I know something about love…

Por: Ariadna.

Primera Semana: Día 1: Daisuke.

El cuarto está oscuro. Al abrir la puerta ésta crujió… mal movimiento, no estaba seguro de querer que él se enterara de mi presencia… pero Takeru me notó, y me sonrió invitándome a pasar. Rayos, Iori lo había ayudado a llegar a la cama mientras yo estaba en otro lado, asqueado por el mal olor… ¿qué clase de amigo soy así? Y Takeru me sonríe de todos modos…

-hey, - lo saludé débilmente.

-hola Daisuke…

A pesar de la oscuridad, podía notar su cara muy claramente… un momento, si es así… ¿él puede ver la mía también?

Me sonrojé de inmediato.

-¿qué pasa? – me preguntó, viendo mi reacción.

-venía a ver como estabas… lamento haberme hecho el desentendido al verte enfermo allá afuera…

-no te preocupes, no actuaste diferente al resto…

Ouch, eso dolió… no soy diferente al resto.

-y de todas formas, - prosiguió. - estoy bien. Ya se me pasó el mareo.

-¿Sí? ¡Que bien! – me relajé y me acerqué un poco más. - ¿necesitas algo?

-no, estoy bien.

Di un paso más, no muy seguro, pero… puse mi mano en su frente, para asegurarme que no tuviera fiebre ni nada de eso.

Él… él se ruborizó al contacto… Saqué la mano.

¿Por qué? ¿Por qué se ruborizó él? Él…

-si, estás muy bien, parece. Cualquier cosa y me dices, ok? estaré por ahí…

Y corrí afuera.

¡ARGH!

¿¿¿Qué diablos fue todo eso???

¡Era simplemente Takeru! Takeru, mi amigo, que está enfermo, y yo fui a cuidarlo…

Una imagen mía con él en el cuarto, abrazándolo…

Se me subió el color de las mejillas…

¡PAM!

Golpeé mi cabeza contra la muralla.

-ouch…

Ok, eso no fue muy inteligente…

-Daisuke, ¿estás bien?

Giré mi vista…

¡PAM!

Y volví a golpearme la cabeza…

-¡Daisuke!

¿Por qué? ¿Por qué de todos tenía que ser JOU con quien me encontrara?

-no es nada… - murmuré lentamente, mirando el suelo.

-te acabas de golpear la cabeza contra el muro, ¿¿cómo puedes estar bien??

Er… buen punto.

-eh… estaba probando la solides de los muros, jaja. – puse una sonrisa como máscara y reí tontamente, ¡qué vergüenza! – por si hay tormenta y tú sabes…

-¿uh? – me miró sin entender por un momento… pero luego rió… ¡rió! – que gracia, Dai, jajaja…

Ok, definitivamente quiero hundir mi cabeza en la pared de nuevo, ¡ahora se ríe de mí!

-pero en serio… - me dijo, interrumpiendo mi vergüenza y sacándose una lágrima de risa del ojo. – ve con más cuidado por donde caminas, ok? - y se alejó por el pasillo.

Yo me quedé ahí, estático. Realmente, no uno de mis mejores momentos…

¿Pero porque estoy actuando así? Si voy a ser un idiota durante las dos semanas mejor le pido a Ken que me indique el camino de regreso o simplemente me encierro en alguna parte hasta que nos toque irnos. No imaginé que esto sería tan difícil…

Me moví con lentitud hasta llegar al cuarto de ocho tatamis que compartiríamos todos… por suerte Takeru dormía en la otra pieza, pero Jou…

oh-ho.

No, no puede ser… ¡deja de pensar mal, Baka!

Me recosté en el suelo, tratando de no pensar… es tarde y hay olor a comida, los demás deben estar cocinando, de seguro Yamato, como siempre, y con ayuda de Iori. Es increíble pero ninguna de las chicas sabe hacer nada más que huevos revueltos en la cocina.

Tengo hambre…

La puerta se abre de repente.

No quiero levantar la vista, no quiero meter las patas como hice hace un rato con Takeru y Jou…

-hey, Dai, ¿no vas a comer?

-¿huh? – miré hacia la entrada. – ah, hola Ken…

-¿pasa algo malo?

-no…

-¿seguro?

Dudé. ¿Realmente quiero que Ken sepa? No porque no me acepte a mí, eso es tonto, sino que… bueno, Ken está muy feliz con Hikari, no ha pasado por nada parecido a lo mío… pero…

-¿alguna vez te enamoraste de dos personas a la vez?

Por estar mirándolo a la cara pude notar que se sonrojaba, incluso si giró su rostro hacia el otro lado… ¿por qué hizo eso? Si él está con Hikari, no tiene sentido…

-¿por qué preguntas?

-um… - volví a dudar. – no, no es nada, sólo quería saber si conocías a alguien que se haya sentido así, debe ser extraño, ne?

¡"Extraño" mi abuela! Soy un completo hipócrita…

Una vez que recuperó su color normal, volvió a mirarme a los ojos. Me intimidó.

-¿te sientes mal, Daisuke?

Pestañee, sin entender.

-¿cómo?

-si te sientes mal. – repitió Ken. - No quieres ir a comer y pareces estar pensando demasiado, no eres tú así…

Sonreí. Era bueno saber que un amigo se preocupa por mi… no es que los otros no lo hagan, pero Ken sabe cuando no quiero hablar, como ahora, y me dejará sólo, siempre y cuando le asegure que no pensaré tanto… pues ¡con gusto! Cada vez que pienso en ellos… ¡sólo me confundo más!

-te traeré algo de comida para acá, ok?

Seguí sonriendo incluso después que él se fue… podía ser que me comportara cada vez más torpemente alrededor de ellos, pero no puedo dejar que mi confusión arruine mis vacaciones, es cosa de mantener las distancias, ¿no?

Aunque claro, ¿quién me manda a tener los mismos gustos de mi hermana? Ella que está tras Yamato y Shuu, y yo tras sus hermanos menores… ¿será coincidencia o el destino? Pero al final ella no se quedó con ninguno de los dos…

¡argh! ¿¿No había quedado en NO pensar en ellos??

Ok, eso es, ¡me voy a dormir temprano hoy! Armo el futon y estoy listo, que Ken me vea dormido cuando regrese. Puedo no comer hoy, o mejor, dejo una nota para que Ken me la guarde y nadie se coma mi parte, y así alimentar mi hambriento estómago por la mañana…

No quiero ver a nadie por el resto del día. Sueño es todo lo que necesito… aunque en los mismos sueños llego a pensar en ellos, pero al menos los pensamientos ahí son más placenteros…

Ummm, si voy a compartir la habitación con todos los demás, mejor sería no soñar nada… no me haría ninguna gracia despertar con una erección…

¡Ahh! ¡Tengo que dejar de pensar! ¡Dejar de pensar!

Maldito sueño, ¿por qué no llega ya?

Fin del primer Archivo.