y reapareció en casa de Bella, en su puerta para ser más exactos. Se encontraba muy cansado y notaba como se estaba quedando sin vida poco a poco. Tocó el timbre con las pocas fuerzas que le quedaban.
Estamos en una emergencia, vuelva más tarde -dijo Sirius. La voz le temblaba incontrolablemente como si estuviese llorando.
Volvió a tocar y entonces consiguió decir los suficiente alto:
Sirius soy yo, Harry, por favor abre la puerta.
La puerta se abrió y Harry vio como Sirius estaba llorando. Eso le hizo perder todas las fuerzas que le quedaban ya que odiaba ver a la gente que le quería llorar por él. Entonces ocurrió algo que nadie esperaba. Harry notó como su cuerpo se separaba de él y se caía al suelo. Sirius en un acto reflejo lo cogió y lo llevó dentro. Antes de que cerrara la puerta Harry consiguió entrar. Parecía que Sirius no podía ver "al otro Harry". Se notaba extraño. Tenía una sensación de libertad que nunca antes había experimentado, y no era para menos, su alma estaba fuera de su cuerpo. En un primer lugar momento pensó que estaba muerto, pero cuando Sirius dijo que todavía tenía pulso, pero muy débil desechó esa idea. Vio que en casa de Bella, además de ella y Sirius, se encontraban Dumbledore, Lupin, Snape y otro hombre que Harry no conocía. Esperó para ver lo que decían los médicos. Tras unas dos horas de revisión al cuerpo de Harry, los médicos dijeron que no tenían ni idea de lo que le pasaba. Parecía estar bien, aunque muy cansado, pero a la vez parecía estar en coma. Era muy raro. Harry tuvo una idea. Quería ver si al igual que en sus sueños cuando estaba sin cuerpo y le pasaba algo también le pasaba a su cuerpo. Fue a la cocina y decidió coger un cuchillo, al principio le costó un poco ya que se sentía muy cansado pero cuando lo consiguió se hizo una pequeña herida en el dedo. Para su asombro vio que su teoría era cierta ya que por su dedo real fluía un pequeño hilo de sangre. Intentó hablar con Sirius, pero se sentía demasiado cansado así que prefirió descansar. Se sentó al lado de Sirius, vio que estaba llorando y eso le hacía sentir muy mal consigo mismo. Vio que Sirius tenía la carta que Harry a duras penas había logrado escribir. Entonces llegó Dumbledore e intentó consolar a Sirius.
Sirius no ha sido tu culpa - de haber estado tú aquí habrías muerto, además estoy seguro de que Harry no te culpa de nada y no le gustaría verte así -dijo Dumbledore.
No quiero ser grosero, pero me gustaría estar solo, si no te importa Albus -contestó Sirius mientras lloraba.
No tranquilo estaré fuera, les diré que no te molesten.
Gracias
En cuanto Dumbledore salió de la habitación Sirius empezó a llorar a gusto. Harry se sentía realmente enfadado consigo mismo. Entonces oyó que Sirius decía:
Como no me voy a sentir culpable, si yo fui quien le dejó aquí solo. Les he fallado a James y a Lily -dijo Sirius abatido.
A Harry no le gustaba nada ver a su padrino así, reunió todas las fuerzas que tenía y consiguió decir lo suficientemente alto para que Sirius lo oyera:
Yo no te culpo de nada y estoy seguro de que mis padres tampoco. Además no estoy muerto, encontraré la forma de volver a mi cuerpo, te lo aseguro.
Harry, ¿eres tú?- preguntó
Harry no tuvo fuerzas para contestar, aunque a Sirius no le hizo falta. Estaba seguro de que había sido Harry.
