Advertencia: Este fic contiene SEXO.
Black Darck Lady: Jajaja tendré que hacer alguno con Sirius jeje, es que es tan guapo!!! Lo de los capítulos que tengo pensado escribir no se, no va a ser todo el curso claro está jaja serían demasiados. Supongo que unos cuantos más, te iré avisando cuando esté por el final. Que disfrutes este capítulo!
Isabo-Black: Jeje, a los libros les falta una pizca de picardía jeje, pero bueno. esque es para todos los públicos. Aquí la continuación, espero que os guste.
Este capítulo se lo dedico a Black Darck Lady, por seguir el fic desde el principio, y también a la lectora Isabo-Black, gracias.
Esto, alomejor os parece una rayada este fic, es que perdonarme pero estoy toda fumada jaja, bueno nada que aquí está. Que conste que no lo he escrito entero mientras estaba fumada jaja. MmMmM
MIS EXPERIENCIAS
5. Cotilleos en Hogwarts
Me levanté de golpe y sentí los brazos de Draco alrededor de mi cintura, nuestros cuerpos desnudos estaban pegados transmitiéndonos calor en esa fría noche de otoño.
Miré el rostro de Draco, sus ojos grises que tanto me habían enamorado estaban cerrados, su tez blanca perfecta lucía inocente sin el respaldo de sus fríos ojos indiferentes. Me vino a la mente las palabras que me dijo anoche: "Dame una oportunidad." ¿lo estaría diciendo en serio? Entonces me acordé de Harry, yo no quería hacerle daño, y no sabía si era simplemente atracción física o sentía algo más por el Gryffindor.
Malfoy se movió unos centímetros apretándome contra su cuerpo. No debería haberlo hecho, me empecé a arrepentir, a regañarme, a decirme que era una cría irresponsable que se dejaba llevar por los placeres.
Cerré los ojos fuertemente mientras seguía con mi tortura interna y cuando los abrí me encontré esos puntos grises que me perforaban intentando adivinar que pasaba por mi mente. "¿Qué te pasa?" dijo de forma fría. Me acordé de lo dulce que era Harry cuando se dirigía a mí, y un susurro con el nombre de "Harry." escapó de mis labios.
Malfoy se incorporó bruscamente, llevándose parte de la manta que me cubría. Sus ojos eran hielos bañados en ira y odio, y escupió la palabra "Potter." desviando su mirada de la mía. Se inclinó pegando su cara con la mía y me empezó a soltar insultos sobre Potter.
Miró hacia abajo y vio parte de mi cuerpo descubierto, se echó más para atrás, dejando de gritarme y se me quedó mirando, mientras una parte le decía que se quedase y su orgullo le alejaba de mi cama. Al final, como buen Slytherin dejó que su orgullo venciese a la pasión y a los sentimientos, y vistiéndose de forma apresurada sin mirarme siquiera salió por donde se había colado la noche anterior, con el mismo movimiento de serpiente que busca a su presa.
Me giré y sin saber por qué empecé a llorar, hundí mi cara en la almohada para apagar los sollozos cuando la cortina de mi cama volvió a correrse, sabía que no podía ser él, él no volvería, así que no miré y seguí con la cabeza hundida en la almohada, si era alguna compañera de habitación ya se iría al pensar que estaba dormida y que habría tenido una pesadilla porque estaba encogida con la manta tapándome hasta el cuello.
Pero entonces sentí el peso de alguien en el borde de mi cama y me susurró al oído "no llores, cuéntame que te ha pasado cielo", me giré al reconocer su voz y enterré mis lágrimas en la túnica de Taylor.
Me acarició el pelo mientras subía la manta que se había deslizado un poco, y me susurraba consuelos, abrazándome delicadamente.
Al final pude controlarme sin saber porque lloraba y le conté lo que había pasado a Taylor, que se había echado a mi lado escuchándome atentamente y quitándome alguna lágrima rebelde que salía de mis ojos.
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.- .-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Llegué a la primera clase del día: Historia de la Magia, ¡a quien se le ocurrió poner ese horario! Menudo chalado.no conseguí concentrarme en toda la clase, tenía toda clase de pensamientos en la cabeza, y el tono monótono del profesor, hacia que no bajase de la nube a la que me había subido a conversar conmigo misma.
