Advertencia: Este fic contiene SEXO.
Black Darck Lady: Buenas, aquí está el 3er capítulo, espero que te guste. La chica no tiene amigos serios, se lleva con sus compañeros de casa, pero como todo Slytherin no son amigos realmente, y ella es muy convenida, así que únicamente requiere de su compañía cuando la apetece, menos con Taylor, qué es el único amigo serio que tiene. Y Draco. mmmm ami me encanta jaja.
MIS EXPERIENCIAS
3. Tercer día
Me despertó la voz de Sylvia gritando, ella es la chica que duerme al lado de mi cama, es la envidia de muchas muchachas, es alta, rubia de ojos azules, buen cuerpo y muchos de los chicos babean por ella, lo que pasa es que es demasiado superficial y algo repipi.
Me levanté perezosamente y la empecé a atacar verbalmente, me dijo que me girase y entonces comprendí que la había hecho gritar, al lado de la puerta de la entrada estaba Taylor, un chico de mi mismo curso y con el que suelo cruzar algo más que palabras interesadas, creo que es el único que de verdad me importa en todo el colegio.
Me acerqué a él, mientras Sylvia gritaba que no podía entrar y que saliese inmediatamente, los dos nos miramos divertidos y salimos del cuarto. El pasó delante sacudiendo la cabeza, gesto típico suyo, así se despeinaba más el pelo negro que tenía corto y de punta-despeinado, no pude dejar de evitar fijarme en que tenía un culo magnífico.
Me preguntó dónde me había metido ayer después de clase, yo le sonreí y puse cara inocente, entonces el rió y me dijo: "No preguntó más. jeje" Sabe perfectamente como soy en algunos temas, algo en lo que coincidimos, pero en él es normal, es hombre.
Pasamos por delante de Malfoy que trataba de zafarse de Pansy, que no paraba de acercarse a él. Yo le miré y me reí ante su mirada de desesperación con esa muchacha.
Salí de la Sala con Taylor, fijándome en que Draco había reparado en la presencia de mi colega, al que miraba entornando los ojos calculadoramente. En el camino al Gran Comedor para desayunar le pregunté a Taylor qué opinaba sobre y Harry, me miró divertido y me dijo que era un reto conquistar a ese estúpido que no sabía lo que era una chica. Yo le dije que era adorable esa faceta de él, y me dijo irónico que si hubiese sabido que me interesaban los chicos inocentes en esos temas se me habría mostrado como tal para que yo le enseñase. Nos reímos un rato y yo le di un beso en la mejilla.
Cuando nos sentamos en la mesa vi a Harry desayunando solo y a Hermione y Ron que se hacía carantoñas mientras salían por la puerta. Sonreí para mis adentros, al final esos dos habían dado un paso adelante, ya iba siendo hora. Me despedí de Taylor cuando vi que Harry abandonada el Gran Comedor mirando el suelo.
Le seguí por los pasillos, todavía quedaba tiempo para la primera hora de clase, hoy me había levantado pronto, supuse que Potter iría a entrenarse. Salió y se dirigió a la caseta donde estaban las cosas del equipo de quidditch, cogió su escoba y salió al campo, pronto se bajó y se volvió a la caseta donde yo entré después de cerciorarme de que no había nadie más y cerré la puerta tras de mí silenciosamente.
Escuché como abrían la llave de agua de las duchas de los vestuarios y vi como Harry se desprendía de la túnica, entonces fue cuando me vio, me había acercado a él y había hecho ruido para que se fijase en que no estaba solo. Se ruborizó al darse cuenta de que le estaba viendo desnudo, pero yo me acerqué tras él cuando se había girado y le rocé dulcemente la espalda, sentí como su piel se ponía de gallina, le pedí que me mirase, y cuando lo hizo le besé intensamente.
Corrí la cortina de la ducha y me deshice de mi túnica también, luego empujé un poco al confundido Harry para que me dejase espacio bajo la ducha. Sentí como sus ojos recorrían mi cuerpo sin creérselo, le puse la palma de la mano en el centro de sus abdominales haciéndole que se encogiese por un escalofrío, y con la otra mano comencé a rozarle los costados de su bien formado cuerpo, haciendo que él cerrase los ojos y se apoyase con respiración agitada en la pared.
Su pelo le caía mojado en todas direcciones haciéndole muy atractivo, continué besándole y viendo como se estaba excitando, cuando se dio cuenta me miró como pidiéndome perdón y un poco desconcertado, a lo que yo respondí acercándome seductoramente a él y acariciándole cada vez más debajo de la tripa, hasta que llegue a la parte que le estaba trayendo problemas.
