Capítulo 14 Ataque

Se sentó en el sofá a pensar. Al final llegó a la conclusión de que lo mejor, o por lo menos lo que más le apetecía, era volver a dormir para poder hablar con sus padres. Aunque cuando despertó no fue eso lo que encontró.... Cuando despertó se encontró en la misma habitación, aunque esta había cambiado considerablemente; todo estaba muchísimo más nuevo y más limpio. Vio que al final de la sala al lado de la chimenea había una mesa que antes no estaba, y en la mesa había un hombre sentado escribiendo, leyendo o calificando algo. Harry se quedó ahí parado sin saber que hacer. Estuvo quieto mirando al hombre unos diez minutos hasta que esta persona se dio la vuelta.

-¿Quién eres tú?, ¿cómo has entrado aquí? -preguntó apuntandole con la varita a una mano y con la otra agarrandose el pecho. Cuando Harry le iba a contestar le miró a la cara y lo que vio le dejó sin habla, era Godric Griffindor!!!! No puede ser, se decía una y otra vez.-Te he preguntado algo niño, tu cara no me suena de nada, ¿estudias en este colegio?

-¿Eh?, a perdone. Me llamo Harry, Harry Potter. Estudio aquí, pero no ahora, no en este tiempo. Yo estaba tumbado en este sofá y de repente me dormí esperando ver a mis padres en mi sueño, y cuando abrí los ojos me encontré aquí -dijo Harry.

-¿En otro tiempo?, además, ¿cómo pudiste entrar en mi casa "en otro tiempo"? A menos que...

-A menos que yo sea su heredero, cosa que soy. Y lo de el tiempo, no sé explicarlo, simplemente sucedió así -dijo Harry.

-¿Cómo te enteraste de que tú eras mi heredero?, ¿estás seguro? -preguntó Griffindor.

-Le voy a contar la versión reducida porque sino nos tiraríamos aquí mucho tiempo. Cuando yo nací Voldemort, el mago más tenebroso de todos los tiempos fue a mi casa a matar a mi padre y a matarme a mí. Una vez hubo acabado con mi padre fue a donde yo estaba, aunque mi madre se interpuso entre la maldición y yo y me salvó, creando sobre mi una barrera protectora. Cuando Voldemort fue a matarme esta barrera hizo que el hechizo rebotara contra él. Su cuerpo murió, aunque su espíritu vagó libre durante diez años. Cuando estaba cursando mi primer año en Howarts me enfrenté a él y le impedí que se hiciera inmortal, al año siguiente impedí que su recuerdo renaciera de un diario. Dos años más tarde se organizó un torneo entre colegios de magia y Voldemort hizo de la copa un traslador. Cuando yo la toqué me llevó a un sitió y con mi sangre y unas cuantas cosas más se hizo un cuerpo. Aunque esa vez no le derroté conseguí salir con vida de allí y regresar al colegio. A lo que iba, este año tuve un problema y mi cuerpo y mi mente se separaron. Voldemort descubrió que la única forma de matarme era juntar de nuevo mi cuerpo y mi mente. Había capturado mi alma, y mientras sus mortífagos, que vienen a ser como unos lacayos para él, iban a por mi cuerpo, él me lo confesó. Después aparecí aquí y al ver toda la decoración y los cuadros tuyos pues no fue difícil darme cuenta de que era verdad -por fui acabó de hablar Harry. Se sentía triste por haber recordado todo y había un par de rastros de lágrimas por su cara.

-A ver si lo entiendo: -dijo Griffindor volviendo al tema inicial- tú estabas durmiendo en otro tiempo en mi casa, en este sofá, de repente abriste los ojos y te encontraste aquí, ¿no? -preguntó Griffindor.