Desperté de mi ensimismamiento cuando una bolita de papel cayó sobre mi mesa, la miré y la abrí lentamente: "¿Sigues con es Gryffindor?, Dave." Vaya, Dave era uno de los chicos más monos de mi curso, desde que le vi me quedé prendada de su belleza, y me sentí muy a gusto conmigo misma, cuando a las semanas de empezar Hogwarts conseguí liarme con él, y mucho más orgullosa me quedé cuando a principios del año pasado había conseguido acostarme con él, nunca olvidaré esa vez, él perdió la virginidad conmigo, sonreí para mis adentros, me parecía divertido aquello.
Luego volví a la nota, a releerla, Dave estaba interesado en saber si seguía con Harry, la mayoría lo consideraba un capricho pasajero, al fin y al cabo, los Slytherins utilizan a los de las demás casas como juguetes, y los chicos se reían al pensar que yo estaba manejando como una marioneta a Harry, mientras que las chicas me miraban celosas por jugar con ese trofeo tan cotizado.
Me giré y miré dos asientos más a la derecha, ahí estaba Dave mirándome con esos enormes ojos color miel y apartándose el flequillo liso y rubio que caía de forma constante sobre su frente, ese gesto le hacía muy atractivo, y muchas alumnas suspiraban cuando se lo veían hacer por el pasillo.
Me sonrió y me guió un ojo, menuda sonrisa que tenía, tan seductora, tan tentativa, le devolví la sonrisa y me fijé en mis apuntes, estaban en blanco, salvó algunos dibujos y algunos versos que había ido apuntando mientras pensaba.
Acabó la clase, y recogí todas mis cosas rápido, antes de que Dave se acercase a mi, salí corriendo de la clase y me detuvo una multitud en el pasillo. Me abrí paso entre la gente, pata ver en el centro a Malfoy y Harry ambos con las varitas fuera y mirándose con desprecio, ira, en sus ojos se observaba que serían capaces de hacer mucho daño al contrario.
Se miraban desafiadamente, mientras iban diciendo frases hirientes contra el contrario. Llegué justo para escuchar a Harry decir: "Te he dicho que no hables sobre Venus", a lo que sarcásticamente Malfoy respondió: "Vamos Potter, tengo todo el derecho de hablar sobre ella, oh el cabeza-rajada no acepta que los demás conozcamos a su 'novia'" una risa vino del grupo de los Slytherins.
Harry alzó más la varita, poniendo a la defensiva a Malfoy, pensé que por qué no venía ningún profesor, así que decidí que quería que se callasen de una vez, adelanté un paso mientras escuchaba decir a Harry: "Lo que te molesta es que ahora no la tienes para ti, ¿es la primera chica que se te escapa Malfoy?"
Ahí Harry dio en el clavo, Malfoy adelantó un paso peligrosamente, alzando la varita, yo terminé de avanzar y me puse cerca de ellos, les dije que cerrasen el pico y se dejasen de estupideces. Harry me miró sorprendido y Malfoy desvío la mirada de mí hacia Harry, y poniendo sonrisa irónica le dijo: "Si se me escapase no me la habría tirado anoche"
Los que reían antes callaron, y el ambiente se hizo más tenso, aunque se veía la expectación de los alumnos al enterarse de semejante chisme, yo miré con boca desencajada a Malfoy, que tenía sus ojos como glaciares fijos en mí, y me dedicaba una mueca muy seria.
La reacción de Harry no se hizo esperar, tiró la varita después de mirarme sin dar crédito y se abalanzó sobre Malfoy. Pero no llegó porque una mano con una túnica negra agarró por el cuello de la túnica a Harry.
Harry se dio la vuelta furioso por la interrupción pero se sorprendió al ver el rostro de Snape, que sonreía maliciosamente al pensar el castigo que le pondría, y mientras gritaba 20 puntos menos para Gryffindor por intentar atentar a un alumno y otros 20 por estorbar y taponar el pasillo, y en cuanto a ti Harry, tu castigo es limpiar mañana las mazmorras después de la última clase.
La multitud empezó a dispersarse murmurando excitada y mirándome de vez en cuando, y alternativamente fijaban su vista en Malfoy y Harry. Yo solo pude mirar a Harry y decirle: "Perdón"
Me quedé de pie, mientras Harry me miró con cara dolida y me dijo: "¿Te das cuenta que desde que nos conocemos algo más me estás pidiendo perdón todo el rato por cosas que haces?" negó con la cabeza cuando yo abrí la boca para responder, se me acercó y me dijo: "Madura Venus" y se fue.