Entonces Sirius llegó a la conclusión de que sentarse en un sofá a llorar no iba a servir de nada, no iba a hacer que su ahijado despertara y Voldemort no pensaba tomarse un respiro, es más ahora que había dejado a Harry "medio muerto" seguro que se sentía el dueño del mundo y los asesinatos a muggles y a "sangre sucias" iban a ser casi diaria. Se levantó y se dirigió a la sala en la que se encontraban Dumbledore, Lupin, Mundungus (el hombre que había visto antes Harry), Snape y Bella y se sentó junto a ellos. En un principio todos se sorprendieron de verlo tan pronto, aunque parecía que Dumbledore ya había supuesto anteriormente que no tardaría mucho en aparecer. Sirius lo supo por el brillo y la sonrisa que apareció en su rostro nada más verle. Sentir todas las miradas puestas en él le hizo sentirse un poco incómodo.
Bueno ahora que por fin estamos todos comencemos con la reunión - dijo Dumbledore para romper el silencio que se había creado tras la entrada de Sirius - Bueno como comprenderás Severus ya no puedes actuar más de espía o Voldemort te matará.
Lo entiendo, aunque sigo sin saber como descubrió que era un espía y que no le era le era leal - respondió muy extrañado Snape - ¿estáis seguros de que Potter no se ha equivocado?- preguntó.
Sí, parecía muy seguro, ¿sino como iba a saber lo que tenías que hacer tú esta tarde? - dijo Sirius, no parecía muy atento a la conversación e incluso estaba un poco ido.
Harry intentó espiar a los mayores, aunque al final tuvo que sentarse a descansar. Intento dormir, pero entonces descubrió que no podía. Mientras descansaba pensó en una teoría; si él estaba en un sueño real no podía dormirse, porque ya estaba en un sueño. Se rió ante su comentario y milagrosamente los mayores lo oyeron. Estaría hablando de algo serio, porque si se estuvieran riendo su risa hubiese quedado camuflada, pero no fue así. Al ver que podían oírle intentó hablar, pero por alguna extraña razón no podía. Parecía que tenía que aprender a comunicarse, puesto que no era tan fácil. Los mayores miraban con cara tensa a todos lados, incluso Snape lanzó un hechizo al aire para que todo lo oculto se pudiese ver, pero aún así no vieron a Harry. Por el contrario Sirius reía, para él era un alivio pensar que no estaba loco, que Harry realmente le había hablado, y que en esos momentos estaría con ellos.
Me tomaréis por loca, pero estoy casi segura de que esa era la risa de Harry, llevo oyéndola desde que tenía un año, y verdaderamente es inconfundible - afirmó Bella.
Es curioso, en un primer momento yo también pensé que esa era su risa, pero es imposible, Harry está arriba, inconsciente y seamos realistas, puede que no despierte nunca -dijo Dumbledore muy seriamente.
Os puedo asegurar que esa es su risa, no espero que me creáis, es más si alguien me dijera lo que os voy a decir ahora alguna vez lo tomaría por loco, pero en fin, creo que es mi deber - dijo Sirius. Todos parecían mirarle de una forma inexplicable.
De que estás hablando Sirius - le cortó Lupin.
Cuándo estaba en aquella habitación hace dos horas, -¡¡¿dos hora?! Pensó Harry pero si han sido 5 minutos! - estaba lamentándome por lo que le había pasado a Harry, empecé a pensar que había sido culpa mía, y entonces pude escuchar que Harry claramente me decía que yo no tenía la culpa, que el no me culpaba de nada, que James y Lily tampoco lo harían nunca y cosas por el estilo - había contado todo de carrerilla y centrado en un punto del suelo, por fin levantó la cabeza. Cada uno le miraba con una cara diferente; Bella parecía creerle, aunque en su mirada había un toque de pena; Lupin no sabía que pensar; Dumbledore le sonreía aunque en su cara se podía ver que nunca había oído a nadie decir eso pero parecía creerle; sin embargo, la cara de Snape expresaba una incredulidad inmensa. De no haber sido por el momento, Harry hubiese buscado una cámara de fotos a toda prisa - como ya os he dicho no espero que me creáis, pero me veía obligado a contároslo.
