-Lo siento-sonó la voz de la chica de pelo corto-Creía que te alegrarías de verlo, ya veo que no ha sido así-y bajo la cabeza mirando la copa de helado que tenía sobre la mesa.
-No es tu culpa-la chica de cabello largo que estaba en frente le sonrió.
-¡Claro que es mi culpa!-grito ella haciendo que la gente de los alrededores volteara a mirarla-Tendría que haberte avisado que estaba aquí y tendría que haber sido menos impulsiva-fue bajando el tono de voz y agachando cada vez más la cabeza-No tenía derecho a meterme en tu vida.
-Vamos Minerva, no te mortifiques-dio un sorbo al té que tenía delante-Al fin y al cabo tu no estabas enterada de que la relación se había deteriorado.
****************Una hora antes en el aeropuerto*************
La mano de la chica había impactado en la cara haciéndola girar por la fuerza del golpe.
Mientras que los hermanos Arana y la mitad del aeropuerto veían con sorpresa la escena.
Los murmullos y las risas de la gente inundaron todo, desde gente que se reía con burla hasta otros que se preocupaban por el golpe, mientras que algunas chicas mencionaban que él debía de ser un cerdo, que seguro se la merecía.
Una simple mirada de Iker basto para callarlos.
-¿Cómo estás Tomoyo?-se rió ella irónicamente-¡Ja! Buena pregunta después de tantos años-él giro la cara lentamente con la misma sonrisa pintada en la cara-No quiero saber nada más de ti-la chica se giro y con la cabeza muy alta comenzó a caminar hacia la salida, envuelta entre los murmullos de la gente.
-Yo....-comenzó a tartamudear Minerva-creo...que será mejor que vaya a hablar con ella-y siguió la misma ruta que su amiga.
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Ahora una hora más tarde se encontraban en el bar del hotel donde se hospedaba la japonesa, mucho más lujoso que el de su amiga, hablando sobre el suceso.
La chica de cabello corto no había parado de disculparse en todo momento, cosa que le resultaba graciosa a la japonesa.
-Venga mujer, por tal no ha sido para tanto, deja de disculparte-le sonrió de forma maternal-Además debemos de pensar en nuestra próxima actuación, ya veras como nos sale de maravilla.
-Dilo por ti-suspiró la castaña-a mi últimamente todo me sale mal-apoyó su cabeza poniendo la mano sobre su mejilla con un gesto de abatimiento-Cuando me he enterado de que era un concierto al aire libre y con un montón de gente importante se me ha caído el mundo a los pies, no estoy acostumbrada al gran público. Me gustaría ser como tu-admitió mientras miraba hacia otro lado.
-¿Cómo yo?-la chica abrió mucho los ojos.
-¡Mírate!-exclamó levantando la cabeza de golpe-Eres guapa, cantas bien, no tienes un pánico escénico al gran público, sabes desenvolverte en los eventos con gente importante. Si, me encantaría ser como tu.
Tomoyo miraba como su compañera de mesa estaba totalmente abatida. Cuando la veía así le recordaba a cuando la conoció, aquella niña de 15 años, bajo la lluvia, calada hasta los huesos y mirando hacia el mar desde un muelle, con los ojos más tristes que había visto en su vida, los mismos ojos que ahora tenía.
-Minerva, será mejor no te compares conmigo-se levantó de su asiento y se acercó a ella, le tendió la mano-no hay dos personas iguales en el mundo. Tu y yo somos completamente diferentes-la levantó de su asiento y se la llevó hacia los ascensores del hotel-Deberías de saber que yo envidio muchas cosas de ti como es tu familia, tu simpatía con la gente, tu pasión en tu carrera-la otra chica la miro sorprendida-Y sobretodo.......-de repente se formó una sonrisita pícara en sus labios-Tener un hermano tan guapo.
Ambas empezaron a reírse como locas, y de esta forma se subieron al ascensor.
-Bueno, bueno-trató de tranquilizarse la chica de pelo corto-No es tan guapo y no ......-pero de repente su voz dejo de salir.
-¿Y no que?-preguntó Tomoyo, cuando sonó un teléfono móvil con el sonido de la Primavera de Vivaldi-Creo que es el tuyo.