Estaba en el centro del pasillo, la siguiente clase ya habría empezado, pero yo seguía sin moverme y únicamente quedaba Malfoy a mi lado, que parecía estar regocijándose con la escena, le miré con infinito odio, lo que le hizo abrir mucho los ojos y le dije: "¿por qué has hecho eso?" empecé a perder los nervios "¿por qué lo has dicho? ¿por qué.?" no me dio tiempo a acabar, cogí del suelo la mochila y se la tiré con fuerza. Salí corriendo sin mirar si le había hecho daño, yo quería que le hubiese dado en plena cara y le hubiese roto algo. y seguí corriendo. Mientras corría empecé a llorar, de nuevo llorando.
Llegué a la entrada de la Sala Común al decidir que no me veía con fuerzas de asistir a las demás clases. Entré sin serenarme, pensando que no habría nadie en la Sala, pero me quedé de piedra al ver a Dave sentado en el sofá y mirándome curioso.
Se me acercó con sus andares característicos, en los que dejaba ver su porte de familia adinerada y de buenas costumbres. Cogió un mechón de mi pelo y mientras lo enrollaba me miraba: "La que has armado, no paran de hablar de ti."
Entonces reparó en mis lágrimas contenidas: "Una Slytherin no debe llorar y tú lo sabes" y se inclinó para quitarme con los labios alguna lágrima que caía. Yo cerré los ojos al sentir el contacto de su labio agarrando mi lágrima.
Sentí sus manos calientes en mi cintura, y como me atraían hacia él, yo no me resistí, me dejé llevar, ya la había cagado antes, ahora directamente no daría esperanzas a ninguno, mejor con todos, que sola.
Me empezó a besar el cuello, y fue cuando me cogió de la mano y me subió a su habitación, me llevó a su cama, mientras me besaba apasionadamente y empezaba a deshacerse de mi ropa desesperadamente.
Sentí sus labios sobre los míos y como su lengua me recorriese porque deseaba hacer eso durante mucho tiempo que se había aguantado. Le agarré de la nuca con ambas manos, mientras él me elevaba y yo enroscaba las piernas alrededor de su cintura.
Seguía besándome y acariciándome el cuerpo, únicamente me quedaba la ropa interior de la que no se había deshecho todavía. Nuestras miradas se cruzaron y como respuesta descorrió rápidamente su cortina y me depositó en la cama. Se levantó para sacarse la túnica por la cabeza, y siguió recorriendo con su boca mi cuerpo.
Yo bajé las manos y le quité su ropa interior, él se quedó mirando con deseo mi cuerpo, y fue quitándome lentamente el resto de la ropa, esta vez de forma lenta y deteniéndose para ir besando las partes que había dejado descubiertas. Me quitó primero el sujetador, y con ambas manos comenzó a acariciarme el pecho.
Bajó una de sus manos para quitarme la última prenda negra que tenía, y dejándome sólo como vestido mi piel.
Se volvió a levantar y se quedó de pie, por la parte del ancho de la cama, donde yo estaba tumbada, me miró con esos ojos en los que se veía lujuria. Su vista fue recorriendo el resto de mi cuerpo hasta llegar a la parte prohibida, donde acercó una mano.
Cuando yo estaba cerrando los ojos al esperar el placer que me empezaría a dar, él dijo: "Basta de tonterías, no aguanto más". Y me abrió las piernas un poco más fuerte de como que debería haberlo hecho, y acercándose a la cama se arrodilló quedando su pene a la altura de mi vagina.
Él ya estaba bastante excitado, así que metió dos dedos para lubricar mejor, y entonces sacándolos al cabo d unos minutos, introdujo de una sacudida su pene. Pegué un grito, suerte que estábamos solos.
Me miró como pidiéndome perdón y luego sonrió, mis labios también se curvaron en una especie de sonrisa. Volvió a dar otra sacudida, esta vez mi gritó fue más pequeño, era una mezcla de emociones, había sido demasiado violento al empezar, pero a cada sacudida yo gozaba más y más.
Apoyó sus brazos sobre mis piernas mientras introducía y sacaba rápidamente su pene en mi vagina, yo estaba tumbada y rodeándole con mis piernas mientras él estaba arrodillado, posición que hacía que le sintiese completamente dentro de mi.
