Nota: snif.. es triste acabar un fic...

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- Siempre es lo mismo: soy el feo, gordo, tonto y ridículo Colagusano. Ese del que todos se burlan, del que nadie piensa seriamente durante menos de un segundo, sólo por haber cometido una estupidez y haber demostrado mi cobardía. Soy cobarde, cierto... pero no es todo lo que tengo.

No es algo que me haya tomado muy en serio, la existencia de los demás… pero la de Colagusano me deprime especialmente. No creo que el que ahora los merodeadores "reales" sean Moony, Padfoot, Prongs y Lily sea algo muy hermoso para él.


- ¿Porqué nunca te lavas el cabello?
Ese comentario me hace levantar bruscamente la cabeza.
- Hay muchos productos que te ayudan a eliminar la grasa, para que quede hermoso y suave...
- Y luego te quejas de que te llamen idiota.
- No, en serio...
Una puerta de luz aparece en medio de la oscuridad. Colagusano no parece muy sorprendido, así que debe haberlo visto ya varias veces. Sin embargo, tengo que admitirlo, es bastante imprecionante.

Nunca ha hecho nada excepto decir en voz baja, cuando nadie lo está escuchando, alguna que otra palabra de reproche. Por eso ha llegado a este punto. Pero... ¿cómo puede hacerse oír un personaje que ni siquiera existe realmente? Bueno, está este escrito, hecho justamente con la finalidad de convencer a los escritores de que sean un poco más realistas…Pero el personaje en sí mismo quizá no sea como lo vemos ahora. Quizá no sea. Y, en ese caso, ¿para qué me quejo yo de algo que no tiene sentido alguno, que no existe? Odio pensar.

- Esa es tu puerta.
Colagusano me empuja ligeramente hacia ella, antes de exclamar:
- ¡Y yo, que soy la pobre víctima, nunca podré tener mi puerta...!

Listo, este es el momento tan esperado. El momento en el que le planto un beso a Colagusano, un beso no muy bueno, a alguien al que no amo. Un beso imperfecto, exactamente el que yo hubiera querido, de no haberlo tenido. Cruso el umbral de la puerta rapidamente. Prefiero no ver la reacción del chico, no es que me importe realmente, pero... en fin.


Aquí se acaban mis quejas… Ya te habrás cansado de todas ellas, supongo. Hay muchas más cosas que podría decir, quizá, pero entonces este fic habría perdido su esencia, para convertirse en una lista de cosas que no soporto leer, y yo transformarme en un tipo que no sabe hacer otra cosa aparte de criticar a los demás. Y esa no es la idea.

FIN

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La idea es... El tesoro está en... ¡ajh!
Listo, finito. Me tardé bastante, pero valió la pena, ¿no? ¿No? Bueno, hayá tú. ¡¡De todos modos dejen reviews!!

Próximamente... Estaba pensando en hacer un fic en el que los merodeadores fueran feos, y de lo que cambiaría en sus vidas si fuera así. ¿guta? ¿ti? ¿no?