Cuando le toqué ahí, Harry agarró la pared con fuerza, y yo de puntillas le dije al oído: "hazme tuya" y le besé. Entonces no aguantó más y se corrió. Me miró como pidiéndome perdón nuevamente y avergonzado miró al suelo. El agua le recorría todo el cuerpo, yo le dije que no pasaba nada y seguí besándole.
Él comenzó a tomar más confianza y se decidió a tocarme, me agarró suavemente y me trajo hacia él, mientras comenzaba a besar mi cuello dando pequeños mordiscos. Sus manos comenzaron a moverse por todo mi cuerpo a medida que Harry iba conociendo los secretos de una mujer.
El agua le resbalaba por la cabeza, mojando sus labios cuando me besaba y en un momento me agarró y me subió apoyándome contra la pared. Yo entrelacé mis piernas en su cintura y seguimos besándonos, hasta que cogí su pene excitado nuevamente y lo puse en la entrada mi vagina, luego le dije que empujase y así hizo obedeciéndome.
No tenía mucha idea así que tuve que guiarle al principio, pero pronto cogió el ritmo y ya no necesitó más indicaciones, se movía mientras me agarraba por detrás con un brazo y apoyaba su mano fuertemente en la pared en la que yo estaba apoyada.
Yo tenía mis brazos rodeando su cuello y atrayéndolo hacia mí para que siguiese besándose. Noté como su respiración se hacia cada vez más agitada y me agarraba con ambas manos con más fuerza, para introducir su pene aún más, no se le daba mal para ser virgen.
Él se movía aceleradamente, sin bajar el ritmo, y poniendo cada vez más velocidad, hasta que llegó el momento en el que se apoyó con ambas manos a la pared que había tras de mí y empujando con fuerza en una nueva sacudida se corrió echando la cabeza para atrás con los ojos cerrados.
Me bajó cuidadosamente y me enjabonó, acariciándome los pechos sobre todo. Yo hice lo propio, concentrándome en sus abdominales y luego nos quitamos el jabón entre los dos ayudándonos del agua que seguía cayendo insistentemente.
Salió él primero de la ducha, para coger una toalla y mientras me extendía otra y yo me rodeaba en ella sin salir aún del hueco, sonó la voz de Malfoy: "¿Te estabas cascando una paja Potter?" y añadió divertido "he oído gemidos jeje". Entonces salí de la ducha mirando fijamente a Malfoy, al cual parecía que se le iban a salir los ojos. Oí como susurraba mi nombre sin poder creérselo y luego dijo: "Había oído como eras, ahora lo he comprobado." y después de decir eso se dio la vuelta para dirigirse hacia la puerta, a medio camino se paro cuando me oyó decir "soy como tú Draco Malfoy" y sin girarse siguió caminando hasta que salió.
Harry se me quedo mirando, mientras miraba alternativamente la puerta por la que acababa de salir Draco y a mi. Le miré y me encogí de hombros, él no sabía qué hacer, me observaba sin decir nada y luego se quedó mirando fijamente el suelo.
Me acerqué disimuladamente a él y mientras le secaba el pelo con una toalla que acababa de coger le pregunté si estaba bien. Me miró a los ojos y me dijo "Acabo de perder la virginidad contigo, para mí eso es importante, pero he descubierto que para ti es solo un juego, ¿cómo quieres que esté?" Lo que dijo me dolió bastante, no podía ir jugando con todos los chicos como si se tratase de muñecos, y acababa de hacer daño a Harry, un cielo de chico que no me había hecho nunca nada malo. Solo acerté a decir "lo siento", a lo que él respondió arrebatándome la toalla de las manos para poder secarse solo.
Me dio la espalda y empezó a buscar su ropa. Yo me senté en el banco de madera con la vista fija en el infinito, sin saber qué hacer o qué decir por primera vez en mi vida. Le oí farfullar molesto al no encontrar su calcetín y cuando se giró y me vio con la mirada distante se quedó totalmente quieto delante de mí, yo enfoqué la vista en sus ojos, que se enternecieron.
Se sentó lentamente a mi lado y me dio un abrazo, besándome el pelo mojado. "Vas a coger frío" dijo mientras movía la toalla que tenía puesta para secarme. Se levantó para coger mi ropa, y me ayudó a vestirme. Yo sólo podía mirarle, nunca ningún chico había sido tan delicado conmigo. Cuando estuvimos los dos vestidos, me agarré a su cuello, abrazándole fuertemente hacia mí y dándole un beso en la mejilla, él respondió el abrazo y me dijo que sentía haber sido tan duro conmigo.