Sus manos se movían acariciándome los muslos, y subiendo por el cuerpo para llegar a los pechos en los que se entretenía mientras besaba mi barriga. Cada vez iba más deprisa, y yo no podía evitar dejar escapar gemidos que se perdían por la habitación, mezclándose con los de él.
Entonces se le ocurrió estimular mi clítoris a la vez, mientras introducía aceleradamente el pene, comenzó a tocarlo primero suavemente con los dedos, y luego más intensamente, haciendo que mis gemidos fuesen más fuertes y que le apretase más con las piernas hacia mí, por lo que su pene se introducía más al fondo, lo que le provocaba a él también dar pequeños gritos de placer.
Paró de repente y se separó diciendo que paraba un segundo o se correría, no dejó de estimularme el clítoris. Me metió en la cama del todo y se puso sobre mí.
De nuevo comenzó a meter y sacar con un ritmo frenético, le agarraba con fuerza la espalada, y el me agarraba por los hombros. Su boca junto a la mía amortiguaba los gritos que salían de ambas bocas.
Bajó para entretenerse con mi cuello, y sus manos recorrían todo mi cuerpo, acariciando el cuerpo que le había estrenado el año pasado.
Movía mi cadera acompasada a sus movimientos, de la mejor forma para que ambos sintiésemos el placer extremo. Entonces vi que venía y supuse por su cara que a él también le venía.
Nos miramos con deleite sin que él se detuviese y cerramos los ojos a la vez cuando nos corrimos juntos, en un orgasmo que no se olvida fácilmente.
Abrió los ojos respirando con dificultad y me sonrió, para después besarme en la boca lentamente, con su lengua rodeando la mía. Terminó de tapar mi cuerpo a besos y fue cuando nos levantamos los dos para mirar la hora que era.
Nos despedimos con un beso largo, y de forma apresurada nos vestimos. Yo me reí de los pelos que se le había quedado y él me dijo que me los mirase en el espejo. Me fui riendo, y vi que los primeros alumnos que acudían a la Sala Común ya estaba entrando por la puerta. Subí furtivamente las escaleras y me metí en mi cuarto sin tener ganas de bajar a comer y durmiéndome justo cuando entraron mis compañeras de habitación susurrando cotilleos sobre mí que habían comenzado a circular por Hogwarts.
Black Darck Lady: Jajaja tendré que hacer alguno con Sirius jeje, es que es tan guapo!!! Lo de los capítulos que tengo pensado escribir no se, no va a ser todo el curso claro está jaja serían demasiados. Supongo que unos cuantos más, te iré avisando cuando esté por el final. Que disfrutes este capítulo!
Isabo-Black: Jeje, a los libros les falta una pizca de picardía jeje, pero bueno. esque es para todos los públicos. Aquí la continuación, espero que os guste.
Este capítulo se lo dedico a Black Darck Lady, por seguir el fic desde el principio, y también a la lectora Isabo-Black, gracias.
Esto, alomejor os parece una rayada este fic, es que perdonarme pero estoy toda fumada jaja, bueno nada que aquí está. Que conste que no lo he escrito entero mientras estaba fumada jaja. MmMmM
MIS EXPERIENCIAS
5. Cotilleos en Hogwarts
Me levanté de golpe y sentí los brazos de Draco alrededor de mi cintura, nuestros cuerpos desnudos estaban pegados transmitiéndonos calor en esa fría noche de otoño.
Miré el rostro de Draco, sus ojos grises que tanto me habían enamorado estaban cerrados, su tez blanca perfecta lucía inocente sin el respaldo de sus fríos ojos indiferentes. Me vino a la mente las palabras que me dijo anoche: "Dame una oportunidad." ¿lo estaría diciendo en serio? Entonces me acordé de Harry, yo no quería hacerle daño, y no sabía si era simplemente atracción física o sentía algo más por el Gryffindor.
Malfoy se movió unos centímetros apretándome contra su cuerpo. No debería haberlo hecho, me empecé a arrepentir, a regañarme, a decirme que era una cría irresponsable que se dejaba llevar por los placeres.
Cerré los ojos fuertemente mientras seguía con mi tortura interna y cuando los abrí me encontré esos puntos grises que me perforaban intentando adivinar que pasaba por mi mente. "¿Qué te pasa?" dijo de forma fría. Me acordé de lo dulce que era Harry cuando se dirigía a mí, y un susurro con el nombre de "Harry." escapó de mis labios.
