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Capítulo 19
El Baile - Segunda Parte
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Lo de siempre, los personajes de Slayers pertenecen a su autor.
¡¡Gracias a Fany Metallium, Drake Girl (Fi-chan), Zelda M, Vanshie y Wolf Greywords!!
Fany - Lina está bajo el hechizo de Monuke (AKA Enzeru). Por eso actúa de esa forma.
Fi-chan - No me llegó tu mensaje del cumple, =(, pero no importa, se aceptan las felicidades. Ve al final de la page.
Zelda M. - El fic "Imposible" es de tu autoría? No estoy muy segura por la forma en que está escrito el nick, me gustaría tener la certeza.
Vanshie - Ciertamente que no nos hablamos hace mucho, ¿dónde estás metida? Mi ojo pues... es definitivo que perdí algo de visión, creo que pronto arreglaré la cita para los lentes nuevos. Cuando nos veamos te cuento más.
Wolf - Quizás no haya titular en este capítulo, pero en el próximo... ejem. Gracias por el comentario de los alfas, aún le quedan varias partes a las lobitas, en especial a la mayor de todas.
Espero que la continuación del baile les quede bien, si no es que se les cuadra el ojo.... jajaja, yo la disfrute, ojalá ustedes también.
On with the story.
*******
Xellos se encontró con Lina nuevamente. La joven sonreía tontamente y un aura extraña parecía rodearla.
"¿Lina, te sucede algo?"
"No, nada en absoluto." Le dijo con una sonrisa arrastrada.
"¿Segura que no has tomado nada... fuerte?"
"Umhh... ¡no! Estoy completamente segura."
La música terminó y Xellos se sintió algo confundido al acercarse a la mesa y ver la expresión de Gourry. "Gourry." Xellos llamó su atención. "Creo que necesita tomar algo de aire." Le dijo al tiempo que la empujaba hacia el rubio como si fuera una papa caliente. Gourry asintió con una expresión seria y con delicadeza tomó a Lina del brazo.
Xellos los observó retirarse a uno de los balcones y se sorprendió cuando vio a otra pareja escurrirse también por uno de los portales al exterior. Sin pensarlo demasiado decidió seguirlos.
En el otro balcón Gourry y Lina se hallaban tomando algo de aire fresco.
"Gourry... no te parece una noche hermosa?" Le preguntó Lina con la voz algo melosa mientras se permitía reclinarse del joven. Todo el enojo que hacía unos segundos sentía el rubio desapareció ante aquel gesto.
"Anou, Lina... ¿qué haces?" Le preguntó algo nervioso cuando la joven comenzó a juguetear con los delicados olanes de su camisa.
"Ahh... nada Gourry-sann..." Le sonrió sensualmente. "Es sólo que... me parece que estás algo tenso." Le dijo al tiempo que intentaba soltar los lazos de la camisa. Gourry le tomó las manos de inmediato, un fuerte rubor coloreándole las mejillas. En su mente sólo había una razón por la cual Lina podía actuar así, estaba bajo un hechizo. Su instinto le decía que Su Lina no actuaba así. Para su sorpresa la joven princesa se puso de puntillas de pronto y lo tomó con fuerza por el cuello de la camisa bajándolo a su altura. Una sonrisa fue el único aviso que recibió el rubio antes de que Lina uniera sus labios.
Por unos segundos Gourry sólo abrió los ojos muy grandes y dejó escapar un pequeñisimo gemido asombrado, pero cuando Lina se apretó con más firmeza a sus labios un calorcillo le subió a las mejillas y la respiración se le cortó en el pecho. Al cabo de unos segundos comenzó a sentir el calor de Lina como el suyo propio y se permitió corresponder el beso aunque su mente le continuaba diciendo que algo estaba mal.
Cuando Lina finalmente se separó de él, vio que tenía los ojos cerrados y una expresión inescrutable. La peliroja estaba volviendo en sí y se fijó que estaba casi encima de Gourry, sonrojándose por la forma comprometedora en que lo estaba sujetando.
"¿Gourry, qué hago aquí?"
"¿Te sientes mejor?"