La habitación quedó en silencio, nadie sabía que decir como reaccionar ante aquello. Pasó un cuarto de hora y nadie había hablado. Sirius se sentía realmente incómodo ante la actitud y presencia del resto así que decidió irse a dar una vuelta.
¿A dónde vas? - preguntó Bella cuando vio que Sirius se levantaba y se disponía a salir de la casa.
A dar una vuelta volveré en un par de horas - Bella hizo ademán de levantarse- y me gustaría ir solo si no te importa - dijo.
De acuerdo - se limitó a decir Bella.
Sirius salió de la casa, Harry tenía un mal presentimiento así que decidió salir con él por si algo sucedía. Sirius caminó en su forma canina, ya que para los muggles él era un peligroso fugitivo. Parecía que no caminaba con rumbo fijo, aunque parecía no vacilar a la hora de girar a la izquierda o a la derecha. Llegó a una casa que Harry no había visto antes, aunque Sirius pareció reconocerla, porque abrió la puerta y se metió en ella. Cuando Harry entró vio algo que le heló la sangre; en cuestión de segundos Sirius estaba en el centro de la habitación, rodeado por mortifagos. Ya no estaba en su forma canina. Harry se fijó en lo que miraba Sirius con tanta ira y entonces lo vio: Voldemort estaba al lado de Colagusano. Ambos apuntaban a Sirius. Entonces Sirius pareció comprender algo y entonces gritó con furia:
Tú, olvidé que tu sabías nuestra casa secreta. Te odio -dijo. Harry no había visto nunca a Sirius con tanta ira y cólera.
Crucio- dijo Voldemort. Sirius se retorcía de dolor en el suelo. Harry no sabía que hacer, por una parte ver a Sirius así lo estaba matando, pero por otra parte él no podía hacer nada - bueno, bueno, bueno, ¿a quien tenemos aquí? - preguntó burlonamente Voldemort - Como pudo la gente pensar que tu, un inútil de impresión, fuiste mi mano derecha.
Eso es lo que pienso yo, como yo pude aliarme contigo, el peor mago de todos los tiempos - se burló Sirius.
Crucio - murmuró Voldemort, parecía que no le había importado mucho lo que Sirius le había dicho ya que su cara permanecía impasible.
Es...eso...lo...único.que.sabes.hacer.Tom - dijo Sirius intentando contener el dolor que le estaba causando el Crucio.
Bueno creo que ya me he aburrido de jugar contigo- afirmó Voldemort. Harry entonces reaccionó. Sabía que si no hacía nada por evitarlo Voldemort iba a matar a Sirius. No supo muy bien porque pero se interpuso entre Sirius y la varita de Voldemort.
Aveda kedavra - dijo Voldemort.
Como había pasado con el crucio cuando Harry estaba inconsciente, el maleficio le dio a él. Como el aveda kedavra era más fuerte que el crucio Harry apareció por más de un segundo. En realidad fue un minuto, en el que le dio tiempo a agarrar a Sirius, que veía toda la escena pasmado al igual que todos los demás mortifagos. Voldemort también pareció impresionarse, aunque pronto empezó a lanzar más hechizos en contra de Harry. Harry notaba como le daban aunque no le afectaban mucho, o por lo menos no tanto como el aveda kedavra que lo estaba dejando sin energías. Cuando Harry desapareció Sirius se fue con él. Antes de irse Harry se concentró todo lo que pudo en llegar a casa de Bella. Harry abrió los ojos satisfecho cuando reapareció en la entrada de casa de Bella. Sirius por su parte se desmayó antes de salir de aquella casa. Con las fuerzas que le quedaban a Harry consiguió tocar el timbre.
Lo que me faltaba -pensó cuando nadie abría la puerta, volvió a tocar. Entonces Dumbledore abrió la puerta. Al ver allí a Sirius pidió ayuda a sus amigos.