Malfoy se incorporó bruscamente, llevándose parte de la manta que me cubría. Sus ojos eran hielos bañados en ira y odio, y escupió la palabra "Potter." desviando su mirada de la mía. Se inclinó pegando su cara con la mía y me empezó a soltar insultos sobre Potter.
Miró hacia abajo y vio parte de mi cuerpo descubierto, se echó más para atrás, dejando de gritarme y se me quedó mirando, mientras una parte le decía que se quedase y su orgullo le alejaba de mi cama. Al final, como buen Slytherin dejó que su orgullo venciese a la pasión y a los sentimientos, y vistiéndose de forma apresurada sin mirarme siquiera salió por donde se había colado la noche anterior, con el mismo movimiento de serpiente que busca a su presa.
Me giré y sin saber por qué empecé a llorar, hundí mi cara en la almohada para apagar los sollozos cuando la cortina de mi cama volvió a correrse, sabía que no podía ser él, él no volvería, así que no miré y seguí con la cabeza hundida en la almohada, si era alguna compañera de habitación ya se iría al pensar que estaba dormida y que habría tenido una pesadilla porque estaba encogida con la manta tapándome hasta el cuello.
Pero entonces sentí el peso de alguien en el borde de mi cama y me susurró al oído "no llores, cuéntame que te ha pasado cielo", me giré al reconocer su voz y enterré mis lágrimas en la túnica de Taylor.
Me acarició el pelo mientras subía la manta que se había deslizado un poco, y me susurraba consuelos, abrazándome delicadamente.
Al final pude controlarme sin saber porque lloraba y le conté lo que había pasado a Taylor, que se había echado a mi lado escuchándome atentamente y quitándome alguna lágrima rebelde que salía de mis ojos.
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Llegué a la primera clase del día: Historia de la Magia, ¡a quien se le ocurrió poner ese horario! Menudo chalado.no conseguí concentrarme en toda la clase, tenía toda clase de pensamientos en la cabeza, y el tono monótono del profesor, hacia que no bajase de la nube a la que me había subido a conversar conmigo misma.
Desperté de mi ensimismamiento cuando una bolita de papel cayó sobre mi mesa, la miré y la abrí lentamente: "¿Sigues con es Gryffindor?, Dave." Vaya, Dave era uno de los chicos más monos de mi curso, desde que le vi me quedé prendada de su belleza, y me sentí muy a gusto conmigo misma, cuando a las semanas de empezar Hogwarts conseguí liarme con él, y mucho más orgullosa me quedé cuando a principios del año pasado había conseguido acostarme con él, nunca olvidaré esa vez, él perdió la virginidad conmigo, sonreí para mis adentros, me parecía divertido aquello.
Luego volví a la nota, a releerla, Dave estaba interesado en saber si seguía con Harry, la mayoría lo consideraba un capricho pasajero, al fin y al cabo, los Slytherins utilizan a los de las demás casas como juguetes, y los chicos se reían al pensar que yo estaba manejando como una marioneta a Harry, mientras que las chicas me miraban celosas por jugar con ese trofeo tan cotizado.
Me giré y miré dos asientos más a la derecha, ahí estaba Dave mirándome con esos enormes ojos color miel y apartándose el flequillo liso y rubio que caía de forma constante sobre su frente, ese gesto le hacía muy atractivo, y muchas alumnas suspiraban cuando se lo veían hacer por el pasillo.
Me sonrió y me guió un ojo, menuda sonrisa que tenía, tan seductora, tan tentativa, le devolví la sonrisa y me fijé en mis apuntes, estaban en blanco, salvó algunos dibujos y algunos versos que había ido apuntando mientras pensaba.
Acabó la clase, y recogí todas mis cosas rápido, antes de que Dave se acercase a mi, salí corriendo de la clase y me detuvo una multitud en el pasillo. Me abrí paso entre la gente, pata ver en el centro a Malfoy y Harry ambos con las varitas fuera y mirándose con desprecio, ira, en sus ojos se observaba que serían capaces de hacer mucho daño al contrario.
Se miraban desafiadamente, mientras iban diciendo frases hirientes contra el contrario. Llegué justo para escuchar a Harry decir: "Te he dicho que no hables sobre Venus", a lo que sarcásticamente Malfoy respondió: "Vamos Potter, tengo todo el derecho de hablar sobre ella, oh el cabeza-rajada no acepta que los demás conozcamos a su 'novia'" una risa vino del grupo de los Slytherins.