"Estaba... estaba bailando con Monuke y de repente..." Se pasó la mano por el rostro tratándo de sacudirse los restos del hechizo que la había envuelto. "Maldita serpiente." Murmuró como un siseo. "Me las va a pagar."
*******
"Princesa Filia, he pasado una noche encantadora." Comentó Monuke tomándole la mano. "Mañana en la mañana debo regresar a mi reino, pero no quisiera partir sin antes llevarme un pequeño recuerdo suyo." Filia lo observó sin entender a qué se refería y por unos momentos pensó que quizás sería aquella costumbre de los enamorados de llevar consigo un pañuelo de su dama. Pero cuando el joven la acercó a sí mismo y la tomó de la barbilla todo a su alrededor se detuvo.
El beso que Monuke depositó en sus labios la hizo sentir como si flotara y que le faltaba el aire a pesar de que tan sólo había sido un leve roce de labios. Filia se llevó los dedos a la boca con una expresión perdida.
"Eres muy hermosa, Filia-san y me siento muy dichoso de que vayamos a comprometernos." Con un gesto tierno le acarició los rizos que caían por su cuello y añadió. "Desearía que aceptaras nuestro compromiso." Filia levantó la mirada hasta los claros ojos de Monuke y él supo que su hechizo se había apoderado completamente de la joven.
"Hai. Aceptaré el compromiso." Le respondió Filia con una sonrisa dulce. Monuke la observó con tristeza. Su querida Enjeru lo condenaría por el acto. Filia se puso de puntillas y colocándole los brazos al cuello lo besó. Justo en esos momentos Xellos apareció en el balcón. Cuando Filia soltó a Monuke se fijó en Xellos, pero ni siquiera la ira que vio en sus ojos la hizo reaccionar. Simplemente se sujetó del brazo de Monuke con melosidad.
Xellos entonces cambió la mirada y la posó sobre el joven, un estremecimiento recorrió la figura y el demonio oculto pudo disintguir claramente el miedo que en esos momentos sentía el príncipe de Giman. Temor, pánico, tristeza y desesperación. Sin embargo él no estaba en el ánimo de comprender al ser que le estaba robando a su Filia. En su cólera se detuvo unos segundos, ¿desde cuándo Filia era suya?
Echó el pensamiento a un lado y se dijo que tenía otra razón para sentirse así. A pesar de que el collar le impedía recordar quién o qué era, su instinto de demonio podía percibir la magia que fluía del príncipe de Giman a Filia. Un ronco gruñido comenzó a formarse en su garganta.
"Aléjate de ella." Gruñó dando un paso al frente. Los ojos de Xellos tomaron en ese momento su color y forma natural, un aura obscura y decididamente maligna lo rodeaba. La simple visión hizo que el príncipe de Giman retrocediera, llevando consigo a Filia que seguía metida en aquel trance.
Enzeru pudo entonces observar la verdadera forma de Xellos en toda su terrible realidad. El collar brillaba con fuerza como si en cualquier momento fuera a deshacerse al no poder contener tanta furia.
Xellos adelantó otro paso al tiempo que la energía a su alrededor comenzaba a pulsar. Justo en esos momentos Lina apareció en el portal del balcón. Durante unos instantes la peliroja observó a Xellos con una expresión de asombro, mas cuando vio que la energía a su alrededor aumentaba supo que si no lo detenía pronto Filia también sería víctima de su furia.
"¡Xellos, detente!" Al instante el joven obedeció aunque el aura continuaba refulgiendo a su alrededor.
"Demonio." Musitó Monuke presa del pánico.
"Monuke-san, será mejor que se retire en estos momentos." Le dijo Lina con frialdad y el príncipe no se hizo esperar. Se soltó del agarre de Filia y se perdió en dirección a su recámara. Xellos continuaba respirando pesadamente con la vista fija en la princesa. "Gourry, ve a buscar a Zelgadis. Tiene que venir a ver esto." Le susurró Lina al rubio para luego acercarse a Filia quien seguía en el trance. "Filia, ¿te sientes bien? ¿Filia?" Lina sacudió a la rubia un poco pero no logró demasiado.
