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Epílogo

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Los personajes de Slayers no me pertenecen.

Vanshie - Ojalá te guste este capítulo final ya que la vez pasada no tengo idea si te llegó o no pues el mail me devolvió el mensaje dos veces.

Raven174 - Claro que me llegó tu mensaje pero... no lo puedo decir aquí, sore wa himitsu. Espero que pronto continúes tu fic.

Karo!! - Ahh Karo, creo que exageras, pero muchas gracias, siempre estás al pendiente aunque te falta tiempo.

XIOMARA M - Ya que a varias personas le ha gustado la pareja me pregunto si sería nice ponerles un one-shot en mi página a esos dos, porque creo que no lo haría en FF.net, sería una pareja muy fuera de la línea de Slayers como tal.

Wolf Greywords - Arigato gozaimashite!! Creo que te sorprenderás con el epílogo de esta historia.

MGA_FGA - Sabía que estarían al pendientes las dos, espero que estén muy bien y gracias por el ánimo.

Zellas Metallium - Ehhh... la parte que te gustó fue la que más trabajo me dio ehhh, no es tan fácil que un personaje de uno mate fríamente y luego siga la fiesta y el baile como si nada. Bueno... eso cuando estás demasiado metido en los personajes (y yo nunca hago eso... ejem, sí ajá.)

Lis-chan - Tienes razón al decir que el personaje de Zellas no se desarrolla porque si te fijas, apenas en el prólogo es que hay una parte como tal de su punto de vista y vemos algo de lo que sucede en el interior de su mente. El resto es puro punto de vista de Youki. Creo que puedo arreglar eso más adelante, ne? Y lo de Lina y Gourry pues se resolverá, ya verás, que la escena ya la tengo casi terminada.

Zelda M. - Ehhh... pues aún no se han casado. Me explico, quizás los confundí muchísimo con esto. Aquí solemos hacer fiestas por todo y más si se pueden hacer en grande con toda la fanfarria. Por eso tenemos por costumbre celebrar el pedido de manos, el anuncio del compromiso, el "bridal shower", la despedida de soltero, de soltera y hasta la boda civil antes de la boda real... (mucha fiesta no?) La ceremonia era el anuncio del compromiso, que hubiera sido más sencillo si el Ministro no se hubiera antojado de hacerlo con el hechizo (que fue idea de Youki desde un principio). Ahora, en pocas palabras, Xellos y Filia están comprometidos para casarse a la fuerza cuando cumplan la mayoría de edad. Y a los que piensen que un epílogo no es suficiente, pues... tienen razón.

Fany Metallium - Pues aquí está el epílogo, espero que sea de tu agrado. Aunque se supone que sea un AU (alter universo), las personalidades se suponía que se parecían bastante, pero obviamente no puedo sujetarme al canon de la serie, por eso digo que la idea del fic y la torcida de personalidades es obra mia.

Gipsy-chan - Gracias por tus ánimos también, espero que te guste este cap.

Fi-chan y Josué - (seguro que Josué lee esto primero que Fi-chan) Ha sido un honor para mí saber que has estado leyendo mi fic. Cuidate mucho y espero que te guste el cap. A tu hermanita le dices que se deje de estar para arriba y para abajo con Raúl... ejem, jajaja, no es cierto, espero que todo les esté saliendo a pedir de boca. Gracias por la tarjeta.

Yo sé que hay varias personas más leyendo el fic (no que sean tantísimas ni nada por el estilo) pero también les quiero agradecr un montón (como diríamos aquí.)

Hora sí... para ustedes, el epílogo de esta longaniza... ejem... del capítulo.

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Los invitados se habían dispersado luego de lo sucedido durante el compromiso aunque los comentarios no cesaban entre los que quedaban en palacio. El Rey y la Reina, cuando ésta finalmente volvió en sí, estaban ansiosos porque el joven demonio partiera cuanto antes. Por eso habían ordenado de inmediato una comitiva para que escoltara al joven de regreso a su reino. Xellos la había rechazado indicándoles que sólo necesitaría un caballo y algunas cosas para el viaje.

Luego de la conversación el joven se había refugiado en su recámara. Ni los ruegos de Filia ni las amenazas de Lina habían logrado que saliera. Xellos en realidad se hallaba indeciso entre qué hacer, quería regresar de inmediato al lado de su madre pero no quería irse tan pronto del lado de sus amigos. Se observó al espejo y lo primero que le vino a la mente fue recortarse los cabellos. Sería lo primero que haría al llegar a casa. Se fijó en sus ropas, la túnica estaba desgarrada en el lugar por donde la espada de Enzeru lo había traspasado.

Con un poco de temor levantó el material y suspiró aliviado. Si bien sabía que pequeños cortes no le hacían nada, nunca había tenido una herida tan grande y sin embargo, ya no quedaba ni siquiera una cicatriz. Acarició la piel inconscientemente mientras sonreía. Ser demonio tenía sus ventajas. Luego de un tiempo en completa ausencia mental, se fijó en un detalle que hasta el momento escapaba de su mente. Las ropas que llevaba eran idénticas a las que había usado el día de su cumpleaños número catorce, el día que había sido retirado de su hogar.