Harry alzó más la varita, poniendo a la defensiva a Malfoy, pensé que por qué no venía ningún profesor, así que decidí que quería que se callasen de una vez, adelanté un paso mientras escuchaba decir a Harry: "Lo que te molesta es que ahora no la tienes para ti, ¿es la primera chica que se te escapa Malfoy?"
Ahí Harry dio en el clavo, Malfoy adelantó un paso peligrosamente, alzando la varita, yo terminé de avanzar y me puse cerca de ellos, les dije que cerrasen el pico y se dejasen de estupideces. Harry me miró sorprendido y Malfoy desvío la mirada de mí hacia Harry, y poniendo sonrisa irónica le dijo: "Si se me escapase no me la habría tirado anoche"
Los que reían antes callaron, y el ambiente se hizo más tenso, aunque se veía la expectación de los alumnos al enterarse de semejante chisme, yo miré con boca desencajada a Malfoy, que tenía sus ojos como glaciares fijos en mí, y me dedicaba una mueca muy seria.
La reacción de Harry no se hizo esperar, tiró la varita después de mirarme sin dar crédito y se abalanzó sobre Malfoy. Pero no llegó porque una mano con una túnica negra agarró por el cuello de la túnica a Harry.
Harry se dio la vuelta furioso por la interrupción pero se sorprendió al ver el rostro de Snape, que sonreía maliciosamente al pensar el castigo que le pondría, y mientras gritaba 20 puntos menos para Gryffindor por intentar atentar a un alumno y otros 20 por estorbar y taponar el pasillo, y en cuanto a ti Harry, tu castigo es limpiar mañana las mazmorras después de la última clase.
La multitud empezó a dispersarse murmurando excitada y mirándome de vez en cuando, y alternativamente fijaban su vista en Malfoy y Harry. Yo solo pude mirar a Harry y decirle: "Perdón"
Me quedé de pie, mientras Harry me miró con cara dolida y me dijo: "¿Te das cuenta que desde que nos conocemos algo más me estás pidiendo perdón todo el rato por cosas que haces?" negó con la cabeza cuando yo abrí la boca para responder, se me acercó y me dijo: "Madura Venus" y se fue.
Estaba en el centro del pasillo, la siguiente clase ya habría empezado, pero yo seguía sin moverme y únicamente quedaba Malfoy a mi lado, que parecía estar regocijándose con la escena, le miré con infinito odio, lo que le hizo abrir mucho los ojos y le dije: "¿por qué has hecho eso?" empecé a perder los nervios "¿por qué lo has dicho? ¿por qué.?" no me dio tiempo a acabar, cogí del suelo la mochila y se la tiré con fuerza. Salí corriendo sin mirar si le había hecho daño, yo quería que le hubiese dado en plena cara y le hubiese roto algo. y seguí corriendo. Mientras corría empecé a llorar, de nuevo llorando.
Llegué a la entrada de la Sala Común al decidir que no me veía con fuerzas de asistir a las demás clases. Entré sin serenarme, pensando que no habría nadie en la Sala, pero me quedé de piedra al ver a Dave sentado en el sofá y mirándome curioso.
Se me acercó con sus andares característicos, en los que dejaba ver su porte de familia adinerada y de buenas costumbres. Cogió un mechón de mi pelo y mientras lo enrollaba me miraba: "La que has armado, no paran de hablar de ti."
Entonces reparó en mis lágrimas contenidas: "Una Slytherin no debe llorar y tú lo sabes" y se inclinó para quitarme con los labios alguna lágrima que caía. Yo cerré los ojos al sentir el contacto de su labio agarrando mi lágrima.
Sentí sus manos calientes en mi cintura, y como me atraían hacia él, yo no me resistí, me dejé llevar, ya la había cagado antes, ahora directamente no daría esperanzas a ninguno, mejor con todos, que sola.
Me empezó a besar el cuello, y fue cuando me cogió de la mano y me subió a su habitación, me llevó a su cama, mientras me besaba apasionadamente y empezaba a deshacerse de mi ropa desesperadamente.
Sentí sus labios sobre los míos y como su lengua me recorriese porque deseaba hacer eso durante mucho tiempo que se había aguantado. Le agarré de la nuca con ambas manos, mientras él me elevaba y yo enroscaba las piernas alrededor de su cintura.