Al momento apareció Zelgadis en el balcón y con sorpresa observó a Xellos. Por primera vez sintió algo de temor al ver la forma real del joven. "Asombroso." Susurró. "Tanto poder..."
"Hey, Zel, deja a Xellos en paz y ayúdame con Filia. No sé, pero creo que Monuke le hizo algo. Gourry, llévate a Xellos." Nuevamente Lina tomaba control de la situación.
"Vamos Xel." Le dijo con toda la naturalidad del mundo el rubio y Xellos se volvió para seguirlo.
Zelgadis se acercó a Lina para ver qué le sucedía a la princesa Filia. La rubia seguía con aquella sonrisa tonta y la mirada perdida.
"Debe ser un hechizo." Dijo la peliroja con la mano en la barbilla.
"¿Cómo lo sabes?" Contestó incrédulo Zelgadis.
"Sólo lo sé." Resumió Lina. No iba a explicarle lo que acababa de sucederle a ella misma con Gourry.
"¿Desde cuándo puedes detectar hechizos?" El joven le devolvió una mirada sospechoa a la peliroja quien se encogió de hombros y continuó sacudiendo a la rubia sin éxito. Finalmente se dio por vencido de esperar una respuesta. "¿Qué podemos hacer?" Comentó algo preocupado el joven príncipe.
"Tengo una idea." Sonrió la peliroja. "Vamos."
*******
Gourry había acompañado a Xellos a su cuarto quien había recuperado su apariencia normal en el momento en que había salido fuera de la presencia de Filia. Ya en la recámara Xellos se había dejado caer sobre la cama mientras que Gourry se quedó observando el paisaje nocturno desde la ventana.
"Oye Xel, deberías decirle a Filia."
"¿Decirle qué?"
"Pues que te gusta."
"¡No me gusta Filia!" Gritó exasperado y Gourry sólo le sonrió. Xellos se volteó en la cama haciendo un puchero enojado y cruzando los brazos.
"Hey..." Le dijo por lo bajo. "Deberías decirle antes que sea demasiado tarde."
"Ya es demasiado tarde Gourry. Filia va a comprometerse dentro de un año, ¿acaso no lo recuerdas?"
"Quizás. Un año es mucho tiempo."
"Jumhh..." Xellos se quedó pensativo un rato. Era increíble cómo Gourry podía siempre ver más allá de lo que todos veían. "Además... yo sólo soy un esclavo." Murmuró.
"¿Qué dices? Es obvio que no eres un esclavo." Le dijo el rubio con una sonrisa. "Debes ser de la realeza, como nosotros."
"¿Cómo puedes saberlo?"
"Pensé que todos podían verlo." Dijo rascándose la cabeza. Xellos volteó los ojos y pasó sus brazos atrás de la nuca para estar más cómodo. Siempre que hablaba con Gourry se sentía mucho mejor. Era como si lo más sorprendente fuera lo más natural para él, sus puntos de vista comenzaban donde terminaban los demás. Aún así decidió ignorar el último comentario. El no podía pertenecer a la realeza, sólo era demasiado optimismo de su amigo para levantarle el ánimo.
"Gourry, tú debes tener un poder que aún no podemos comprender." Dijo más para sí mismo ya que el rubio había vuelto a asomarse a la ventana. En esos momentos sonaron unos golpes a la puerta. "Adelante." Lina, Zelgadis, Amelia y Filia entraron.
"Xellos, tenemos que hablar." Dijo Lina decidida con las manos en las caderas.
"¿Por qué no me dejan en paz?" Dijo al tiempo que se cubría la cara con la almohada.
"Estás actuando como un niño." Gruñó Lina enojada. "¡De pie!" Le ordenó.
"Oh, ¡no otra vez!" Se quejó Xellos. Puso cara de agravado y la señaló con un dedo. "Estoy comenzando a odiar este jueguito. No soy una marioneta, Lina."
"Lo sé, lo sé, pero estás siendo testarudo. Además... necesitamos tu ayuda." Le dijo con una sonrisa maliciosa.
"Si me la hubieras pedido..."