-Sí, algo así

-Creo que ya sé lo que ocurre -dijo Griffindor. Harry se le quedó mirando inquisitivamente, aunque pasaron un par de minutos antes de que Godric se diera cuenta -A lo siento no me di cuenta de que tú no sabías nada. Hace un año Rowena hizo una predicción que quería decir algo así como que un niño nacerá cuando el mal reine la tierra y luchará contra el mago negro, y también dijo que este niño sería uno de mis herederos. Cuando yo escuche esta predicción elaboré un conjuro para que ese niño cuando recibiera sus poderes como heredero se trasladara en el tiempo para que yo pudiera enseñarle, aunque con el paso del tiempo pensé que algo había fallado y que por eso tú no venías -dijo Godric.

-Creo que algo si que ha fallado -admitió Harry- yo no estoy aquí realmente, sólo esta aquí una parte de mi, lo que los muggles llaman el subcosciente, aunque creo que eso no influirá nada en mi aprendizaje.

-Sé a donde quieres ir a parar, pero no es del todo cierto, si tu ahora te cortas un dedo tu cuerpo lo sufrirá igual, de modo que si tu ahora aprendes a luchar y agilizas tu cuerpo, tu cuerpo real también se estará agilizando. No es un fallo, Harry, lo hice así aposta para que pudieras seguir en tu mundo y sólo te tuvieras que trasladar aquí en sueños, y así si el mago tenebroso atacaba tu podrías levantarte de la cama y proteger a la gente. Maticé otra cosa en el hechizo, aunque no sé si funcionará; aquí se supone que el tiempo pasa tres veces más despacio que en tu realidad, de forma que si duermes ocho horas aquí estarás un día completo. Te aconsejo que no hables a nadie sobre esto, aunque no te separes mucho de tus amigos, podrían necesitarte.

-Vale, me está diciendo que cuando en mi tiempo me meta en la cama me trasladaré aquí para entrenar con usted mis poderes extras como heredero suyo que soy, y que cuando este aquí el tiempo pasará tres veces más despacio de forma que pueda aprovechar bien el tiempo, una pregunta, ¿podré dormir aquí? -dijo Harry pensando que ese era un aspecto muy importante a tratar.

-Sí, tu dormirás aquí el tiempo que necesites, además también comerás en los dos tiempos -dijo el mago sonriendo al ver la cara de alivio de Harry -Ahora te vas a despertar, te dejo tiempo para pensarlo, y cuando estés decidido a darme una respuesta sólo tienes que decir "entrenus tempo" antes de dormir y cuando caigas en un sueño te aparecerás aquí. Debo avisarte, antes de que tomes una decisión, de que tus poderes llegarán a ti tanto si vienes aquí como si no, pero debes tener cuidado y poder controlarlos o alguien podría salir perjudicado.

Cuando el mago pronunció la última palabra Harry comenzó a despertarse. Su mente estaba enfrascada en un mar de dudas. Sólo tenía dos cosas claras; la primera que no les iba a decir nada sobre lo ocurrido a sus amigos porque no quería que se preocuparan por él, y tampoco le iba a decir nada a Dumbledore, esto lo haría sólo. La segunda cosa que tenía clara era que iba a decir que sí a la propuesta de su antepasado. Si antes no sabía muy bien porque le ocurrían esas cosas a él, ahora lo tenía claro, ese era su destino, y no había forma de eludirlo, así que lo mejor que podía hacer era aprender todo lo que pudiera y afrontarlo con la cabeza bien alta.

Decidió que por el momento lo mejor que podía hacer era mandar una lechuza a sus amigos para decirles que se encontraba bien. Cogió un trozo de pergamino y escribió:ç

Queridos Ron, Hermione y Ginny,

Quiero que sepáis que estoy bien, aunque no puedo deciros dónde me encuentro. Voy a desaparecer durante una temporada, tengo algo que resolver, aunque os seguiré escribiendo de vez en cuando. No me iré muy lejos, pero aunque yo os pueda ver vosotros no podréis verme. Por favor, decirle a todo el mundo lo que os acabo de decir. Os veré el uno de septiembre en Howarts.