Seguía besándome y acariciándome el cuerpo, únicamente me quedaba la ropa interior de la que no se había deshecho todavía. Nuestras miradas se cruzaron y como respuesta descorrió rápidamente su cortina y me depositó en la cama. Se levantó para sacarse la túnica por la cabeza, y siguió recorriendo con su boca mi cuerpo.
Yo bajé las manos y le quité su ropa interior, él se quedó mirando con deseo mi cuerpo, y fue quitándome lentamente el resto de la ropa, esta vez de forma lenta y deteniéndose para ir besando las partes que había dejado descubiertas. Me quitó primero el sujetador, y con ambas manos comenzó a acariciarme el pecho.
Bajó una de sus manos para quitarme la última prenda negra que tenía, y dejándome sólo como vestido mi piel.
Se volvió a levantar y se quedó de pie, por la parte del ancho de la cama, donde yo estaba tumbada, me miró con esos ojos en los que se veía lujuria. Su vista fue recorriendo el resto de mi cuerpo hasta llegar a la parte prohibida, donde acercó una mano.
Cuando yo estaba cerrando los ojos al esperar el placer que me empezaría a dar, él dijo: "Basta de tonterías, no aguanto más". Y me abrió las piernas un poco más fuerte de como que debería haberlo hecho, y acercándose a la cama se arrodilló quedando su pene a la altura de mi vagina.
Él ya estaba bastante excitado, así que metió dos dedos para lubricar mejor, y entonces sacándolos al cabo d unos minutos, introdujo de una sacudida su pene. Pegué un grito, suerte que estábamos solos.
Me miró como pidiéndome perdón y luego sonrió, mis labios también se curvaron en una especie de sonrisa. Volvió a dar otra sacudida, esta vez mi gritó fue más pequeño, era una mezcla de emociones, había sido demasiado violento al empezar, pero a cada sacudida yo gozaba más y más.
Apoyó sus brazos sobre mis piernas mientras introducía y sacaba rápidamente su pene en mi vagina, yo estaba tumbada y rodeándole con mis piernas mientras él estaba arrodillado, posición que hacía que le sintiese completamente dentro de mi.
Sus manos se movían acariciándome los muslos, y subiendo por el cuerpo para llegar a los pechos en los que se entretenía mientras besaba mi barriga. Cada vez iba más deprisa, y yo no podía evitar dejar escapar gemidos que se perdían por la habitación, mezclándose con los de él.
Entonces se le ocurrió estimular mi clítoris a la vez, mientras introducía aceleradamente el pene, comenzó a tocarlo primero suavemente con los dedos, y luego más intensamente, haciendo que mis gemidos fuesen más fuertes y que le apretase más con las piernas hacia mí, por lo que su pene se introducía más al fondo, lo que le provocaba a él también dar pequeños gritos de placer.
Paró de repente y se separó diciendo que paraba un segundo o se correría, no dejó de estimularme el clítoris. Me metió en la cama del todo y se puso sobre mí.
De nuevo comenzó a meter y sacar con un ritmo frenético, le agarraba con fuerza la espalada, y el me agarraba por los hombros. Su boca junto a la mía amortiguaba los gritos que salían de ambas bocas.
Bajó para entretenerse con mi cuello, y sus manos recorrían todo mi cuerpo, acariciando el cuerpo que le había estrenado el año pasado.
Movía mi cadera acompasada a sus movimientos, de la mejor forma para que ambos sintiésemos el placer extremo. Entonces vi que venía y supuse por su cara que a él también le venía.
Nos miramos con deleite sin que él se detuviese y cerramos los ojos a la vez cuando nos corrimos juntos, en un orgasmo que no se olvida fácilmente.
Abrió los ojos respirando con dificultad y me sonrió, para después besarme en la boca lentamente, con su lengua rodeando la mía. Terminó de tapar mi cuerpo a besos y fue cuando nos levantamos los dos para mirar la hora que era.
Nos despedimos con un beso largo, y de forma apresurada nos vestimos. Yo me reí de los pelos que se le había quedado y él me dijo que me los mirase en el espejo. Me fui riendo, y vi que los primeros alumnos que acudían a la Sala Común ya estaba entrando por la puerta. Subí furtivamente las escaleras y me metí en mi cuarto sin tener ganas de bajar a comer y durmiéndome justo cuando entraron mis compañeras de habitación susurrando cotilleos sobre mí que habían comenzado a circular por Hogwarts.