"Te hubieras negado." Completó Zelgadis.
"¿Qué es lo que me quieren pedir?"
"Algo sencillo. Besa a Filia." Dijo poniendo a la rubia de frente a él.
"¿Te has vuelto loca?"
"Oye, ¡resiento eso!"
"Es que estás demente!"
"¿Por qué? ¿Acaso no te gusta Filia?"
"¿Tú también estás con eso?"
"No te hagas de rogar, bésala." Xellos sólo podía recordar a Filia besando a Monuke y con renuencia se alejó de Filia.
"Iie."
"Te lo puedo ordena-ar." Le dijo cantando Lina. Xellos le dio una mirada rencorosa a la peliroja.
"Vamos Xellos, termina con esto." Le urgió Zelgadis. "Además, no es tan desagradable." Sonrió.
Xellos se restregó el rostro con las manos abiertas y suspiró profundamente. "Kuso." Volvió a respirar. "Está bien, está bien, lo haré. Pero no creo que eso haga ninguna diferencia."
Lina entonces empujó a Filia en los brazos de Xellos y el joven tragó con dificultad al ver el rostro de Filia. Con cuidado se acercó y le dio un rápido beso en los labios.
"Xellos-san, ¡eso no es un beso!" Gimoteó Amelia. "Esto es un beso." Y dándole acción a la palabra tomó a Zelgadis por sorpresa y le plantó un candente beso que dejó incluso a Lina con un violento rubor en las mejillas. Una pequeña gotita de sudor se escurrió por la nuca de todos los presentes excepto Filia que seguía atontada.
"Amelia." Susurró Zelgadis casi sin voz. "No en público."
"Lo siento." Le contestó bajando la cabeza un poco y con las manos atrás pero sin chispa de remordimiento en el rostro.
"Y yo que la hacía más inocente." Dijo Lina mientras le iba bajando el rubor. "Bien Xellos, es tu turno." Le dijo cuando finalmente se recuperó.
Xellos se puso casi morado, tomó aire un par de veces y finalmente se mojó un poco los labios antes de posarlos sobre los de Filia. Aquel sentimiento extraño que lo perseguía cada vez que estaba con la princesa se le hizo más agudo y mucho antes de saberlo había profundizado el beso. Filia no reaccionó al principio pero cuando Xellos permitió aquel sentimiento apoderarse de sus acciones la sintió responder.
Los tiernos ojos azules de la princesa de Tougen se abrieron lentamente y reconocieron los negros ojos de Xellos. El beso finalizó y por un buen rato Filia se quedó mirándolo fijamente a los ojos. De repente la sensación que nublaba sus sentidos desapareció y pudo entender la situación en la que se encontraba.
Un sonoro grito se escuchó por todo el palacio.
*
*
*
*
*
"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAHHHHHHH!!!!!!!! ¡¡PERVERTIDO!!"
*******
Jajaja, ya les quedó el ojo cuadrado, lo sabía!! No me vayan a odiar por esto pero recuerden que es usual que siempre exista una chica que tarde más que otras en despertar a la vida y en esta historia Filia es una niña bastante mimada y consentida. Pero no se preocupen, ya le tocará el turno... ejem, mejor no sigo.
Ya saben, dudas, preguntas, sugerencias, críticas, todo es bienvenido, se cuidan mucho y ja ne.
Fi-chan!!!! Saluditos a Raúl, saluditos a tu facsímil razonable de Xellos también!!! Un gusto que pueda leer mi fic, espero que le guste el nuevo capítulo. Los extraño un montón, me haces falta, espero que todo te esté saliendo super bien. ¿Ya le quitaron el yeso a Raúl? ¿Aún se confabulan él y tu hermano? ¡¡Cuéntame mujer!! Por cierto, el día de mi cumples me compraron un pastel los que se llaman "tres leches" y me lo comí con un gusto increíble, pero después me salieron ronchas por todo el cuerpo!! porque soy alérgica a la leche y hacía mucho que no probaba nada con leche, en fin, por poco me matan el día de mi cumple con el dichoso pastel. Recuerda comunicarte please.