¿Qué ha pasado?- preguntó Bella.
No lo sé, cuando he venido a abrir la puerta he visto a Sirius ahí tirado y por lo que parece lleva un tiempo inconsciente así que él no ha tocado el timbre. Está muy débil. Llevémoslo dentro - ordenó.
Harry.-murmuró Sirius cuando lo trasladaban.
Estoy aquí Sirius -murmuró Harry. Sabía que, por la forma que lo había hecho y dado que ninguno de los magos puso cara rara, nadie lo había oído.
¿Estás bien, Harry?- volvió a preguntar Sirius.
¿Qué dices Sirius? -preguntó extrañada Bella
Sí, tu estate tranquilo - le contestó Harry. Por alguna extraña razón Harry pensaba que Sirius le podía oír - ¿tú estás bien?
Sí, me encuentro un poco cansado pero bueno, gracias por lo que has hecho, de verdad te lo agradezco- al contrario que a Harry, a Sirius si que le podían oír.
Albus, ¿qué está diciendo?, Oh dios mío mirar a Harry - Bella parecía muy alarmada.
Harry se decidió a mirar su cuerpo y entonces se dio cuenta de porque Bella había chillado de aquella forma. Su cuerpo estaba completamente magullado. Parecía tener problemas para respirar y le daban ataques, como espasmos, continuamente. Entonces se dio cuenta de que posiblemente sería por el Aveda Kedavra que había interceptado. Supuso que sería igual que en los "sueños" que había tenido tan sólo unos días antes. Aunque pudo notar una gran diferencia; antes cuando le daban con un crucio se sentía mal por mucho, muchísimo tiempo. En cambio ahora el efecto del maleficio le había durado mucho menos tiempo.
Cuando volvió a la "realidad" y dejó sus pensamientos a un lado se dio cuenta que había pasado mucho tiempo, más o menos unas tres horas. Sirius estaba tendido en una cama. Aparentemente no tenía nada, parecía que sólo estaba descansando. En cambio su cuerpo estaba lleno de vendajes. Supuso que la magia no podía curar las heridas que había sufrido al entrar parcialmente en contacto con el peor de los maleficios.
Volvió a dejar de pensar y se dio cuenta de que había pasado algo de tiempo. Sirius estaba levantado, al lado de la cama en la que se encontraba el cuerpo de Harry. Parecía cansado, aunque podía ver en su cara que estaba muy preocupado, sus ojos le delataban. Denotaban orgullo, felicidad y mucho amor. Harry sonrió feliz, por lo menos su padrinos estaba seguro de haberlo visto, supuso que estaba feliz de saber que estaba mejor de lo que pensaba. Sirius por su parte estaba muy seguro de que había sido Harry quien lo había hablado y, desde luego, no tenía ninguna duda de que fuese Harry quien lo había salvado. Había estado pensando y aunque fuera de locos estaba decidido a contarle lo que pensaba a todos, a Bella, a Lupin, a Dumbledore, a Mundungus, estaba incluso decidido de que se lo iba a contar a Snape.
Bella entró en el cuarto. Al ver que Sirius se había despertado se acercó a él para abrazarlo.
Me has dado un susto de muerte, cuando tocaron el timbre nadie fue a abrir porque esperábamos a nadie, estábamos seguros de que no eras tú porque tu sabes como abrir la puerta. Tuve un presentimiento, entonces le dije a Dumbledore que fuera a abrir la puerta. Cuando nos pidió ayuda fui rápidamente a ver que sucedía. Al verte en el suelo lleno de moratones y heridas casi se me cayó el alma a los pies. No tenía que haberte dejado ir sólo.
No ha sido tu culpa, Bella. Tú no podías saber que es lo que iba a suceder. -Sirius abrazó más fuerte a Bella cuando se dio cuenta de que estaba llorando. ¿Qué pasó? - preguntó después de un rato Bella.
