Siento haber tardado tanto en actualizar... estaba un poco depre y no me llegaban los ánimos de subirlo, aunque tengo escritos cinco más. Espero que os guste y me sigáis dejando reviews. Gracias por leerme. Un besote a todas.
Bloomy. Gracias por leerlo. Tienes razón en lo que dices. Sí, los Hoke se van a vivir al mismo sitio dónde viven los Dursley, es solo un paso para que Petunia y Vernon se conozcan... Daphne si aparecerá más veces, en cierto modo es su historia. As acertado con él final, pero sigue leyendo... ¿y para cuándo tu capítulo de El ombligo de Harry?
Jack Dawson. ¡hola! Me ha echo mucha ilu que me leyeras… y los reviews largos me encantan :) Espero leer la continuación de tu Cary. ¿Lily? Sigue leyendo, creo que en este capi y el siguiente se aclara todo eso, ya se va a enterar, aunque le pese a algunas, jejeje. Intentaré seguir tus consejos para los capis con acción.
Luna. No importa lo que tardes en leerme, pero que sepas que me gusta mucho recibir reviews, y comprendo que no os entereis cuando actualizo, porque tardo mucho. Me vas a sonrojar como digas esas cosas, son un subidón de ánimo impresionante. jejeje, por cierto, una pena que acabases con tu fic... ¡estaba tan lindo! ;) A partir de ahora empezarán a salir mas personajes conocidos, aunque como se sabe poco de ellos también pondré un poco de imaginación en sus personalidades. Tienes razón, Rose y Petunia son un pelín "pijas" pero no es que no quieran a Lily, es una especie de envidia lo que les lleva a actuar así. El señor Evans es como un osito de peluche :). En este capi ya se va a enterar de Hogwarts, verás... ¿Esas mujeres? Sigue leyendo y lo sabrás. Espero que no te lleves una decepción... aunque en el fondo, recuérdalas bien, porque van a volver a aparecer, y no de esta manera... jejeje. Si era el bosque prohibido, por cierto.
Ruth Snape. Muchas gracias, jejeje. Espero que sigas leyéndome. ¿ha vuelto ya tu musa? Yo sigo sin mucho tiempo, ya te irás encontrando revis míos en tus historias. A ver si nos encontramos en el messenger otro día, ya sabes que tengo unos horarios muy malos... Espero que se te dieran bien esos exámenes, y suerte en los que te quedan.
Ximena. Muchas gracias a ti también. El capítulo me quedaba largo pero os quise dejar con esa intriga... espero no decepcionar con lo que sigue... Claro, Lily es la sobrina de Daphne, pero la hija de Rose. Daphne huyó de sus padres y se alejó un poco del mundo mágico. No se llevó a Lily porque aún no sabían que ella era bruja, pero va a volver, seguro. La chiquita no es Mrs Weasley, aunque en un principio pensé en que fuese una hermana suya, por lo que dices de las edades, que Molly es algo mayor que James y Lily. Sigue leyendo.
Maniak. Esto... ¡¡¡aún tengo más!!! No sabes todo lo que puede haber dentro de la cabeza del diablo cuando se aburre, y ya puesto, siempre que puede, enreda, jejeje. Escribir es una especie de forma de escapar del mundo real, que a veces es demasiado cruel y terrorífico. Me alegra que te guste.
CAPITULO 3
LA VERDAD DEL SOBRE
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- ¡aaahhhh! – gritó Lily.
- ¡Uugghh! –respondió Petunia, que se había despertado por el grito de su hermana - ¡demonios! ¡Ya volviste a tener pesadillas!
- No, no es eso. Soñaba con... vi mi reflejo.–dijo Lily incorporándose. –Estaba en un lago y cuando me acercaba... no, no era yo. En vez de mi reflejo la veía a ella.
- ¿y por que gritaste? ¿y quién es ella? –preguntó Petunia enfadada.
- Bueno, esto... algo me había cogido el tobillo. Y dos mujeres...
- ¿pero no era una solo?
- Al principio había dos, que me llevaron a un bosque... y luego esa chica que sale al lado de mamá en las fotos de pequeña. Esa que se parece tanto a mí...
-Estupendo, pues ya ves que no hay nada ni nadie. Ahora cierra los ojos y déjame dormir.