La chica de ojos azules sacó del bolsillo trasero de su pantalón vaquero un teléfono móvil con carcasa blanca, abrió y este duplico su tamaño.
-¿Dígame?-preguntó esperando respuesta, puesto que el número que le aparecía en pantalla le era desconocido.
-¿Dónde estas?-reconoció la voz de su hermano, a la vez que se oían un montón de coches.
-No, ¿donde estás tu?-repitió la pregunta-Porque menudo ruido de coches.
-Estoy cerca de la Diagonal*, mamá ha dicho que vayas pronto al hotel, necesita verte para hablarte de no se que.........-trató de hablar él.
-Esta bien, dile que dentro de una media hora estaré en el hotel.
Cortó la conexión y miro a Tomoyo.
-¿Ocurre algo?-preguntó la chica de ojos azules.
-Tengo que irme, lo siento-se disculpo su compañera y salió del ascensor para poder dejar bajar a otras personas.
-¿Quieres que avise a alguien del hotel para que te acerquen?-preguntó inmediatamente la japonesa.
-No, está cerca, toma aquí tienes la dirección porque mañana hemos quedado en que tu vendrías-la chica sacó de su bolso una pequeña libreta y un boli-Es el Hotel Actual, esta cerca de la avenida Diagonal.
-Esta bien, pero déjame como mínimo acompañarte a la puerta del hotel.
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Mientras en una de las múltiple terrazas de la ciudad Condal.
-Te lo merecías-afirmó el chico de rizos mientras se apretaba fuerte el pañuelo de su cabeza-Tenía todo el derecho a pegarte, sobretodo después de lo que me has contado.
-De acuerdo, de acuerdo, tienes razón-afirmó el chico de gafas mientras se tocaba un poco el mentón justo donde ella le había dado-Pero no estamos aquí para eso, sino para ir a buscar información sobre nuestro trabajo, aunque jamás pensé que la ciudad fuese tan grande.
-Lo que debemos hacer es ir con cuidado-el chico de ojos verdes miro hacia su derecha-Creo que cuando atacaron a Minerva no fue casualidad, sino que esperaban encontrarse conmigo.
-No sé que decirte-afirmó la reencarnación de Clow-Solo parecían dos rastreros de poca monta que lo único que querían era algo de dinero para pagar sus vicios, pero tu hermana es bastante guapa, así que vieron la oportunidad de tener algo, que para ellos, es diversión.
-No quiero meter a mi familia en esto Eriol-el chico de rizos miro ahora hacia la izquierda-no tienen el porque sufrir algún percance por mi culpa.
-Iker, sería más fácil si ellos supiesen lo que estás haciendo, ¿no crees?.
-Si claro-respondió cínicamente el muchacho y puso voz solemne-Papá, mamá, Minerva, estoy haciendo un estudio acerca de los Dioses romanos, ¡ah!, por cierto, fíjate si es difícil de hacer que tal vez pueda terminar muerto, otra cosa, aquí Eriol presente es la reencarnación de un mago-dejo su actuación de lado-¡Por favor Eriol! No puedo explicarles a mis padres que me estoy metiendo en asuntos de clanes y de mafias, solo para descubrir algo acerca de mi pasado.
-Tu familia tiene muchos secretos-afirmó el chico de lentes.
-No te puedes imaginar cuantos-de repente se levantó del asiento-Creo que deberíamos de volver al hotel, Minerva seguro que estará aburrida como una ostra, además de que mi madre la estará tratando de convencer para que cante alguna cancioncita estúpida en ese festival o lo que diablos sea.
-¿Por qué jamás me hablaste de tu hermana?-le preguntó Eriol mientras dejaba un par de billetes de 5 Euros encima del plato con la nota y se levantaba-Es decir, nos conocemos unos dos años y nunca me dijiste que tenias una.
-Como tu mismo has dicho, Eriol, mi familia esta llena de secretos.
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El Aeropuerto Leonardo Da Vinci, en Roma, era un hervidero de gente. Agosto, fantástico mes para visitar la antigua capital del Imperio Romano, sobretodo porque los grados a la sombra podían ser superiores a los 35.