En fin, tarde o temprano os lo tendré que contar así que, aunque; tenía ganas de estar solo, no sé, pensar en lo de Harry. Decidí dirigirme a la casa donde nos solíamos reunir. Cuando llegué allí y abrí la puerta no vi nada, pero cuando entré del todo a la casa unos diez o más mortífagos me estaban esperando, como si supiesen que yo me dirigía hacia allí. Junto con los mortífagos estaba Voldemort. Me estuvo torturando un rato largo. Cuando ya se había aburrido de "jugar conmigo", puesto que aunque intentaba sacarme información yo no decía nada, me intentó matar con el Avada Kedavra. Yo estaba seguro de que no saldría de esa. Vi a cámara lenta como el hechizo se dirigía hacia mí. Pero cuando estaba a menos de dos metros pareció desvanecerse. Entonces, aunque pienses que estoy loco, en el lugar donde había desaparecido el maleficio apareció Harry. Me agarró muy fuerte y noté como si desapareciéramos de la casa. Luego me desmayé, aunque mientras estuve desmayado creía estar hablando con Harry, incluso tengo un vago recuerdo de haberle visto, aunque no estoy seguro. Sólo recuerdo que me estabais llevando a la cama podía hablar con él. Me dijo que no me preocupara que él estaba bien.
Sirius.....- dijo Bella.
Entonces Harry se quedó anonadado cuando vio como Bella se acercaba a Sirius muy lentamente y le besaba. Estuvo a punto de soltar una carcajada, pero tenía la ligera impresión de que si se reía le iban a escuchar y no quería estropear aquel momento. Se sintió de más, aunque no pudiesen verlo, así que decidió salir de la habitación. Se sentó en el sofá. Le apetecía ver la televisión. Empezó a buscar el mando y cuando dijo:
¿Mando, dónde estás? - sólo estaba bromeando, como si estuviese llamando a un perro.
El mando apareció por debajo de un cojín y se fue posar en las manos de Harry. Parecía que al entrar en contacto con Harry, el mando también había desaparecido, aunque Harry si que podía verlo. Fue a mirarse al espejo y efectivamente ya no se podía ver ni el mando. Lo dejó en una mesa cercana y vio que entonces si que se veía. Le pareció divertido. Se pasó el resto del día practicando. Convocaba objetos, luego los tocaba y los hacía desaparecer. Cuanto mayor era el objeto más le costaba que fuera hasta él y que desapareciera. Cada vez le costaba menos. Decidió que tenía que practicar para poder defenderse o defender a otros y también tenía que descubrir que otras cosas podía hacer.
A la noche, aunque no podía dormir, se dedicaba a estarse quietecito, en el sofá o en algún otro lado de la casa, descansando. La semana pasó rápidamente. Había aprendido a manejar completamente los objetos inanimados y a hacerlos desaparecer, aunque con seres vivos le costaba más, sobre todo la parte de que desapareciesen. Ya era Lunes. Había aprendido a estar en un estado de "inconsciencia" similar al sueño, que le hacía descansar más tiempo y más a gusto. Se levantó y fue a la cocina. Aunque no podía comer se sentaba a la mesa con el resto de los mayores. Entonces vio que Bella estaba escribiendo una carta y se le ocurrió hacer una cosa: dijo para sí "pergamino, tinta, pluma" y todo voló de las manos de Bella a las manos de Harry. Esta se quedó perpleja, sobre todo cuando vio desaparecer las cosas, fue a decir algo, pero entonces entró Sirius a la cocina y le dio un beso, de buenos días, en los labios. Harry volvió a reír internamente. Empezó a escribir:
Queridos Sirius y Bella, Enhorabuena por vuestro romance. Yo estoy bien, aquí vigilándoos para que no os pase nada. Estoy bien, aunque me gustaría que alguien me dijese como volver a mi cuerpo, porque se me hace un poco aburrido que nadie me pueda ver. Os quiere Harry Potter.