Lily se volvió a tumbar en su cama. Era un sueño muy confuso, pero aunque cualquiera podría haberlo interpretado de una manera diferente, para Lily estaba claro: Tía Daphne iba a venir a verla.
Un poco antes de la hora del desayuno de aquel día, el señor Evans entró en la cocina mientras la señora Evans estaba exprimiendo unas naranjas.
- ¡Cielo, que pronto bajas hoy! –exclamó ella.
Él se sentó en la mesa, sin decir nada, y tras apartar en un lado de la mesa el periódico sin leerlo, comenzó a romper en trozos la propaganda. La señora Evans lo miraba sorprendida, porque normalmente era ella la que se encargaba de eso. Luego él colocó cuatro sobres alineados sobre la mesa y llamó a la señora Evans mientras cogía uno de ellos (porque todos eran iguales) y leía en voz alta:
- Lily Evans. Litera de abajo. Segundo dormitorio. Número 17 de Holmes Street... ¿te parecen iguales que los de ayer?
- Si que se parecen.
- ¿y no te resulta raro que insistan tanto?
- Bueno Hugh, pues... –la señora Evans parecía no saber que decir.
- Yo sí que lo creo. Están muy bien organizados. Al principio fue solo uno, pero a medida que pasan los días van aumentando la dosis. Déjame que siga leyendo.
El señor Evans abrió el sobre y leyó una lista de materiales. Luego procedió a leer la carta, que decía cuando comenzaban las clases.
- ¿No te parece que la señorita Lily Evans debería saber algo de todo esto? –Preguntó inquisitivo.
Ante un nuevo silencio de ella, él prosiguió con su monólogo:
- Bueno, estoy seguro de que tú si has visto algo de esto en alguna parte. –Dijo moviendo la lista de materiales delante de sus ojos –Veamos, ¿caldero de peltre? ¿Varita? ¿Tres túnicas?
- Hugh, creo que ya hemos hablado de esto. Yo no...
- Rose, escucha. Se que lo sabes mejor que yo. ¿No crees que deberíamos darle una oportunidad? ¿Aún estás resentida con tu hermana? ¿Es por eso?
- Hugh, Daphne no tiene nada que ver en todo esto. Lo hago por Petunia. No quiero que lo pase tan mal como yo.
- Puede que al principio le cueste, pero se acostumbrará. Esta es la mejor forma de aprovechar el tiempo perdido. No sólo Lily saldrá beneficiada. Tú, Petunia, yo... ¡incluso Daphne! Todos podremos vivir su magia.
- ¿Tu crees que...?
- ¡Claro! Cada vez que ella haga algo será gracias a ti. A Petunia no le importará, y se sentirá feliz de las cosas que va a aprender su hermana.
A la señora Evans se le iluminó la cara. Si su hija podía hacer magia quería decir que ella llevaba algo también en los genes, y cuando Lily aprendiera, la podría enseñar a volar.
Cuando Lily volvió a despertar ya había salido el sol. Petunia estaba vistiéndose, y desde la cocina llegaba el sonido de la señora Evans preparando el desayuno. Lily se levantó y al abrir la ventana para que entrara el aire, un pájaro pasó a la habitación y dejo caer algo en el suelo, para irse tan repentinamente como había entrado. Petunia lo había visto todo y bastante histérica se puso a gritar:
- ¡Mamá, mamá!
Y mientras salía corriendo de la habitación, aún se la oía diciendo:
- Era una lechuza enorme ¡despierta siendo pleno día! ¡Venia directa a por mí!
Lily no pudo evitar reírse. Estaba segura de que esa lechuza ni siquiera la había mirado. Se agachó y cogió lo que el animalito había dejado. Era un sobre amarillento, grueso y pesado, que parecía hecho de pergamino y con su dirección en color verde. En el momento en el que lo iba a abrir notó que toda la familia subía las escaleras, con Petunia hablando acaloradamente ahora, sobre un "horrible bicho con plumas que casi me muerde", sólo le dio tiempo a leer que el sobre era para ella y que lo enviaban de Hogwarts.
- Mamá, ¿qué es Hogwarts? —Preguntó Lily.
- Umrn, así que era eso...—dijo la señora Evans pensativa.
