Capítulo 4 La prueba

Aunque sabían que Harry estaba preparado ningún miembro de la Orden quería dejar a Harry que espiara a Voldemort. Por eso realizaron la prueba más difícil que se les ocurrió. Consistía en una especie de ilusión creada a partir de todos los recuerdos que tenían ellos sobre las torturas de Voldemort. La prueba la organizaron entre todos. Harry iba a realizar la prueba el 31 de julio, el día de su cumpleaños. Esperó que eso le diera suerte, sabía que la pasaría pero aún así prefería que la suerte le acompañara.

Se despejó a las ocho de la mañana. Nada más bajar a la cocina se dio cuenta de que todo había empezado, porque ya no estaba en la cocina. Estaba en una especie de tunel, como de laberinto. Oyó como Sirius le decía por medio de la mente "Suerte" el le dijo "Gracias" y comenzó a andar. Le recordó a la tercera prueba del torneo de los tres magos. Le trajo muy malos recuerdos. Por un momento se deprimió y pensó en darse la vuelta, pero rápidamente desechó es idea. Rió internamente y pensó de manera que Sirius le pudiese oír "No pensabais que iba a caer con esto verdad?". Siguió hasta que el laberinto acabó. Vio una asamblea de mortífagos. En el centro estaba Voldemort y todas las personas que él quería, es decir, Dumbledore, Ron, Hermione, Sirius, Cho, Ginny, Bella, Remus y Hagrid. Voldemort le estaba diciendo a cada mortífago un nombre. Después dijo:

-A la de tres les matáis, por cierto a este viejo amigo, Dumbledore, me lo dejáis a mí -luego rió. Sabía que no era real, pero aún así odiaba a Voldemort. Lo fulminó un rato con la mirada, aunque, claro, este no le podía ver. Entonces Voldemort empezó a contar "uno"... reaccionó. Hizo que el tiempo casi se detuviera. Había aprendido un hechizo que les serviría de escudo, aunque eran demasiados, así que se tendría que concentrar mucho. Murmuró el conjuro y al instante una protección apareció sobre los mayores. A Harry le empezó a doler la cicatriz. Se extrañó. Miro a los ojos a Voldemort y entonces lo vio. Eran tan reales. Se preocupó mucho. En su cabeza escuchó "Harry por favor aléjate de la prueba, nos han tendido una trampa, estamos atrapados" estaba seguro de que era Sirius. No sabía si creerselo o no, prefirió no contestar. Voldemort ya iba por el dos. Decidió que lo mejor sería salir de allí y luego ya preguntaría. Creó una ilusión en la cabeza de todos los mortífagos y de Voldemort, esta ilusión era un réplica exacta de todos los capturados, Voldemort mataría a las personas de la ilusión, y encima se llevaría un buen susto al descubrir que sus cuerpos se habían esfumado.

Metió a todos los capturados en una especie de bola, hizo la bola más pequeña y después los transporto a casa de Bella. Cuando estaban desapareciendo oyó que Voldemort decía "tres", le hubiese gustado quedarse a ver la cara que ponía Voldemort.

Depositó la bola en el salón, la hizo recobrar su tamaño normal y luego retiró la bola y la protección. Alguien le dijo a su mente que había superado la primera prueba, sólo le que daba otra, la más difícil.

Volvió a la cocina. El panorama había cambiado. Se encontraba en una especie de vivienda. Entró y vio algo que no le dejó reaccionar por un tiempo. Luego vio como se aproximaba Voldemort a las dos personas que había en la sala. Harry los reconoció muy rápido. Eran sus padres; James Potter y Lily Potter. Los quería tanto. Entonces escuchó que Voldemort decía: -Sé que estás aquí Harry, tengo una propuesta para hacerte. Como has podido notar estos son tus padres. Si te unes a mí como socio, no quiero ser tu jefe, entre los dos conseguiremos que vuelvan a la vida. Sabes que podemos hacerlo. Tenemos el poder suficiente, yo he burlado a la misma muerte y tú tienes poderes que los magos normales sueñan con tener. Sabes que podemos hacer grandes cosas tú yo y tus padres. Dejaré en paz a tus amigos si quieres y a ese padrino que tienes. Únete a mí y tendrás todo lo que siempre has querido.¿Qué dices?