La dejó en la mesa, exactamente donde Bella estaba escribiendo la carta antes de que Harry se la quitara. Lo hizo a broma porque pensaba que no lo iban a poderla leer, aunque no imaginaba cuanto se equivocaba.
Sirius..
¿Sí Bella?
No te lo vas a creer pero, antes de que entraras, estaba escribiendo una carta y de repente el pergamino, la tinta y la pluma desaparecieron de mi mano. Iban volando hasta que cuando llegaron a la altura de esa silla, han desaparecido.
Pero que dices Bella, si tienes las cosas ahí, por cierto, ¿a quien has escrito?- preguntó Sirius un poco extrañado.
Pero si yo no he escrito ni una palabra, ¿qué es esto? - entonces Harry reaccionó. Bella estaba leyendo la carta, al principio se puso un poco roja, pero al ver la firma se puso pálida. Sirius había estado preparando algo para desayunar pero justo cuando se dio la vuelta para preguntarle a Bella que quería para desayunar vio que esta se estaba mareando y la cogió y la sentó.
¿Estás bien?
Sirius, esta carta es de.... Harry.
¿Qué?, quieres decir que la escribió antes de... bueno... antes de...
No Sirius, la acaba de escribir, mira léela- Bella le pasó la carta a Sirius. Este la leyó. Durante un rato nadie dijo nada. Al fin Bella se decidió a hablar- Sirius, la ha escrito ahora. Me ha cogido el pergamino, la tinta y la pluma. Ha escrito la carta y después me la ha devuelto. Además, no nos la pudo escribir antes porque nosotros, en fin, no estábamos juntos- se puso un poco roja al decir esto.
Tenemos que reunir a la orden - dijo Sirius. Entonces Harry reaccionó. Volvió a convocar el kit para escribir. Bella y esta vez Sirius también volvieron a ver como todo desaparecía. Harry escribió lo primero que se le ocurrió;
Hola, No pensaba que esto iba a funcionar, pero me alegro de que lo haya hecho. Yo estoy bien. Si queréis preguntarme algo podéis hacerlo. Os escucho y os veo. Besos Harry
Dejó la carta a la altura de Sirius y Bella. Estos la tomaron con mucha ansia y comenzaron a leerla.
Me alegro de que estés bien cariño, estábamos muy preocupados. Es cierto que queremos que nos contestes algunas cosas, pero espera, por favor, voy a llamar a la orden.
Harry pensó que en vez describir probaría otra cosa. Lo primero que se le ocurrió fue coger una taza. La movió de arriba abajo en sentido afirmativo.
Eso es un sí- dijo Sirius.
Ahora vuelvo -dijo Bella.
Sirius se fue a sentar a la sala para esperar. Harry hizo lo mismo. Un cuarto de hora más tarde Dumbledore, Snape, Lupin, Mundungus y Bella volvieron a entrar . Bueno y ¿qué es eso tan importante que nos tenías que contar?, ¿no ha pasado nada malo, verdad?- preguntó Remus.
No, creo que la mejor forma de explicaros lo que os tenía que decir es mediante una demostración. ¿Estás de acuerdo, Sirius? - dijo Bella.
Por supuesto - apuntó con su varita a una caja y la transformó en una pizarra. Hizo lo mismo con la pluma, para convertirla en tiza. Entonces Harry comprendió. Invocó a la tiza. Como había hecho con el resto de las cosas, la tiza salió volando y la desapareció cuando Harry la cogió - Bueno, lo primero es presentaros. Harry, nos conocer a todos menos a Mundungus, así que el que está sentado entre Snape y Dumbledore es Mundungus Fletcher.
¿Qué estás dici...- empezó Snape, aunque pronto se calló ya que vio que en la pizarra comenzaban a parecer palabras.
Mucho gusto señor Fletcher, yo soy Harry, Harry Potter - escribió Harry.