Me acompañó a la puerta de mi primera clase y se despidió dándome un pico. Yo entré en pociones y me senté detrás de Taylor, que se giró y me preguntó qué tal me había ido, pero se tuvo que dar la vuelta antes de que yo respondiese porque Snape le estaba regañando.
El día transcurrió sin complicaciones, en el intercambio de una clase me crucé con Draco, que me miró brevemente para girar la cabeza con un movimiento brusco, yo seguí adelante sin fijarme más en él, pero por el rabillo del ojo vi como le guiñaba el ojo a Sylvia.
A la hora de la cena, en el Gran Comedor, Taylor escogió unos asientos que estuviesen lo más separados posibles de Malfoy porque yo se lo había pedido y antes de que Harry se acercase a saludarme, le expliqué lo que había pasado estos días con Draco. La mesa de Slytherin se puso a la defensiva cuando el Gryffindor más odiado llegó a su altura, los profesores se pusieron alerta y toda la Sala estaba pendiente de sus movimientos. Vieron como se desviaba hacia donde yo me encontraba con Taylor, el cual se molestó al sentir que muchas miradas se fijaban en el punto donde estábamos.
Cuando Harry hubo estado al lado mío, le dije si quería sentarse y él aceptó después de echar una rápida a donde se encontraba Malfoy que evitaba mirar a ese punto. Todos se quedaron asombrados cuando el Gryffindor empezó a comer con la Slytherin y hablaba animadamente con Taylor, el cual no estaba muy contento de su presencia, pero daba conversación al invitado para que no se sintiese del todo incómodo, eso sólo por hacerme un favor a mi.
A lo largo de la cena, los alumnos miraban insistentemente, sin poder creérselo aún. Cuando acabamos me despedí de él y nos fuimos Taylor y yo a la Sala Común de Slytherin. Taylor vino a mi habitación, aunque no se podía los Slytherins nunca hemos hecho mucho caso de esas normas, y Taylor y yo hemos pasado muchas noches juntos.
Así nos quedamos dormidos mientras le contaba mis pensamientos sobre Harry y Draco y él me decía que me decidiese por quien me gustaba.
Black Darck Lady: Buenas, aquí está el 3er capítulo, espero que te guste. La chica no tiene amigos serios, se lleva con sus compañeros de casa, pero como todo Slytherin no son amigos realmente, y ella es muy convenida, así que únicamente requiere de su compañía cuando la apetece, menos con Taylor, qué es el único amigo serio que tiene. Y Draco. mmmm ami me encanta jaja.
MIS EXPERIENCIAS
3. Tercer día
Me despertó la voz de Sylvia gritando, ella es la chica que duerme al lado de mi cama, es la envidia de muchas muchachas, es alta, rubia de ojos azules, buen cuerpo y muchos de los chicos babean por ella, lo que pasa es que es demasiado superficial y algo repipi.
Me levanté perezosamente y la empecé a atacar verbalmente, me dijo que me girase y entonces comprendí que la había hecho gritar, al lado de la puerta de la entrada estaba Taylor, un chico de mi mismo curso y con el que suelo cruzar algo más que palabras interesadas, creo que es el único que de verdad me importa en todo el colegio.
Me acerqué a él, mientras Sylvia gritaba que no podía entrar y que saliese inmediatamente, los dos nos miramos divertidos y salimos del cuarto. El pasó delante sacudiendo la cabeza, gesto típico suyo, así se despeinaba más el pelo negro que tenía corto y de punta-despeinado, no pude dejar de evitar fijarme en que tenía un culo magnífico.
Me preguntó dónde me había metido ayer después de clase, yo le sonreí y puse cara inocente, entonces el rió y me dijo: "No preguntó más. jeje" Sabe perfectamente como soy en algunos temas, algo en lo que coincidimos, pero en él es normal, es hombre.
Pasamos por delante de Malfoy que trataba de zafarse de Pansy, que no paraba de acercarse a él. Yo le miré y me reí ante su mirada de desesperación con esa muchacha.
Salí de la Sala con Taylor, fijándome en que Draco había reparado en la presencia de mi colega, al que miraba entornando los ojos calculadoramente. En el camino al Gran Comedor para desayunar le pregunté a Taylor qué opinaba sobre y Harry, me miró divertido y me dijo que era un reto conquistar a ese estúpido que no sabía lo que era una chica. Yo le dije que era adorable esa faceta de él, y me dijo irónico que si hubiese sabido que me interesaban los chicos inocentes en esos temas se me habría mostrado como tal para que yo le enseñase. Nos reímos un rato y yo le di un beso en la mejilla.