Cuidaros mucho y os repito que no tenéis de que preocuparos,

Besos

Harry Potter.

Pensó que para sus amigos la carta no sería suficiente, pero no sabía que más poner así que se apareció en la pajarería buscó a Hedwig y le ató la carta a la pata.

-Si te envían una respuesta con la carta sal hacia el bosque prohibido, desaparece por un día y después regresa a traerme la carta, no quiero que descubran que sigo en el castillo.

Hedwig ululó como respuesta y salió volando hacia la sala común. Rápidamente Harry se apareció en la casa de Godric. Tenía que pensar sobre todo lo que estaba ocurriendo. Se sentó en el sofá a pensar y media hora después ya se había dormido.

-He cambiado de planes, quiero que asaltéis a chico que dijiste el otro día, el hijo de los Weasleys, aunque no quiero ni que lo secuestréis ni que hagáis la poción multijugos, quiero que lo matéis y que dejéis una nota encima suyo. Quiero que en esta nota ponga;

Todo esto es culpa tuya Potter, entregate a mi y dejaré de matar a tus seres queridos, espero tu respuesta. No te demores mucho o más muertes pesaran sobre tu conciencia.

Siempre tuyo,

Lord Voldemort.

-Mi señor, no sería mejor que le utilizaramos antes de matarlo -sugirió Malfoy.ç

-Crucio -dijo Voldemort. Al cabo de un rato retiró la maldición -Te he dicho muchas veces que no hables sin mi permiso. Quiero que lo hagas hoy, en cuanto ese desgraciado salga del trabajo. Crucio -repitió.

Esto fue demasiado para Harry que despertó rapidamente. Se sentía muy mareado, lo primero que hizo al ponerse de pie fue caerse de nuevo al sofá y bomitar en el suelo. Cuando se recuperó pensó que a pesar aunque no quería que nadie le hiciera preguntas sobre su desaparición no podía dejar morir a Percy sin hacer nada, así que se apareció en el despacho del director.

Cuando llegó lo que vio al abrir los ojos le horrorizó. En la sala estaban, Bella, Sirius, Remus, Mundungus, Snape, todos los Weasley menos Percy y Arthur, Hermione y Dumbledore. Todos miraban a este último. Algunos con miradas serias, y otros con lágrimas en los ojos.

Lo primero que pensó Harry al ver el panorama fue que había llegado tarde, que Percy ya había muerto.

-Mierda -dijo. Hasta ese momento nadie lo había visto, ya que se había aparecido detrás de todo el mundo.

Un montón de cabezas se giraron para mirarlo con incredulidad.

-Harry, estás bien -dijeron Ron, Hermione y Ginny mientras esta última lo abrazaba.

-Sí, ¿por qué no iba a estar bien? -preguntó.

Sólo le hizo falta ver la cara de Sirius para comprender lo que estaba sucediendo.

-O no, otra vez no. Mirar si es sobre la carta, creo que queda todo suficientemente claro, me voy, pero no puedo deciros ni a donde ni porque. He venido aquí -dijo un poco más alto para callar a la gente que había empezado a hacer preguntas- para avisaros de un ataque, aunque no creo que sea preciso que lo sepan todos. Por favor Dumbledore, le importa que hablemos un minuto -dijo Harry. Dumbledore se le quedó mirando un par de segundos como analizando las posibilidades.

-Sí, claro -dijo al fin.

Harry se separó de Ginny y fue hacia Dumbledore. Le cogió de un brazo y ambos desaparecieron para aparecer en la sala común de Griffindor.

-Miré, no tengo mucho tiempo para explicar todo, pero se lo diré brevemente, van a atacar a Percy en cuanto salga del trabajo. Tiene que hacer algo, si quiere que le ayude para algo pídamelo, hubiera ido yo a ayudarle, pero no hubiera servido de nada, así que he preferido hablarlo con usted -dijo lo más rápido que pudo.