Capítulo 19
El Baile - Segunda Parte
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Lo de siempre, los personajes de Slayers pertenecen a su autor.
¡¡Gracias a Fany Metallium, Drake Girl (Fi-chan), Zelda M, Vanshie y Wolf Greywords!!
Fany - Lina está bajo el hechizo de Monuke (AKA Enzeru). Por eso actúa de esa forma.
Fi-chan - No me llegó tu mensaje del cumple, =(, pero no importa, se aceptan las felicidades. Ve al final de la page.
Zelda M. - El fic "Imposible" es de tu autoría? No estoy muy segura por la forma en que está escrito el nick, me gustaría tener la certeza.
Vanshie - Ciertamente que no nos hablamos hace mucho, ¿dónde estás metida? Mi ojo pues... es definitivo que perdí algo de visión, creo que pronto arreglaré la cita para los lentes nuevos. Cuando nos veamos te cuento más.
Wolf - Quizás no haya titular en este capítulo, pero en el próximo... ejem. Gracias por el comentario de los alfas, aún le quedan varias partes a las lobitas, en especial a la mayor de todas.
Espero que la continuación del baile les quede bien, si no es que se les cuadra el ojo.... jajaja, yo la disfrute, ojalá ustedes también.
On with the story.
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Xellos se encontró con Lina nuevamente. La joven sonreía tontamente y un aura extraña parecía rodearla.
"¿Lina, te sucede algo?"
"No, nada en absoluto." Le dijo con una sonrisa arrastrada.
"¿Segura que no has tomado nada... fuerte?"
"Umhh... ¡no! Estoy completamente segura."
La música terminó y Xellos se sintió algo confundido al acercarse a la mesa y ver la expresión de Gourry. "Gourry." Xellos llamó su atención. "Creo que necesita tomar algo de aire." Le dijo al tiempo que la empujaba hacia el rubio como si fuera una papa caliente. Gourry asintió con una expresión seria y con delicadeza tomó a Lina del brazo.
Xellos los observó retirarse a uno de los balcones y se sorprendió cuando vio a otra pareja escurrirse también por uno de los portales al exterior. Sin pensarlo demasiado decidió seguirlos.
En el otro balcón Gourry y Lina se hallaban tomando algo de aire fresco.
"Gourry... no te parece una noche hermosa?" Le preguntó Lina con la voz algo melosa mientras se permitía reclinarse del joven. Todo el enojo que hacía unos segundos sentía el rubio desapareció ante aquel gesto.
"Anou, Lina... ¿qué haces?" Le preguntó algo nervioso cuando la joven comenzó a juguetear con los delicados olanes de su camisa.
"Ahh... nada Gourry-sann..." Le sonrió sensualmente. "Es sólo que... me parece que estás algo tenso." Le dijo al tiempo que intentaba soltar los lazos de la camisa. Gourry le tomó las manos de inmediato, un fuerte rubor coloreándole las mejillas. En su mente sólo había una razón por la cual Lina podía actuar así, estaba bajo un hechizo. Su instinto le decía que Su Lina no actuaba así. Para su sorpresa la joven princesa se puso de puntillas de pronto y lo tomó con fuerza por el cuello de la camisa bajándolo a su altura. Una sonrisa fue el único aviso que recibió el rubio antes de que Lina uniera sus labios.
Por unos segundos Gourry sólo abrió los ojos muy grandes y dejó escapar un pequeñisimo gemido asombrado, pero cuando Lina se apretó con más firmeza a sus labios un calorcillo le subió a las mejillas y la respiración se le cortó en el pecho. Al cabo de unos segundos comenzó a sentir el calor de Lina como el suyo propio y se permitió corresponder el beso aunque su mente le continuaba diciendo que algo estaba mal.
Cuando Lina finalmente se separó de él, vio que tenía los ojos cerrados y una expresión inescrutable. La peliroja estaba volviendo en sí y se fijó que estaba casi encima de Gourry, sonrojándose por la forma comprometedora en que lo estaba sujetando.
"¿Gourry, qué hago aquí?"
"¿Te sientes mejor?"