- Pues es, princesita, tu nuevo colegio. —Respondió el señor Evans —Vamos, abre la carta.
Los ojos como platos que le fueron quedando a Lily mientras leía en voz alta la carta, no eran nada comparados con la cara que le estaba quedando a su hermana. El señor y la señora Evans miraban a Lily con cara de felicidad y con una sonrisa de oreja a oreja.
Cuando terminó de leer los observó a todos sin saber que decir. Después de un rato muy silencioso, fue la señora Evans la que se decidió a hablar.
- Bueno Lily, parece que sí que vamos a cambiar de planes, nunca es demasiado tarde —dijo aún sonriendo.
- Pero es broma ¿no? —dijo Petunia —los magos y brujas no existen...
- Sí existen, no nos hemos inventado nada —dijo el señor Evans —En el mundo siempre han existido personas que han tenido 'cualidades mágicas' y gente que no. Parece ser que en la familia de vuestra madre algunos son propensos a desarrollar estas características.
- ¿y yo no? —Preguntó Petunia algo molesta.
La falta de respuesta pareció confirmar las sospechas de Petunia, que se había puesto muy nerviosa, más aún que cuando entró la lechuza. Murmurando un "que injusto" muy bajo, salió de la habitación pero dando un portazo.
Por la tarde, una mujer pelirroja llamó a la puerta de una de las casas más silenciosas de Holmes Street. Llevaba mucha ropa, y eso era todo un contraste con el resto de la gente, que acostumbrados al frío clima de Londres no sentían tanto las bajas temperaturas. Al contrario que ella, aprovechaban cualquier rayo de sol para ponerse en manga corta y gritar: "que verano más caluroso".
Fue la señora Evans la que abrió la puerta. Estaba recién despertada de su siesta, costumbre que habían adoptado desde que comenzó el verano.
—¡pero Daphne! ¿Cómo vienes tan abrigada? —Dijo la señora Evans a modo de saludo.
—Llevo tanto tiempo en España que este frío me llega a los huesos —respondió Daphne.
—¿Frío? ¡Pero si hace una temperatura de verano estupenda! -La señora Evans miró a su hermana de pies a cabeza mientras la invitaba a pasar. Estaba muy delgada y la ropa que llevaba no era típica de por allí. Hacia mucho tiempo que no se veían.
— ¿y como es eso de que estabas en Europa? —Preguntó la señora Evans mientras conducía a la recién llegada a la cocina y comenzaba a poner agua a calentar. —¿Cómo has vuelto tan de repente?
Daphne parecía confusa. No sabia si debía hablar o callarse. Miró a la señora Evans que ya estaba sirviendo té en unas tazas y tarareaba una canción.
—Ya sabes, el destierro. No he vuelto desde que me fui. Con eso se explica todo. —Respondió sentándose en una silla cerca de la mesa.
—Daphne, a mí me lo puedes contar... ¡soy tu hermana!—Respondió la señora Evans sonriente.
—¿Estás enferma o te has comido a mi hermana Rose? —Dijo Daphne con un matiz de sorpresa en su voz. —Nunca quisiste que se mencionara el tema abiertamente delante de ti.
La señora Evans volvió a sonreír, mientras su hermana pensaba que esa sonrisa le recordaba a otra persona. Se oyó un ruido en el pasillo y entró a la cocina Lily.
—No es nada, sólo me he caído. —Dijo al entrar —¡tía Daphne! Eres tú, ¿verdad? Sabia que vendrías.
—Bueno, yo... claro. Hola Lily. —Dijo la mujer levantándose para abrazar a su sobrina – Eras sólo un bebé... ¿en serio te acuerdas de mi?
—Las cosas han cambiado —interrumpió la señora Evans.
— ¿Cómo? ¿No puedo saludarla? Rose, no es contagioso...
—¡oh! Claro que no, y tampoco importaría que lo fuese, ahora Lily también es una bruja. Estamos muy orgullosos de ella.
Daphne se quedó de piedra, ¿esa era su hermana? ¿La que estaba hablando de magia? No podía ser. Toda la vida había estado huyendo de eso. No pensaba que pudiese existir alguien tan muggle en el mundo. ¡Pero si le había declarado la guerra abiertamente a todos los magos del mundo!