-Harry, he de preguntarte si estás seguro

-Completamente -dijo Harry antes de que el anciano terminara de hablar -además, aunque no lo estuviese del todo, ¿estaría dispuesto a arriesgar una vida?

-Vale me has convencido, ¿puedes volver a llevarme a mi despacho?

-Por su puesto -contestó Harry mientras le agarraba del brazo y se reaparecían en la sala ante las miradas inquisitivas de todo el mundo.

-Por favor, necesito que todo el mundo se vaya exceptuando a Sirius, Remus, Bella y Severus. Rápido, no hay tiempo que perder -ante este comentario las demás personas que se encontraban en la sala salieron.

-Harry me acaba de informar de que va a haber un ataque. Van a matar a Percy Weasley. Harry me ha dicho que lo harían en cuanto saldría del ministerio, así que lo mejor que podemos hacer es presentarnos allí y salir con él ahora mismo. Necesito que todos vengáis conmigo por si hubiera complicaciones, ¿algo que decir? -preguntó Dumbledore.

-¿Yo me puedo ir ya? -preguntó Harry.

-No -dijeron a la vez Dumbledore, Sirius y Bella.

-Quiero que nos acompañes a por Percy -dijo Dumbledore lo más rápido que pudo para que ninguna de las otras dos personas se le adelantaran.

-Está bien, iré -dijo como si no le importara en absoluto ir.

-Vale, no hay tiempo que perder, vamos a la reja y de allí podremos reaparecernos todos- dijo Dumbledore.

Todos los mayores se levantaron y se encaminaron a la puerta rápidamente.

-Un momento -dijo Harry. Todos se dieron la vuelta para mirarle -Creo que en estos momentos no hay tiempo que perder así que si queréis os puedo hacer reaparecer a todos en la reja.

Se quedaron esperando a que Dumbledore dijera algo, y en cuanto afirmó con la cabeza todos se acercaron a Harry agarrándole de alguna parte de su cuerpo. Inmediatamente todos se desaparecieron y aparecieron segundos más tarde en la reja.

-Lo mejor será que te agarres a mi Harry -dijo Dumbledore -No queremos que nadie se entere, por el momento, de tus nuevas habilidades.

Harry obedeció sin rechistar, se agarró a Dumbledore y cerró los ojos. Se habían aparecido a unos diez minutos de un edificio abandonado. En cuanto entraron Harry descubrió que estaban en el ministerio.

Los mayores comenzaron a andar apresuradamente. Harry tras observar detenidamente la habitación en la que se habían aparecido corrió tras ellos. Pronto habían llegado al lugar donde Arthur trabajaba. Sólo una mirada le hizo falta para saber que algo sucedía y que les tenía que seguir. Para su gran alivio se cruzaron con Percy en la puerta de su oficina.

-¿Dónde podemos hablar en privado? -preguntó Dumbledore.

-Seguirme, aquí cerca hay una habitación segura -dijo Percy.

-¿Qué sucede? -dijo Arthur en le momento exacto en el que la puerta hacía "clic".

-Creemos que un grupo de mortífagos liderados por Malfoy va a atacar a Percy hoy en cuanto saliera del ministerio -dijo Dumbledore -Dadas las circustancias, creo que lo mejor que podemos hacer es salir cuanto antes de aquí. Si os preguntan porque os vais contestar que ha habido un pequeño problema con Ginny, que ha sufrido un pequeño accidente y que hemos venido a avisar y os tenéis que ir. Saldremos todos juntos, no creo que nadie se atreva a atacarnos, aunque por si acaso tener cuidado. No os separéis mucho de Harry, si tenéis algún problema, sobre todo tú, Percy, agarraos a él. Tú ya sabes lo que tienes que hacer, ¿no?-dijo Dumbledore refiriéndose a Harry, el cual asintió.