¿Qué está pasando aquí? - preguntó Mundungus.
Bueno pues creo que eso nos lo va a tener que explicar Harry - dijo Bella.
No sé que explicaros, o mejor dicho, no sé como explicaros lo que me pasa porque no tengo ni la más mínima idea - escribió Harry.
¿Cómo podemos estar seguros de que el que está escribiendo eso es Harry? - preguntó desafiante Snape.
Buena pregunta - escribió Harry en la pizarra - ya sé, usted y yo nos llevamos muy mal. En tercero en la casa de los gritos le lance junto con Hermione y Ron un expeliarmus y le dejé inconsciente. Sirius y el profesor Lupin de jóvenes tenían un "club" de gamberradas. Se hacían llamar los merodeadores. Lupin era Lunático y Sirius Canuto. Mi padre era cornamenta. Dumbledore tiene un pensadero. El año pasado, por error, me metí en él y vi el juicio de Crouch,...
Creo que ya está más que claro que es Harry- le interrumpió Dumbledore. Bueno, ¿y no sabes lo que te pasa?
Realmente no. Siento que mi cuerpo y mi alma se han separado y no sé como volver a mi cuerpo. Puedo mover cosas, hacerlas desaparecer. Últimamente estoy practicando con seres vivos. Puedo hacer desaparecer a gatos, perros, plantas...No duermo. Simplemente me introduzco en una especie de relajación. Ah y se me olvidaba tengo control sobre el tiempo, aunque todavía no sé dominarlo bien- todos se quedaron pasmados ante la explicación de Harry. Entonces Dumbledore cayó en la cuenta de algo.
¿Nos puedes decir como trajiste a Sirius?- preguntó Dumbledore. Harry borró la pizarra rápidamente y volvió a escribir:
Sí. Cuando salió a pasear tuve un mal presentimiento, aunque entonces no sabía que podía comunicarme así que decidí seguirle. Llegó a una casa que yo no había visto nunca y se metió en ella. Cuando entré vi que había un montón de mortífagos. En cuestión de minutos ya lo tenían apresado. El tiempo iba a cámara rápida para mí. Veía como le estaban torturando pero no podía hacer nada. Entonces justo, el tiempo, se paró cuando Voldemort le iba a lanzar el Avada Kedavra. Como había hecho en mis "sueños" me interpuse entre Sirius y Voldemort. El maleficio me dio a mí. Aparecí en la habitación. Me agarré fuertemente a Sirius haciendo de escudo. Me concentré mucho en aparecer aquí, y unos segundos más tarde Sirius y yo estábamos en la puerta. No me pregunten como lo hice, sólo me concentré mucho y ya está. Estaba muy cansado y tenía miedo por Sirius. Toqué el timbre y el resto ya lo saben. Lo que les ha dicho Sirius acerca de nuestras "conversaciones" es verdad. Puedo hacer que me escuchen, pero me cuesta mucho, y luego me quedo muy cansado. Supongo que tendré que practicar si me voy a quedar así toda la vida, ¿no?.
Sirius, creo que todos te debemos una disculpa - dijo Lupin cuando acabó de leer.
Tranquilo lunático, si a mí, cualquiera de vosotros, me hubiese dicho lo que os dije yo, hubiera pensado que estaba para encerrarlo - rió Sirius.
Ya pero no es excusa - dijo Dumbledore- todos debimos haberte creído desde el principio y en vez de eso lo único que pensábamos era que lo que le estaba pasando a Harry te estaba trastornando la cabeza. Espero que algún día puedas perdonar a este viejo chiflado.
Lo mismo digo - dijo Mundungus
Creo que todos pensamos eso - dijo Snape. Parecía que le costaba reconocer que se había equivocado y más aún reconocer que se había equivocado con su eterno rival, Sirius Black.
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Bueno segundo capítulo acabado. Espero que les haya gustado. Por favor déjenme un review