Harry estaba en estado de shock. Eran sus padres, realmente lo eran. Lo sabía, estaba seguro, se hubiese jugado el cuello a que eran ellos. Eran tan reales. Entonces Harry se lo pensó un momento y dijo;

-JAMÁS, no puedo unirme a ti, no sería feliz nunca. Lo que nos diferencia a los dos es que yo doy amor y lo recibo. Tu dejaste de ser un humano en el momento en que reusaste a la idea de querer y ser querido. Toda tu alma te abandonó, tus sentimientos, tu bondad, todo. No me gustaría nada ser como tú, ni convertirme en un ser despiadado sin sentimientos -Harry pensó que podría sacar de allí a sus padres.

-Ni lo intentes, puedo localizarlos y hacerlos desparecer desde aquí. No serviría nada que te los llevaras a la otra punta del mundo - dijo Voldemort. Tenía una voz calculadora que Harry odiaba intensamente.-Seguro que prefieres que tus padres estén muertos antes de unirte a mí. Prefieres que ellos no vivan por ti, como Cedric, sabes que todos murieron por ti y si no te unes a mí muchos más morirán. Mataré a todas las personas que estén a tu alrededor hasta que pienses que tu vida no vale nada. Sabes que puedo hacerte sufrir hasta la muerte. Lanzó un crucio teledirigido hacia Harry. Este no tuvo ningún problema en desviarlo. ¿Qué me dices?

Por un momento no supo que contestar. -No me uniré a ti.-dijo al fin.

-Bueno supongo que tus padres no son lo único que puedo ofrecerte -En la habitación aparecieron Ron, Hermione y Sirius. Todos estaban magullados por todas partes. -¿Qué me dices ahora?. Los cambio a todos por ti. Todos los que te rodean morirán si no te unes a mí.

-No lo hagas Harry. Preferimos morir-dijo Hermione. Parecía que estaba muy mal.

-Déjalos en paz, nunca me uniré a ti - su voz sonaba fuerte y segura, aunque él no lo estaba. Tenía ganas de llorar. En ese punto de la pruba pensó que todo era verdad. Lo estaba pasando francamente mal.

-Imperius -le dijo Voldemort a Harry. Entonces se dio cuenta que esa era una oportunidad imposible de desaprovechar. El hechizo no le dio a él pero Harry le hizo creer que sí.- Mátalos a todos. - Alzó la varita. ¿Y ahora qué? Pensó. Tenía que actuar rápido o Voldemort sospecharía que estaba actuando. Invocó a cinco ratas muertas y las transformó en Sirius, Ron, Hermione, James y su madre. Hizo invisibles a los verdaderos seres que quería, los hizo pequeños los desmayó y los guardó en un bolsillo del pantalón. Entonces dijo "Avada Kedavra". Había matado dos pájaros de un tiro. Voldemort pensaría que había matado a los verdaderos Ron, Hermione, Sirius, James y Lily. También pensaría que ya estaba de su parte.

Todo se desvaneció. Reapareció en la cocina.

-Has pasado la primera prueba, pero no has superado la segunda, he de decir que tu corazón pudo más que tu mente, por lo tanto creo que a todos nos alegra comunicarte que no has pasado la prueba -dijo Dumbledore.

-Creo que lo que has dicho no es cierto - se sacó del bolsillo lo que acaba de meter. Ya no eran sus amigos, padres y padrino. Ahora eran simples muñecos. Los hizo más grande y los dejó en la mesa de manera que dejasen de ser invisibles.- De verdad me creéis capaz de mataros, parece que no me conocéis lo suficiente. Me voy a mi habitación, me apetece estar sólo.

Se sentía muy triste. Creía que realmente se había pasado con la prueba. Había visto a sus padres. Estaban vivos. Se echó a llorar. No quería que nadie lo molestara. Los echaba tanto de menos. Daría cualquier cosa por volverlos a ver, daría incluso su vida. Aunque nunca se la daría a Voldemort porque sabía que a pesar de que sus padres vivieran, Voldemort seguiría matando. Además sabía que todos sus seres queridos no aprobarían nunca el hecho de que diera su vida por la de sus padres y claro está que sus padres no dejarían que él diera la vida por ellos. Se sentía tan confuso. Les quería tanto. ¿Qué he hecho yo para merecer esto? Se preguntaba una y otra vez. Soy una buena persona y aunque no lo fuese nadie se merece lo que estoy pasando. Me gustaría desaparecer. Acabar con mi sufrimiento y con el de todos los que me rodean, aunque no pueda.

-Harry? ¿Estás ahí?, Sólo quiero hablar contigo, pero si no quieres hablar lo comprenderé -dijo Sirius.