Y allí estaba él. Esperando a la siempre retrasada de su amiga. Si, si, amiga. Había cedido finalmente a la petición hecha unos 5 días antes. Pero eso fue porque tenía un presentimiento, y tal vez no era demasiado bueno.
Notó como de repente algo le tiraba del camal derecho del pantalón, miro y no había nadie, segundos después fue el izquierdo, y giro su cabeza. Sonrió un poco y se giro de golpe, con cara de ogro.
-Vaya Shaoran, no sabía que pudieses poner esa cara de ogro tan malvado-se rió Sakura, para instantes después darle un gran abrazo-Gracias por venir-le susurró al oído.
-Era lo menos que podía hacer-de repente miro detrás de Sakura como algo se movía-Alice, puedes salir, ya te he visto-el chino asomó la cabeza por detrás de la maestra de las Cartas-¿No me vas a dar un abrazo?.
-¡Tío Shaoran!-se lanzó encima una niña de tres años sonriendo, él la acogió con alegría en sus brazos-Es que mamá me había dicho que te llamase, pero lo hacía y no contestabas así que..............
-Vamos Alice, que te vas a ahogar si hablas tan deprisa-se rió levemente la chica de ojos verdes.
-Pero mamá, el tío debe de enterarse de todo lo que me has dicho, además me decías que las mentiras son malas y yo no soy mala, por eso no digo mentiras-de repente cruzó los brazos encima de su "tío".
-Has crecido mucho en este año, además de que ahora hablas como una cotorra-sonrió, mientras cogía con una mano a la niña, con la otra llevaba la maleta-¿Y el peluche?-preguntó de repente.
-Kero esta en el bolso de mamá-le hablo la niña al oído-pero no puede salir porque sería muy raro ver un peluche que habla.
Shaoran solo tuvo una reacción y fue empezar a reírse frente a las ocurrencias de la pequeña.
-Venga Alice, debes de venir conmigo, porque sino Shaoran no puede llevar su maleta.
-Esta bien........-refunfuño la niña, mientras la dejaban en el suelo-¡Pero debes de comprarme un dulce a cambio!
Un ruido se oyó desde dentro del bolso semi cerrado de Sakura, del cual salió la cara redonda de la forma falsa del guardián.
-Yo también quiero-de repente se quedó mirando a Shaoran-Veo que el mocoso ya ha llegado.
-Kero, si te portas bien, puedes venir a mis brazos-la niña extendió sus pequeños bracitos, y el guardián voló hasta ella.
-Vamos a tomar el metro para poder ir hacia el hotel-afirmó Sakura, mientras tomaba la mano de su hija y se adelantaba-Vamos Shaoran.
-Si-le respondió él quien iba un poco detrás, recordando lo que había sucedido en la vida de su primer amor.
Alice Kinomoto, tenía en cuanto a penas tres años, y era una niña encantadora, pero a la vez tenía muy mal genio. De cabello oscuro como el de su abuela Nadeshico y los ojos marrones, tal vez herencia de su padre, vivaracha, habladora y muy despierta para su edad. Shaoran aún recordaba como después de siete meses sin estar en Tomoeda se encontró con Sakura en estado de buena esperanza y sin novio, la había abandonado al enterarse de su embarazo, aunque las cosas no iban muy bien desde antes. Miro a la niña, quien ahora llevaba a Kero sobre el hombro, con aquellos pantalones de pescador violetas y bordados en azul y blanco y su camisa blanca. Deseaba ser el padre de aquella criatura.
Luego miro a su amiga Sakura, que ya no era tan inocente. Con solo 19 años había pasado una prueba muy dura como fue la de ser madre, su ex-novio ni se acordaba de ella, pero siguió adelante gracias a su familia y a sus amigos. Siguió sus estudios de magisterio y solo se detuvo durante un año para poder cuidar de su pequeña. Ahora la miraba, con el pelo sobre los hombros, una figura delicadísima, que había recuperado a base de ejercicio después del parto y unos ojos llenos de experiencia sobre la vida a pesar de ser tan joven. Era sencillamente diferente a cuando la conoció.