"Estaba... estaba bailando con Monuke y de repente..." Se pasó la mano por el rostro tratándo de sacudirse los restos del hechizo que la había envuelto. "Maldita serpiente." Murmuró como un siseo. "Me las va a pagar."
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"Princesa Filia, he pasado una noche encantadora." Comentó Monuke tomándole la mano. "Mañana en la mañana debo regresar a mi reino, pero no quisiera partir sin antes llevarme un pequeño recuerdo suyo." Filia lo observó sin entender a qué se refería y por unos momentos pensó que quizás sería aquella costumbre de los enamorados de llevar consigo un pañuelo de su dama. Pero cuando el joven la acercó a sí mismo y la tomó de la barbilla todo a su alrededor se detuvo.
El beso que Monuke depositó en sus labios la hizo sentir como si flotara y que le faltaba el aire a pesar de que tan sólo había sido un leve roce de labios. Filia se llevó los dedos a la boca con una expresión perdida.
"Eres muy hermosa, Filia-san y me siento muy dichoso de que vayamos a comprometernos." Con un gesto tierno le acarició los rizos que caían por su cuello y añadió. "Desearía que aceptaras nuestro compromiso." Filia levantó la mirada hasta los claros ojos de Monuke y él supo que su hechizo se había apoderado completamente de la joven.
"Hai. Aceptaré el compromiso." Le respondió Filia con una sonrisa dulce. Monuke la observó con tristeza. Su querida Enjeru lo condenaría por el acto. Filia se puso de puntillas y colocándole los brazos al cuello lo besó. Justo en esos momentos Xellos apareció en el balcón. Cuando Filia soltó a Monuke se fijó en Xellos, pero ni siquiera la ira que vio en sus ojos la hizo reaccionar. Simplemente se sujetó del brazo de Monuke con melosidad.
Xellos entonces cambió la mirada y la posó sobre el joven, un estremecimiento recorrió la figura y el demonio oculto pudo disintguir claramente el miedo que en esos momentos sentía el príncipe de Giman. Temor, pánico, tristeza y desesperación. Sin embargo él no estaba en el ánimo de comprender al ser que le estaba robando a su Filia. En su cólera se detuvo unos segundos, ¿desde cuándo Filia era suya?
Echó el pensamiento a un lado y se dijo que tenía otra razón para sentirse así. A pesar de que el collar le impedía recordar quién o qué era, su instinto de demonio podía percibir la magia que fluía del príncipe de Giman a Filia. Un ronco gruñido comenzó a formarse en su garganta.
"Aléjate de ella." Gruñó dando un paso al frente. Los ojos de Xellos tomaron en ese momento su color y forma natural, un aura obscura y decididamente maligna lo rodeaba. La simple visión hizo que el príncipe de Giman retrocediera, llevando consigo a Filia que seguía metida en aquel trance.
Enzeru pudo entonces observar la verdadera forma de Xellos en toda su terrible realidad. El collar brillaba con fuerza como si en cualquier momento fuera a deshacerse al no poder contener tanta furia.
Xellos adelantó otro paso al tiempo que la energía a su alrededor comenzaba a pulsar. Justo en esos momentos Lina apareció en el portal del balcón. Durante unos instantes la peliroja observó a Xellos con una expresión de asombro, mas cuando vio que la energía a su alrededor aumentaba supo que si no lo detenía pronto Filia también sería víctima de su furia.
"¡Xellos, detente!" Al instante el joven obedeció aunque el aura continuaba refulgiendo a su alrededor.
"Demonio." Musitó Monuke presa del pánico.
"Monuke-san, será mejor que se retire en estos momentos." Le dijo Lina con frialdad y el príncipe no se hizo esperar. Se soltó del agarre de Filia y se perdió en dirección a su recámara. Xellos continuaba respirando pesadamente con la vista fija en la princesa. "Gourry, ve a buscar a Zelgadis. Tiene que venir a ver esto." Le susurró Lina al rubio para luego acercarse a Filia quien seguía en el trance. "Filia, ¿te sientes bien? ¿Filia?" Lina sacudió a la rubia un poco pero no logró demasiado.