-Vale, pues vamonos. Recordar que tenéis que aparentar que os hemos dicho que Ginny ha tenido algún problema, así que poner una cara de preocupación familiar -dijo Dumbledore medio riendo para romper un poco la tensión.

Todos salieron de la habitación, aunque Percy y Arthur se separaron del grupo para recoger sus cosas y para avisar de que se tenían que ir. Se encontraron cerca de la puerta.

-Vamos -dijo Dumbledore.

Comenzaron a andar hacia la barrera en la que ya podían desaparecerse, aunque cuando les faltaba unos cinco minutos vieron que un grupo de encapuchados vestidos de negro les rodeaban. Les triplicaban en número. Percy se acercó a Harry y le agarró rápidamente. Ambos desaparecieron y reaparecieron en cuestión de segundos en Howarts. Una vez llegado allí, Harry comenzó a sentir rabia y decidió regresar al ministerio para ayudar a los demás. Cuando se apareció vio que se había montado una lucha entre ambos bandos. Maleficios y hechizos cortaban el aire. Decidió ayudar a Sirius el primero ya que era el que más problemas tenía. Se puso detrás de algunos mortífagos y empezó a echar hechizos. Si cualquier otra persona hubiera mandado los hechizos no hubieran surtido efecto, pero con la fuerza y el poder de Harry un simple expeliarmus hacía que una persona volara y se precipitara contra objetos.

-Harry, ¿Qué haces?, vete de aquí ahora mismo, desaparece, no ves que aquí estás en peligro -dijo Sirius, en cuanto se dio cuenta de cual era la razón de que los mortífagos volaran por los aires y cayeran metros más lejos.

-No empieces Sirius, tenéis problemas, la ayuda no os viene nada mal -contestó Harry enfadado.

Sirius hubiera querido contestarle, pero no paraba de luchar contra mortífagos que aparecían de la nada. En cuanto los mortífagos vieron a Harry un montón de ellos quisieron atacarle y matarle para obterner gloria y respeto entre los mortífagos y sobre todo ante Voldemort. Pronto el número de mortífagos que le atacaban era mucho mayor al número que atacaba a Snape o a Sirius. Sorprendentemente para Harry, no parecía tener muchos problemas con ellos. No conseguía hacerles mucho daño mágicamente, aunque había aprendido más o menos a apuntar a alguien de forma que cuando volaba por los aires, producto de un expeliarmus, se chocara contra algún árbol, farola o edificio cercano y se quedara incosciente por algún tiempo. Además, para su sorpresa, su cuerpo se movía más rápido de lo normal, de modo que podía esquivar gran parte de los hechizos que le lanzaban. Al principio se horrorizó del hecho de que le mandaran maldiciones imperdonables, no por el hecho de oírlas, más bien porque pensaba que si le daban unas pocas veces con el cruciatus se moriría del dolor, y ya no hablemos del Aveda Kedavra. Cuando vio que conseguía esquivar gran parte de las maldiciones este miedo despareció. Sabía que podían matarle, pero realmente no le asustaba la muerte, había estado tan cerca de ella tantas veces que le había perdido respeto.

En un despiste de Harry un mortífago consiguió quitarle la varita. En un primer momento se sintió estúpido, "ahora si que la he cagado" pensó para si mismo. No supo ni como ni por qué pero un hechizo llegó a su mente, este hechizo se le hizo conocido.

-Espata Griffindor -murmuró Harry. Una espada apareció en su mano. Era la espada de Godric Griffindor. Inconscientemente empezó a hacer movimientos para repeler los hechizos, pronto hubo dominado esto y comenzó no sólo a repelerlos, sino que también a reenviarlos contra otros mortífagos. La cosa dio un gran resultado. Los mortígamos que quedaban en pie al ver su inferioridad desaparecieron. Cuando ya no quedaba ninguno en pie, Harry se limitó a ir rápidamente a por su varita para así poder desaparecer lo antes posible. Había cuerpos de mortífagos inconscientes e incluso muertos por todas partes. Por más que buscaba no conseguía encontrarla hasta que sus ojos se fueron a posar en Sirius, que lo miraba con incredulidad por una parte y con cara de pocos amigos por la otra. Se fijó que balanceaba algo en su mano que, para su desgracia, resultó ser su varita.