Cuando nos sentamos en la mesa vi a Harry desayunando solo y a Hermione y Ron que se hacía carantoñas mientras salían por la puerta. Sonreí para mis adentros, al final esos dos habían dado un paso adelante, ya iba siendo hora. Me despedí de Taylor cuando vi que Harry abandonada el Gran Comedor mirando el suelo.
Le seguí por los pasillos, todavía quedaba tiempo para la primera hora de clase, hoy me había levantado pronto, supuse que Potter iría a entrenarse. Salió y se dirigió a la caseta donde estaban las cosas del equipo de quidditch, cogió su escoba y salió al campo, pronto se bajó y se volvió a la caseta donde yo entré después de cerciorarme de que no había nadie más y cerré la puerta tras de mí silenciosamente.
Escuché como abrían la llave de agua de las duchas de los vestuarios y vi como Harry se desprendía de la túnica, entonces fue cuando me vio, me había acercado a él y había hecho ruido para que se fijase en que no estaba solo. Se ruborizó al darse cuenta de que le estaba viendo desnudo, pero yo me acerqué tras él cuando se había girado y le rocé dulcemente la espalda, sentí como su piel se ponía de gallina, le pedí que me mirase, y cuando lo hizo le besé intensamente.
Corrí la cortina de la ducha y me deshice de mi túnica también, luego empujé un poco al confundido Harry para que me dejase espacio bajo la ducha. Sentí como sus ojos recorrían mi cuerpo sin creérselo, le puse la palma de la mano en el centro de sus abdominales haciéndole que se encogiese por un escalofrío, y con la otra mano comencé a rozarle los costados de su bien formado cuerpo, haciendo que él cerrase los ojos y se apoyase con respiración agitada en la pared.
Su pelo le caía mojado en todas direcciones haciéndole muy atractivo, continué besándole y viendo como se estaba excitando, cuando se dio cuenta me miró como pidiéndome perdón y un poco desconcertado, a lo que yo respondí acercándome seductoramente a él y acariciándole cada vez más debajo de la tripa, hasta que llegue a la parte que le estaba trayendo problemas.
Cuando le toqué ahí, Harry agarró la pared con fuerza, y yo de puntillas le dije al oído: "hazme tuya" y le besé. Entonces no aguantó más y se corrió. Me miró como pidiéndome perdón nuevamente y avergonzado miró al suelo. El agua le recorría todo el cuerpo, yo le dije que no pasaba nada y seguí besándole.
Él comenzó a tomar más confianza y se decidió a tocarme, me agarró suavemente y me trajo hacia él, mientras comenzaba a besar mi cuello dando pequeños mordiscos. Sus manos comenzaron a moverse por todo mi cuerpo a medida que Harry iba conociendo los secretos de una mujer.
El agua le resbalaba por la cabeza, mojando sus labios cuando me besaba y en un momento me agarró y me subió apoyándome contra la pared. Yo entrelacé mis piernas en su cintura y seguimos besándonos, hasta que cogí su pene excitado nuevamente y lo puse en la entrada mi vagina, luego le dije que empujase y así hizo obedeciéndome.
No tenía mucha idea así que tuve que guiarle al principio, pero pronto cogió el ritmo y ya no necesitó más indicaciones, se movía mientras me agarraba por detrás con un brazo y apoyaba su mano fuertemente en la pared en la que yo estaba apoyada.
Yo tenía mis brazos rodeando su cuello y atrayéndolo hacia mí para que siguiese besándose. Noté como su respiración se hacia cada vez más agitada y me agarraba con ambas manos con más fuerza, para introducir su pene aún más, no se le daba mal para ser virgen.
Él se movía aceleradamente, sin bajar el ritmo, y poniendo cada vez más velocidad, hasta que llegó el momento en el que se apoyó con ambas manos a la pared que había tras de mí y empujando con fuerza en una nueva sacudida se corrió echando la cabeza para atrás con los ojos cerrados.
Me bajó cuidadosamente y me enjabonó, acariciándome los pechos sobre todo. Yo hice lo propio, concentrándome en sus abdominales y luego nos quitamos el jabón entre los dos ayudándonos del agua que seguía cayendo insistentemente.