"Youki..." Susurró mientras acariciaba el material de la túnica. "Aún me queda una cuenta que arreglar." Con cuidado salió al pasillo luego de asegurarse de que estuviera vacío y deslizándose entre las sombras como bien sabía, llegó hasta la sastrería.

No bien hubo abierto la puerta cuando se encontró de frente con cinco blancas bestias; lobas. Y se veía que estaban tensas, con los colmillos descubiertos en silenciosa amenaza. El joven formó su espada nuevamente y se alistó para recibirlas pero las lobas no se movieron de sus lugares. Por unos momentos le pareció reconocer las miradas de los animales, casi como si las hubiera conocido de toda la vida.

Una voz proveniente de la segunda habitación interrumpió el gruñido de los animales.

"Déjenlo pasar." Se escuchaba algo cansada pero estaba llena de autoridad. Las lobas no se movieron aún de sus lugares hasta que se escuchó de nuevo la voz. "¡Obedezcan!" Finalmente las lobas se retiraron de la entrada a la recámara y Xellos se adentró en ella.

Lo primero que vio fue al sastre sobre la cama. "¿Qué lo trae por aquí príncipe Xellos?"

"Tengo unas cuentas que ajustar." Le contestó el joven sin embargo la punta de la espada se quedó descansando sobre el suelo. El hombre le devolvió una sonrisa.

"Lo sé. Sólo espero que mis buenas acciones sobrepasen las no tan buenas." Cerró los ojos cansado. Ambos quedaron en silencio un poco más de tiempo hasta que Xellos se animó a dar otro paso hacia donde yacía el hombre. Podía ver las finas garras en descanso sobre el pecho casi inmóvil.

"¿Acaso no piensas enfrentarme?" Le preguntó Xellos algo indeciso.

"Me siento algo... indispuesto en estos momentos. Quizás intereses ajustar cuentas más tarde, cuando esté en mejores condiciones." Le dijo esperanzado.

Xellos caminó el resto del espacio hasta la cama mientras hacía desaparecer la espada. "¿Por qué me traíste aquí?" Le dijo quedamente y sentándose en el borde de la cama. Sus instintos de demonio le indicaban que el hombre estaba completamente vulnerable. Aún se sentía algo traicionado pero no podía continuar airado contra el sastre. Así como había recordado que era él quien lo había secuestrado, también había recordado todas las veces que había intervenido en favor suyo, especialmente en lo que al Ministro se trataba.

"¿Aún no lo adivinas?"

Una tímida sonrisa se posó en los labios de Xellos. Claro que entendía por qué. Pero antes debía regresar al lado de su madre y no era como si hubiera perdonado completamente al sastre.

"Siquiera podías haberme evitado la humillación." Dijo al tiempo que se sentaba en el borde de la cama sin poder evitar sentir que las energías del hombre estaban en su punto más bajo. "Youki, ¿qué te sucede? Siento que estás... débil." El tono preocupado contrastaba agudamente con el de apenas unos minutos atrás. Youki abrió los ojos de repente y escudriñó por largo rato al joven.

"Necesitabas un punto de vista diferente. Ser príncipe ya se te había subido a la cabeza." Asintió calmadamente más para sí mismo que otra cosa. "Has madurado." Xellos sintió un leve rubor aún cuando sonreía. Con algo de seriedad comenzó a formar una esfera de energía que refulgía con tonos esmeralda.

"Creo que esto te pertenece." Le dijo el joven colocando la esfera sobre el pecho de Youki.

"Arigato." Susurró sintiendose mejor de imediato.

"Pero ¿podrías decirme qué fue lo que te sucedió? Estabas perfectamente bien apenas unos días atrás."

"Nada en particular su Alteza, sólo que he sido víctima de los encantos de una hermosa dama. ¿Le gustaría conocerla?" Youki se incorporó en la cama recostándose de la cabecera y sonrió en dirección al guardaropas.

"¿Emperatriz?" De entre hermosos trajes salió la figura que tanto había soñado encontrar durante esos tres años.

"¡Madre!"

"¡Xellos!" Madre e hijo se fundieron en un apretado abrazo.

Youki sonrió. Su plan había salido a la perfección. Ahora sólo necesitaba descansar un poco. Aquel polvo dorado, pensó, no podía ser otra cosa que polvo de dragón... Y hablando de dragones, sonrió mentalmente... había llegado el turno de la princesa de Tougen.

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Owari

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Ya sé que no es larguísimo, pero oigan!!! es el epílogo, no podían esperar demasiado ehhh.... además... tengo que trabajar en mi próxima historia. Dragon Child, ¿o es que pensaban que Filia se iba a quedar sin lo suyo? Hay que quitarle lo malcriada ¿no?

Se cuidan mucho, Ja ne, minna-san!!