El señor Weasley regresó a el ministerio para dar parte del ataque. Una vez los demás se hubieron asegurado de tener bien atados a los mortífagos que había todos giraron su cabeza en torno a Harry, que aún conservaba la espada en la mano. Un incómodo silencio se apoderó de todos, hasta que Harry decidió romperlo.

-¿Puedes devolverme mi varita Sirius? -dijo Harry.

-No antes de que nos expliques algunas cosas -dijo Sirius.

-Mira Sirius, tengo un par de cosas muy importantes de hacer antes de mi partida, así que puedes darme la varita por las buenas, o te la puedo quitar por las malas, tu decides, pero por favor hazlo rápido, no tengo tiempo que perder

Todos los presentes se le quedaron mirando a Harry con cara de incredulidad.

-¿Nos estás hablando en serio Harry? -dijo Remus.

-¿Qué vas a hacer si ni si quiera tienen varita? -dijo Snape.

-Contaré hasta diez, vosotros decidís. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve y diez. Nada de lo que digáis me hará cambiar de opinión. Por última vez te repito, Sirius, ¿Vas a darme mi varita sí o no? -preguntó Harry. Un sentimiento de enfado empezó a dejarse notar en su voz. Sirius no dijo nada -Interpretaré tu silencio como un no. Accio varita moa -dijo Harry. Los mayores miraron horrorizados como la varita intentaba zafarse de la mano de Sirius que la apretaba con mucha fuerza. Finalmente, la varita ganó la lucha y se fue volando a las manos de Harry -Me voy, os veré a todos el uno de septiembre, cuidar de Ron, Hermione y Ginny.

Sin nada más que decir desapareció.

-Harry vuelve aquí inmediatamente -dijo Sirius. Repitió esta frase una y otra vez aunque cada vez más tristeza se notaba en su voz.

**********************************************************************

Fin del capítulo 14

Bueno, este capítulo ha sido más largo que el anterior!!! Y no he tardado tanto tiempo en actualizar!! Espero que me dejéis un montón de reviews (ya lo sé, "sigue soñando", pero por lo menos soy feliz cuando sueño ;D)

Bueno, la pregunta para el próximo capítulo es: ¿de quién se quiere despedir Harry antes de empezar con las clases con Godric Griffindor? Pongo esta pregunta para que la contestéis, así que ya sabéis, mandarme un review con la respuesta, y quien sabe, igual acertáis!!!!

Respuesta a los poquísimos review que me han dejado:

LoBeZnO: muchas gracias por los ánimos, ya me he acostumbrado, si es que eso es posible (jeje), a las clases y a estudiar. Desde ahora intentaré actualizar más a menudo. Muchísimas gracias x djar un review t lo agradezco muxo.

Tana abbott: tranquila, más vale tarde que nunca!!!! Además, antes yo también hacía lo de leer desconcectada, xq no quiero ver la cara de mi padre si viera las facturas que tendría estando tanto tiempo conectada ;D. Desde ahora intentaré actualizar más a menudo, y así no pierdes el hilo de la historia!!!! Gracias por decirme que te gusta mi fic, ya sé que es mentira, pero no me importa!!! (JEJE, espero q lo digas en serio). Muchas gracias por dejar un review

Bea: gracias por los ánimos, aunque con tantos alagos me voy a poner roja. Como ya les he dicho a lobezno y a Tana abbott, voy a intentar actualizar más a menudo, ahora que ya me he acostumbrado a los horarios de clase!!!! Muchas gracias por dejar review.

Hasta el próximo capítulo!!!!!!