-No pude dejar a Alice con nadie-Shaoran saltó un poco cuando vio que ella estaba ahora andando a su lado-Tomoyo esta trabajando por el mundo, mi hermano tiene derecho a unas vacaciones y no le voy a dejar a su sobrinita, Eriol me dijo que lo haría encantado pero que estaba ayudando a un amigo y no podría venir, mi padre se la lleva al museo todos los días, allí están haciendo talleres de verano para niños, la tienes que ver, lleva dos días y ya habla italiano-sonreía la chica mientras miraba a su pequeña quien iba solo dos pasos delante de ellos hablando con el "muñeco" en su idioma.
-Me lo podrías haber dicho a mi, a mi madre le hubiese encantado tenerla en casa, además de que mi hermana Fuutie también esta allí-le sonrió-Además Meiling tenía ganas de verla.
-No quería molestarte más-le sonrió dulcemente-has hecho mucho por mi.
-Podría hacer más si tan solo hubieses aceptado mi propuesta de....................
-¡Mamá!-grito la niña quien estaba pegada al cristal de la tienda de dulces del aeropuerto-Mira, yo quiero una de esas-y señaló una enorme paleta de caramelo.
-Esta bien-se acercó Sakura, para tomar la mano de su hija y llevársela-Entraremos e iremos a tomar el metro...........
-¡Cuidado!-grito Shaoran, que se lanzó contra ambas y las alejó del mostrador.
De repente todo el aeropuerto tuvo una sacudida bastante fuerte, el cristal de la tienda de dulces se vino abajo justo en el lugar donde instantes antes de que Li las sacase de en medio estaban Sakura y Alice. Pero cuando se giraron pudieron comprobar que no era el único que se había roto. Habían carteles en el suelo, gente herida por el impacto de los cristales y un fuerte olor a humo se notaba en el aire.
Alice empezó a llorar muy fuerte, mientras que Shaoran la tomaba en brazos del suelo.
-¡Una bomba!-exclamaba la gente.
-¡Un atentado!-decían otros.
-Alice-Sakura le arrebató la niña de los brazos y la abrazó con fuerza-Ya esta cariño, no ha pasado nada, ¿estás bien?-la miro y comprobó que no tenía ningún rasguño-¡Dios mío, gracias!-le empezó a dar besos y parece que por fin la niña se calmó.
-Lo has notado-afirmó Kero quien se puso encima del hombro de Shaoran-Sino no hubieses empujado a ambas.
-No ha sido una bomba, sino una magia muy fuerte-el chino frunció el ceño-Esto no me gusta.
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Horas después, los tres se encontraban en frente del hotel Meliá Roma Aurelia Anticá, estaban muy cerca del centro de la ciudad. No habían ni entrado en el hotel cuando el profesor Kinomoto apareció corriendo.
-¡Sakura!¡Alice!-el hombre parecía preocupado-¿Estais bien?.
-Si, no te preocupes papá-le confirmó la chica de ojos verdes-solo ha sido el susto de la explosión.
-Perdona Li que no te haya recibido como corresponde-y le estrechó la mano-Pero es que estaba muy preocupado-el hombre pudo ver a Alice con Kero en brazos sonriendo, y en sus manos una piruleta.
-Me la han dado los policías por ser buena-sonrió la niña mientras que se la extendía a su abuelo-¿Quieres?.
-Cariño en otra ocasión será-el hombre llevaba en sus espaldas una mochila-Tengo que marcharme, lo que ha explosionado en el aeropuerto ha sido una de las furgonetas que traían los nuevos libros para la investigación que estamos llevando a cabo. Nos vemos luego durante la cena.
-Opino que hoy deberías de descansar Shaoran-sonrió Sakura-Yo quiero ir con Alice de compras y a enseñarle un poco más la ciudad, en los cinco días que llevamos aquí solo ha visto un poco y......
-No estoy cansado-afirmó el chico-Así que de paso que le enseñas a Alice, me la enseñas también a mi.
-¡Tío Shaoran se viene! ¡Tío Shaoran se viene!-exclamó la niña tirando a Kero por el aire.
-Creo que le gusta la idea-sonrió el chino con una gota en la cabeza.
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Mientras a unos cientos de kilómetros de allí.
-¡Me niego!-exclamó por ni se sabe la vez la chica en menos de 10 min.