Salió él primero de la ducha, para coger una toalla y mientras me extendía otra y yo me rodeaba en ella sin salir aún del hueco, sonó la voz de Malfoy: "¿Te estabas cascando una paja Potter?" y añadió divertido "he oído gemidos jeje". Entonces salí de la ducha mirando fijamente a Malfoy, al cual parecía que se le iban a salir los ojos. Oí como susurraba mi nombre sin poder creérselo y luego dijo: "Había oído como eras, ahora lo he comprobado." y después de decir eso se dio la vuelta para dirigirse hacia la puerta, a medio camino se paro cuando me oyó decir "soy como tú Draco Malfoy" y sin girarse siguió caminando hasta que salió.
Harry se me quedo mirando, mientras miraba alternativamente la puerta por la que acababa de salir Draco y a mi. Le miré y me encogí de hombros, él no sabía qué hacer, me observaba sin decir nada y luego se quedó mirando fijamente el suelo.
Me acerqué disimuladamente a él y mientras le secaba el pelo con una toalla que acababa de coger le pregunté si estaba bien. Me miró a los ojos y me dijo "Acabo de perder la virginidad contigo, para mí eso es importante, pero he descubierto que para ti es solo un juego, ¿cómo quieres que esté?" Lo que dijo me dolió bastante, no podía ir jugando con todos los chicos como si se tratase de muñecos, y acababa de hacer daño a Harry, un cielo de chico que no me había hecho nunca nada malo. Solo acerté a decir "lo siento", a lo que él respondió arrebatándome la toalla de las manos para poder secarse solo.
Me dio la espalda y empezó a buscar su ropa. Yo me senté en el banco de madera con la vista fija en el infinito, sin saber qué hacer o qué decir por primera vez en mi vida. Le oí farfullar molesto al no encontrar su calcetín y cuando se giró y me vio con la mirada distante se quedó totalmente quieto delante de mí, yo enfoqué la vista en sus ojos, que se enternecieron.
Se sentó lentamente a mi lado y me dio un abrazo, besándome el pelo mojado. "Vas a coger frío" dijo mientras movía la toalla que tenía puesta para secarme. Se levantó para coger mi ropa, y me ayudó a vestirme. Yo sólo podía mirarle, nunca ningún chico había sido tan delicado conmigo. Cuando estuvimos los dos vestidos, me agarré a su cuello, abrazándole fuertemente hacia mí y dándole un beso en la mejilla, él respondió el abrazo y me dijo que sentía haber sido tan duro conmigo.
Me acompañó a la puerta de mi primera clase y se despidió dándome un pico. Yo entré en pociones y me senté detrás de Taylor, que se giró y me preguntó qué tal me había ido, pero se tuvo que dar la vuelta antes de que yo respondiese porque Snape le estaba regañando.
El día transcurrió sin complicaciones, en el intercambio de una clase me crucé con Draco, que me miró brevemente para girar la cabeza con un movimiento brusco, yo seguí adelante sin fijarme más en él, pero por el rabillo del ojo vi como le guiñaba el ojo a Sylvia.
A la hora de la cena, en el Gran Comedor, Taylor escogió unos asientos que estuviesen lo más separados posibles de Malfoy porque yo se lo había pedido y antes de que Harry se acercase a saludarme, le expliqué lo que había pasado estos días con Draco. La mesa de Slytherin se puso a la defensiva cuando el Gryffindor más odiado llegó a su altura, los profesores se pusieron alerta y toda la Sala estaba pendiente de sus movimientos. Vieron como se desviaba hacia donde yo me encontraba con Taylor, el cual se molestó al sentir que muchas miradas se fijaban en el punto donde estábamos.
Cuando Harry hubo estado al lado mío, le dije si quería sentarse y él aceptó después de echar una rápida a donde se encontraba Malfoy que evitaba mirar a ese punto. Todos se quedaron asombrados cuando el Gryffindor empezó a comer con la Slytherin y hablaba animadamente con Taylor, el cual no estaba muy contento de su presencia, pero daba conversación al invitado para que no se sintiese del todo incómodo, eso sólo por hacerme un favor a mi.
A lo largo de la cena, los alumnos miraban insistentemente, sin poder creérselo aún. Cuando acabamos me despedí de él y nos fuimos Taylor y yo a la Sala Común de Slytherin. Taylor vino a mi habitación, aunque no se podía los Slytherins nunca hemos hecho mucho caso de esas normas, y Taylor y yo hemos pasado muchas noches juntos.
Así nos quedamos dormidos mientras le contaba mis pensamientos sobre Harry y Draco y él me decía que me decidiese por quien me gustaba.