Al momento apareció Zelgadis en el balcón y con sorpresa observó a Xellos. Por primera vez sintió algo de temor al ver la forma real del joven. "Asombroso." Susurró. "Tanto poder..."
"Hey, Zel, deja a Xellos en paz y ayúdame con Filia. No sé, pero creo que Monuke le hizo algo. Gourry, llévate a Xellos." Nuevamente Lina tomaba control de la situación.
"Vamos Xel." Le dijo con toda la naturalidad del mundo el rubio y Xellos se volvió para seguirlo.
Zelgadis se acercó a Lina para ver qué le sucedía a la princesa Filia. La rubia seguía con aquella sonrisa tonta y la mirada perdida.
"Debe ser un hechizo." Dijo la peliroja con la mano en la barbilla.
"¿Cómo lo sabes?" Contestó incrédulo Zelgadis.
"Sólo lo sé." Resumió Lina. No iba a explicarle lo que acababa de sucederle a ella misma con Gourry.
"¿Desde cuándo puedes detectar hechizos?" El joven le devolvió una mirada sospechoa a la peliroja quien se encogió de hombros y continuó sacudiendo a la rubia sin éxito. Finalmente se dio por vencido de esperar una respuesta. "¿Qué podemos hacer?" Comentó algo preocupado el joven príncipe.
"Tengo una idea." Sonrió la peliroja. "Vamos."
*******
Gourry había acompañado a Xellos a su cuarto quien había recuperado su apariencia normal en el momento en que había salido fuera de la presencia de Filia. Ya en la recámara Xellos se había dejado caer sobre la cama mientras que Gourry se quedó observando el paisaje nocturno desde la ventana.
"Oye Xel, deberías decirle a Filia."
"¿Decirle qué?"
"Pues que te gusta."
"¡No me gusta Filia!" Gritó exasperado y Gourry sólo le sonrió. Xellos se volteó en la cama haciendo un puchero enojado y cruzando los brazos.
"Hey..." Le dijo por lo bajo. "Deberías decirle antes que sea demasiado tarde."
"Ya es demasiado tarde Gourry. Filia va a comprometerse dentro de un año, ¿acaso no lo recuerdas?"
"Quizás. Un año es mucho tiempo."
"Jumhh..." Xellos se quedó pensativo un rato. Era increíble cómo Gourry podía siempre ver más allá de lo que todos veían. "Además... yo sólo soy un esclavo." Murmuró.
"¿Qué dices? Es obvio que no eres un esclavo." Le dijo el rubio con una sonrisa. "Debes ser de la realeza, como nosotros."
"¿Cómo puedes saberlo?"
"Pensé que todos podían verlo." Dijo rascándose la cabeza. Xellos volteó los ojos y pasó sus brazos atrás de la nuca para estar más cómodo. Siempre que hablaba con Gourry se sentía mucho mejor. Era como si lo más sorprendente fuera lo más natural para él, sus puntos de vista comenzaban donde terminaban los demás. Aún así decidió ignorar el último comentario. El no podía pertenecer a la realeza, sólo era demasiado optimismo de su amigo para levantarle el ánimo.
"Gourry, tú debes tener un poder que aún no podemos comprender." Dijo más para sí mismo ya que el rubio había vuelto a asomarse a la ventana. En esos momentos sonaron unos golpes a la puerta. "Adelante." Lina, Zelgadis, Amelia y Filia entraron.
"Xellos, tenemos que hablar." Dijo Lina decidida con las manos en las caderas.
"¿Por qué no me dejan en paz?" Dijo al tiempo que se cubría la cara con la almohada.
"Estás actuando como un niño." Gruñó Lina enojada. "¡De pie!" Le ordenó.
"Oh, ¡no otra vez!" Se quejó Xellos. Puso cara de agravado y la señaló con un dedo. "Estoy comenzando a odiar este jueguito. No soy una marioneta, Lina."
"Lo sé, lo sé, pero estás siendo testarudo. Además... necesitamos tu ayuda." Le dijo con una sonrisa maliciosa.
"Si me la hubieras pedido..."