-Pero Minerva, la canción es perfecta, preciosa, seguro que a la gente le encanta-su madre la perseguia por los camerinos de la antigua Plaza de toros de Las Arenas, ahora convertida en lugar para dar conciertos.
-Ni sueñes que cantaré copla-la chica salió del lugar hasta la zona del escenario-Me niego mamá, mi canción esta asignada y será otra completamente diferente a la que tu quieres, llevamos 4 días discutiendo esto y no voy a cambiar de opinión.
-¡Minerva!-una voz conocida le hizo levantar la cabeza.
-¡Dios mío, gracias!-susurró en voz baja y se aproximó hasta donde estaba Tomoyo.
-Todavía sigue diciéndote que cantes copla, ¿verdad?-la japonesa se rió ante la cara de fastidio de su amiga.
-Según ella estaría monísima con un traje de faralaes*, me preguntó porque no se lo pone ella y con esas pintas sube a cantar delante de miles de personas, ni que yo fuese la Pantoja-se cruzó de brazos y miro hacia el escenario.
-¡AAYY!-un grito de niña tonta se escuchó en toda la plaza-¡Pero si es Minerva Arana!.
Ambas chicas se giraron al oír la voz, para toparse con una chica de cabello rubio oxigenado, vestida completamente de rosa, con minifalda y sandalias de tacón alto, era la replica perfecta de la Barbie.
-Hola Lisa-murmuró la chica de cabello corto.
-Dos besos querida-y con un ruido estridente le dio un beso en cada mejilla-Estás tan cambiada desde la última vez que nos vimos-puso morritos-¿Dónde has dejado tu hermoso pelo largo?.
-Tenía que cortármelo, estaba ya muy destrozado, ya sabes, puntas abiertas y esas cosas.
-¿Y quien es tu amiga?-miro a Tomoyo de arriba abajo, fascinada-Soy Lisa Parkin-le extendió la mano.
-Tomoyo Daidôji-y le tomó la mano.
-¡AAAAAAHHHHHHH!-grito de repente abrazándola-He oído hablar tanto de ti, me han dicho que eres una cantante genial. Pero seguramente no me superas-de repente ambas vieron como la chica dio otro gritito y se marchó a saludar a un chico que aparecía por la puerta.
-¿Qué ha sido eso?-preguntó la japonesa noqueada.
-Lisa Parkin, es la típica niña tonta, hija de papá, es irritante, pero no es mala tía al fin y al cabo-se rió la española-Lo único que tienes que hacer es acostumbrarte a sus grititos, que exasperan a cualquiera.
De repente Minerva sintió como unas manos la tomaban por la cintura, dándole un giro brusco, para de golpe y porrazo estar sumida en un beso. La chica se separó por resorte y su mano fue a parar a la cara del agresor.
-¡Fabiccio!-le gritó al chico que estaba delante de ella-¡Si vuelves a hacer eso te prometo que te quedas sin ser padre!.
-No niegues que te ha gustado.
Tomoyo miraba fascinada al chico, alto, altísimo, de complexión atlética, con unos pectorales de infarto, o era eso o es que la camisa de manga corta que llevaba en esos momentos se pegaba demasiado, el pantalón pescador beige también se pegaba demasiado, porque ese culo no podía ser normal, luego tenía unos ojos de color miel y el pelo negro como la noche.
-¡Pero que dices gilipollas!-le grito su amiga muy enfadada-¿Es que no sabes saludar como las personas normales o que?.
-Hola-saludo con un gesto coqueto a Tomoyo-Soy Fabiccio Macchiavelo-y le dio un beso en la comisura de los labios.
-To...Tomoyo Daidôji-tartamudeo la chica.
-Si te pasas un pelo con ella prepárate para vértelas conmigo-Minerva le advirtió, haciendo sonar sus nudillos.
-Vaya, que divertidos estamos ya de buena mañana-otra chica apareció en escena.
-Hola Rocío-saludo contento el chico mientras le daba dos besos el chico-Realmente me parece que este año la organización a conseguido a muchas chicas guapas.