-Estoy aquí, aunque me gustaría estar sólo -contestó Harry.

-Vale pues...-empezó a decir Sirius, pero Harry no le dejó acabar.

-¿Todo esto era necesario? No os podéis ni imaginar ...- se echó a llorar. No quería que Sirius le oyera.

-Lo siento. No debimos hacerte una prueba tan dura. Pero era necesario. Sabes que si Voldemort te coge te hará jugadas aún peores. Creo que si sufres tanto no deberías ir a vigilar a Voldemort.

-Tengo que ir. No puedes ni imaginarte como me sentía al pensar que otros estaban muriendo por mí y no podía hacer nada, pero ahora si puedo. Todos sabéis que puedo. Además necesito ser útil, sentirme útil.

-De veras te digo que lo siento. Pero era necesario. Así por lo menos sabes que es lo que Voldemort puede llegar a hacer.

-Tranquilo se me pasará. Siento montar el numerito pero necesitaba desahogarme. Bueno si no te importa quiero descansar un poco -le dijo Harry a Sirius muy sinceramente.

-Vale, luego nos vemos- antes de irse Sirius Harry dijo.

-No creo que baje a acompañaros en la comida. Esta noche no he conseguido descansar y estoy muerto.

-Vale.-después de decir esto Sirius salió y cerró la puerta.

Harry cerró los ojos. Ya estaba más que acostumbrado a no poder dormir, pero por lo menos descansaba por un par de horas y al levantarse se sentía como nuevo, como si hubiese dormido días.

No consiguió despejarse. No hacía nada más que pensar y pensar en todo. Se sentía culpable de la muerte de Cedric y de sus padres. También pensaba que tenía la culpa de que Sirius hubiese perdido tanto tiempo de su vida en una cárcel. Pero todo se resolvería. Malos tiempos se acercaban, pero todo acabaría. Quizás el no seguiría vivo para ver como Voldemort era derrotado y el mundo mágico sería por fin libre, pero no le importaba. Estaba seguro que aunque el muriese luchando sus amigos vivirían para disfrutar de la vida. Empezó a pensar en Hermione, Ron y Ginny. No sabía porque pero desde el último año se fijaba en Ginny de otra forma, como una chica. Deseó ser un chico normal, tener unos padres que le quisiesen, no tener más preocupaciones que la de aprobar algún que otro examen y cosas por el estilo. Al fin y al cabo no pedía mucho. "Es curiosa la mente humana" pensó "nadie se conforma con lo que tiene, siempre prefiere lo que tienen los demás". Se rió ante su comentario. Pensó que era egoísta al no pensar que había gente en peor estado que él. Siempre se podía ser huérfano, pobre y no tener a nadie que se preocupara por ti. Le empezó a doler la cabeza, eso de ponerse filosofo no era para él.

No le apetecía descansar así que se puso a practicar con sus poderes. Le parecía divertido jugar con los muebles. De repente recordó que era su cumpleaños. Nadie le había felicitado, ni si quiera se había acordado de que ese era su cumpleaños. Se creó una ilusión en su mente. Estaba en una fiesta de cumpleaños. Había montones de regalos para él. Estaban todos sus compañeros. También estaban Sirius (en su forma humana), Dumbledore, Bella, Hagrid, Lupin y, porque no, también estaba Snape. Ya puestos a soñar el no era invisible, todo el mundo le veía y se reía con él. No había odio ni reincores. Todos disfrutaban de la fiesta felices y ajenos al sufrimiento. Le gustaba tanto esa escena. En cambio la realidad era muy distinta. Nadie podía estar feliz, la mayoría de las familias habían quedado rotas o incluso destruidas por Voldemort. La gente ya no podía estar feliz, vivía con miedo. "Ya empezamos otra vez, que pasa, hoy es el día de la filosofía?" Pensó que mejor era bajar abajo a ver que estaban haciendo los mayores. Pensó que por lo menos se podría distraer un poco. Aunque lo que vio cuando llegó abajo le dejó pasmado.

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Fin del capítulo cuarto. No ha sido muy largo, pero espero que os haya gustado. Intentaré que duren más, aunque no prometo nada!!!!!!!!!!!!! Bueno aunque sólo tengo un review lo voy a contestar aquí;

Vanner: Gracias por leer mi historia. No sabes cuanto me alegra que te esté gustando. Si tienes alguna pregunta te la responderé con mucho gusto. Gracias una vez más y espero que sigas leyendo.