"Te hubieras negado." Completó Zelgadis.
"¿Qué es lo que me quieren pedir?"
"Algo sencillo. Besa a Filia." Dijo poniendo a la rubia de frente a él.
"¿Te has vuelto loca?"
"Oye, ¡resiento eso!"
"Es que estás demente!"
"¿Por qué? ¿Acaso no te gusta Filia?"
"¿Tú también estás con eso?"
"No te hagas de rogar, bésala." Xellos sólo podía recordar a Filia besando a Monuke y con renuencia se alejó de Filia.
"Iie."
"Te lo puedo ordena-ar." Le dijo cantando Lina. Xellos le dio una mirada rencorosa a la peliroja.
"Vamos Xellos, termina con esto." Le urgió Zelgadis. "Además, no es tan desagradable." Sonrió.
Xellos se restregó el rostro con las manos abiertas y suspiró profundamente. "Kuso." Volvió a respirar. "Está bien, está bien, lo haré. Pero no creo que eso haga ninguna diferencia."
Lina entonces empujó a Filia en los brazos de Xellos y el joven tragó con dificultad al ver el rostro de Filia. Con cuidado se acercó y le dio un rápido beso en los labios.
"Xellos-san, ¡eso no es un beso!" Gimoteó Amelia. "Esto es un beso." Y dándole acción a la palabra tomó a Zelgadis por sorpresa y le plantó un candente beso que dejó incluso a Lina con un violento rubor en las mejillas. Una pequeña gotita de sudor se escurrió por la nuca de todos los presentes excepto Filia que seguía atontada.
"Amelia." Susurró Zelgadis casi sin voz. "No en público."
"Lo siento." Le contestó bajando la cabeza un poco y con las manos atrás pero sin chispa de remordimiento en el rostro.
"Y yo que la hacía más inocente." Dijo Lina mientras le iba bajando el rubor. "Bien Xellos, es tu turno." Le dijo cuando finalmente se recuperó.
Xellos se puso casi morado, tomó aire un par de veces y finalmente se mojó un poco los labios antes de posarlos sobre los de Filia. Aquel sentimiento extraño que lo perseguía cada vez que estaba con la princesa se le hizo más agudo y mucho antes de saberlo había profundizado el beso. Filia no reaccionó al principio pero cuando Xellos permitió aquel sentimiento apoderarse de sus acciones la sintió responder.
Los tiernos ojos azules de la princesa de Tougen se abrieron lentamente y reconocieron los negros ojos de Xellos. El beso finalizó y por un buen rato Filia se quedó mirándolo fijamente a los ojos. De repente la sensación que nublaba sus sentidos desapareció y pudo entender la situación en la que se encontraba.
Un sonoro grito se escuchó por todo el palacio.
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"¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AAAAAAAHHHHHHH!!!!!!!! ¡¡PERVERTIDO!!"
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Jajaja, ya les quedó el ojo cuadrado, lo sabía!! No me vayan a odiar por esto pero recuerden que es usual que siempre exista una chica que tarde más que otras en despertar a la vida y en esta historia Filia es una niña bastante mimada y consentida. Pero no se preocupen, ya le tocará el turno... ejem, mejor no sigo.
Ya saben, dudas, preguntas, sugerencias, críticas, todo es bienvenido, se cuidan mucho y ja ne.
Fi-chan!!!! Saluditos a Raúl, saluditos a tu facsímil razonable de Xellos también!!! Un gusto que pueda leer mi fic, espero que le guste el nuevo capítulo. Los extraño un montón, me haces falta, espero que todo te esté saliendo super bien. ¿Ya le quitaron el yeso a Raúl? ¿Aún se confabulan él y tu hermano? ¡¡Cuéntame mujer!! Por cierto, el día de mi cumples me compraron un pastel los que se llaman "tres leches" y me lo comí con un gusto increíble, pero después me salieron ronchas por todo el cuerpo!! porque soy alérgica a la leche y hacía mucho que no probaba nada con leche, en fin, por poco me matan el día de mi cumple con el dichoso pastel. Recuerda comunicarte please.