-¿Ya te ha vuelto a besar?-preguntó la chica recién llegada, la cual tenía el pelo cortísimo y tintado de rosa, con unos ojos violetas que daban un poco de miedo y vestía con un vestido negro largo. Minerva asintió-Ja, ja, ja, ja, ja-se rió con fuerza la chica.
-No tiene gracia-le dio un pequeño golpe-Por cierto, ella es Tomoyo Daidôji.
-Rocío Gracia-le extendió la mano la chica-Encantada de conocerte, espero que pronto te aclimates a este grupo de locos.
De repente un nuevo gritito por parte de Lisa se oyó, por lo cual todos giraron la cabeza para verla enganchada a un chico de pelo castaño claro y ojos azules, el cual parecía un poco incómodo.
-Lisa, que no se va a escapar-se rió Rocío-Hola Mike, ¿te veo ocupado?.
-Se ha enganchado a mi como una lapa y no me suelta-lo dijo en voz alta sin importarle que le oyese-Hola Fabiccio-le dio la mano-Minerva-se acercó, después de soltarse de Lisa, y le dio dos besos-Encantado de conocerte, Tomoyo, soy Mike Oldfield, nada que ver con el músico, pero ya ves, coincidimos-y le enseño una sonrisa.
-Igualmente-la japonesa se estaba ya mareando.
-Mira lo que tenemos aquí-se oyó una voz que se aproximaba, todos se giraron para ver a un chico con gafas de sol negras y vestido con pantalones anchos y camisa del mismo modo-Creo que solo falyto yo para completar el grupo, ¿no creéis?-el chico se quitó las gafas de Sol.
-¡Iker!-exclamaron todas las voces a la vez.
-Si, si, si, soy yo-de repente se vio envuelto por un montón de brazos.
-¡Maldito!-le grito Rocío mientras le daba un fuerte golpe en la cabeza-Desapareces dos años y solo se te ocurre decir eso.
-Yo también me alegro de verte-le sonrió el chico con aires de grandeza.
Aquel grupo era bastante inusual, de hecho, como bien había dicho Rocío hacía ya dos años que no se veían. Pero Tomoyo no entendía nada.
-¿Os conocéis todos?-preguntó extrañada la japonesa.
-Si-su amiga le contestó rápidamente-Cuando yo tenía unos 13 años coincidimos todos en una final internacional de canto, fuimos los finalistas, Rocío, Lisa, Mike, Fabiccio, Iker y yo.
-¿Iker?-la chica frunció el ceño.
-¡Claro que Iker!-dio un grito la clon de la Barbie-Tiene la mejor voz de todos, pero no entiendo porque dejo de cantar hace tres años, podrías haber sido grande-volvió a dar un grito.
-Si vuelve a dar otro gritito le parto la cara-murmuró la chica de pelo rosa por lo bajo.
-Por cierto, ¿dónde has dejado a Eriol?-preguntó la chica de cabello azabache.
-Pensaba que después de la pelea del aeropuerto te daba lo mismo si se moría-le sonrió pícaramente el chico de rizos, a lo que la chica frunció el ceño.
-Solo te lo preguntaba porque a pesar de todo lo que me ha hecho es mi amigo.
-Esta en la biblioteca, pero no tardará en venir, hemos quedado para comer.
De repente el ruido de un teléfono móvil sonó entre ellos.
-Es el mío-Fabiccio se separó del grupo.
Pero todos se quedaron mirándolo, porque no dejaba de sonreír mientras hablaba en italiano, pero desde luego no era una sonrisa normal, sino que era bastante maliciosa. Cuando de repente se oyó un grito por parte del chico, como si fuese de gran sorpresa, pero a la vez parecía un grito enfurecido, tanto le enfureció que cerró el móvil de golpe y se lo guardo en el bolsillo.
-Representantes-bufó cuando se reunió con el resto-Pero en parte me ha venido bien porque me ha dicho que se cancela una sesión de fotos-miro a Iker, quien tenía a Lisa enganchada como una sanguijuela a su brazo-¿Dónde has quedado con tu amigo?. Supongo que no le importara que pasemos a por él y nos vayamos todos juntos a comer. Así podríamos hablar con tranquilidad.
-¡Claro, es un fantástica idea!-a Mike le gustaba aquello-Y de paso vamos repasando quien actuara con quien, no me gusta que me manejen se creen que porque lo organizan pueden decidir quien canta con quien.
-Iker....-Rocío se puso solemne-¿Cantarás con nosotros?-todos lo miraron-Solo una canción, no te pido más.
Todos esperaban su respuesta, mientras que él dudaba un poco. Miro los ojos suplicantes de Lisa, la mirada de esperanza de Mike, la cara seria de Rocío, la alegre de Minerva y los ojos amigables de Fabiccio. Y Tomoyo le sonreía, como instándole a cantar.
-Lo haré-todos gritaron de alegría-Pero Tomoyo debe de cantar con nosotros.
-¿Qué, yo?-preguntó la japonesa extrañada.
-Tu cantarás y Eriol tocará el piano, veréis que será mejor que en los antiguos tiempos-todos dieron un enorme grito de alegría.
Lo que no sabían es que alguien los observaba desde una de las puertas, y que seguía todos sus movimientos.
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Roma, hacia el mediodía. El centro todavía estaba lleno de gente, a la que por lo visto no les importaba el calor que hacía aquel día.
Sentados dentro de un buen restaurante se encontraban Sakura y Shaoran, obviamente con la pequeña Alice haciéndoles compañía.
-¿Has encontrado algo?-preguntó el chino, viendo que la niña estaba entretenida hablando con Kero.
-No, nada, no se ni por donde empezar-dio un suspiro largo-La verdad es que resulta difícil encontrar algo cuando no sabes lo que buscas.
-¿Has notado que la magia es notable?-la chica de ojos verdes asintió-Desde luego aquí esta pasando algo bastante importante, los informes de los enviados del concilio no dan información alentadora.
-¿Y el concilio de occidente no dice nada?-el chico negó con la cabeza-Es decir que lo están escondiendo.
-En cierto modo lo que debe de suceder aquí es una guerra de clanes, pero no quieren informar para que no se produzca la disolución del concilio, puesto que si esto ocurre, todas las personas que están en él perderán su posición social y con ello es posible que la poca dignidad y respeto que les queda.
-¿Me estás diciendo que el concilio de occidente es corrupto?-la chica se alarmó ante sus propias suposiciones.
-Ambos concilios lo son, lo único que en el nuestro la situación se tranquilizo hace unas décadas, pero no así el de occidente, donde la lucha por el poder es continua-el chico de ojos marrones suspiro-La gran mayoría de nuestros informadores enviados aquí han desaparecido, el último que lo hizo es alguien cercano a mi, Fei-Gao, en parte he venido para ver si logro encontrarlo.
-Ya veo-la antigua Card Captor miro por la ventana hacia la pequeña plaza que tenía en frente, donde veía a los niños jugar-Y tu que, ¿qué es de tu vida?-le preguntó mientras veía como su hija le daba de comer a Kero de su plato de Spaghetti parmesana.
-Acabando la carrera de administración y dirección de empresas-miro también hacia la pequeña, quien tenía toda la boca manchada-Después de acabarla, probablemente me casaré con quien designen los ancianos, y así tomaré el lugar de líder en el clan.
-Supongo que entonces ya no tendrás.....
-Pero-no le dejo continuar él-si no me caso por amor renunciare a mi posición de líder, todavía tengo un año de tiempo para encontrar a alguien-la miro fijamente a los ojos, como suplicándole algo.
-Yo solo quiero ver como crece bien Alice-de repente los ojos de Sakura se nublaron-Ya empieza a preguntar sobre su padre, y eso para mí es difícil, aunque siempre desiste porque cuando lo hace me ve triste.
-¡Mamá!-se oyó la voz infantil-Mira, me lo he comido todo-y levantó el plato con sus manitas, que estaba completamente vacío.
-¿Tu sola o te ha ayudado Kero?-le guiño un ojo su "tío".
-Bueno, bueno, él ha ayudado solo un poquito-miro al supuesto peluche y se rió con él-¡Ahora quiero postre!-y ella sola se levantó para ir a llamar a un camarero.
-De eso nada muchachita-la tomó antes de que pudiera salir corriendo el hombre-Vamos los dos juntos-y le tomó de la mano-¿Qué quieres de postre?-miro a Sakura cuando le hizo la pregunta.
-Un trozo de Tiramisu estará bien.
-De acuerdo, "tirasumu" para mamá, para mi pastel de chocolate, ¿y para ti tito?.
-¡Uhm! Me ayudas a decidir allí, ¿vale?-la niña sonrió abiertamente y le tomo de la mano.
-Ahora volvemos mami-y la niña arrastró a su tito hasta la zona donde estaban los postres.
Sakura se había quedado a solas con Kero.
-Algún día tendrá que saber quien es su padre Sakura-le sugirió el guardián-pero todavía es una niña, cuando pregunte dile que le contarás la historia cuando sea mayor.
-El problema esta en si me perdonará por no decírselo antes, a los dos.
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-¡Estoy llena!-exclamó de puro deleite Rocío-Me ha gustado mucho el italiano Fabiccio, como se notan tus raíces.
-Entonces ¿os ha gustado?-todos asintieron ante la pregunta del chico de ojos marrones-Bueno, pues a mi tarjeta de crédito no, no sabía que erais capaces de comer tanto-el pobre hizo una cara de resignación.
-Nadie te dijo que nos invitases-le sonrió Iker-Te empeñaste tu en pagarlo todo.
-Realmente el restaurante no era barato-afirmó Eriol, quien ahora tenía pegada como una lapa a Lisa.
-Si tu lo dices-grito la chica con su vocecita.
-Por cierto, ¿dónde están Tomoyo y Minerva?-preguntó Mike.
-Déjalas-hablo Eriol-Este lugar-y señalo al puerto olímpico de Barcelona-es donde se conocieron.
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-Gracias por ayudarme a librarme del grupo-las chicas caminaban hacia la zona comercial del puerto-La verdad es que no aguantaba más a Fabiccio.
-Creo que a él le gustas mucho-le sonrió afablemente la chica.
-Tomoyo, tiran más dos tetas que dos carretas, a él le gusta toda tía que no cae rendido ante sus encantos-señalo la chica cuando llego hasta una tienda de fotografía.
-De todos modos soy yo la que te tiene que dar las gracias, a pesar de todo me sigo perdiendo-la japonesa sonrió-Necesito carretes para fotografiar los ensayos, además de.............
Un fuerte ruido de explosión se oyó por todo el lugar.
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-¿Qué ha sido eso?-preguntó gritando Fabiccio.
-Y a mi que coño me preguntas, habrá sido un atentado-sugirió Rocío.
-¿Un atentado a un barco?-señalo hacia uno de los yates, el cual estaba en llamas.
-¿Dónde están Eriol e Iker?-preguntó entre sollozos Lisa-Los han raptado, los han raptado-de repente la mano de la chica de pelo rosa se estrelló en su cara.
-¡Tranquilízate, joder!.
-Será mejor que nos movamos de aquí, si no queremos morir aplastados-sugirió Mike mientras tomaba de la mano a ambas chicas y salían corriendo.
Efectivamente, las escenas de pánico, de gente corriendo por todo la zona, cristales rotos, patrullas de policía que llegaban, camiones de bomberos........., todo era un caos.
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-¡Os encontré!-susurró una voz desde algún lugar del puerto-Ya os tengo en mis manos mis presas, no podéis escapar del destino. El tesoro de los dioses será mío.
Notas de la autora; Ya esta!!!!!!!! Un capitulo muy chorra. Sip, la verdad es que bastante. ¿Sorprendidos por la maternidad temprana de Sakura? Pos esa es una de las sorpresas del fic. Que aún quedan más. La verdad es que sigue sin saberse nada de la verdadera trama, solo que va con el concilio de occidente, corrupción, ¿clanes?. ¿Será Fabiccio el mismo que se menciona en el primer cap?
Bueno, no se si os habrá gustado, pero a mi me ha costado un montón de hacer
Doy explicación al nombre occidental de la hija de Sakura. Alice, por la simple razón de que en el anime se ve como a Sakura le gusta el cuento de Alicia en el país de las maravillas. Pero me pareció que en vez de ponerlo en castellano sería mejor en inglés.
*Diagonal; La Diagonal es la calle más ancha de Barcelona y, a
raíz de su
prolongación, también la más larga.
